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Reporte de lectura unidad 2, realizado por Luceli E. Trinidad Mateo.

2.1 El reconocimiento de gobierno y estado son conceptos fundamentales en


las relaciones internacionales que implican la legitimidad y la soberanía de
entidades políticas.
El reconocimiento de gobierno se refiere al acto mediante el cual un Estado
reconoce la autoridad y legitimidad de un gobierno extranjero como
representante legítimo del pueblo de un país determinado. Este reconocimiento
puede ser tanto explícito, a través de declaraciones formales o tratados, como
implícito, reflejado en acciones que denoten aceptación de facto del gobierno
en cuestión. Es una decisión discrecional que depende de factores políticos,
legales, históricos y éticos, así como de los intereses nacionales y la opinión
pública del Estado que otorga el reconocimiento.
Por otro lado, el reconocimiento de estado implica el reconocimiento de la
existencia de una entidad política como sujeto de derecho internacional, con
capacidad para establecer relaciones diplomáticas, celebrar tratados y
participar en la comunidad internacional. Este reconocimiento puede ser formal,
mediante el reconocimiento explícito por parte de otros Estados, o de facto,
cuando un Estado actúa como si el nuevo Estado existiera y lo trata como tal
en la práctica, sin necesidad de un reconocimiento formal. El reconocimiento de
estado es un proceso gradual que implica aceptar la soberanía territorial y la
autoridad efectiva del nuevo Estado.
Ambos procesos son esenciales en las relaciones internacionales, ya que
afectan las interacciones diplomáticas entre países y tienen implicaciones
significativas en la estructura del sistema internacional. El reconocimiento de
gobierno y estado refleja la dinámica política y legal entre las naciones, y su
otorgamiento o negación puede tener repercusiones importantes en la escena
internacional.
2.2 El proceso de reconocimiento en América ha sido un reflejo de la
complejidad histórica, política y cultural que ha caracterizado la región a lo
largo de los siglos. Desde los tiempos de la colonización europea, cuando las
potencias coloniales establecieron sus dominios en el continente, hasta la era
contemporánea, marcada por la promoción de la democracia y los derechos
humanos, el reconocimiento de gobiernos y estados ha sido un tema central en
las relaciones internacionales de la región.
Durante el período colonial, América experimentó una profunda transformación
sociopolítica bajo el dominio de potencias como España, Portugal, Francia,
Inglaterra y Holanda. Estos países impusieron sistemas de gobierno que
frecuentemente chocaron con las estructuras políticas y sociales preexistentes
de los pueblos indígenas. La lucha por la independencia en el siglo XIX estuvo
marcada por movimientos revolucionarios que buscaron emanciparse del yugo
colonial y establecer gobiernos autónomos y soberanos.
El reconocimiento de la independencia de las naciones latinoamericanas fue un
proceso complejo que involucró tanto la aceptación de las potencias europeas
como el reconocimiento de otras naciones emergentes. La Doctrina Monroe,
proclamada por Estados Unidos en 1823, estableció un precedente importante
al afirmar la soberanía e independencia de las naciones del continente
americano, al mismo tiempo que advirtió a las potencias europeas contra
cualquier intento de intervención en la región.
Durante la Guerra Fría, América Latina se convirtió en un escenario clave de
confrontación ideológica entre Estados Unidos y la Unión Soviética. El apoyo a
gobiernos y regímenes afines ideológicamente, así como la promoción de
políticas de desarrollo y seguridad, influyeron en gran medida en el
reconocimiento y la legitimidad de los gobiernos de la región.
La creación de organizaciones internacionales como la Organización de
Estados Americanos (OEA) en 1948 proporcionó un marco institucional para la
cooperación y el diálogo entre los países de América. Estas organizaciones
jugaron un papel fundamental en la promoción de la democracia, los derechos
humanos y el estado de derecho en la región, así como en el establecimiento
de mecanismos para el reconocimiento mutuo entre los Estados miembros.
En el siglo XXI, la promoción de la democracia y los derechos humanos ha
seguido siendo un tema central en las relaciones internacionales en América.
La defensa de la democracia, la gobernabilidad y el respeto a los derechos
humanos han sido fundamentales en la determinación del reconocimiento y la
legitimidad de los gobiernos en la región.
2.3 La Doctrina Tobar, también conocida como la Doctrina Drago-Tobar, y la
Doctrina Estrada son principios políticos significativos en la historia de América
Latina.
La Doctrina Tobar, presentada por el ministro de Relaciones Exteriores de
Ecuador, Luis Felipe Carbo Tobar, en 1907, se basa en la no intervención de
potencias extranjeras en los asuntos internos de América Latina. Surgió en
respuesta a la intervención extranjera en Venezuela y se legalizó a través del
Tratado Drago-Roosevelt.
2.4 La Doctrina Estrada, establecida por el ministro de Relaciones Exteriores
de México, Genaro Estrada, en la década de 1930, también defiende la no
intervención y el reconocimiento de gobiernos extranjeros. Surgió en un
contexto post-revolucionario mexicano y como una respuesta al rechazo a la
intervención extranjera en América Latina.
Ambas doctrinas reflejan la lucha de los países latinoamericanos por afirmar su
soberanía y autonomía en asuntos internos y externos, y han contribuido a
definir la política exterior de la región.
2.5 Los reconocimientos, ya sea de jure, de facto, condicional u otros, se
refieren a diferentes formas de reconocimiento y relaciones entre estados o
entidades.
De jure: Este tipo de reconocimiento se refiere al reconocimiento legal o formal
de un estado soberano por parte de otros estados de acuerdo con el derecho
internacional. Implica el reconocimiento de la existencia legítima de un estado y
su gobierno.
De facto: Este tipo de reconocimiento se refiere a una situación en la que un
estado es reconocido como existente y legítimo por el simple hecho de que
tiene el control efectivo sobre su territorio y su gobierno funciona,
independientemente de si ha recibido reconocimiento formal de otros estados.
Condicional: El reconocimiento condicional es cuando un estado reconoce a
otro, pero con ciertas condiciones o limitaciones. Estas condiciones pueden
estar relacionadas con aspectos específicos del gobierno, la política interna o
las relaciones internacionales del estado reconocido.
2.6 Las Conferencias Internacionales Americanas, también conocidas como
Conferencias Panamericanas, son reuniones diplomáticas que han tenido lugar
desde finales del siglo XIX hasta la actualidad. Han servido como un importante
foro para promover la cooperación y el diálogo entre los países del continente
americano en una variedad de temas, incluyendo asuntos políticos,
económicos, sociales y culturales.
Algunas de las conferencias más destacadas incluyen la Primera Conferencia
Internacional Americana (1889-1890), que estableció el principio del
"panamericanismo", y la Octava Conferencia Internacional Americana (1948),
que dio origen a la Organización de los Estados Americanos (OEA).

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