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UNIDAD 4

A- Derechos personalísimos.1) Consideraciones generales: a) Concepto e importancia:

Los derechos personalísimos son las prerrogativas de contenido extrapatrimonial, inalienables, perpetuas y
oponibles erga omnes, que corresponden a toda persona por su condición de tal y de las que no puede ser privada
por la acción del Estado ni de otros particulares porque ello implicaría desmedro o menoscabo de la personalidad.

Los derechos personalísimos constituyen una inconfundible categoría de derechos subjetivos esenciales, que
pertenecen a la persona por su sola condición humana y que se encuentran respecto de ella en una relación de
íntima conexión, casi orgánica e integral.

b) El fenómeno de la internacionalización de los derechos personalísimos: noción. Su incidencia en el derecho


interno: consecuencias.

Los derechos personalísimos son el resultado de una elaboración dogmática moderna. Es recién a partir de la
finalización de la Segunda Guerra Mundial que las constituciones de los países que salían de regímenes totalitarios
comienzan a enumerar una serie de derechos humanos que van más allá de las enumeraciones de las declaraciones
de derechos del ciudadano del siglo XVIII, y se empieza a hablar de la intimidad, la imagen, la dignidad personal, la
integridad física. La doctrina reacciona con una elaboración dogmática de lenta evolución estimulada por
circunstancias sobrevinientes derivadas del acelerado avance operado en las ciencias y los progresos alcanzados por
nuevas técnicas médico-quirúrgicas, la ingeniería eléctrica y la modificación de las condiciones de vida.

Ese movimiento ha tenido repercusión en el derecho internacional. Numerosas convenciones internacionales han
ido tratando cuestiones de derechos humanos. Algunas de manera general, como la convención europea de
Derechos Humanos o el Pacto de San José de Costa Rica; otras en aspectos particulares: Convención sobre
Eliminación de Toda Forma de Discriminación de la Mujer, de Derechos del Niño, de Derechos de las Personas con
Discapacidad, entre otras. Ese derecho supranacional ha venido a quedar constitucionalizado en 1994 en el art. 75,
inc. 22. Ello se ha trasvasado a la legislación infraconstitucional con leyes que han tratado materias específicas:
trasplantes de órganos, Ley de Protección Integral de los Derechos del Niño (26.061), Ley de Salud Mental.

La doctrina reclamaba un régimen integral y sistemático de los derechos de la personalidad, lo que se consiguió con
el CCyC de 2015. Los derechos de la personalidad constituyen el reflejo de los derechos humanos en el ámbito del
derecho privado. El CCyC pretende concretar la denominada constitucionalización del derecho privado, por lo que
los arts. 1 y 2 apuntan a la Constitución y los tratados de derechos humanos como fuente del Derecho y como
criterio de interpretación, como fuente integradora del ordenamiento y como límite axiológico para la interpretación
y aplicación de la ley.

c) La constitucionalización de estos derechos: la integración normativa y su efecto.

El ART 75 INC 22 de la Constitución Nacional establece normas con jerarquía constitucional que involucran derechos
personalísimos, entre otros:
-Declaración Universal de los Derechos Humanos.
-Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de la ONU.
-Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
-Pacto de San José de Costa Rica.

Estos tratados, de acuerdo al artículo nombrado, “no derogan articulo alguno de la primera parte de la Constitución
y deben entenderse complementarios de los derechos y garantías por ella reconocidos”.

Consecuencias:
1) Argentina se encuentra comprometida a adecuar su derecho interno a las normas internacionales que adhirió.
Esto se observa en el ART 27 del Tratado de Viena “… Los estados partes se comprometen a adoptar, con arreglo a
sus procedimientos constitucionales y a las disposiciones de esta Convención, las medidas legislativas o de otro
carácter que fueren necesarias para hacer efectivos tales derechos y libertades”.

2) Los tratados que consagran derechos fundamentales del hombre poseen carácter operativo y no requieren
ninguna ley especial del estado para que entren en vigencia, es decir, poseen OPERATIVIDAD INMEDIATA.
Dado el carácter operativo de las cláusulas convencionales, que reconocen y garantizan los derechos humanos, la no
adecuación oportuna del derecho nacional, y la no aplicación por los jueces del Estado de las normas internacionales
ratificadas por un Estado signatario, habilita la intervención de los organismos internacionales creados para tutelar
los derechos reconocidos en estas convenciones.

d) La naturaleza jurídica: distintas tesis e importancia de la cuestión.

La problemática a este respecto consiste en establecer si los derechos personalísimos deben ser, o no, considerados
y reconocidos como verdaderos derechos subjetivos.

Tesis negativa: (Borda, Orgaz, Llambias). Consideran que: no puede reconocerse la existencia de verdaderos
derechos a la vida, a la integridad corporal, al honor, etcétera, y que el derecho subjetivo surge sólo después de la
lesión inferida por otro sujeto a esos bienes y que tal derecho ya no se tipifica como un derecho a la vida, a la
integridad, etcétera, sino, simplemente, como el de obtenerla condenación penal o civil del ofensor.
1) No son derechos subjetivos porque sería necesario que hubiera un deber correlativo frente a ellos
(acreedor/deudor).
2) No tienen un objeto sobre el cual recaer, porque este sería el propio sujeto.
3) No tienen contenido económico en sí mismos, y por tanto no existe un deber correlativo; este solo nace cuando se
infringen.
4) No tienen modo de adquisición, transferencia o extinción (son vitalicios)

Tesis positiva: (Cifuentes, Rivera).


Cifuentes expresa que, si hay lesión, es porque había algo que era objeto de esa lesión. No hay duda de que se trata
de un derecho subjetivo, pues le corresponden facultades que se ejercen sobre un objeto interior a la persona. CON
PRETENSION DE QUE LAS MANIFESTACIONES DE ESE OBJETO INTERIOR sean respetadas por todas las demás
personas.
No es necesario que una prerrogativa posea contenido económico para ser un derecho subjetivo, basta la posibilidad
jurídica de hacerla valer como tal (Respuesta de Rivera al punto 4 de la tesis negativa).

d) Caracteres de los derechos personalísimos: su enunciación y noción de ellos.

Siguiendo a Cifuentes, se dice que los caracteres de estos derechos son:

a- Innatos: corresponden a la persona desde su origen.


b- Vitalicios: rigen durante toda la vida de la persona. Estos derechos se agotan con la muerte de la persona;
existe una tendencia a ampliar su marco de acción, estimando que ciertos aspectos se trasladan a los herederos del
titular, pudiendo éstos ejercer algún tipo de acción, sucede en el ámbito de los derechos a la intimidad y al honor.
c- Necesarios: no pueden faltar durante la vida del ser humano, ni pueden perderse de modo definitivo. Es
consecuencia de los dos anteriores.
d- Esenciales: representan un mínimo imprescindible para el contenido de la personalidad humana, tienen por
objeto los bienes más elevados frente a otros materialmente importantes.
e- De objeto interior: las manifestaciones de la persona que corresponda a los derechos personalísimos son
interiores, inseparables de ella son modos peculiares de su ser.
f- Inherentes: unión inseparable del objeto respecto del sujeto.
g- Extrapatrimoniales: en caso de ser lesionados generan a favor de su titular una acción de resarcimiento
económico, sin perjuicio de que aquél puede requerir, también judicialmente, las medidas necesarias para prevenir o
hacer cesar la agresión antijurídica y restablecer los derechos.
h- Relativamente indisponibles: no pueden ser enajenados ni transferidos mientras viva la persona. Esto deriva
de ser ellos vitalicios, inherentes y necesarios. Esto admite ciertas salvedades. Puede pasar que el sujeto consienta la
intromisión en su intimidad y aún que la fomente.
i- Absolutos: son oponibles erga omnes. En todas las demás personas recae una obligación pasivamente
universal, es deber de ellas respetar las facultades del sujeto. Este carácter no debe ser entendido como que
atribuye al ejercicio del derecho un alcance ilimitado. Los derechos de uno terminan donde empiezan los del otro.
j- Autónomos: el conjunto de los caracteres precedentemente enumerados conforma una particular categoría
de derechos subjetivos que se diferencian de los demás. Es una categoría inconfundible de derechos subjetivos que
tienen carácter autónomo.
f) La disposición de derechos personalísimos. Su clasificación: distinción.

Todas las dimensiones de los derechos personalísimos reconocen un único fundamento: el reconocimiento de que la
persona tiene un valor en sí misma, y como tal cabe reconocerle una dignidad.

Se clasifican según la doctrina en:


1- Sobre la personalidad física: protegen el bien básico: que la vida humana en todo lo que ella representa y
entraña: la vida, el cuerpo y la salud. Quedan incluidos; el derecho a la vida, a la integridad física y el derecho a la
disposición del cadáver.
2- Sobre la personalidad espiritual: quedan comprendidos el derecho al hornor, a la intimidad, a la identidad
personal y el derecho a la imagen. Comprenden el secreto o reserva de los actos de la vida privada, el secreto de la
correspondencia epistolar y de los papeles privados (intimidad).
3- Sobre las libertades: quedan comprendidos el derecho a la igualdad y la libertad en sus diferentes
manifestaciones.

B- La personalidad física. 1) Los derechos sobre la personalidad física: los bienes jurídicos protegidos.

Tratándose de seres vivos, el bien jurídico protegido no es otro que la vida humana en todo lo que ella representa: la
vida, el cuerpo y la salud. En el caso de las personas fallecidas, lo es el cadáver y, también, la memoria de la persona
difunta respecto de la cual existe un deber genérico de respeto, que ha de ser impuesto a través de su tutela.

1.1) El derecho a la vida. a) Su tutela legal.

La vida humana está protegida por disposiciones de derecho constitucional, penal y civil, así como por el derecho
supranacional de los derechos humanos. La CN tutela la vida y la integridad física de las personas que habitan el
suelo argentino. Algunas modernas constituciones provinciales contienen el reconocimiento expreso del derecho a la
vida desde el momento de la concepción (Salta y Córdoba). La Convención Americana de Derechos Humanos
establece que toda persona tiene derecho a que se respete su vida, derecho que está protegido por la ley general
desde el momento de la concepción (4.1).

Por regla general, en los códigos civiles no existe un reconocimiento expreso del derecho a la vida y de sus
consecuencias. La protección de la vida humana se manifiesta a través del derecho al resarcimiento a favor de los
parientes de la persona que ha sido privada de aquélla. Existen otras cuestiones que pueden tener repercusión en el
derecho privado (aborto y eutanasia).

b) Cuestiones comprometidas: su enunciación.

¿Cuál es la importancia de determinar la naturaleza jurídica del derecho a la vida?: Córdoba J y Sánchez Torres J
establecieron que “desde el mismo momento en que existe la persona, surge un marco de indisponibilidad de
carácter absoluto para los terceros. En efecto, desde que hay persona surge el derecho personalísimo a la vida, y
nadie puede disponer válidamente sobre ella”, de ahí que se planteen tantas discusiones en torno a cuando surge la
vida.
c) El aborto: criterios al respecto.

El art. 19 establece que la persona comienza con la concepción. A ello debe agregarse que La Convención Americana
protege la vida desde la concepción, y que, para el Código Penal el aborto es un delito, salvo que fuese practicado
por un médico con el consentimiento de la mujer, o en su caso de su representante legal, si se hace con el fin de
evitar un peligro para la vida o salud de la madre y si es la única solución. Esto es conocido como aborto terapéutico
o necesario.

Pero además en función del Caso F.A.L. s/ Medida Autosatisfactiva, sentencia CSJN 13 de marzo de 2012 tampoco es
punible el aborto si el embarazo proviene de una violación.

La Corte sentó estos criterios:

+ La Constitución y los tratados de DDHH no prohíben la realización de este tipo de abortos

+ Realizo la interpretación del ART 86 inc. 2 del Código Penal:


ART 86 Código Penal: “… El aborto practicado por un médico diplomado con el consentimiento de la mujer encinta, no es
punible:
1º Si se ha hecho con el fin de evitar un peligro para la vida o la salud de la madre y si este peligro no puede ser evitado por otros
medios.
2º Si el embarazo proviene de una violación o de un atentado al pudor cometido sobre una mujer idiota o demente. En este
caso, el consentimiento de su representante legal deberá ser requerido para el aborto”. Y en este inciso estableció que el aborto
seria no punible, cuando el embarazo fuera producto de una violación a cualquier mujer, no solo a las mujeres idiotas o
dementes.

+Instó a los estados Nacional, provinciales y a la ciudad Autónoma de Buenos Aires a regular el procedimiento que facilite el
acceso a los abortos legales en estos casos. En este caso la Corte suprimió la necesidad de que la mujer sea demente o idiota en
caso de violación.

+ Los médicos en ningún caso deben requerir autorización judicial para realizar esta clase de abortos, debiendo practicarlos
requiriendo la declaración jurada de la víctima o de su representante legal, en donde se manifieste que el embarazo es fruto de
una violación.
La práctica del aborto requiere el consentimiento de la mujer embarazada. Ello deviene de los principios generales y de la ley
26.529 (Derechos del Paciente), que exige el consentimiento informado para cualquier tratamiento o intervención sanitaria y
respeta explícitamente el principio de autonomía.

En el caso de una persona incapaz, el consentimiento lo presenta su representante legal. Al tratarse de menores
debe tenerse en cuenta la vigencia de la ley 26.061 y lo previsto en el art. 2, inc. e) de la ley 26.529, donde dispone
que los menores tienen derecho a intervenir en los términos de la ley 26.061 (Protección Integral de N, N y A) a los
fines de la toma de decisión sobre terapias o procedimientos médicos o biológicos que involucren su vida o salud.
Estos criterios están consolidados en los arts. 26 y 59 del CCyC.

El caso del aborto anencefálico: la jurisprudencia.

Otra cuestión resuelta por la CSN fue la posibilidad de adelantar un parto de un feto anencefálico, cuyo único destino
era la muerte posterior al nacimiento. Anencefalia significa que el feto carece de los hemisferios cerebrales y de
calota craneana. En ese caso, la CSN autorizó el adelantamiento del parto arguyendo que no se pedía autorización
para efectuar un aborto, ya que no se persigue una acción que tenga por objeto la muerte del feto y que las
posibilidades de vida del feto fuera del seno materno son nulas, sin que exista ninguna diferencia entre inducir el
parto prematuramente o esperar el transcurso de los nueve meses de gestación.

d) La eutanasia: noción y clases. Distinción con otras figuras: la distanasia y la ortotanasia. La muerte digna: noción
y configuración. Las directivas anticipadas: concepto y características; su recepción legal.
El tema de la muerte digna se vincula con la eutanasia, así como el rechazo del paciente de someterse a tratamientos
médicos.

<EUTANASIA: es el comportamiento comisivo u omisivo dirigido a causar, como fin directo: la muerte, que se
provoca para extinguir la vida de quien padece una enfermedad incurable y dolorosa, a fin de evitarlo los
sufrimientos de una larga agonía, respondiendo o no a una petición.

Pueden distinguirse:
Eutanasia Voluntaria: el paciente presta su consentimiento para que:

o Pasiva (implica un comportamiento omisivo o abstensivo de aplicar tratamientos o medicamentos


necesarios para mantener con vida a la persona): se le suspenden los tratamientos terapéuticos que
prolonguen la vida o se niega a someterse a una intervención quirúrgica o tratamiento de cualquier especie.
o Activa (implica un comportamiento activo dirigido a provocar la muerte): se le suministren
medicamentos o drogas para producir la muerte.
Eutanasia Involuntaria: el paciente no puede prestar su consentimiento y lo hacen otros:
o Activa: privarle de la vida mediante una acción (darle una droga).
o Pasiva: suprimir los tratamientos de prolongación de la vida.

Nuestro derecho penal no autoriza la eutanasia (se niega) ni tampoco la tipifica como delito autónomo, pero hay una
postura negativa de la doctrina. Tanto la ley 26.529 como el nuevo código prohíben las practicas eutanásicas.

<DISTANASIA:
Es el comportamiento medico comisivo, mediando o no voluntad del paciente, empeñado en la prolongación fútil
(sin sentido medico) de la agonía o del sostén vital del paciente mediante el empleo de medios terapéuticos
excepcionales, extraordinarios o desproporcionados. Puede ser voluntaria o no voluntaria.

En principio debe aceptársela toda vez que estas declaraciones se sustentan en el anhelo de vivir, aun cuando las
posibilidades medicas de recuperación sean mínimas.

<ORTOTANASIA:
Es el comportamiento medico omisivo, mediando o no voluntad del paciente, consistente en prescindir de la
aplicación de tratamientos o medicamentos extraordinarios a fin de que la muerte acontezca. Usualmente se
acompaña de cuidados paliativos.

Se admite en principio, en la consideración que si en uso de sus facultades mentales nadie puede ser obligado a
recibir un tratamiento médico, tampoco puede serlo si por el hecho de encontrarse privado de manifestar su
voluntad, si es que antes así lo ha expresado. Ver art 79 CP

<MUERTE DIGNA:

ART 59 INC G CCC: “Consentimiento informado para actos médicos e investigaciones en salud. El consentimiento
informado para actos médicos e investigaciones en salud es la declaración de voluntad expresada por el paciente,
emitida luego de recibir información clara, precisa y adecuada, respecto a: ….
g- en caso de padecer una enfermedad irreversible, incurable, o cuando se encuentre en estado terminal, o haya
sufrido lesiones que lo coloquen en igual situación, el derecho a rechazar procedimientos:

quirúrgicos, de hidratación, alimentación, de reanimación artificial o al retiro de medidas de soporte vital, cuando
sean extraordinarios o desproporcionados en relación a las perspectivas de mejoría, o produzcan sufrimiento
desmesurado, o tengan por único efecto la prolongación en el tiempo de ese estadio terminal irreversible e
incurable;”

<DIRECTIVAS ANTICIPADAS:
Se trata de un documento voluntario, que contiene instrucciones que realiza una persona en pleno uso de sus
facultades mentales, con el objeto de que surta efecto cuando no pueda expresar su voluntad.

La Ley 26.529 en el art. 11, con el título “Directivas anticipadas” dispuso: “Toda persona capaz mayor de edad puede
disponer directivas anticipadas sobre su salud, pudiendo consentir o rechazar determinados tratamientos médicos,
preventivos o paliativos, y decisiones relativas a su salud. Las directivas deberán ser aceptadas por el médico a cargo,
salvo las que impliquen desarrollar prácticas eutanásicas, las que se tendrán como inexistentes”.

Artículo 60: Directivas médicas anticipadas. La persona plenamente capaz puede anticipar directivas y conferir
mandato respecto de su salud y en previsión de su propia incapacidad.
Puede también designar a la persona o personas que han de expresar el consentimiento para los actos médicos y
para ejercer su curatela. Las directivas que impliquen desarrollar prácticas eutanásicas se tienen por no escritas. Esta
declaración de voluntad puede ser libremente revocada en todo momento.

e) El suicidio: la cuestión y su consideración.

Es la acción de quitarse a sí mismo la vida voluntariamente.


Enfocando el tema desde la óptica de los derechos personalísimos, corresponde que se diga que el derecho a la vida
no debe ser entendido como un derecho "sobre" la vida, es decir, al punto de poder disponer de ella de modo
absoluto.
Ninguna persona tiene la potestad de extinguir su propia vida. Ésta es el bien supremo.

Las legislaciones actuales no incriminan el suicidio. En verdad, si el suicidio ha sido consumado resultaría imposible
someter a la persona muerta al cumplimiento de una pena. Además no sería lógicamente admisible un delito contra
sí mismo.

1.2) El derecho a la integridad física a) la regla básica art 56.

Como regla básica, debe tenerse presente que el cuerpo humano no es una “cosa” en el sentido legal de objeto
material susceptible de tener un valor. Debe tenerse en cuenta lo previsto por el art. 17

ART 56 CCC: “Actos de disposición sobre el propio cuerpo. Están prohibidos los actos de disposición del propio cuerpo
que ocasionen una disminución permanente de su integridad o resulten contrarios a la ley, la moral o las buenas
costumbres, excepto que sean requeridos para el mejoramiento de la salud de la persona, y excepcionalmente de
otra persona, de conformidad a lo dispuesto en el ordenamiento jurídico.
La ablación de órganos para ser implantados en otras personas se rige por la legislación especial.
El consentimiento para los actos no comprendidos en la prohibición establecida en el primer párrafo no puede ser
suplido, y es libremente revocable”.

El derecho a la integridad física presenta dos aspectos relevantes:


1- la determinación de las atribuciones que la persona posee sobre su propio cuerpo y sobre el cadáver, y por tanto,
sus límites.
2- La protección legal para su efectivo ejercicio frente a las posibles agresiones del estado o de otros terceros.

La disposición del articulo 56 debe ser necesariamente vinculada con la del artículo 17, que en referencia a los
derechos sobre el cuerpo humano establece:
ART 17 CCC: “Derechos sobre el cuerpo humano. Los derechos sobre el cuerpo humano o sus partes no tienen un
valor comercial, sino afectivo, terapéutico, científico, humanitario o social y sólo pueden ser disponibles por su
titular siempre que se respete alguno de esos valores y según lo dispongan las leyes especiales”.

El Derecho a la integridad física plantea problemas de dos órdenes:


 Todos tienen derecho a que su integridad física sea respetada, por lo que quien sufre un daño no justificado
tiene derecho al resarcimiento. Ésta es una cuestión que incumbe a la responsabilidad civil del dañador y al derecho
a la reparación de la víctima.
 Se halla la cuestión del consentimiento para los actos de disposición del propio cuerpo, lo que involucra
aspectos tales como el consentimiento para los tratamientos médicos, los tratamientos médicos, los trasplantes de
órganos y los actos peligrosos.

b) La tutela legal: protección legal para su efectivo ejercicio frente a las posibles agresiones del Estado o de otros
terceros:

1- Normas protectoras en la CN: protege la vida y la integridad física de las personas que habitan el suelo argentino.

2-Normas protectoras en el CP: concretamente referida al resguardo de la integridad física. Reprime y sanciona el
delito de "lesiones", en sus diversas formas, causadas en el cuerpo o en la salud

3-La ley 26.529 de derechos del paciente.

4-Normas protectoras en el código civil y comercial: ART 26,52,56, 57, 58, 59 y 61.

5-Jurisprudencia nacional: La jurisprudencia de nuestros tribunales tiene juzgado que todo daño a la integridad física
debe ser indemnizado, aun cuando el afectado no ejerza ninguna actividad lucrativa.

c) Cuestiones comprometidas: enunciación.

Las cuestiones comprometidas son:


·Las atribuciones que a la persona puedan corresponder respecto de su vida, su cuerpo y su salud, y de sus despojos
mortales.
·Su protección legal.
·La determinación de los límites de aquellas atribuciones.
·La validez o invalidez de compromisos asumidos que importen exponer la vida, el cuerpo o la salud de la persona.

·Las actividades deportivas o realización de espectáculos que puedan significar grave peligro para la vida o la
integridad física de las personas intervinientes. Entre otros.

Con respecto a las personas fallecidas, las cuestiones que se plantean son:
·La determinación del status jurídico del cadáver.
·Si nada hubiese dispuesto el sujeto sobre su futuro cadáver, a quién o quiénes corresponde tomar las medidas
pertinentes.
·Si las personas fallecidas gozan de la protección legal civil.
·A quién o quiénes incumbe determinar la forma o ritos de la ceremonia fúnebre; exequias e inhumación

1.1.2) Los tratamientos médicos: a) El principio de autonomía: concepto y distinción entre capacidad y
competencia. El requisito de licitud del acto médico.

El tema de los tratamientos médicos y las operaciones interesa a nuestro estudio en la medida que ellos ponen en
compromiso la vida, la salud y la integridad física de las personas. Para que sean considerados lícitos deben
responder a algunos de estos objetivos:

a- Preservación y curación de la salud del sujeto.


b- Evitar un mal grave o corregir defectos estéticos.
c- Beneficiar a otra persona.
d- Encontrar respuesta a interrogantes científicos.
Principio de autonomía de la voluntad: se encuentra consagrado en el articulo 2 inc 3) de la ley de derechos del
paciente: “e) Autonomía de la Voluntad. El paciente tiene derecho a aceptar o rechazar determinadas terapias o
procedimientos médicos o biológicos, con o sin expresión de causa, como así también a revocar posteriormente su
manifestación de la voluntad. Los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a intervenir en los términos de la Ley
Nº 26.061 a los fines de la toma de decisión sobre terapias o procedimientos médicos o biológicos que involucren su
vida o salud;..”.

La autonomía presupone que la persona:

- Tenga la posibilidad de decidir por si misma


- Deben existir opciones reales sobre las cuales decidir
- La persona debe contar con información sanitaria para poder tomar una decisión autónoma.
Ello ha sido reiterado por el CCYC en el art 59. De allí que toda actuación profesional en el ámbito médico-sanitario
exija con carácter general el previo consentimiento informado.

Capacidad y Competencia: la capacidad surge del CCYC, mientras que la competencia es requisito imprescindible en
la toma de decisiones sobre el propio cuerpo y la salud. Plena competencia bioética: se refiere a una aptitud natural
para comprender una cuestión. El fundamento bioético del Consentimiento Informado, tanto en el acto médico
como en la investigación clínica es un acto de voluntad, libre de coerciones, reservado a la persona como derivación
de su autonomía y del debido respeto a su dignidad ínsita, a la finalidad cardinal de su existencia y a la dirección de
su proyecto de vida”.

b) Los derechos del paciente: su enunciación; la información sanitaria; el consentimiento informado, su alcance y
carácter; la historia clínica, concepto, titularidad y el acceso a su conocimiento.

Ley de derechos del paciente 26.529

Su enunciación: ART 2 LEY 26.529: “Derechos del paciente. Constituyen derechos esenciales en la relación entre el
paciente y el o los profesionales de la salud, el o los agentes del seguro de salud, y cualquier efector de que se trate,
los siguientes:
a) Asistencia. El paciente, prioritariamente los niños, niñas y adolescentes, tiene derecho a ser asistido por los
profesionales de la salud, sin menoscabo y distinción alguna, producto de sus ideas, creencias religiosas, políticas,
condición socioeconómica, raza, sexo, orientación sexual o cualquier otra condición. El profesional actuante sólo
podrá eximirse del deber de asistencia, cuando se hubiere hecho cargo efectivamente del paciente otro profesional
competente;
b) Trato digno y respetuoso. El paciente tiene el derecho a que los agentes del sistema de salud intervinientes, le
otorguen un trato digno, con respeto a sus convicciones personales y morales, principalmente las relacionadas con
sus condiciones socioculturales, de género, de pudor y a su intimidad, cualquiera sea el padecimiento que presente,
y se haga extensivo a los familiares o acompañantes;
c) Intimidad. Toda actividad médico - asistencial tendiente a obtener, clasificar, utilizar, administrar, custodiar y
transmitir información y documentación clínica del paciente debe observar el estricto respeto por la dignidad
humana y la autonomía de la voluntad, así como el debido resguardo de la intimidad del mismo y la confidencialidad
de sus datos sensibles, sin perjuicio de las previsiones contenidas en la Ley Nº 25.326;
d) Confidencialidad. El paciente tiene derecho a que toda persona que participe en la elaboración o manipulación de
la documentación clínica, o bien tenga acceso al contenido de la misma, guarde la debida reserva, salvo expresa
disposición en contrario emanada de autoridad judicial competente o autorización del propio paciente;
e) Autonomía de la Voluntad. El paciente tiene derecho a aceptar o rechazar determinadas terapias o
procedimientos médicos o biológicos, con o sin expresión de causa, como así también a revocar posteriormente su
manifestación de la voluntad. Los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a intervenir en los términos de la Ley
Nº 26.061 a los fines de la toma de decisión sobre terapias o procedimientos médicos o biológicos que involucren su
vida o salud;
f) Información Sanitaria. El paciente tiene derecho a recibir la información sanitaria necesaria, vinculada a su salud. El
derecho a la información sanitaria incluye el de no recibir la mencionada información.
g) Interconsulta Médica. El paciente tiene derecho a recibir la información sanitaria por escrito, a fin de obtener una
segunda opinión sobre el diagnóstico, pronóstico o tratamiento relacionados con su estado de salud”.

La información sanitaria: ART 3 LEY 26.529: “A los efectos de la presente ley, entiéndase por información sanitaria
aquella que, de manera clara, suficiente y adecuada a la capacidad de comprensión del paciente, informe sobre su
estado de salud, los estudios y tratamientos que fueren menester realizarle y la previsible evolución, riesgos,
complicaciones o secuelas de los mismos”.

CONSENTI
MIENTO INFORMADO

ART 59 CCC: “Consentimiento informado para actos médicos e investigaciones en salud. El consentimiento informado
para actos médicos e investigaciones en salud es la declaración de voluntad expresada por el paciente, emitida luego
de recibir información clara, precisa y adecuada, respecto a:
a. su estado de salud;
b. el procedimiento propuesto, con especificación de los objetivos perseguidos;
c. los beneficios esperados del procedimiento;
d. los riesgos, molestias y efectos adversos previsibles;
e. la especificación de los procedimientos alternativos y sus riesgos, beneficios y perjuicios en relación con el
procedimiento propuesto;
f. las consecuencias previsibles de la no realización del procedimiento propuesto o de los alternativos especificados;

g. en caso de padecer una enfermedad irreversible, incurable, o cuando se encuentre en estado terminal, o haya
sufrido lesiones que lo coloquen en igual situación, el derecho a rechazar procedimientos quirúrgicos, de hidratación,
alimentación, de reanimación artificial o al retiro de medidas de soporte vital, cuando sean extraordinarios o
desproporcionados en relación a las perspectivas de mejoría, o produzcan sufrimiento desmesurado, o tengan por
único efecto la prolongación en el tiempo de ese estadio terminal irreversible e incurable;
h. el derecho a recibir cuidados paliativos integrales en el proceso de atención de su enfermedad o padecimiento.

Ninguna persona con discapacidad puede ser sometida a investigaciones en salud sin su consentimiento libre e
informado, para lo cual se le debe garantizar el acceso a los apoyos que necesite.
Nadie puede ser sometido a exámenes o tratamientos clínicos o quirúrgicos sin su consentimiento libre e informado,
excepto disposición legal en contrario.

Si la persona se encuentra absolutamente imposibilitada para expresar su voluntad al tiempo de la atención médica y
no la ha expresado anticipadamente, el consentimiento puede ser otorgado por el representante legal, el apoyo, el
cónyuge, el conviviente, el pariente o el allegado que acompañe al paciente, siempre que medie situación de
emergencia con riesgo cierto e inminente de un mal grave para su vida o su salud. En ausencia de todos ellos, el
médico puede prescindir del consentimiento si su actuación es urgente y tiene por objeto evitar un mal grave al
paciente.”

Obligatoriedad del consentimiento informado: el 4º párrafo del art 59 sienta el principio de que nadie puede ser
sometido a exámenes o tratamientos clínicos o quirúrgicos sin su consentimiento libre e informado y la ley en el
mismo sentido establece en el art 6 : “Toda actuación
profesional en el ámbito médico-sanitario, sea público o privado, requiere, con carácter general y dentro de los
límites que se fijen por vía reglamentaria, el previo consentimiento informado del paciente.”
La historia clínica, concepto (12), titularidad (14) y el acceso a su conocimiento (19, 20):

ART 12 LEY 26.529: “Definición y alcance. A los efectos de esta ley, entiéndase por historia clínica, el documento
obligatorio cronológico, foliado y completo en el que conste toda actuación realizada al paciente por profesionales y
auxiliares de la salud”.

ART 14 “Titularidad. El paciente es el titular de la historia clínica. A su simple requerimiento debe suministrársele
copia de la misma, autenticada por autoridad competente de la institución asistencial. La entrega se realizará dentro
de las cuarenta y ocho (48) horas de solicitada, salvo caso de emergencia”.

ART 19 “Legitimación. Establécese que se encuentran legitimados para solicitar la historia clínica:
a) el paciente.
b) el cónyuge o la persona que conviva con el paciente en unión de hecho, sea o no de distinto sexo según
acreditación que determine la reglamentación y los herederos forzosos, en su caso, con la autorización del paciente,
salvo que este se encuentre imposibilitado de darla.
c) Los médicos, y otros profesionales del arte de curar, cuando cuenten con expresa autorización del paciente o de
su representante legal”.

Acción directa de habeas data para exigir la entrega de la historia clínica:


ART 20 “Negativa. Acción. Todo sujeto legitimado en los términos del artículo 19 de la presente ley, frente a la
negativa, demora o silencio del responsable que tiene a su cargo la guarda de la historia clínica, dispondrá del
ejercicio de la acción directa de “habeas data” a fin de asegurar el acceso y obtención de aquella. A dicha acción se le
imprimirá el modo de proceso que en cada jurisdicción resulte más apto y rápido. En jurisdicción nacional, esta
acción quedara exenta de gastos de justicia”.

1.2.2) Las practicas esterilizantes: a) Noción.

ART 1 LEY 26.130: “Objeto. Toda persona mayor de edad tiene derecho a acceder a la realización de las prácticas
denominadas "ligadura de trompas de Falopio" y "ligadura de conductos deferentes o vasectomía" en los servicios
del sistema de salud”.

b) Sujetos pasivos y requisitos: personas capaces; personas incapaces: alcance. El consentimiento informado.

Personas capaces: ART 2 LEY 26.130: “Requisitos. Las prácticas médicas referidas en el artículo anterior están
autorizadas para toda persona capaz y mayor de edad que lo requiera formalmente, siendo requisito previo
inexcusable que otorgue su consentimiento informado.
No se requiere consentimiento del cónyuge o conviviente ni autorización judicial, excepto en los casos contemplados
por el artículo siguiente”.

Personas incapaces: ART 3 “Excepción. Cuando se tratare de una persona declarada judicialmente incapaz, es
requisito ineludible la autorización judicial solicitada por el representante legal de aquélla”.

Consentimiento informado:

ART 4 LEY 26.130: “Consentimiento informado. El profesional médico interviniente, en forma individual o
juntamente con un equipo interdisciplinario, debe informar a la persona que solicite una ligadura tubaria o una
vasectomía sobre:
a) La naturaleza e implicancias sobre la salud de la práctica a realizar;
b) Las alternativas de utilización de otros anticonceptivos no quirúrgicos autorizados;
c) Las características del procedimiento quirúrgico, sus posibilidades de reversión, sus riesgos y consecuencias.
Debe dejarse constancia en la historia clínica de haber proporcionado dicha información, debidamente conformada
por la persona concerniente”
c) La objeción de conciencia: la solución legal.

ART 6 LEY 26.130: “Objeción de conciencia. Toda persona, ya sea médico/a o personal auxiliar del sistema de salud,
tiene derecho a ejercer su objeción de conciencia sin consecuencia laboral alguna con respecto a las prácticas
médicas enunciadas en el artículo 1º de la presente ley.
La existencia de objetores de conciencia no exime de responsabilidad, respecto de la realización de las prácticas
requeridas, a las autoridades del establecimiento asistencial que corresponda, quienes están obligados a disponer
los reemplazos necesarios de manera inmediata”.

1.2.3) Intervención y tratamientos médicos para la adecuación sexual: su reconocimiento legal.

ART 11 LEY 26.743: Ley de Identidad de Genero

“Derecho al libre desarrollo personal. Todas las personas mayores de dieciocho (18) años de edad podrán, conforme
al artículo 1° de la presente ley y a fin de garantizar el goce de su salud integral, acceder a intervenciones quirúrgicas
totales y parciales y/o tratamientos integrales hormonales para adecuar su cuerpo, incluida su genitalidad, a su
identidad de género autopercibida, sin necesidad de requerir autorización judicial o administrativa.

Para el acceso a los tratamientos integrales hormonales, no será necesario acreditar la voluntad en la intervención
quirúrgica de reasignación genital total o parcial. En ambos casos se requerirá, únicamente, el consentimiento
informado de la persona. En el caso de las personas menores de edad regirán los principios y requisitos establecidos
en el artículo 5° para la obtención del consentimiento informado. Sin perjuicio de ello, para el caso de la obtención
del mismo respecto de la intervención quirúrgica total o parcial se deberá contar, además, con la conformidad de la
autoridad judicial competente de cada jurisdicción, quien deberá velar por los principios de capacidad progresiva e
interés superior del niño o niña de acuerdo con lo estipulado por la Convención sobre los Derechos del Niño y en la
Ley 26.061 de protección integral de los derechos de las niñas, niños y adolescentes. La autoridad judicial deberá
expedirse en un plazo no mayor de sesenta (60) días contados a partir de la solicitud de conformidad.

Los efectores del sistema público de salud, ya sean estatales, privados o del subsistema de obras sociales, deberán
garantizar en forma permanente los derechos que esta ley reconoce.
Todas las prestaciones de salud contempladas en el presente artículo quedan incluidas en el Plan Médico Obligatorio,
o el que lo reemplace, conforme lo reglamente la autoridad de aplicación”.

- Solo se requiere el consentimiento informado de la persona.


- Todas las prestaciones se incluyen en el P.M.O (programa médico obligatorio), obliga a todos los efectores
del sistema público de salud, ya sean estatales, privados o del subsistema de obras sociales.
- Situación de los menores de edad:
ART 5 LEY 26.743: — Personas menores de edad. Con relación a las personas menores de dieciocho (18) años
de edad la solicitud del trámite a que refiere el artículo 4º deberá ser efectuada a través de sus
representantes legales y con expresa conformidad del menor, teniendo en cuenta los principios de
capacidad progresiva e interés superior del niño/a de acuerdo con lo estipulado en la Convención sobre los
Derechos del Niño y en la Ley 26.061 de protección integral de los derechos de niñas, niños y adolescentes.
Asimismo, la persona menor de edad deberá contar con la asistencia del abogado del niño prevista en el
artículo 27 de la Ley 26.061.
Cuando por cualquier causa se niegue o sea imposible obtener el consentimiento de alguno/a de los/as
representantes legales del menor de edad, se podrá recurrir a la vía sumarísima para que los/as jueces/zas
correspondientes resuelvan, teniendo en cuenta los principios de capacidad progresiva e interés superior del
niño/a de acuerdo con lo estipulado en la Convención sobre los Derechos del Niño y en la Ley 26.061 de
protección integral de los derechos de niñas, niños y adolescentes.”
Se requiere:
·Solicitud del trámite por el representante legal. Si no se pudiere: puede ser suplida por autorización judicial.

·Conformidad del menor, teniendo en cuenta los principios de capacidad progresiva e interés superior del
niño/a de acuerdo con lo estipulado en la convención sobre los derechos del niño y en la ley 26.061 de
protección integral de los derechos de niñas, niños y adolescentes.
·Asistencia del abogado del niño.

Es decir que para intervenciones quirúrgicas totales o parciales, será necesaria la autorización judicial.

1.2.4) Los trasplantes de órganos: a) Prácticas comprendidas y excluidas.

Es una técnica que presupone la realización de operaciones mutilantes en el cuerpo de una persona (dador) con la
finalidad de beneficiar a otro individuo (receptor), afectado de una enfermedad considerada incurable de otro modo
y previsiblemente mortal. Actualmente rige la ley24.193 con las modificaciones impuestas por la ley 26.066.

ART 1 LEY 24.193: “La ablación de órganos y tejidos para su implantación de cadáveres humanos a seres humanos y
entre seres humanos, se rige por las disposiciones de esta ley en todo el territorio de la República.
Exceptuase de lo previsto por la presente, los tejidos naturalmente renovables o separables del cuerpo humano con
salvedad de la obtención y preservación de células progenitoras hematopoyéticas y su posterior implante a seres
humanos, que quedará regida por esta ley.
Entiéndanse alcanzadas por la presente norma a las nuevas, prácticas o técnicas que la autoridad de aplicación
reconozca que se encuentran vinculadas con la implantación de órganos o tejidos en seres humanos. Considerase
comprendido al xenotrasplante en las previsiones del párrafo precedente cuando cumpliera las condiciones que
oportunamente determinare la autoridad de aplicación”.

Comprende trasplantes de tejidos (material anatómico) y de órganos de:


1- ser humano a ser humano.
2- cadáver humano a ser humano.

Quedan excluidos los tejidos renovables o separables del cuerpo humano.

b) Principios deontológicos: regularidad; subsidiaridad y necesidad; razonabilidad y gratuidad.

Regularidad, subsidiaridad y necesidad: ART 2 LEY 24.193: “La ablación e implantación de órganos y materiales
anatómicos podrán ser realizadas cuando los otros medios y recursos disponibles se hayan agotado, o sean
insuficientes o inconvenientes como alternativa terapéutica de la salud del paciente. Estas prácticas se considerarán
de técnica corriente y no experimental.
La reglamentación podrá incorporar otras que considere necesarias de acuerdo con el avance médico-científico”.

Razonabilidad: ART 14 LEY 24.193: “La extracción de órganos o materiales anatómicos en vida con fines de
transplante entre personas relacionadas conforme a las previsiones de los artículos 15 y concordantes de la presente
ley, estará permitida sólo cuando se estime que razonablemente no causará un grave perjuicio a la salud del dador y
existan perspectivas de éxito para conservar la vida o mejorar la salud del receptor. Esta extracción siempre deberá
practicarse previo cumplimiento de lo dispuesto en el artículo anterior.
La reglamentación establecerá los órganos y materiales anatómicos que podrán ser objeto de ablación, excepto los
incluidos especialmente en esta ley”.

Gratuidad: ART 27 inc F LEY 24.193: “Queda prohibida la realización de todo tipo de ablación cuando la misma
pretenda practicarse:
f) Toda contraprestación u otro beneficio por la dación de órganos o materiales anatómicos, en vida o para después
de la muerte, y la intermediación con fines de lucro;”
c) El requisito de la especialidad: subjetiva y objetiva.

5) Debe ser realizada por un equipo médico especializado:


Subjetiva: ART 3 LEY 24.193:
“Los actos médicos referidos a transplantes contemplados en esta ley sólo podrán ser realizados por médicos o
equipos médicos registrados y habilitados al efecto por ante la respectiva autoridad de contralor jurisdiccional. Esta
exigirá, en todos los casos, como requisito para la referida inscripción, la acreditación suficiente, por parte del
médico, de capacitación y experiencia en la especialidad. La autoridad de contralor jurisdiccional será responsable
por los perjuicios que se deriven de la inscripción de personas que no hubieren cumplido con tales recaudos”.

6) Debe ser realizada en establecimientos médicos autorizados:


Objetiva: ART 9 LEY 24.193:
Los actos médicos contemplados en esta ley sólo podrán ser realizados en el ámbito de establecimientos médicos
registrados por ante la respectiva autoridad de contralor jurisdiccional. Esta exigirá, en todos los casos, como
requisito para la referida inscripción, la acreditación suficiente por parte del establecimiento de que cuenta con la
adecuada infraestructura física e instrumental, así como con el personal calificado necesario en la especialidad, y
el número mínimo de médicos inscriptos en el registro que prescribe el artículo 3, conforme lo determine la
reglamentación. La autoridad de contralor jurisdiccional será solidariamente responsable por los perjuicios que se
deriven de la inscripción de establecimientos que no hubieren cumplido con los expresados recaudos”.

d) Los trasplantes entre vivos: requisitos. La cuestión del consentimiento: información, declaración y revocación.
El caso del trasplante de medula ósea. El “trasplante domino”: la solución legal.

ART 15 LEY 24.193: Sólo estará permitida la ablación de órganos o materiales anatómicos en vida con fines de
transplante sobre una persona capaz mayor de dieciocho (18) años, quien podrá autorizarla únicamente en caso de
que el receptor sea:
-su pariente consanguíneo o por adopción hasta el cuarto grado, o su cónyuge, o
-una persona que, sin ser su cónyuge, conviva con el donante en relación de tipo conyugal no menos antigua de tres
(3) años, en forma inmediata, continua e ininterrumpida. Este lapso se reducirá a dos (2) años si de dicha relación
hubieren nacido hijos(…)”. En todos los casos se requiere el dictamen favorable del equipo medico al que se refiere
el articulo 3.

La razón de ser de que la operación para el transplante esté limitadamente autorizada entre los parientes
consanguíneos que la ley deja precisados, está dada por el hecho de que se ha comprobado que, tratándose de
parientes consanguíneos, existen mayores probabilidades de que no se produzca el fenómeno de rechazo
inmunológico y, por tanto, de que se tengan mejores perspectivas de éxito. La ley procura que se eviten sacrificios
estériles.
La autorización, en lo referente a cónyuges y a padres e hijos adoptivos, es explicable por motivaciones asentadas en
sentimientos de solidaridad familiar.
Por otro lado, la limitación a los parientes tiene también por objeto evitar la "venta" de órganos.

La cuestión del consentimiento: información, declaración y revocación:

-INFORMACION: ART 13 LEY 24.193:

“Los jefes y subjefes de los equipos, como asimismo los profesionales a que se refiere el artículo 3º deberán informar
a los donantes vivos y a los receptores y en caso de ser estos últimos incapaces, a su representante legal o persona
que detente su guarda, de manera suficiente, clara y adaptada a su nivel cultural, sobre los riesgos de la operación
de ablación e implante —según sea el caso—, sus secuelas físicas y psíquicas ciertas o posibles, la evolución previsible
y las limitaciones resultantes, así como las posibilidades de mejoría que, verosímilmente, puedan resultar para el
receptor.
En caso de que los donantes y receptores no se opongan, la información será suministrada también a su grupo
familiar en el orden y condiciones previstos por el artículo 21 de la ley 24.193 y modificatoria.

Luego de asegurarse que la información ha sido comprendida por los sujetos destinatarios de la misma, dejarán a la
libre voluntad de cada uno de ellos la decisión que corresponda adoptar. Del cumplimiento de este requisito, de la
decisión del dador, de la del receptor y de la del representante legal cuando correspondiere, así como de la opinión
médica sobre los mencionados riesgos, secuelas, evolución, limitaciones y mejoría, tanto para el dador como para el
receptor, deberá quedar constancia documentada de acuerdo con la normativa a establecerse reglamentariamente.

De ser incapaz el receptor o el dador en el caso de transplante de médula ósea, la información prevista en este
artículo deberá ser dada, además, a su representante legal.
En los supuestos contemplados en el Título V el lapso entre la recepción de la información y la operación respectiva
no podrá ser inferior a CUARENTA Y OCHO (48) horas.

Tratándose del supuesto contemplado en el artículo 21, respecto de donantes cadavéricos, la información será
suministrada a las persona s que allí se enumeran, en las formas y condiciones que se describen en el presente
artículo, al solo efecto informativo”.

Declaración y revocación (15):

“(…) El consentimiento del dador o de su representante legal no puede ser sustituido ni complementado”. La solución
de la ley es correcta, pues la aptitud de dar órganos es materia atienente a la capacidad de derecho, por lo que la
incapacidad no puede suplirse por el representante legal.

“(…)puede ser revocado hasta el instante mismo de la intervención quirúrgica, mientras conserve capacidad para
expresar su voluntad, ante cuya falta la ablación no será practicada (…)”. La retractación del dador no genera
obligación de ninguna clase.

Trasplante de medula ósea (15):

“(…) En los supuestos de implantación de médula ósea, cualquier persona capaz mayor de dieciocho (18) años podrá
disponer ser dador sin las limitaciones de parentesco establecidas en el primer párrafo del presente artículo. Los
menores de dieciocho (18) años —previa autorización de su representante legal— podrán ser dadores sólo cuando
los vincule al receptor un parentesco de los mencionados en el citado precepto (…)”

El consentimiento de la persona capaz o su representante legal no pueden ser reemplazados por 3ros. Por lo
consagrado en el mismo articulo 15 “el consentimiento del dador no puede ser sustituido ni completado..” La solución
de la ley es correcta, pues la aptitud de dar órganos es materia atienente a la capacidad de derecho, por lo que la
incapacidad no puede suplirse por el representante legal.

Rivera destaca que existe incompatibilidad con lo expresado en el articulo y lo consagrado en el código, en lo
referido a que quien ha cumplido 16 años es considerado adulto en relación con su cuerpo.

“Trasplante domino”(18):

“Cuando por razones terapéuticas fuere imprescindible ablacionar a personas vivas órganos o materiales
anatómicos que pudieren ser implantados en otra persona, se aplicarán las disposiciones que rigen para los órganos
provenientes de cadáveres. La reglamentación determinará taxativamente los supuestos concretos a los que se
refiere el presente párrafo.
Cuando se efectúe un trasplante cardiopulmonar en bloque proveniente de dador cadavérico, la autoridad de
contralor podrá disponer del corazón del receptor para su asignación en los términos previstos en la presente ley”.
e) Los trasplantes de origen cadavérico: a) Cuestiones previas: el cadáver, concepto y naturaleza jurídica. La
disposición del cadáver propio y del ajeno: reglas generales.

El cadáver es el cuerpo de la persona una vez que ésta ha dejado de existir. Desde un punto de vista jurídico legal,
cabe que se lo conceptúe como un bien material, externo, de peculiares características, tutelado por los usos y
costumbres, la religión, la moral y el derecho positivo. En principio no es comerciable, aunque puede ser objeto de
algunas relaciones jurídicas y de limitados actos de disposición, a título gratuito, según hemos visto anteriormente.

Respecto de su naturaleza jurídica: Se ha discutido si el cuerpo humano una vez muerto se convierte o no en una
cosa, en sentido jurídico, disponible a título oneroso o gratuito. Diversas son las opiniones que han sido dadas:
1; muchos autores consideran que el cadáver es una cosa, aun cuando en principio debe estimarse que
esta fuera del comercio.

2; A esta tesis se replica que el cadáver como tal, carece de valor, por lo que no encuadraría en el concepto
de cosa. Sin embargo, el valor no necesariamente debe ser patrimonial o económico, en el caso, este dado por la
idoneidad para cumplir una finalidad social o humanitaria. Tal sucede con el cadáver cuando es dispuesto para la
donación de sus órganos a quienes lo necesiten, o para objeto de estudio.

3; Por lo demás, existen ciertos casos en los que, incluso, están sometidos a cierta comercialidad. El
cadáver ignoto, reducido al esqueleto, puede ser comercializado con finalidad de estudio o investigación. Es que,
como dice Cifuentes, en estos casos se produce la total independencia de esos restos con la personalidad del
muerto, lo que permite excepcionar la regla de la extracomercialidad del cadáver.

En consecuencia, con el alcance indicado, puede aceptarse que el cadáver es cosa, por regla general,
extracomercium.

Legitimación para disponer del cadáver: ART 61 CCC: “Exequias. La persona plenamente capaz puede disponer, por
cualquier forma, el modo y circunstancias de sus exequias e inhumación, así como la dación de todo o parte del
cadáver con fines terapéuticos, científicos, pedagógicos o de índole similar. Si la voluntad del fallecido no ha sido
expresada, o ésta no es presumida, la decisión corresponde al cónyuge, al conviviente y en su defecto a los parientes
según el orden sucesorio, quienes no pueden dar al cadáver un destino diferente al que habría dado el difunto de
haber podido expresar su voluntad”.

La persona puede, en vida, adoptar disposiciones sobre el destino a darse a su propio cuerpo una vez muerto. Con
respecto al propio cadáver, la persona tiene un derecho, de carácter personalísimo, sobre cosa futura, limitado por
los intereses públicos.

Cuando la persona fallecida no ha dejado instrucciones acerca de sus exequias, o el destino a dar a su cadáver, son
sus parientes más cercanos quienes deciden acerca de estos extremos; siendo claro que los más cercanos excluyen a
los más lejanos. La decisión de los parientes, además, debe conformarse a las creencias religiosas del fallecido, y no
contrariar los usos y costumbres corrientes sobre sepulturas y custodia de cadáveres.

b) Disposiciones sobre el propio cuerpo post mortem: alternativas.

LEY 26.066 ART 19: “Toda persona podrá en forma expresa:


1- manifestar su voluntad negativa o afirmativa a la ablación de los órganos o tejidos de su propio cuerpo.
2- restringir de un modo específico su voluntad afirmativa de ablación a determinados órganos y tejidos.
3- Condicionar la finalidad de la voluntad afirmativa de ablación a alguno o algunos de los fines previstos en esta ley
(implante en seres humanos vivos o con fines de estudio o investigación).”

c) La cuestión del consentimiento. El consentimiento presunto: la regla general. Su operatividad ante los casos de
muerte natural y de muerte violenta.
ART 61 CCC: En primer lugar se tendrá en cuenta la voluntad expresa o presumida del donante. Si ella no fue
expresada, la decisión la podrá tomar:
1- el cónyuge.
2- el conviviente.
3- los parientes según el orden sucesorio (en su defecto).

Prohibición especial: no pueden dar al cadáver un destino diferente al que habría dado el difunto de haber podido
expresar su voluntad.

Consentimiento presunto: regla general art 19 bis

El articulo 19 bis de la ley 24.193 establece “la ablación de órganos podrá efectuarse respecto de toda persona
mayor de 18 años, que no haya dejado constancia expresa de su oposición a que después de su muerte se realice la
extracción de órganos o tejidos, la que será respetada cualquiera sea la forma en que la hubiere manifestado”

Por lo que el PRINCIPIO es que salvo que hubiere manifestación expresa en sentido contrario, estarán disponibles
para la ablación e implante los órganos y tejidos de toda persona mayor de 18 años que no tuviera deficiencias en su
entendimiento.

Sin embargo, el artículo 20 de la misma ley, establece que todo funcionario del Registro del Estado Civil y Capacidad
de las personas estará obligado a recabar de las personas capaces y mayores de 18 años, que concurran a dicho
organismo a realizar cualquier trámite a que expresen su voluntad sobre la materia. La respuesta ante la negativa a
expresarla deberá ser asentada en el documento nacional de identidad de declarante.

Su operatividad ante los casos de muerte natural:

LEY 26.066 ART 21: “En caso de muerte natural, y no existiendo manifestación expresa del difunto, deberá
requerirse de las siguientes personas, en el orden en que se las enumera siempre que estuviesen en pleno uso de sus
facultades mentales, testimonio sobre la última voluntad del causante, respecto a la ablación de sus órganos y/o a la
finalidad de la misma.
a) El cónyuge no divorciado que convivía con el fallecido, o la persona que sin ser su cónyuge convivía con el fallecido
en relación de tipo conyugal no menos antigua de TRES (3) años, en forma continua e ininterrumpida;
b) Cualquiera de los hijos mayores de DIECIOCHO (18) años;
c) Cualquiera de los padres;
d) Cualquiera de los hermanos mayores de DIECIOCHO (18) años;
e) Cualquiera de los nietos mayores de DIECIOCHO (18) años;
f) Cualquiera de los abuelos;
g) Cualquier pariente consanguíneo hasta el cuarto grado inclusive;
h) Cualquier pariente por afinidad hasta el segundo grado inclusive;
i) El representante legal, tutor o curador;”

Conforme la enumeración establecida precedentemente y respetando el orden que allí se establece, las personas
que testimonien o den cuenta de la última voluntad del causante que se encuentren en orden más próximo excluyen
el testimonio de las que se encuentren en un orden inferior. En caso de resultar contradicciones en los testimonios
de las personas que se encuentren en el mismo orden, se estará a lo establecido en el artículo 19 bis.
La relación con el causante y el testimonio de su última voluntad, serán acreditados, a falta de otra prueba, mediante
declaración jurada, la que tendrá carácter de instrumento público, debiendo acompañarse dentro de las CUARENTA
Y OCHO (48) horas la: documentación respectiva, cuando correspondiere”.

La ablación de menores.

ART 19 TER LEY 24.193: “En caso de fallecimiento de menores de DIECIOCHO (18) años, no emancipados, sus padres
o su representante legal, exclusivamente, podrán autorizar la ablación de sus órganos o tejidos especificando los
alcances de la misma.
El vínculo familiar o la representación que se invoque será acreditado, a falta de otra prueba, mediante declaración
jurada, la que tendrá carácter de instrumento público, debiendo acompañarse dentro de las CUARENTA Y OCHO (48)
horas la documentación respectiva.
La falta de consentimiento de alguno de los padres eliminará la posibilidad de autorizar la ablación en el cadáver del
menor.
En ausencia de las personas mencionadas precedentemente, se dará intervención al Ministerio Pupilar, quien podrá
autorizar la ablación”.

Casos de muerte violenta.

ART 22 LEY 24.193: “En caso de muerte violenta la autoridad competente adoptará los recaudos tendientes a ubicar
a las personas enumeradas en el artículo anterior a efectos que los mismos den cuenta o testimonien la última
voluntad del causante, debiendo dejar debidamente acreditada la constancia de los medios y mecanismos utilizados
para la notificación en tiempo y forma a los familiares a efectos de testimoniar o dar cuenta de la última voluntad del
presunto donante.
El juez que entiende en la causa ordenará en el lapso de SEIS (6) horas a partir del fallecimiento la intervención del
médico forense, policial o quien cumpla tal función, a fin de dictaminar si los órganos o tejidos que resulten aptos
para ablacionar no afectarán el examen autopsiano.
Aun existiendo autorización expresa del causante o el testimonio referido en el artículo 21 dentro de las SEIS (6)
horas de producido el deceso, el juez informará al Instituto Nacional Central Unico Coordinador de Ablación e
Implante (INCUCAI) o al organismo jurisdiccional correspondiente la autorización para llevar a cabo la realización de
la ablación, a través de resolución judicial fundada, con especificación de los órganos o tejidos autorizados a
ablacionar de conformidad con lo dictaminado por el mismo forense.
Una negativa del magistrado interviniente para autorizar la realización de la ablación deberá estar justificada
conforme los requisitos exigidos en la presente ley.
En el supuesto de duda sobre la existencia de autorización expresa del causante el juez podrá requerir del Instituto
Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI) o del organismo jurisdiccional
correspondiente los informes que estime menester”.

d) Los trasplantes y la muerte: su configuración.

ART 23 LEY 24.193: “El fallecimiento de una persona se considerará tal cuando se verifiquen de modo acumulativo
los siguientes signos, que deberán persistir ininterrumpidamente seis (6) horas después de su constatación conjunta:

a) Ausencia irreversible de respuesta cerebral, con pérdida absoluta de conciencia;


b) Ausencia de respiración espontánea;
c) Ausencia de reflejos cefálicos y constatación de pupilas fijas no reactivas;
d) Inactividad encefálica corroborada por medios técnicos y/o instrumentales adecuados a las diversas situaciones
clínicas, cuya nómina será periódicamente actualizada por el Ministerio de Salud y Acción Social con el
asesoramiento del Instituto Nacional Central Unico Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI).
La verificación de los signos referidos en el inciso d) no será necesaria en caso de paro cardiorespiratorio total e
irreversible”.

f) los trasplantes y las prohibiciones: enunciación de los distintos supuestos.

ART 27 LEY 24.193: “Queda prohibida la realización de todo tipo de ablación cuando la misma pretenda practicarse:

a) Sin que se haya dado cumplimiento a los requisitos y previsiones de la presente ley;
b) Sobre el cadáver de quien expresamente se hubiere manifestado en contrario para la ablación o en su caso, del
órgano u órganos respecto de los cuales se hubiese negado la ablación, como asimismo cuando se pretendieren
utilizar los órganos o tejidos con fines distintos a los autorizados por el causante. A tales fines se considerará que
existe manifestación expresa en contrario cuando mediare el supuesto del artículo 21 de la presente ley.
c) Sobre cadáveres de pacientes que hubieren estado internados en institutos neuropsiquiátricos;
d) Sobre el cadáver de una mujer en edad gestacional, sin que se hubiere verificado previamente la inexistencia de
embarazo en curso;
e) Por el profesional que haya atendido y tratado al fallecido durante su última enfermedad, y por los profesionales
médicos que diagnosticaron su muerte.
Asimismo, quedan prohibidos;
f) Toda contraprestación u otro beneficio por la dación de órganos o materiales anatómicos, en vida o para después
de la muerte, y la intermediación con fines de lucro;
g) La inducción o coacción al dador para dar una respuesta afirmativa respecto a la dación de órganos.
El consejo médico acerca de la utilidad de la dación de un órgano o tejido, no será considerado como una forma de
inducción o coacción;
h) Los anuncios o publicidad en relación con las actividades mencionadas en esta ley, sin previa autorización de la
autoridad competente, conforme a lo que establezca la reglamentación”.

C- LA PERSONALIDAD ESPIRITUAL: a) Los derechos sobre la personalidad espiritual: los bienes jurídicos protegidos.

Los bienes jurídicos que se protegen con los derechos sobre la personalidad espiritual son:
·El derecho a la intimidad.
·El derecho al honor.
·El derecho de respuesta.
·El derecho a la imagen.
·El derecho a la identidad personal.

El artículo es la base de todos los derechos personalísimos, salvo el derecho a la imagen (que se encuentra en el art
53), todos están enumerados en este artículo.
El código no define a los derechos sobre la personalidad espiritual, por eso hay diferencias doctrinarias al respecto.
Son derechos fundamentales para las personas, por eso su interpretación debe ser lo más amplia posible.

1.1) El derecho a la intimidad. a) Noción de intimidad y del derecho a la intimidad.

Se entiende por intimidad el ámbito comúnmente reservado de la vida, las acciones, de los asuntos, de los
sentimientos, creencias y afecciones de un individuo o de una familia.

El derecho a la intimidad es el que garantiza a su titular el desenvolvimiento de s vida y de su conducta dentro de


aquel ámbito privado, sin injerencias ni intromisiones que puedan provenir de la autoridad de terceros, en tanto
dicha conducta no ofenda al orden público y a la moral pública, ni perjudique a otras personas.

b) Sus caracteres: consideración:

El derecho a la intimidad es uno de los derechos personalísimos que tienen por titular al ser humano. Participa de la
naturaleza jurídica y de los caracteres que a ellos distinguen.

Este derecho presenta algunas peculiaridades que han sido puntualizadas por la doctrina contemporánea. Ellas son
las facultades de exclusión y de autoconfiguración. El primero de esos caracteres es que el derecho a la intimidad
concede a su titular una facultad de exclusión, de la atribución de excluir a terceros de la intromisión en aquello que
constituye la zona nuclear de la personalidad que constituye lo privado, lo reservado, lo íntimo. Esa zona nuclear de
la personalidad es autoconfigurada por el sujeto; a él le corresponde un poder definidor del ámbito protegido de su
intimidad, manteniendo con sus propios actos una mayor o menor reserva, según su particular idiosincrasia,
necesidades o aspiraciones.
c) Los ámbitos tutelados por este derecho: enunciación y referencia a los mismos.

El CCyC no define la intimidad o privacidad. Tampoco lo hacen los documentos internacionales. De allí ha sido
preocupación de la doctrina y labor de la jurisprudencia ir definiendo cuáles son los ámbitos de la vida privada que
están protegidos por este derecho y cuáles son sus límites. Se entiende que la intimidad protege:

a) Secreto o reserva de los actos de la vida privada: como atribución de excluir la intromisión de los terceros de la
zona nuclear de personalidad que implica lo íntimo, lo privado.
Involucra la vida personal, profesional, y la de los familiares del sujeto; ya que la vida privada está dada
fundamentalmente por la intimidad del alma y del cuerpo.

b) El secreto de la correspondencia: (correspondencia epistolar y papeles privados)


·Ley 11.723:
Art. 31: “El retrato fotográfico de una persona no puede ser puesto en el comercio sin el consentimiento expreso de
la persona misma y muerta ésta, de su cónyuge e hijos o descendientes directos de éstos, o en su defecto, del padre
o de la madre. Faltando el cónyuge, los hijos, el padre o la madre, o los descendientes directos de los hijos, la
publicación es libre.”
Art. 32: “El derecho de publicar las cartas pertenece al autor. Después de la muerte del autor es necesario el
consentimiento de las personas mencionadas en el artículo que antecede y en el orden ahí indicado”.
El tema que ha adquirido trascendencia es el relativo a la seguridad y privacidad de otros medios de comunicación,
particularmente los de comunicaciones telefónicas, las cuales pueden ser interceptadas, escuchadas y grabadas con
cierta facilidad. Los criterios generalizados en la legislación y jurisprudencia de casi todos los países occidentales, es
que la escucha y registración sólo puede ser dispuesta por un juez, con la finalidad de la pesquisa de un delito
específico y grave; y sólo puede ser usada para investigar y eventualmente usar como prueba de la comisión de ese
delito. En el ámbito civil, la utilización como prueba de grabaciones no autorizadas ni consentidas debe ser
rechazada.

c) La privacidad del domicilio: se configura por el solo hecho de ingresar al domicilio sin autorización del propietario
o de su morador. No refiere solo a la vivienda, sino a todo espacio cuyo uso y/o propiedad sea de un particular.

d) Derecho al nombre:
El nombre es atributo de la personalidad que puede ser objeto de derechos subjetivos privados, aunque limitados en
su ejercicio. Se ha considerado que a través del nombre puede atentarse contra la intimidad de una persona, como
en el caso en que fuese revelado el nombre auténtico que corresponda a un seudónimo por el que es conocida
aquélla.
ART 62 CCC: “Derecho y deber. La persona humana tiene el derecho y el deber de usar el prenombre y el apellido
que le corresponden”.
Y artículos siguientes (remitirse a la BOLILLA 5)

e) Derecho a la imagen: Se ha discutido si este derecho constituye o no un mero aspecto del derecho a la intimidad y
del honor. Los caracteres jurisprudenciales actuales consideran que la mera captación de la imagen o su difusión y
publicidad no autorizadas, constituyen atentados al derecho a la imagen sin que sea necesario demostrar que de ese
modo se afecta el honor o la reserva del sujeto (el CCC lo separa tratándolo en un artículo diferente a los derechos
de la personalidad espiritual)

f) Derecho al secreto profesional: Como lo expusimos anteriormente el confidente tiene derecho a que aquel que
haya recibido la confidencia la mantenga en secreto. El que la ha recibido tiene el deber de guardar reserva de ella y,
a la vez, tiene el derecho de escudarse en ello para eximirse de poner la confidencia en conocimiento de terceros. La
obligación de secreto comprende a abogados, médicos, sacerdotes, e incluso, a los bancos
d) Los límites a este derecho: consideración de los distintos supuestos. El caso particular del derecho a la intimidad
y la libertad de prensa: la jurisprudencia.

La privacidad se encuentra en una suerte de conflicto permanente con la libertad de prensa y de información, con la
crónica histórica, el humor, la caricatura. La jurisprudencia ha fijado algunos criterios.

Derecho a la intimidad y libertad de prensa: el CCyC no se refiere a esta cuestión, pero se exponen los criterios que la
CSN dio en el tiempo.

- Todas las personas gozan de derecho a la intimidad. Todos los sujetos gozan del derecho a la vida privada; la sola
notoriedad no autoriza a la prensa a invadir cierto ámbito de reserva que debe ser reconocido a todo hombre. Así se
reconoció en el caso Ponzetti de Balbín, agregando que sólo es admisible la intromisión en la privacidad cuando lo
justifiquen intereses públicos prevalecientes.

- La libertad de prensa no es un derecho absoluto. En el caso Ponzetti de Balbín se atribuía responsabilidad a una
revista de actualidades que había publicado una foto del político cuando estaba en terapia intensiva. Después de su
muerte, su viuda e hijo demandaron a la editorial, la que se defendió invocando la libertad de prensa e información.
La CSN admitió la demandan, afirmando que la libertad de prensa no es un derecho absoluto sólo en un aspecto: el
no estar sometida a censura previa. Su ejercicio puede irrogar responsabilidades, ello sucede cuando se abusa del
derecho de informar.

Límites establecidos por:


-Constitución Nacional: devienen del articulo 19
·las acciones privadas de los hombres que de ningún modo perjudiquen a un tercero y
·Que no ofenda el orden y la moral pública.

-Corte Suprema de Justicia de La Nación: dicto en 1984 un leading case “Ponzetti de Balbín c/ Editorial Atlántida,
donde afirmo que:
·Una revista de actualidades publicó en su portada una fotografía de un líder político cuando se encontraba
internado en la sala de cuidados intensivos de un sanatorio. Luego de su fallecimiento, su viuda y su hijo demandan a
la editorial, la que se defendió invocando la libertad de prensa e información.
·La Corte Suprema de la Nación admitió la demanda, afirmando que la libertad de prensa es un derecho absoluto
sólo en un aspecto: el no estar sometida a censura previa. Pero su ejercicio puede naturalmente irrogar
responsabilidades, y ello sucede cuando se abusa del derecho de informar, como había sucedido en el caso.
·El Tribunal sostuvo también que todas las personas tienen derecho a la vida privada, y que sólo es admisible la
intromisión en ella cuando lo justifiquen intereses públicos prevalecientes, como la persecución del crimen, tutela de
la s-alud o defensa de las buenas costumbres.

-IX Jornadas Nacionales de Derecho Civil: declararon que es legítima la intromisión que tenga por objeto defender o
garantizar un interés público prevaleciente, como puede ser la persecución del crimen, la tutela de la salud o la
defensa de las buenas costumbres.

1.1.1) El derecho a la intimidad en el derecho argentino: a) Su reconocimiento constitucional.

El art. 19 de la CN establece que “las acciones privadas de los hombres que de ningún modo ofendan al orden y a la
moral pública, ni perjudique a un tercero, están sólo reservadas a Dios y exentas de la autoridad de los magistrados”.
Esta norma consagra el amparo de la intimidad de las personas e implica poner límites a las atribuciones de los
poderes del Estado, en referencia a las conductas que dichas personas desarrollen dentro de la esfera privada y sin
traspasar los límites que la mencionada norma prefija. El art. 19 consagra el principio de autonomía personal, uno de
los pilares de la filosofía liberal de la CN. El art. 18 de la CN preceptúa que el domicilio es inviolable, así como la
correspondencia epistolar y los papeles privados y que una ley determinará en qué casos y con qué justificativos
podrá procederse a su allanamiento y ocupación. La doctrina ha sostenido que el orden constitucional el concepto
de domicilio es muy amplio y que la norma sobre la inviolabilidad de la correspondencia implica proteger el secreto
de toda expresión privada de ideas.

b) El Código Civil: el artículo 1770 y su análisis.

El art. 52 no define el derecho a la intimidad, así como tampoco precisa los contenidos del derecho al honor o la
reputación ni a la identidad. Resulta suficiente con que una norma abierta se limite a enumerar de manera no
taxativa ciertos derechos y a consagrar de manera explícita cuáles eran las acciones que podría ejercer el titular
afectado. Ello queda desvirtuado con el art. 1770, porque se produce una superposición injustificada entre ambos
artículos:

o El art. 52 alude a la intimidad personal y familiar, el art. 1770 no contiene previsión alguna relativa a la
intimidad familiar.
o El art. 52 alude a la prevención y a la reparación, el art. 1770 no menciona la prevención.
o El art. 52 no requiere que la afectación a la intimidad sea arbitraria, el art. 1770 mantiene este requisito
calificador de conducta antijurídica cuya supresión se propicia desde hace 20 años.

Artículo 1770: Protección de la vida privada. El que arbitrariamente se entromete en la vida ajena y publica retratos,
difunde correspondencia, mortifica a otros en sus costumbres o sentimientos, o perturba de cualquier modo su
intimidad, debe ser obligado a cesar en tales actividades, si antes no cesaron, y a pagar una indemnización que debe
fijar el juez, de acuerdo con las circunstancias. Además, a pedido del agraviado, puede ordenarse la publicación de la
sentencia en un diario o periódico del lugar, si esta medida es procedente para una adecuada reparación.

Explicación del art. 1770. El hecho que da lugar a la protección legal es el entrometimiento arbitrario en la vida ajena
que perturbe de cualquier modo su intimidad. El entrometimiento es la acción de quien se introduce o penetra
donde no es llamado, interfiriendo en el ámbito privado ajeno. No es sancionable cuando la interferencia es
solicitada o consentida por el propio sujeto que la sufre, o por quien tenga autoridad legítima sobre este último.

La arbitrariedad implica que la acción de entrometimiento ha sido realizada “sin derecho”.

El entrometimiento arbitrario puede asumir formas diversas. Todas ellas son alcanzadas por la norma legal, lo cual se
desprende de la frase “perturbando de cualquier modo” la intimidad de otro, frase que autoriza a interpretar que las
enunciaciones que dicha norma contiene han sido formuladas con carácter de ejemplo. Queda librada a la labor
interpretativa de los jueces determinar, con arreglo a las circunstancias de cada caso, si la conducta que se imputa
constituye o no una perturbación encuadrable dentro de las previsiones de la ley. Para ello, se tendrán en cuenta
cuáles son las materias tuteladas y la facultad de autoconfiguración de la zona de reserva.

La protección frente a la conducta de quien se entromete en la vida privada de otro se manifiestan en:

o La prevención: el art. 52 del CCyC dice que la persona humana lesionada en su intimidad puede reclamar la
“prevención y reparación” de los daños sufridos. Ello es coherente con el art. 43 de la CN (pág. 39). No autoriza
ninguna forma de censura previa.
o El cese de la actividad perturbadora: podrá ser decretada antes que ésta o antes de deducida la demanda,
como medida cautelar, siempre que se cumplan las condiciones y requisitos exigidos por la ley procesal.
o La reparación de los daños y perjuicios: se ajustará a las disposiciones del CCyC en materia de daño
indemnizable.
o La publicación de la sentencia: conforme lo que dice el art. 1770 del CCyC.

Todas las personas físicas son titulares del derecho a la vida privada, donde la intromisión solo es legítima cuando
responde a un interés público prevaleciente.

c) Los sujetos titulares y pasivos: distintos casos.


Titulares o legitimados para reclamar la prevención o reparación del daño:
·Personas físicas o personajes: Todas las personas físicas son titulares del derecho a la vida privada; aun las que
tienen trascendencia pública, artistas, deportistas, etcétera, de donde la intromisión sólo es legítima cuando
responde a un interés público prevaleciente.
La regla es que los hombres públicos tienen también un ámbito o esfera de su vida privada que debe quedar ajeno a
las intromisiones de la prensa o de terceros. Sin embargo, existe muchas veces u n interés general en destacar
algunas conductas o hechos desarrollados por dichos hombres, lo cual justifica la limitación excepcional que se ha
dejado expuesta.

- Niños, niñas y adolescentes. La ley 26.061 reconoce el derecho de los niños, niñas y adolescentes a su
dignidad, persona, intimidad e imagen. En su art. 22 dice que los niños, niñas y adolescentes tienen derecho
a ser respetados en su dignidad, reputación y propia imagen. Se prohíbe exponer, difundir o divulgar datos,
informaciones o imágenes que permitan identificar, directa o indirectamente a los sujetos de esta ley, a
través de cualquier medio de comunicación o publicación en contra de su voluntad y la de sus padres,
representantes legales o responsables, cuando se lesionen su dignidad o la reputación de las niñas, niños y
adolescentes o que constituyan injerencias arbitrarias o ilegales en su vida privada o intimidad familiar.

·Personas fallecidas: No existe uniformidad en la doctrina acerca de si las personas gozan o no del derecho a la
intimidad. Rivera sostiene que los derechos personalísimos son vitalicios, por lo que se extinguen con la muerte de
su titular, incluido el derecho a la intimidad. Consecuentemente, el ejercicio de las acciones por parte de sus
descendientes de personas fallecidas requiere la prueba de la lesión de sus propios derechos.
·Personas jurídicas: las personas jurídicas no tienen derecho a la vida privada. La protección del secreto de la
correspondencia, las deliberaciones y decisiones de los órganos de su gobierno, lo mismo que el derecho de reserva
de sus actividades, no constituye una protección a los derechos de la personalidad.

El CCC no establece quienes son los titulares del derecho, es una creación doctrinaria.

Sujeto pasivo: En cuanto al sujeto pasible de sanción legal, es toda persona que, arbitrariamente, haya ejecutado el
acto o hecho perturbador de la intimidad ajena, obrando con discernimiento, intención y libertad. Si el autor
responsable fuere una persona dependiente, la responsabilidad se extendería también al principal. En esta hipótesis
cabe atribuir responsabilidad incluso, a las personas jurídicas y a las sociedades.

d) Las sanciones: sus clases.

Quien infringe el derecho a la intimidad, debe:


1- a) Cesar en la intromisión (podría ordenarse por via cautelar).
b) No reiterarla si ya hubiere cesado.
2- Pagar una indemnización:
·Antes: equitativa fijada por el juez (de acuerdo a las circunstancias del caso. Era una indemnización limitativa
porque había que considerar la situación de la víctima y del victimario).
·Nuevo CCC: Se fijara de acuerdo a las circunstancias, es decir, es una indemnización comprensiva del daño
patrimonial y moral, no es necesario tener en cuenta la equidad.
3- Si el agraviado lo solicita, publicar la sentencia en un diario o periódico del lugar.
4- El derecho a réplica, rectificación o respuesta.

e) La informática y la intimidad: el planteo de la cuestión y el derecho personalísimo al dato personal. El “habeas


data”: noción. La ley 25.326 de Protección de Datos Personales: breve noción y reseña.

La informática y la intimidad: La informática es la disciplina que se basa en el empleo de diversas técnicas


enderezadas al tratamiento racional y automatizado de la información, las cuales incluyen la utilización de
computadoras, calculadoras y otros dispositivos, y están orientadas por una actitud característica en los
procedimientos para la recepción, registro, procesamiento, conservación, uso y transmisión de datos, conocimientos
y comunicaciones de que se trate.
El uso indebido de la misma puede causar un grave menoscabo y ataque al derecho a la intimidad. La amenaza y la
lesión no sólo pueden provenir del mal uso que se haga de la informática propiamente dicha, sino igualmente de la
divulgación reprobable, desviada de sus genuinos fines, que se realice de la información en sentido común, es decir,
de la obtenida sin el empleo de las técnicas que caracterizan el sistema típico de la informática.

De acuerdo con lo que venimos expresando, la utilización desviada de los sistemas informáticos puede generar
responsabilidad civil. Los presupuestos de esta responsabilidad son los siguientes:
-conducta antijurídica: incorporación de datos a un sistema sin consentimiento del interesado; utilización de datos
para otros fines que aquéllos para los que fueron dados, particularmente su suministración a terceros sin
autorización del interesado; no actualización o eliminación de datos ante la solicitud del interesado; utilización de
información no veraz o falseada;
-factor de atribución: normalmente ha de ser u n factor subjetivo (culpa o dolo).
Los demás recaudos de la responsabilidad son los ordinarios; es decir que debe haberse producido un daño que
tenga adecuada relación de causalidad con la conducta ilícita.

Derecho personalísimo al dato personal: conforma un derecho personalísimo, diferente a los nombrados
anteriormente, protegido por el habeas data.

El habeas data: Es una de las garantías previstas en el ART 43 de la Constitución Nacional.


3º párrafo ART 43 CN: “Toda persona podrá interponer esta acción para tomar conocimiento de los datos a ella
referidos y de su finalidad, que consten en registros o bancos de datos públicos, o los privados destinados a proveer
informes, y en caso de falsedad o discriminación, para exigir la supresión, rectificación, confidencialidad o
actualización de aquéllos. No podrá afectarse el secreto de las fuentes de información periodística”.

Ley 25.326 de Protección de Datos Personales:


·ART 1: “La presente ley tiene por objeto la protección integral de los datos personales asentados en archivos,
registros, bancos de datos, u otros medios técnicos de tratamientos de datos, sean estos públicos, o privados
destinados a dar informes, para garantizar el derecho al honor y a la intimidad de las personas, así como también el
acceso a la información que sobre las mismas se registre, de conformidad a lo establecido en el artículo 43, párrafo
tercero de la Constitución Nacional.
Las disposiciones de la presente ley también serán aplicables, en cuanto resulte pertinente, a los datos relativos a
personas de existencia ideal.
En ningún caso se podrán afectar la base de datos ni las fuentes de información periodísticas”.
·ART 6: “Cuando se recaben datos personales se deberá informar previamente a sus titulares en forma expresa y
clara:
a- la finalidad para la que serán tratados y quienes pueden ser sus destinatarios o clase de destinatarios.
b- la existencia del archivo, registro, banco de datos, electrónico o de cualquier otro tipo de que se trate y la
identidad y domicilio de su responsable.
c- el carácter obligatorio o facultativo de las respuestas al cuestionario que se le proponga, en especial en cuanto a
los datos referidos en el artículo siguiente.
d- las consecuencias de proporcionar los datos, de la negativa a hacerlo o de la inexactitud de los mismos.
e- La posibilidad del interesado de ejercer los derechos de acceso, rectificación y supresión de los datos”.
·ART 7: “
1- Ninguna persona puede ser obligada a proporcionar datos sensibles.
2- Los datos sensibles solo pueden ser recolectados y objeto de tratamiento cuando medien razones de interés
general autorizadas por ley. También podrán ser tratados con finalidades estadísticas o científicas cuando no puedan
ser identificados sus titulares.
3- Queda prohibida la formación de archivos, bancos o registros que almacenen información que directa o
indirectamente revele datos sensibles. Sin perjuicio de ello, la iglesia católica, las asociaciones religiosas y las
organizaciones políticas y sindicales podrán llevar un registro de sus miembros.
4- Los datos relativos a antecedentes penales o contravenciones solo pueden ser objeto de tratamiento por parte de
las autoridades públicas competentes, en el marco de las leyes y reglamentaciones respectivas”.
Los datos sensibles son los que la ley prohíbe dar a conocer. Ellos son los que revelan el origen racial y étnico,
opiniones políticas, convicciones religiosas, filosóficas o morales, afiliación sindical e información referente a la salud
o a la vida sexual.
La excepción son los datos relativos a antecedentes penales o contravencionales”.

1.2) El derecho al honor: a) Concepto de honor y aspectos del mismo. Su vinculación con el derecho a la intimidad:
importancia.

El honor comprende dos aspectos: la autovaloración, el íntimo sentimiento que cada persona tiene de la propia
dignidad y la de su familia, al margen de sus defectos y flaquezas; el otro es que el buen nombre y la buena
reputación objetivamente adquiridos por la virtud y el mérito de la persona o familia de que se trate, dentro del
marco de sociabilidad del ser humano.

El CCyC no contiene un plexo normativo destinado a la protección del derecho personalísimo al honor. Se limita a la
regla general del art. 52 que refiere a la honra y reputación, y al art. 1771 que contempla la hipótesis particular de la
“acusación calumniosa”. La cesación y reparación de las afectaciones al honor quedan comprendidas en las reglas
generales de responsabilidad civil y en la regla particular del art. 1770 que es extensivo a la protección de este
derecho personalísimo.

Como la libertad de prensa se enfrenta a veces con el derecho a la intimidad de la personas, muchas más son las
ocasiones en que resulta vehículo propicio para la afectación del honor de las personas. La CSN ha elaborado una
serie de criterios para la atribución de responsabilidad a los medios de prensa con motivo de violaciones al honor de
las personas.

 Todos los derechos reconocidos en la CN tienen un mismo nivel o jerarquía, por lo que, en una situación de
conflicto en casos concretos, ellos deben ser resueltos conforme a las circunstancias de cada uno.
 La garantía de la libertad de prensa se extiende a la prensa escrita y analógica.
 Se puede abusar del derecho a la libertad de prensa, lo que compromete la responsabilidad del órgano o
medio de prensa.
 La prensa tiene un deber genérico de veracidad, todos los habitantes son tutelares del derecho a la
información.
 La noticia debe ser veraz y actual, debe tener cierto interés general y no debe ser distorsionada.
 Cuando hay noticias que ofenden el honor de una persona, el órgano o medio de prensa se exime de
responsabilidad indicando la fuente de la noticia, usando un verbo potencial u omitiendo el nombre de los
involucrados (caso Campillay).
 Los medios de prensa no son responsables por la difusión de una noticia falsa o inexacta cuando atribuyen la
noticia a una fuente identificable y transcriben en forma sustancialmente fiel a lo manifestado.
 Finalmente, la Corte también ha resuelto que no basta con usar un tiempo verbal potencial, si todo el
articulo esta escrito de manera asertiva y no contejural.

b) Su tutela legal.

ART 52 CCC: Lo enumera con los demás derechos personalísimos.

ART 1771 CCC: “Acusación calumniosa. En los daños causados por una acusación calumniosa sólo se responde por
dolo o culpa grave. El denunciante o querellante responde por los daños derivados de la falsedad de la denuncia o de
la querella si se prueba que no tenía razones justificables para creer que el damnificado estaba implicado”.
Esta norma trata la cuestión de la acusación calumniosa, en la que solo se responde por dolo o culpa grave, es decir,
no basta la mera acusación calumniosa. Por lo tanto restringe el factor de atribución de responsabilidad en el ámbito
subjetivo.

Entre los daños por los que se responde puede incluirse:


a- la ganancia apreciable en dinero: si el daño provoca la imposibilidad de percibir un dinero que se estaba ganando.

b- el daño emergente: fastos ocasionados a raíz de la acusación.


c- los gastos de defensa en juicio (la tasa de justicia).
d- El daño moral o psicológico.

c) El honor de las personas jurídicas: la cuestión.

La cuestión de si las personas jurídicas tienen honor y si ellas pueden ser agraviadas en ese derecho teniendo una
acción para recamar indemnización ha sido largamente tratada en el derecho argentino y en el comparado. La
cuestión fue resuelta por la CSN, la que, interpretando el derecho vigente, concluyó y sentó como doctrina que no
cabe una reparación del daño moral a favor de una sociedad, su capacidad jurídica está limitada por el principio de
especialidad y que su finalidad propia es la obtención de ganancias, todo aquello que pueda afectar su prestigio,
nombre comercial o disminuyen los beneficios.

La jurisprudencia de la CSN se refiere a las sociedades y la doctrina ha formulado una distinción, advirtiendo que en
las entidades no lucrativas la afectación de su buen nombre o reputación puede no traducirse en la pérdida de
ganancias i beneficios. La afectación de la reputación de una persona jurídica tiene aptitud para causarle un daño
material. El tema se centra en la prueba de ese daño. Una conducta que afecte la reputación, fama, buen nombre,
prestigio, confianza pública, crédito está privando o afectando un elemento valioso en el sentido de productor de
crédito económico.

1.2.1) El derecho de respuesta: a) Concepto.

El derecho de respuesta atañe a toda persona que ha sido afectada en su personalidad como consecuencia de una
noticia falsa, inexacta o desnaturalizada, inserta en un medio de prensa periódico, para hacer difundir por el mismo
medio su versión de los hechos que dieron motivo a la noticia o comentario. El derecho de respuesta aparece como
un medio de reparación del daño que se puede haber causado mediante la emisión de una noticia falsa, inexacta o
desnaturalizada en cualquier tipo de medio de prensa periódico e incluso aparece como un medio de tutela
anticipada.

El derecho de rectificación o respuesta está previsto en el art. 14 de la Convención Americana de Derechos


Humanos.

b) Su recepción en el derecho argentino: el pacto de san José de costa rica. El marco legislativo nacional: noción.
La cuestión de su constitucionalidad: estado actual.

Pacto de San José de Costa Rica:


·ART 14: “Derecho de rectificación o respuesta.
1°. Toda persona afectada por informaciones inexactas o agraviantes emitidas en su perjuicio a través de medios de
difusión legalmente reglamentados y que se dirijan al público en general, tiene derecho a efectuar por el mismo
órgano de difusión su rectificación o respuesta en las condiciones que establezca la ley.
2°. En ningún caso la rectificación o la respuesta eximirán de otras responsabilidades legales en que se hubiese
incurrido.
3°. Para la efectiva protección de la honra y la reputación, toda publicación o empresa periodística, cinematográfica,
de radio o televisión tendrá una persona responsable que no esté protegida por inmunidades ni disponga de fuero
especial”.
Requisitos para la trascendencia:
1- Publicación de una información inexacta, falsa o desnaturalizada: En primer lugar debe tratarse de una
información o noticia, referida a hechos acontecidos; es decir que no existe derecho de réplica o respuesta con
relación a la crítica, ni ante la expresión de opiniones o juicios de valor de cualquier tipo.
2- Debe causar agravio a la dignidad personal.
3-Debe haber sido difundida por un órgano de prensa periódico: que tenga cierta periodicidad que admita la difusión
de la respuesta en condiciones análogas a la manera en que fue publicada la noticia agravian 4- No requiere la
culpa o el dolo del órgano de prensa.
5-Procede también en beneficio de las personas jurídicas: Éste es un derecho generalmente reconocido en favor de
las personas físicas y jurídicas, pues si bien suele no ser admitido que éstas tengan "intimidad" y "honor" en el
mismo sentido que las personas físicas, pueden si sufrir serios daños por la publicación de noticias falsas, inexactas o
desnaturalizadas.
6- No obsta a su ejercicio que el agraviado disponga de otras acciones judiciales.
7- El agraviado podrá ejercer las acciones indemnizatorias que correspondan.

Su constitucionalidad:
Pese a las recomendaciones de juristas, expresadas en congresos y jornadas, proyectos nacionales y el
reconocimiento explícito y generalizado del derecho público provincial, algunas opiniones, generalmente no
científicas, cuestionan la constitucionalidad de este derecho, por considerarse que podría afectar la libertad de
prensa; para ello se invoca que el artículo 32, de la Constitución Nacional, veda dictar leyes que restrinjan la libertad
de imprenta o establezcan sobre ella la jurisdicción federal.
Para Rivera nada empece para el dictado de una ley nacional que regule este derecho de respuesta, si se lo
encuadra, como corresponde, como medio de defensa de los derechos de la personalidad, pues en ese caso estamos
en el ámbito del derecho común, materia propia del Congreso Nacional.

El Pacto de San José de Costa Rica, a partir de la reforma constitucional de 1994, adquirió jerarquía constitucional
con el articulo 75 inc 22, el cual estableció que los tratados internacionales que adquieren jerarquía constitucional
no derogan artículo alguno de la primera parte de la Constitución y deben entenderse complementarios de los
derechos y garantías por ella reconocidos.

1.2.2) Otros derechos: a) El derecho a la imagen: concepto y protección legal.

El derecho a la imagen es el derecho personalísimo cuyo regular ejercicio permite al titular oponerse a que, por otros
individuos y por cualquier medio se capte, reproduzca, difunda o publique su propia imagen. Si este derecho se
vulnera, su titular queda facultado para obtener el cese de la difusión y el adecuado resarcimiento.

La doctrina y la jurisprudencia actuales consideran que la sola captación, reproducción o publicidad de la imagen
constituyen un atentado al derecho a la imagen, sin que sea necesario demostrar que como consecuencia a ese
atentado se afectó la privacidad, honor o reputación de la persona. La jurisprudencia nacional ha resuelto que puede
haber lesión al derecho a la imagen, aunque no afecte la privacidad ni el honor de la persona. El CCyC considera este
derecho como autónomo (arts. 52 y 53). En el art. 53 se advierte:

 La protección de la imagen se extiende a la voz.


 Son ilícitas la captación y reproducción de la imagen/voz no consentidas.
 No se necesita que medie una afectación a la intimidad u honor.
 Los casos de captación y reproducción justificadas están enumerados y son de estricta interpretación.
 El inc. 3 considera lícita la captación o reproducción de la imagen o voz cuando se trata del ejercicio regular
del derecho de informar sobre acontecimientos de interés general, con lo cual se introduce la idea de abuso del
derecho de prensa.

Artículo 53: Derecho a la imagen. Para captar o reproducir la imagen o la voz de una persona, de cualquier modo,
que se haga, es necesario su consentimiento, excepto en los siguientes casos:
a) que la persona participe en actos públicos;
b) que exista un interés científico, cultural o educacional prioritario, y se tomen las precauciones suficientes
para evitar un daño innecesario;
c) que se trate del ejercicio regular del derecho de informar sobre acontecimientos de interés general.

En caso de personas fallecidas pueden prestar el consentimiento sus herederos o el designado por el causante en una
disposición de última voluntad. Si hay desacuerdo entre herederos de un mismo grado, resuelve el juez. Pasados
veinte años desde la muerte, la reproducción no ofensiva es libre.

b) Derecho a la identidad. Todo sujeto tiene un interés merecedor de tutela jurídica, de ser representado en su vida
de relación con su verdadera identidad, con aplicación de los criterios de la normal diligencia y de la buena fe
subjetiva. El sujeto tiene un interés consist4ente en que en el exterior no se altere, desnaturalice, conteste, su
propio patrimonio.

Algunos autores tratan de la “identidad sexual” y también se ha señalado que el derecho a la identidad asume
especial importancia con el desarrollo de las técnicas informáticas que permiten la registración, conservación y
exteriorización de datos personales recogidos en los bancos de datos; de él nacerían los derechos al reconocimiento
de los datos incorporados, a la rectificación de los datos erróneos y a la eliminación del dato caduco. Se ha
desarrollado la identidad en otra vertiente, como el derecho de cada persona a conocer sus orígenes, filiación e
identidad biológica.

La jurisprudencia argentina vio enderezarse al derecho a la identidad por el derecho del sujeto a conocer sus
orígenes. En una importante causa de la CSJN, el juez Petracchi afirmó la existencia de un derecho de toda persona a
conocer su propia génesis, su procedencia, en lo cual está comprometida la dignidad personal. Los autores han
coincidido en la existencia del derecho a la identidad personal como un corolario del derecho a la dignidad tutelado
en la CN.

La Convención de los Derechos del Niño reconoce el derecho de los niños de conocer a sus padres y de preservar su
identidad. La ley 26.061 reconoce el derecho a la identidad de los niños, niñas y adolescentes. En su art. 11 dice “Las
niñas, niños y adolescentes tienen derecho a un nombre, a una nacionalidad, a su lengua de origen, al conocimiento
de quiénes son sus padres, a la preservación de sus relaciones familiares de conformidad con la ley, a la cultura de su
lugar de origen y a preservar su identidad e idiosincrasia, salvo la excepción prevista en los artículos 327 y 328 del
Código Civil…”.

Artículo 596: Derecho a conocer los orígenes. El adoptado con edad y grado de madurez suficiente tiene derecho a
conocer los datos relativos a su origen y puede acceder, cuando lo requiera, al expediente judicial y administrativo en
el que se tramitó su adopción y a otra información que conste en registros judiciales o administrativos.

Si la persona es menor de edad, el juez puede disponer la intervención del equipo técnico del tribunal, del organismo
de protección o del registro de adoptantes para que presten colaboración. La familia adoptante puede solicitar
asesoramiento en los mismos organismos.

El expediente judicial y administrativo debe contener la mayor cantidad de datos posibles de la identidad del niño y
de su familia de origen referidos a ese origen, incluidos los relativos a enfermedades transmisibles.

Los adoptantes deben comprometerse expresamente a hacer conocer sus orígenes al adoptado, quedando
constancia de esa declaración en el expediente.

Además del derecho a acceder a los expedientes, el adoptado adolescente está facultado para iniciar una acción
autónoma a los fines de conocer sus orígenes. En este caso, debe contar con asistencia letrada.

La Corte resolvió que una persona no puede ser compelida a una extracción de sangre contra su voluntad. La Corte
se hizo cargo del conflicto que existe entre el derecho de la persona de no conocer su identidad biológica y el
derecho de sus presuntos familiares de conocer la verdad y ante dos derechos de igual jerarquía en tensión. El
tribunal estableció que nadie puede ser sometido a una extracción compulsiva de sangre, pero pueden obtenerse
muestras para hacer los estudios de ADN con procedimientos menos invasivos. Las pruebas obtenidas servirán para
asegurar a los presuntos familiares el conocimiento de la verdad, pero no tendrán ninguna otra eficacia jurídica. La
presunta víctima podrá conocer o negarse a hacerlo.

La ley 26.743 (Identidad de género) dispone que toda persona tiene derecho al reconocimiento de su identidad de
género, que es la vivencia interna e individual del género tal como cada persona la siente, la cual puede
corresponder o no con el sexo asignado al momento del nacimiento, incluyendo la vivencia personal del cuerpo. Esto
puede involucrar la modificación de la apariencia o la función corporal con medios. Toda persona podrá solicitar la
rectificación registral del sexo y el cambio de nombre de pila e imagen cuando no coincidan con su identidad de
género autopercibida.

D- La libertad. 1) La libertad como derecho personalísimo: a) El concepto de libertad.

El concepto de libertad comprende dos aspectos: la libertad como estado, condijo o situación sin trabas ni
impedimentos y la libertad como facultad, poder, prerrogativa o derecho. El hombre experimenta la libertad como
un “sentirse libre de” o un “sentirse libre para”. Libertad presupone una liberación de toda servidumbre o esclavitud
y una absoluta posibilidad de elección y de realización. El derecho a la libertad se incluye en los derechos
personalísimos porque constituye una categoría de derecho subjetivo innato, esencial e inalienable, que pertenece a
la persona por su sola condición humana y que se encuentra respecto de ella en una relación de intima conexión,
casi orgánica e integral.

La libertad individual es un atributo natural que el hombre posee por el solo hecho de ser persona. Él nace libre. Su
existencia tiene por condición la libertad, aun cuando su ejercicio lo irá teniendo de modo gradual y progresivo, en la
medida de su madurez.

La libertad civil es entendida como el poder o facultad de hacer en la esfera de las relaciones humanas todo aquello
que las leyes no prohíben y de no hacer todo aquello que las leyes no imponen como obligación. La libertad civil
comprende las libertades privadas inherentes a la personalidad humana y jurídica, las cuales consisten en facultades
o derechos, seguridad y garantías. En materia de libertades individuales civiles es importante el art. 19 de la CN, que
dice que “Ningún habitante de la Nación será obligado a hacer lo que no manda la ley, ni privado de lo que ella no
prohíbe. El art. 19 de la CN asegura la libertad de los actos privados y de asegurar la libre elección de los estilos de
vida, es el marco normativo del principio de autodeterminación.

El derecho supranacional es abundante en textos que aseguran la libertad de las personas también lo es la
legislación civil en aspectos concretos. Con relación al Proyecto de 1998, asume a la libertad individual como uno de
los valores fundamentales del modelo de sociedad delineado por la CN y ello se proyecta en criterios generales y en
normas particulares. Lo mismo debe decirse con relación al CCyC, pues la constitucionalización del derecho privado
que propone implica la adopción de soluciones acordes con los principios del liberalismo político que inspiran a la
CN. Ello se evidencia en soluciones como:

o Previsión explicita de que la persona afectada en su salud mental tiene derecho a la alternativa terapéutica
menos limitativa de su libertad personal.
o Una mayor libertad de los padres para elegir el prenombre y el apellido de sus hijos/cónyuge.
o Nadie puede ser sometido a un tratamiento médico sin su consentimiento.
o Son no escritas las condiciones que afecten de modo grave la libertad de las personas.
o Convenir un régimen alternativo de bienes en el matrimonio.
o Divorciarse sin expresión de causas.
o Ideas de capacidad y autonomía progresivas de los menores.
o Mayor ámbito de libertad en la configuración de ciertos derechos reales, la propiedad horizontal.
El CCyC también establece la libertad de contratar en sus diversos aspectos: de hacerlo o no, de elegir con quien y el
contenido del contrato. Los fundamentos no aluden expresamente a la libertad como valor fundante de la legislación
proyectada, pero hace referencia explícita a la igualdad. La idea de libertad como sustento de la regulación aparece
limitada con la regulación que se hace del concubinato, “unión convivencial”, de la que resultan significativas
limitaciones a los proyectos de vida de las personas solteras.

 Libertad interna: es la de querer una cosa; decidir por uno mismo las cuestiones que nos afectan. La libertad
interna es libertad moral, la capacidad para conducir la propia vida conforme a los propios criterios.
 Libertad externa: consiste en que nadie nos impida trasladarnos y actuar del modo que parezca oportuno
dentro de lo que permitan las leyes y costumbres del propio país. Este tipo de libertad es la que pierde una persona
cuando le conducen a prisión, pero también la que pierde toda la población cuando triunfa una dictadura y se anulan
las libertades de expresión, asociación, manifestación que amplia según el marco jurídico.
 Libertad moral: es un concepto filosófico que define la capacidad de un ser humano para no hacer lo que
quiere, sino para hacer lo que es moralmente correcto. No es la ausencia de una capacidad para restringir las
acciones personales, sino la capacidad para apegarse a lo que es moralmente correcto para cada hombre.
 Libertad política: es el derecho, o la capacidad y habilidad, de la libre determinación, como expresión de la
voluntad del individuo. Está estrictamente definida por el liberalismo clásico como la capacidad de actuar sin
restricciones del gobierno o; más ampliamente definida como la capacidad de tener acceso a determinados recursos
por parte del gobierno sin limitación social por el social liberalismo y la mayoría de las variantes del socialismo.

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