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PLATÓN

VIDA

Su verdadero nombre era Aristocles, pero sus anchas espaldas le darían el apodo con el que pasará a la
historia, Platón. De familia aristocrática, nació en Atenas en torno al año 427 a. C.; se educó con algunos
de los grandes pensadores de su época, como Crátilo y Sócrates, y este último será su gran maestro. Los
acontecimientos históricos de su época influyeron de forma decisiva en su vida y su pensamiento, en
especial la condición aristocrática de su familia, la corrupción de la democracia ateniense, la guerra del
Peloponeso, el cruel gobierno de los Treinta Tiranos, la sofística y, sobre todo, la condena y muerte de
Sócrates.
Sus vivencias y el desencanto político con la democracia harán de la justicia la preocupación central de su
filosofía, siendo esta el horizonte que articula todo su sistema filosófico (onto-logía, epistemología,
antropología, ética y su teoría política).

Un sistema filosófico es un cuerpo teórico en el que todas las teorías y conceptos están
interrelacionados, conectados.

Tras la muerte de Sócrates, Platón viajó a Megara, Egipto, Cirene, el sur de Italia y Siracu-sa. En esta última
ciudad intentó poner en práctica sus ideas político-sociales. De regreso a Atenas fundó la Academia como
rechazo a la enseñanza del sofista. Su objetivo no era la retórica, sino la búsqueda del conocimiento
verdadero y la formación de una ciudadanía justa. Allí pasó el resto de sus días dedicado exclusivamente a
la enseñanza. Murió en Atenas en el 347 a. C.

Su obra es un tanto paradójica, pues, aunque nos habla de la episteme (ciencia) como forma de acceder a
las Ideas, en los momentos cruciales de su demostración recurre al mito. De sus obras se han conservado
aquellas que escribió para ser divulgadas, mientras que todas las lecciones dictadas en la Academia se han
perdido. Su obra se divide en cuatro periodos:
- Juventud: muy influenciada por la filosofía de Sócrates. Tema principal es la virtud.
- Transición: comienza a crear su propia teoría siendo interlocutor de los diálogos.
- Madurez: diálogos mas fundamentales. Se desarrollan las principales teorías y mitos platónicos.
- Vejez: critico on su pensamiento anterior. Socrates ya no es interlocutor principal. No hay mitos.

Hubo varios pensadores y escuelas que influyeron en Platón. Los más relevantes son:
• Heráclito y Parménides: Desde ellos fundamentará sus dos mundos, el mundo sensible, que será
el mundo del devenir de Heráclito, y el mundo inteligible en el que habitan las Ideas, que toma como
modelo la caracterización del Ser de Parménides.
• Los pitagóricos y el orfismo: La religión órfica que practicaban los pitagóricos influirá en la
afirmación de la existencia de los dos mundos, el físico y el inmaterial. Son importantes también sus
creencias sobre la inmortalidad y la transmigración de las almas. Platón vinculará el alma con el mundo
intangible de las ideas. Otro punto que toma del pitagorismo es el papel que les da a las matemáticas en
su epistemología. Por último, permitir que las mujeres formasen parte de la Academia y pudiesen intervenir
en la vida pública.
• Sócrates: De él adoptará el diálogo (con el que escribe sus obras), el universalismo
epistemológico y moral, y la doctrina del intelectualismo moral. La búsqueda de la verdad objetiva y
universal o la apuesta por el pensamiento crítico son también influencia de Sócrates.
• Los sofistas: El rechazo al relativismo, a la retórica y el deseo de buscar una verdad desinte
resada, objetiva y universal es el rechazo al triunfo del sofista.
1.DUALISMO METAFÍSICO: LA TEORÍA DE LAS IDEAS

A. LA JUSTICIA COMO FUNDAMENTO DE LA TEORÍA DE LAS IDEAS

Platón formula la teoría de las Ideas para justificar, frente al relativismo del sofista y la democracia
corrompida, que existe una idea de justicia universal que es invariable, eterna y que todo ser humano
puede contemplar desde el pensamiento. Idea eterna e inmutable

Las Ideas no son meros conceptos o representaciones mentales, sino que existen realmente de forma
independiente en un mundo que no es el mundo físico y «hacen que las cosas sean lo que son. Las
Ideas serán también llamadas Eidos, Formas o Esencias.

Las Ideas habitan en un mundo inmaterial. Son entidades que subsisten por sí mismas, son únicas, eternas,
invariables, necesarias y universales. El mundo propio de las Ideas es el mundo inteligible y, frente a la
multiplicidad del mundo físico, las Ideas se presentan como algo único capaz de unificar la multiplicidad. La
consecuencia de la teoría de las Ideas es que el mundo queda duplicado, sosteniéndose con ello el dualismo
ontológico.

B. LOS DOS MUNDOS: SENSIBLE E INTELIGIBLE

Platón divide la realidad en dos mundos completamente diferentes, entre los cuales no hay contacto
porque los separa un abismo insalvable (chorismós):
• Mundo sensible:
Es el mundo físico, el mundo de objetos sensibles que percibimos con los sentidos. Se caracteriza por el
devenir, la multiplicidad, el cambio y la temporalidad. Es un mundo que toma como modelo la propuesta
ontológica de Heráclito, pero Platón lo considera un mundo aparente, engañoso.

• Mundo inteligible:
Es el mundo verdadero, al que accedemos por medio de la razón y en el que habitan las ideas. Es inmaterial,
eterno e inmutable, y en él reina la unicidad de cada Idea. La caracterización de este mundo y de las Ideas
tiene como modelo la ontología y la epistemología de Parménides.

Las Ideas, en su valor de realidades existentes en sí mismas, son los argai (los arquetipos originales), los
modelos o prototipos de los que las cosas participan (méthesis) haciéndoles ser lo que son. Por ejemplo,
un triángulo dibujado sobre la arena de la playa será un triángulo concreto que el agua del mar puede
borrar, pero en algún lugar, ajeno al mundo sensible, debe existir la Idea de triángulo, que no está sometida
al cambio y gracias a la cual reconocemos los triángulos del mundo sensible.

Los objetos del mundo físico no serían más que una mera imitación (mimesis), una copia imperfecta de las
Ideas. Siguiendo este argumento, toda cosa del mundo sensible tendrá un modelo al que parecerse. Por
ello, solo si conocemos las Ideas podremos conocer la realidad.
C. EL MITO DE LA CAVERNA

El dualismo ontológico de Platón queda ilustrado en el famoso mito de la caverna (La Repú-blica, Libro VII,
514a-515c). Platón narra la situación de unos prisioneros que viven en una caverna subterránea en total
oscuridad. Están encadenados desde que nacieron y solo pueden ver las sombras de los objetos que unas
personas portan detrás de un muro al iluminarlos un fuego. Un día, uno de los prisioneros consigue
liberarse e intenta salir hacia la luz. Como desde que nació solo ha visto sombras, la luz le ciega, pero cuando
se acostumbra a ella distingue los objetos iluminados. Finalmente, saldrá de la caverna y logrará ver el sol.
En ese momento se dará cuenta del engaño en el que ha vivido: durante toda su vida ha contemplado
sombras y no la realidad verdadera. Querrá volver a contarles todo a los demás prisioneros, querrá
liberarles, pero, cuando lo intente, los demás le matarán.

En este mito, la persona que se libera representa al filósofo; la caverna, al mundo sensible; los objetos
iluminados, al mundo de las Ideas, y el sol, a la Idea de Bien. Al final, cuando el filósofo cuente lo que ha
visto, los demás querrán matarle. Esto es lo que le ocurrió a Sócrates.

D. LA IDEA DE BIEN

Para Platón, las Ideas tienen, por un lado, un significado independiente, pero por otro están entre-azadas
(Symploké: red que une las ideas). Esta relación hará del mundo de las Ideas un todo organizado y
armonioso. Pero no todas se relacionan con todas, existe un orden dentro del mundo de las Ideas, acorde
al cual unas serán más importantes que otras; se establece así una jerarquía.

En la jerarquía encontraríamos las Ideas de los objetos físicos, después accederíamos a las Ideas de los
entes matemáticos y posteriormente a las Ideas relativas a los conceptos mora-les. Por último,
encontraríamos la Idea de Bien, que en el mito de la caverna se representa con el sol, pues gracias a su luz
percibimos las cosas. El Bien «ilumina» al resto de Ideas y nos permite conocerlas. La idea de Bien no puede
ser entendida como lo que está bien o lo que está mal, sino como la forma en sí misma y a partir de ella
surgen todas las demás.

E COSMOLOGÍA

En la vejez, su época más crítica, Platón revisará su teoría y planteará ciertas objeciones:

Para dar respuesta hay que recurrir al planteamiento cosmológico de Platón, expuesto en el Timeo.
Siguiendo a los «filósofos de la naturaleza», explica el origen y la estructura del universo acorde a su teoría
de las Ideas. Afirma que el universo ha sido ordenado por una inteligencia, el Demiurgo, que conoce las
Ideas del mundo inteligible y, según estas, ordena la materia física de la forma más parecida posible. La
creación del mundo responde a las Ideas de Bien, Belleza y Armonía. Platón tiende, así, un puente entre el
mundo sensible y el inteligible.
Por tanto, para conformar del mundo se precisan cuatro elementos independientes entre sí:
• Las Ideas como modelo de las cosas sensibles.
• La materia preexistente.
• El Demiurgo, que a la vista de las Ideas modela las cosas sensibles.
• El espacio vacío, donde se aloja el cosmos.
2. EPISTEMOLOGÍA

A. LA DIALECTA
El proceso que logra el acceso al mundo inteligible de las Ideas, la dialéctica, consiste en un proceso
intelectual ascendente que culmina con la Idea suprema de Bien y la visión de la realidad. Tiene un posterior
momento de descenso, en el que quien ha logrado ascender hasta el mundo de las Ideas tiene el deber de
hacer partícipes al resto de individuos de lo que allí ha contemplado, instruyéndolos en el conocimiento y
la verdad.
La dialéctica tiene en Platón dos sentidos:
• Es un método que consiste en hacerse una serie de preguntas y respuestas. Tiene como modelo
el método basado en el diálogo ideado por Sócrates. Su fin es alcanzar la verdad.
• Es una ciencia, un saber. Es el grado más alto de conocimiento. Se corresponde con la
contemplación y comprensión de los Eidos (dos), de las Ideas. Llegar a este grado implica haber alcanzado
la sabiduría. Para explicar el camino dialéctico hacia las Ideas, Platón inventa el símil de la línea.

B. EL SÍMIL DE LA LÍNEA
En su obra La República (Libro VI, 510a-511e), Platón expone el símil de la línea con el que explica las
diferentes formas de conocimiento, desde la más apegada al mundo engañoso de los objetos físicos, a la
más elevada, la que comprende el mundo de las Ideas. En el símil de la línea, el filósofo relaciona ontología
y epistemología.

Platón presenta una línea dividida en varios segmentos que corresponden a los niveles de rea-lidad: el
mundo sensible y el mundo inteligible. La ascensión por las formas de conocimiento de la línea corresponde
a la ascensión del prisionero (el filósofo) en el mito de la caverna, desde el conocimiento sensible al
conocimiento de los Eidos.

Doxa/opinión: basada en lo que perciben los sentidos, conocimiento limitado y parcial.

1. Eikasa: nivel más bajo del conocimiento. Tiene como objeto las copias de los originales, sombras,
sus reflejos…
2. Pistis/creencia: la engañosa info de los sentidos acerca de los objetos que nos hacen creer que
son reales y externos a nosotros

Episteme/ciencia: basada en la razón pretende llegar a los fundamentos últimos de las


cosas.

1. Dianoia: utiliza la razón para extraer deducciones matemáticas.


2. Noesis: grado más alto del conocimiento que es la que alcanza la visión directa con las
ideas.
C. TEORÍA DE LA REMINISCENCIA

¿Cómo podemos conocer las ideas si estas pertenecen al mundo inteligible y nosotros formamos parte
del mundo sensible? Para resolver este problema, Platón recurre a la teoría del innatismo y de la
reminiscencia (anamnesis). El alma conoce las cosas recordándolas y trayendo a la memoria el recuerdo
de aquello que ya ha visto en el mundo ultraterreno antes de reencarnarse. Por ello es intermediaria
entre el mundo sensible y el inteligible.

Esta teoría reforzó la idea de que los sentidos no ofrecen conocimiento, sino que la ciencia es el esfuerzo
de la memoria por acceder a un saber innato que poseemos antes de nacer.
Eliminando el componente místico-religioso y órfico-pitagrico de la reminiscencia, para platón, al nacer ya
traemos ciertas ideas aprendidas (ideas innatas) porque el alma las conoce desde antes de encarnarse en
un cuerpo.
En su obra Fedro, afirma que el alma conoce las Ideas, pero al bajar al mundo sensible y quedar atrapada
en un cuerpo, las olvida. Su tarea será entonces recordar todas las Ideas que ha olvidado.
La consecuencia de afirmar que «no aprendemos, sino que solo recordamos» implica que el conocimiento
no se derive de la experiencia sensible, sino de un saber preexistente en el intelecto. Recordamos aquello
que nuestra alma ha olvidado, por lo que conocer es un acto de autoconocimiento, de reflexión interior.

Platón expone su teoría de la reminiscencia en el diálogo titulado Menón. En esta obra, Sócrates le pide a
Menón que traiga a un esclavo para demostrar que si le ayudamos a recordar, llegará a comprender
conocimientos matemáticos que no ha podido aprender a lo largo de su vida. A partir de ingeniosas
preguntas y usando el diálogo, Sócrates logra que el esclavo diga la respuesta correcta, con lo que Platón
habría demostrado por boca de Sócrates su teoría.

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