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MÓDULO I
INTRODUCCIÓN
Un accidente de tránsito es un suceso (o
encadenamiento de sucesos) inesperado,
impremeditado, e indeseado, generalmente
de consecuencias desagradables: lesiones a
las personas y/o daños a las cosas.
En los accidentes de tránsito, habitualmente,
el suceso es la coincidencia témporo-espacial
de dos objetos y/o cuerpos.
Definido de esta manera, un accidente es
una situación dinámica que implica un
encadenamiento de circunstancias y sucesos
que culminan en él.
Este encadenamiento no significa que esté
predeterminada la ocurrencia inexorable del
accidente, aunque sí que la repetición
idéntica de todas las circunstancias y
procesos producirá idénticos resultados. Sin
embargo, la variación de alguna de las
circunstancias o sucesos aludidos, en el
entorno de inmediatez del accidente, lo
habría modificado, e inclusive podría haberlo
evitado.
A los efectos, entonces, de la reconstrucción
o del análisis del accidente, sólo es necesario
estudiar un intervalo témporo- espacial
acotado en el entorno mismo.
Es decir, a los efectos accidentológicos, no es
importante determinar si el conductor de un
móvil accidentado retrasó el comienzo de su
viaje (lo que hizo que estuviese en el sitio
del accidente en el instante de éste), por
haber estado tomando unas copas, sino si en
instantes previos al accidente su aptitud para
reaccionar adecuadamente estuvo afectada
por el alcohol.
El entorno témporo-espacial del accidente
está en primera instancia, y a los efectos de
su análisis y reconstrucción, limitado:
previamente por los instantes-sitios desde
donde los protagonistas tuvieron la primera
oportunidad de percibir el riesgo y luego del
accidente por los instantes-sitios donde se
alcanzó la situación de reposo o estabilidad.
En un proceso ulterior puede ser necesario
ampliar los límites; por ejemplo: hacia atrás,
buscando fallas mecánicas o humanas
previas, y hacia delante, para saber si previo
al registro de los indicios éstos fueron
modificados y de qué manera.
DEFINICIÓN DE ACCIDENTE DE
TRÁNSITO
Se define el término accidente como “hecho
que cause daño a persona, a material o a
cosas causado por la acción de un vehículo,
animal de tiro o silla”.*
• Jurisprudencia relacionada
Sujetos responsables
Son responsables el dueño y el guardián del
automotor. Por dueño, en materia de
automotores, debe entenderse al titular
inscripto, quien si no efectuó la transferencia
deberá haber realizado la denuncia de venta,
o al menos acreditar fehacientemente la
transferencia de la guarda.
• Jurisprudencia relacionada
Debe responsabilizarse al instructor de
manejo codemandado por los daños
derivados del accidente de tránsito que
protagonizó junto a su pupilo, pues la
responsabilidad del docente surge por la
circunstancia de que el mismo se encuentra
también al comando de dicho automotor y es
en la emergencia su guardián.
(CApel.Civ.Com., La Matanza, Buenos Aires
Sala 01, 05/11/2012, “Vera, Cristian Nelson
s/ Romero, Sergio Daniel y otros”).
ENUMERACIÓN
• Jurisprudencia relacionada
• Jurisprudencia relacionada
• Jurisprudencia relacionada
Accidente de tránsito-muerte. Menores.
Obras en la vía pública
Resulta responsable la empresa constructora
a cargo del plan de reconstrucción de
calzada, bacheo y mejoramiento del
entoscado de ruta, por el fallecimiento de un
menor que mientras conducía su bicicleta por
la banquina fue embestido por un camión
que transportaba y descargaba materiales
para dicha obra vial, dado que la empresa
demandada reviste el carácter de guardián
del vehículo embistente en los términos de lo
dispuesto en el art. 1113 primera parte del
Código Civil, y no acreditó que hubiera
existido culpa de la víctima o de un tercero
por quien no debiera responder.
(SCJ, La Plata, Buenos Aires, 15/07/2015,
“Bogado, Juan Jorge y otro c/ Toledo, Víctor
Adrián y otros s/ Daños y perjuicios").
Condiciones medioambientales o de la
via
• Visibilidad reducida por neblina, lluvia,
granizo, viento huracanado, etc.
• Piedras en la vía, por derrumbes.
• Derrumbes o deslizamientos de tierra.
• Vía deteriorada por inadecuado
mantenimiento.
• Vía sin señalización vertical u
horizontal.
• Vía mal diseñada o modificación
inadecuada o situacional de la vía.
• Jurisprudencia relacionada
Conclusión
Por lo analizado se observa que casi la
totalidad de los factores generadores de
accidentes giran en tomo al error humano.
Cabe entonces afirmar que el enfoque actual
de abordaje e intervención en prevención y
seguridad es erróneo. La prevención de
accidentes no debe partir de la ingeniería. No
debe partir de la modificación del ambiente,
ni de la inspección constante, ni del
mejoramiento de las máquinas. Debe partir
del abordaje del ser humano. De su persona.
De su psicología. El resto es y debe ser
complemento en una forma
multidisciplinaria, pero se debe revertir el
enfoque actual. Si no es así continuaremos
lamentando pérdidas evitables. Cambiemos
el viejo paradigma de creer que sólo con
ingeniería se consigue la seguridad.
ASPECTOS PRÁCTICOS DE LA
RESPONSABILIDAD CIVIL EN EL
CÓDIGO CIVIL Y COMERCIAL
UNIFICACIÓN DE RESPONSABILIDADES
CONTRACTUALES Y
EXTRACONTRACTUALES
*
Art. 2561, CCyC: Plazos especiales. . .
El reclamo de la indemnización de daños
derivados de la responsabilidad civil
prescribe a los tres años. ....
a) Funciones preventiva y
sancionatorias
La función preventiva y sancionatoria están
reguladas en la sección 2a del TÍTULO V del
LIBRO TERCERO. La función preventiva, tal
como trata la nueva norma, transita por dos
grandes carriles, en primer lugar se
establece expresamente el deber general de
no dañar y -correlativamente- un deber
genérico de prevención del daño, que
comprende no sólo el perjuicio que aún no se
ha causado como la disminución de la
magnitud del que se está produciendo. En
segundo término, a partir del art. 1711* se
trata acerca de la acción preventiva.
Toda persona tiene el deber, en cuanto de
ella dependa, de: a) evitar causar un daño
no justificado; b) adoptar, de buena fe y
conforme a las circunstancias, las medidas
razonables para evitar que se produzca un
daño, o disminuir su magnitud; si tales
medidas evitan o disminuyen la magnitud de
un daño del cual un tercero sería
responsable, tiene derecho a que éste le
reembolse el valor de los gastos en que
incurrió, conforme a las reglas del
enriquecimiento sin causa; c) no agravar el
daño, si ya se produjo. Sobre estos tres
puntos se asienta el principio general de la
prevención.
Se admite la acción preventiva judicial, ante
la posibilidad de la causación de un daño, o
para evitar su continuación o agravamiento
(Art. 1711 del CCyC), legitimándose a
cualquier persona que tuviera un interés
razonable en la prevención (Art. 1712 del
CCyC). La sentencia que admite la acción
preventiva debe disponer, a pedido de parte
o de oficio, en forma definitiva o provisoria,
obligaciones de dar, hacer o no hacer, según
corres ponda; debe ponderar los criterios de
menor restricción posible y de medio más
idóneo para asegurar la eficacia en la
obtención de la finalidad (Art. 1713 del
CCyC).
c) Función resarcitoria
La función Resarcitoria esta regulada en las
Secciones 3a y 4a del Capítulo I del TITULO V
del Libro Tercero del nuevo Código Civil y
Comercial en la cual realiza una detallada
regulación de los presupuestos necesarios
para la reparación del daño.
1) Deber de reparar
La violación del deber de no dañar a otro, o
el incumplimiento de una obligación, da lugar
a la reparación del daño causado, conforme
con las disposiciones de este Código (Art.
1716, CCyC).
2) Antijuridicidad
El Código Civil y Comercial en el art. 1717
determina que Cualquier acción u omisión
que causa un daño a otro es antijurídica si
no está justificada.
Las causales de justificación admitidas son:
a) en ejercicio regular de un derecho;
b) en legítima defensa propia o de
terceros, por un medio racionalmente
proporcionado, frente a una agresión actual
o inminente, ilícita y no provocada; el tercero
que no fue agresor ilegítimo y sufre daños
como consecuencia de un hecho realizado en
legítima defensa tiene derecho a obtener una
reparación plena;
c) para evitar un mal, actual o inminente,
de otro modo inevitable, que amenaza al
agente o a un tercero, si el peligro no se
origina en un hecho suyo; el hecho se halla
justificado únicamente si el mal que se evita
es mayor que el que se causa. En este caso,
el damnificado tiene derecho a ser
indemnizado en la medida en que el juez lo
considere equitativo. (Art. 1718, CCyC).
No se admite la asunción de riesgos como
causal de justificación (cuestión que es
motivo de discusión en la doctrina) y se
prevé el supuesto de existencia de actos de
abnegación- que generan derecho
resarcitorio para quien sufrió daños para
salvar la persona o los bienes de otro. (Art.
1719, CCyC)
Se determina una cláusula general que el
consentimiento de la víctima. Sin perjuicio de
disposiciones especiales, el consentimiento
libre e informado del damnificado, en la
medida en que no constituya una cláusula
abusiva, libera de la responsabilidad por los
daños derivados de la lesión de bienes
disponibles. (Art. 1720, CCyC)
3) Factores de atribución
El Código Civil y Comercial realiza una
detallada regulación de los factores de
atribución de responsabilidad, definiéndolos,
rorrectamente, por las consecuencias del
emplazamiento de cada supuesto en cada
categoría, esto es las eximentes invocables.
Se determina como principio general residual
que, si no existe normativa específica, el
agente responde por su culpa (Art. 1721,
CCyC).
4) Relación de causalidad
En el comentario que hace el Dr. José
Fernando Márquez ¡d proyecto dice que:
sigue la tradición legislativa y doctrinaria de
aceptar la teoría de la causalidad adecuada
como el criterio más idóneo para determinar
la causa del daño, y determina un régimen
de indemnización de las consecuencias
inmediatas y mediatas previsibles,
superándose así las diferencias entre las
consecuencias indemnizables en los ámbitos
contractual y ex- tracontractual, en el Código
Civil de Vélez.
Se especifica que, en materia contractual, el
régimen de previsibilidad se individualiza de
acuerdo a lo que, en cada caso, se previo o
pudo prever.
5) Eximentes de responsabilidad
El Código Civil y Comercial realiza una
detallada regulación de las eximentes de
responsabilidad por ausencia de causación, o
concurrencia con otros hechos o
circunstancias, regulando el hecho del
damnificado, el caso fortuito o fuerza mayor
y el hecho
de un tercero, delimitando, en cada caso,
cómo se configuran y cuáles son sus efectos.
7) Hecho de un tercero
Para eximir de responsabilidad, total o
parcialmente, el hecho de un tercero por
quien no se debe responder debe reunir los
caracteres del caso fortuito (art. 1731 del
CCyC).
8) Facultades judiciales
No obstante, el juez puede distribuir la carga
de la prueba de la culpa o de haber actuado
con la diligencia debida, ponderando cuál de
las partes se halla en mejor situación para
aportarla. Si el juez lo considera pertinente,
durante el proceso debe comunicar a las
partes que aplicará este criterio, de modo de
permitir a los litigantes ofrecer y producir los
elementos de convicción que hagan a su
defensa. (Art. 1735 CCyC).
9) Carga de la prueba
La carga de la prueba de la relación de
causalidad co- i responde a quien la alega,
excepto que la ley la impute o la presuma.
La carga de la prueba de la causa ajena, o
de la imposibilidad de cumplimiento, recae
sobre quien la invoca (art. 1736 del CCyC)
Como regla general, en el proceso de daños
es la víctima quien invoca la relación causal
entre el daño y el hecho atribuido ni autor y,
por ende, recae sobre ella la prueba de dicho
elemento, conforme lo establece el art.
1736.
El actor en el proceso de daños deberá,
entonces, probar la relación de causalidad
material o fáctica (es decir, que entre el
hecho del agente y el daño puede predicarse
la existencia de causalidad desde el punto de
vista físico), y además que ese nexo así
establecido es adecuado (causalidad
jurídica), porque el resultado suele derivarse
del hecho ilícito según la experiencia de vida,
lo que importa tanto como afirmar que ese
resultado era previsible. Si se está ante un
incumplimiento contractual (pero no de
obligaciones no contractuales), la prueba de
la causalidad adecuada se ve desplazada por
la de que las partes previeron o pudieron
haber previsto dicha consecuencia al
momento de celebración del negocio (art.
1728 del CCyC).
En cuanto a la prueba de los eximentes, la
norma establece que se encuentra a cargo
de quien los alega, de forma tal que la
prueba de la ruptura del nexo causal recaerá
sobre el agente, y la de la imposibilidad de
cumplimiento -propia del ámbito
obligacional-, en el deudor incumplidor.
DAÑO RESARCIBLE
Concepto
La nueva norma establece que: Hay daño
cuando se lesiona un derecho o un interés no
reprobado por el ordenamiento jurídico, que
tenga por objeto la persona, el patrimonio, o
un derecho de incidencia colectivo, (art.
1737 del CCyC). Se define de manera
amplia, otorgando, de esta manera, un
margen mayor de interpretación al juez para
determinar la existencia de daño resarcible.
El daño resarcible está regulado en la
Sección 4a del Capítulo I del TITULO V del
Libro Tercero del nuevo Código Civil y
Comercial.
El art. 1737 del CCyC establece qué debe
entenderse como daño jurídico, y adopta una
definición explícita del daño resarcible.
Asimismo, menciona algunos de los bienes
que pueden verse afectados por el hecho
ilícito, esto es, respecto del daño desde el
punto de vista fáctico o naturalístico
(siguiendo la expresión de Bueres).
Daños indemnizables
El daño emergente
El daño emergente produce un
empobrecimiento en el patrimonio de la
víctima.
Puede consistir en un gasto o en la
destrucción de la propiedad. Por eso el
código lo conceptúa correctamente como
disminución o pérdida en el patrimonio.
La nueva norma regula el daño emergente,
que puede producirse tanto por la
destruqción, deterioro o privación del uso o
goce de bienes materiales como por los
gastos que, en razón del evento dañoso, la
víctima ha debido realizar. En ambos casos
se produce un detrimento o disminución del
patrimonio del damnificado como
consecuencia del hecho que se analiza.
Es preciso tener en cuenta, sin embargo,que
cuando se resarce el daño emergente no se
está indemnizando el valor del bien
comprometido,sino el interés que aquel
satisfacía en la esfera patrimonial del
damnificado, que puede o no coincidir con el
valor objetivo del bien en sí mismo.
Entre, otros, se encuentran comprendidos en
el daño emergente los gastos de reparación
oreposición de las cosas menoscabadas como
consecuencia del acto ilícito, los gastos
médicos,farmacéuticos y de transporte (a los
cuales alude expresamente el art. 1746 del
CCyC)*, los gastos de tratamiento
psicológico, etc.
El lucro cesante
El lucro cesante es la frustración de un
enriquecimiento legítimo. No cualquier sueño
de ganancia es sin embargo un lucro
cesante, sino que deben demostrarse pautas
objetivas y ciertas de que se podía obtener,
como lo requiere el artículo.
La pérdida de chances
La pérdida de chances u oportunidades fue
reconocida por lu jurisprudencia como un
daño indemnizable. Se diferencia del lucro
cesante, en que en este último, las
probabilidades no son i .ni ciertas ni tan
lejanas. La pérdida de chances se cuantifica
de acuerdo a las probabilidades objetivas de
que suceda.
A mayor probabilidad mayor monto tendrá.
Por ejemplo el v cterinario que por su culpa
produce la muerte de un caballo de carrera
tendrá que pagarle al dueño los daños que
sufre porque no podrá competir en las
carreras del hipódromo. Si ese caballo venía
ganando las últimas carreras la pérdida dq
chance será muy grande, si salió último
quizás el juez no le conceda ni un centavo.
Por eso el art. 1739 dice que será
indemnizable “en lu medida en que su
contingencia sea mzonable y guarde una
adecuada relación de causalidad con el hecho
generador”.
4) La afectación de intereses no
reprobados por el ordenamiento jurídico
La clasificaciones del daño previstas en el
art. 1739 del L'CyC, son:
- Daño directo o indirecto, y
- Actual o futuro.
RESPONSABILIDAD DIRECTA
Está regulado en la Sección 5a del Título V:
Otras fuentes de las obligaciones. Capítulo 1:
Responsabilidad civil, del Libro Tercero:
Derechos Personales.
Se establece el principio general de que
quien causa un daño, por acción u omisión,
tiene el deber de repararlo, en tanto no esté
justificado (Art. 1749 del CCyC).*
* Art. 1749, CCyC: Sujetos
responsables. Es responsable directo
quien incumple una obligación u
ocasiona un daño injustificado por
acción u omisión.
RESPONSABILIDAD DERIVADA DE LA
INTERVENCIÓN DE COSAS Y CIERTAS
ACTIVIDADES
Responsabilidad derivada de la intervención
de cosas y de ciertas actividades esta
regulado en la Sección 7a del Título V Otras
fuentes de las obligaciones Capítulo 1 del
Libro Tercero, arts. 1757 a 1759.
El nuevo Código Civil y Comercial regúlalos
daños causados por cosas riesgosas o
viciosas, o actividades riesgosas o
peligrosas, emplazando el supuesto en el
ámbito de la responsabilidad objetiva, y
deslindando las circunstancias que no
pueden ser invocadas como eximentes la
autorización previa y cumplimiento de las
técnicas de prevención (Art. 1757).*
RESPONSABILIDAD COLECTIVA O
ANÓNIMA
La Responsabilidad colectiva y anónima esta
regulada en la Sección 8a del TITULO V:
Otras fuentes de las obligaciones CAPITULO
1 del Libro Tercero arts. 1760 a 1762.
Si de una parte de un edificio cae una cosa,
o si ésta es arrojada, los dueños y ocupantes
de dicha parte responden solidariamente por
el daño que cause. Sólo se libera quien
demuestre que no participó en su producción
(Art. 1760).
Si el daño proviene de un miembro no
identificado de un grupo determinado
responden solidariamente todos sus
integrantes, excepto aquel que demuestre
que no ha contribuido a su producción (Art.
1761). Actividad peligrosa de un grupo.
Si un grupo realiza una actividad peligrosa
para terceros, todos sus integrantes
responden solidariamente por el daño
causado por uno o más de sus miembros.
Sólo se libera quien demuestra que no
integraba el grupo (Art. 1762).
SUPUESTOS ESPECIALES DE
RESPONSABILIDAD
La Responsabilidad colectiva y anónima está
regulada en la Sección 9a del TITULO V:
Otras fuentes de las obligaciones, CAPITULO
1 del Libro Tercero arts. 1763 a 1771.
Entre los supuestos especiales de
responsabilidad se regulan:
• Responsabilidad de la persona jurídica. La
persona jurídica responde por los daños que
causen quienes las dirigen o administran en
ejercicio o con ocasión de sus funciones.
(Art. 1763).
• Responsabilidad de los establecimientos
educativos.
El titular de un establecimiento educativo
responde por el daño causado o sufrido por
sus alumnos menores de edad cuando se
hallén o deban hallarse bajo el control de la
autoridad escolar. La responsabilidad es
objetiva y se exime sólo con la prueba del
caso fortuito.
El establecimiento educativo debe contratar
un seguro de responsabilidad civil, de
acuerdo a los requisitos que fije la autoridad
en materia aseguradora.
Esta norma no se aplica a los
establecimientos de educación superior o
universitaria. (Art. 1767).
• Profesionales liberales. La actividad del
profesional liberal está sujeta a las reglas de
las obligaciones de hacer. La responsabilidad
es subjetiva, excepto que se haya
comprometido un resultado concreto.
Cuando la obligación de hacer se preste con
cosas, la responsabilidad no está
comprendida en la Sección 7 a, de este
Capítulo, excepto que causen un daño
derivado de su vicio. La actividad del
profesional liberal no está comprendida en la
responsabilidad por actividades riesgosas
previstas en el art. 1757. (Art. 1768).
• Los Accidentes de Tránsito. En los
casos de accidentes de tránsito está regulado
por el Art. 1769 del Código Civil y Comercial,
que lleva por título precisamente “accidentes
de tránsito”, los artículos referidos a la
responsabilidad derivada de la intervención
de cosas arts. 1757 a 1759, ubicados en la
Sección 7a, del Capítulo 1 “Responsabilidad
civil”, del Título V “Otras fuentes de las
obligaciones”, del Libro 3o “Derechos
personales”, se aplican a los daños causados
por la circulación de vehículos. Así, el dueño
y el guardián responden de manera
concurrente o in solidum (categoría de las
obligaciones acertadamente ahora
contemplada expresamente en el art. 850
del Código Civil y Comercial) por el daño
causado por el riesgo o vicio de las cosas -el
automotor-, entendiéndose por guardián
-como ahora lo considera expresamente la
norma- a quien ejerce, por sí o por terceros,
el uso, la dirección y el control de la cosa, o
a quien obtiene un provecho de ella
(artículos de La Responsabilidad Civil en el
Código Civil y Comercial 1757 y 1758, 1er.
párr.).
• Protección de la vida privada. El que
arbitrariamente se entromete en la vida
ajena y pública retratos, difunde
correspondencia, mortifica a otros en sus
costumbres o sentimientos, o perturba de
cualquier modo su intimidad, debe ser
obligado a cesar en tales actividades, si
antes no cesaron, y a pagar una
indemnización que debe fijar el juez, de
acuerdo con las circunstancias. Adémás, a
pedido del agraviado, puede ordenarse la
publicación de la sentencia en un diario o
periódico del lugar, si esta medida es
procedente para una adecuada reparación.
(Art. 1770).
• Acusación calumniosa. En los daños
causados por una acusación calumniosa sólo
se responde por dolo o culpa grave.
El denunciante o querellante responde por
los daños derivados de la falsedad de la
denuncia o de la querella si se prueba que no
tenía razones justificables para creer que el
damnificado estaba implicado. (Art. 1771)
• Jurisprudencia relacionada
CASOS JURISPRUDENCIALES
APLICANDO EL CÓDIGO CIVIL Y
COMERCIAL