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ANÁLISIS
DX
Endocarditis bacteriana
La endocarditis infecciosa es la inflamación del revestimiento interno de las
válvulas y cavidades cardiacas (endocardio), producida por la infección
patógena de bacterias, que crecen formando unas estructuras características
conocidas como vegetaciones.
Aunque puede aparecer en pacientes sanos, es más frecuente en:
Válvulas protésicas.
Cardiopatías congénitas.
Valvulopatías.
Endocarditis previa.
Dos hechos secuenciales explican el desarrollo de la endocarditis bacteriana:
1. Desarrollo de un trombo fibrinoplaquetario Se observa cuando por múltiples causas
se lesiona el endotelio valvular, ya que la fibrina y las plaquetas se depositan sobre la
zona del endotelio erosionado. Los traumatismos directos por el uso de catéteres y las
alteraciones hemodinámicas del flujo endocardiaco y de gradientes de presión
transvalvular son causas de lesión. La frecuente afectación de la válvula tricúspide en
drogadictos parenterales puede ser atribuida a los adulterantes que se inyectan con la
droga y que también causan daño endotelial. En estados de hipercoagulabilidad en
pacientes con ciertas neoplasias, enfermedades crónicas o del tejido conectivo
también pueden observarse vegetaciones trombóticas adheridas al endocardio que no
producen destrucción valvular. Todos estos trombos pueden alcanzar un tamaño
considerable, fragmentarse, desprenderse y ocasionar embolias periféricas
preferentemente en cerebro, bazo y riñón.
Los microorganismos alcanzan el trombo fibrinoplaquetario en el curso de una
bacteriemia formando una vegetación séptica. La capacidad de colonización del
trombo se relaciona con el grado de adherencia de la bacteria en cuestión y de la
cantidad del inóculo, siendo el Streptococcus viridans y el Stafilococcus aureus los que
se adhieren con más facilidad. El origen de estas bacteriemias, suele ser un foco
séptico o una maniobra que traumatice la piel o las mucosas, rompiendo su integridad
y anulando pues su función de barreras mecánicas protectoras semipermeables,
aunque en ocasiones, estas bacteriemias surgen de forma espontánea.
La sintomatología varía según el microorganismo causal, las condiciones del paciente
y la válvula afecta.
En la endocarditis subaguda los síntomas son fiebre, escalofríos, sudoración
nocturna, malestar general, disminución del apetito, fatiga, debilidad y
molestias musculoesqueléticas. Estos síntomas pueden durar varias semanas
antes de llegar al diagnóstico.
En la endocarditis aguda los síntomas son muy parecidos a los de
la subaguda, pero más graves y concentrados en unos días. También pueden
aparecer síntomas de insuficiencia cardiaca debido a la disfunción de la válvula
afectada.
La sospecha diagnóstica se establece cuando existe un proceso infeccioso con fiebre
persistente sin que exista un foco aparente de la infección, sobretodo si se asocian soplos
u otros síntomas cardiacos y en pacientes con cardiopatías que predisponen a la
endocarditis.
Para realizar el diagnóstico es importante demostrar la presencia de los microorganismos
en la sangre y detectar las vegetaciones (generalmente situadas en las válvulas
cardiacas).
Para detectar los microorganismos en la sangre se realizan hemocultivos, que son cultivos
de sangre de la persona enferma en condiciones especiales que favorecen el crecimiento
del micoorganismo. Además de detectar el microorganismo causal de la endocarditis, los
hemocultivos también sirven para seleccionar el tratamiento más adecuado para ese
microorganismo en concreto.
Las vegetaciones se detectan mediante las técnicas de imagen cardiaca. Generalmente se
realiza primero un ecocardiograma transtorácico (desde el exterior del tórax). Si esta
técnica no muestra las vegetaciones y existe alta sospecha, pueden realizarse otras
técnicas, como un ecocardiograma transesofágico (mediante un tubo que se introduce por
la boca hasta el esófago), que es más sensible pero también más agresivo.
Diagnósticos diferenciales y como descartarlos
Fiebre de origen desconocido, se descarta con reconocimiento de bacteria en
hemocultivo.
Fiebre reumática agua, se descarta con hemocultivo más la presencia de
soplo.
Lupus eritematoso sistémico, hemocultivo más soplo al examen físico.
Bibliografía:
1. F. E. C. (2020, 5 octubre). ENDOCARDITIS INFECCIOSA. Fundación Española del
Corazón.
https://fundaciondelcorazon.com/informacion-para-pacientes/enfermedades-
cardiovasculares/valvulopatias/endocarditis-infecciosa.html
2. Colegio de dentistas españa, C. O. N. S. E. J. O. D. E. N. T. I. S. T. A. S. (s. f.).
PROTOCOLO DE ENDOCARDITIS BACTERIANA. http://www.coeg.eu/.
Recuperado 30 de marzo de 2021, de
http://www.coeg.eu/wp-content/uploads/2016/05/24_endocartitis.pdf
3. Manuales MSD. (s. f.). Endocarditis infecciosa. Manual MSD versión para
profesionales. Recuperado 30 de marzo de 2021, de
https://www.msdmanuals.com/es-co/professional/trastornos-
cardiovasculares/endocarditis/endocarditis-infecciosa