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LA RESPONSABILIDAD POR EL HECHO DE LAS COSAS

En el principio el Código Civil de Vélez Sarsfield no contenía


preceptos referidos a la responsabilidad por riesgo, como así
tampoco ningún supuesto de responsabilidad objetiva. Ello fue así
por la sencilla razón de que la sola idea de que nazca una
obligación de resarcir el daño ocasionado sin la intervención de una
conducta subjetivamente reprochable era inimaginable.
Con la reforma de la Ley 17711 se incorporó la teoría del riesgo
creado, en oposición al sistema. Esta teoría introducida tenía como
novedad que, si la cosa era riesgosa o con vicios, el propietario o
guardián se eximían de responsabilidad demostrando la culpa de la
víctima ola de un tercero por el que no se respondía, y si no era
peligrosa ni con vicios, se eximían demostrado que de su parte no
hubo culpa, así como tampoco había responsabilidad si la cosa se
usaba contra la voluntad del dueño o guardián.
El Código Civil no incluía a los animales que eran tratados por
separado y solo hablaba de cosas inanimadas, riesgosas o no. La
nueva legislación prevé los daños causados por cosas y actividades
riesgosas y los daños y se distinguen tres diferentes situaciones:
1) Daños producidos por cosas animadas e inanimadas. 2) Daños
producidos al desarrollar actividades riesgosas y peligrosas. 3)
Daños producidos por animales.
Responsabilidad objetiva: La responsabilidad en los daños
ocasionados por cosas o actividades riesgosas o peligrosas es
siempre objetiva y la misma es atribuida al titular de la actividad que
ocasiona el daño resarcible y no son eximentes de responsabilidad
la autorización administrativa ara el uso de la cosa o la realización
de la actividad ni el cumplimiento de las técnicas de prevención.
Supuestos de aplicación de la norma. Cosas viciosas o riesgosas.
Actividades peligrosas. El primer caso previsto en el artículo 1757
del código civil y comercial presupone el accionar de una cosa
riesgosa o viciosa en la producción del daño. Al respecto, cabe
recordar que las cosas pueden ser riesgosas: a) Por su propia
naturaleza, esto es, cuando, conforme a su estado natural,
constituyen un peligro potencial para terceros. b) Cuando la cosa,
que no es peligrosa o riesgosa por su naturaleza, ve potenciada esa
aptitud para generar daños por la propia conducta del responsable
que multiplica, aumenta o potencia las posibilidades de daño. En
este último caso quedan comprendidos distintos supuestos, por
ejemplo, aquel en que el daño es causado por el funcionamiento
particular de la cosa (automóvil), o cuando el peligro nace del
estado en que se encuentra (fusil cargado), o de la posición en que
se localiza (madera transportada en un camión que cae sobre un
automóvil al que precede en la ruta).
En cuanto a las cosas viciosas, ellas son relevantes, a los fines
previstos en la norma, cuando, debido al defecto que presenta (de
fabricación o funcionamiento), la cosa tiene virtualidad suficiente
para convertirse en una fuente potencial de riesgos para terceros.
Es que el riesgo o contingencia del daño es la mera consecuencia o
derivación del vicio propio de la cosa (Ejemplo tapa de la red de
agua de la vereda que se encuentra rota o es deficiente que
ocasiona que un transeúnte se tropiece y se lesione).
Las cosas resultan peligrosas cuando presentan una posibilidad
cercana a la producción de un daño, pero el criterio de peligrosidad
de la cosa no puede ser aplicado de manera absoluta porque las
cosas per se no son ni peligrosas ni ofensivas, siendo necesario
determinar las circunstancias que rodean el caso concreto y como
se desarrollan los acontecimientos (Ejemplo, un florero en una
mesa no es peligroso pero si el mismo se encuentra apoyado en el
borde de un balcón es potencialmente peligroso pues puede caer y
lesionar a alguien).
En estos casos se requiere la intervención activa de la cosa,
recurriendo a la teoría de la relación de causalidad, y dicha
intervención está dada cuando el daño tuvo como condición la
intervención del objeto (cuando la cosa fue la causante del
perjuicio). Así, cuando el daño sea ocasionado por una cosa que,
por su naturaleza, estado o modo de utilización engendra daños
para terceros. Por otra parte, la responsabilidad es, en estos casos,
objetiva, es decir que la conducta subjetivamente reprochable del
agente es irrelevante a los fines de imputarle responsabilidad. El
factor de atribución aplicable es el riesgo. Por ende, para eximirse
de responsabilidad el sindicado como responsable deberá acreditar
la causa ajena, es decir, el hecho de la víctima, de un tercero por el
cual no debe responder o el caso fortuito o fuerza mayor (artículos
1722, 1729,1730 y 1731 Código Civil y Comercial), partiendo de esa
premisa, a la víctima le bastará con acreditar el contacto material
entre el hecho de la cosa y el daño, para que surja la presunción de
adecuación causal, es decir, que el accionar de la cosa viciosa o
riesgosa fue la que, conforme el curso normal y ordinario de los
acontecimientos, produjo el resultado dañoso.
Cosas por cuyo daño se responde: El nuevo Código Civil y
Comercial, los daños causados por animales, cualquiera sea su
naturaleza se juzga a la luz del artículo 1757, es decir, la nueva
legislación equipara los daños causados por animales no
importando la naturaleza de dicho animal, a los hechos de las cosas
y actividades riesgosas (Articulo 1759). a) Muebles: daños
causados por cosas sólidas, liquidas o gaseosas (ejemplo, Daños
ocasionados por emanaciones de gas o ruptura de un caño de
agua). b) Inmuebles. c) Energía: daños causados por instalaciones
eléctricas. d) Alimentos en mal estado. e) Ascensores: Los daños
causados por los accidentes originados en ascensores entran
dentro de la responsabilidad de los daños causados por una cosa.
Se ha declarado la responsabilidad del dueño o guardián en
accidentes por mal funcionamiento del ascensor, caída de la cabina
al vacío o faltade protección suficiente, por ej. si no tuviera puerta.
El propietario no se libera por colocar un cartel en el que advierta
que, habiendo escaleras a disposición del público, no se hace
responsable por los accidentes que pudiera ocasionar el uso del
ascensor. Es así porque se trata de una responsabilidad
extracontractual fundada en la ley, de la cual no podría liberarse el
responsable por una declaración unilateral de voluntad. En cuanto a
la persona que cae al vacío, suele ocurrir que los usuarios abran la
puerta exterior cuando el ascensor no está en el piso y, confiando
que lo está, se precipitan al vacío, en estos casos hay
responsabilidad del propietario pues la causa del accidente es el
mal funcionamiento del mecanismo de seguridad que permitió abrir
la puerta cuando no debía abrirse porque la cabina no estaba en el
piso y hay responsabilidad de la víctima que no reparó en que el
ascensor no estaba en el piso, en estos casos la jurisprudencia
establece que hay culpa concurrente. En otras palabras, la actividad
es riesgosa o peligrosa cuando, por su propia naturaleza o por las
circunstancias de su realización, genera un riesgo o peligro para
terceros. No es relevante la intervención de cosas en la realización
de la actividad. En estos casos, quien realiza la actividad, se sirve u
obtiene un provecho de ella (artículo 1758 Código Civil y Comercial)
debe resarcir el daño ocasionado.
La autorización legal para utilizar la cosa o realizar la actividad: El
articulo 1757 Código Civil y Comercial dispone expresamente que la
autorización administrativa para el uso de la cosa o la realización de
la actividad reputada riesgosa no funciona como una eximente del
deber de responder. Este principio es fundamental pues, como es
sabido, en general la utilización de cosas riesgosas por su
naturaleza es admitida por el ordenamiento jurídico (por ejemplo,
utilización de automotores). Por ende, la sola utilización de la cosa
no es en sí mismo un hecho ilícito, pero se volverá tal cuando el
accionar de esta última ocasione un daño a un tercero (artículo
1717 Código Civil y Comercial). Lo mismo sucede en el caso de las
actividades peligrosas, que muchas veces están autorizadas por la
normativa aplicable. Tampoco podrá oponerse a la acción incoada
por la víctima la adopción de las medidas de prevención necesarias
para evitar la producción del daño.
Artículo 1753: Responsabilidad del principal por el hecho del
dependiente. El principal responde objetivamente por los daños que
causen los que están bajo su dependencia o las personas de las
cuales se sirve para el cumplimiento de sus obligaciones, cuando el
hecho dañoso acaece en ejercicio o con ocasión de las funciones
encomendadas. La falta de discernimiento del dependiente no
excusa al principal. La responsabilidad del principal es concurrente
con la del dependiente.
Artículo 1757: Hechos de las cosas y actividades riesgosas. Toda
persona responde por el daño causado por el riesgo o vicio de las
cosas o de las actividades que sean riesgosas o peligrosas por su
naturaleza, por los medios empleados o por las circunstancias de su
realización. La responsabilidad es objetiva. No son eximentes la
autorización administrativa para el uso de la cosa o la realización de
la actividad, ni el cumplimiento de las técnicas de prevención.
Sujetos responsables. Legitimación pasiva, el dueño y el guardián.
En cuanto a la legitimación pasiva, el dueño o guardián son
responsables concurrentes del daño causado por las cosas. En el
caso de actividades riesgosas o peligrosas, responde quien la
realiza, se sirve u obtiene provecho de ella, por sí o por terceros,
excepto disposición legal en contrario. Se trata de obligaciones
concurrentes, el dueño y el guardián responden por el mismo objeto
basado en diferentes causas, pudiendo la víctima accionar contra
cualquiera de ellos o contra ambos.
Artículo 1758: Sujetos responsables. El dueño o guardián son
responsables concurrentes del daño causado por las cosas. Se
considera guardián a quien ejerce, por sí o por terceros, el uso, la
dirección y el control de la cosa o a quien obtiene un provecho de
ella. El dueño y el guardián no responden si prueban que la cosa
fue usada en contra de su voluntad expresa o presunta. En caso de
actividad riesgosa o peligrosa, responde quien la realiza, se sirve u
obtiene provecho de ella, por sí o por terceros, excepto lo dispuesto
por la legislación especial.
Dueño: Es el propietario que responde por ser titular de dominio y
por ende queda obligado como tal por los daños que la cosa cause
o pueda causar. Guardián: Quien ejerce, por sí o por terceros, el
uso, la dirección y el control de la cosa o quien obtiene un provecho
de ella. Responde como sujeto a quien se le impone el control, la
vigilancia, el cuidado de la cosa, dando el articulo 1758 del Código
Civil y Comercial un concepto amplio que recoge todas las
opiniones doctrinarias en cuanto a la guarda material (quien detenta
la cosa), la guarda jurídica (quien tiene una facultad fundada en ley
sobre la cosa), guarda intelectual (quien dirige la cosa) y la guarda
provecho (quien obtiene de la cosa beneficio económico, personal o
salvaguarda de sus intereses).
Cosa utilizada contra la voluntad del dueño o guardián. El articulo
1758 establece que el dueño y guardián no responden si prueban
que la cosa fue usada en contra de su voluntad expresa o presunta.
La norma recoge la jurisprudencia predominante antes de la
reforma Ejemplo El ladrón de un auto embiste con él a una
transeúnte, lesionándolo. El sentido de justicia impone eximir de
responsabilidad al propietario. Esta solución se adecua a la noción
del riesgo creado. Cuando se lleva un auto a un taller o un garaje,
se lo coloca en situación de no poder ocasionar un daño a terceros,
el que crea el riego es el dueño del garaje o el mecánico, que,
contrariando las instrucciones expresas o tácitas del dueño, lo puso
en circulación.
Supuesto de copropiedad o de guarda compartida. Si la cosa que
ha ocasionado el daño pertenece a varios condóminos o se halla
sujeta a la guarda simultánea de varias personas (pluralidad de
locatarios, comodatarios, etc.), ¿responden solidariamente o en
proporción a su interés en la cosa? La cuestión esta discutida, para
Borda el sistema de nuestra ley es claro. El articulo 1751 determina
que cuando existen varios responsables en la producción de un
daño, si el daño tiene las reglas de las obligaciones concurrentes.
Hay un principio de solidaridad entre los coautores de un cuasidelito
(no se trata de un supuesto de coautoría), se trata de
responsabilidad objetiva derivada de la propiedad o la guarda.
Salvo prueba en contrario, debe presumirse que todos los
condóminos tienen un interés común en la cosa. Igual solución
aplicamos en el nuevo Código Civil y Comercial en cuanto a la
pluralidad de responsables (Articulo 1751) y la aplicación de las
reglas del condominio (Articulo 1992).
Propietario inimputable. Es el menor de 10 años y el demente.
Responden si el daño se causó en virtud de los vicios o riesgos de
la cosa, porque el dueño no puede excusar su responsabilidad
demostrando que no hubo culpade su parte. El nuevo Código Civil y
Comercial establece en el articulo 1753 determina que la falta de
discernimiento del dependiente no excusa al principal. En el articulo
1754 se establece la responsabilidad de los padres por los hechos
de los hijos que están bajo su responsabilidad parental y que
habitan con ellos sin perjuicio de la responsabilidad personal y
concurrente que pueda caber a los hijos. El articulo 1756 determina
que los delegados en ejercicio de la responsabilidad parental, los
tutores y curadores son responsables como los padres por el daño
causado por quienes están a su cargo. Sin embargo, se liberan de
responsabilidad si acreditan que les ha sido imposible evitar el
daño, tal imposibilidad no resulta de la mera circunstancia de haber
sucedido el hecho fuera de su presencia. Daños causados por
animales. Conforme el artículo 1759 del Código Civil y Comercial
los daños causados por animales, cualquiera sea su especie,
quedan comprendidos dentro de los daños causados por cosas y
actividades riesgosas. La responsabilidad es objetiva y por riesgo,
todos los animales son iguales para el nuevo Código Civil y
Comercial, no haciendo distinción entre feroces o domésticos, para
el caso de daños causados entre animales, se aplican las reglas de
la causalidad y dado que en ocasiones es muy difícil establecer que
animal es el ofensor y que animal es el ofendido, cada propietario
cargará con los daños del otro. El nuevo régimen ya no menciona
como culpable al que hubiere excitado al animal como lo hacía el
Código de Vélez Sarsfield, pero ello no quiere decir que no pueda
ser invocado y demostrado que una persona causó la excitación del
animal. Si el animal se suelta y daña a alguien el dueño o guardián
responden igual haya o no culpa en esa soltura, porque se trata de
una responsabilidad objetiva en la que la culpa es irrelevante, salvo
que se demuestre que el animal se ha soltado por caso fortuito,
rompiendo de esta manera con el nexo causal. También pueden
eximirse de responsabilidad si prueban que se ha perdido la guarda
del animal en forma no voluntaria (por ejemplo, alguien se ha
robado el animal).
Cosa movida por un animal: Si la cosa y el animal pertenecen o
están bajo la guarda de una misma persona, ésta será la
responsable, sin que interese decidir si el daño ha de imputarse a la
cosa o al animal. Si pertenecen o están bajo la guarda de personas
distintas ordinariamente habrá una concausa, es decir el daño
habrá resultado de una combinación de la naturaleza peligrosa de la
cosa con la actividad del animal y debe responder indistintamente e
in solidum (concurrentemente), los propietarios o guardianes de
ambos. Si se prueba que el daño se debió sólo a vicios de la cosa
como ocurriría si a un coche, tirado normalmente por un caballo, se
le quiebra una rueda, provocándole lesiones a una persona que iba
en él, solo respondería el dueño o guardián de la cosa.
Daños producidos entre cosas: Si los daños se han producido como
efecto de una colisión o contacto entre cosas y ellos son recíprocos
(ejemplo Un choque de dos autos), el propietario o guardián de
cada uno de ellos es responsable de los daños ocasionados con su
cosa en la ajena. El problema se juzgará a la luz de la culpade
quienes han conducido esas máquinas (articulos1721 y 1724
Código Civil y Comercial); pero esta culpa no está presumida por la
ley, sino que debe ser probada.
Daño causado con ocasión de prestar un servicio gratuito. Puede
ocurrir que el daño se produzca con ocasión de prestarse a un
tercero un servicio gratuito Ejemplo si una persona presta a otra una
escopeta para que vaya de caza y ésta se hiere involuntariamente
con el arma. Si se prueba que el hecho ocurrió por culpa e
imprudencia de la víctima, se exonera de responsabilidad al
propietario o guardián. Si no hay culpa de la víctima: predomina la
opinión de que el propietario o guardián no es responsable. Quien
presta un servicio gratuito, quien lleva a cabo un acto generoso,
debe ser juzgado con más lenidad que el que se sirve o aprovecha
económicamente de la cosa.
El sistema de responsabilidad ha sido pensado para proteger a
terceros extraños contra los riesgos ocasionados por las cosas,
pone a cargo de quien la aprovecha económicamente la reparación
de los daños. Distinto es cuando se prestó un servicio gratuito a
quién después resultó dañado como consecuencia de un infortunio.
La víctima sólo tendrá derecho a la reparación de los daños si
prueba que hubo culpa del que prestó el servicio. La gratuidad del
servicio no impide la responsabilidad del guardián si, no obstante,
ser gratuito, es interesado, por ejemplo, Con el uso del ascensor en
una casa de comercio.
Eximición de Responsabilidad. Cesa la responsabilidad del
propietario o guardián demostrando la causa ajena, esto es la culpa
de la víctima o la culpa de un tercero por quien no debe responder
que debe reunir los caracteres del caso fortuito o fuerza mayor
(Articulo1731). El articulo 1757 determina que no son eximentes de
responsabilidad la autorización administrativa para el uso de la cosa
o la realización de la actividad, ni el cumplimiento de las técnicas de
prevención.
RESPONSABILIDAD DE INGENIEROS, ARQUITECTOS Y
CONSTRUCTORES: Su responsabilidad deriva del contrato de obra
Articulo 1251 Se extiende a terceros que sufran daños por la culpa
o dolo en la realización de la obra (daños linderos, derrumbe, caída
de materiales o herramientas) y respecto de la Administración
Pública por la inobservancia de leyes o reglamentos. En caso de
duda, el contrato es de servicio cuando la obligación de hacer
consiste en una actividad independiente de su eficacia y de obra
cuando se promete un resultado eficaz. Artículos.1273 y 1276
En las relaciones entre el cliente y el ingeniero, arquitecto o
constructor, la responsabilidad de éstos deriva del contrato de obra
o servicios acordado entre las partes, con lo cual debe analizarse la
prestación contratada que en la mayoría de los casos la constituye
una obligación de resultado como lo es entregar una obra de
determinada manera o conforme lo que las partes tuvieron en
cuenta al momento de la contratación. Así conforme el articulos
1273 y 1274 el constructor de una obra destinada por su naturaleza
a tener larga duración responde por los daños que comprometen su
solidez y por los que la hacen impropia para su destino, liberándose
de la responsabilidad solo si prueba la incidencia de una causa
ajena, no siendo causales para liberarse de responsabilidad el vicio
del suelo ni de los materiales.
Existen también responsabilidades complementarias Articulo 1277
en cuanto a la obligación de observar las normas administrativas
siendo responsables incluso frente a terceros si se produce un daño
por el incumplimiento de tales disposiciones por ejemplo daños
causados a los transeúntes que pasan por el lugar cuando no se
cumplen las normas de seguridad y de señalización de la obra, los
daños causados a las propiedades linderas por inobservancia de las
reglas, etc.
Si la obra se hace impropia para su destino o está en ruina, el
constructor responde al comitente y al adquirente eximiéndose solo
de responsabilidad, por causa ajena. No se considera tal, el vicio
del suelo (aunque el terreno pertenezca al comitente o a un tercero,
ni el vicio de los materiales, aunque no sean provistos por el
contratista. La responsabilidad, incluye la preparación del proyecto y
la ejecución de la obra, extendiéndose concurrentemente a: 1)
Inmobiliarias que construyen o hacen construir para vender. 2)
Contratista, subcontratista, proyectista, director de obra y cualquier
otro profesional ligado al comitente. Para que surja responsabilidad,
el daño debe producirse dentro de los 10 años de aceptada la obra.
VICIOS OCULTOS: (redhibitorios): son defectos que hacen a la
cosa impropia para su destino por razones estructurales o
funcionales, que hubieran impedidos u adquisición de haber sido
conocidas Articulo 1051. El adquirente debe denunciar el defecto
dentro de los 60 días de haberse manifestado, y si se presenta
gradualmente, desde que lo advirtió. La garantía por vicios ocultos
caduca a los 3 años de recibir la obra si se trata de un inmueble y a
los 6 meses si es una cosa mueble, sin perjuicio de los plazos de
prescripción de la acción previstos en el artículo 2564 La
responsabilidad del arquitecto será contractual (con quien contrató)
y extracontractual (respecto de terceros) y su obligación es de
resultado.
RESPONSABILIDAD DEL MÉDICO: En principio, responde
subjetivamente porque es un profesional que se sujeta a una
obligación de hacer. El médico se compromete a desarrollar un plan
de conducta diligente con el fin de satisfacer el interés del paciente
(obligación de medio) pero no garantiza el resultado, por lo que para
que responda, deberá demostrarse su culpa. Si garantizó el
resultado, contrajo una obligación de resultado y su responsabilidad
objetiva con factor de atribución en la garantía. (Artículo 1768)
Ejemplo Cirugía estética.
En el caso de la responsabilidad subjetiva, el Juez, para apreciar la
culpa no debe tener el parámetro general de la conducta de un
hombre medio, sino lo que un profesional diligente hubiera hecho en
igual situación. El Articulo 1768 excluye a los médicos del sistema
de responsabilidad por vicio o riesgo de la cosa y de ciertas
actividades, salvo que el daño se haya provocado por las cosas
riesgosas. Entonces, el médico ¿responde por el hecho propio o por
el vicio o riesgo de la cosa? Si respondiera por el riesgo de la cosa,
siempre sería objetivamente responsable y nunca podría demostrar
su diligencia para eximirse de responder.
Lo dicho se delimita a que la cosa presente un vicio. Ejemplo
Máquina anestésica con defecto, quemadura por bisturí eléctrico.
Esto lleva a concluir que la ley no hace al profesional garante de la
cosa, pero sí de que no presentará defectos, por lo que responderá
objetivamente si es su dueño o guardián, lo que no sucede si es
dependiente de un centro asistencial, o sea que no se excluye la
responsabilidad de la clínica, ni del fabricante, o de su dueño o
guardián.
Artículo 59: Establece el consentimiento informado como la
declaración de voluntad expresada por el paciente después de
recibir información clara, precisa y adecuada de su estado de salud,
procedimientos, beneficios y riesgos, procedimientos alternativos y
sus riesgos y beneficios, consecuencias de la no realización etc.
Ante una enfermedad terminal el derecho del paciente a rechazar
todo cuanto fuera desproporcionado en relación a la mejoría y
produzca mayor sufrimiento. Ante la imposibilidad del paciente de
emitir el consentimiento, serán sus familiares directos o apoyos los
que lo harán, y aún ante su ausencia, el médico actuará si es
urgente evitar una agravación.
LEY DE SALUD PUBLICA 26529 texto ordenado LEY 26742 Sus
principios consagran la consecución de una muerte digna y prohíbe
la eutanasia.
RESPONSABILIDAD DEPORTIVA: En general existe una afición al
deporte, aunque genera riesgos:
1) POR LOS DAÑOS OCASIONADOS ENTRE LOS
DEPORTISTAS en principio no hay responsabilidad si se ajustan a
las reglas del deporte, porque la exposición es voluntaria y la
actividad es estimulada por el Estado, debiendo atenuarse la idea
de prudencia y diligencia cuando los deportes son peligrosos. Si no
se ajustan a las reglas, responden salvo demostración de que la
producción del daño fue involuntaria o inevitable (por el fragor de la
contienda, maniobras defensivas etc). Entre los aficionados la
responsabilidad es extracontractual y entre profesionales, si se trata
de un espectáculo boxístico, en principio es contractual debiendo
analizar si la conducta fue antirreglamentaria, dolosa, gravemente
culpable para evaluar la responsabilidad del contendiente, y si se
trata de contratos entre clubes como en el fútbol, es
extracontractual porque los jugadores no fueron los que contrataron.
Aquí debe dejarse sentado que los deportistas se exponen
voluntariamente al riesgo por lo que no son responsables por los
daños causados a sus competidores mientras se hayan respetado
las reglas del juego, pero distinta es la situación si se han excedido
o violado esas reglas y esa conducta ha causado el daño o cuando
la acción que ha provocado el daño es evidentemente dolosa o
gravemente culposa como ocurriría con el boxeador que sigue
golpeando a su oponente cuando éste está desmayado sostenido
por las cuerda del ring, o el jugador de fútbol que golpea
fuertemente a su contrincante lesionándolo gravemente sin que éste
tuviera el balón. Mientras los daños sean las consecuencias de los
riegos normales del deporte, no hay responsabilidad, tanto en el
deporte amateur como en el profesional. Si mediara contrato
profesional, hay que estarse a las cláusulas de éste, no obstante,
no pueden incluirse cláusulas de irresponsabilidad que dispensen el
dolo o la culpa grave. En el box, subyacen redes negociales por
loque hay que ver Artículos 1719, 1720, 1743 que respectivamente
tratan de la asunción de riesgos, consentimiento del damnificado y
dispensa anticipada de responsabilidad. –
2) ENTRE LOS DEPORTISTAS Y LOSESPECTADORES Y
TERCEROS: Si el daño fue ocasionado a un espectador como
ocurriría por ejemplo con un automóvil que compitiendo se sale de
pista y embiste al público, la responsabilidad no es del deportista
sino del organizador conforme lo establece el artículo 51 de la ley
24192. Pero si el daño lo sufre un tercero que no participó de
ninguna forma en el espectáculo deportivo, como por ejemplo si el
automóvil se sale de pista y destruye una propiedad vecina, aquí los
riegos propios del deporte no tienen por qué pesar sobre un tercero,
en ese caso hay responsabilidad solidaria de rodos los que
participaron en el evento inclusive el conductor. Si en una carrera
automovilística un auto sale de pista y embiste al público, el
conductor no es responsable por ser una contingencia propia de su
deporte. Pero sí responde el empresario por ser el organizador y
responsable de la seguridad. Pero si el conductor embiste la
propiedad de un tercero, éste no tiene por qué asumir los riesgos
propios del automovilismo y el conductor responde por las normas
comunes de la responsabilidad civil, debiendo también considerarse
al organizador, cuya responsabilidad como legitimado pasivo surge
de los daños ocasionados con cosas por ser dueño o guardián
(Artículos. 1757 y 1758).
3) ENTRE LA EMPRESA ORGANIZADORA Y LOS
DEPORTISTAS: En principio la empresa por vía refleja será
responsable de forma autónoma al deportista que puede llegar a ser
considerado o no, su dependiente. Ejemplo Caso Zacarías (graves
lesiones por explosión en vestuarios por una bomba cercana puesta
por simpatizantes del club local. Aquí la Corte Suprema de Justicia
imputó responsabilidad extracontractual con manifiesta negligencia
en los controles de seguridad. Si el lesionado no hubiera sido
visitante sino local, la indemnización consistiría en que los sueldos
se pagan igual, no obstante, la inactividad forzada del herido, más
la indemnización laboral. En este caso debemos tener en cuenta
que si no existe responsabilidad del deportista que dañó al otro por
el riego común del deporte, tampoco hay responsabilidad refleja del
organizador, pero si el hecho es incriminable al deportista y existe
relación de dependencia con el organizador como ocurre en los
casos del fútbol profesional, la empresa será también responsable
conforme artículo 51 de la ley 24192, si no hay relación de
dependencia, la cuestión está discutida, la mayoría se inclina a
considerar que la empresa organizadora no es responsable si el
deportista se lesiona, sin perjuicio de lo cual cabe destacarse que la
aplicación de las leyes 23184 y 24192 es imperativa y establecen la
responsabilidad solidaria tanto de organizadores como
participantes.
4) ENTRE LA EMPRESA ORGANIZADORA Y LOS
ESPECTADORES: El espectador al ingresar a un espectáculo
deportivo celebra un contrato con el organizador, con lo cual aquí
cobra vigencia la obligación de seguridad del organizador para con
terceros conforme la ley 24240, pues en este caso el organizador
debe tomar todos los recaudos para evitar riesgos a quienes
presencian la competencia, tratándose sin lugar a dudas de una
responsabilidad objetiva, respondiendo la empresa organizadora
por ejemplo por la caída de una persona de las tribunas bajo el
peso de la multitud, la lesión de una persona a causa de alguno de
los elementos típicos del deporte que se presencia (Ejemplo golpe
en la cabeza fuerte con balón que causa lesiones graves), caída de
instalaciones (tribunas, careles, marquesinas, vidrios, hierros,
alambres, etc). La empresa es solidariamente responsable por el
deber de seguridad y no vale como eximente la culpa de un tercero
por el que no se debe responder, clásica eximente que redujo su
operatividad en el Código Civil y Comercial. Si el daño se produce
fuera de las instalaciones y del contralor, como, por ejemplo, si el
público está apostado a lo largo del camino de una carrera de
autos, la empresa no sería responsable por un accidente, por loque
operaría el hecho del damnificado que es causalmente relevante
para eximir de responsabilidad al organizador porque son riesgos
conocidos por el público. Sin embargo, en el caso “Mosca”, la CSJN
estableció la responsabilidad del club organizador y de la AFA por
las lesiones sufridas fuera del estadio por un chofer de una empresa
periodística que sufrió una lesión en el rostro a la altura del ojo
izquierdo por un elemento contundente arrojado desde el interior del
estadio por una pelea entre simpatizantes y que originó acciones
penales. En este caso la responsabilidad del club fue por la
seguridad y por el nacimiento de una relación de consumo (Articulo
42 de la Constitución Nacional) porque sin partido no hubiera
habido daños, y la de la AFA por el control que ejerce sobre la
organización, prestación y beneficios, considerando irrazonable
participar en los beneficios pretendiendo trasladar las pérdidas.
LA LEY 26358/2008 DE ESPECTÁCULOSDEPORTIVOS: Extendió
la responsabilidad no solo por delitos o disturbios dentro del estadio,
sino también, en las inmediaciones, antes, durante o después del
espectáculo. En dicho caso, el Juez al dictar el auto de
procesamiento al responsable del disturbio, podrá decretar una
medida cautelar disponiendo que éste se abstenga de concurrir a
todo tipo de espectáculo deportivo hasta 500 m a la redonda hasta
que se resuelva el proceso, notificando esta medida dentro de las
48 horas en que la cautelar queda firme, a todos los organismos de
seguridad. Crea, además, el Registro Nacional de infractores a la
ley del deporte por la que, fenecida la medida se da de baja su
inscripción, aunque sigue constando como antecedente.
Es una responsabilidad objetiva, la empresa no puede aducir falta
de culpa y las eximentes quedan limitadas al hecho del damnificado
(Articulo 1729) porque el hecho del tercero debe reunir los
caracteres de caso fortuito. (Artículos. 1730 y 1731) y ambos se
descartan cuando entre otras hipótesis derivan de una contingencia
propia del riesgo de la cosa o actividad (Artículos 1733 inc. e). La
ley se limita a la responsabilidad civil sin perjuicio de la
responsabilidad penal de dirigentes, comisiones directivas,
subcomisiones, etc., si consienten que se guarde en el estadio o
dependencias, armas de fuego o artefactos explosivos.
PROTECCION DE LA VIDA PRIVADA: La Declaración Universal de
los Derechos Humanos, incluida en el Artículo 75 inciso 22
Constitución Nacional, consagra el derecho al resguardo de la vida
privada, también de la familia, domicilio, correspondencia y toda
agresión a la honra o reputación de las personas. El Articulo 1770
Impone el cese de toda intromisión y obliga a pagar una
indemnización que fija el Juez de acuerdo con las circunstancias. O
sea que no está limitada al daño moral y el agraviado puede pedir la
publicación de la sentencia ya que de acuerdo con la popularidad
que ostente, eso puede satisfacerlo.
Conforme artículo 1770 del Código Civil y Comercial establece que
quien arbitrariamente se entromete en la vida ajena y pública
retratos, difunde correspondencia, mortifica a otros en sus
costumbres o sentimientos o perturba de cualquier modo su
intimidad, debe ser obligado a cesar en tales actividades si antes no
cesaron y a pagar una indemnización que debe fiar el juez de
acuerdo con las circunstancias. Además, a pedido del agraviado
puede ordenarse la publicación de la sentencia en un diario o
periódico del lugar si esta medida es procedente para una
adecuada reparación.
Esta regulación encuentra sustento en la protección al derecho a la
intimidad que y avenía regulado en el código civil anterior
(Articulo1071 bis) y tiene basamento constitucional en el art. 19 de
la Constitución Nacional y tiene una doble función como medida de
prevención para hacer cesar los actos que violan la intimidad y
como medida resarcitoria para pagar una indemnización cuando se
ha causado un daño. Cabe recordar el fallo de la CSJN “Ponzetti de
Balbín c Editorial Atlántida SA por la cual se consideró vulnerado el
derecho a la intimidad por publicaciones en una revista de una foto
del Dr. Balbín cuando estaba internado en terapia intensiva.
Hoy un medio muy usado es internet y se dijo que los buscadores
son solo intermediarios entre el usuario y la página de información,
porque solo clasifican a través de sus programas de rastreo, pero
no crean la información, o sea, no son responsables. Las
publicaciones gráficas y periodísticas en general (TV, radio, en vivo,
diferido, internet, gráfico, sacar de contexto) se topan con la libertad
de expresión que en ningún caso puede ser lesiva e irresponsable
sin medir daños, respetando los tres principios fundamentales del
derecho que son: Vivir honradamente, dar a cada uno lo suyo, no
dañar al otro.
La CSJN incorporó al régimen jurídico el estándar de la real malicia
y que difiere del test de veracidad respecto de si la noticia es falsa o
no, sino que opera cuando el agraviado demuestra que el medio
periodístico lo publicó debiendo saber que era falso. Otras
cuestiones a tener en cuenta son la figuración pública (que se
indemniza cuando hubo real malicia), fuente de información (aquí
como la fuente de información no se cita, el que publica es
responsable), modo potencial (la información nunca debe
suministrarse de forma aseverativa), retractación del medio (no libra
su responsabilidad y el ofendido tiene abierta la acción
indemnizatoria no debiendo demostrar el hecho.
CALUMNIA: Es la falsa imputación de un delito o bien porque se
sabe que no se cometió o porque por imprudencia o ligereza se
desató una investigación policial o el inicio de una causa judicial.
Articulo 1771 El factor de atribución es el dolo (intención de producir
un daño o indiferencia por los intereses ajenos) o culpa grave
(excesiva negligencia en la imputación).
El artículo 1771 del Código Civil y Comercial establece que en los
daños causados por una acusación calumniosa solo se responde
por dolo o culpa grave, el denunciante o querellante responde por
los daños derivados de la falsedad de la denuncia o de la querella si
se prueba que no tenía razones justificables para creer que el
damnificado estaba implicado. Es clara la norma en cuanto a que se
requiere como mínimo una negligencia agravada, pues no puede
extenderse más allá ya que a quien denuncia la posible existencia
de un delito no puede exigírsele prudencia a la horade denunciar,
por lo que debe mediar una culpa grave o grosera o dolo, sin que
pueda exigirse al denunciante una diligencia mayor que la que
normalmente y según las circunstancias del caso corresponda a
una situación semejante. La reparación debe ser plena, debiéndose
indemnizar todos los daños patrimoniales, el lucro cesante, el daño
espiritual o moral. Nótese que, en el ejercicio de funciones
encomendadas por un tercero, puede aparecer un nuevo
responsable indirecto (el principal) Articulo 1753 último párrafo que
sustituye a los padres. La responsabilidad de los progenitores no
cesa cuando en virtud delo normado por el Articulo 643 hay
delegación del ejercicio de la responsabilidad parental porque es
voluntaria y no hace cesar la titularidad de la responsabilidad,
atento no desaparecer el deber de supervisión en la delegación. Sin
embargo, en el particular, no se entiende el porqué de la diferencia
que se establece con relación al desplazamiento transitorio de la
guarda. Tampoco cesa la responsabilidad cuando la falta de
convivencia se atribuye a los progenitores (abandono, tolerar la
vagancia, etc).
Acción regresiva: Si el hijo cumplió 10 años hay acción contra él, es
una obligación concurrente a la que se aplica subsidiariamente las
reglas de la solidaridad (Artículos 852 y 840). –Si no cumplió 10
años no hay acción porque carece de discernimiento, pero
contribuye por equidad. Según el Articulo 643 existe la delegación
del ejercicio de la responsabilidad parental en interés del hijo y por
razones justificadas en un pariente, por un año, homologada
judicialmente y renovable por un nuevo período. Los progenitores
conservan la titularidad de la responsabilidad parental supervisando
la crianza y educación y el hijo debe ser escuchado. En virtud del
Artículo 644 los progenitores adolescentes ejercen la
responsabilidad parental (cuidado, educación, salud). Los abuelos
pueden oponerse a la realización de actos perjudiciales para el niño
e intervenir cuando el progenitor omite realizar las acciones
necesarias para preservar su adecuado desarrollo, y si se trata de
actos trascendentes (adopción, cirugías, u otros actos que lesionen
sus derechos) debe requerirse el asentimiento de los abuelos
integrando el consentimiento de los padres adolescentes. Si hay
conflicto entre ellos, decide el Juez y la plena capacidad de uno de
los progenitores no modifica el régimen enunciado.
LA RESPONSABILIDAD DE OTRAS PERSONAS ENCARGADAS:
Articulo 1756 En este caso es SUBJETIVA, incluye a tutores,
curadores, y delegados en el ejercicio de la responsabilidad
parental. El código les impone una responsabilidad por el daño
ocasionado por quienes están a su cargo equivalente a la de los
padres, pero sólo en principio porque les permite una liberación
derivada de la imposibilidad de haber podido evitar el daño, vale
decir que su responsabilidad no es objetiva porque existe una
presunción de culpa iuris tantum, pudiendo eximirse de
responsabilidad demostrando su conducta diligente y la indicada
imposibilidad. Igual que en el caso de los padres, la responsabilidad
es concurrente con la de sus pupilos ya sea por actos voluntarios o
involuntarios.
ESTABLECIMIENTOS DE INTERNACIÓN: La responsabilidad
surge por el hecho de las personas que están bajo su cuidado ya
sea en forma transitoria o permanente. La responsabilidad es
subjetiva pero no consagra una presunción de culpa a favor de la
víctima, por lo que será ésta última quien deberá demostrar la
negligencia por parte del establecimiento. Entendemos que esta
responsabilidad es aplicable solo para los daños que los internados
ocasionen a terceros, pero no respecto de los que sufran ellos, que
se regirán por las relaciones de consumo, siendo la institución, la
que responderá objetivamente por incumplir la obligación de
seguridad impuesta por el Articulo 5 de la Ley 24240 y los Artículos.
1092 y 1094 referidos al contrato de consumo. Se critica al artículo
en estudio que usó el término negligencia, cuando debió haber
mencionado el género de CULPABILLIDAD que abarca a la
primera, junto con la imprudencia, la impericia y el dolo.
Tampoco se describen los daños por los que responde (entiéndase
si son causados o sufridos) y legitima pasivamente al
establecimiento, cuando en verdad son sus titulares los que asumen
la responsabilidad, por lo que se advierte una inexplicable diferencia
con el Articulo 1767 que reconoce una responsabilidad objetiva
agravada para los responsables de establecimientos educativos.
DAÑOS CAUSADOS POR UN GRUPO DETERMINADO
DEPERSONAS (Artículos 1760 1761 y 1762). Los distintos
supuestos que vamos a estudiar son los siguientes: 1) Accionar
anónimo de un integrante del grupo. 2) Cosas caídas o arrojadas de
un edificio. 3) Daños ocasionados por un grupo riesgoso.
ACCIONAR ANÓNIMO DE UN INTEGRANTE DEL GRUPO: Se
trata en el particular del accionar de un integrante indeterminado
dentro de un grupo o colectivo de personas determinado y siempre
que no pueda identificarse al autor. En este caso la responsabilidad
es OBJETIVA y SOLIDARIA. Entendemos por grupo, al formado
con un sentido de pertenencia, con algún lazo de cohesión más o
menos definido (grupo político, religioso, etc.) o aún circunstancial,
no habiendo estado formado de antemano en forma consciente
(procesión religiosa, mitin político, equipo de servicios médicos
etc.). En este caso el daño lo produce un integrante no identificado
dentro del grupo, por ello, todos responden solidariamente,
convirtiéndose en legitimados pasivos para responder, debiendo
acreditar para eximirse de dicha responsabilidad, que no
contribuyeron a la producción del daño (esto es, que no formaron
parte del grupo de autores probables).
La norma presume que hay una relación causal (iuris tantum) no
siendo necesario demostrar la autoría de un integrante. Pero la
víctima debe demostrar la vinculación entre el accionar y el
resultado obtenido, por lo que debe demostrar la relación causal por
la que se produce el resultado dañoso, y un integrante del grupo
para liberarse de responsabilidad debe demostrar que no contribuyó
a su producción, o sea que la norma no exime por el solo hecho de
acreditar que no fue el autor. En síntesis, la responsabilidad deviene
del hecho de haber formado parte del grupo, y no, por ser el autor
material del daño, en tanto éste permanezca anónimo.
COSAS CAÍDAS O ARROJADAS DE UN EDIFICIO: Aquí también
la responsabilidad es OBJETIVA y SOLIDARIA Esta
responsabilidad reposa en cabeza de los dueños “y” ocupantes de
las unidades de que se trate, por cuanto serán legitimados pasivos
el titular de dominio y quien ocupe la vivienda, por lo que incluye a
locatarios, comodatarios, depositarios, poseedores etc. Debiendo
establecerse que la caída del objeto de que se trate pudo haber
ocurrido o no, por el accionar humano. Ejemplo Maceta caída
accidentalmente u objeto arrojado. Para eximirse de
responsabilidad habrá que acreditar la ruptura del nexo causal,
liberándose también si prueba que no participó (Ejemplo Locador).
Ello implica que el dueño u ocupante deben demostrar que la cosa
se arrojó desde otro lugar, pero no se liberarán demostrando que no
se encontraban allí. Una vez identificado el autor, no exime al dueño
u ocupante, salvo que haya caído de otra parte o que se trate de
caso fortuito o fuerza mayor. En edificios de propiedad horizontal
responde el consorcio de propietarios, que es la persona jurídica
formada por el conjunto de copropietarios de las unidades
funcionales que integran el inmueble, cuando no se pudo identificar
la unidad funcional desde donde cayó el objeto o cuando la cosa
provino de un sector común a todos los copropietarios.
DAÑOS CAUSADOS POR UN GRUPO RIESGOSO: Es éste un
supuesto de actividad peligrosa de un grupo que ocasiona daños.
La responsabilidad también es OBJETIVA y SOLIDARIA Esos
riesgos pueden ser: Externos (proferidos hacia terceras personas)
Ejemplo Una patota Internos (producidos hacia el grupo) Ejemplo
Avalancha Concurrentes Ejemplo Transeúntes por tiroteo entre el
ladrón y un efectivo policial Recíprocos Ejemplo: Por el accionar de
dos grupos enfrentados En este caso los eximentes de
responsabilidad son, la ruptura del nexo causal (incluyendo solo el
caso fortuito solo si era ajeno a la actividad que se desplegaba)
Articulo 1733 inciso e, o demostrando que no se integraba ese
grupo. Es un supuesto de responsabilidad grupal por el riesgo
generado por el grupo en sí mismo, donde la autoría individual es
intrascendente ya que la causa del daño es la actividad riesgosa del
grupo, por cuanto todos sus integrantes resultan ser los legitimados
pasivos para responder, siendo la única causa de eximente de
responsabilidad el poder probar que no se integraba el grupo
(barras bravas, patotas, picadas de autos, etc).
Este es un caso donde se confunde la autoría del riesgo imputable
a todos, con la autoría del daño. Es decir, el daño se atribuye al
grupo y se responde por pertenecer a él realizando una actividad
riesgosa (Articulo 1757). Ello así, identificado al autor, no exime de
responsabilidad al grupo (Ejemplo picadas de autos). Ahora
estableceremos las diferencias que surgen entre la producción de
un daño con un autor anónimo (Articulo 1761) del producido por un
grupo riesgoso (Articulo 1762). En el primer caso, la responsabilidad
es de todos por no poder identificar al responsable, ya que el autor
puede ser uno u otro, y la actividad grupal es un antecedente del
daño. en el segundo caso, la responsabilidad grupal surge por el
riesgo que implica el grupo, por lo que se considera que todos son
autores del hecho dañoso, siendo la actividad riesgosa que
despliegan la causa del daño que producen. Aquí, la prueba de
quién fue el autor del daño no exime a los responsables.
Ley 26944
Nueva ley del estado
PODER LEGISLATIVO DE LA NACION Ley 26.944. Supuestos.
Sancionada: Julio 2 de 2014 Promulgada de Hecho: Agosto 7 de
2014 El Senado y Cámara de Diputados de la Nación Argentina
reunidos en Congreso, etc. sancionan con fuerza de Ley:
ARTICULO 1° Esta ley rige la responsabilidad del Estado por los
daños que su actividad o inactividad les produzca a los bienes o
derechos de las personas. La responsabilidad del Estado es
objetiva y directa. Las disposiciones del Código Civil no son
aplicables a la responsabilidad del Estado de manera directa ni
subsidiaria. La sanción pecuniaria disuasiva es improcedente contra
el Estado, sus agentes y funcionarios.
ARTICULO 2° Se exime de responsabilidad al Estado en los
siguientes casos: a) Por los daños y perjuicios que se deriven de
casos fortuitos o fuerza mayor, salvo que sean asumidos por el
Estado expresamente por ley especial; b) Cuando el daño se
produjo por el hecho de la víctima o de un tercero por quien el
Estado no debe responder.
ARTICULO 3° Son requisitos de la responsabilidad del Estado por
actividad e inactividad ilegítima: a) Daño cierto debidamente
acreditado por quien lo invoca y mensurable en dinero; b)
Imputabilidad material de la actividad o inactividad a un órgano
estatal; c) Relación de causalidad adecuada entre la actividad o
inactividad del órgano y el daño cuya reparación se persigue; d)
Falta de servicio consistente en una actuación u omisión irregular
de parte del Estado; la omisión sólo genera responsabilidad cuando
se verifica la inobservancia de un deber normativo de actuación
expreso y determinado.
ARTICULO 4° Son requisitos de la responsabilidad estatal por
actividad legítima: a) Daño cierto y actual, debidamente acreditado
por quien lo invoca y mensurable en dinero; b) Imputabilidad
material de la actividad a un órgano estatal; c) Relación de
causalidad directa, inmediata y exclusiva entre la actividad estatal y
el daño; d) Ausencia de deber jurídico de soportar el daño; e)
Sacrificio especial en la persona dañada, diferenciado del que sufre
el resto de la comunidad, configurado por la afectación de un
derecho adquirido.
ARTICULO 5° La responsabilidad del Estado por actividad legítima
es de carácter excepcional. En ningún caso procede la reparación
del lucro cesante. La indemnización de la responsabilidad del
Estado por actividad legítima comprende el valor objetivo del bien y
los daños que sean consecuencia directa e inmediata de la
actividad desplegada por la autoridad pública, sin que se tomen en
cuenta circunstancias de carácter personal, valores afectivos ni
ganancias hipotéticas. Los daños causados por la actividad judicial
legítima del Estado no generan derecho a indemnización.
ARTICULO 6° El Estado no debe responder, ni aún en forma
subsidiaria, por los perjuicios ocasionados por los concesionarios o
contratistas de los servicios públicos a los cuales se les atribuya o
encomiende un cometido estatal, cuando la acción u omisión sea
imputable a la función encomendada.
ARTICULO 7° El plazo para demandar al Estado en los supuestos
de responsabilidad extracontractual es de tres (3) años computados
a partir de la verificación del daño o desde que la acción de daños
esté expedita.
ARTICULO 8° El interesado puede deducir la acción indemnizatoria
juntamente con la de nulidad de actos administrativos de alcance
individual o general o la de inconstitucionalidad, o después de
finalizado el proceso de anulación o de inconstitucionalidad que le
sirve de fundamento.
ARTICULO 9° La actividad o inactividad de los funcionarios y
agentes públicos en el ejercicio de sus funciones por no cumplir
sino de una manera irregular, incurriendo en culpa o dolo, las
obligaciones legales que les están impuestas, los hace
responsables de los daños que causen. La pretensión resarcitoria
contra funcionarios y agentes públicos prescribe a los tres (3) años.
La acción de repetición del Estado contra los funcionarios o agentes
causantes del daño prescribe a los tres (3) años de la sentencia
firme que estableció la indemnización.
ARTICULO 10° La responsabilidad contractual del Estado se rige
por lo dispuesto en las normas específicas. En caso de ausencia de
regulación, se aplica esta ley en forma supletoria. Las disposiciones
de la presente ley no serán aplicadas al Estado en su carácter de
empleador.
ARTICULO 11° Invítase a las provincias y a la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires a adherir a los términos de esta ley para la regulación
de la responsabilidad estatal en sus ámbitos respectivos.
ARTICULO 12° Comuníquese al Poder Ejecutivo nacional. DADA
EN LA SALA DE SESIONES DEL CONGRESO ARGENTINO, EN
BUENOSAIRES, A LOS DOS DIAS DEL MES DE JULIO DEL AÑO
DOS MIL CATORCE.— REGISTRADA BAJO EL Nº 26.944 —
JULIAN A. DOMINGUEZ. — Juan H. Estrada. — Lucas Chedrese.
— GerardoZamora.

TRANSPORTE BENÉVOLO: Es el que se lleva a cabo por amistad


o cortesía, es gratuito, y quedan excluidos los policías, pases libres,
menores de edad, y todo otro en el que haya un interés del
transportador. Ejemplo: Llevar al médico a atender un paciente.
Para algunos, a fin de determinar la responsabilidad, se trata de un
contrato, pero si apuntamos al acto jurídico orientado a un fin
inmediato de producir efectos jurídicos, en el transporte benévolo no
hay propósito de contraer derechos y obligaciones y en el derecho
comparado, no hay unidad respecto de la responsabilidad por
daños en transporte benévolo, sino que la paleta se extiende desde
la irresponsabilidad del transportador a una responsabilidad
limitada. En nuestro país, se rige por las normas generales de
responsabilidad civil, aunque pensamos que puede tener un
tratamiento más edulcorado, para quien quiso prestar un servicio,
no habiendo coincidencia al respecto en la Jurisprudencia sobre
transporte oneroso o benévolo. Distinto es el transporte clandestino
en el que el viajero resulta lesionado o fallecido, que deber ser
tratado a la luz del fraude.
RESPONSABILIDAD CIVIL DE LAS PERSONAS JURÍDICAS Las
personas jurídicas se clasifican en públicas y privadas (articulo
145), estando enumeradas en el articulo 146 las de carácter
pública, resultando como más importante el Estado en sus diversas
órbitas, y en el articulo 148 se mencionan las de carácter privada
(sociedad, asociaciones civiles, simples asociaciones (2),
fundaciones, mutuales y cooperativas, etc.). El articulo 1763
conserva el principio de responsabilidad civil plena de las personas
jurídicas sin distinguir la fuente de la obligación resarcitoria. En
consecuencia, por aplicación del articulo 1716 y del aforismo
romano ” Ubi lex non distinguit nec nos distinguere debemus “, la
normativa será de aplicación a todos los casos de responsabilidad
de las personas jurídicas, sea que el origen del menoscabo
provenga de un incumplimiento obligacional o de la violación al
deber genérico de no dañar a otro. El régimen de responsabilidad
civil de las personas jurídicas se encuentra establecido
posteriormente en la Sección Novena del Título V (“Otras fuentes de
las obligaciones”) del Libro Tercero en los articulos 1763, 1764 y
1765 del Codigo Civil y Comercial Dicho régimen de
responsabilidad de estas personas se completa con los articulos
1753 (responsabilidad refleja por el hecho de sus dependientes),
1757 y 1758 (responsabilidad por el hecho de las cosas y
actividades riesgosas) y el resto de las disposiciones aplicables
contenidas en el régimen general de responsabilidad y leyes
especiales.
Personas jurídicas comprendidas en el articulo 1763 del Codigo
Civil y Comercial. La responsabilidad de las personas jurídicas de
existencia ideal posee dos ámbitos: el interno y el externo. En
cuanto al primero, se trata de las responsabilidades que pueden
acaecer respecto de daños a la sociedad o a los socios por parte de
los organismos en sus tres versiones de rol y funciones: asamblea,
directorio/representación y control, por Síndico o Consejo de
vigilancia. En cuanto al exterior, se trata de daños que la sociedad
pueda causar a terceros y de daños que los terceros puedan causar
a la sociedad. La responsabilidad general de las personas jurídicas
se encuentra regulada en el articulo 1763 del Codigo Civil y
Comercial, el cual dispone: “La persona jurídica responde por los
daños que causen quienes las dirigen o administran en ejercicio o
con ocasión de sus funciones”. El Codigo Civil y Comercial,
apartándose de dicho criterio, incorporó dos disposiciones
especiales en materia de responsabilidad del Estado, como son los
articulos. 1764 y 1765, disponiendo a través de ellos la no
aplicabilidad de manera directa ni subsidiaria de las disposiciones
contenidas en el Capítulo 1, “Responsabilidad civil” del Título V a la
responsabilidad patrimonial del Estado y la remisión para su
regulación a las normas y principios del derecho administrativo. De
este modo, legislativamente han quedado comprendidas en la
regulación de responsabilidad establecida en el articulo 1763, todas
las personas jurídicas tanto públicas como privadas enunciadas en
los articulos 146 y 148, con excepción del Estado nacional, las
provincias, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y los municipios.
El articulo 1763 del Codigo Civil y Comercial regula la
responsabilidad civil de la persona jurídica por los daños que ésta
cause a terceros por el obrar perjudicial de sus respectivos
directores u administradores, el que resulta imputado directamente
a la persona de existencia ideal. Es por ello que se tratade una
responsabilidad por el hecho propio y no refleja. Asimismo, dicha
disposición se aplicará a todos los supuestos de menoscabos
producidos a terceros, sea que el hecho ilícito generador del
perjuicio tenga su fuente en un incumplimiento obligacional
(“responsabilidad contractual”) o en la violación al deber genérico de
no dañar a otro (“responsabilidad extracontractual”), conforme lo
dispone el articulo 1716, Para que la persona jurídica vea
comprometida su responsabilidad con fundamento en el articulo
1763 es necesaria la causación de un daño resarcible a un tercero
por parte de las personas físicas que se desempeñan jurídicamente
como órganos de aquélla, la concurrencia de un factor de atribución
y la vinculación causal entre la función y el daño causado. En
relación con las personas jurídicas privadas, el articulo 158 impone
el deber por parte de sus administradores de obrar con lealtad y
diligencia, y a continuación en el articulo 160 dispone: “Los
administradores responden en forma ilimitada y solidaria frente a la
persona jurídica, sus miembros y terceros, por los daños causados
por su culpa en el ejercicio o con ocasión de sus funciones, por
acción u omisión”. Se trata, por tanto, de una responsabilidad
subjetiva la que les cabe a los administradores y directores con
fundamento en la culpabilidad (articulo 1724). El carácter de
concurrente implicará que la víctima podrá reclamar el resarcimiento
de los daños sufridos en forma conjunta a la persona jurídica y a las
personas físicas que integran los órganos de administración o
dirección o, por el contrario, demandar a sólo algunos de ellos la
reparación total. Tiene que existir entre la conducta del autor
material del obrar dañoso y la función que aquél cumple
institucionalmente dentro de la persona jurídica. Esta exigencia es
fundamental para poder lograr imputar el obrar de la persona física
causante del daño directamente a la persona jurídica, en virtud de
su relación interna organicista y hacer nacer en cabeza de la
persona jurídica la obligación resarcitoria.
LA ACCION DE DAÑOS Y PERJUICIOS.-

Como ya hemos visto, en lo que hace a la indemnización de


daños y perjuicios, rige en nuestro derecho el principio de la
reparación plena regulado en el art. 1740 del Código Civil y
Comercial.-
Según este principio, la reparación debe ser hecha de modo
tal que se restituya la situación de la víctima al estado anterior al
hecho dañoso, sea por el pago en dinero o el pago en especie.-
Dentro de los rubros indemnizables podemos encontrar los
siguientes:

a) Daño material: es el daño efectivamente sufrido por el


damnificado (acreedor en caso de incumplimiento o víctima en caso
de daño producido por hechos ilícitos).-
b) Lucro cesante: es la utilidad o ganancia que ha dejado de
percibir el damnificado con motivo del incumplimiento contractual o
con motivo del hecho dañoso producido.-
c) Daño físico: es el daño experimentado por el damnificado a
consecuencia del hecho ilícito, cuando existen lesiones físicas y
psíquicas, sean totales o parciales, que tengan carácter
permanente, la indemnización se debe evaluar mediante u n capital
de modo tal que con el mismo se cubra la disminución de la aptitud
para realizar actividades productivas. Este rubro comprende todo lo
necesario para hacer frente también a todos los gastos que
impliquen restablecer la salud de la víctima al momento anterior al
hecho dañoso y si no es posible su máximo potencial alcanzable,
comprendiendo los gasto médicos, farmacéuticos y de traslado, el
daño estético, etc.-
d) Daño estético: la lesión estética provoca siempre un daño a la
integridad corporal, es aquella que afecta la belleza y armonía que
supone la perfección e integridad física, vista desde un concepto de
normalidad o regularidad, computándose como perjuicio estético
toda modificación exterior de la figura precedente o alteración
permanente del esquema corporal, aunque no sea desagradable o
repulsiva, teniendo en cuenta factores como la disminución de la
capacidad de atracción de la víctima, la existencia de deformidades
sufridas, de cicatrices permanentes etc que en definitiva afectan la
vida normal de la víctima y que de por sí resultan indemnizables,
parte del daño físico.-
e) Gastos médicos, farmacéuticos y de traslado: son aquellos
gastos directos que realiza el damnificado para restablecer su
salud, ya sea de gastos médicos, de gastos que tienen que ver con
los fármacos que deben serle administrados y aquellos gastos que
implica el transportarse de un médico o centro asistencial a otro.
Como novedad el Código Civil y Comercial introdujo en el art. 1746
la presunción de dichos gastos, a modo de presunción iuris tantum,
es decir que aquellos gastos que resultan razonables están
presumidos y quien pretenda desvirtuarlos, deberá ofrecer prueba
al respecto.-
f) Daño psíquico o psicológico: generalmente se denomina
trauma psíquico o trauma psicológico a un evento que amenaza
profundamente el bienestar o la vida de un individuo causando
consecuencias en su estructura mental o su vida emocional, es
decir se trata de un padecimiento o afectación singular en el área
psíquica, es decir, el evento dañoso desencadena una secuela que
representa una afectación que puede condicionar a la víctima en
diferentes áreas tales como que el sujeto deje de ser como era o no
pueda volver a ser el mismo. Aquí en consecuencia se indemnizan
todos los tratamientos que el damnificado deba hacer a nivel
psiquiátrico por las enfermedades derivadas o asociadas al evento
dañoso (depresiones reactivas, fobias, etc) y el tratamiento
psicológico que necesite para restablecer su vida normal y
habitual.-
g) Consecuencias no patrimoniales o daño moral: es la afección
espiritual derivada de un evento, fundado en el quebranto que
supone la privación o disminución de aquellos bienes que tienen un
valor precipuo en la vida del hombre y que se traduce en el caso
en el derecho a la integridad física cuando la misma es disminuida
o se vive un evento traumático, en este aspecto, la índole y la
entidad de la lesión y las circunstancias atinentes a la víctima,
pueden servir para inducir la existencia y magnitud de las
consecuencias no patrimoniales (el daño moral).-
En consecuencia podemos afirmar que el daño moral no
requiere acreditación, pues se alude a la imposibilidad de la prueba
directa, dando de esta manera eficacia probatoria a las
presunciones (medio de prueba indirecto) que emergen de los
indicios extrínsecos y constituyen una segura senda de
aproximación al dolor sufrido.-
La envergadura de los hechos que pueda sufrir la víctima,
irremediablemente han de causar desequilibrio en los sentimientos
de cualquier ser, por pertenecer dicho desequilibrio al estadio
interno de cada persona, es imposible probarlo, quedando
acreditado por la simple valoración de los hechos (Arts. 1741 y
conc. del Cód. Civil y Comercial).-
h) Pérdida de chance: hay en la salud un doble orden de
intereses, como son las expectativas de poder con el trabajo,
continuar obteniendo ingresos económicos y así, cuando las
lesiones que sufre el damnificado, repercuten con tal magnitud en
su status quo, que hacen prácticamente imposible su reinserción en
los ámbitos sociales y laborales, con el total de sus aptitudes,
generan en el autor o responsable de la lesión, una obligación de
tipo económica, traducida en una indemnización justa del perjuicio
real sufrido por la víctima.-
De esta manera, al graduar la incapacidad, deben
considerarse desde luego, las aptitudes vitales genéricas del
afectado (existentes o potenciales) y no solo el déficit para
determinado trabajo, como asimismo, la forma y magnitud con que
las secuelas del hecho se proyectan sobre la personalidad integral
y su vida de relación, y teniendo en cuenta las reglas de la
aproximación, en tanto en esta materia no hay criterios
matemáticos para la determinación del quantum indemnizable.-
Debe entenderse como chance a la probabilidad de insertarse
en el mercado laboral en las mismas condiciones que lo haría una
persona con todas sus aptitudes físicas normales, lo cual
claramente es una pérdida de ganancia que se puede frustrar
como consecuencia del hecho ilícito y como tal configura un daño
indemnizable.-
Así, debe resarcirse a título de chance la frustración de la
víctima de un infortunio de trabajo, de la oportunidad de progresar
y consiguientemente de obtener beneficios económicos dentro de
sus habilidades, o sea que, lo que se indemniza es la chance
misma y no la ganancia o la pérdida que era el objeto de aquella,
ya que no puede olvidarse que lo frustrado es propiamente la
chance, la cual, por su propia naturaleza es siempre problemática
de su realización.-
La sola pérdida de la potencialidad para el trabajo en
general, es ya un perjuicio a resarcir, a lo que debe sumarse la
merma de aptitudes para la vida en general, pues aunque en la
actualidad el damnificado no realizare actividades deportivas,
sociales o de otro tipo, pudo hacerlo en el futuro (Cam. Nac.
Especial Civil y Comercial, Sala 3a, 5-7-88, BRAVO RAMON A
C/ RODRIGUEZ CARLOS D. J.A. 1988-IV S¡ntesis).-
La chance puede ser valorada en sí misma, aun
prescindiendo del resultado final incierto, en su intrínseco valor
económico de probabilidad (Cam. Nac. Civil, Sala C, 30-6-87,
Borei Pedro A. C/ Edificadora Maral, Inmobiliaria S.A., LL,
1989-B-102).-
La pérdida de posibilidades o chance como consecuencia de
un hecho ilícito, dentro de ciertas pautas es un daño indemnizable,
si la misma es bastante fundada, el daño aparece como cierto,
teniendo en cuenta que la indemnización es la chance misma que
el Juez apreciará en concreto y no de la ganancia o de la pérdida
que era el objeto de aquella ya que no puede olvidarse que lo
frustrado es propiamente la chance, la cual, por su propia
naturaleza es siempre problemática y la mínima duda es en
beneficio del que la reclama, teniendo en cuenta las posibilidades
que habría tenido el damnificado de no haberse producido el hecho
ilícito.-
De esta manera la chance configura un daño actual no
hipotético, resarcible cuando implica una probabilidad suficiente de
beneficio económico que resulta frustrado por el responsable y
puede ser valorada en s¡ misma aun prescindiendo del resultado
final incierto, en su intrínseco valor económico de probabilidad.-
Aunque ciertamente el daño no signifique una disminución de
la retribución, ese evento ha traído aparejada una disminución
cierta de las posibilidades de competir y mejorar su posición, es
decir, el damnificado pierde la chance en el sentido de que ya no
podrá ejercer competencia en iguales condiciones, porque su
capacidad se encuentra disminuida y su incapacidad a causa del
ente originador deber repararse con una indemnización justa.-
En resúmen, se habla de chance cuando existe la
oportunidad u ocasión propicia, con visas de razonabilidad o
fundabilidad de lograr una ventaja o evitar pérdida. La frustración
de esa probabilidad imputable a otro engendra un perjuicio
resarcible. Lo indemnizable no es el beneficio mismo, sino la
probabilidad de lograrlo, sin que sea posible conocer si ésta se
habría realizado, nadie lo sabe ni lo sabrá jamás, porque el hecho
de la incapacidad ha detenido en forma definitiva el curso de los
acontecimientos donde reposaba la incertidumbre, de conjetura.-
En casi todo perjuicio resarcible media un factor de
inseguridad y solo es menester al menos una certeza relativa, en
cambio en el caso de la chance solo es cierta la probabilidad como
tal y no lo es el objeto al que la oportunidad tendía.-
As¡, estrictamente ligada a la incapacidad
sobreviniente, que es la secuela o disminución física o psíquica que
pudiera quedar luego de completado el período de recuperación o
restablecimiento de una persona con lesiones físicas permanentes
y secuelas, la chance o pérdida de ganancias por la disminución de
la aptitud laborativa, es totalmente indemnizable y su
responsabilidad está atribuida al agente originador del hecho
ilícito.-
SUJETOS DE LA ACCION.-

LEGITIMACION ACTIVA.-

La acción de daños y perjuicios derivados de un hecho ilícito


corresponde:
1) Al damnificado directo o indirecto.-
2) Sucesores universales del damnificado.-
3) Acreedores de la víctima en ejercicio de la acción oblicua.-
4) Cesionarios de la acción de daños.-

Al damnificado mismo, sea directo o indirecto, el art. 1716 del


Código Civil y Comercial establece el deber de reparar el daño
causado y este deber de reparación no sólo es respecto de aquel a
quien el hecho o el incumplimiento ha damnificado directamente,
sino respecto de toda persona, que por él hubiese sufrido, aunque
sea de una manera indirecta. -

Si el daño fue ocasionado a las cosas pueden reclamar la


indemnización conforme art. 1772 del CC y C:
a) el titular de un derecho real sobre la cosa o bien.-
b) el tenedor y el poseedor de buena fe de la cosa o bien.-

A los sucesores universales del damnificado: Conforme lo


dispone el art. 2280 del CC y C desde la muerte del causante, los
herederos tienen todos los derechos y acciones de aquél en forma
indivisa, con excepción de los que no son transmisibles por
sucesión.-
En cuanto a las consecuencias no patrimoniales (daño moral)
está legitimado para reclamarlas el damnificado directo y si del
hecho resulta su muerte o sufre gran discapacidad, también tienen
legitimación a título personal, según las circunstancias, los
ascendientes, los descendientes, el cónyuge y quienes convivían
con el fallecido recibiendo trato familiar ostensible (Art. 1741 del CC
y C).-
La acción, solo se transmite a los sucesores universales del
legitimado, si es interpuesta por el mismo en vida, pero solo se trata
de el daño moral del damnificado directo, ya que los sucesores si
pueden reclamar daño moral a título personal.-

A los acreedores de la víctima en ejercicio de la acción oblicua:


están legitimados al ejercicio de la acción de daños y perjuicios los
acreedores del damnificado por acción subrogatoria conforme art.
739 del CC y C y siempre que cumpla los requisitos y no se
encuentre dentro de los derechos excluidos en el art. 741 del
mismo cuerpo legal, esta acción excluye el rubro de consecuencias
no patrimoniales (daño moral) dado su carácter personalísimo.-

A los cesionarios de la acción de daños: conforme lo disponen


los arts. 1614 del Código Civil y Comercial y siempre que se
encuentre dentro de las previsiones del art. 1616 y fuera de las
prohibiciones del art. 1617 del mismo cuerpo legal.-

Damnificados indirectos:
La ley concede la acción de reparación aun a los perjudicados
indirectamente por el hecho ilícito. Esto conlleva un problema,
porque las irradiaciones de un daño pueden ser infinitas. Por ej:
muere una persona y como consecuencia, la sociedad a la cual
formaba parte debe disolverse; lo que trae aparejado el despido y
desocupación de los obreros. Todas estas personas son
damnificados indirectos, pero no todos ellos pueden reclamar la
reparación de los daños al autor del hecho ilícito. Por una razón
lógica hay que cortar esta cadena casual.
Hay ciertas limitaciones:
1) No se responde por las consecuencias casuales (art. 1727
CC y C). Entre el hecho ilícito y el daño debe haber una
relación de causación adecuada; en el cual juega la
apreciación judicial.-
2) Debe haber una lesión a un interés legítimo.-
Aplicaciones concretas de la legitimación activa para entablar
la acción de daños:

I.- Caso de muerte de la víctima.

En caso de muerte de la víctima existen varios legitimados:


a) Está legitimado a reclamar los gastos necesarios para asistencia
y posterior funeral de la víctima, quien los haya pagado no
importando la existencia de obligación legal (Art. 1745 inc.a) del CC
y C).-
b) Está legitimado el cónyuge, el conviviente, los hijos menores de
21 años de edad, los hijos incapaces, para reclamar lo necesario
para alimentos, teniendo en cuenta el tiempo probable de vida de la
víctima, sus condiciones personales y la de los reclamantes (Art.
1745 inc. b) del CC y C).-
c) El derecho de exigir la indemnización anterior no puede ser
ejercido por el coautor o cómplice o quien habiendo podido impedir
el hecho no lo haya hecho que causó la muerte de la víctima (Art.
1779 inc. b) del CC y C).-

Pueden ejercer la acción de daños

El cónyuge o conviviente que tenía trato familiar


ostensible con la víctima, tiene legitimación para accionar por daños
y perjuicios conforme art. 1745 del CC y C. Si la mujer separada de
hecho, o divorciada no recibía alimentos, aun así tiene acción, si
carece de recursos propios o no puede procurárselos conforme art.
434 del CC y C, si no tuviera recursos propios suficientes ni
posibilidad razonable de procurárselos, tendrá derecho a que el
otro, si tuviera medios, le provea lo necesario para su subsistencia.
Para determinar la necesidad y el monto de los alimentos se
tendrán en cuenta las pautas de los incisos a y b del art. 433 del CC
y C.-
Los hijos, mayores o menores de edad, respecto de los
menores o los incapaces, la ley les concede derecho a reclamar lo
necesario para alimentos hasta los 21 años (menores) y hasta el
cese de incapacidad (Art. 1745 del CC y C).-
A los padres también les corresponde la acción de
daños y perjuicios por la pérdida de chance de ayuda futura como
consecuencia de la muerte de los hijos (Art. 1745 inc. c) del CC y
C).-
Los hermanos podrían ejercer la acción de daños y
perjuicios, pero no gozan de la presunción del daño, por lo que
tienen que acreditar el daño ocasionado, como pasaría si recibían
del muerto una pensión por alimentos o dependían de él para su
subsistencia, lo cual también puede extenderse a toda otra persona
que, sin ser pariente, recibía del muerto una pensión por alimentos,
fundado en un derecho realmente ostensible.-

II. Caso en que el accionante recibe bienes en la sucesión de la


víctima.-

En este caso la muerte parece no haberlo perjudicado, sino


beneficiado. En este caso: procede la acción de daños?
- Si los bienes heredados son muy modestos: si la viuda e hijos
bajan el nivel de vida tienen acción de daños.-

- Si los bienes son cuantiosos:


a) la opinión predominante dice que el autor del hecho ilícito no
puede compensar el daño con el beneficio derivado de la
herencia, porque la herencia no tiene relación con el hecho
ilícito, solo deriva de la muerte. Admitir esa compensación
importaría reducir la deuda del autor del hecho.-
b) Borda: la cuestión está mal planteada, no se trata de una
compensación sino de que la muerte no ha producido al
heredero ningún perjuicio económico, porque recibió una
herencia.-
Igualmente cada caso es particular, hay que determinar si ha
habido o no perjuicio; si no lo hay, no cabría en principio la
indemnización, es decir en caso de haber recibido el heredero
bienes cuantiosos no puede argumentar que ha sufrido un perjuicio
económico; solo podrá reclamar la indemnización de las
consecuencias no patrimoniales (daño moral).-
III. Acciones que tienen los herederos.
Los herederos como otro perjudicado que pruebe el daño
sufrido, tienen derecho a reclamar la indemnización de los
perjuicios ocasionados por la muerte de la víctima.-
Esta acción les corresponde iure propio, como damnificados
personales, independientemente de todo título hereditario.-

Dos acciones:
-Iure propio: la que tienen los damnificados por los daños que la
muerte de la victima les ha ocasionado a ellos.-

-Iure hereditatis: acción que tienen los herederos por su calidad de


tales, en virtud de los daños ocasionados a la víctima, que al morir
esta, se traspasan a ellos conforme art. 2280 del CC y C.-
Respecto de eta acción iure hereditatis, si entre el hecho ilícito
y la muerte, la víctima ha realizado gastos (médicos, remedios) o ha
dejado de percibir dinero por encontrarse imposibilitada para
trabajar, este daño puede ser reclamado por sus herederos. Las
consecuencias no patrimoniales (daño mora) no se trasmite a los
herederos, excepto que la victima la haya iniciado en vida.-
La muerte hace nacer la acción iure hereditatis?, es decir: hace
nacer la acción a favor de la victima que luego pueda trasmitir a sus
herederos.-
Para Borda: no puede nacer un derecho a favor de un muerto.
La muerte en sí misma, no da lugar al nacimiento de una acción en
cabeza del muerto, que luego se transmita a sus herederos.-
Conclusión: Los herederos solo pueden accionar iure propio, en
razón del perjuicio que a ellos les ha ocasionado la muerte. La
acción iure hereditatis existe en relación a todos los perjuicios que
la victima haya podido reclamar en vida, pero si pueden reclamar
las consecuencias no patrimoniales (daño moral) por derecho
propio.-

Distinciones entre las acciones.


La renuncia o transacción hecha por la victima con el autor del
hecho ilícito, tiene efecto sobre sus herederos respecto a la acción
iure hereditatis, pero no afecta la acción iure propio.-
Si en el juicio de daños y perjuicios seguido por la víctima ha
recaído sentencia fijando el monto de los daños, esto no afecta el
derecho de los herederos de reclamar del autor del hecho la
reparación de los perjuicios que personalmente les ha producido la
muerte. La sentencia hace cosa juzgada respecto de la acción iure
hereditatis.-
Quien demanda iure hereditatis debe acreditar su condición de
heredero, lo que no se requiere a quien demanda iure propio.-

IV. Caso de calumnias.-

En los daños causados por una acusación calumniosa, quien


sea afectado por la falsedad de dicha denuncia puede reclamar los
daños y perjuicios de quien haya hecho la denuncia con dolo o
culpa grave (Art. 1771 del CC y C).-

Extinción de la acción.
1) Por renuncia que haga el damnificado de ella. Si existen
varios damnificados, las acciones son independientes y la
renuncia de uno no priva a los demás.-
2) Por transacción. Solo la acción civil derivada de un hecho
ilícito puede ser objeto de transacción, no la acción penal.
3) Por prescripción: a los 3 años del hecho ilícito.-

LEGITIMACION PASIVA.-
Contra quienes puede intentarse la acción de daños.-

1) Contra el autor del hecho (1749 del CC y C)-


Si se trata de un daño ocasionado por el vicio o riesgo de la cosa,
responden el dueño y el guardián de la misma (Art. 1757 del CC y
C).-
El principal responde por los hechos de sus dependientes conforme
lo dispone el art. 1753 del CC y C.-
Los padres responden solidariamente por los daños causados por
sus hijos que se encuentran bajo su responsabilidad parental y que
habitan con ellos (Art. 1754 del CC y C).-

2) Contra todos los partícipes del delito inclusive contra los


encubridores si su contribución al delito ha causado daño (Arts.
1751 y 1752 del CC y C).-
3) Contra el que lucro con los efectos de un delito, hasta la
concurrencia de lo que hubiera recibido (Art. 32 del Código Penal).-
4) Contra los sucesores universales de las personas nombradas
anteriormente, hasta la concurrencia de los bienes recibidos por
herencia conforme art. 2280 del CC y C.-
5) Contra el asegurador conforme lo dispone el art. 118 de la ley
17418, al demandar por daños y perjuicios el damnificado puede
citar en garantía al asegurador hasta que reciba la causa a prueba.
Debe interponer la demanda ante el juez del lugar del hecho o del
domicilio del asegurador. La sentencia que se dicte hará cosa
juzgada respecto del asegurador y será ejecutable contra él en la
medida del seguro.-

RELACIONES ENTRE LA ACCION CIVIL Y LA PENAL

EL PRINCIPIO DE LA INDEPENDENCIA.-
El art. 1774 del CC y C consagra el principio de la
independencia de las acciones penal y civil emergentes de un
hecho ilícito, pues como fundamento las acciones tienen objetos
diferentes:
- Acción civil: tiende a la reparación económica del perjuicio
mediante la indemnización de daños y perjuicios.-
- Acción penal: tiende a imponer una condena al responsable.-

En los casos en que el hecho dañoso configure al mismo


tiempo un delito del derecho criminal, la acción civil puede
interponerse ante los jueces penales, conforme las disposiciones
procesales.-
La independencia no es absoluta:
Si la acción penal precede a la acción civil o es intentada durante
su curso, el dictado de la sentencia definitiva debe suspenderse
hasta tanto recaiga sentencia en la acción penal, salvo que medien
causas de extinción de la acción penal, o que la dilación del
proceso penal provoque frustración del derecho reclamado en sede
civil o que la acción civil esté fundada en un factor objetivo de
responsabilidad (Art. 1775 del CC y C).-
La sentencia condenatoria en sede penal produce efectos de
cosa juzgada en el proceso civil respecto de la existencia del hecho
principal que constituye el delito y de la culpa del condenado
conforme art. 17756 del CC y C.-
Si la sentencia penal determina la inexistencia del hecho o que
quien se encuentra sometido al proceso no es el responsable de los
hechos, estas circunstancias no pueden ser discutidas en el
proceso civil, pero en cambio si la sentencia penal decide que el
hecho no constituye delito o que no compromete la responsabilidad
penal del agente, en el proceso civil puede discutirse libremente
ese mismo hecho en cuanto genera responsabilidad civil conforme
art. 1777 del CC y C.-
Las excusas absolutorias penales no afectan la acción civil,
salvo que exista disposición legal en contrario (Arg. art. 1778 del
CC y C).-
La sentencia penal posterior a la sentencia civil no produce
ningún efecto sobre ella, excepto que medie revisión y la misma
solo procede a petición de parte en tres supuestos conforme art.
1780 del CC y C:
a) si la sentencia civil asigna alcances de cosa juzgada a
cuestiones resueltas por la sentencia penal y ésta es revisada
respecto de esas cuestiones, excepto que derive de un cambio de
legislación.-
b) E caso de que la sentencia civil esté fundada en factores
objetivos de atribución de responsabilidad, si quien fue juzgado
responsable en la acción civil es absuelto en juicio criminal por
inexistencia del hecho que funda la condena civil o por no ser su
autor.-
c) En otros casos previstos por la ley.-
Jurisdicción competente para entender en la acción de daños.-

El principio de independencia parecería imponer la separación


de jurisdicciones.-
Los jueces del crimen tienen atribuciones para entender
también en la acción civil: que ambas acciones sean
independientes no se opone a que el mismo juez entienda en ellas.-
Fundamento: al ventilar la cuestión ante un mismo juez se
evita que un hecho sea juzgado con criterios distintos y los gastos
de diversidad de causas y se logra mayor rapidez.-

El sistema actual es:


El juez penal puede fijar la indemnización de daños solo
cuando hay condena.-
No puede si el procesado ha sido absuelto o sobreseído, si ha
muerto durante el proceso o ha prescripto la acción.
La condena a pagar daños solo procede si la victima lo
solicita.-
El juez penal solo puede entender en los daños sufridos por la
victima directa del delito y por quienes intervengan como
querellantes.-No puede: en las acciones que intenten los
damnificados indirectos.-
Fijada la indemnización en el proceso penal, el interesado no
puede intentar la prueba de daños mayores en juicio civil, porque la
decisión penal hace cosa juzgada, excepto: daños posteriores a la
sentencia, que se pueden plantear en sede civil.-
Cuando el juez penal rechaza la indemnización.
- Si hay condena, el rechazo de la indemnización solo puede
fundarse en que no está probado el daño. Hace cosa juzgada
y no puede accionarse en sede civil.-
- Si el procesado fue absuelto o sobreseído: la victima puede
reclamar los daños en sede civil. Porque puede haber
responsabilidad civil aunque no haya condena penal.-

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