La postura posmoderna se caracteriza por la crítica radical a las ideas modernas de la
construcción del saber objetivo, y esto ha influido en la antropología. A partir de los años ’80, en USA, se engloba dentro del posmodernismo. Las posibilidades de construcción de conocimiento objetivo y verdadero se ven bajo la mirada crítica posmoderna, ésta queda en un cuestionamiento, en la antropología, con respecto al método etnográfico y el proceso de escritura. Clifford adopta y cuestiona la incontrastable experiencia etnográfica. Las etnografías son producto del trabajo de campo, por lo que cada experiencia es única e irrepetible, ni siquiera el mismo antropólogo podrá volver y vivenciar lo mismo. Los antropólogos posmodernos conciben a la etnografía como una práctica más cercana a una producción literaria que una producción científica. La eficacia de la redacción, la retórica argumentativa lo que da una apariencia de verdad y que enfatiza la presencia del autor de campo. La producción teórica no se constituye como un sistema, sino que provee al antropólogo de herramientas para reformular la experiencia etnográfica en términos hermenéuticos, acotada a una dialéctica entre experiencia e interpretación que se plasma en el texto final. Por lo tanto, la escritura etnográfica debe constituirse como un proceso que refleje el diálogo e interpretación del antropólogo y los sujetos que interactúan con él. Antropología en el s. XX Durante el s. XIX, el pensamiento antropológico se fundaba en que las sociedades estaban por estadios de avance, donde se buscaba explicar la historia cultural de la humanidad, al convertir al progreso en una ley de la naturaleza inducían una visión naturalizada de la historia. La antropología estudiaba sociedades, en la que la mirada etnocentrista, eran inferiores y el discurso eurocéntrico se centraba en la superioridad global de la sociedad civilizada. Ya en el s. XX, se integró al estudio antropológico los pueblos que se iban incorporando al mundo capitalista como un efecto del proceso de expansión colonial, donde la idea de otredad se relativiza, es decir, se deja la mirada etnocentrista y toma equivalencia cultural de las diferencias a partir de la experiencia etnográfica. La antropología deja de ser un observador de “costumbres exóticas” para ser el mirador de la vida cotidiana. Por otro lado, en la segunda mitad del s. XX, Milnowly sienta las bases del método etnográfico, planteando que el antropólogo construya una imagen científica de la sociedad ajena se debe combatir el etnocentrismo, llevando a la persona o grupo social a interpretar el mundo de acuerdo a sus principios culturales, y el propio antropólogo quien obtiene datos y quien los analiza e interpreta. Es en el s. XX, donde la antropología sufrió un proceso de desestructuración, y se modifica el objeto de estudio, al otro cultural , se cambian los parámetros del vínculo entre investigador y el objeto es alguien cercano, es decir, el objeto de estudio deja de ser un algo y pasa a ser un alguien. Otro punto importante, es el método comparativo que durante el s. XX era utilizada para buscar las diferencias culturales de las diversas sociedades. En el s. XX, el problema de la antropología era la explicación de las similitudes y diferencias, de la continuidad y del cambio cultural en el tiempo y será la única disciplina en seguir utilizando la comparación para la comprensión de la realidad social. El problema con el relativismo cultural (Antropología s. XX) Si bien, el relativismo cultural superó al etnocentrismo, el relativismo absoluto es imposible debido a que las culturas no existen de forma aislada que cada vez más están interconectadas por el mundo capitalista. Al examinar una cultura como una totalidad, se deja de lado la interacción con la sociedad global que la está condicionando, por lo que hay que dejar un poco el relativismo que imposibilitan la comparación e investigación, donde la idea se basa en analizar las culturas sin preconceptos y negar las ideas de considerar a las mismas una configuración única. Enfoque concreto (Antropología s. XX) En el s. XX, va a tener un enfoque concreto donde se distinguen el trabajo de campo como una técnica práctica de la antropología y esta se enfoca en estudios extensos y detallados en un grupo de pocas culturas, con el objetivo de solucionar problemas limitados; la escala local donde con la necesidad de ubicar los estudios locales, de sociedades más diferenciadas en cuanto al contexto social más abarcativo con el que forma parte y una visión limitada como una posición metodológica de cercanía con las sociedades del estudio. Criterio de la totalidad (Antropología s. XX) Una cultura debe ser considerada como una totalidad, donde todo es significativo y no fragmentado debido a su presentación en varios aspectos, esto nos lleva a que un cambio en alguno de los aspectos, tiene como consecuencia en los otros aspectos de la misma y está modificación iba con la necesidad de juntarla a un modelo teórico previo. Sin embargo, en los años ‘40, se fueron planteando cambios teóricos en la concepción de totalidad, donde la problemática fue como caracterizar y delimitar las unidades locales, en cuanto al conjunto social incluyente y caracterizar el vínculo de ambos. El extrañamiento (Antropología s. XX) Al tener como objeto de estudio al otro cultural, se buscaría en la tensión del antropólogo como miembro de una cultura interactuando con el sujeto miembro de otra cultura, y esta tensión genera un vínculo nosotros/ellos, donde nosotros es el antropólogo y ellos los actores sociales a estudiar, por lo que es necesaria distinguir cómo ha variado ese otros/ellos, como se fue construyendo la alteridad objeto de estudio para comprender la perspectiva de extrañamiento. Al antropólogo dirigirse a la investigación de campo, se aleja de lo cotidiano y se inserta en lo desconocido, el extrañamiento es la experiencia social donde el antropólogo para acercarse al objeto de estudio y el otro experimenta tensión cuando el antropólogo pretende conocer al otro y hacerlo familiar. El antropólogo simboliza un quiebre con lo cotidiano, por lo tanto, termina con las actividades diarias donde se desconcientiza las acciones del sujeto a tener en cuenta que ya no lo hace de forma automática. Antropología, Cs Soc. y Psicología (Antropología s. XX) Los procesos interculturales derivadas de la descolonización y las migraciones han proporcionado un campo común de investigación, en el caso de la antropología se necesita ubicar estudios locales en el contexto social abarcativo, definir nuevamente la naturaleza de su unidad de análisis y volver a pensar en su metodología, se comienza a involucrar con la sociología. En cuanto a la psicología, los procesos evolutivos mentales ligados a los avatares de la vida social, las actividades nerviosas superiores es el sustrato material que en interacción con la sociedad y la cultura hace posible el psiquismo. El medio cultural no es captado por el sujeto de forma directa, sino que por medio de la interacción humana. Algo común en la antropología y la psicología es que se debe tener conciencia de lo que el otro decía, a partir de su propio sistema de entendimiento. La Arqueología Es una ciencia dedicada al estudio de la conducta del hombre en el pasado, a través de restos materiales generados por éste. La investigación arqueológica se centra en la búsqueda, identificación y análisis de todo resto material producto de la actividad humana en el pasado o afectado por esta que persiste en el pasado. Los restos arqueológicos, incluyen tanto objetos intencionalmente creados por el hombre como elementos indirectamente generados por accionar, pero igualmente informativos, como edificios, cuadros, libros, vasijas, joyas y los muñequitos que venían de los chocolatines Jack se une a las cenizas de un asado, la huella de un pie en el barro y el hueco de un poste en el piso de una cabaña, para darle cuerpo al pasado. El análisis del registro arqueológico no solo otorga detalles sobre los materiales recuperados, sino que proporciona evidencia acerca de las acciones específicas que generan dicho registro. Cada pieza del registro arqueológico contiene información referida a su origen y a la cadena de eventos que lo afectaron desde entonces, el interés general de la arqueología como ciencia es interpretar esa información en tanto resultado de la conducta del hombre. Hay dos ciencias que se ocupan del constante y singular proceso de cambio que define al ser humano y a las sociedades que este conforma La Historia y la Arqueología se le denomina ciencias del pasado, el objeto de ambas es conocer, analizar e interpretar la conducta humana a través del tiempo. La historia y la arqueología han sido definidas como disciplinas diferentes en función al tipo de fuente que emplean para obtener información, mientras que la historia utiliza datos documentales por escritos, la Arqueología emplea varios diferentes registros, integrado por el total de objetos o restos producidos por la actividad humana.