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Principios vs.

Normas

Otra diferencia importante de la que hablaremos muchísimo durante


las lecciones, ya centrados en la parte más práctica de todo este
asunto, es comprender que lo que voy a compartir contigo desde un
punto de vista más “técnico”, por así decirlo, son un conjunto de
principios, en absoluto de normas (con alguna excepción en favor de
tu seguridad).

En principio, si te has inscrito en este curso eres un ser humano.

Como ser humano, de base te asemejas un montón al resto de seres


humanos. Qué bien.

Al mismo tiempo, y ya centrándonos en el movimiento, como


individuo te mueves de manera única, individual, valga la redundancia.

Tus proporciones, tu morfología, tu sexo, tu edad, tus antecedentes,


tu background físico, el resto de las actividades que practicas, si lo
haces, etc. Todo lo que tenga que ver con cómo te mueves te
caracteriza individualmente, aunque te muevas igual que el resto de
los seres humanos.

De la misma forma que tu “psicología”, tus miedos, tus expectativas,


tus deseos, tus motivaciones, tu manera de gestionar la frustración y
el esfuerzo, tu compromiso con una práctica y un larguísimo etcétera.
Por lo tanto, jamás podré hablarte de normas a seguir, de “esto se
hace así porque yo digo que esto se hace sí, y punto”.

Absolutamente todo lo que compartiré contigo, insisto, sobre todo


desde un punto de vista práctico en cuanto a la técnica y otros
parámetros de ejecución, estará basado en principios, no en normas.

Luego, parte de tu trabajo será experimentar y comprobar que esos


principios se ajustan a tu práctica e, inevitablemente, matizarlos según
tu experiencia, cómo te sientas, cómo te muevas, tal vez cambiando
algún detalle o, por qué no, es una posibilidad, dándole un giro de 180
grados.

Y eso, por aquello de recalcarlo por última vez, solo se puede hacer
de una manera.

¿Adivinas cómo? ;-)

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