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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

PROGRAMA DE POSGRADO EN DERECHO

LA SUPLENCIA DE LA QUEJA A FAVOR DE LA VÍCTIMA EN EL


SISTEMA DE JUSTICIA PENAL.

TESINA
QUE PARA OPTAR POR EL GRADO DE MAESTRO EN DERECHO.

PRESENTA:
MILTON PEDRAZA SOTELO

TUTOR:
DOCTORA GUADALUPE ANGÉLICA CARRERA DORANTES

CIUDAD JUÁREZ, CHIHUAHUA A 25 DE NOVIEMBRE DE 2018.


INTRODUCCIÓN .................................................................................1

CAPÍTULO PRIMERO
LA VÍCTIMA ........................................................................................3
I. ¿QUIÉN ES VÍCTIMA U OFENDIDO? ......................................4
II. EL ROL DE LA VÍCTIMA EN EL PROCESO PENAL SEGÚN LA
JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA........9
III. VÍCTIMAS DE VIOLACIONES A DERECHOS HUMANOS . .12
IV. LOS DERECHOS DE LAS VÍCTIMAS ....................................13
1. ¿Qué derechos tienen las víctimas en el sistema penal
acusatorio? .....................................................................14
V. ¿EN QUÉ MOMENTO SURGE EL INTERÉS GENERALIZADO
DE LA VÍCTIMA? ....................................................................16
VI. ¿QUIÉN ES EL RESPONSABLE DE VELAR POR EL
DERECHO DE LAS VÍCTIMAS? .............................................19
VII. INTERVENCIÓN DE LA VÍCTIMA EN EL PROCESO PENAL 20
VIII. ¿ES IGUALITARIO EL TRATO A LA VÍCTIMA? .....................25

CAPÍTULO SEGUNDO
LA VÍCTIMA Y LOS INTRUMENTOS LEGALES. ...............33
I. NORMATIVA NACIONAL ........................................................33
II. NORMATIVA INTERNACIONAL .............................................46
1. LA CARTA DE LAS NACIONES UNIDAS DE 1945, LA
CUAL FUE FIRMADA EN 1946 ...................................46
2. DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS
HUMANOS DE 1948 ......................................................47
3. PACTO INTERNACIONAL DE DERECHOS CIVILES Y
POLÍTICOS DE 1966, RATIFICADA POR MÉXICO EN
1981 ...............................................................................47
4. LA DECLARACIÓN SOBRE LOS PRINCIPIOS
FUNDAMENTALES DE JUSTICIA PARA LAS VÍCTIMAS
DE DELITOS Y ABUSO DE PODER, 1985 ...................48
5. CONVENCIÓN CONTRA LA TORTURA Y OTROS
TRATOS O PENAS CRUELES, INHUMANOS O
DEGRADANTES DE 1984 Y EN VIGOR EN MÉXICO EN
1986 ...............................................................................49
6. CONVENCIÓN SOBRE LOS DERECHOS DEL NIÑO DE
1989 Y VINCULANTE PARA MÉXICO EN 1991 ...........50
7. PRINCIPIOS PARA LA PROTECCIÓN Y LA
PROMOCIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS
MEDIANTE LA LUCHA CONTRA LA IMPUNIDAD DE
LAS NACIONES UNIDAS, FEBRERO 2009 ..................51
8. PRINCIPIOS Y DIRECTRICES BÁSICOS SOBRE EL
DERECHO DE LAS VÍCTIMAS DE VIOLACIONES
MANIFIESTAS DE LAS NORMAS INTERNACIONALES
DE DERECHOS HUMANOS Y VIOLACIONES GRAVES
DEL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO A
INTERPONER RECURSOS Y OBTENER
REPARACIONES, DICIEMBRE 2009 ............................52
9. CONVENCIÓN INTERNACIONAL PARA LA
PROTECCIÓN DE TODAS LAS PERSONAS CONTRA
LAS DESAPARICIONES FORZADAS DE 2006 Y
VIGENTE EN MÉXICO EN 2011 ...................................53

CAPÍTULO TERCERO
I. LA SUPLENCIA DE LA QUEJA A FAVOR DE LA VÍCTIMA.....55
II. CRITERIO DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA
NACIÓN, RESPECTO DE LA VÍCTIMA ...................................58
III. IMPORTANCIA DE LA VÍCTIMA EN EL SISTEMA PENAL
MEXICANO ...............................................................................63

CONCLUSIONES ..............................................................................69

BIBLIOGRAFÍA .................................................................................72
Introducción.
En el presente se analizará la participación y la oportunidad de la

víctima en el procedimiento penal, ya que se considera que existe una

desigualdad de ésta, ante sus contrincantes en el citado

procedimiento.

Lo anterior es así, toda vez que la víctima es considerada como

una de las partes dentro del procedimiento penal, ya que, tanto en la

normativa local como en la internacional es plenamente reconocida y

está dotada de participación, con el fin de estar en condiciones de

defender sus derechos fundamentales, también lo es, que a lo largo

del tiempo nos hemos dado cuenta, que se queda en el abandono,

pues en su momento el fiscal investigador, quien era el encargado de

velar por sus intereses, lo dejaba a un lado por defender los propios, al

momento de judicializarse el asunto, los juzgadores bajo la luz de los

derechos humanos, dan protección al infractor del hecho delictivo,

olvidando así derechos fundamentales del sujeto receptor de dicha

conducta; existiendo así, un desequilibrio procesal al no ver nadie por

la víctima.

No obstante, que la normatividad nacional y la internacional,

prevé la participación de la víctima dentro del procedimiento, así como

1
que ésta debe de estar legalmente asistida durante el mismo, los

operadores del sistema judicial, tienden a velar por los Derechos

humanos del infractor, dejando a un lado los derechos del sujeto que

sufrió la vejación o bien a quien de manera indirecta se vio afectado, lo

que les impide el tener un acceso real a la justicia y muchas olvidada

la reparación del daño. Por ese motivo, se busca con el presente,

encontrar la manera de no dejar en el olvido a la víctima, para que le

sea plenamente reconocida y tenga una representación real en el

procedimiento.

2
CAPÍTULO PRIMERO

LA VÍCTIMA

En el presente capítulo, se identificará la figura de la víctima dentro del

procedimiento penal en México, el cuál si bien siempre fue tomado de

manera preponderante dentro del mismo, al ser éste el principal

incitador para el ejercicio de la acción penal, pues era a través de la

denuncia o la querella que se iniciaba el procedimiento penal y se

dejaba todo en manos de la procuraduría de justicia, la persecución de

los delitos, es decir, la figura de la víctima era importante sólo para el

inicio del procedimiento.

A partir de la reforma de junio de 2008 1, toma una importancia

de manera relevante dentro del proceso. Anterior a la reforma, la

víctima era la impulsora del delito, pues es cuando, se busca velar por

los derechos fundamentales de las víctimas, otorgándoles una

participación activa dentro del proceso, de igual manera, se le otorga

la asesoría necesaria a través de la figura del asesor jurídico, quien es

el encargado de ver por la garantías de la víctima, participando dicho

asesor desde el instante en que sufre la vejación la víctima, el


1
La reforma constitucional en materia de justicia penal y seguridad, realizada a los
artículos 16, 17, 18, 19, 20, 21, 22, 73, fracciones XXI y XXIII, 115, fracción VII y 123,
Apartado B, fracción XIII, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
publicada en el Diario Oficial de la Federación el 18 de junio de 2008,
http://dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5046978&fecha=18/06/2008, consultada el 12
de septiembre de 2018.

3
desahogo y presentación de pruebas, dictado de la sentencia, hasta el

cumplimiento de la misma y la reparación del daño.

I. ¿QUIÉN ES VÍCTIMA U OFENDIDO?

La etimología de la palabra “víctima” emana del latín victima el cual se

refiere a la “persona o animal sacrificado o que se destina al sacrificio”.

“Es la persona que sufre un daño por culpa ajena o por caso fortuito,

entendiéndose por daño, el detrimento, menoscabo, lesión o perjuicio,

que de cualquier modo se provoca”.2

La Declaración sobre los Principios Fundamentales de Justicia

para las Víctimas de Delitos y del Abuso al Poder, establece

directrices orientadoras para los Estados con el fin de garantizar los

derechos de los dos tipos de víctimas. Las víctimas del delito son

definidas como: “Las personas que, individual o colectivamente, han

sufrido daño, incluyendo lesiones, físicas o mentales, sufrimiento

emocional, pérdidas financieras o menoscabo sustancial de sus

derechos fundamentales, a través de actos u omisiones que sean

violaciones de las leyes penales nacionales, incluida la que proscribe

el abuso de poder.”3; de igual manera: “a los familiares o personas a

2
Enciclopedia Jurídica Omeba, Driskil, Argentina, 1989.
3
Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Declaración Sobre los Principios
iFundamentales de Justicia para las Víctimas de Delitos y Abuso de Poder, México, 2017,
p. 5. Libro Digital.

4
cargo que tengan relación inmediata con la víctima directa y a las

personas que hayan sufrido daños al intervenir para asistir a la víctima

en peligro para prevenir la victimización.”4.

Al respecto, la citada declaración señala que las víctimas de

abuso de poder son las personas a en quienes recaen acciones y

omisiones que violentan las normas internacionales en materia de

derechos humanos, sin que necesariamente se constituyan

violaciones en el derecho nacional penal. Es ahí donde, los Estados se

encuentran con la obligación de incorporar en sus normas domésticas,

aquéllas que proscriban los abusos de poder y proporcionen remedios

a las víctimas de esos abusos, así como de las víctimas del delito. En

particular, esos remedios incluirán el resarcimiento y la indemnización,

así como la asistencia y el apoyo materiales, médicos, sicológicos y

sociales necesarios.

Otra definición de víctima, la encontramos en la obra de Marino

Velasco García, La Víctima en el Sistema Penal Acusatorio, en donde

señala que las víctimas son aquellas personas quienes sufren o han

sufrido una violación a sus derechos humanos, que sufren un daño o

4
Idem.

5
menoscabo económico, físico, mental, emocional o en general

cualquier puesta en peligro o lesión de sus bienes jurídicos. 5

En las Reglas de Brasilia sobre el Acceso a la Justicia de las

Personas en Condición de Vulnerabilidad, se define a la víctima como

toda persona que ha sufrido un daño a causa de una infracción penal,

la cual incluye lesiones físicas como psíquicas, sufrimiento moral y el

perjuicio económico, en donde, se incluye a la familia inmediata o a las

persona a cargo de la víctima; considerando una condición de

vulnerabilidad a las víctimas de los delitos, que tengan limitación para

evitar daños y perjuicios derivados de los mismos o de tener contacto

con el sistema de justicia, o para afrontar riesgos de sufrir una nueva

victimización. 6

Por otra parte, de conformidad con lo señalado con el artículo

108 del Código Nacional de Procedimientos Penales, la víctima del

delito es el sujeto pasivo sobre el cual recae la conducta delictiva 7; de

ahí que, es reconocida la personalidad de la víctima en el

5
Velasco García Marino, La víctima en el sistema penal acusatorio, Editorial Flores,
México, 2018. p. 2.
6
Reglas de Brasilia sobre el Acceso a la Justicia de las Personas en Condición de
Vulnerabilidad, capítulo I: preliminar, sección 2ª.- Beneficiarios de las reglas, artículo 5,
http://www.acnur.org/fileadmin/Documentos/BDL/2009/7037.pdf, consulta 2 de octubre de
2018.
7
Artículo 108, Código Nacional de Procedimientos Penales, Nuevo Código publicado en el
Diario Oficial de la Federación el 5 de marzo de 2014, Última reforma publicada DOF 17-
06-2016.

6
procedimiento, además de que obliga a que le sean reconocidos todos

sus derechos y privilegios otorgados tanto por dicho código, como por

la Carta Magna, además de los pronunciamientos en los tratados

internacionales, de los cuales el Estado mexicano es parte.

De igual manera, el concepto de la víctima se amplía de

acuerdo situaciones especiales de las personas, para las cuales se

debe tener un mayor cuidado, al existir elementos dentro de su

entorno que la hacen más vulnerable, lo cual sucede con las víctimas

de género, en donde sólo puede ser la víctima mujer, y el agresor un

hombre, lo que sucede en el presente, es que generalmente la

violencia se genera en el ámbito doméstico, consecuencia de la

posición de dominio que se ha dado a lo largo del tiempo del hombre

hacía la mujer, por una educación sesgada por sexos, de la cual nace

esta violencia, en donde quien sufre la misma es la mujer. Motivo por

el cual, se excluye de la violencia de género a las parejas de personas

del mismo sexo, al considerarse que se encuentran en igualdad de

circunstancias, razón por la que existe en estos casos una víctima, a la

cual, no se le puede dar la característica especial de “género”. 8

8
Guía de intervención judicial sobre violencia de género ISBN: 978-84-9085-400-6,
file:///F:/Material%20Víctima%20Casa%20de%20la%20Cultura/Documento
%206%20%20Im_1_3_649011833_in1_91_135.pdf, p. 100, fecha de consulta 2 de
octubre de 2018.

7
La Suprema Corte de Justicia de la Nación, específicamente la

Primera Sala, el veintiséis de septiembre y veintiocho de noviembre 9,

señala que las víctimas son: “aquellas personas que hayan sufrido un

daño físico, una pérdida financiera o el menoscabo de sus derechos

fundamentales, como consecuencia de acciones u omisiones

tipificadas como delitos”, además de señalar que de acuerdo a los

establecido por la Constitución Política de los Estados Unidos

Mexicanos, así como por el artículo 25 de la Convención Americana

sobre Derechos Humanos, además de lo destacado por las Reglas de

Brasilia sobre el Acceso a la Justicia de las Personas en Condición de

Vulnerabilidad, el Estado mexicano tiene la obligación de velar por el

acceso efectivo de las víctimas a la justicia, para la debida defensa de

sus derechos fundamentales, en donde considera que el medio idóneo

para acceder a la justicia es el juicio de amparo, lo anterior, toda vez

que, la legitimación de la víctima del delito para promover el juicio de

maro en contra actos de autoridad que violen sus derechos humanos;

así como, la obligatoriedad de los jueces de amparo, respecto de la

suplencia de la queja a favor de la víctima u ofendido, dentro del

juicio.10
9
Véase amparo directo en revisión 125/2012 y contradicción de tesis 163/2012.
10
Maldonado Maldonado, Héctor Guillermo, Instituto de la Judicatura Federal, Cuaderno
de Trabajo, El juicio de amparo como garantía judicial para remediar el (no) acceso a la

8
De ahí que, la víctima es aquel sujeto sobre el cual recae la

conducta delictiva, que causa a su persona un detrimento físico,

mental o emocional, así como vejaciones patrimoniales, cayendo en

estado de vulnerabilidad, ante la posible comisión de una conducta

delictiva hacia su persona o patrimonio.

II. EL ROL DE LA VÍCTIMA EN EL PROCESO PENAL SEGÚN

LA JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA

A lo largo de la historia, el papel de la víctima en el proceso penal, ha

jugado roles distintos, al ser el receptor de muchas de las conductas

ilícitas, en donde, el Estado ha procurado su protección, pero mucha

de las veces ha politizado su figura, ello con la finalidad de ejercer el

control de la fuerza y prometer a seguridad social.

El estado le da vuelta e inicia con la expropiación al conflicto de

la víctima y subordina el interés de la víctima al interés estatal para

perseguir los delitos y ejercer el monopolio de la fuerza; para los 70

principios de los 80 se produce un proceso denominado el

resurgimiento de la víctima, con la fuerte presencia del debate político

es el discurso de la seguridad ciudadana.

justicia penal de la persona menor de edad víctima de un delito (especial referencia al


delito de suposición de infante), serie marrón, información general 3/2015, p.7. México.

9
Las conductas delictivas causan una afectación mayor a las

clases trabajadoras, al ser éstos los grupos más vulnerables de la

sociedad. Otro de los elementos que permitió ese resurgimiento fue el

terrorismo de Estado que sufren la mayoría de los países de la región.

La Corte Interamericana de Derechos Humanos, realiza una

interpretación con la finalidad de dar protección a los derechos de la

víctima, esto es, el derecho a la verdad, el derecho a la justicia y el

derecho de la reparación; en donde concluye que las víctimas y los

familiares tienen derecho a participar en el proceso penal para

establecer la verdad sobre lo ocurrido.

De ahí que, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en

la búsqueda de velar por los derechos de la víctima, ha procurado que

su participación dentro de los procesos penales sea activa, en donde

en realidad se defiendan sus intereses, además que se busque su

protección, con el fin de que tengan una representación adecuada

durante el transcurso del proceso; de igual manera, obliga a que se

cumpla con una real reparación del daño.11

Lo anterior se busca porque la víctima en el sistema procesal

penal tradicional, tenía poca participación, pues está se veía sólo


11
Véase, IJPPtv, publicado el 29 de mayo de 2014, Corte Interamericana de Derechos
Humanos, www.youtube.com/watch?v=odTOrLceXRQ. Consulta 13 de septiembre de
2018.

10
como una forma de estar en posibilidad de iniciar el proceso penal,

gracias a la interposición de una denuncia o querella, o bien como

fuente de información para que en el desarrollo del proceso se

pudieran presentar pruebas incriminatorias contra el sujeto activo, es

decir, su participación era relegada como coadyuvante del fiscal 12.

Ahora, la reforma constitucional de junio de 2008, es un

parteaguas con relación a la figura de la víctima en el procedimiento

penal mexicano, al quedar plasmado en la norma suprema del Estado,

específicamente en el artículo 20, Apartado C, referente a los

derechos de la víctima y del ofendido, es decir, se tiene la

preocupación de garantizar la protección de los derechos humanos de

las víctimas dentro del proceso, dándole una participación formal y

activa en el mismo.

De igual manera, dicha reforma es realizada, porque el Estado

tiene la obligación de proporcionar las herramientas necesarias a las

víctimas y ofendidos para que éstos se encuentren en condiciones de

proteger sus derechos humanos, de ahí que, existe la obligatoriedad

de legislar al respecto, encontrando así, la manera de asegurar una

atención psicológica y/o médica, asesoría jurídica y reparación

12
Lundquist, Karen, Víctimas, problemas e insatisfacciones, buenas prácticas e
innovaciones, edición y corrección de texto Sebastián Cox, Chile, marzo, 2006, p. 13.

11
específica de acuerdo a las circunstancias que provocaron su

victimización. Entendiendo que cualquier víctimización produce un

impacto al sujeto que vive la situación de incomodidad, así como en su

entorno familiar y social; de ahí que, los órganos encargados de la

impartición de justicia, se encuentren obligados a velar también por los

derechos de las víctimas, buscando que los victimarios reciban la

sanción justa y se les obligue a la reparación del daño a favor de la

víctima.

III. VÍCTIMAS DE VIOLACIONES A DERECHOS HUMANOS

Las víctimas directas, indirectas o potenciales de violaciones a

derechos humanos, son las personas físicas que han sufrido un daño

o menoscabo de sus derechos, así como también, cuando su

integridad o derechos peligran. Se considera como víctimas a los

grupos, comunidades u organizaciones sociales, que han sido

afectadas en sus derechos, intereses o bienes jurídicos colectivos.

De ahí que, una violación a los derechos humanos genera una

doble responsabilidad: con el Estado, quien debe cumplir con sus

obligaciones de promover, respetar, proteger y garantizar, así como de

prevenir, investigar, sancionar y reparar las violaciones a derechos

humanos. En segundo lugar, a los funcionarios públicos, quienes

12
podrán estar expuestos a un proceso penal y a procedimientos de

sanción administrativa. De acuerdo con lo anterior:

Las violaciones a los derechos humanos se entienden como

una transgresión:

1) que viola las condiciones y facultades más inherentes de la

persona;

2) que trasciende los ordenamientos jurídicos que rigen al

interior de las naciones, adoptando un carácter universal;

3) que es atribuible al Estado, es decir, en la medida en que se

incumple con estas obligaciones −por acción u omisión−, es el Estado

el responsable directo de las violaciones a los derechos humanos,

generando en las personas una doble afectación individual y social.

IV. LOS DERECHOS DE LAS VÍCTIMAS

A lo largo de la historia, el papel de la víctima en el proceso penal, ha

jugado roles distintos, al ser el receptor de muchas de las conductas

ilícitas, el Estado ha procurado su protección muchas veces

politizando su figura, para ejercer el control de la fuerza y prometer a

seguridad social.

La reforma constitucional de 18 de junio de 2008, resulta

trascendental para la figura de la víctima dentro del derecho penal

13
mexicano, en donde, se dedica un apartado para ésta, el C del artículo

20 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en

donde, se reconoce los derechos humanos de éstas, construyéndose

una base sólida, en donde es reconocida la tutela de las personas que

sufren de manera directa la conducta delictiva.

Es por esa razón, por la cual es Estado mexicano con el afán

de cumplir con los compromisos adoptados, robustece dicha reforma,

y es el 9 de enero de 2013, cuando es publicada en el Diario Oficial de

la Federación, la Ley General de Víctimas, en la cual se robustece el

catálogo de los derechos humanos de las personas víctimas de los

delitos; de igual manera, el 5 de marzo de 2014, es publicado en el

DOF, el Código Nacional de Procedimientos Penales, en donde es

reconocida la figura del asesor jurídico la víctima y su intervención

dentro del proceso penal, con la finalidad de velar por los intereses de

ésta.

1. ¿Qué derechos tienen las víctimas en el sistema penal

acusatorio?

De la reforma a la Constitución Política de los Estados Unidos

Mexicanos de 10 de junio de 2011, uno de los vértices más

importantes fue la incorporación de los Derechos humanos, al

14
modificar once artículos, en donde se destaca el primero, en el cual se

introduce el concepto de Derechos humanos, diferenciando a éstos de

las garantías individuales, como se establecía en la Constitución de

1917; de igual manera, queda establecido que las normas relativas a

los Derechos humanos serán interpretadas como se establece en la

Carta Magna y en los tratados internacionales en materia de Derechos

humanos, de los cuales el Estado mexicano es parte; se incorpora el

principio pro persona, mismo que se instaura ante la existencia de dos

o más interpretaciones de normas jurídicas relacionadas con Derechos

humanos, la autoridad debe elegir aquélla que otorgue mayor

protección y beneficio a la persona.

Por otra parte, se incluyen obligaciones a las autoridades de los

tres niveles del país, para que, dentro de su competencia, promuevan,

respeten, protejan y garanticen los derechos humanos; asimismo, su

obligación de prevenir, investigar, sancionar y reparar las violaciones a

los derechos humanos; a consecuencia de ello, se obligó al Congreso

de la Unión a expedir una ley reglamentaria, relacionada al derecho de

las víctimas en toda clase de vejaciones de sus Derechos humanos,

dando como resultado la Ley General de Víctimas.

15
V. ¿EN QUÉ MOMENTO SURGE EL INTERÉS

GENERALIZADO DE LA VÍCTIMA?

A mediados del siglo pasado se empezaron a realizar varios estudios

intelectuales, los cuales ponen en discusión el tema de la víctima

dentro del procedimiento penal; pero nace no para la incursión de las

víctimas, sino que, contrario a ello, al buscar la protección a través de

la manipulación social, evitando que la víctima hiciera justicia por su

propia mano, es ahí donde, el derecho penal se convirtió en un

problema de dos, el Estado que acusa por medio de un órgano

acusador y el infractor del delito; es ahí donde nace un proceso penal

es de orden público y no privado; motivo por el cual, al cargarse la

balanza por parte del Estado a favor de la víctima, con el afán de velar

por sus intereses, hace suya la afectación sufrida por ésta, de modo

tal que, la incursión de la víctima dentro del proceso penal mexicano

haya costado tanto trabajo. Es así que, en la década de los 90´ se

comienza a incorporar a la víctima en el proceso penal, dándole una

mayor participación y se comienza a legislar al respecto.

Para la víctima, resultó complicado entender el actuar del

Estado, toda vez que se sintió de un modo olvidado, al no encontrar

explicación alguna de la labor realizada por el Estado a su favor.

16
Otra de las situaciones que se suscitan, es que no existe una

ponderación real y adecuada entre los derechos de la víctima y los

derechos del imputado, esto es, en el sistema de justicia penal

mexicano, si el indiciado es vejado de sus derechos humanos durante

el proceso penal, el Estado actúa a favor de ésta sin analizar la

afectación de la víctima; es decir, resulta de un impacto mayor la

violación a los derechos humanos del infractor.

De ahí que, contrario a lo que se pudiera pensar, en el proceso

penal, lejos de que respeten los derechos de las víctimas, al ser

confrontados con los derechos de los imputados, tiene mayor peso

específico, la existencia de una acto violatorio a los derechos humanos

del implicado, que la afectación sufrida por la víctima, dando de esta

manera la oportunidad a la parte infractora que ejerza defensa en

contra de una acusación de la víctima; pues, se empodera dándole

derechos tanto a la víctima como del victimario, entre más derechos

tengan, más resistentes se hacen al delito, de ahí que el agresor ataca

a la gente más vulnerable.

Por lo cual, las víctimas necesitan una mayor protección al ser

la parte vulnerable, y es ahí donde surge la pregunta, ¿cuáles son los

derechos de las víctimas? Existe un catálogo inserto tanto en la Ley

17
General de Víctimas, como en el Código Nacional de Procedimientos

Penales, en donde se busca prevenir victimización de los entes

vulnerables de la sociedad, de ahí que, son derechos distintos los de

las víctimas, al tener ya relevancia procesal, porque lo que, ha ganado

la víctima como parte en el proceso penal:

Derecho a la justicia, derecho a la reparación del daño y

derecho a un trato igual.

Entonces, la víctima se encuentra en condiciones de poder

negociar su agresión, pues la ley le otorga el derecho al perdón,

siempre y cuando se pueda lograr una adecuada reparación del daño.

Como decidir, ¿en qué tipo de delitos la víctima puede negociar y en

cuáles no?, es una decisión de política criminal, la legislación

secundaria nos plantea los casos en los cuales se puede negociar y

en los cuales no.

Los derechos de las víctimas dentro del sistema penal

mexicano, son generalmente derechos procesales, derecho a

participar en el proceso, derecho a coadyuvar con el agente del

Ministerio Público, derecho a un trato digno; en donde, toman fuerza

es cuando se le considera como un actor dentro del procedimiento, de

ahí que, la transición de un procedimiento procesal mixto a un proceso

18
acusatorio, resultó un gran paso para la víctima; pues de acuerdo a las

reglas procesales, éstas nos permiten que los derechos de las

víctimas sean amplios.

VI. ¿QUIÉN ES EL RESPONSABLE DE VELAR POR EL

DERECHO DE LAS VÍCTIMAS?

Cada servidor público debe velar por los derechos, según el derecho

penal está en calidad de garante. En el caso de las víctimas, el primer

contacto debe ser con una persona especializada, no obstante, dicho

contacto se da con un policía o bien con un ministerio público, en

donde se le toma una declaración, para después remitirla ante un

psicólogo, lo cual resulta contrario a lo que en realdad se deberá

realizar, toda vez que, debería en primera instancia dársele atención

psicológica a la víctima para poder estabilizarla y estar en condiciones

de poder rendir su declaración.

No existe una real capacitación en la parte psicológica en los

operadores del sistema penal, para poder estar en condiciones de

brindar una adecuada atención a las víctimas y proteger los derechos

humanos de las víctimas, una de las razones principales es la

saturación de los centros de trabajo, lo cual, no permite que se esté en

condiciones de brindar una real capacitación, no se les da el tiempo

19
adecuado a éstas para poder ayudarles y proteger las garantías de

éste.

Otro de los problemas principales, es que las víctimas no

acuden ante las autoridades, porque consideran que no van a ser

atendidos, que no se les pondrá atención, de ahí que, las víctimas

pierden credibilidad en el sistema penal; por tanto, el Estado se

encuentra obligado a cumplir con ello, siendo efectivos en la

impartición de justicia, tratando así de velar por los derechos humanos

de la víctima.13

VII. INTERVENCIÓN DE LA VÍCTIMA EN EL PROCESO PENAL

Fue en el año de 1993, cuando es reconocida por primera vez, la

figura de la víctima dentro procedimiento penal, así como su

importancia se da al ser incorporada su figura dentro de la

Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; en donde le

son reconocidos a la víctima u ofendido sus derechos, entre los que se

encuentran el de recibir asesoría jurídica, la reparación del daño,

coadyuvancia con el Ministerio Público, atención médica de urgencia

13
Véase, Expediente INACIPE, invitado José Zamora Grant; Conductora Luz María
Saucedo, publicado el 23 de abril de 2015, transmisión 21 de abril de 2015,
www.youtube.com/watch?v=FhkzZMbDF_g, consulta 13 de septiembre de 2018.

20
en caso de necesidad y la posibilidad de que se cuente con la

legislación necesaria pro víctima.

A posteriori, en el año 2000, se realiza una reforma a la Carta

Magna, en donde se reestructura el artículo 20 y es dividido en

apartados; el primero referente a los derechos del inculpado y otro, en

donde se establecen los derechos de las víctimas u ofendidos; en

donde dentro del catálogo correspondiente, es incorporado; sus

derechos a formular denuncias y querellas; a recibir asesoría jurídica;

del ofendido a contar con intérprete; del querellante a otorgar perdón;

del ofendido a pedir embargo precautorio; derecho al pleno

conocimiento sobre los derechos constitucionales que le son

conferidos en su carácter de víctima; acceso a la averiguación previa,

derecho a ser informado del desarrollo del procedimiento penal, así

como que esta información esté a su disposición cuando lo requiera; la

posibilidad de participar en el proceso en carácter de coadyuvante.

De donde se destacan, el recibir asesoría jurídica y ser

informado del desarrollo del procedimiento penal; se contempla la

posibilidad de que la víctima u ofendido reciban asesoría jurídica; sean

informados de los derechos que en su favor establece la Constitución

21
y, cuando lo soliciten, se les informe del desarrollo del procedimiento

penal.

El coadyuvar con el Ministerio Público, por lo cual, tienen la

posibilidad de tener una participación activa y propositiva, así como

asegurar la reparación del daño es sin duda un logro muy importante;

la autoridad, debe asegurarse no solo de concentrar su atención en la

investigación, detención, procesamiento y sanción del responsable de

la comisión de un ilícito, a la par debe brindar servicios pertinentes a

las víctimas u ofendidos si quiere equilibrar y eventualmente, reparar el

tejido social, estas resultan ser medidas de elemental justicia, pero a la

vez fundamentales.

La Reparación del daño, la congruencia en que el sistema

busque no solo que el delito se castigue, sino que se repare el daño,

contribuye a generar condiciones de credibilidad en las instituciones

del Estado y en una mayor confianza por parte de los ciudadanos para

acudir a éstas en caso de que sus derechos sean vulnerados, lo que

garantiza que los problemas sociales pueden ser resueltos por vías y

mecanismos institucionales que generen certidumbre y paz social.

Resguardo de su identidad y otros datos personales, se

establece la obligación del Ministerio Público de tomar las medidas

22
necesarias de protección a víctimas, testigos y en general a todos los

que intervengan en el proceso y los jueces deberán verificar el

cumplimiento de esta obligación, lo que evitará la posible intimidación

u obstaculización de la investigación, el proceso o el juicio.

Solicitar las medidas cautelares y providencias necesarias para

la protección y restitución de sus derechos, consecuencia de la

práctica de la participación de la víctima u ofendido en el proceso, es

la posibilidad de solicitar las medidas cautelares y providencias

necesarias para la protección y restitución de sus derechos y que esto

no resulte ser una especie de consideración o favor de parte del

Ministerio Público o del Juez o Tribunal, sino un derecho real.

Impugnar ante autoridad judicial las omisiones y resoluciones

del Ministerio Público en la investigación cuando no esté satisfecha la

reparación del daño, ahora puede impugnar ante la autoridad judicial

las omisiones del Ministerio Público en la investigación de los delitos,

así como las resoluciones de reserva, no ejercicio, desistimiento de la

acción penal o suspensión del procedimiento cuando no esté

satisfecha la reparación del daño, con lo que se consagran y

23
establecen de manera completa sus derechos como pleno sujeto del

proceso penal y no como mero objeto del mismo.14

De la misma manera, la obligación de que le sean recibidos los

datos y las pruebas que desee aportar para el desarrollo normal del

proceso, para el éxito de la investigación o de la acción penal

correspondiente; la posibilidad de estar presente o de participar en el

desahogo de diligencias, derecho a que el Ministerio Público funde y

motive su decisión cuando determine que no es necesario el desahogo

de alguna diligencia; atención médica y psicológica de urgencia, desde

el momento en que se cometió el delito en su contra; derecho a que le

sea reparado el daño causado; el privilegio de no ser careado con el

inculpado (en el caso de algunos delitos y en circunstancias de

minoría de edad), así como el derecho a que las mujeres sean

exploradas por personal femenino; y, la posibilidad de requerir que le

sea prestado un espacio de seguridad y de auxilio cuando la víctima

se vea en peligro o amenaza por el ilícito cometido en su contra.

A consecuencia de la reforma constitucional en materia de

derechos humanos, se obliga al estudio de dichos derechos tutelados,

previo a las reformas en materia penal; en donde se exige el debido

García Silva, Gerardo, El nuevo sistema de justicia penal, fundamentos, alcances y


14

perspectivas, editorial Porrúa, México, 2014, p. 220-224.

24
respeto a los derechos fundamentales de las víctimas, obligando a la

creación de una ley especial en la materia, es ahí donde surge la Ley

General de las Víctimas, en donde se le garantiza a la víctima el

derecho al acceso de justicia, a la verdad, a la reparación del daño; así

como también, el derecho al debido proceso, a la tutela judicial y a un

recurso efectivo.

Es de esta forma, en la que en el Sistema Penal Acusatorio se

busca eliminar la impunidad, garantizando así la no repetición de

actos. En el proceso penal mexicano de manera habitual, el papel de

la víctima había sido relegado, pues se le trataba como un sujeto

ajeno al proceso, lo que impedía la debida protección de sus

derechos; por lo cual, a consecuencia de las reformas, se ve a la

víctima como un ente activo dentro del procedimiento, y no como un

mero accesorio, como históricamente fue contemplado; por lo cual,

con la reforma se busca que ésta se encuentre en igualdad de

circunstancias, tanto del infractor del delito, entonces, el Estado deja a

un lado la figura paternalista para darle las armas necesarias para que

se encuentre en las mismas circunstancias, para pelear lo que en

derecho corresponde.

VIII. ¿ES IGUALITARIO EL TRATO A LA VÍCTIMA?

25
Respecto de la situación de la víctima dentro del sistema penal

acusatorio, con la reforma constitucional de 2008, adquiere una gran

relevancia dentro del procedimiento penal, toda vez que, se convierte

en parte del proceso, pues adquiere un rol específico para la

persecución de los delitos y procurar la reparación de daño.

Lo anterior es así, pues dentro del procedimiento penal tiene

actividad participativa en el mismo, pues dentro de sus prerrogativas

se encuentran la de coadyuvar al ministerio público, tiene el derecho

de recibir atención médica y psicológica, desde el momento de la

comisión del delito, el derecho a la reparación del daño de forma ágil,

el resguardo a su identidad, resguardo de su identidad, solicitar

medidas cautelares, impugnar ante el juez las decisiones u omisiones

del fiscal, derecho a ser asesorado, de ahí que, su participación es

activa, pues tiene la facultad de intervenir dentro del juicio, realizar una

defensa activa en relación a sus derechos, así como de recurrir las

decisiones que considere que no le son favorables, de ahí que, dejó

de estar a la sombra de la procuraduría de justicia, para convertirse en

parte dentro del procedimiento.

Al respecto, en la Declaración Universal de Derechos Humanos,

se destaca en su artículo primero, la igualdad y la no discriminación,

26
esto es, reconoce los derechos de todo ser humano, al señalar:

“Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y

derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben

comportarse fraternalmente los unos con los otros.”.

Dicho principio es retomado por la legislación mexicana, en

específico por el Código Nacional de Procedimientos Penales, el que

señala como uno de sus principios fundamentales la igualdad ante la

ley y la igualdad entre las partes. Al establecer que las personas

involucradas en el proceso, deben recibir el mismo trato y tendrán las

mismas oportunidades para sostener la acusación o la defensa. De

manera expresa, implanta la prohibición de la discriminación “motivada

por origen étnico o nacional, género, edad, discapacidad, condición

social, condición de salud, religión, opinión, preferencia sexual, estado

civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por

objeto anular o menoscabar los derechos y las libertades de las

personas”.15 Todas las anteriores son formas de discriminación que

están prohibidas en dicho código, así como en tratados

internacionales.

Lo cual, constriñe a las autoridades que intervienen dentro del

proceso penal, a no ejercer ningún tipo de discriminación; y a producir


15
Artículo 10, del Código Nacional de Procedimientos Penales.

27
acciones para que la discriminación no sea un factor que limite o anule

ciertos derechos en el proceso penal; de ahí que, la ley obliga a un

trato igualitario a todas las partes del proceso penal, así como, a la no

discriminación de las partes, cualquiera que sea y por el motivo que

fuere, dando con ello, un equilibrio procesal hacía sus intervinientes.

Al respecto, emana la tesis aislada de los tribunales colegiados

de circuito, la cual señala que a fin de garantizar la igualdad procesa,

debe existir un equilibrio entre el imputado y la parte acusadora

(constituida por la víctima y el ministerio público), los cuales deben

tener acceso a los registro de investigación, para estar en posibilidad

de conocerlos y confrontarlos, atendiendo así al principio de

contradicción, así como de oponerse a las peticiones y alegatos de su

contraparte, con la finalidad que se indague sobre el esclarecimiento

de los hechos, cumpliendo a cabalidad lo establecido en la carta

magna, así como lo señalado por el artículo 10 del Código Nacional de

Procedimientos Penales, los cuales señalan que las partes deben

recibir una igualdad en el trato.16


16
Tesis aislada I.10o.P.30 P (10a.), de los Tribunales Colegiados de Circuito, con número
de registro 2018160, publicada en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, de
rubro; “IGUALDAD PROCESAL EN EL PROCESO PENAL ACUSATORIO Y ORAL.
ATENTO A ESTE PRINCIPIO, UNA VEZ QUE EL IMPUTADO SE ENCUENTRE
DETENIDO, SEA OBJETO DE UN ACTO DE MOLESTIA O CITADO A ENTREVISTA
POR EL MINISTERIO PÚBLICO, TIENE DERECHO AL ACCESO A LOS REGISTROS
DE LA CARPETA DE INVESTIGACIÓN, ASÍ COMO A OBTENER COPIAS DE ÉSTOS,
SIEMPRE QUE NO SE ESTÉ EN ALGUNO DE LOS CASOS DE EXCEPCIÓN QUE LA

28
Otra de las situaciones especiales dentro del Sistema Penal

Acusatorio, es la oportunidad otorgada a la víctima a un recurso

sencillo y rápido, el cual debe ejercerse ante los jueces o tribunales

competentes, a fin de ampararse o protegerse de los actos violatorios,

no obstante la misma sea cometida por personas que actúen en

ejercicio de sus funciones oficiales; al estar contemplado en el Código

Nacional de Procedimientos Penales su oportunidad, aún sin haberse

constituido como coadyuvante del fiscal, en donde podrá impugnar las

resoluciones que versen sobre la reparación del daño causado por el

delito, las que pongan fin al proceso, sólo cuando hubiese participado

en el proceso.17

Otros de los recursos que pueden ejercer las victimas en el

proceso penal, es el juicio de amparo; ante la reforma de la Ley de

Amparo, es posible ejercitar el juicio de amparo, contra omisiones del

Ministerio Público en la investigación de los delitos, así como las

resoluciones de reserva, no ejercicio, desistimiento de la acción penal,

o por suspensión de procedimiento cuando no esté satisfecha la

reparación del daño.

CONSTITUCIÓN O LA LEY ESTABLECEN.”


17
Artículo 459 del Código Nacional de Procedimientos Penales.

29
Dentro del ámbito internacional, se ha determinado el papel de

manera preponderante de la víctima, además de que se sigue en la

búsqueda incesante de la protección de sus Derechos humanos; la

Corte Interamericana de los Derechos humanos, ha señalado que el

derecho de acceso a la justicia implica que la solución de la

controversia se produzca en tiempo razonable; asimismo, ha

establecido que el concepto de plazo razonable se debe apreciar en

relación con la duración total del procedimiento que se desarrolla

hasta que se dicta sentencia definitiva.

De igual manera, la Corte establece los siguientes elementos:

a) la complejidad del asunto;

b) la actividad procesal del interesado, y

c) la conducta de las autoridades judiciales. El Tribunal

considera pertinente precisar, además, que en dicho análisis de

razonabilidad se debe tomar en cuenta la afectación generada por la

duración del procedimiento en la situación jurídica de la persona

involucrada en el mismo, considerando, entre otros elementos, la

materia objeto de controversia. Si el paso del tiempo incide de manera

relevante en la situación jurídica del individuo, resultará necesario que

30
el procedimiento corra con más diligencia a fin de que el caso se

resuelva en un tiempo breve.

De igual manera, otro de los derechos de la víctima, es el

derecho a la verdad, el cual es un derecho autónomo, el que

constituye una medida de reparación.

Otro de los derechos primordiales de la víctima, es la

reparación del daño, la cual debe comprender las medidas de

“restitución, rehabilitación, compensación, satisfacción y garantías de

no repetición, en sus dimensiones individual, colectiva, material, moral

y simbólica”. Esas medidas deberán implementarse “a favor de la

víctima teniendo en cuenta la gravedad y magnitud del hecho

victimizante cometido o la gravedad y magnitud de la violación de sus

derechos, así como las circunstancias y características del hecho”.

La reparación debe ser integral. El concepto de “reparación

integral” o restitutio in integrum, implica el restablecimiento de la

situación anterior y la eliminación de los efectos que la violación

produjo, así como una indemnización a modo de compensación por

los daños causados.” Las reparaciones “deben tener una vocación

transformadora de tal forma que las mismas tengan un efecto no sólo

restitutivo sino también correctivo”; las reparaciones deben ser

31
determinadas e individualizadas, ya sea que se dirijan a una persona o

a un grupo de personas. Una reparación efectiva debe de tomar en

cuenta las características de las víctimas; por ejemplo, si se trata de

mujeres se deberán de contemplar reparaciones con perspectiva de

género; si se trata de niñas o niños se deberá de contemplar el interés

superior de la infancia.

Una reparación integral cobra particular relevancia al tratarse de

violaciones graves a derechos humanos, tales como la tortura [incluida

tortura sexual], la ejecución extrajudicial y la desaparición forzada.

Ante ello, diversos mecanismos internacionales de protección a

derechos humanos han desarrollado jurisprudencia o estándares en

materia de reparación con respecto a esas violaciones. 18

Manual para la atención y orientación de víctimas de violaciones a derechos humanos


18

en el marco del Sistema de Justicia Penal, abril, 2015. Impreso en México.

32
CAPÍTULO SEGUNDO

LA VÍCTIMA Y LOS INTRUMENTOS LEGALES.

Ante la incapacidad del gobierno mexicano de darle la protección y la

participación a las víctimas de los delitos, y ante la firma de infinidad

de tratados internacionales por parte del Estado mexicano, éste se ha

visto obligado a trabajar dentro de su esquema jurídico, con el fin de

encontrarse en condiciones de garantizar el respeto y dar el valor

necesario a los derechos humanos de éstas, sobremanera dentro del

esquema penal.

I. NORMATIVA NACIONAL.

Con el fin de dar cumplimiento a los compromisos internacionales

hechos por el Estado, éste se ha hecho la tarea de legislar con

relación a la víctima, toda vez, que dejo de ser el principal incitador

para los fiscales a fin de realizar persecución de los delitos, a ser parte

del proceso penal, pues es a partir de la reforma constitucional de

junio de 2008, cuando toma un carácter relevante dentro del

procedimiento, pues se le otorga una participación activa dentro de la

secuela procesal.

33
Una de las cuestiones más trascendentales con relación al

tema de la víctima, fue que gracias a la reforma acaecida en junio de

dos mil ocho, se crea un apartado especial en donde se hace un

énfasis importante para la salvaguarda de los derechos humanos de

éstos, así como su oportunidad de acudir a las instancias judiciales, a

fin de pelear lo que en derecho les corresponde, así como exigir la

reparación del daño.

Así pues, es en el artículo 20, apartado C, de la Constitución

Política de los Estados Unidos Mexicanos, en donde quedan

delimitados y salvaguardados los derechos humanos de las víctimas o

de los ofendidos, en donde se encuentra:

a) En primer lugar, se les otorga el derecho de recibir

asesoría jurídica. Si bien es cierto, que desde 1993, fue incluida la

víctima dentro del artículo 20 de la carta magna, es hasta el año de

dos mil ocho cuando en realidad se le da un énfasis trascendental a

ésta, con la inclusión del apartado c); de igual manera a consecuencia

de la reforma constitucional en materia de derechos humanos de dos

mil once, se ha dado un reconocimiento especial a las víctimas.

Se ha trabajado en la búsqueda de la salvaguarda de los

derechos humanos de las víctimas del delito, así como de las

34
violaciones a sus derechos humanos. Gracias a dichas reformas, es

Estado mexicanos se ha visto en la obligación de adecuar su marco

legislativo, y como logro de mayor importancia, fue la creación de la

Ley General de Víctimas del Delito, documento en el cual, se recogen

los estándares internacionales en la materia, así como se prevé la

creación del Sistema Nacional de Atención a Víctimas.

Gracias a creación de este marco jurídico, surge la

Procuraduría Social de Atención a las Víctimas, misma que se creó en

septiembre de dos mil once, con el fin de proporcionar apoyo y

asistencia, la cual en enero de dos mil catorce, se transforma en la

Comisión Ejecutiva de Atención a las Víctimas (CEAV), la cual se

encuentra facultada para proporcionar la asesoría jurídica necesaria,

además de contar con un Fondo de Ayuda, Asistencia y Reparación

Integral. De igual manera importante, la promoción que ha dado la

Comisión Nacional de los Derechos Humanos, a los derechos

humanos de las víctimas del delito, pues gracias a ello, las víctimas se

constituyen en una parte importante para lograr objetivos y estrategias

de dicha comisión.

Importante también lo es, la creación del Programa de Atención

a Víctimas del Delito (PROVÍCTIMA), creado en el año 2000, en el

35
nuevo contexto jurídico y de operación del Sistema Nacional de

Atención a Víctimas, cuya facultad es medularmente proporcionarles

asistencia y apoyo.19

b) Otro de los derechos humanos reconocidos en la

Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos a favor de la

víctima, es el ser informado de los derechos que en su favor establece

la Constitución y, cuando lo solicite, ser informado del desarrollo del

procedimiento penal.

Sobre dicho reconocimiento, es dable señalar que dicho

reconocimiento es un logro histórico, pues nunca habían sido

reconocido los derechos humanos de las víctimas como tales, pues al

paso de los años, era el acusado a quien se le reconocían sus

derechos y se le hacía saber de ello, así pues, que esto es una avance

significativo con relación a la víctima u ofendido, pues dentro de los

procedimientos penales les es reconocida su personalidad y existe así

una equidad procesal; de igual manera y no menos importante, es la

obligación que tienen las autoridades de darles a conocer cuando así

lo soliciten, el desarrollo de proceso, y aun cuando la constitución no

19
http://www.cndh.org.mx/Victimas_Del_Delito, consulta 6 de octubre de 2018.

36
establece quien es la autoridad competente para darle dicha

información, será aquélla que quien tenga conocimiento del caso. 20

En apoyo a lo anterior, los Tribunales Colegiados de Circuito,

señalan que, de acorde al Apartado C, del artículo 20 de la

Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como el

diverso 173, fracción XIX, de la Ley de Amparo, en donde se advierte

el derecho de defensa a favor de la víctima u ofendido del delito, le es

reconocida por parte del legislador a la víctima del delito como, la

calidad de parte activa dentro del procedimiento penal, incluida la

etapa de la averiguación previa, de acorde a lo establecido en los

artículos 8, numeral 1, de la Convención Americana sobre Derechos

Humanos y 14, numeral 1, del Pacto Internacional de Derechos Civiles

y Políticos, interpretados bajo el principio pro persona, reconocido en

el párrafo segundo del artículo 1o. de la Constitución Federal; de ahí

que tiene derecho a que se le dé intervención directa y activa durante

todas las etapas del procedimiento, puesto que ello ha sido elevado a

la categoría de derecho fundamental por el Poder Revisor de la

20
https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/4/1533/11.pdf, consulta 29 de octubre
de 2018.

37
Constitución, así como por los tratados internacionales suscritos por el

Estado Mexicano. 21

c) Coadyuvar con el Ministerio Público; a que se le reciban

todos los datos o elementos de prueba con los que cuente, tanto en la

investigación como en el proceso, a que se desahoguen las diligencias

correspondientes, y a intervenir en el juicio e interponer los recursos

en los términos que prevea la ley. Cuando el Ministerio Público

considere que no es necesario el desahogo de la diligencia, deberá

fundar y motivar su negativa. Al respecto, la víctima u ofendido del

delito, tiene la obligación de allegarle todos los datos de prueba al

fiscal y éste tendrá la obligación de recibirlos, no sólo para el

esclarecimiento de la conducta delictiva y la responsabilidad penal,

sino también para la reparación del daño.

De igual manera, respecto a los señalado en el sentido de que

si el Ministerio Público considera que no es necesario el desahogo de

algún dato de prueba, para arribar a dicha conclusión, deberá estar

debidamente fundado y motivado dicha negativa. Es decir, que obliga

21
Tesis aislada XX.1o.P.C.5 P (10a.), de los Tribunales Colegiados de Circuito, con
número de registro 2014860, publicada en la Gaceta del Semanario Judicial de la
Federación, de rubro; “VÍCTIMA U OFENDIDO DEL DELITO. AL TENER RECONOCIDO
EL CARÁCTER DE PARTE ACTIVA DENTRO DEL PROCEDIMIENTO PENAL, EL
JUEZ, A FIN DE RESPETARLE SUS DERECHOS DE DEFENSA Y ACCESO A LA
JUSTICIA, DEBE LLAMARLO A ÉSTE PARA QUE INTERVENGA DIRECTAMENTE EN
TODAS SUS ETAPAS.”

38
a la intervención del representante social de manera consciente y

razonada.

d) Recibir, desde la comisión del delito, atención médica y

psicológica de urgencia. Lo anterior consiste en una serie de acciones

que se realizan de manera secuencial, integral y que tiene como

objetivo principal contener los efectos de la victimización, a través de

un seguimiento efectivo a la víctima, durante todas las etapas y

momentos requeridos, en donde son atendidas sus necesidades

jurídicas, médicas, psicológicas y sociales, en búsqueda de su

restablecimiento. Brindando en todo momento seguridad, confianza y

protección.

Es recomendable, que dicha atención se trabaje en tres

vertientes:

1. Respuesta inmediata. Es la que se proporciona desde el

primer contacto con la VD. Tiene como objetivo primordial

salvaguardar la integridad física y emocional de la VD, y

contener el estado de crisis en que pudiera encontrase como

resultado de la victimización.

2. Acompañamiento efectivo. Es el que se brinda una vez

estabilizado el estado de crisis de la víctima. Tiene por

39
objetivo atender las necesidades que ésta requiera a partir

de la denuncia del delito.

3. Trabajo institucional. Es el que se realiza de manera

coordinada con diversas instituciones públicas y privadas, a

fin de proporcionar de manera óptima y eficiente la atención

victimológica.22

e) Que se le repare el daño. En los casos en que sea

procedente, el Ministerio Público estará obligado a solicitar la

reparación del daño, sin menoscabo de que la víctima u ofendido lo

pueda solicitar directamente, y el juzgador no podrá absolver al

sentenciado de dicha reparación si ha emitido una sentencia

condenatoria. La ley fijará procedimientos ágiles para ejecutar las

sentencias en materia de reparación del daño.

Este derecho en los casos en los cuales se pueda solicitar,

obliga al ministerio público a solicitarla, sin perjuicio de que la víctima u

ofendido puedan solicitarla de manera directa, en donde se reitera la

obligación del juzgador a ordenar su pago, ya sea que se incluya en la

22
Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Lineamientos para la atención integral a
víctimas del delito, página 16,
http://www.cndh.org.mx/sites/all/doc/Programas/Provictima/5%20PUBLICACIONES/
4LINEAMIENTOS/LineamientosVictimasDelito.pdf. libro electrónico, Primera edición:
noviembre, 2010, ISBN: 978-607-7888-48-2 D. R. ©, consultado el 15 de octubre de 2018.

40
emisión de una sentencia de condena o bien mediante algún

procedimiento ágil en donde se condene a la reparación del daño.

La congruencia en que el sistema busque no solo que el delito

se castigue, sino que se repara el daño, contribuye a generar

condiciones de credibilidad en las instituciones del Estado y en una

mayor confianza por parte de los ciudadanos para acudir a éstas en

caso de que sus derechos sean vulnerados, lo que garantiza que los

problemas sociales pueden ser resueltos por vías y mecanismos

institucionales que generen certidumbre y paz social.

Con la finalidad de lograr la protección este derecho humano de

las víctimas u ofendidos del delito, se ha creado legislación al

respecto, en donde se tiene la Ley General de Victimas, el Código

Penal Federal y el Código Nacional de Procedimientos Penales.

La primera hace un distingo entre las víctimas del delito y las

víctimas de la violación a los derechos humanos por parte del Estado,

en donde comprende el derecho a que les sean reparados los daños

en forma expedita y justa, y en los casos en que la autoridad judicial

dicte una sentencia condenatoria, en donde, no podrá absolver del

pago de la reparación del daño, en la cual, si no es solicitada por la

víctima o su abogado, lo hará obligadamente el Ministerio Público. Se

41
destaca también, el derecho de la indemnización de las víctimas por

parte del Estado, por errores judiciales.

Por su parte, el Código Penal Federal en su artículo 30,

establece que la reparación del daño a favor de la víctima debe ser

integral adecuada, eficaz, efectiva, proporcional a la gravedad del

daño causado y a la afectación sufrida, comprenderá cuando menos: I.

La restitución de la cosa obtenida por el delito y si no fuere posible, el

pago del precio de la misma, a su valor actualizado; II. La

indemnización del daño material y moral causado, incluyendo la

atención médica y psicológica, de los servicios sociales y de

rehabilitación o tratamientos curativos necesarios para la recuperación

de la salud, que hubiere requerido o requiera la víctima, como

consecuencia del delito.23

El Código Nacional de Procedimientos Penales, reconoce el

derecho de la víctima u ofendido a que se le repare el daño causado

por el delito, la cual puede solicitarse de manera directa con el Juez,

sin perjuicio de que lo haga el Ministerio Público, y también, a que se

le garantice dicha reparación durante el procedimiento, en cualquiera

23
García Ramírez, Sergio e Islas de González Mariscal, Olga, El código nacional de
procedimientos penales, Instituto de Investigaciones Jurídicas, Universidad Nacional
Autónoma de México, primera edición, 27 de octubre de 2015, México Distrito Federal.
https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/9/4032/29.pdf, consulta 18 de octubre
de 2018.

42
de las formas que establece la ley. De igual manera, condiciona la

aplicación de criterios de oportunidad y la procedencia de los

mecanismos alternativos de solución de controversias.

f) Al resguardo de su identidad y otros datos personales en

los siguientes casos: cuando sean menores de edad; cuando se trate

de delitos de violación, trata de personas, secuestro o delincuencia

organizada; y cuando a juicio del juzgador sea necesario para su

protección, salvaguardando en todo caso los derechos de la defensa.

El Ministerio Público deberá garantizar la protección de víctimas,

ofendidos, testigos y en general todos los sujetos que intervengan en

el proceso. Los jueces deberán vigilar el buen cumplimiento de esta

obligación.

Es decir, se establece la obligación del Ministerio Público de

tomar las medidas necesarias de protección a víctimas, testigos y en

general a todos los que intervengan en el proceso y los jueces

deberán verificar el cumplimiento de esta obligación, lo que evitará la

posible intimidación u obstaculización de la investigación, el proceso o

el juicio.

Al respecto, el Código Nacional de Procedimientos Penales, en

su Capítulo I, Medidas de protección y providencias precautorias,

43
contenido en el Título VI, Medidas de protección durante la

investigación, formas de conducción del imputado al proceso y

medidas cautelares, se incorporaron las medidas de protección, las

cuales se prevén en el artículo 137, en el cual, se faculta al fiscal, bajo

su más estricta responsabilidad, a ordenar fundada y motivadamente

su aplicación, cuando estime que el imputado presenta un riesgo

inminente en contra de la seguridad de la víctima o el ofendido.

Para lo cual, deberá hacer una valoración de los elementos de

amenaza y riesgos existentes, para estar en condiciones de adoptar

una decisión válida y motivada, para que la autoridad encargada de

generarla y en su caso ejecutarla, deberá partir de una evaluación

detallada sobre la amplitud de riesgo, así como el nivel de amenaza de

muerte o daño físico del que pudiera ser objeto la víctima o el

ofendido, con el fin de reducir los límites de discrecionalidad y

subjetividad que pudiera conllevar una decisión jurisdiccional. 24

g) Solicitar las medidas cautelares y providencias necesarias

para la protección y restitución de sus derechos.

Una consecuencia práctica de la participación de la víctima u

ofendido en el proceso es la posibilidad de solicitar las medidas

cautelares y providencias necesarias para la protección y restitución


24
Ibídem, página 23. Página 43 del presente.

44
de sus derechos y que esto no resulte ser una especie de

consideración o favor de parte del Ministerio Público o del Juez o

Tribunal.

h) VII. Impugnar ante autoridad judicial las omisiones del

Ministerio Público en la investigación de los delitos, así como las

resoluciones de reserva, no ejercicio, desistimiento de la acción penal

o suspensión del procedimiento cuando no esté satisfecha la

reparación del daño.

Ahora puede impugnar ante la autoridad judicial las omisiones

del Ministerio Público en la investigación de los delitos, así como las

resoluciones de reserva, no ejercicio, desistimiento de la acción penal

o suspensión del procedimiento cuando no esté satisfecha la

reparación del daño, con lo que se consagran y establecen de manera

completa sus derechos como pleno sujeto del proceso penal y no

como mero objeto del mismo.

Una de las hipótesis que se pueden presentar, es cuando no se

ordene la reparación del daño siendo ésta procedente, y a impugnar

ante la autoridad judicial las omisiones del Ministerio Público en la

investigación de los delitos, así como las resoluciones de reserva, no

ejercicio, desistimiento de la acción penal o suspensión del

45
procedimiento, independientemente de que se haya reparado o no el

daño.

II. NORMATIVA INTERNACIONAL

Una de las cuestiones más importantes para el Estado mexicano, en

relación al tema de la víctima, lo ha sido la firma de tratados

internacionales, los cuales son documentos universales vinculantes

para todas las latitudes, en donde son reconocidos los principios

universales de la vida ética y moral de una sociedad, dentro de los

cuales tenemos las firmadas por el Estado mexicano.

1. LA CARTA DE LAS NACIONES UNIDAS DE 1945, LA CUAL

FUE FIRMADA EN 1946.

Dicho instrumento obliga al Estado mexicano, a respetar los derechos

fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona

humana, igualdad de derechos de mujeres y hombres, así como de

naciones grandes y pequeñas. De igual manera, el citado documento

obliga a los Estados que son parte, a tener un cuidado especial con

relación a las víctimas, pues obliga al cuidado de sus derechos

fundamentales, entre los que se encuentra el tema del debido

proceso.25
25
La Carta de las Naciones Unidas de 1945, la cual fue firmada en 1946,
https://www.oas.org/36ag/espanol/doc_referencia/Carta_NU.pdf, fecha de consulta 17 de
septiembre de 2018.

46
2. DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS

DE 1948.

En el presente, posterior a la Segunda Guerra Mundial, a

consecuencia de las violaciones a los derechos fundamentales de las

personas, los principales líderes mundiales decidieron trabajar en la

Carta de las Naciones Unidas, en búsqueda de garantizar la

protección de los derechos humanos de todas las personas, en

cualquier momento, emiten este instrumento, el 10 de diciembre de

1948.

Respecto a las víctimas, es en los artículos 8º, 10 y 11, en los

cuales se habla de los derechos de éstas, entre los que se encuentra,

la igualdad, publicidad, independencia, contradicción, presunción de

inocencia y defensa adecuada, y se obliga a los Estados participantes

a legislar en ese sentido, de ahí la reforma acaecida en México. 26

3. PACTO INTERNACIONAL DE DERECHOS CIVILES Y

POLÍTICOS DE 1966, RATIFICADA POR MÉXICO EN 1981.

El Estado mexicano es parte de éste a partir del 22 de mayo de 1981,

por lo que, a partir de esa fecha está obligado a velar sobre los

derechos humanos de los individuos, no obstante ello, el Pacto no


26
Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, http://www.epn.edu.ec/wp-
content/uploads/2015/06/Declaracion-DDHH1.pdf, fecha de consulta 17 de septiembre de
2018.

47
hace referencia a la víctima, por lo cual, no vincula al Estado a

respetar específicamente los derechos de ésta, sino que solo

establece el protocolo por el cual se pueden recibir denuncias de

individuos que aleguen violaciones a sus derechos humanos en

general, pues si bien, no existe tema referente a la víctima, si se habla

de derechos entre los cuales se encuentran la economía procesal,

prisión preventiva como excepción, control de legalidad, publicidad,

imparcialidad, presunción de inocencia, defensa adecuada,

contradicción y no autoincriminación y el derecho del gobernado a

acudir a los Tribunales en busca de justicia. 27

4. LA DECLARACIÓN SOBRE LOS PRINCIPIOS

FUNDAMENTALES DE JUSTICIA PARA LAS VÍCTIMAS DE

DELITOS Y ABUSO DE PODER, 1985.

Declaración que fue adoptada en 1985 por la Asamblea General de las

Naciones Unidas, en donde se establecen los derechos de las

víctimas dentro de los procedimientos de justicia penal, en donde se

incluye el acceso a la justicia, a ser tratado con respeto y dignidad, y el

derecho a la protección y a la asistencia jurídica, así como la

reparación del daño.


27
Pacto internacional de derechos civiles políticos de 1966,
https://www.colmex.mx/assets/pdfs/2-PIDCP_49.pdf?1493133879, fecha de consulta 18
de septiembre de 2018.

48
En dicha Declaración, se proponen dos ejes fundamentales, la

reparación del daño a cargo del responsable del delito, ya que sea

determinada su culpabilidad; por otra parte, la atención brindada a la

víctima u ofendido a cargo del Estado, como obligación. De igual

forma, obliga a los Estados a realizar una revisión periódica de la

legislación, con el fin de que se promulguen leyes y se hagan cumplir

contra actos que constituyan vejaciones a los derechos fundamentales

de las víctimas; asimismo, la creación de medidas y mecanismos para

la prevención.28

5. CONVENCIÓN CONTRA LA TORTURA Y OTROS TRATOS O

PENAS CRUELES, INHUMANOS O DEGRADANTES DE 1984 Y EN

VIGOR EN MÉXICO EN 1986.

Esta Convención vincula a Estado mexicano a partir del 6 de marzo de

1986, en que fue publicada, y en donde se resalta a las víctimas de los

servidores públicos en uso de sus funciones, a base de tortura, en la

cual, el Estado se encuentra obligado a cumplir y tomar medidas

legislativas, administrativas y judiciales, para evitar actos de tortura

dentro del territorio nacional.

La Declaración sobre los Principios Fundamentales de Justicia para las Víctimas de


28

Delitos y Abuso de Poder, 1985, http://www.ordenjuridico.gob.mx/TratInt/Derechos


%20Humanos/INST%2028.pdf, fecha de consulta 18 de septiembre de 2018.

49
De igual manera, tiene que velar porque se garantice a la

víctima de un acto de tortura la reparación y el derecho a una

indemnización justa y adecuada, en donde deben incluirse los medios

para una rehabilitación completa.29

6. CONVENCIÓN SOBRE LOS DERECHOS DEL NIÑO DE 1989

Y VINCULANTE PARA MÉXICO EN 1991.

Aquí son contempladas las víctimas del delito, el trato que deben tener

para no violentar sus derechos fundamentales.

Toda vez que un niño en situación de víctima, tiene más

derechos. Pues además de los señalados en la presente, se tienen los

derechos del interés superior del niño. A lo cual, el Estado como parte

está obligado a legislar y hacer una revisión periódica de éstas, para la

protección de los menores, y en lo que aquí nos interesa, las menores

víctimas.30

7. PRINCIPIOS PARA LA PROTECCIÓN Y LA PROMOCIÓN DE

LOS DERECHOS HUMANOS MEDIANTE LA LUCHA CONTRA LA

IMPUNIDAD DE LAS NACIONES UNIDAS, FEBRERO 2009.


29
Convención contra la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes
de 1984 y en vigor en México en 1986, http://www.ordenjuridico.gob.mx/TratInt/Derechos
%20Humanos/D4.pdf, fecha de consulta 28 de septiembre de 2018.
30
Convención sobre los derechos del niño de 1989 y vinculante para México en 1991,
http://www.un.org/es/events/childrenday/pdf/derechos.pdf, consultada el 22 de septiembre
de 2018.

50
En el presente documento internacional, se prevén situaciones en las

cuales incumple el Estado sus obligaciones, como las de investigar las

violaciones a los derechos humanos, para lo cual, se obliga al Estado

parte, a la creación de órganos oficiales temporales y de constatación

de hechos que no tengan carácter judicial, con la finalidad de

investigar abusos a los derechos humanos o del derecho humanitario

que se hubiesen cometido durante varios años. 31

8. PRINCIPIOS Y DIRECTRICES BÁSICOS SOBRE EL

DERECHO DE LAS VÍCTIMAS DE VIOLACIONES MANIFIESTAS DE

LAS NORMAS INTERNACIONALES DE DERECHOS HUMANOS Y

VIOLACIONES GRAVES DEL DERECHO INTERNACIONAL

31
Principios y Directrices Básicos sobre el Derecho de las Víctimas de Violaciones
manifiestas de las Normas Internacionales de Derechos Humanos y violaciones graves
del Derecho Internacional Humanitario a Interponer Recursos y Obtener Reparaciones,
diciembre 2009, http://www.derechos.org/nizkor/impu/impuppos.html, fecha de consulta
17 de septiembre de 2018.

51
HUMANITARIO A INTERPONER RECURSOS Y OBTENER

REPARACIONES, DICIEMBRE 2009.

Este instrumento aborda el tema relativo a los derechos de las

personas en situación de víctima, a la interposición de recursos para

estar en condiciones de una adecuada reparación del daño, ante el

Estado o bien ante los organismos internacionales competentes, en

donde deben establecerse mecanismos que obliguen a la reparación

del daño, por restitución, indemnización, rehabilitación, satisfacción y

garantías de no repetición. De igual manera, la creación de programas

de difusión para dar a conocer los derechos humanos de personas en

situación de víctima.32

9. CONVENCIÓN INTERNACIONAL PARA LA PROTECCIÓN DE

TODAS LAS PERSONAS CONTRA LAS DESAPARICIONES

FORZADAS DE 2006 Y VIGENTE EN MÉXICO EN 2011.

A consecuencia de esta convención, el Estado mexicano se obligó a

legislar en el tema de desaparición forzada, a consecuencia se creó la

Ley General de Víctimas, lo anterior ante la vejación de los derechos

humanos de los ciudadanos, en el mismo sentido, existe un reflejo del


32
Ibidem.

52
tema en la Ley de Amparo, reglamentaria a los artículos 103 y 107 de

la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en donde se

señala que con relación a la desaparición forzada, cualquier persona

podrá promover en su nombre aunque sea menor de edad.

El juez de amparo decretará la suspensión de los actos

reclamados y dictará las medidas necesarias para que comparezca el

agraviado; si no se lograra la comparecencia del quejoso, ordenará la

suspensión del procedimiento en lo principal y se dará vista al

Ministerio Público de la Federación; requerirá a las autoridades

responsables de la información que resulte conducente para la

localización y liberación de la víctima probable, velara por los derechos

fundamentales de la víctima, como lo son el conocer la verdad sobre

las circunstancias de la desaparición forzada; conocer la evolución y

resultados de la investigación; en caso de fallecimiento, el respeto y

restitución de sus restos; la reparación e indemnización rápida, justa y

adecuada.33

33
Convención Internacional para la Protección de Todas las Personas contra las
Desapariciones Forzadas de 2006 y vigente en México en 2011,
http://www.ordenjuridico.gob.mx/TratInt/Derechos%20Humanos/PI13BIS.pdf, fecha de
consulta 20 de septiembre de 2018.

53
CAPÍTULO TERCERO

I. LA SUPLENCIA DE LA QUEJA A FAVOR DE LA VÍCTIMA.

En la actualidad al hablar de igualdad procesal, debemos estar en

condiciones de realizar una ponderación entre los derechos humanos

del implicado y los derechos de la víctima u ofendido del delito, pues si

bien, gracias a la reforma constitucional de 2008, se le da intervención

a la víctima u ofendido dentro del procedimiento de manera activa,

pues es tomado como parte del mismo, en ese sentido, resulta

trascendental el hablar respecto de la suplencia de la queja a favor de

ésta, pues de no ser así y aplicarla solamente a favor del infractor del

delito, estaríamos ante una desigualdad de las partes dentro del

procedimiento.

De ahí que es dable comenzar a entrañar que es la suplencia

de la queja deficiente, la cual podremos tomarla como la antítesis del

principio de estricto derecho, pues faculta al juzgador de amparo para

centrar el objeto del proceso en la consecución de la verdad histórica

de los hechos, beneficiando al quejoso, en donde son aportados

conceptos de violación y agravios no alegados por el impetrante de

amparo.34

34
Martínez García, Hugo, El nuevo juicio de amparo en México, Rechtikal, 2014, p.171.

54
Ignacio Burgoa señala: “que implica no ceñirse a los conceptos

de violación expuestos en la demanda de amparo, sino que para

conceder al quejoso la protección federal, el órgano de control puede

hacer valer oficiosamente cualquier aspecto inconstitucional de los

actos reclamados”.35

Así pues, la figura jurídica de la suplencia de la deficiencia de

la queja, nace con el propósito de liberar a los quejosos de la

obligación de ser expertos técnicos jurídicos, cuando estuvieran en

peligro de perder su libertad o sus derechos fundamentales; de ahí

que se ha creado en auxilio de la gente que tiene bajos recursos para

que estén en condiciones de acceder a su defensa legal, sin que ésta

se ajuste a las exigencias técnicas requeridas para proceder al análisis

de las violaciones constitucionales de los actos que le generaron una

afectación.

Por lo cual, la suplencia de la queja deficiente inicia desde el

momento de la interposición de la demanda de amparo, es decir,

desde la génesis de la litis constitucional, entre la parte quejosa y la

autoridad responsable que violentó sus derechos humanos, con la

finalidad de buscar un equilibrio procesal.36


35
Burgoa, Ignacio, El juicio de amparo, 30ª. Edición, México, Porrúa, 1968, p. 299.
36
Meza Fonseca, Emma, La suplencia de la queja deficiente en el juicio de amparo,
https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/9/4317/28.pdf, p. 5, fecha de consulta

55
En la actualidad, el tema de protección a la víctima ha

trascendido de los planteamientos doctrinarios en materia de

criminología, toda vez que, ya se ha regulado al respecto en la

Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y en la Ley de

Amparo, las cuales facultad a la víctima u ofendido del delito para

estar en condiciones de combatir las determinaciones del ministerio

público sobre el no ejercicio de la acción penal o el desistimiento de la

acción penal; así como, para ser parte dentro del juicio de amparo y

acudir a dicha instancia a defender sus intereses.

Las reformas constitucionales, primordialmente la relativa a los

derechos humanos de 2011, tuvieron como objetivos perfeccionar los

mecanismos por los cuales los particulares encuentren en la norma

jurídica, tutela y protección respecto a los actos de las autoridades

encargadas de la impartición de justicia; de igual manera se ampliaron

los derecho fundamentales reconocidos en materia penal a favor de

los inculpados, además de ampliarse progresivamente los relativos a

la víctima u ofendido.37

seis de noviembre de 2018.


37
Aguilar López, Marco Antonio, ¿Debe suplirse la deficiencia de la queja a favor del
ofendido o víctima del delito, cuando éste es el quejoso en el juicio de amparo?,
https://www.ijf.cjf.gob.mx/publicaciones/revista/9/r9_1.pdf, consultado el 15 de noviembre
de 2018.

56
II. CRITERIO DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA

NACIÓN, RESPECTO DE LA VÍCTIMA.

Mismos que se encuentran citados en el Amparo Directo en

Revisión 1072/2014. Del Ministro Ponente: Arturo Zaldívar Lelo de

Larrea, Secretario: Julio César Ramírez Carreón, de la Primera Sala

de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, correspondiente al día

diecisiete de junio de dos mil quince; en la cual en lo que interesa

señala:

[…]

Desde el ámbito de las víctimas u ofendidos del

delito que son parte en el proceso penal y, por tanto,

sujetos legitimados para promover juicio de amparo

directo, esta Primera Sala de la Suprema Corte de

Justicia de la Nación al resolver la Contradicción de

Tesis 163/2012, determinó que el estudio del juicio de

amparo debe realizarse bajo la figura de la suplencia de

la deficiencia de la queja, en virtud del nuevo enfoque

constitucional que ha brindado equilibrio entre sus

derechos fundamentales y los de los acusados, por lo

que dotó de contenido al artículo 76 Bis, fracción II, de la

57
Ley de Amparo vigente hasta el dos de abril de dos mil

trece y extender esa figura a los afectados del delito,

construyendo así un paso más hacia la búsqueda de la

justicia como fin primordial para el que fue instituido el

juicio de control constitucional.

De dicha ejecutoria derivó la jurisprudencia 1a./J. 29/2013, de

rubro: “SUPLENCIA DE LA QUEJA DEFICIENTE EN MATERIA

PENAL. OPERA EN FAVOR DE LA VÍCTIMA U OFENDIDO POR EL

DELITO, CONFORME AL MARCO CONSTITUCIONAL SOBRE

DERECHOS HUMANOS QUE RESGUARDAN LOS ARTÍCULOS 20,

APARTADO B Y 1º. DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL, NO

OBSTANTE QUE EL ARTÍCULO 76 BIS, FRACCIÓN II, DE LA LEY

DE AMPARO, LA PREVEA SÓLO EN BENEFICIO DEL REO.”; de la

cual se colige, que si bien las normas relativas a los derechos

humanos, así como la propia Constitución Política de los Estados

Unidos Mexicanos y los tratados internaciones de los que el Estado

mexicano es parte, favorecen de manera preponderante a las

personas, lo que se traduce en la obligación de los juzgadores a

realizar un análisis pro persona, es decir, queda autorizada la

suplencia de la queja a favor del reo, dicho criterio no corresponde a la

58
realidad constitucional y social de nuestro país, ya que dicho criterio

quedó superado por la transformación de los derechos humanos, de

ahí que, la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,

determinó que la suplencia de la queja deficiente se extiende también

a favor de la víctima u ofendido del delito, en pro de la justicia. 38

Al resolver la mencionada Contradicción de Tesis 229/2011, esta

Primera Sala estableció que los derechos fundamentales de la víctima

u ofendido del delito y los acusados no son opuestos entre sí, por el

contrario, el respeto a las prerrogativas de ambos constituye la

vigencia del orden constitucional, de modo que no rompe con el

equilibrio procesal de esos intereses el que se analice en sede

constitucional el acto que hace nugatorio el derecho a la reparación

del daño, aun cuando potencialmente el inculpado y su defensa

hubieren superado conforme a las reglas del debido proceso la acción

penal –y posteriormente la acusación– intentada por el Ministerio

Público, pues la impugnación que en amparo directo haga la víctima u

ofendido no genera un nuevo frente de imputación penal distinta a la

pretensión punitiva estatal, por el contrario, al haber sido desvinculado

el inculpado bajo la responsabilidad judicial de la acción penal que

Publicada en la página 508, del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Libro


38

XXVI, noviembre de 2013, Tomo 1, Décima Época, registro 2004998.

59
sigue siendo la condicionante o presupuesto lógico de cualquier tipo

de reclamo sobre la reparación, es que se justifica que los pasivos del

delito tengan esa facultad ante la imposibilidad jurídica que existe para

el Fiscal. 39

En la anterior, el máximo tribunal de justicia del país, señala que

tanto víctima y ofendido son parte del procedimiento, y que son sujetos

legitimados para promover el juicio de amparo; también de suma

importancia lo es, que dicho juicio se debe realizar bajo la figura de la

suplencia de la queja; que los derechos fundamentales de la víctima

como del acusado no resultan opuestos entre sí, y que el respeto de

los derecho de ambos, constituye la vigencia del orden constitucional,

de ahí que no se puede romper con el equilibrio procesal al analizarlos

en sede constitucional, pues cada parte defiende sus intereses, pues

no obstante de que el inculpado sea favorecido durante el proceso, la

víctima está en posibilidades de pelear por sus intereses.

39
Aprobada por mayoría de cuatro votos en sesión de 7 de diciembre de 2011, bajo la
ponencia del Ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, de la que derivaron las
jurisprudencias 1a./J. 21/2012 y 1a./J. 22/2012, la última de ellas, de rubro: “VÍCTIMA U
OFENDIDO DEL DELITO. LA LEGITIMACIÓN PARA PROMOVER JUICIO DE
AMPARO DIRECTO CONTRA LA SENTENCIA DEFINITIVA QUE ABSUELVE AL
ACUSADO NO IMPLICA QUE ADQUIERA FACULTADES QUE CORRESPONDEN AL
MINISTERIO PÚBLICO.” [Pág. 1085. S.J.F. y G. Libro VIII. Mayo 2012. Tomo 1. Décima
Época. Registro: 2000943], en lo conducente, fue declarada sin efectos en virtud de lo
resuelto en la inmediatamente citada Contradicción de Tesis 163/2012, porque la parte
considerativa anulada señalaba que los conceptos de violación de la víctima en amparo
directo debían analizarse bajo el principio de estricto derecho.

60
De ahí que existe una obligación por parte de los operadores del

sistema penal, así como de los jueces de amparo, de ponderar tanto

los derechos humanos de los implicados como los de las víctimas u

ofendidos del delito, para que con ello, se pueda generar una

impartición real de la justicia, pues el sólo hecho de la existencia de

una violación a los derechos fundamentales de los infractores del

delito, no puede ser suficiente para ser exonerados de culpa sin antes

analizar el daño ocasionado a las víctimas, en donde el detrimento

puede ser superior al sufrido por el activo del delito, de ahí la

importancia de sopesar dicha cuestión al momento de emitir el fallo

correspondiente.

Respecto a la suplencia de la queja deficiente, como ya se

analizó anteriormente, la Suprema Corte de Justicia de la Nación ya se

ha pronunciado al respecto, en donde si bien de acuerdo a lo

establecido en la ley suprema del país, corre a favor del infractor en

diversas materias, también es obligación de los juzgadores suplir la

deficiencia de la queja a favor de las víctimas, y al existir violaciones a

los derechos fundamentales tanto de la víctima como del infractor,

debe ponderar la situación, para así estar en condiciones de emitir un

61
fallo que sea justo para todas las partes intervinientes del

procedimiento penal.

III. IMPORTANCIA DE LA VÍCTIMA EN EL SISTEMA PENAL

MEXICANO.

Es evidente que la víctima cobra suma importancia víctima dentro del

sistema penal mexicano, así como el rol que juega dentro del mismo;

no obstante, en muchos casos se queda en el olvido por distintos

factores, en la mayoría de las ocasiones, por el temor de las

represalias que pudiera tener como consecuencia de su intervención,

otras por falta de una representación profesionalizada y muchas de las

veces, porque los operadores del sistema, no sopesan tanto los

derechos humanos de la víctima como los del inculpado.

Es en estos casos, cuando se pierde el interés por parte de los

afectados y se dejan en el olvido asuntos en los cuales son parte,

poniendo en duda la legalidad procesal, consecuencia de ello, la falta

de credibilidad de los operadores del sistema; de ahí que, no se tenga

el interés por ir a defender sus derechos en el juicio; de ahí que, se

considere que no tienen acceso real a la justicia.

El sistema penal, con dificultad respeta los límites de la legalidad

al actuar de manera arbitraria, pues al momento de analizar los delitos,

62
son omisos en analizar las vejaciones cometidas en contra las

víctimas, pues de cierto modo, se victimiza al delincuente; lo que se

ocasiona con ese actuar, es una suplencia total para el activo del

delito, existiendo de esa manera un desbalance total dentro del

proceso penal, lo que genera la falta de credibilidad en la justicia.

No obstante ello, existen bases importantes para creer que esto

puede cambiar, gracias a las reformas constitucionales, se ha buscado

la transformación del sistema de justicia penal en México; ello ante la

incursión de los derechos humanos en la Carta Magna y las reformas

en materia judicial de 2008, lo que ha dado pauta a la implementación

de una serie de instrumentos legales, que dan forma y contenido a los

preceptos de la Constitución, en materia de justicia penal a víctimas

del delito, así como de violaciones de los derechos fundamentales.

Consecuencia de ello, en el Código Nacional de Procedimientos

Penales se otorgan prerrogativas a la víctima y se crea la Ley General

de Víctimas.

De igual manera, con la reforma en materia de derechos

humanos, se amplía el bloque de constitucionalidad, al darle

reconocimiento de jerarquía igualitaria a los tratados internacionales

(sólo los relacionados en materia de derechos humanos) con relación

63
a la Constitución y de manera preponderante la inclusión del principio

pro persona.

Con la reforma judicial, también se les da reconocimiento a los

derechos de las víctimas, si bien es cierto, ya era reconocida su

personalidad dentro del texto constitucional, es hasta dicha reforma,

en donde se la da un reconocimiento real en el procedimiento penal,

dándole así, un acceso real a la justicia.

De la reforma al apartado C, del artículo 20 de la Constitución

Política de los Estados Unidos Mexicanos, se denotan las facultades

otorgadas a la víctima, entre las que se encuentran:

1) recibir asesoría jurídica;

2) coadyuvar con el Ministerio Público (que incluye tanto el

derecho a que se le reciban todos los datos y elementos de prueba y

se desahoguen las diligencias correspondientes, como a intervenir en

el juicio e interponer los recursos que prevea la ley);

3) recibir atención médica y psicológica de urgencia;

4) que se le repare el daño, lo que incluye el hecho de que el

Ministerio Público esté obligado a solicitar la reparación del daño, sin

menoscabo de que la víctima u ofendido lo pueda solicitar

64
directamente, y el juzgador no podrá absolver al sentenciado de dicha

reparación si ha emitido una sentencia condenatoria;

5) el resguardo de su identidad y otros datos personales cuando

sean menores de edad, se trate de delitos de violación, trata de

personas, secuestro o delincuencia organizada, y cuando a juicio del

juzgador sea necesario para su protección;

6) solicitar las medidas cautelares y providencias necesarias

para la protección y restitución de sus derechos; y

7) impugnar ante autoridad judicial las omisiones del Ministerio

Público en la investigación, las resoluciones de reserva, no ejercicio,

desistimiento de la acción penal o suspensión del procedimiento

cuando no esté satisfecha la reparación del daño.

De lo que, se muestra que no es sólo el reconocimiento de los

derechos de la víctima, sino que se crea una estructura amigable tanto

para los imputados como para la víctima, en donde ambas partes tiene

las mismas posibilidades de hacer valer sus derechos humanos

durante el proceso; de importancia también lo es en dicha reforma, la

jerarquía máxima de los tratados internacionales, si bien ya se

contemplaba en el artículo 133 de la Constitución Política de los

Estados Unidos Mexicanos, éstos se encontraban por debajo de ésta,

65
por lo cual, su incorporación no era viable, por lo que, gracias a la

reforma las expectativas cambiaron, al ampliar su bloque de

constitucionalidad de protección a los derechos humanos, ampliando

de esta forma, el bagaje jurídico de reconocimiento de los tratados

internacionales en materia de derechos humanos, dándoles a éstos

jerarquía constitucional.

Otros de los atributos de los derechos humanos incorporados de

la constitución, en el artículo primero, son universalidad,

interdependencia, indivisibilidad y progresividad, los que son el

referente de las autoridades, para cumplir con sus obligaciones en

materia de derechos humanos, pues es su deber el promover,

respetar, proteger y garantizarlos.40

De ahí que, se cuenta con las herramientas necesarias para

cuidar los derechos humanos tanto de la víctima como del victimario,

encontrando la problemática para ello, en la interpretación de dichos

derechos, pues los operadores del sistema, dejan de sopesar los

intereses de ambas partes, brindando una mayor protección al

infractor del delito; lo que genera en la sociedad, una falta de

credibilidad en la justicia en México. Por lo cual, se debe trabajar de

Gómez González, Arely, coordinadora, Reforma penal, 2008-2016. El sistema penal


40

acusatorio en México, primera edición. –- Ciudad de México: Instituto Nacional de


Ciencias Penales, 2016.

66
manera incesante, una implementación de justicia para las partes en el

juicio, pues no obstante que, existe el reconocimiento de la víctima, no

existe una representación adecuada durante el proceso, de ahí que,

no sean respetados sus derechos de manera igualitaria con los de

victimario.

67
CONCLUSIONES.

Si bien los derechos humanos de la víctima, se encuentran tutelados

por las normas en México, así como por los tratados internacionales

de los cuales la nación es parte, dentro de la judicatura existen

algunas deficiencias, pues se deja de analizar de manera equilibrada

los derechos de los sujetos pasivos del delito, esto a consecuencia de

una inadecuada representación, pues si bien, es reconocida su

personalidad, se convierte en una figura pasiva que en muchas de las

ocasiones no actúa dentro del procedimiento.

Ante dicha impunidad, generada por la inadecuada o tardía

intervención de los órganos de procuración y administración de

justicia, no sólo afecta al buen funcionamiento del sistema penal y al

respeto de los ordenamientos jurídicos penales, sino también

directamente a las víctimas. Por errores, descuidos, incompetencia o

corrupción de los operadores del sistema se genera impunidad, en

donde, quien sufre la afectación mayor es la víctima, que ve perdidas

las posibilidades de que sea emitida una resolución justa y equitativa a

los intereses que se buscan y como consecuencia, la inexistencia de

la reparación del daño. Por lo cual, es necesario cuidar que las

garantías procesales concedidas al inculpado tengan exacta

68
observancia y que no se dejen a un lado las de las víctimas u

ofendidas del delito, toda vez que, resultaría imperdonable que gracias

a ello, el implicado evada la acción de la justicia.

Si bien la incorporación de víctima en el proceso ha sido de

manera paulatina, quizá muy lento, esto acarrea como consecuencia

lógica la de aumentar sus obligaciones y aun cuando los derechos

suponen sólo una prerrogativa y no una obligación, lo cierto es que las

consecuencias procesales son de contrapresión. En donde resulta

lamentable ver a los servidores públicos que sólo ofrecen ante la

autoridad correspondiente lo que a su vez la víctima u ofendido les

proporciona, dejándoles la carga de la prueba, cuando no tiene la

obligación de demostrar su ofensa; de ahí que, cuando sus

posibilidades económicas lo permiten, suelen contratar los servicios

profesionales de un abogado que coadyuve o presione en su nombre

ante el Ministerio Público, lo que genera gastos que deberían de ser

innecesarios.

Si bien, debería de ser unan cuestión genérica en toda la

República Mexicana, el hecho de que se consagren los derechos

humanos de las víctimas, no en todas las entidades federativas se

realiza, si bien puede considerarse suficiente que la Constitución

69
Política de los Estados Unidos Mexicanos los consagre, lo cierto es

que, en los Estados de la república, se debe retomar y adecuar a sus

propias necesidades, dando así una debida consagración a los

beneficios de éstas. De igual manera, debe darse una participación

mayor a la víctima en el proceso penal, no obstante que, es una de las

prioridades del derecho penal el garantizar el orden público y la paz

social, dicha finalidad no debe agotarse con la aplicación de la pena al

autor del delito, sino que debe ser extensiva hacía el ámbito de tutela y

asistencia de la víctima. De la misma manera, debe de procurarse

mayor incidencia de la víctima dentro del proceso penal, para que le

sea garantizada la igualdad de armas con la debida ponderación de

intereses, pues sería una buena contribución para la mejoría y eficacia

de la administración de justicia, una justa y oportuna intervención de la

víctima.

70
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realizada a los artículos 16, 17, 18, 19, 20, 21, 22, 73, fracciones

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Videos.

Véase amparo directo en revisión 125/2012 y contradicción de tesis

163/2012.

Véase, Expediente INACIPE, invitado José Zamora Grant; Conductora

Luz María Saucedo, publicado el 23 de abril de 2015,

transmisión 21 de abril de 2015, www.youtube.com/watch?

v=FhkzZMbDF_g, consulta 13 de septiembre de 2018.

Véase, IJPPtv, publicado el 29 de mayo de 2014, Corte

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www.youtube.com/watch?v=odTOrLceXRQ. Consulta 13 de

septiembre de 2018.

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