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INEFICACIA DE LOS ACTOS ADMIISTRATIVOS

La falta de publicidad o de notificación de un acto administrativo trae como


consecuencia que el mismo sea ineficaz, es decir, que o puede producir ningún
efecto hasta tanto no se cumpla con aquella exigencia. La misma consecuencia es
producida por una notificación defectuosa, es decir, aquella que no contenga las
menciones exigidas en el artículo 73 LOPA, o que contenga información errónea
(artículo 74 y 77 DE LA LOPA)
CONCEPTO DE REVOCACION Y ANULACION
Consiste en la extinción total o parcial de ciertos actos administrativos y anulación
es la situación de que un acto jurídico es susceptible de ser anulado debido a sus
defectos en su formación. A diferencia de la anulabilidad, un acto anulable puede
tener efectos jurídicos mientras no se declare su anulación por un juez.
FUNDAMENTO DEL PODER DE REVOCACION. LIMITACIONES
La potestad revocatoria es el poder que se le acuerda a la Administración Pública
de eliminar los actos que ella misma dicta, fundándose en los motivos de
oportunidad o conveniencia, bien originaria. En efecto, en los actos, aun en los
que no son por su naturaleza vinculados a la administración pública, le
corresponde establecer el momento u oportunidad en que los mismos son
pronunciados. En los actos discrecionales hay que advertir que la discrecionalidad
tiene una gran modalidad de tiempo, lugar y medida, así como de otros elementos
circunstanciales de la decisión. Como la determinación de los elementos
indicados implica una escogencia, en la misma la administración puede
equivocarse: puede escoger lo que sea menos favorable a los intereses de tutela.
¿Puede regresar sobre sus pasos? ¿Puede rehacer lo andado y dictar una nueva
providencia fundada en una decisión distinta? Al mismo tiempo, aun en los casos
en los cuales la escogencia haya sido la más afortunada y obediente de los
intereses momentáneos, puede sin embargo sobrevenir una contradicción entre la
indicada decisión y tales intereses. Se trata de la falta de mérito sobrevenida del
acto. En tales casos la decisión no está viciada de ilegalidad, pero para la
administración y para la colectividad a la cual ella sirve puede ser no sólo inútil
sino también dañina. Es aquí donde se plantea la potestad revocatoria. ¿Puede la
administración extinguir sus actos, que si bien fueron conformes originalmente con
el interés público, se transformaron en decisiones contrarias al mismo? Como es
fácil apreciar, se plantea las dos posibilidades en las cuales se fundamenta la
potestad revocatoria:
1.- El simple ius penitendi. El derecho de arrepentimiento de una decisión que la
administración ha asumido y que no ha debido tomar por motivos de fondo.
2.- La extinción del acto originalmente conforme con el interés público que deviene
contrario al mismo, esto es, la falta de mérito sobrevenida.
La doctrina venezolana ha sido muy titubeante sobre la noción de revocación,
considerando en forma mayoritaria, que la misma es la facultad de extinguir los
actos por vía administrativa, cualquiera que sea la causa en que se fundamenta tal
extinción: bien por la contrariedad de la decisión con el derecho ( motivos de
ilegitimidad); o bien, con los intereses tutelados (falta de mérito). Esta posición en
nada facilita la comprensión del problema, ya que es distinta la anulación de un
acto viciado, a la extinción de un proveimiento que no es contraria a derecho pero
si resulta inoportuno o inconveniente. La ley sancionada parecería distinguir entre
la potestad anulatoria, lo 86 Lopa en relación con la facultad que se acuerda a la
administración de declarar la nulidad absoluta de sus actos en cualquier momento
y, la potestad revocatoria, la cual recoge en el artículo 82 Lopa señalando en el
mismo: “los actos administrativos que no originen derechos subjetivos o intereses
legitimos, personales y directos para un particular, podrán ser revocados en
cualquier momento, en todo o en parte, por la misma autoridad que los dictó, o por
el respectivo superior jerárquico”, De la redacción de la norma emergen las
siguientes condiciones como propias de la indicada potestad revocatoria.
1.-La revocación la ejerce el mismo órgano que dictó el acto o el órgano
jerárquicamente superior..
2.-La revocación consiste en la extinción total o parcial de ciertos actos
administrativos.
3.-Sólo pueden ser revocados los actos que no originen derechos subjetivos o
intereses legítimos, personales y directos para un particular.
De allí que, la posibilidad de remover los actos administrativos contrarios al
interés público en forma original o sobrevenida, solo es posible si tales actos o han
afectado la situación subjetiva de un particular. Los actos creadores de derechos e
intereses legítimos no pueden ser extinguidos por la administración, y en
consecuencia deberán permanecer firmes e inalterables por cuanto el órgano
jurisdiccional sólo tiene poder para ejercer las impugnaciones de ilegitimidad de
los actos, no de la de mérito.
ION
ALCANCE DE LOS EFECTOS DE REVOCACION. DECLARACION DE
CADUCIDAD Y DECLARACION DE DECAIMIENTO
El alcance de los efectos de la revocación podemos decir, que provoca la
privación de los derechos válidamente adquiridos. Además, si el acto
administrativo resultare inadecuado, sea porque fueron mal apreciadas las
circunstancias y los intereses al momento en que se dictó, sea porque en
momentos sucesivos esas circunstancias y necesidades generales
experimentaron una modificación que vuelve al acto administrativo inconforme con
el fin perseguido, la Administración tiene la facultad de retirar el acto
administrativo, total o parcialmente, y sustituirlo por uno más idóneo
provisionalmente con el interés general.
La jurisprudencia ha determinado que la declaratoria de nulidad de un acto
administrativo produce efectos ex tunc (desde entonces), es decir desde el
momento en que se profirió el acto anulado, por lo cual la situación jurídica que
emana de éste deberá retrotraerse al estado en que se encontraba antes de la
expedición. Sin embargo, existe una excepción a esta regla para los actos
administrativos de carácter particular, en razón a que crean modifican o extinguen
situaciones jurídicas concretas. En este orden de ideas, producirán efectos estos
actos particulares hasta tanto no sean anulados o suspendidos por la jurisdicción
competente, o revocados por la misma administración con el consentimiento
expreso y escrito de su titular
Declaración de caducidad: La caducidad administrativa hace alusión, en general, a
un modo de extinción anormal de los actos administrativos en razón del
incumplimiento por parte del interesado de las obligaciones que aquellos les
imponen1. En este sentido, se entiende por caducidad administrativa la extinción
de ciertas situaciones activas que están acompañadas de la necesidad de cumplir
con determinados deberes, cargas o modalidades originadas por el hecho de no
haber observado estos últimos.
De este modo, la caducidad en el derecho público a diferencia del derecho privado
es un mecanismo extintivo que tiene por objeto garantizar la correcta satisfacción
del interés general. Es decir, la caducidad es una vía de canalización de las
relaciones jurídicas por cuanto, en virtud del interés general el ordenamiento
jurídico, impone que tanto en el derecho público como en el derecho privado las
acciones y recursos sean ejercidos dentro de un plazo concreto, que los
procedimientos no queden estancados indefinidamente, y que los derechos
otorgados en términos favorables sean realmente aprovechados por sus titulares.
Declaración de decaimiento:

El decaimiento consiste en la extinción de un acto administrativo, provocado por


circunstancias sobrevinientes de hecho o de derecho, que afectan su contenido
jurídico, tornándolo inútil o abiertamente ilegítimo

El decaimiento de un acto administrativo se produce cuando las disposiciones


legales o reglamentarias que le sirven de sustento desaparecen del marco jurídico.
En el momento en el cual se declara la nulidad de un acto administrativo o la
administrstiproduce la extinción y la pérdida de fuerza ejecutoria del mismo. De tal
manera, el acto que emana de aquel declarado nulo o inexequible no puede seguir
surtiendo efectos hacia el futuro en razón precisamente, de haber desaparecido el
fundamento legal o el objeto del mismo.

BIBLIOGRAFIA
Ley organica de procedimientos administrativos y legislación complementaria.
Editorial jurídica . Allan Brewer Carias. Hildegard Rondon de Sansó

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