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Una vez finalizada la producción de pruebas en un proceso, el Secretario del tribunal

ordena que se agreguen al expediente y se envían los autos a la secretaría para que las
partes puedan presentar sus alegatos. Se notifica a las partes por cédula sobre esta
providencia y se les concede un plazo de seis días para presentar los alegatos. Una vez
presentados los alegatos o vencido el plazo, el juez convoca a los autos para sentencia.

A partir del llamamiento de autos, se cierra toda discusión y no se permiten más escritos
ni pruebas, a menos que el juez lo disponga. Estas medidas adicionales deben ser
ordenadas en un solo acto. El juez dictará la sentencia dentro del plazo, que puede ser de
40 o 60 días, dependiendo del tipo de juzgado o tribunal, contados desde que los autos
quedaron firmes para sentencia.

El juez tiene la posibilidad de ordenar diligencias adicionales para esclarecer los hechos
controvertidos, respetando el derecho de defensa de las partes. Estas medidas, conocidas
como "medidas de mejor proveer", permiten al juez tomar las acciones necesarias para
obtener más información y así poder dictar una sentencia fundamentada, justa y
equitativa.

Por ejemplo, el juez puede disponer la comparecencia de las partes para dar explicaciones,
convocar a testigos, peritos o consultores técnicos, entre otras acciones. Estas medidas
deben ser ordenadas en un solo acto para evitar demoras innecesarias en la emisión de la
sentencia.

Los plazos para dictar resoluciones judiciales:


A. Providencias simples: dentro de 3 días de presentadas las peticiones.
B. Sentencias interlocutorias: Dentro de 10 o 15 días de quedar el expediente a
despacho para resolver.
C. Sentencias definitivas: dentro de los 40 (en 1° instancia) o 60 días (en 2° instancia).

Una providencia simple es una resolución judicial que no tiene como objetivo poner fin al
proceso, sino más bien impulsar el proceso o ordenar actos de mera ejecución. A
diferencia de las sentencias definitivas o interlocutorias, las providencias simples no
resuelven cuestiones sustanciales del litigio, sino que se enfocan en cuestiones
procedimentales o incidentales. Estas resoluciones son de menor relevancia y no suelen
ser objeto de recursos de apelación, a menos que causen un perjuicio irreparable. Las
providencias simples pueden incluir la fijación de plazos, la designación de peritos, la
admisión de pruebas, entre otros actos procesales de menor trascendencia.

Una sentencia interlocutoria es una resolución judicial que se dicta durante el curso de un
proceso y que resuelve cuestiones incidentales, es decir, cuestiones que surgen durante el
desarrollo del litigio y que no son consideradas como asuntos principales o sustanciales. A
diferencia de las sentencias definitivas, las sentencias interlocutorias no ponen fin al
proceso, sino que deciden cuestiones colaterales, como medidas provisionales, admisión o
rechazo de pruebas, incidentes procesales, entre otros. Estas resoluciones pueden tener
un impacto importante en el desarrollo del caso, pero no deciden el fondo del asunto en
disputa. Las sentencias interlocutorias pueden ser objeto de recurso de apelación para que
sean revisadas por un tribunal superior.

Las sentencias Definitivas son las que pone fin al proceso, pronunciándose sobre la
cuestión de fondo, metida a decisión del juez, la misa ser escrita a computadora, en tinta
negra, en idioma nacional, contener fecha y lugar que se dicta, mención de normas y
resoluciones que invoque, llevar la firma del juez y aclaratoria con sello. Además debe
contener nombre y apellido de las partes, los fundamentos y la aplicación de la ley.

Recursos Procesales: Son los medios por los cuales las partes que se consideran
agraviadas o perjudicadas por una resolución podrán solicitar la modificación total o
parcial. El derecho de recurrir las resoluciones, no sólo alcanza a las sentencias definitivas,
sino también a las providencias simples y sentencias interlocutorias.

Recursos Ordinarios: que son aquellos que el código concede en situaciones normales y
tiene por objeto subsanar irregularidades procesales o errores en el juicio.
 Aclaratoria
 Reposición o Revocatoria
 Apelación
 Queja

Recursos Extraordinarios: son los que la ley concede en casos excepcionales y siempre
que se den condiciones expresamente determinadas
 Inaplicabilidad de ley
 Nulidad
 Inconstitucionalidad

Recursos Ordinarios

Aclaratoria: permite a las partes solicitar al mismo juez que dictó la resolución que corrija
errores materiales, aclare conceptos oscuros o supla omisiones en relación con las
pretensiones del caso. Se presenta por escrito y no requiere sustanciación. Puede
solicitarse dentro de los tres días de notificación de la resolución en primera instancia o
dentro de los cinco días en segunda instancia. La aclaratoria también puede ser dictada de
oficio por el juzgado o tribunal si se observa algún error en la resolución. Es importante
presentar el recurso de aclaratoria junto con otros recursos de manera subsidiaria para
evitar la preclusión del plazo.
Reposición o revocatoria: PRIMERA INSTANCIA. se utiliza para impugnar providencias
simple,s en principio, que son resoluciones que no ponen fin al proceso, sino que impulsan
el proceso ordenan actos de mera ejecución. Este recurso tiene como objetivo modificar o
dejar sin efecto lo sustancial de la resolución. Se interpone por escrito dentro de los tres
días, en primera instancia y 5 en segunda instancia, siguientes a la notificación de la
resolución, o de forma verbal si la resolución se dictó en audiencia. El juez puede rechazar
o admitir el recurso, y si lo admite, se da traslado a la otra parte para que pueda
contestarlo dentro de los tres días (si fue escrito) o de inmediato (si fue verbal).

Apelación: SEGUNDA INSTANCIA. es utilizado para buscar la revocación o modificación de


una resolución, la decisión, judicial por parte de un tribunal superior. Procede contra
sentencias definitivas, sentencias interlocutorias y providencias simples que causen un
gravamen irreparable. El plazo para apelar es de 5 días desde la notificación de la
resolución. El recurso se presenta ante el mismo juez que dictó la resolución, quien
decidirá si concede o no la apelación al tribunal superior.
Agravio para hacer un planteo

El recurso de apelación puede ser concedido libremente o en relación, y puede tener


efecto suspensivo o devolutivo. En un proceso de conocimiento, la apelación contra una
sentencia definitiva se concede libremente y se interpone en primera instancia. En otros
casos, como la apelación contra una sentencia interlocutoria en un proceso ordinario, se
concede en relación. Cuando se concede la apelación, se presenta un escrito llamado
expresión de agravios donde se critica la resolución y se exponen los fundamentos para
revocarla.

El efecto suspensivo implica que la ejecución de la sentencia o resolución se suspende


hasta que el tribunal superior decida confirmar o revocarla. En cambio, el efecto
devolutivo permite que la sentencia se cumpla mientras no sea revocada por el tribunal.

Queja: se utiliza cuando el juez ha denegado el recurso de apelación. Permite al agraviado


dirigirse directamente al tribunal superior, solicitando que se otorgue el recurso denegado
y se ordene la remisión del expediente. El objetivo de la queja es que el tribunal superior
revoque la resolución denegatoria, declare admisible el recurso y ordene su sustanciación.
El plazo para interponer el recurso de queja es de 5 días desde la denegatoria, y este
recurso no se sustancia, es decir, se resuelve directamente sin trasladarlo a la parte
contraria.

Por ejemplo, si se dicta una sentencia definitiva en un proceso ordinario y se interpone un


recurso de apelación que el juez considera presentado fuera de plazo y lo rechaza, dentro
de los 5 días siguientes a la notificación de ese rechazo, se puede presentar una queja ante
el tribunal superior para que evalúe si el recurso de apelación fue presentado
correctamente y, de ser así, se conceda el recurso.
Medidas Cautelares: Son aquellas que se ordenan con el fin de asegurar el derecho de
alguna de las partes y la eficacia de la sentencia definitiva, como el embargo preventivo, el
secuestro de bienes, la prohibición de innovar.

1. Provisionales: subsisten mientras duren las causas que permitieron decretarlas


2. Modificables: el acreedor puede pedir que ella se amplié, mejore o sustituya por
otra
3. Se decretan Sin la intervención de la parte Afectada, para evitar que ésta pueda
llegar a frustrar el cumplimiento
4. No constituyen un fin en si mismas: porque su finalidad es asegurar el derecho de
las partes y la eficacia de la sentencia que se dicte en el proceso principal
5. Pueden decretarse varias medidas cautelares juntas a fin de que se complementen,
a fin de que se complementen, ejemplo: embargo e inhibición general de bienes.

Embargo Preventivo: Es una medida cautelar que recae sobre uno o varios bienes del
presunto deudor, tiene con el objeto inmovilizarlos, asegurar la responsabilidad del
embargado y el cumplimiento de la sentencia que se dicte en el proceso. El embargo se
limitará a los bienes necesarios para cubrir el crédito que se reclama y las costas.

Bienes inembargables: El lecho cotidiano del deudor, de su mujer e hijos, la ropa y


los muebles de indispensable uso, los instrumentos necesarios para la profesión.

Levantamiento del embargo: el embargo indebidamente trabado sobre alguno de


los bienes enumerados podrá ser levantado de oficio o a pedido del deudor,
cónyuge o hijos.

Secuestro Judicial: Consiste en desapoderar de un bien al deudor y entregarlo en depósito


a un tercero, se produce el desapoderamiento y entrega a un tercero, por lo tanto el
deudor no puede usar la cosa y recae sobre los bienes muebles.

Inhibición General de Bienes: Es la medida cautelar que impide al deudor vender o gravar
los bienes que estén inscriptos a su nombre en el registro de propiedad al momento de
anotarse la medida, o los que adquiera posteriormente.

Anotación de litis: es una medida cautelar que se utiliza para informar públicamente sobre
la existencia de un proceso judicial relacionado con un bien registrable. Esta anotación se
realiza en el registro correspondiente y tiene como objetivo prevenir que terceros
adquieran el bien sin conocimiento del litigio y, por lo tanto, deban acatar los efectos de la
sentencia dictada. De esta manera, se evita que los terceros puedan alegar ignorancia y
ampararse en la buena fe para desconocer los derechos del vencedor en el pleito.
Intervención judicial: es una medida cautelar en la que una persona designada por el juez
se involucra en la vida económica de una persona o entidad. Esta intervención puede tener
diferentes propósitos, como recaudar ingresos, controlar la administración de una
sociedad, sustituir a un administrador o proporcionar informes al tribunal. Dependiendo
del objetivo, existen diferentes tipos de interventores: recaudador, fiscalizador,
administrador e informante. El juez seleccionará a una persona con los conocimientos
adecuados para llevar a cabo la intervención, estableciendo la misión a cumplir y el plazo
de duración.

Prohibición de innovar: es una medida en la que se prohíbe modificar una situación de


hecho o de derecho existente durante el transcurso de un proceso. Su objetivo es
mantener esa situación tal como está. Esta medida se aplica para evitar cambios en una
situación previa a la demanda que se haya alterado, restableciendo las cosas a su estado
anterior. La prohibición de innovar se concede cuando existe verosimilitud en el derecho y
existe peligro de que la modificación de la situación pueda afectar la sentencia o hacer que
su ejecución sea ineficaz o imposible de cumplir.

Prohibición de contratar: es una medida en la que se prohíbe a una parte celebrar


contratos relacionados con bienes específicos, ya sea por disposición de la ley o para
asegurar la ejecución forzada de esos bienes en el juicio. El juez ordena esta medida y se
especifica qué bienes están sujetos a la prohibición, y se registra en los registros
correspondientes. En resumen, es una restricción impuesta por el juez a una parte para
evitar que realice contratos relacionados con ciertos bienes, y se registra para que sea de
conocimiento público.

Protección de personas: es una medida cautelar que busca evitar daños físicos o
emocionales a niños o incapaces. Se puede decretar la guarda y satisfacer sus necesidades
básicas urgentes, como alimentos y medicamentos. La guarda se aplica a incapaces
mayores de 18 años abandonados, sin representantes legales o en conflicto con ellos. En
resumen, es una medida para proteger y cuidar a quienes no pueden hacerlo por sí
mismos.

Recursos Extraordinarios

Recurso de inaplicabilidad de ley o doctrina legal: procede contra sentencias definitivas


de las Cámaras de Apelaciones o Tribunales colegiados de única instancia, cuando el
monto del litigio excede cierta cantidad. Se interpone dentro de los 10 días de notificada la
sentencia y debe ir acompañado de un depósito bancario. El tribunal examinará si la
sentencia es definitiva, si se interpuso a tiempo y si se realizó el depósito requerido. Luego,
admitirá o denegará el recurso. En caso de denegación, se puede recurrir ante la Corte
dentro de los 5 días. El objetivo del recurso es evitar sentencias contradictorias y mantener
una interpretación uniforme de la ley.
Recurso de Nulidad: Procederá cuando las sentencias definitivas de las cámaras de
apelaciones o tribunales colegiados de única instancia hayan sido dictadas con violación de
la Constitución de la Provincia. Cuando la Suprema Corte declara nula la sentencia
recurrida, se devuelve la causa al tribunal para que dicte nueva sentencia, pero el mismo
deberá ser conformado por otros jueces para que decidan nuevamente.

Recurso de Inconstitucionalidad: Procede contra las sentencias definitivas del tribunal,


cuando en el proceso se haya controvertido la validez de una ley, decreto, ordenanza o
reglamento bajo la pretensión de ser contrarios a la constitución provincial.

Proceso de ejecución: busca hacer cumplir una obligación impuesta en una


sentencia o en un título ejecutivo extrajudicial. Puede ser para ejecutar sentencias, multas
procesales o honorarios, llevar a cabo un juicio ejecutivo o realizar ejecuciones especiales
relacionadas con hipotecas, prendas o casos fiscales. El proceso se basa en un título
ejecutivo, que puede ser judicial o extrajudicial. Un título ejecutivo judicial proviene de
una sentencia con autoridad de cosa juzgada, mientras que un título ejecutivo extrajudicial
se basa en documentos que reconocen una deuda cierta y exigible, o en certificaciones
administrativas que demuestran la existencia de una deuda exigible. El objetivo es
garantizar el cumplimiento de la obligación de manera forzada.

La ejecución de sentencias se realiza cuando la sentencia está consentida, el plazo para su


cumplimiento ha vencido y se solicita por parte del beneficiario. También se aplica a la
ejecución de transacciones, multas procesales y cobro de honorarios. Si la sentencia
condena al pago de una suma líquida, se procede al embargo de bienes del deudor. Antes
de embargar, se puede intimar al deudor al pago y evitar el embargo si cumple. Después
de embargados los bienes, se cita al deudor para la venta y tiene 5 días para presentar
excepciones y probarlas. Las excepciones legítimas incluyen la falsedad de la sentencia, la
prescripción de la ejecución (pasados 5 años), el pago posterior a la sentencia y
documentado, y las quitas, esperas o remisiones posteriores a la sentencia. Si no se
presentan excepciones, se continúa la ejecución; si se presentan, se traslada al ejecutante
para su respuesta y el juez decidirá si las admite o no.

El juicio ejecutivo es un proceso legal para hacer cumplir una deuda establecida en un
título ejecutivo extrajudicial. Se requieren requisitos específicos y consta de etapas como
la demanda, la intimación de pago, el embargo y la sentencia de remate. El objetivo
principal es lograr el pago de la deuda mediante la ejecución de bienes del deudor.

Subasta: Es el acto procesal mediante el cual se enajenan, por un auxiliar del juez que
actúa en representación de éste, el bien o bienes embargados , con el objetivo de
satisfacer, con lo producido, el importe del crédito que dio origen a la ejecución. La
subasta se caracteriza como un acto procesal cuyo contenido consiste en el contrato de
compraventa que se configura al aceptarse, por el martillero, la oferta formulada por el
mejor postor, aunque dicho contrato quede sujeto a la condición suspensiva representada
por la resolución judicial aprobatoria del acto.
El martillero en las subastas judiciales actúa como auxiliar del órgano judicial y debe seguir
las instrucciones del juez. Si no cumple con sus deberes, puede ser removido y se le
aplicarán sanciones como la devolución de la comisión o la pérdida parcial o total del
derecho a recibirla.

El martillero puede ser designado por acuerdo de las partes o, en su defecto, por el juez.
En ambos casos, debe tener más de 2 años de antigüedad en la matrícula. Si es designado
por el juez, debe aceptar el cargo dentro de los tres días de ser notificado. Aunque
generalmente no puede ser recusado, el juez puede dejarlo sin efecto si hay circunstancias
graves.

El martillero tiene derecho a recibir una remuneración por su trabajo en la subasta,


llamada comisión, que debe ser pagada por el comprador de los bienes subastados. La
comisión es del 10% sobre el precio de venta de bienes muebles y del 3% sobre el precio
de venta de bienes inmuebles.

Si el remate se suspende o fracasa sin culpa del martillero, el juez debe fijar el monto de la
comisión. Si el remate se anula por culpa del martillero, este debe reintegrar la comisión
en un plazo de tres días.

El martillero también tiene derecho a ser reembolsado por los gastos necesarios para la
realización de la subasta, como publicidad, depósito y secuestro de los bienes.

Después de la subasta, el martillero debe depositar el dinero recaudado y rendir cuentas


dentro de los tres días. Si no lo hace sin justa causa, pierde el derecho a cobrar la
comisión. Las partes tienen cinco días para presentar objeciones a la rendición de cuentas,
y si no hay objeciones, el juez debe aprobar la venta y la rendición de cuentas.

La publicidad de la subasta se realiza a través de edictos, que deben ser publicados en el


Boletín Oficial y en otro diario de mayor circulación en el lugar del proceso judicial. En
algunos casos, si los bienes tienen poco valor, se puede prescindir de la publicación en el
diario y solo se publica en la cartelera del juzgado. Para los inmuebles, el remate puede
anunciarse en diarios locales.

En los edictos se deben indicar los detalles del proceso, como el juzgado, el número de
expediente y las partes involucradas, así como el lugar, fecha y hora de la subasta. También
se deben describir las condiciones y cantidades de los bienes a subastar, así como el lugar
donde pueden ser revisados por los interesados. En el caso de inmuebles, se debe
mencionar la base, las condiciones de venta y el estado de ocupación, además de las
expensas asociadas.
Subasta de muebles: se puede ordenar la venta en remate sin establecer un precio
mínimo. También se puede solicitar el secuestro de los bienes para que el martillero los
exhiba y los venda. Si los muebles son registrables, como autos o embarcaciones, se debe
solicitar un informe a los registros correspondientes sobre su dominio y gravamen. Una vez
que se pague el precio total, el martillero debe entregar los bienes al comprador, y si el
bien es registrable, se debe enviar una comunicación al registro para que inscriba el
dominio a nombre del comprador.

Subasta de inmuebles: el juez debe solicitar informes sobre deudas, condiciones de


dominio y embargos. Se fija una base para la subasta (generalmente el 2/3 de la valuación
fiscal) y se ordena la subasta en una resolución. Se notifica a los jueces con embargos
sobre los bienes y se cita a los acreedores hipotecarios. El comprador tiene cinco días para
depositar el pago, y si no lo hace, se pueden aplicar multas o realizar una nueva subasta.
La venta se completa con la aprobación del remate, el pago y la entrega del inmueble al
comprador. La escritura puede ser extendida por un escribano sin la presencia del deudor.

Subasta electrónica: es un proceso interactivo de búsqueda de precio realizado a través de


internet, en el cual varios postores participan simultáneamente. Se utiliza un programa
automatizado con medidas de seguridad adecuadas, y la información se transmite y
procesa electrónicamente. Se requiere el uso de firma electrónica o digital para validar las
ofertas y la suscripción del contrato de compraventa. En la provincia de Buenos Aires, se
puede acceder a la subasta electrónica a través del sitio web de la SCBA
(scba.gov.ar/subastas).

La liquidación definitiva y el pago son los pasos finales del juicio ejecutivo. El ejecutante
debe presentar la liquidación del capital, intereses y costas dentro de los cinco días
posteriores al pago del precio o a la aprobación del remate en el caso de inmuebles. Esta
liquidación debe ser notificada al ejecutado, y en caso de que el ejecutante no la presente,
el ejecutado puede hacerlo.
Antes de realizar el pago del crédito, se deben reservar los fondos necesarios para cubrir
los gastos de conservación, custodia, administración y realización del bien, así como los
honorarios y gastos generados por las diligencias y trámites relacionados.

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