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ordena que se agreguen al expediente y se envían los autos a la secretaría para que las
partes puedan presentar sus alegatos. Se notifica a las partes por cédula sobre esta
providencia y se les concede un plazo de seis días para presentar los alegatos. Una vez
presentados los alegatos o vencido el plazo, el juez convoca a los autos para sentencia.
A partir del llamamiento de autos, se cierra toda discusión y no se permiten más escritos
ni pruebas, a menos que el juez lo disponga. Estas medidas adicionales deben ser
ordenadas en un solo acto. El juez dictará la sentencia dentro del plazo, que puede ser de
40 o 60 días, dependiendo del tipo de juzgado o tribunal, contados desde que los autos
quedaron firmes para sentencia.
El juez tiene la posibilidad de ordenar diligencias adicionales para esclarecer los hechos
controvertidos, respetando el derecho de defensa de las partes. Estas medidas, conocidas
como "medidas de mejor proveer", permiten al juez tomar las acciones necesarias para
obtener más información y así poder dictar una sentencia fundamentada, justa y
equitativa.
Por ejemplo, el juez puede disponer la comparecencia de las partes para dar explicaciones,
convocar a testigos, peritos o consultores técnicos, entre otras acciones. Estas medidas
deben ser ordenadas en un solo acto para evitar demoras innecesarias en la emisión de la
sentencia.
Una providencia simple es una resolución judicial que no tiene como objetivo poner fin al
proceso, sino más bien impulsar el proceso o ordenar actos de mera ejecución. A
diferencia de las sentencias definitivas o interlocutorias, las providencias simples no
resuelven cuestiones sustanciales del litigio, sino que se enfocan en cuestiones
procedimentales o incidentales. Estas resoluciones son de menor relevancia y no suelen
ser objeto de recursos de apelación, a menos que causen un perjuicio irreparable. Las
providencias simples pueden incluir la fijación de plazos, la designación de peritos, la
admisión de pruebas, entre otros actos procesales de menor trascendencia.
Una sentencia interlocutoria es una resolución judicial que se dicta durante el curso de un
proceso y que resuelve cuestiones incidentales, es decir, cuestiones que surgen durante el
desarrollo del litigio y que no son consideradas como asuntos principales o sustanciales. A
diferencia de las sentencias definitivas, las sentencias interlocutorias no ponen fin al
proceso, sino que deciden cuestiones colaterales, como medidas provisionales, admisión o
rechazo de pruebas, incidentes procesales, entre otros. Estas resoluciones pueden tener
un impacto importante en el desarrollo del caso, pero no deciden el fondo del asunto en
disputa. Las sentencias interlocutorias pueden ser objeto de recurso de apelación para que
sean revisadas por un tribunal superior.
Las sentencias Definitivas son las que pone fin al proceso, pronunciándose sobre la
cuestión de fondo, metida a decisión del juez, la misa ser escrita a computadora, en tinta
negra, en idioma nacional, contener fecha y lugar que se dicta, mención de normas y
resoluciones que invoque, llevar la firma del juez y aclaratoria con sello. Además debe
contener nombre y apellido de las partes, los fundamentos y la aplicación de la ley.
Recursos Procesales: Son los medios por los cuales las partes que se consideran
agraviadas o perjudicadas por una resolución podrán solicitar la modificación total o
parcial. El derecho de recurrir las resoluciones, no sólo alcanza a las sentencias definitivas,
sino también a las providencias simples y sentencias interlocutorias.
Recursos Ordinarios: que son aquellos que el código concede en situaciones normales y
tiene por objeto subsanar irregularidades procesales o errores en el juicio.
Aclaratoria
Reposición o Revocatoria
Apelación
Queja
Recursos Extraordinarios: son los que la ley concede en casos excepcionales y siempre
que se den condiciones expresamente determinadas
Inaplicabilidad de ley
Nulidad
Inconstitucionalidad
Recursos Ordinarios
Aclaratoria: permite a las partes solicitar al mismo juez que dictó la resolución que corrija
errores materiales, aclare conceptos oscuros o supla omisiones en relación con las
pretensiones del caso. Se presenta por escrito y no requiere sustanciación. Puede
solicitarse dentro de los tres días de notificación de la resolución en primera instancia o
dentro de los cinco días en segunda instancia. La aclaratoria también puede ser dictada de
oficio por el juzgado o tribunal si se observa algún error en la resolución. Es importante
presentar el recurso de aclaratoria junto con otros recursos de manera subsidiaria para
evitar la preclusión del plazo.
Reposición o revocatoria: PRIMERA INSTANCIA. se utiliza para impugnar providencias
simple,s en principio, que son resoluciones que no ponen fin al proceso, sino que impulsan
el proceso ordenan actos de mera ejecución. Este recurso tiene como objetivo modificar o
dejar sin efecto lo sustancial de la resolución. Se interpone por escrito dentro de los tres
días, en primera instancia y 5 en segunda instancia, siguientes a la notificación de la
resolución, o de forma verbal si la resolución se dictó en audiencia. El juez puede rechazar
o admitir el recurso, y si lo admite, se da traslado a la otra parte para que pueda
contestarlo dentro de los tres días (si fue escrito) o de inmediato (si fue verbal).
Embargo Preventivo: Es una medida cautelar que recae sobre uno o varios bienes del
presunto deudor, tiene con el objeto inmovilizarlos, asegurar la responsabilidad del
embargado y el cumplimiento de la sentencia que se dicte en el proceso. El embargo se
limitará a los bienes necesarios para cubrir el crédito que se reclama y las costas.
Inhibición General de Bienes: Es la medida cautelar que impide al deudor vender o gravar
los bienes que estén inscriptos a su nombre en el registro de propiedad al momento de
anotarse la medida, o los que adquiera posteriormente.
Anotación de litis: es una medida cautelar que se utiliza para informar públicamente sobre
la existencia de un proceso judicial relacionado con un bien registrable. Esta anotación se
realiza en el registro correspondiente y tiene como objetivo prevenir que terceros
adquieran el bien sin conocimiento del litigio y, por lo tanto, deban acatar los efectos de la
sentencia dictada. De esta manera, se evita que los terceros puedan alegar ignorancia y
ampararse en la buena fe para desconocer los derechos del vencedor en el pleito.
Intervención judicial: es una medida cautelar en la que una persona designada por el juez
se involucra en la vida económica de una persona o entidad. Esta intervención puede tener
diferentes propósitos, como recaudar ingresos, controlar la administración de una
sociedad, sustituir a un administrador o proporcionar informes al tribunal. Dependiendo
del objetivo, existen diferentes tipos de interventores: recaudador, fiscalizador,
administrador e informante. El juez seleccionará a una persona con los conocimientos
adecuados para llevar a cabo la intervención, estableciendo la misión a cumplir y el plazo
de duración.
Protección de personas: es una medida cautelar que busca evitar daños físicos o
emocionales a niños o incapaces. Se puede decretar la guarda y satisfacer sus necesidades
básicas urgentes, como alimentos y medicamentos. La guarda se aplica a incapaces
mayores de 18 años abandonados, sin representantes legales o en conflicto con ellos. En
resumen, es una medida para proteger y cuidar a quienes no pueden hacerlo por sí
mismos.
Recursos Extraordinarios
El juicio ejecutivo es un proceso legal para hacer cumplir una deuda establecida en un
título ejecutivo extrajudicial. Se requieren requisitos específicos y consta de etapas como
la demanda, la intimación de pago, el embargo y la sentencia de remate. El objetivo
principal es lograr el pago de la deuda mediante la ejecución de bienes del deudor.
Subasta: Es el acto procesal mediante el cual se enajenan, por un auxiliar del juez que
actúa en representación de éste, el bien o bienes embargados , con el objetivo de
satisfacer, con lo producido, el importe del crédito que dio origen a la ejecución. La
subasta se caracteriza como un acto procesal cuyo contenido consiste en el contrato de
compraventa que se configura al aceptarse, por el martillero, la oferta formulada por el
mejor postor, aunque dicho contrato quede sujeto a la condición suspensiva representada
por la resolución judicial aprobatoria del acto.
El martillero en las subastas judiciales actúa como auxiliar del órgano judicial y debe seguir
las instrucciones del juez. Si no cumple con sus deberes, puede ser removido y se le
aplicarán sanciones como la devolución de la comisión o la pérdida parcial o total del
derecho a recibirla.
El martillero puede ser designado por acuerdo de las partes o, en su defecto, por el juez.
En ambos casos, debe tener más de 2 años de antigüedad en la matrícula. Si es designado
por el juez, debe aceptar el cargo dentro de los tres días de ser notificado. Aunque
generalmente no puede ser recusado, el juez puede dejarlo sin efecto si hay circunstancias
graves.
Si el remate se suspende o fracasa sin culpa del martillero, el juez debe fijar el monto de la
comisión. Si el remate se anula por culpa del martillero, este debe reintegrar la comisión
en un plazo de tres días.
El martillero también tiene derecho a ser reembolsado por los gastos necesarios para la
realización de la subasta, como publicidad, depósito y secuestro de los bienes.
En los edictos se deben indicar los detalles del proceso, como el juzgado, el número de
expediente y las partes involucradas, así como el lugar, fecha y hora de la subasta. También
se deben describir las condiciones y cantidades de los bienes a subastar, así como el lugar
donde pueden ser revisados por los interesados. En el caso de inmuebles, se debe
mencionar la base, las condiciones de venta y el estado de ocupación, además de las
expensas asociadas.
Subasta de muebles: se puede ordenar la venta en remate sin establecer un precio
mínimo. También se puede solicitar el secuestro de los bienes para que el martillero los
exhiba y los venda. Si los muebles son registrables, como autos o embarcaciones, se debe
solicitar un informe a los registros correspondientes sobre su dominio y gravamen. Una vez
que se pague el precio total, el martillero debe entregar los bienes al comprador, y si el
bien es registrable, se debe enviar una comunicación al registro para que inscriba el
dominio a nombre del comprador.
La liquidación definitiva y el pago son los pasos finales del juicio ejecutivo. El ejecutante
debe presentar la liquidación del capital, intereses y costas dentro de los cinco días
posteriores al pago del precio o a la aprobación del remate en el caso de inmuebles. Esta
liquidación debe ser notificada al ejecutado, y en caso de que el ejecutante no la presente,
el ejecutado puede hacerlo.
Antes de realizar el pago del crédito, se deben reservar los fondos necesarios para cubrir
los gastos de conservación, custodia, administración y realización del bien, así como los
honorarios y gastos generados por las diligencias y trámites relacionados.