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Introducción

La Formación Ética y Ciudadana, es una materia co-disciplinar integrada por contenidos


de Filosofía, Psicología y Derecho; además de los valores, las actitudes y las normas que
cobran especificidad en la misma, donde se promueve la construcción racional y autónoma
de valores a través de la razón dialógica que hace posible la crítica, la apertura y el respeto
de los Derechos Humanos.

Los contenidos del espacio curricular, que se encontrarán en la presente cartilla de estudio,
son los referentes fundamentales para la enseñanza y aprendizaje del mismo, contribuyendo
a la formación académica para insertar al educando en el medio social, potenciando su
sentido crítico y racional como protagonistas y partícipes del sistema democrático. La
reflexión, a su vez, promoverá una conciencia abierta a la diversidad, con miras a evitar la
discriminación, la intolerancia, el etnocentrismo y otros tipos de diferencias, en el marco de
una ética mínima que integre los valores universales básicos de las diferentes culturas y
grupos sociales.

Los valores, su comprensión y análisis, considerando los que serían compartidos, se


abordarán trabajando en una neutralidad activa o incluso llegar a la beligerancia. Será
propicio también construir un ámbito para reflexionar sobre los derechos y deberes de los
ciudadanos a quienes se educa abordando la integración de los problemas éticos con los
Derechos Humanos y la Ciudadanía, ya que el aprendizaje de la vida democrática es arduo
y complejo, pues su práctica se extiende a la institución en su conjunto por lo que su
transversalidad debe considerarse un imperativo.

Por eso, aprender a aplicar la capacidad de juicio en la historia personal y colectiva, y


propender a la coherencia entre pensamiento y acción, resumen la tarea de la ética y la
ciudadanía, porque el desarrollo óptimo del juicio moral no se queda sólo en lo cognitivo,
sino que implica el desarrollo de otras disposiciones personales como el autoconocimiento,
la capacidad de ponerse en el lugar del otro, como así también, la capacidad para adoptar
perspectivas sociales distintas a la propia utilizando la herramienta primordial y necesaria
que es la capacidad de diálogo.
1. Moral y Ética.
Es importante separar los conceptos y conocer sus respectivas definiciones antes de
desarrollar el conocimiento teórico. Los términos moral y ética tienen el mismo significado
etimológico: “costumbre”, con la diferencia de que el
primero deriva del griego “ethos” y el segundo del latín
“mos”.

Por lo tanto, podemos diferenciarlos de la siguiente manera:

MORAL: Es el conjunto de acciones y de normas que regulan las acciones consideradas


buenas, valiosas o deseables para una cultura. Es la “praxis”, es decir, la práctica, el
hacer, el conducirse en la vida.

ÉTICA: Es la reflexión sobre las acciones morales. Es una rama de la filosofía que
pregunta “¿Qué es?”, cómo se fundamenta, cuáles son los fines de la moral. Es la
“teoría”, es decir requiere de la reflexión y de la argumentación, entonces la podemos
catalogar como una disciplina filosófica.

Distintas concepciones de lo ético.


¿Qué es lo que hace valiosa una acción? Distintas posturas expresan una concepción ética
particular, por lo que es conveniente detenerse en ellas.

a) LA ÉTICA MATERIAL DE ARISTÓTELES: Reflexiona Aristóteles, que, si todos


los seres humanos tienden a realizarse plenamente y a
desarrollar las capacidades que le son propias, entonces el
camino más simple para resolver en qué consiste la felicidad

ARISTÓTELES
para el hombre es determinar cuál es la capacidad propia del hombre y cuándo esta
capacidad se realiza plenamente.

El problema de la felicidad puede ser investigado por 2 métodos: el analítico, que consiste
en separar algo en sus elementos más simples hasta hallar el componente buscado
aislándolo de los demás; y el sintético, que consiste en seguir el proceso de desarrollo de
algo hasta que alcanza su realización más plena hasta que llega a la madurez, determinando
los pasos o etapas necesarias para arribar a esa meta (cuanto más complejo es un ser, más
perfecciones tiene).

Aristóteles, responde mediante el método sintético y agrupando las virtudes del hombre en
2 clases: las virtudes morales (que son comunes a seres animados) y las virtudes
intelectuales (comunes a los seres inteligentes).
Las correctas formas de actuar están pautadas por las costumbres de la comunidad a la que
pertenece y se aprende con la educación. La persona prudente decide equilibradamente
cuando elige un punto medio virtuoso, entre 2 extremos viciosos posibles (por exceso y por
defecto). Aristóteles advierte que el justo medio es relativo, es decir, no puede ser
determinado de una vez y para siempre, de modo que tenga validez para cualquier
individuo en cualquier circunstancia, sino que dependerá de las tradiciones de la comunidad
a la que pertenece y los rasgos de cada individuo.

b) LA ÉTICA JUDEO-CRISTIANA: Se basa en la revelación de Dios, quien manda a


hacer ciertas cosas y prohíbe hacer otras. Cuando el ser humano obra bien, es libre. Hay
que distinguir, entonces, el “libre albedrío” de la
“libertad”. El primero, es una capacidad, una posibilidad
de obrar bien o mal; el segundo, es el obrar bien, es decir,
la libertad es lo opuesto del pecado que es obrar mal.
Para Aristóteles, se obra bien cuando se siguen las reglas
de la costumbre. Para la tradición judeo-cristiana, la costumbre de una comunidad no podía
considerarse un criterio suficiente para las acciones buenas o justas. Es decir, las
costumbres que unos consideraban justas eran injustas para otros. En consecuencia, el único
criterio universal para determinar el bien y el mal debía ser necesariamente la Ley de Dios
y Él ofrece a los hombres la posibilidad de “salvación”, que se identifica con la libertad.
c) LA ÉTICA PRAGMÁTICA DE MAQUIAVELO: Maquiavelo creía que la unidad de
Italia solo se podía lograr por medio de una conducción política que supiera valerse de los
recursos del saber y del arte, subordinado todo lo demás a este objetivo principal. Para que
el líder político pudiera alcanzar esa meta, debería ser capaz de
conducir a todas las fuerzas políticas sin sujetarse a ninguna regulación
ética o religiosa. Hasta Maquiavelo, la política aparecía subordinada a
la moral. Desde entonces, esa relación se invirtió, quedando la moral
subordinada a la política. La concepción maquiavélica afirma la
independencia de la política tanto de los principios de la costumbre
como de los mandatos de la religión cristiana. NICOLAS MAQUIAVELO

Maquiavelo propuso una nueva moral basada en los principios de la política, que produjo
una transformación de los valores principales de la época de las Cruzadas, caracterizada por
el heroísmo de los caballeros cristianos medievales y por los principios ético-religioso del
cristianismo.
La ética maquiavélica considera buenas y valiosas las acciones que produzcan un aumento
del poder propio, al tiempo que considera malas y perniciosas las acciones que tengan un
sentido opuesto. Maquiavelo creía que la racionalidad del poder consiste en acrecentar
continuamente la fuerza del pueblo organizado en un Estado.

d) LA ÉTICA UTILITARISTA: Durante el siglo XVIII se desarrolló en los países de


Europa, principalmente en Gran Bretaña, la Revolución Industrial, por medio del cual la
producción y la riqueza de estos países se multiplicó aceleradamente. Estos cambios
económicos tuvieron efectos transformadores en todos los ámbitos de la vida social y
cultural, incluyendo los valores morales y su fundamentación ética. Los utilitaristas
sostienen que el fundamento de la moral es el principio de mayor felicidad o utilidad, según
el cual las acciones son buenas o correctas en la medida en que tienden a producir lo
contrario a la felicidad. Así, el utilitarismo identifica lo bueno con lo útil. Lo último no es
un fin en sí mismo, siempre está en función de otra cosa.
Los utilitaristas definen la felicidad como el placer y la ausencia de dolor. Una acción
correcta es la que redunda en una mayor felicidad y reduce en mayor medida el sufrimiento
para el conjunto de los individuos involucrados por la acción.

JEREMY BENTHAM JOHN STUART MILL


e) ÉTICA, NATURALEZA HUMANA Y DERECHOS DEL HOMBRE: Contra los
supuestos aristocráticos de su época, Rousseau sostiene que los hombres son naturalmente
iguales y que todas las diferencias significativas entre ellos tienen un rigen moral, es decir,
no se derivan de las diferencias naturales que no son significativas, sino de desigualdades y
dominaciones producidas en el transcurso de la historia.
Para Rousseau, el estado original de los hombres es la inocencia y, a
pesar de las injusticias y las corrupciones perpetradas por los hombres a
través de los siglos, en el fondo existe un principio innato de justicia y
de virtud en el fondo de las almas a partir del cual se juzgan las acciones
JEAN JACQUES
de los hombres como buenas o malas. ROUSSEAU

Rousseau piensa que la base de la moralidad está en un sentimiento natural y no en la


reflexión o en la razón. Desde el punto de vista moral, lo que distingue al hombre de los
animales no es el entendimiento, sino lo que llama su “cualidad de agente libre”. La
libertad es la capacidad es la capacidad de decir sí o no, de asentir o de resistir. A su vez,
critica y cuestiona los valores vigentes en su tiempo porque admiten los privilegios y las
diferencias entre los hombres, es decir, aceptan que unos posean libertades y derechos que
otros no poseen libertades y derechos que otros no poseen, haciendo legítimas la
servidumbre y la opresión.

f) LA ÉTICA FORMAL: El filósofo Immanuel Kant afirma que el


valor moral de las acciones humanas se determina por el motivo, es decir,
por aquello que impulsa a los hombres a actuar, por lo que los mueve a
hacer lo que hacen. Kant busca un criterio universal para juzgar el valor
para las acciones de los seres humanos, válido para todos los seres
IMMANUEL KANT
humanos y no solamente para una cultura particular. El criterio para
evaluar las acciones de los seres humanos, válido para todos los seres humanos y no
solamente para una cultura particular. El criterio para evaluar las acciones humanas no
puede ser cultural porque no sería válido para todos los hombres y no puede ser la ley
natural porque esta no reconoce la libertad, la capacidad de obrar de maneras diferentes a la
pautada por la naturaleza.
Las acciones regidas por el instinto no son morales porque no son dignas de un ser libre,
pero las acciones guiadas por la costumbre tampoco lo son, porque no son universales. El
deber es un imperativo, porque manda al hombre a comportarse de determinada manera. Y
es un imperativo categórico porque no depende de circunstancias históricas o culturales
particulares, ni siquiera de los resultados o de la obra efectivamente realizada. La moralidad
consiste seguir el deber por el deber del mismo. La moral kantiana se separa así de las
concepciones morales que pretendían que el contenido de las acciones determina cuándo
una acción es buena y cuando no lo es. Kant plantea una moral “formal”, porque la acción
es considerada buena cuando se define por normas universales (forma) y no por contenidos
particulares. Para Kant, el ámbito de lo ético es, al mismo tiempo, el de la ley moral
universal (formal) y el de la libertad. La moral proporciona una regla para las acciones
libres de los hombres.

g) LA ÉTICA DE LA AUTENTICIDAD: Una de las características del romanticismo fue


una defensa de la libertad y de las capacidades individuales, frente a la cosificación,
deshumanización y fragmentación social imperante. Esta defensa de la libertad individual
fue dando lugar con el transcurso del siglo XX, a distintas comentes individualistas, las que
afirman al individuo y a los intereses individuales como los valores fundamentales para la
sociedad contemporánea.
Charles Taylor, advierte algunas consecuencias negativas en el avance
del individualismo moral y de las corrientes éticas utilitaristas: la gente
ya no cuenta con un sentido de la vida que enmarque la propia
existencia, y se generaliza el desinterés por el destino de la sociedad.
Todo parece reducirse a la utilidad. El mercado se ofrece como el
criterio único del valor. CHARLES TAYLOR

Para enfrentar los desafíos éticos del mundo contemporáneo, Taylor propone una “ética de
la autenticidad”, una perspectiva que sea capaz de rescatar los verdaderos principios del ser
humano, tanto los que provienen de sus capacidades naturales como los que se han podido
construir en la historia y la cultura. Sostiene que los hombres no pueden resignar las
relaciones personales a partir de las cuales se constituyen como identidades individuales.
El individualismo moral también se pervierte cuando los individuos llegan a considerar que
la realización personal es algo que le atañe solo a cada uno, el individualismo moral
promueve un antropocentrismo radical, es decir lleva a suponer que el individuo es el
centro. Para Taylor, la ética de nuestro tiempo debe afirmar el valor fundamental de la
autenticidad, que implica la creación, la construcción y el descubrimiento de la propia
identidad personal. Una ética de la autenticidad requiere también la apertura a nuevas
formas de vida y una definición de sí mismo en el diálogo con las otras personas que
constituyen la comunidad.

2. La ciudadanía como categoría co-disciplinar.


Que la ciudadanía se defina como una categoría co-
disciplinar quiere decir que, es necesario mantener su
potencial teórico-crítico, para designar una
normatividad en relación con la convivencia social, y no depotenciar este sentido por un
deslizamiento ideológico que le quita la importancia y fundamentación ética.
En este sentido, enseñar ciudadanía es enseñar saberes específicos que permitan contar con
principios racionales y fundados, para la construcción de una participación democrática en
el orden social y para la crítica racional de los modos históricos-sociales, que obstaculizan
o impiden concretamente esta participación.
Esto implica algunos supuestos que conviene explicitar aquí. La ciudadanía no se identifica
sin más con la socialización o mera convivencia, cualquiera sea su forma. La ciudadanía es
la crítica de las socializaciones posibles, de la misma manera que la ética es una crítica de
las morales posibles.
Es necesario distinguir esta manera de plantear la ciudadanía como categoría racional “co-
disciplinar” de, por lo menos, dos posturas, que suelen pensarla de manera diferente:

- POSTURA JURÍDICA
La ciudadanía se reduce a un enunciado de derechos y deberes formalizados por
constituciones y leyes escritas. Se corre riesgo de separar el “Estado de derecho” de las
cuestiones del poder y de la justicia, y sus
avatares históricos.

- POSTURA PATRIÓTICA
Desde ésta postura hay una tendencia de ver a la
ciudadanía como la incorporación a una unidad
cultural (Nación) como forma de integración de un todo social supuestamente homogéneo.
Se corre el riesgo de divorciar la “cultura nacional” de la historia concreta de las
desigualdades sociales y de las exigencias del Estado de Derecho.
Ambas posturas (jurídica y patriótica) son des-historizadas ya que pierden su sentido de
crítica social y pueden ser cuestionadas por su irracionalidad.

Lo que quiere decir es que enseñar ciudadanía, no es legitimar un orden social dado, ni es
tampoco descreer escépticamente de su posible transformación. Es enseñar la
“participación democrática” como modo de construir una ciudadanía responsable y
solidaria, es decir: una convivencia justa.
Es decir, se trata de hacer una “reflexión política” y una “reflexión jurídica”, pero en el
contexto de una reflexión “ética” de la política e “histórico-social” del derecho. Es
importante no confundir educación ciudadana con adoctrinamiento político partidario o
corporativo. Se trata de dar elementos para la vida en común, desde lo común y para lo
común.
Se trata, de enseñar a fundamentar racionalmente la convivencia, donde confluyen
reflexiones específicas de los campos co-disciplinares más. Ellos son:

 Ética  Historia  Antropología


 Política  Sociología  Teorías del
 Derecho  Economía Lenguaje
El objeto de enseñanza de la ciudadanía es la enseñanza
de saberes específicos que permiten contar con principios
racionales y fundados, para la construcción de una
participación democrática en el orden social y para la crítica
racional de los modos históricos-sociales, que obstaculizan
o impiden esta participación.

3. Enfoques en formación moral y ética.


La enseñanza de la Formación Ética y Ciudadana, presenta problemáticas que se reconocen
y manifiestan como “enfoques o modelos”. Ellos son los siguientes:

- MODELO O ENFOQUE TRADICIONALISTA

Entiende este tipo de educación como educación moral o moralizante. Utiliza el discurso de
la “crisis de valores”. Este tipo de enfoque puede darse en una variante dialoguista o
democrática que busca persuadir a través de la palabra y la argumentación en un diálogo
franco o buscar imponerse autoritariamente vulnerando las condiciones de diálogo
intersubjetivo (tendencia conservadora y tradicionalista)

Este modelo o enfoque se enfrenta a 3 obstáculos:

1°. El desarrollo capitalista, hace entrar en crisis los valores tradicionales y se desvanecen
las normas, virtudes y valores.

2°. Las sociedades pluriculturales, con grandes flujos de población y con distintas
tradiciones que se entremezclan.

3°. El desarrollo de los medios de comunicación, principalmente audiovisuales, realizan


una suerte de mezcla anárquica o corrosiva de valores que puede llevar al ascetismo o el
relativismo en materia moral.

- MODELO O ENFOQUE DE RELATIVISMO O ESCEPTICISMO


Es el extremo opuesto del tradicionalismo. No existe ninguna norma, todo depende de las
preferencias personales para su realización efectiva. Estas posturas escépticas o relativistas
corresponden a regímenes democráticos todavía inmaduros. El clima de ideas posmoderno,
el populismo político y la pedagogía “light” pueden ser el marco propicio para el desarrollo
del escepticismo y del relativismo moral.

- MODELO O ENFOQUE CRÍTICO-ÉTICO


Este modelo, puede decirse que se plantea la educación moral de los alumnos en unos
valores básicos del tipo de la autonomía, el pluralismo, el respeto mutuo, la consideración
racional de los problemas, que constituyen un piso de procedimientos mínimos para
plantear cualquier discusión moral, y en aquellos valores que se encuentran en las bases de
las declaraciones de Derechos Humanos y en el texto de la Constitución Nacional.
Este modelo de la educación ética y ciudadana entiende a la misma como una “educación
fundamentalmente cognitiva”, haciendo uso de los aportes de la lógica, la teoría de la
argumentación y el análisis filosófico para cultivar habilidades intelectuales aplicadas a la
consideración de problemas morales.

La inserción curricular.
Es necesario tener en cuenta una consideración transversal que involucre no sólo la
totalidad de las áreas del currículo, sino que hace falta un compromiso de la institución de
proceder éticamente, es decir, es necesario un establecimiento en el que predomine una
consideración abierta de las cuestiones conflictivas, el diálogo fundado en razones y las
decisiones consensuadas.

Pero, además, es necesario un espacio para un tratamiento específico para desarrollar una
auténtica educación ética en los términos en que señalamos en la introducción de este
artículo, en el que se consideren contenidos ético-cívicos específicos de tipo conceptual,
como los textos de las declaraciones universales de los derechos humanos o la Constitución
Nacional, o de procedimental, como el desarrollo del razonamiento moral.

4. Finalidades de la enseñanza de la formación moral y ética.


El punto de partida es aceptar la enseñabilidad de principios éticos. En este sentido
comenzamos defendiendo una postura donde la ética, en tanto saber racional enseñable,
tiene que aceptar su limitación a un planteo de fundamentos y de principios, de cierta
abstracción formal, en relación con los bienes, valores, virtudes, ideales que constituyen lo
que se suele llamar la parte sustantiva de la ética.
La cuestión radica en ver si la enseñanza de la ética y la ciudadanía, con bases claramente
racionales, cognitivas, puede fundamentar el avanzar sobre cuestiones sustantivas o como
cuestiones “evaluativas”.
Esto lleva a proponer las finalidades de la enseñanza de la formación moral y ética de la
siguiente manera:
 DIFERENCIA ENTRE ÉTICA Y MORAL: Se debe enseñar a distinguir ética de moral o
morales, insistiendo en la posibilidad de fundamentar racionalmente, es decir, críticamente,
las opciones axiológicas, y las formas evaluativas de las acciones, que conforman las
diferentes morales, sobre todo, en tanto y en cuanto puedan ser universalizadas como
normativas para todos. A partir de esta distinción, que implica optar por el valor sustantivo
de la crítica racional y de universalidad fundada, es necesario plantear otras cuestiones que
se siguen.
 LAS ARGUMENTCIONES MORALES: En principio, la cuestión de la argumentación
moral. Es importante que los alumnos aprendan a argumentar moralmente. Esto quiere
decir, justamente, que tomen opciones éticas y no solamente morales. Se trata de enseñar
cuáles son los tipos básicos de argumentación moral que nuestra tradición de pensamiento
ha ido formulando. En qué se basan nuestras preferencias, por qué podemos diferenciar
meras prescripciones de obligaciones morales, por qué no es lo mismo actuar por uno
mismo que actuar por presión de los otros, por qué es legítimo ponerse fines para las
acciones y por qué debemos discutir estos fines y sus relaciones con las acciones concretas
y sus evaluaciones.
 LA ACCIÓN HUMANA: Es necesario trabajar elementos que ayuden a definir la acción
humana, sobre todo en sus elementos estrictamente ético-políticos. La especificidad del
lenguaje moral, la necesidad de avanzar en la consideración de las formas de entender las
motivaciones, las intencionalidades, los procesos de deliberación y elección, las maneras de
entender la necesidad de un razonamiento práctico.
 LA AUTONOMÍA MORAL Y SUS CONTEXTOS: Elementos que permitan comprender
la acción humana y el juego de las responsabilidades que desencadena. El no reducir la
acción a un mero hecho natural, el poder trabajar en qué sentido la normatividad de la
acción humana puede ser autónoma. Y ver cómo es posible trabajar simultáneamente los
elementos contextuales y psicológicos en juego. Para este tema es necesaria una reflexión
sobre el sentido de la libertad y de las acciones voluntarias.
 EL DÍALOGO ARGUMENTATIVO: Hay que enseñar también por qué es importante el
diálogo argumentativo, para defender las propias posiciones y para poder comprender, sin
descalificaciones prejuiciosas, las opciones diferentes. Esto juega un rol central en la
necesidad de saber resolver conflictos de valores por razones y no por meros caprichos o
prejuicios o imposiciones más o menos autoritarias.
 LA COHERENCIA ENTRE LO QUE SE PIENSA Y DICE Y LO QUE SE HACE: Esto
implica enseñar la autorreflexión y la autoevaluación, pero justamente en función de poder
medir los grados de coherencia consigo mismo, que se van logrando. Algunos autores
relacionan este tema con la autorregulación de la conducta, que es algo que se puede
enseñar. De todas maneras, el contenido educativo importante es la coherencia. Y esto tiene
una especial referencia al contexto, donde normalmente los alumnos y los maestros
perciben, con facilidad, un inmenso campo de incoherencias.
 LA AUTOESTIMA: También aquí se puede discutir qué contenidos implica enseñar
autoestima. En todo caso, lo que importa es discutir su valor, mostrar sus implicancias, sus
relaciones con la posibilidad de criticar, crear, buscar la felicidad. Importancia de los
efectos de ciertos estándares del discurso pedagógico y de las formas de evaluar y corregir
en la formación de la autoestima. Es decir, la autoestima, contenido educativo básico de
una personalidad moral, está íntimamente relacionado con otros contenidos educativos
centrales: comunicación, movimiento, creatividad, crítica.
 LA VIDA DEMOCRÁTICA: Este es un tema particularmente complejo, pero tiene que
ver también con la opción por poder enseñar una ciudadanía crítica. Discutir formas de
organización social, relaciones del poder con el derecho y con la economía, formas de
entender la representación y la participación. Este es un contenido que debe relacionarse
fuertemente con contenidos de las ciencias sociales, particularmente con todo lo
relacionado a la comprensión de la historia.
 PARTICIPACIÓN Y REPRESENTACIÓN: Este tema merece una especial atención en
un currículum de formación ética y ciudadana, sobre todo, porque es una buena ocasión
para discutir las formas de la democracia, sus crisis y la necesidad de ver como construir
participación ciudadana. El tema de los nuevos actores sociales y de los movimientos
sociales puede ser planteado en este contexto.
 LOS DERECHOS HUMANOS: Es el lugar donde aparecen formulados los valores
universalmente aceptados, desde una comprensión de la dignidad y de la autonomía, que
definen la personalidad moral. Es aquí, donde es posible plantear elementos sustantivos de
la justicia y avanzar, sobre la mera idea de equidad, hacia una discusión de bienes que
supone la vigencia de la justicia en una sociedad. Recorrer la historia de la formulación de
os Derechos Humanos, de su defensa y de sus sucesivas y espeluznantes violaciones, es un
tema que forma parte del currículum de formación ética y ciudadana.
Relación con la enseñanza de la historia.
A-

ARGUMENTACIÓN RACIONAL

ENSEÑANZA
DE LA
HISTORIA

CLIMA ESCOLAR DEMOCRÁTICO NEUTRALIDAD BELIGERANTE

ARGUMENTOS RACIONALES
Porque se defiende en la historia que la ética es una disciplina racional, y la ciudadanía una
categoría co-disciplinar racional, es obvio que no es posible pensar otra forma de enseñar
que con argumentos racionales, con razones y no con imposiciones. Esto implica la
necesidad de planteos críticos, de posicionamientos frente al conocimiento del docente
mismo, de confianza en el desarrollo cognitivo de los alumnos, más que en la socialización
por repetición de conductas o imposiciones de pautas.

B- CLIMA ESCOLAR DEMOCRÁTICO


Tiene que ver con el clima escolar, con la cuestión de cómo se logra que los alumnos
produzcan, construyendo sus sentidos, sus comprensiones de lo que enseñamos. Es
fundamental el clima escolar democrático, es decir, la capacidad de trabajar con reglas de
juego claras, para la toma de decisiones, enseñando la importancia del consenso, del respeto
a las minorías, del sentido del ejercicio del poder, del saber resolver los conflictos con
razones y no con violencias, el poder aceptar los campos, el poder ejercer el derecho a la
publicidad, y a los juicios con proceso y no arbitrariamente.
Otra cuestión, relacionada con el clima democrático, se refiere a la enseñanza de las formas
de participar en el poder. Desde la mera representación hasta formas solidarias de ponerse
en el lugar del otro; desde la resistencia crítica hasta formas activas de participación; desde
la autoevaluación hasta formas comunes de contrarrestar evaluaciones.

C- NEUTRALIDAD BELIGERANTE
El docente debe aparecer como neutral, como no imponiendo sus puntos de vista a los
alumnos. Pero esto no quiere decir que sea indiferente frente a los valores y a las normas, o
que no pueda mostrar sus opiniones.
Esto se hace particularmente importante cuando se plantean o se ponen en juego
discusiones sobre principios éticos fundamentales o sobre derechos humanos, en tanto
valores universales. En este caso, la postura del profesor debe ser de naturalidad
beligerante, es decir, jugarse por valores sin que esto implique imponérselos a nadie.

5. Definición de los Derechos Humanos.


Según la ONU, los DERECHOS HUMANOS son
derechos inherentes a todos los seres humanos, sin
distinción alguna de raza, sexo, nacionalidad, origen
étnico, lengua, religión o cualquier otra condición. Entre
los derechos humanos se incluyen el derecho a la vida y a la libertad; a no estar sometido ni
a esclavitud ni a torturas; a la libertad de opinión y de expresión; a la educación y al
trabajo, entre otros muchos. Estos derechos corresponden a todas las personas, sin
discriminación alguna.
La concepción de lo que hoy conocemos como derechos humanos se originó en el mundo
europeo moderno en los siglos XVII y XVIII, cuando comenzó a considerarse que la
persona humana como titular de derechos debía ser el fundamento de la vida social.
A pesar de ello, la expresión "derechos humanos" fue acuñada recién en el siglo xx para
designar un tipo especial de derechos. Es un concepto que tiene una larga historia que aún
sigue desarrollándose, y su alcance está en permanente ampliación.
¿Qué tipos de derechos son los derechos humanos? En términos generales, podría decirse
que los derechos humanos son un conjunto de derechos reconocidos a toda persona
humana, que tienen como objetivo la concreción de un proyecto de vida digna. La
realización de los derechos humanos es posible mediante la convivencia de personas,
grupos, pueblos y Estados basada en los principios de libertad, dignidad, igualdad y
justicia.
Algunas personas especialistas entienden que esta concepción pone el centro en la vida
humana, entendida como una integralidad que comprende el ser físico, el ser psíquico y el
ser social. Los derechos a la vida, a la integridad física y a la subsistencia, por ejemplo,
refieren al plano físico; los derechos a la libertad de pensamiento, creencia, expresión y
educación remiten al psíquico, y derechos tales como la igualdad de trato, participar en la
vida cultural de la comunidad o asociarse, pertenecen al plano social.
Hasta la Edad Moderna, y a instancias del
cristianismo, el valor de la dignidad humana
fue atribuido al origen divino del hombre,
hecho a imagen y semejanza de Dios. A través
de su alma, el pensamiento y el lenguaje
podían demostrar su superioridad respecto de
los demás animales y, por ello, se consideraba
el único ser valioso.
Pero esa interpretación no explica las
desigualdades entre los seres humanos desde
la Antigüedad hasta hoy. Por ejemplo, hasta
fines del siglo XVIII se consideró que, por
naturaleza, las personas tenían dignidades
distintas y desiguales según su origen o su
posición social. Las mujeres, los niños y niñas
y las personas enfermas o pobres no eran
consideradas merecedoras del mismo trato que
los varones adultos, ricos o nobles.
Durante el siglo XVIII comenzó a
cuestionarse el orden social vigente y las ideas
en las que se sustentaba. Fue entonces cuando
comenzó a elaborarse otra idea de la persona
humana y un nuevo fundamento de su
dignidad. Los rasgos humanos, como la razón y la autonomía, no se interpretaron más
como reflejo de Dios. Tampoco, ser digno o digna de respeto depende de la pertenencia a
una élite: se posee dignidad por el solo hecho de integrar la especie humana. Esto se
constituye en el fundamento de la igualdad jurídica de todas y todos los seres humanos.
El respeto por esa igualdad debe estar garantizado, y eso requiere que el Estado imponga
reglas para ordenar la vida social. Además, hay situaciones que degradan el valor de la
persona, como las condiciones en las que está obligado a vivir un chico "de la calle" o la
discriminación contra la mujer. Por lo tanto, exigen abordajes particulares por parte de los
gobiernos.
Los Derechos Humanos poseen una justificación ética y un consenso social, pero, por ser
derechos, necesitan tener una expresión jurídica para que se pueda avanzar hacia su
vigencia efectiva. Es decir, hacen falta leyes y organismos que los protejan. Por eso, gran
parte del largo camino por el reconocimiento de los derechos humanos consistió (y
consiste) en materializarlos en instrumentos jurídicos. Éstos tienen valor de ley, son
apelables ante la justicia de los países y controlados por instancias internacionales -como
algunos de los organismos que funcionan dentro de las Naciones Unidas o la Organización
de los Estados Americanos.

Características de los Derechos Humanos.


Es posible afirmar que los derechos humanos nacieron en 1948, cuando quedaron
plasmados en la Declaración Universal. Antes, los derechos ya habían sido reconocidos por
los Estados liberales, pero pasar a formar parte del conjunto de los derechos humanos les
otorgó características nuevas e importantísimas:
• Sus titulares son las personas físicas, individuales o colectivas.
• Son universales, es decir, extensivos a todas las personas en cualquier sociedad. Se dice
por eso que son "anteriores y superiores al Estado" y no dependen del Estado al q u e se
pertenezca.
• El Estado es responsable internacionalmente por las violaciones a los derechos humanos
llevadas a cabo en su territorio por agentes estatales o por civiles, cuando éstos hayan
actuado con tolerancia estatal.
• El principio de igualdad que sostienen los derechos humanos difiere del principio de
igualdad ante la ley (como principio general del Derecho) porque reconoce el derecho a la
diferencia, declarando ilegal cualquier acción que impida el goce y el ejercicio de los
derechos humanos a una persona o grupo en virtud de alguna diferencia.
• Son inalienables e irrenunciables, es decir, nadie puede quitarnos u obligarnos a renunciar
ellos.
• Son inescindibles o indivisibles, por lo cual no pueden separarse unos de otros. Además,
son interdependientes porque están vinculados entre sí de modo que no se puede atender a
uno de ellos sin tener en cuenta todos los demás.
6. La evolución histórica de los Derechas Humanos: las generaciones.

CARAC. DERECHOS 1° DERECHOS 2° DERECHOS 3°


GENERACIÓN GENERACIÓN GENERACIÓN

ECONÓMICOS,
CIVILES Y DERECHOS DE
SOCIALES Y
POLÍTICOS SOLIDARIDAD
CULTURALES
(S. XVII y XVIII) (Principios del siglo XX) Comenzaron a consagrarse a
MOTIVOS DE SU RECONOCIMIENTO

Cuando comenzó a Se consagran durante el mediados del siglo XX,


considerarse que la apogeo de los Estados de durante la independencia de
persona humana como Bienestar. las colonias que los países
titular de derechos europeos tenían en África y
LEGAL

debía ser el Asia.


fundamento de la vida
social.
Imponen límites a las Después de la crisis de Son derechos colectivos, sus
acciones del Estado 1930, la experiencia titulares son las personas,
frente a la libertad de dolorosa de las guerras pero como miembros de una
las personas. La mundiales y de la aparición comunidad. Su realización
libertad y la integridad de los Estados socialistas, depende, primordialmente de
personal, de circular se aceptó la necesidad de los vínculos que establecen
por territorio, de una mayor intervención del los estados entre sí. Por lo
VALOR IMPLÍCITO

pensamiento y de Estado para asegurar el tanto, los organismos


expresión de ideas, crecimiento y la internacionales tienen un
participación en el distribución de la riqueza, y papel central para
gobierno e igualdad se admitió el derecho al garantizarlo (Dcho. A la libre
ante la ley. bienestar del conjunto determinación de los
social (educación, trabajo y pueblos, al desarrollo, a la
salud). protección del medio
ambiente, a la paz, a la
preservación del patrimonio
de la humanidad).
EJEMPLOS DE DERECHOS DE LAS GENERACIONES DE LOS DD. HH:

7. El Estado. Definición y características. Función social.


El Estado es la institución política a la que se le reconoce, dentro de un territorio
determinado, la autoridad para mantener el orden, dictando un conjunto de leyes y
exigiendo que se respeten. El Estado puede aplicar la fuerza física o coerción sobre la
población para obligarla a cumplir con las reglas que impone, aun contra su voluntad. Sin
embargo, debe existir cierta cuota de consenso o aceptación de la autoridad del Estado.

El Estado debe entenderse también como la entidad política de más alto desarrollo cultura,
es el único encargado de imponer un castigo según los procedimientos codificados (la ley)
cuando se comete actos que atentan a algunos integrantes del mismo.

Dentro de este proceso de construcción social, la conformación del Estado, supone a la vez
la conformación de la instancia política que articula la dominación en la sociedad, y la
materialización de esa instancia en un conjunto interdependiente de instituciones que
permiten su ejercicio.
La existencia del Estado se verificaría entonces a partir del desarrollo de un conjunto de
atributos que definen la "estatidad" (la condición de "ser Estado"), es decir, el surgimiento
de una instancia de organización del poder y de ejercicio de la dominación política. El
Estado es, de este modo, relación social y aparato institucional.
Analíticamente, la estatidad supone la adquisición por parte de esta entidad en formación,
de una serie de propiedades: 1) capacidad de externalizar su poder, obteniendo
reconocimiento como unidad soberana dentro de un sistema de relaciones interestatales; 2)
capacidad de institucionalizar su autoridad, imponiendo una estructura de relaciones de
poder que garantice su monopolio sobre los medios organizados de coerción; 3) capacidad
de diferenciar su control, a través de la creación de un conjunto funcionalmente
diferenciado de instituciones públicas con reconocida legitimidad para extraer establemente
recursos de la sociedad civil, con cierto grado de profesionalización de sus funcionarios y
cierta medida de control centralizado sobre sus variadas actividades; y 4) capacidad de
internalizar una identidad colectiva, mediante la emisión de símbolos que refuerzan
sentimientos de pertenencia y solidaridad social y permiten, en consecuencia, el control
ideológico como mecanismo de dominación.
SUPERFICIE TERRITORIAL
TERRITORIO DEBIDAMENTE
DELIMITADA

CANTIDAD DE HABITANTES
POBLACIÓN RESIDENTES EN EL
TERRITORIO DELIMITADO

INSTITUCIÓN ENCARGADA
DE LAS TOMAS DE
DECISIONES Y LA
FORMA DE GOBIERNO CONDUCCIÓN POLÍTICA.
LE CORRESPONDE LA
ELABORACIÓN DE
ELEMENTOS DEL ESTADO POLÍTICAS PÚBLICAS.

DEFINIDA COMO LEY O


CONJUNTO DE NORMAS JURÍDICAS,
PROCEDIMIENTOS ENCARGADAS DE
CODIFICADOS LEGITIMAR LAS
FUNCIONES DEL ESTADO.

EL ESTADO TIENE PODER


SUPREMO Y EXCLUSIVO
SOBRE SU TERRITORIO, Y
LA POBLACIÓN QUE LO
SOBERANÍA HABITA. EL ESTADO PARA
SER SOBERANO, DEBE
CONTAR CON EL
RECONOCIMIENTO DE
OTROS ESTADOS.

8. Sistema político, régimen político y sociedad civil a partir del sufragio


universal.
El sufragio universal, comenzó a reconocerse hacia 1870-80, y marca uno de los hitos más
importantes en la historia política moderna. Con él se produce la extensión de la ciudadanía
y la conseguiste difusión de la democracia como principio legitimador. La ampliación del
sufragio en sí no puede considerarse como el factor desencadenante de la masificación del
espacio público. Por el contrario, y en esto debemos ser claros, el otorgamiento del sufragio
no es más que una consecuencia política necesaria de los efectos sociales que produjo la
industrialización. El hecho en sí de la extensión del sufragio no deja de tener importancia
desde el punto de vista político. Esta ampliación del espacio público determinó en un giro
fundamental en la conformación del estado moderno. Y es que, con la incorporación de las
masas al espacio público, la política cambió definitivamente, no solo en su forma, sino
también en la manera de implementación práctica.
Desde un punto de vista filosófico, la incorporación de los sectores populares a la vida
política se presenta como el corolario necesario de la aceptación en la Modernidad del
presupuesto inicial de igualdad natural, principio que hasta entonces no había encontrado
una realización plena en el ámbito específico de la política.
Pero si bien en algunos países, como es el caso de Francia, el sufragio se otorga
tempranamente, los cambios a los que da origen no se
hicieron sentir demasiado durante los primeros años de
producida la ampliación. Es decir, que la efectiva
ampliación del sufragio no supuso un movimiento que
se diera al unísono Democracia y derechos humanos
en el mundo. El solo hecho de haberse instalado en forman un circuito que se
alimenta a sí mismo: la
la sociedad como una reivindicación justa hace que participación política es crucial
toda la reflexión social y política a partir de 1875- para construir una democracia
sustantiva, que asegure el
80 gire en torno a la irrupción de las masas en el
disfrute de los derechos
espacio público y a las consecuencias que de ello humanos, pero, a su vez, hace
se derivan. falta un mínimo de goce de esos
derechos para participar
Esto explica la serie de resistencias, tanto en los realmente en el plano político.
sectores conservadores como en los sectores
liberales, ya que la incorporación de las masas rompe con cierta estructuración jerárquica
de la sociedad política asegurada en la práctica por la restricción del sufragio.
Este era, el principal problema que hizo que el sufragio universal fuera fuertemente
resistido, incluso por sectores a los que podríamos calificar como progresistas. Es decir, que
la calidad de la democracia no puede ser pensada al margen de las cualidades orales e
intelectuales que realmente tengan quienes participan en ella

La democracia por sí sola es una simple definición, necesita a la gente para poder
sobrevivir, ¿quién practica la democracia si no la gente? Y es aquí donde está el problema,
al momento que muchos ciudadanos asocian la democracia sólo con una definición.

En la actualidad, se entiende por "política" toda actividad relacionada con los mecanismos
de toma de decisiones públicas, desde la propia lucha por acceder al poder hasta su
ejercicio durante la permanencia en él. Si bien la idea de política se encuentra directamente
vinculada a la de gobierno, en una democracia todas las personas de una sociedad están, de
algún modo, comprometidas con ella al elegir y ser elegidas, al controlar, al proponer o al
demandar.

En una democracia representativa, es indispensable que exista la posibilidad de votar con


total libertad para que la ciudadanía elija a las personas que van a tomar decisiones
políticas.

9. La tradición democrática y el problema de la organización: los partidos


políticos.

Cuando votamos, integramos un partido político,


participamos de una campaña de concientización
sobre un problema social o de una marcha para
exigir una acción del gobierno o, sencillamente,
cuando nos informamos y debatimos temas de
interés público estamos ejerciendo nuestro derecho a
participar de la política.
Pero como la democracia se basa en la igualdad, también es necesario que cualquier
ciudadana o ciudadano tenga la verdadera oportunidad de postularse para ser elegido. Todo
lo que acabamos de explicar es posible siempre y cuando las personas puedan manifestar y
dar a conocer sus ideas, acceder a la información y unirse a otras personas con quienes
tengan afinidad.

La inclusión de un gran número de votantes a los que era necesario convocar y convencer
planteó en principio 2 problemas cuya resolución llevó a transformar profunda y
definitivamente el campo de la política. En primer lugar, y desde el punto de vista del
hombre común, se debía resolver cómo hacer para que el ciudadano pudiera tener una
“doxa” verdaderamente pública, como exige por definición la política. En segundo lugar,
desde el punto de vista de la dirigencia política, el problema era cómo movilizar a esa gran
masa en principio amorfa de ciudadanos para asegurar la validez del poder. Al articularse la
representación sobre una base mucho más amplia y, por eso mismo, difusa, es necesario
concentrar todos los esfuerzos posibles para garantizar consensos, por lo que todo grupo
político se encuentra obligado a apelar a las masas para asegurar su propia situación de
poder. Es decir que si algo define a la política a partir de ahora es, sin lugar a dudas su
carácter eminentemente popular.

Esto llevó a organizar los partidos políticos modernos, que se definen entonces como un
tipo de organización voluntaria y de creación
libre, especializada en la consecución de un fin
concreto: conquistar el poder del Estado. La
aparición de esta forma de organización trae, así
como consecuencia, la complejización del espacio
público en la puja constante de la conquista del
poder convalidado por el voto popular.

La Declaración Universal de Derechos Humanos, reconoce que toda persona tiene derecho
a participar en el gobierno de su país y a acceder, en condiciones de igualdad, a las
funciones públicas, directamente o por medio de representantes elegidos libremente.
Además, afirma que la voluntad del pueblo es la base de la autoridad de gobierno.
La Declaración Americana aclara que el voto debe ser secreto, genuino, periódico y libre, y,
además, indica que toda persona tiene el derecho de reunirse y asociarse con otras y de
manifestarse pacíficamente para promover sus intereses legítimos de orden político.

El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos reconoce el derecho de todo


ciudadano y ciudadana a participar de los asuntos públicos, a votar y ser elegido en
elecciones que garanticen la libre voluntad de la ciudadanía. De manera similar se expresa
la Convención Americana sobre Derechos Humanos.

En nuestro país, la Constitución de la Nación Argentina fue reformada en 1994. Las


modificaciones que se incorporaron en esa oportunidad muestran un decidido compromiso
con los derechos humanos y con los instrumentos internacionales que los reconocen y los
protegen. Además, refleja una concepción mucho más
amplia de democracia que aquella que existía en 1853.

Recién desde 1994 la Constitución menciona


expresamente que el sufragio es universal, secreto,
igual y obligatorio. Además, deja entrever la
preocupación por la existencia de discriminaciones por
razón de género, y entonces determina que deben
realizarse acciones para lograr que la oportunidad de
acceder a los cargos públicos sea realmente la misma
para varones y para mujeres. Asimismo, estipula que los partidos políticos son instituciones
fundamentales del sistema democrático y que su funcionamiento resulta imprescindible
para el Estado de derecho, y por eso plantea la necesidad de transparencia política y
económica en estas organizaciones.

De aquella disposición rígida de 1853 que establecía que "el pueblo no delibera ni gobierna
sino por medio de sus representantes" llegamos a una Constitución que ha tendido puentes
para vincular a la ciudadanía con sus representantes y generar una mayor participación
ciudadana.
¿Por qué son tan importantes los
partidos políticos? Porque cumplen con
ciertos requerimientos indispensables para
que exista el Estado de Derecho:

• Permiten que las personas se asocien


para ejercer el derecho de participación;

• Canalizan las inquietudes y demandas


políticas de ciudadanos y ciudadanas
provenientes de un espectro ideológico
amplio y plural.

• Facilitan el control político desde


instituciones q u e no pertenecen al
gobierno (oposición).

• Ofrecen educación política a las mujeres y los hombres que militan en ellos para
formarlos como líderes.

Para que cumplan adecuadamente con su rol, las organizaciones partidarias deben formarse
y funcionar de acuerdo con reglas fijadas por el Estado, y sus prácticas deben estar regidas
por los principios democráticos. Los partidos políticos son organizaciones intermedias,
porque se ubican como mediadores entre la sociedad y el Estado, canalizando las demandas
de los ciudadanos para que el Estado brinde soluciones y respuestas.

10. La socialdemocracia.
La socialdemocracia es una corriente política que tiene su origen en Europa. Esta nace a
mitad del siglo XIX, partiendo de unos principios de izquierdas, promoviendo un
socialismo con un mayor carácter democrático. De esta forma, la democracia aboga por una
Europa unida, donde las fuerzas colectivas garanticen una economía del bienestar.
La corriente socialdemócrata nace en Francia. Esta corriente tiene su origen durante la
revolución de 1848, por lo que tiene un gran componente reformista ya desde su
nacimiento. Aunque Karl Marx ha definido la democracia en sus escritos, lo cierto es que
existe una gran disparidad de opiniones acerca de quién fue el verdadero fundador de la
socialdemocracia en Europa.
Eduard Bernstein, afirmaba que el término socialdemócrata fue acuñado por el poeta
alemán Gottfried Kinkel. De esta forma, las afirmaciones de Bernstein ganan credibilidad
ante la aparición del primer partido político que se definió como un partido
socialdemócrata, pues el país de origen de este es alemán. Un partido fundado por
Ferdinand Lassalle, el cual se denominaba “Asociación General de Trabajadores de
Alemania”. Este partido político fue el primero de la historia en denominarse
socialdemócrata. Y lo hacía a través de su principal periódico, el cual tenía por nombre “La
Socialdemocracia”. De esta forma, nace una corriente que política que sigue gozando de
gran representación política en la actualidad. Sin embargo, ya no se encuentra solo en
Europa, sino que su expansión se convertiría en global.
La socialdemocracia se constituye como una organización democrática burocratizada por
ser un partido moderno. Las masas obreras que habían adquirido derechos políticos
necesitaban de organizaciones bien estructuradas que nuclearan al mayor número posible
de adherentes con el objeto de lograr en un futuro indeterminado su fin revolucionario. El
problema de la organización se convirtió así en el aspecto nodal de la práctica socialista, en
tanto que instrumento necesario para la consecución del ideal transformador.
Esto llevó a que, entre fines del siglo XIX y comienzos del XX, se produjeran una serie de
modificaciones profundas en el socialismo en general y en la socialdemocracia en
particular, tanto en el seno de lo ideológico como en sus prácticas organizativas y en sus
estrategias de acción. Todos los debates que tienen lugar durante este período tienen un
único denominador común: la organización de las masas obreras para garantizar el fin
último: la construcción del socialismo.
La social democracia creada compartido ideológico tenía como único objetivo asegurar a
través del triunfo electoral el mejoramiento de las condiciones de la clase obrera, aunque ya
interno en los primeros años del siglo, la socialdemocracia terminó convirtiendo las
cuestiones políticas en meramente administrativas.
El desarrollo del capitalismo, que impone las condiciones de masificación, lleva
necesariamente a la burocratización de todas las estructuras sociales y políticas como única
forma posible de garantizar la eficacia. Situación que es extensiva también a aquellas
organizaciones que se reivindican como revolucionarias y que, por el mismo hecho de
pretender conquistar el poder para transformarlo, se ven expuestas a un agravamiento en la
forma de burocratización. Pero la organización se vuelve contra de las masas
revolucionarias, ya que el perfeccionamiento de la organización sólo lleva a reproducir en
pequeño el estado capitalista.

El principal objetivo de la socialdemocracia es el de reducir


los niveles de desigualdad dentro de una economía. Es por
eso que, como corriente de izquierdas, promueve una
redistribución de la riqueza mediante un complejo sistema
impositivo. Una corriente política que dice comprometerse
con la pobreza, así como en la prioridad de poseer unos
extensos servicios públicos universalizados.
CONCLUSIÓN

El objetivo de este material de contenidos no es sólo enseñar la ética, sino formar mediante
valores una cultura en la sea persistente el respeto a las normas, apuntando a una mayor y
mejor toma de conciencia sobre el respeto a la ley, a la sociedad y a los derechos de los
demás.

No es únicamente reunir información para acumular conocimientos sino motivar una


apertura y reflexión crítica sobre ciertas conductas individuales y sociales dentro de la
sociedad. Es necesario debatir y reflexionar sobre los valores ciudadanos, la ética pública y
como así también en el plano individual.

Una sociedad que desea consolidar la confianza en las instituciones y crecer en el marco del
imperio de la ley, debe ocuparse en analizar y debatir en libertad todas las cuestiones que
atañen a los valores personales y sociales, con el objeto de fortalecer virtudes y combatir las
prácticas que van en contra de las instituciones públicas y atentan contra la sociedad, el
orden moral, la justicia y el desarrollo integral de los pueblos.

Se pretende por ello, promover y crear conciencia social acerca de la importancia del
respeto por el Estado de Derecho. La vida social existe en tanto siga teniendo vigencia un
cierto sistema de reglas, valores que condicionan la conducta social de los individuos y los
puntos de referencia necesarios para su orientación. Cuando este sistema se debilita, los
miembros de ese sistema se debilitan, se desorientan, se desmoralizan y adoptan conductas
diferentes a las deseadas. Esto explica las transgresiones a las normas legales.

La actuación preventiva a través de la Formación Ética y Ciudadana se presenta como una


intervención útil, relevante y necesaria.
En el aula debemos fomentar la creación de un espacio democrático, sujeto al respeto por el
otro y el lugar en donde estamos. Esto se logrará generando capacidades para la
participación de los alumnos, fomentando las competencias expresivas y actitudinales con
el fin de impulsar un ejercicio de la ciudadanía activa. Debe ser un espacio donde se
experimente la democracia, donde se acepten y respeten ciertas reglas básicas, comunes y
compartidas.

BIBLIOGRAFÍA

- OBIOLS, Guillermo. “Enfoques, inserción curricular y metodología para la


Educación Ética y Ciudadana”. Buenos Aires, 2004.
- CULLEN, Carlos. “Autonomía moral, participación democrática y cuidado del
otro”. Buenos Aires, 2018.
- YANNUZZI, María de los A. “DEMOCRACIA Y SOCIEDAD DE MASAS: La
transformación del pensamiento político moderno”.
- TAUBER, Ricardo. “FILOSOFÍA Y FORMACIÓN ÉTICA Y CIUDADANA.
Incluye apéndice: Historia documental de los Derechos Humanos”, 2004.
- OZLAK, Oscar. “LA FORMACIÓN DEL ESTADO ARGENTINO”.
- OSZLAK, Oscar y O'DONNELL, Guillermo, (1976) "Estado y Políticas Públicas
en América Latina: hacia una estrategia de investigación".
- Cossio, Luis. “Los Derechos Humanos”. En Apuntes de cátedra 2020
- García Delgado, Daniel, Estado-nación y globalización, Ariel, Buenos Aires, 2001.
- Taylor, Charles, Ética de la autenticidad, Paidós, Barcelona, 1994

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