Está en la página 1de 13

DESARROLLO DE LA FILOSOFÍA ANTIGUA.

1.- Filosofía presocrática. (Inicios del s. VI a.C. hasta mediados del s. V a.C).
El tema fundamental de los filósofos presocráticos (anteriores a Sócrates), es el origen del
cosmos. Utilizaron esta palabra para referirse al universo como un todo ordenado. Se preguntan
cómo surgió y a través de qué etapas llegó a su estado actual.
Intentan determinar el principio o arjé, sustancia/as originales de las que proceden y están
constituidas todas las cosas.

1.1. Autores y escuelas presocráticos anteriores a Parménides.


Escuela de Mileto: (Tales, Anaximandro y Anaxímenes) Siglo V a.C. establecen que el arjé es una
sustancia primordial de la que proceden y están constituidas todas las realidades existentes.
Tales propuso el agua, Anaxímenes el aire y Anaximandro el ápeiron (sustancia indeterminada e
infinita).

Heráclito propone el fuego, ya que la realidad se halla en constante devenir. Pero éste no es
caótico, obedece a una ley o medida denominada logos. Esta ley se basa en la lucha de
contrarios.

Escuela pitagórica, fundada por Pitágoras en el 530 a.C., desde un punto de vista antropológico
defienden la inmortalidad y la transmigración de las almas. Y desde un punto de vista
cosmológico se establece la estructura matemática del cosmos.

1.2. La filosofía de Parménides.


Plantea que de una única realidad es imposible que surja la pluralidad.
Lo que no había originalmente, no puede originarse. Por tanto, lo que hay es inengendrado,
indestructible, inmutable, finito, compacto, homogéneo, indivisible y esférico. Lo que hay o
existe es necesariamente único, una única realidad.
Si de una única realidad no puede surgir la pluralidad, y si la razón nos obliga a aceptar la
existencia de una única realidad, el movimiento y la pluralidad son irracionales e ininteligibles;
pero los sentidos nos muestran pluralidad y movimiento.
De este modo, la razón y los sentidos son contrarios.
1.3. Presocráticos posteriores a Parménides.
Como consecuencia de la filosofía de Parménides se sitúa como origen del universo una
pluralidad de principios (pluralismo).

Empédocles pensaba que el universo procede de la combinación de cuatro elementos (fuego,


aire, agua y tierra), por medio de dos fuerzas, de atracción (amor) y de repulsión (odio).

Anaxágoras sostiene que en los seres hay partículas (homeomerías) de todas las sustancias del
universo.
Esta inteligencia actúa conforme a fines, para que el resultado sea la máxima perfección y
belleza.

Demócrito propuso el atomismo, afirmando que los átomos y el vacío forman parte de la
naturaleza.
El vacío hace posible la pluralidad y el movimiento, que no se inició en ningún momento, ya que
los átomos se mueven eternamente en el vacío. Por lo que propone un modelo mecanicista,
siendo el resultado de una necesidad ciega y opaca.

2.- La filosofía en el período de la ilustración griega. (Segunda mitad del siglo V


a.C.).
Se produce un giro antropológico en la temática, ya que los pensadores se inclinan por el
estudio del ser humano, la educación, la moral y la política, frente al estudio de la naturaleza de
los presocráticos.

2.1. Los Sofistas.


Son un conjunto de pensadores griegos que entre sus enseñanzas incluyeron disciplinas
humanísticas y son los primeros profesionales de la enseñanza.
Defienden el relativismo cultural, contraponiendo nomos (ley o costumbre establecidas) a
physis (naturaleza).
Afirman que las normas no proceden de la naturaleza, sino de una convención.
Moral, derecho y costumbres son convencionales.

2.2. Sócrates.
De acuerdo con la descripción que Platón nos ofrece de él, defendía que la felicidad depende de
la virtud, y ésta depende del conocimiento.
Mantenía que existen normas y valores morales absolutos, por lo que la tarea del hombre
reflexivo será llegar al conocimiento de éstas con el fin de ordenar adecuadamente su vida y
conducta y, con ello alcanzar una vida plena y satisfactoria, una vida feliz.

3.- Platón y Aristóteles (siglo IV a.C.).


Las diferencias de ambos son doctrinales, de talante y estilo.

3.1. Platón.
Fue el fundador de la Academia. Se ocupó de todos los temas fundamentales de la filosofía
griega. Heredó de Sócrates una preocupación prioritaria por las cuestiones relacionadas con el
ser humano, la ética y la política. Se interesó por la naturaleza, al igual que los presocráticos.
Escribió diálogos que abordaban múltiples cuestiones.

3.2 Aristóteles.
Fue discípulo de Platón, y fundador del Liceo. Escribió tratados en los que expone cada una de
las ramas del saber, y presenta un aspecto más riguroso y escolar que Platón. Sus tratados
carecen de la pasión y belleza literaria característica de su maestro. Aristóteles tenía mirada y
mentalidad de biólogo.

4.- Sócrates

4.1 Ironía y mayéutica


El método filosófico socrático: ironía y mayéutica.

El método de Sócrates, según se pone de manifiesto en los primeros diálogos platónicos, se


basaba en el diálogo. El diálogo se opone a la elocuencia y a la retórica de los sofistas, que se
encerraban en sus discursos, y sitúa a los interlocutores en un mismo plano, lo cual puede
interpretarse en el sentido de que la filosofía (la búsqueda de la verdad) no es un producto del
pensador solitario, sino el resultado de una tarea colectiva.

El método de la conversación de Sócrates tenía dos momentos: la ironía y la mayéutica


(mayéutica significa el arte de la comadrona, de ayudar a dar a luz). Con la ironía se opone a la
opinión infundada y a la arrogancia de la conciencia dogmática que cree poseer la verdad.
Consistía en hacer preguntas que, bajo la apariencia de tener en alta estima el saber exhibido
por el interlocutor, mostraban, en realidad, la inconsistencia del mismo y ponían al interlocutor
en la tesitura de tener que reconocer su ignorancia.

La ironía es lo contrario de lo que hacían los sofistas: éstos cobraban un dinero a cambio del
saber que ofrecían; Sócrates no cobraba nada y empezaba por quitarte el saber que creías
tener. Sócrates comparaba la sofística con el arte culinario, que busca satisfacer el paladar, pero
no se preocupa de las digestiones; mientras que su propio método, en cambio, es como la
medicina, que no se cuida de si causa dolores al paciente, con tal de restablecer su salud.

El segundo momento del método es la mayéutica, es decir, el arte de ayudar a dar a luz la
verdad. Consiste en conducir la conversación de modo que pueda aflorar la verdad del interior
de cada uno, donde estaba latente.
En la mayéutica se trata precisamente de pasar del para mí inicial al en sí. Se trata de buscar la
definición (la esencia) de lo que se está considerando.
La filosofía de Platón.

- Dos tipos de conocimiento y dos tipos de realidad.


- Ética y política.

1.- Dos tipos de conocimiento y dos tipos de realidad.

Teoría de las ideas. Los dos mundos.


Existen, pues, dos mundos: el mundo de las ideas (inteligible y inmutable y eterno) y el mundo
de las cosas (sensible, cambiante y finito). En el mundo de las ideas se fundamenta la ciencia,
mientras que en el mundo de las cosas, la opinión. Las cosas son copias de las ideas; cuanto más
se aproxime una cosa a una idea, mejor será. También las ideas están jerarquizadas: existen
ideas de cosas materiales, ideas matemáticas, ideas morales y finalmente la idea del Bien. El
objetivo del ser humano es alcanzar el conocimiento de las ideas, la sabiduría.
El ser humano está formado por cuerpo y alma; puesto que a través de él sólo recibimos cosas,
el cuerpo oscurece el conocimiento innato que el alma posee de las ideas. Por lo tanto, se hace
necesario remontarse de nuevo hasta el mundo de las ideas (para Platón conocer es recordar).
A este ascenso se lo denomina dialéctica. Es un ascenso que parte de lo sensible para llegar a lo
inteligible (idea del Bien), como explica Platón en el Mito de la caverna de La República. En él se
ve cómo la mayoría de la gente cree que lo único que existe es el mundo material y dedica toda
su vida a acumular riqueza y placeres, que no son más que meras sombras, copias de la
auténtica realidad, las ideas. Por lo tanto, el conocimiento de las ideas tiene consecuencias
ético-políticas.

EL MITO DE LA CAVERNA
El mito de la caverna es una alegoría filosófica presentada por el filósofo griego Platón en su
obra "La República". Busca explicar la diferencia entre el mundo de las apariencias y el mundo
de la realidad. En el mito, se describe a personas encadenadas en una cueva viendo solo
sombras proyectadas en la pared, sin poder ver el mundo exterior. Estas sombras representan
las ilusiones y percepciones engañosas del mundo sensible. Cuando uno de los prisioneros es
liberado y ve el mundo exterior, representa el proceso de la filosofía y el conocimiento, al
descubrir la verdad y la realidad detrás de las apariencias. El mito de la caverna destaca la
importancia de la educación y la búsqueda de la verdad en la filosofía de Platón.
Los dos tipos de conocimiento
De la misma forma que la concepción platónica de la realidad es dualista (ideas frente a seres
materiales), también distingue dos niveles de conocimiento:
1. La opinión (doxa): tiene como objeto el mundo sensible, por lo que puede ser
errónea.
2. El saber o ciencia (episteme): tiene como objeto las ideas, por lo que es imposible el
error.

2.- Ética y política.


El alma y el cuerpo.
También la concepción platónica del hombre es dualista, ya que lo interpreta como un
compuesto de alma y cuerpo. Igual que el mundo de las ideas tiene prioridad sobre el mundo
sensible, el alma la tiene sobre el cuerpo.
Platón tiene una visión negativa del cuerpo, al que considera un estorbo para el alma, ya que la
arrastra con sus pasiones y le impide la contemplación de las ideas. El alma, en cambio, es afín
al mundo de las ideas, al que se siente impulsada por naturaleza.
Platón establece una división tripartita del alma (a veces habla de tres partes del alma; otras, de
tres almas distintas):

1.- Alma apetitiva: mortal, fuente de pasiones innobles (de los deseos irracionales). Situada en
el abdomen.
2.- Alma irascible o ánimo: mortal, fuente de pasiones nobles (coraje o fuerza). Situada en el
torax.

3.- Alma racional: inmortal, inteligente. Situada en el cerebro.

Las virtudes y la felicidad.


Como Sócrates, Platón se planteó cómo tener una vida buena y feliz, y consideraba que la virtud
es el camino que nos lleva a la felicidad. Podemos destacar tres rasgos en el concepto de virtud
platónico:
1.- La virtud es, ante todo, sabiduría, el conocimiento de las ideas, y su cúspide, la idea de bien,
nos lleva a ser virtuosos. En este sentido, Platón se mantuvo fiel al intelectualismo moral de su
maestro, Sócrates.

2.- Es virtuoso el que purifica su alma de las pasiones y la desprende del cuerpo para poder
acceder a las ideas.

3.- La virtud es armonía, de ahí que la justicia sea la virtud fundamental, pues consiste en el
perfecto equilibrio entre las tres partes del alma. Para alcanzar esta armonía, cada parte del
alma debe estar guiada por una virtud: la parte racional, por la prudencia; la irascible, por la
fortaleza (el valor), y la apetitiva por la templanza.

La ciudad justa.
En la República, Platón expone cómo debe ser el Estado ideal, perfecto. Como Sócrates, Platón
creía que solo en la ciudad justa puede el hombre tener una buena vida, y una ciudad es justa si
son justos los individuos que la componen.
Platón establece una clara correlación entre el alma y el Estado. La ciudad ideal tiene tres
grupos sociales:
1.- Los productores (artesanos, labradores, comerciantes), que se corresponden con el alma
apetitiva.
2.- Los guardianes-guerreros, que se corresponden con el alma irascible.
3.- Los gobernantes-filósofos, que se corresponden con el alma racional.

Cada clase social debe cumplir la función que le es propia, pues no todos los seres humanos
están igualmente dotados ni son aptos para realizar las mismas funciones. En cada uno
predomina un alma y ha de ser educado de acuerdo con las funciones que deba realizar.

La educación, una de las principales tareas del Estado, habrá de ser igual para hombres y
mujeres, y en el proceso educativo se verá el alma que predomina en cada individuo.
Así pues, la justicia en el Estado se logra cuando cada uno de los grupos sociales desempeña la
función que le corresponde y la lleva a cabo de modo adecuado por poseer la virtud que le es
propia.
Los sabios han de gobernar, pues el conocimiento de la idea de bien supone haber alcanzado
tanto la cúspide del conocimiento teórico (la dialéctica), como la cima del saber práctico (el
conocimiento del bien proporciona las normas de toda ordenación moral y política). De esta
manera, el filósofo, que conoce el bien, sabrá optar en cada caso por lo más adecuado.

Para evitar que se busque el bien privado y para que sea el bien de la colectividad y no del
egoísmo lo que guíe las acciones, se debe suprimir la familia y la propiedad privada en las clases
superiores (guardianes y gobernantes).

Platón mantuvo los principios básicos de su filosofía política hasta el final de su vida. Siempre
creyó que a la razón le corresponde gobernar, que el fin propio del Estado y del gobierno es
hacer mejores a los ciudadanos y que la justicia es condición indispensable para la felicidad.

TEXTOS PARA ANALIZAR


1. Pues bien, querido Glaucón, debemos aplicar íntegra esta alegoría a lo que anteriormente ha
sido dicho, comparando la región que se manifiesta por medio de la vista con la morada-prisión,
y la luz del fuego que hay en ella con el poder del sol; compara, por otro lado, el ascenso y
contemplación de las cosas de arriba con el camino del alma hacia el ámbito inteligible, y no te
equivocarás en cuanto a lo que estoy esperando, y que es lo que deseas oír. Dios sabe si esto es
realmente cierto; en todo caso, lo que a mí me parece es que lo que dentro de lo cognoscible se
ve al final, y con dificultad, es la idea del Bien. Una vez percibida, ha de concluirse que es la
causa de todas las cosas rectas y bellas, que en el ámbito visible ha engendrado la luz y al señor
de ésta, y que en el ámbito inteligible es señora y productora de la verdad y de la inteligencia, y
que es necesario tenerla en vista para poder obrar con sabiduría tanto en lo privado como en lo
público (Platón, La República, Libro VII, 517a-d, en PLATÓN, Diálogos IV. La República, trad. De
Conrado Eggers, Madrid, Gredos, 1986, p. 342).

DEF:
• Idea del bien
• Dos mundos (inteligible e inmutable y eterno) ideas y el mundo de las cosas (sensible,
cambiante y finito)

La idea de los dos mundos se basa en la teoría platónica de la existencia de varios mundos, el
mundo de las ideas, cuyas características son el ser inteligible, eterno e inmutable y el mundo
de las cosas, el cuál es sensible, cambiante e infinito.
El mundo de las ideas fundamenta la ciencia, mientras que el mundo de las cosas se
fundamenta la opinión.

La idea del bien de Platón se fundamenta en su modelo de Estado ideal.


Platón creía que solo en la ciudad justa puede el hombre tener una buena vida y justa. Platón
trata la educación como una de las principales tareas del Estado ya que en su visión del bien y la
justicia todos han de recibir las mismas oportunidades, Platón defendía la igualdad

2. El hombre, es por naturaleza, un animal cívico [...] La razón de que el hombre sea un ser
social, más que cualquier abeja y que cualquier otro animal gregario, es clara. La naturaleza,
pues, como decimos, no hace nada en vano. Sólo el hombre, entre los animales, posee la
palabra. La voz es una indicación del dolor y del placer; por eso la tienen también los otros
animales. (Ya que su naturaleza ha alcanzado hasta tener sensación del dolor y del placer e
indicarse estas sensaciones unos a otros.) En cambio, la palabra existe para manifestar lo
conveniente y lo dañino, así como lo justo y lo injusto. Y esto es lo propio de los humanos frente
a los demás animales: poseer, de modo exclusivo, el sentido de lo bueno y lo malo, lo justo y lo
injusto, y las demás apreciaciones. La participación comunitaria en éstas funda la casa familiar y
la ciudad (ARISTÓTELES, Política, trad. de Carlos García Gual, Madrid, Alianza, 1986, libro I, cap.
2, pp. 43-44).

DEF:
Nos encontramos ante un texto de Aristóteles, filósofo y científico griego que predomina en el
siglo IV. a.c. y que es considerado el padre de la filosofía por su discípulo de Platón aunque la
propia teoría Aristotélica basada en la sustancia es totalmente contraria al platonismo.

Las ideas que más destacan en este texto son:


• El hombre es una especie, un animal político.
• La capacidad del hombre, entren toda la especie animal, de poseer la palabra
• La capacidad de la palabra de transmitir dolor o placer
• Los humanos son únicos animales que poseen el sentido. El saber lo bueno y lo malo
• La participación comunitaria para la comprensión de la palabra en el sentido justo e
injusto, bueno y malo.

Explicación de las ideas:


• La naturaleza, “Phisis” Para Aristóteles es un “gran organismo vivo”, es decir, todos los
seres humanos tienen un principio interno de movimiento, la naturaleza no obra en
vano, todo tiene su porqué.
Los seres humanos estamos destinados a vivir en comunidad ya que somos criaturas
capaces de comunicarnos, desarrollar habilidades y buscar el bien común.
Estamos destinados a vivir en esa sociedad

• y III). En esa sociedad, el hombre es el único animal capaz de comunicarse con la


palabra, voz tienen todas las especies, con ella podemos expresar el dolor o el placer, es
decir, una expresión basada en sonidos frente a la palabra que nos aporta mayor
complejidad, nos aporta conceptos como lo justo y lo injusto.
• D
• y V). El ser humano tiene la capacidad de diferenciar lo justo de lo injusto, es decir, lo
bueno de lo malo. Como somos una especie capacitada en vivir en sociedad, tenemos
que diferenciar de manera correcta entre lo justo y lo injusto.
Aristóteles busca principalmente una organización política, la cual ve como medio para
establecer las normas que rigen la convivencia en esa sociedad.
Vivir en sociedad origina oportunidades de desarrollar las virtudes morales propias de
cada persona.

Vigencia 1.- ¿Crees que la educación en el uso de la palabra para el debate de ideas ayuda a
que la gente en nuestra sociedad tenga sentido de lo bueno y lo malo, lo justo y lo injusto?
Sí, porque según Aristóteles la palabra nos hace únicos como humanos y nos permite identificar
lo justo e injusto, lo que nos lleva a organizarnos en ciudades, donde se debate lo justo e
injusto, según Aristóteles, el método más perfecto de organización.

Desde la perspectiva de Aristóteles, la educación en el uso de las palabras se debate de ideas


hacia la metáfora en desarrollo de la ética y la moral en la sociedad.
La palabra cuando se utiliza para poder ayudar a los ciudadanos o personas a discernir entre lo
bueno y lo malo, lo justo y lo injusto, a promover el diálogo de la reflexión bíblica, sin embargo,
es importante que esta educación se enfoque en fomentar la virtud y la honestidad

Vigencia 2.- ¿El hecho de que en las ciudades occidentales convivan distintos códigos morales
imposibilita que tengan una comunidad de valores, principios y normas morales?
No creo que esto sea cierto, el contacto con otras culturas nos permite como sociedad y nos da
puntos de vistas diferentes, los cuales debemos debatir por medio de la palabra y valorar la
opción de cambiar nuestra mentalidad sobre diferentes cuestiones, así es como una sociedad
avanza y la forma de gobernar va evolucionando.
En caso de no valorar los códigos de otras personas, según Aristóteles, dejaríamos de ser un
verdadero hombre, ya que dejaríamos de vivir en sociedad para vivir individualmente, solo con
nuestros propios valores.
Desarollo de la Filosofía Medieval
Entendemos por filosofía medieval el pensamiento filosófico desde el fin del
Imperio Romano (476) a la caída de Constantinopla en manos de los turcos (1453). Las
relaciones entre Fe y Razón hace difícil la tarea del pensar filosófico. La Filosofía
medieval pertenece a una época en la que no estaban definidos los límites entre Religión y
Política; no se sabe dónde termina lo político, y donde empieza lo religioso. Prevalece un
platonismo cristiano. Destacan grandes filósofos, casi todos ellos clérigos, que pretenden
entender y justificar racionalmente las creencias de su Fe; la Filosofía es esclava de la Teología.

La Filosofía medieval suele dividirse en dos grandes etapas: la filosofía


patrística, el pensamiento de los filósofos cristianos desde el s I al V, se trata del
pensamiento propio de los Padres de la Iglesia Cristiana que necesitan compaginar sus
enseñanzas con la filosofía griega, la figura cumbre de este periodo es San Agustín. A
continuación la segunda etapa, la Escolástica, (hace referencia a la filosofía que se ensañaba en
las escuelas) cuya figura cumbre es Santo Tomás de Aquino en el s. XIII.

Arruinado el Imperio romano y finalizada la Edad antigua, occidente perdió todo


contacto con la mayoría de las obras filosóficas griegas. Esta perdida de contacto y la
consolidación del platonismo cristianismo, gracias a San Agustín, marcan el desarrollo de la
filosofía en Europa. Entre tanto, había tenido lugar un acontecimiento histórico de primera
magnitud: la predicación de Mahoma y la consiguiente expansión de la conquista árabe. Se
traducen al árabe las obras de Aristóteles. Se crea así una corriente árabe aristotélica, el
máximo representante es Avicena (s. X) y posteriormente Averroes (s.XII) que elimina las
adherencias platónicas y abre un aristotelismo más puro. La penetración de la filosofía griega a
través de los árabes constituyo un estímulo para Occidente.

En el siglo XII comienza una intensa actividad de traducción y el en s. XIII la


Universidad de París, capital intelectual de Europa, se conmocionó con la llega de la
obra aristotélica en versión integra, en este momento toda la problemática filosófica se centra
en torno a al asimilación del aristotelismo.
La primera adaptación del aristotelismo la realizó Alberto Magno, pero fue Tomás de Aquino
que llevó a cabo está enorme labor, pero no sin sufrir notables dificultades. Se separó
claramente de las tesis averroístas que resultaban contrarias a la fe cristiana, sin embargo,
estaba convencido de que el sistema de Aristóteles, era compatible con la fe cristiana y que
además, ofrecía una interpretación de la realidad en sí misma valiosa y aceptable, aunque su
interpretación de la estructura última de la realidad sea de inspiración platónica, lo que no es
un obstáculo para que su sistema se articule a través de conceptos y esquemas aristotélicos. El
s. XIII concluyó con dos grandes síntesis filosófico –teológicas: la agustiniana de Buenaventura y
la aristotélica cristiana de Tomás de Aquino.

LA FILOSOFÍA DE ARISTÓTELES

También podría gustarte