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Hugo Alexander Och Barrios, de veintinueve años de edad, soltero, guatemalteco, maestro, con
domicilio en el departamento de Alta Verapaz, por este medio respetuosamente y comparezco a exponer
los siguientes:
HECHOS:
I) RAZÓN DE MÍ GESTIÓN:
contra de la Sentencia de fecha doce de febrero del año dos mil veinticuatro, dictada por la Sala
_____________ de la Corte de Apelaciones del Ramo Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente,
en virtud del Recurso de Apelación Especial promovido por el MINISTERIO PÚBLICO, en contra de la
Sentencia de fecha diez de mayo del año dos ____________, dictada por el Tribunal Cuarto de Sentencia
Penal, Narcoactividad y Delitos Contra el Ambiente, en la cual se condena a mi persona, por los Delitos de
QUEJ
C) DEFENSOR: Propongo como mi Abogado Defensor durante la tramitación del presente Recurso
La resolución que recurro es la emitida por la Sala _____________ de la Corte de Apelaciones del
del año ___________, que resuelve el recurso de Apelación Especial, promovido por el Ministerio Público,
contra del fallo emitido por el Tribunal Cuarto de Sentencia Penal, Narcoactividad y delitos Contra el
Ambiente, en mi contra por los delitos de Homicidio Preterintencional en Concurso Real, modificando la
Calificación Jurídica a Homicidio y aumentando la pena de ocho años de prisión impuesta por el Tribunal
La Sentencia recurrida en CASACIÓN, fue notificada a mi persona el _____ de ________ del año
__________.
______________________________________________________________________________________
La procedencia del presente recurso, está contenida en el artículo 437 numeral 1), del Código
Procesal Penal, en virtud de que se impugna una Sentencia dictada por la Sala Segunda de la Corte de
Apelaciones del Ramo Penal, Narcoactividad y Delitos Contra el Ambiente, que resuelve en definitiva un
De conformidad con el artículo 438 del Código Procesal Penal, en mi calidad de procesado y por
ende parte en el Recurso de Apelación Especial, que fue resuelto por la Sentencia de Segunda Instancia que
considero que la Sentencia de Segunda Instancia que hoy recurro en Casación y que fuera dictada por la
Sala primera de la Corte de Apelaciones del Ramo Penal, Narcoactividad y Delitos Contra el Ambiente,
contiene infracciones de la ley que influyeron decisivamente en la parte resolutiva de dicha Sentencia, que
FUNDAMENTOS:
1) Artículo 441, numeral 2), del Código Procesal Penal, que establece: Cuando siendo delictuosos los
2) Artículo 441, numeral 4), del Código Procesal Penal, que establece: Si la sentencia tiene por
acreditado un hecho decisivo para absolver, condenar, atenuar o agravar la pena, sin que se haya tenido por
3) Artículo 441, numeral 5), del Código Procesal Penal, que establece: Si la resolución viola un
precepto constitucional o legal por errónea interpretación, indebida aplicación o falta de aplicación, cuando
dicha violación haya tenido influencia decisiva en la parte resolutiva de la sentencia o del auto.
1) Para el caso de procedencia contenido en el numeral 2 del artículo 441 del Código Procesal Penal,
2) Para el caso de procedencia contenido en el numeral 4 del artículo 441 del Código Procesal Penal,
3) Para el caso de procedencia contenido en el numeral 5 del artículo 441 del Código Procesal Penal,
los artículos 123, 126 del Código Penal y 421 y 430 del Código Procesal Penal.
Cada norma citada como violada será debidamente individualizada con su respectivo caso de
argumentados y fundamentos, por los cuales interpongo el presente Recurso de Casación son los que a
continuación se describen:
CÓDIGO PENAL:
ACREDITADO, III, “Usted Acusado, cuando se dirigía hacía dicha residencia, paso por un callejón en
donde se encontraban las Víctimas, trabajando en la construcción de una zanja que serviría como desagüe,
fuego, tipo pistola, marca Luger C, modelo sesenta, calibre nueve milímetros, registro cuatro mil,
realizando disparos en contra de la integridad física de la Víctimas.”, en este hecho acreditado, tan
importante, en ningún momento se hace referencia a la supuesta agresión de que fue objeto el sindicado,
por lo que no puede subsumirse en el hecho que la acción realizada por el acusado, estaba encaminada a la
defensa de su vida, y que su intención no era causar la muerte a las víctimas, y por tanto, el miedo de ser
atacado se tornó en un acto incontrolado, todo lo contrario, se hace referencia a que después de
intercambiar palabras y SINTIÉNDOSE OFENDIDO, el hoy acusado, desenfundó su arma, la cual esta
intencionalidad del agente de encuadrar su accionar en la figura delictiva de Homicidio simple, ya que la
circunstancia de que el tribunal sentenciador de por acreditado que como consecuencia de que el hoy
acusado se sintió ofendido, desenfundó su arma y disparo en contra de las víctimas, refleja el dolo con el
cual actuó el procesado. Por lo anterior, esta Sala llega al convencimiento que el Tribunal Sentenciador,
aplicó erróneamente la norma sustantiva que sirvió para tipificar la figura delictiva por la cual se condenó
del Código Penal, relativo al delito de Homicidio, en virtud de que, tal y como se indicó con anterioridad,
los hechos acreditados por el tribunal de sentencia, se subsumen en el ilícito penal citado. (páginas 11 y 12
de la sentencia recurrida).
La Sala Primera de la Corte de Apelaciones del Ramo Penal, Narcoactividad y Delitos Contra el
Ambiente, al hacer estas consideraciones infringe el artículo 123 del Código Penal, el cual establece el
delito de HOMICIDIO, al aplicarlo erróneamente, lo cual se hace viable por el caso de procedencia
ARGUMENTACIÓN:
1) Como fácilmente pueden observar los señores Magistrados de la Corte Suprema de Justicia a
quienes me dirijo, los Magistrados de la Sala, al fundamentar la sentencia de segunda instancia que hoy
circunstanciada del hecho que el tribunal de sentencia estimó acreditado, a la supuesta agresión de que fue
objeto del sindicado, se debe variar la tipificación que hizo el tribunal de sentencia de los hechos del delito
establezca en primer lugar que el delito de Homicidio simple no existe en el ordenamiento jurídico
guatemalteco, razón por la cual esta fundamentación carece cimentación legal alguna, pues encuadra
una acción en presupuesto de hecho de un delito inexistente; esto sin olvidar señores Magistrados
que el Tribunal de Sentencia si estableció una agresión en contra del sindicado en la determinación
precisa y circunstanciada del hecho que estimó acreditado, al indicar que el acusado se sintió
ofendido, ofensa y ofender, que son los sustantivos y verbo, que fueron utilizados por el Tribunal de
Sentencia, al calificar la agresión de que fue objeto el acusado, de conformidad con la Ley del
Organismo Judicial, debemos hacer uso de las definiciones establecidas en el Diccionario de la Real
Academia Española, en el cual se define al ofendido como el que ha recibido alguna ofensa; la ofensa
la define como la acción y efecto de ofender; y al verbo ofender lo define como hacer daño a alguien
físicamente, hiriéndolo o maltratándolo, circunstancias que hacen inaplicable el artículo 123 del
Código Penal, para el encuadramiento de la acción delictiva descrita por el Tribunal de Sentencia.
2) Hace relación el Tribunal de Segunda Instancia, que no puede subsumirse que la acción realizada
por el acusado, estaba encaminada a la defensa de su vida, y que su intención no era causar la muerte a las
víctimas, y por tanto, el miedo de ser atacado se tornó en un acto incontrolado, todo lo contrario. Es
sencillo señores Magistrados de la Corte Suprema de Justicia, establecer que la razón por la cual el
Tribunal Sentencia, no estableció en la determinación precisa y circunstanciada del hecho que tuvo
por acreditado, que la intención del acusado era la de causar la muerte de las víctimas, es porque ese
hecho no se tuvo por acreditado, circunstancia que sirvió de manera clara y precisa a este Tribunal
Sentenciador, para establecer que no habiendo órgano de prueba que indicará que había habido
intención del acusado de causar la muerte de las víctimas y siendo que el delito de homicidio es un
delito doloso, que tiene por característica principal el animo de dar muerte, esta acción no podía
haberse encuadrado en esta figura delictiva, razonamiento del Tribunal Sentenciador de especial
importancia, que no fue considerado por el Tribunal de Segunda Instancia, el cual cometiendo una
clara infracción a la ley, incurrió en error de derecho al encuadrar las acciones establecidas en la
determinación precisa y circunstanciada del hecho que tuvo por acreditado el Tribunal de Sentencia
en el delito de Homicidio, sin que se hubiere acreditado de forma detallada y precisa que el acusado
3) Resulta indispensable señores Magistrados que se advierta el error cometido por el Tribunal de
Segunda Instancia al dictar la sentencia que hoy recurro en Casación, y que el mismo sea subsanado, pues
la misma me causa un agravio real y efectivo, que puede acabar con mi vida, social, laboral e incluso con
física, ya que de una pena de prisión de ocho años en total, que me había sido impuesta por el Tribunal de
Primera Instancia, la misma fue aumentada por la sentencia de segunda instancia hoy impugnada, a treinta
años de prisión, sin que esta agravación de la pena tenga fundamentación legal alguna, sino que
únicamente se haya hecho en infracción de la ley y en errónea aplicación de un tipo delictivo como lo es el
1) Los Magistrados de la Honorable Corte Suprema de Justicia, con fundamento en los artículos 441,
numeral 2), del Código Procesal Penal y 123 del Código Penal, deben dictar la resolución que en derecho
corresponde Casando la Sentencia de Segunda Instancia impugnada, con arreglo a la ley y a la doctrina
aplicable, declarando que la Sala primera de la Corte de Apelaciones del Ramo Penal, Narcoactividad y
Delitos Contra el Ambiente, cometió infracciones de la ley que influyeron decisivamente en la parte
resolutiva de la sentencia recurrida, pues aun siendo delictuosos los hechos que tuvo por acreditados de
forma precisa y circunstanciada el Tribunal Sentenciador, la Sala incurrió en error de derecho al tipificarlos
en el presupuesto de hecho del delito de Homicidio, ya que no se probó o se tuvo por acreditado el hecho
de que el acusado tuviera la intención de causar la muerte de las víctimas, circunstancia indispensable para
tipificar una acción y encuadrarla en el presupuesto de hecho del delito de Homicidio, el cual es un delito
doloso que tiene como uno de sus principales elementos el animo de dar muerte.
CÓDIGO PENAL.
Por resultar manifiestamente indispensable para la exposición del presente motivo, hago
nuevamente relación a que en la Sentencia de Segunda Instancia, objeto del presente recurso de Casación
TRIBUNAL ESTIMA ACREDITADO, III, “Usted Acusado, cuando se dirigía hacía dicha residencia, paso
por un callejón en donde se encontraban las Víctimas, trabajando en la construcción de una zanja que
serviría como desagüe, entabló comunicación, y después de intercambiar palabras y sintiéndose ofendido,
desenfundó el arma de fuego, tipo pistola, marca Luger C, modelo sesenta, calibre nueve milímetros,
registro cuatro mil, realizando disparos en contra de la integridad física de la Víctimas.”, en este hecho
acreditado, tan importante, en ningún momento se hace referencia a la supuesta agresión de que fue objeto
el sindicado, por lo que no puede subsumirse en el hecho que la acción realizada por el acusado, estaba
encaminada a la defensa de su vida, y que su intención no era causar la muerte a la víctimas, y por tanto, el
miedo de ser atacado se tornó en un acto incontrolado, todo lo contrario, se hace referencia a que después
de intercambiar palabras y SINTIÉNDOSE OFENDIDO, el hoy acusado, desenfundó su arma, la cual esta
intencionalidad del agente de encuadrar su accionar en la figura delictiva de Homicidio simple, ya que la
circunstancia de que el tribunal sentenciador de por acreditado que como consecuencia de que el hoy
acusado se sintió ofendido, desenfundó su arma y disparo en contra de las víctimas, refleja el dolo con el
cual actuó el procesado. Por lo anterior, esta Sala llega al convencimiento que el Tribunal Sentenciador,
aplicó erróneamente la norma sustantiva que sirvió para tipificar la figura delictiva por la cual se condenó
Código Penal, de igual manera, por lo ya considerado, hubo inobservancia en la aplicación del artículo 123
del Código Penal, relativo al delito de Homicidio, en virtud de que, tal y como se indicó con anterioridad,
los hechos acreditados por el tribunal de sentencia, se subsumen en el ilícito penal citado. (páginas 11 y 12
de la sentencia recurrida).
La Sala Primera de la Corte de Apelaciones del Ramo Penal, Narcoactividad y Delitos Contra el
Ambiente, al hacer estas consideraciones viola el artículo 126 del Código Penal, que establece el delito de
ARGUMENTACIÓN:
Instancia, al fundamentar la sentencia que es objeto del presente Recurso de Casación, consideró que al no
haberse supuestamente hecho referencia en la determinación precisa y circunstanciada del hecho que el
tribunal de sentencia estimó acreditado, a la supuesta agresión de que fue objeto del sindicado, se debe
variar la tipificación que hizo el tribunal de sentencia de los hechos del delito de Homicidio
Preterintencional al de Homicidio simple. Consideración que no es real, pues el Tribunal de
determinación precisa y circunstanciada del hecho que estimo acreditado, al indicar de forma clara y
precisa -como bien lo indica el Tribunal de Segunda Instancia- que el acusado se sintió ofendido,
determinado, de las palabras ofendido, ofensa y ofender, que son los sustantivos y verbo, que fueron
utilizados por el Tribunal Noveno de Sentencia Penal, Narcoactividad y Delitos Contra el Ambiente,
al fundamentar la agresión de que fue objeto el acusado, situación que debe ser subsanada de
conformidad con la Ley de Organismo Judicial y hacer uso de las definiciones establecidas en el
Diccionario de la Real Academia Española, el cual define al ofendido como el que ha recibido alguna
ofensa; la ofensa la define como la acción y efecto de ofender; y al verbo ofender lo define como
hacer daño a alguien físicamente, hiriéndolo o maltratándolo; definiciones que claramente dejan en
claro que el Tribunal de Primera Instancia utilizó, la expresión SINTIÉNDOSE OFENDIDO, para
dejar en claro que tenía como un hecho acreditado, que el acusado fue objeto de agresión por parte
de las víctimas y que nunca tuvo la intención de causar la muerte de las mismas sino que únicamente
tuvo la intención de defenderse de una agresión, defensa que por otros motivos totalmente distintos y
divergentes a una intención de matar, no fue aceptada por el Tribunal Sentenciador de Primera
Instancia como una legítima defensa, circunstancias que hacen perfectamente aplicable el artículo
126 del Código Penal, que establece el delito de HOMICIDIO PRETERINTENCIONAL, pues el
acusado causó la muerte de las víctimas sin tener la intención de hacerlo, pues aunque si tenía la
intención de causar un daño a las víctimas con el fin de detener la agresión de que estaba siendo
objeto por dos hombres, nunca tuvo la intención de matar a los mismos.
subsumirse que la acción realizada por el acusado, estaba encaminada a la defensa de su vida, y que su
intención no era causar la muerte a las víctimas, y por tanto, el miedo de ser atacado se tornó en un acto
incontrolado, todo lo contrario. Resulta por demás fácil establecer, que la razón por la cual el
circunstanciada del hecho que se tuvo por acreditado, que la intención del acusado era la de causar
la muerte de las víctimas, es porque ese hecho no se tuvo por acreditado, circunstancia que sirvió de
manera clara y precisa a este Tribunal Sentenciador, para establecer que no habiendo órgano de
prueba que indicará que había habido en el acusado la intención de causar la muerte de las víctimas
y siendo que el delito de homicidio es un delito doloso, que tiene por característica principal el animo
de dar muerte, esta acción no podía haberse encuadrado en esta figura delictiva, razonamiento del
Tribunal Sentenciador de Primera Instancia, que a pesar de ser de observancia indispensable para
establecer el por qué se encuadraron las acciones del acusado en el delito de HOMICIDIO
cometiendo una clara infracción a la ley, incurrió en error de derecho al encuadrar las acciones
establecidas en la determinación precisa y circunstanciada del hecho que tuvo por acreditado por el
Tribunal Sentenciador de Primera Instancia, en el delito de Homicidio, sin que se hubiera acreditado
de forma detallada y precisa que el acusado tuvo la intención de causar la muerte de las víctimas,
acciones que sin lugar a dudas o confusión claramente se escuadran en el presupuesto de hecho del
norma que fue inobservada por Tribunal que dictó la sentencia que hoy es objeto de Casación.
3) El error cometido por el Tribunal de Segunda Instancia al dictar la sentencia que se impugna por
medio del presente Recurso de Casación, me causa un agravio real y efectivo, que puede acabar no solo
con vida social, familiar y laboral, sino que física, ya que la consecuencia de la infracción a ley cometida,
como lo es el error de derecho al tipificar los hechos aún siendo estos delictuosos en un tipo penal
inaplicable, en inobservancia del artículo 126 del Código Penal, infracciones que influyeron decisivamente
en la parte resolutiva de la sentencia de segunda instancia recurrida, pues de una pena de ocho años prisión
en total, que me había sido impuesta por el Tribunal Sentenciador de Primera Instancia, la misma fue
aumentada por el Tribunal de Segunda Instancia a través de la sentencia hoy impugnada, a treinta años de
prisión.
1) La Honorable Corte Suprema de Justicia, con fundamentándose en los artículos 441, numeral 2),
del Código Procesal Penal y 126 del Código Penal, debe dictar la resolución que en derecho corresponde
Casando la Sentencia de Segunda Instancia impugnada, con arreglo a la ley y a la doctrina aplicable,
declarando que la Sala Primera de la Corte de Apelaciones del Ramo Penal, Narcoactividad y Delitos
Contra el Ambiente, cometió infracciones de la ley que influyeron decisivamente en la parte resolutiva de
la sentencia recurrida, pues aun siendo delictuosos los hechos que tuvo por acreditados de forma precisa y
presupuesto de hecho del delito de Homicidio, cuando lo correcto era encuadrarlos como lo hizo el
artículo 126 del Código Penal, ya que no se probó o se tuvo por acredito el hecho de que el acusado tuviera
la intención de causar la muerte de las víctimas, circunstancia indispensable para tipificar una acción y
encuadrarla en el presupuesto de hecho del delito de Homicidio, el cual es un delito doloso que tiene como
uno de sus elementos principales, el animo de dar muerte; sin embargo al no haberse tenida por acredita la
intención de matar a las víctimas y habiéndose consumado este daño no deseado, resulta idóneo tipificar la
ACREDITADO, III, “Usted Acusado, cuando se dirigía hacía dicha residencia, paso por un callejón en
donde se encontraban las Víctimas, trabajando en la construcción de una zanja que serviría como desagüe,
disparos en contra de la integridad física de la Víctimas.”, en este hecho acreditado, tan importante, en
ningún momento se hace referencia a la supuesta agresión de que fue objeto el sindicado, por lo que no
puede subsumirse en el hecho que la acción realizada por el acusado, estaba encaminada a la defensa de su
vida, y que su intención no era causar la muerte a la víctimas, y por tanto, el miedo de ser atacado se tornó
en un acto incontrolado, todo lo contrario, se hace referencia a que después de intercambiar palabras y
SINTIÉNDOSE OFENDIDO, el hoy acusado, desenfundó su arma, la cual esta debidamente identificada
en autos, y realizó disparos en contra de la víctimas, lo que determina la intencionalidad del agente de
encuadrar su accionar en la figura delictiva de Homicidio simple, ya que la circunstancia de que el tribunal
sentenciador de por acreditado que como consecuencia de que el hoy acusado se sintió ofendido,
desenfundó su arma y disparo en contra de las víctimas, refleja el dolo con el cual actuó el procesado. Por
lo anterior, esta Sala llega al convencimiento que el Tribunal Sentenciador, aplicó erróneamente la norma
sustantiva que sirvió para tipificar la figura delictiva por la cual se condenó al sindicado, es decir delito de
HOMICIDIO PRETERINTENCIONAL, contenido en el artículo 126 del Código Penal, de igual manera,
por lo ya considerado, hubo inobservancia en la aplicación del artículo 123 del Código Penal, relativo al
delito de Homicidio, en virtud de que, tal y como se indicó con anterioridad, los hechos acreditados por el
La Sala Primera de la Corte de Apelaciones del Ramo Penal, Narcoactividad y Delitos Contra el
Ambiente, al hacer estas consideraciones se viola el artículo 123 del Código Penal, que establece el delito
ARGUMENTACIÓN:
1) El Tribunal de Segunda Instancia, considera que no puede subsumirse en el hecho que el Tribunal
Sentenciador, tuvo por acreditado, que la acción realizada por el acusado, estaba encaminada a la defensa
de su vida y que su intención no era causar la muerte a las víctimas, y por tanto, el miedo de ser atacado se
tornó en un acto incontrolado, todo lo contrario. La razón por la cual el Tribunal Sentencia, no
estableció en la determinación precisa y circunstanciada del hecho que tuvo por acreditado, que la
intención del acusado era la de causar la muerte de las víctimas, es porque ese hecho no se tuvo por
acreditado, circunstancia que sirvió de manera clara y precisa a este Tribunal Sentenciador de
Primera Instancia, para establecer que no habiendo órgano de prueba que indicará que había
habido intención del acusado de causar la muerte de las víctimas y siendo que el delito de homicidio
es un delito doloso, que tiene por característica principal el animo de dar muerte, esta acción no
podía haberse encuadrado en esta figura delictiva; razonamiento del Tribunal Sentenciador de
especial importancia, que no fue considerado por el Tribunal de Segunda Instancia, el cual
cometiendo una clara infracción a la ley, al dictar la Sentencia de Segunda Instancia tiene por
acreditado un hecho decisivo para agravar la pena de ocho años de prisión que había sido impuesta,
por la treinta años de prisión, siendo que este hecho -que el acusado tenía la intención de dar muerte
Tribunal de Segunda Instancia al dictar la sentencia que hoy recurro en Casación, y que la misma sea
subsanada, pues esta infracción a la ley me causa un agravio real y efectivo, ya que al tener la Sentencia de
Segunda Instancia por acreditado el hecho de que el acusado tuvo la intención de matar a las víctimas, sin
que este hecho se haya tenido por probado por el Tribunal Sentenciador, hecho que resulta decisivo para
que este Tribunal de Segunda Instancia me condene por el delito de Homicidio, modificando la tipificación
de Homicidio Preterintencional por el cual originalmente había sido condenado y aumentando la pena de
ocho años de prisión que me fuera impuesta, por la de treinta años de prisión, sin que esta agravación de la
pena tenga fundamentación legal alguna, sino que únicamente se haya hecho en infracción de la ley y
teniendo por acreditado un hecho -como lo es el animo de matar-, sin que este animo de matar se haya
tenido por probado por el Tribunal de Sentencia, nuevo hecho creado por el Tribunal de Segunda Instancia
que provoca la errónea aplicación del tipo delictivo establecido en el artículo 123 del Código Penal.
Procesal Penal y 123 del Código Penal, se debe dictar la resolución que en derecho corresponde Casando la
Sentencia de Segunda Instancia impugnada, con arreglo a la ley y a la doctrina aplicable, declarando que la
Sala primera de la Corte de Apelaciones del Ramo Penal, Narcoactividad y Delitos Contra el Ambiente,
cometió infracciones de la ley que influyeron decisivamente en la parte resolutiva de la sentencia recurrida,
pues tiene por acreditado un hecho decisivo para agravar la pena –como lo es animo de matar a las
víctimas-, sin que este hecho se haya tenido por probado por el Tribunal de Sentencia; nuevo hecho
acreditado solo por el Tribunal de Segunda Instancia, que provoca que se incurra en error de derecho al
modificar la tipificación del delito de HOMICIDIO PRETERINTENCIONAL, por el cual fue condenado a
ocho años de prisión en Concurso Real, por el delito de HOMICIDIO, por el cual se me condena y se me
impone una pena de treinta años de prisión, pues se crea el nuevo hecho y se tiene por acreditado el mismo
Por resultar manifiestamente indispensable para la exposición del presente motivo, hago
nuevamente relación a que en la Sentencia de Segunda Instancia, objeto del presente recurso de Casación
TRIBUNAL ESTIMA ACREDITADO, III, “Usted Acusado, cuando se dirigía hacía dicha residencia, paso
por un callejón en donde se encontraban las Víctimas, trabajando en la construcción de una zanja que
serviría como desagüe, entabló comunicación, y después de intercambiar palabras y sintiéndose ofendido,
desenfundó el arma de fuego, tipo pistola, marca C, modelo sesenta, calibre nueve milímetros, registro
cuatro, realizando disparos en contra de la integridad física de la Víctimas.”, en este hecho acreditado, tan
importante, en ningún momento se hace referencia a la supuesta agresión de que fue objeto el sindicado,
por lo que no puede subsumirse en el hecho que la acción realizada por el acusado, estaba encaminada a la
defensa de su vida, y que su intención no era causar la muerte a la víctimas, y por tanto, el miedo de ser
atacado se tornó en un acto incontrolado, todo lo contrario, se hace referencia a que después de
intercambiar palabras y SINTIÉNDOSE OFENDIDO, el hoy acusado, desenfundó su arma, la cual esta
intencionalidad del agente de encuadrar su accionar en la figura delictiva de Homicidio simple, ya que la
circunstancia de que el tribunal sentenciador de por acreditado que como consecuencia de que el hoy
acusado se sintió ofendido, desenfundó su arma y disparo en contra de las víctimas, refleja el dolo con el
cual actuó el procesado. Por lo anterior, esta Sala llega al convencimiento que el Tribunal Sentenciador,
aplicó erróneamente la norma sustantiva que sirvió para tipificar la figura delictiva por la cual se condenó
Código Penal, de igual manera, por lo ya considerado, hubo inobservancia en la aplicación del artículo 123
del Código Penal, relativo al delito de Homicidio, en virtud de que, tal y como se indicó con anterioridad,
los hechos acreditados por el tribunal de sentencia, se subsumen en el ilícito penal citado. (páginas 11 y 12
de la sentencia recurrida).
La Sala primera de la Corte de Apelaciones del Ramo Penal, Narcoactividad y Delitos Contra el
Ambiente, al hacer estas consideraciones viola el artículo 126 del Código Penal, que establece el delito de
ARGUMENTACIÓN:
1) El Tribunal de Segunda Instancia considera al fundamentar la sentencia que es objeto del presente
circunstanciada del hecho que el tribunal de sentencia estimó acreditado, a la supuesta agresión de que fue
objeto el sindicado, se debe variar la tipificación que hizo el Tribunal de Sentencia de los hechos, del delito
determinación precisa y circunstanciada del hecho que estimo acreditado, al indicar de forma clara y
precisa -como bien lo indica el Tribunal de Segunda Instancia- que el acusado se sintió ofendido,
pues no existiendo en el ordenamiento jurídico guatemalteco un concepto legal, preciso y
determinado, de las palabras ofendido, ofensa y ofender, que son los sustantivos y verbo, que fueron
utilizados por el Tribunal Noveno de Sentencia Penal, Narcoactividad y Delitos Contra el Ambiente,
al fundamentar la agresión de que fue objeto el acusado, situación que debe ser subsanada de
conformidad con la Ley del Organismo Judicial y hacer uso de las definiciones establecidas en el
Diccionario de la Real Academia Española, el cual define al ofendido como el que ha recibido alguna
ofensa; la ofensa la define como la acción y efecto de ofender; y al verbo ofender lo define como
hacer daño a alguien físicamente, hiriéndolo o maltratándolo; definiciones que claramente dejan en
claro que el Tribunal de Primera Instancia utilizó, la expresión SINTIÉNDOSE OFENDIDO, para
dejar en claro que tenía como un hecho acreditado que el acusado fue objeto de agresión por parte
de las víctimas y que nunca tuvo la intención de causar la muerte de las mismas sino que únicamente
tuvo la intención de defenderse de una agresión, defensa que por otros motivos totalmente distintos y
divergentes a una intención de matar, no fue aceptada por el Tribunal Sentenciador de Primera
Instancia como una legítima defensa, circunstancias que hacen perfectamente aplicable el artículo
126 del Código Penal, que establece el delito de HOMICIDIO PRETERINTENCIONAL, pues el
acusado causó la muerte de las víctimas sin tener la intención de hacerlo, pues aunque si tenía la
intención de causar un daño a las víctimas con el fin de detener la agresión de que estaba siendo
objeto por dos hombres, nunca tuvo la intención de matar a los mismos.
subsumirse que la acción realizada por el acusado, estaba encaminada a la defensa de su vida, y que su
intención no era causar la muerte a las víctimas, y por tanto, el miedo de ser atacado se tornó en un acto
incontrolado, todo lo contrario. La razón por la cual el Tribunal Sentenciador de Primera Instancia,
no estableció en la determinación precisa y circunstanciada del hecho que se tuvo por acreditado,
que la intención del acusado era la de causar la muerte de las víctimas, es porque ese hecho no se
tuvo por acreditado, circunstancia que sirvió de manera clara y precisa a este Tribunal
Sentenciador, para establecer que no habiendo órgano de prueba que indicará que había habido en
el acusado la intención de causar la muerte de las víctimas y siendo que el delito de homicidio es un
delito doloso, que tiene por característica principal el animo de dar muerte, esta acción no podía
haberse encuadrado en esta figura delictiva, razonamiento del Tribunal Sentenciador de Primera
Instancia, que a pesar de ser de observancia indispensable para establecer el porque se encuadraron
por el Tribunal de Segunda Instancia, el cual cometiendo una clara infracción a la ley, tiene por
acreditado un hecho decisivo para agravar la pena –como lo es la intención de matar a las víctimas-,
sin que se haya tenido por probado este hecho por el Tribunal de Sentencia en la determinación
precisa y circunstanciada del hecho que tuvo por acreditado. Por lo cual no existiendo en los hechos
acreditados por el Tribunal Sentenciador de Primera Instancia, la intención de matar a las víctimas,
el Tribunal de Segunda Instancia en respeto del artículo 441 numeral 4), del Código Procesal Penal,
no podía haber dado por acreditados hechos nuevos, y en aplicación del artículo 126 del Código
Penal, debió encuadrar los hechos probados por el Tribunal Sentenciador de Primera instancia, en el
3) La circunstancia de tener la Sentencia de Segunda Instancia por acreditado un hecho decisivo para
agravar la pena que me había sido impuesta –como lo es el animo de matar a la víctimas-, sin que se haya
tenido por probado tal hecho en el Tribunal de Sentencia, me causa un agravio real y efectivo, que puede
acabar no solo con vida social, familiar y laboral, sino que física; ya que la consecuencia de la infracción a
ley cometida, es que se varié la calificación jurídica de los hechos por los que fui condenado, de
pues al crear este nuevo hecho, se deja de aplicar el artículo 126 del Código Penal, que es el tipo penal en
el cual se encuadran los hechos que se tuvieron por acreditados por el Tribunal de Primera Instancia.
del Código Procesal Penal y 126 del Código Penal, debe dictar la resolución que en derecho corresponde
Casando la Sentencia de Segunda Instancia impugnada, con arreglo a la ley y a la doctrina aplicable,
declarando que la Sala primera de la Corte de Apelaciones del Ramo Penal, Narcoactividad y Delitos
Contra el Ambiente, cometió infracciones de la ley que influyeron decisivamente en la parte resolutiva de
la sentencia recurrida, pues aun siendo delictuosos los hechos que tuvo por acreditados de forma precisa y
derecho al tipificarlos en el presupuesto de hecho del delito de Homicidio, cuando lo correcto era
encuadrarlos como lo hizo el Tribunal Sentenciador de Primera Instancia, en el tipo penal de HOMICIDIO
PRETERINTENCIONAL, establecido en el artículo 126 del Código Penal, ya que no se probó o se tuvo
por acredito el hecho de que el acusado tuviera la intención de causar la muerte de las víctimas,
circunstancia indispensable para tipificar una acción y encuadrarla en el presupuesto de hecho del delito de
Homicidio, el cual es un delito doloso que tiene como uno de sus elementos principales el animo de dar
muerte, sin embargo al no haberse tenida por acredita la intención de matar a las víctimas y habiéndose
consumado este daño no deseado, resulta idóneo tipificar la acción cometida como un delito de
CÓDIGO PROCESAL PENAL POR INDEBIDA APLICACIÓN DEL ARTÍCULO 123 DEL
CÓDIGO PENAL:
ACREDITADO, III, “Usted Acusado, cuando se dirigía hacía dicha residencia, paso por un callejón en
donde se encontraban las Víctimas, trabajando en la construcción de una zanja que serviría como desagüe,
fuego, tipo pistola, marca C, modelo sesenta, calibre nueve milímetros, registro cuatro mil, realizando
disparos en contra de la integridad física de la Víctimas.”, en este hecho acreditado, tan importante, en
ningún momento se hace referencia a la supuesta agresión de que fue objeto el sindicado, por lo que no
puede subsumirse en el hecho que la acción realizada por el acusado, estaba encaminada a la defensa de su
vida, y que su intención no era causar la muerte a la víctimas, y por tanto, el miedo de ser atacado se tornó
en un acto incontrolado, todo lo contrario, se hace referencia a que después de intercambiar palabras y
SINTIÉNDOSE OFENDIDO, el hoy acusado, desenfundó su arma, la cual esta debidamente identificada
en autos, y realizó disparos en contra de la víctimas, lo que determina la intencionalidad del agente de
encuadrar su accionar en la figura delictiva de Homicidio simple, ya que la circunstancia de que el tribunal
sentenciador de por acreditado que como consecuencia de que el hoy acusado se sintió ofendido,
desenfundó su arma y disparo en contra de las víctimas, refleja el dolo con el cual actuó el procesado. Por
lo anterior, esta Sala llega al convencimiento que el Tribunal Sentenciador, aplicó erróneamente la norma
sustantiva que sirvió para tipificar la figura delictiva por la cual se condenó al sindicado, es decir delito de
HOMICIDIO PRETERINTENCIONAL, contenido en el artículo 126 del Código Penal, de igual manera,
por lo ya considerado, hubo inobservancia en la aplicación del artículo 123 del Código Penal, relativo al
delito de Homicidio, en virtud de que, tal y como se indicó con anterioridad, los hechos acreditados por el
La Sala primera de la Corte de Apelaciones del Ramo Penal, Narcoactividad y Delitos Contra el
Ambiente, al hacer estas consideraciones viola el artículo 123 del Código Penal, que establece el delito de
ARGUMENTACIÓN:
1) Como fácilmente pueden observar los señores Magistrados de la Corte Suprema de Justicia a
quienes me dirijo, los Magistrados de la Sala Segunda, al fundamentar la sentencia de segunda instancia
que hoy recurro en Casación, manifiestan que al no haberse hecho referencia en la determinación precisa y
circunstanciada del hecho que el tribunal de sentencia estimó acreditado, a la supuesta agresión de que fue
objeto del sindicado, se debe variar la tipificación que hizo el tribunal de sentencia de los hechos del delito
de Homicidio Preterintencional al de Homicidio simple. El Tribunal de Sentencia si estableció una
agresión en contra del sindicado en la determinación precisa y circunstanciada del hecho que estimo
acreditado, al indicar que el acusado se sintió ofendido, pues ya que no existe en el ordenamiento
jurídico guatemalteco un concepto legal de ofendido, ofensa y ofender, que son los sustantivos y
verbo, que fueron utilizados por el Tribunal de Sentencia, al calificar la agresión de que fue objeto el
acusado, de conformidad con la ley debemos hacer uso de las definiciones establecidas en el
Diccionario de la Real Academia Española, en el cual se define al ofendido como el que ha recibido
alguna ofensa; la ofensa la define como la acción y efecto de ofender; y al verbo ofender lo define
como hacer daño a alguien físicamente, hiriéndolo o maltratándolo, circunstancias que hacen
indebido aplicar el artículo 123 del Código Penal, para el encuadramiento de la acción delictiva
2) Hace relación el Tribunal de Segunda Instancia, que no puede subsumirse que la acción realizada
por el acusado, estaba encaminada a la defensa de su vida, y que su intención no era causar la muerte a las
víctimas, y por tanto, el miedo de ser atacado se tornó en un acto incontrolado, todo lo contrario. La
del hecho que tuvo por acreditado, que la intención del acusado era la de causar la muerte de las
víctimas, es porque ese hecho no se tuvo por acreditado, circunstancia que sirvió de manera clara y
precisa a este Tribunal Sentenciador, para establecer que no habiendo órgano de prueba que
indicará que había habido intención del acusado de causar la muerte de las víctimas y siendo que el
delito de homicidio es un delito doloso, que tiene por característica principal el animo de dar muerte,
esta acción no podía haberse encuadrado en esta figura delictiva, razonamiento del Tribunal
Sentenciador de especial importancia, que no fue considerado por el Tribunal de Segunda Instancia,
el cual cometiendo una clara infracción a la ley, violando un precepto legal por indebida aplicación al
encuadrar las acciones establecidas en la determinación precisa y circunstanciada del hecho que tuvo
por acreditado el Tribunal de Sentencia en el delito de Homicidio, sin que existiera de forma
detallada y precisa acreditado el hecho de que el acusado tuvo la intención de causar la muerte de las
víctimas.
3) Resulta indispensable señores Magistrados que se advierta el error cometido por el Tribunal de
Segunda Instancia al dictar la sentencia que hoy recurro en Casación, y que el mismo sea subsanado, pues
la misma me causa un agravio real y efectivo, que puede acabar con mi vida, ya que de una pena de prisión
de ocho años en total que me había sido impuesta por el Tribunal de Primera Instancia, la misma fue
aumentada por la sentencia de segunda instancia hoy impugnada, a treinta años de prisión, sin que esta
agravación de la pena tenga fundamentación legal alguna, sino que únicamente se haya hecho en infracción
de la ley y por indebida aplicación de un tipo delictivo como lo es el establecido en el artículo 123 del
Código Penal.
1) Los Magistrados de la Honorable Corte Suprema de Justicia, con fundamento en los artículos 441,
numeral 5), del Código Procesal Penal y 123 del Código Penal, deben dictar la resolución que en derecho
corresponde casando la Sentencia de Segunda Instancia impugnada, con arreglo a la ley y a la doctrina
aplicable, declarando que la Sala primera de la Corte de Apelaciones del Ramo Penal, Narcoactividad y
Delitos Contra el Ambiente, cometió infracciones de la ley que influyeron decisivamente en la parte
resolutiva de la sentencia recurrida, pues los hechos acreditados de forma precisa y circunstanciada por el
Tribunal Sentenciador, fueron encuadrados en el presupuesto de hecho del delito de Homicidio, -aplicando
indebidamente el artículo 123 del Código Penal-, ya que no se probó o se tuvo por acredito el hecho de que
el acusado tuviera la intención de causar la muerte de las víctimas, circunstancia indispensable para
tipificar una acción y encuadrarla en el presupuesto de hecho del delito de Homicidio, el cual es un delito
doloso que tiene como uno de sus elementos principales el animo de dar muerte.
CÓDIGO PROCESAL PENAL POR LA FALTA DE APLICACIÓN DEL ARTÍCULO 126 DEL
CÓDIGO PENAL.
Por resultar manifiestamente indispensable para la exposición del presente motivo, hago
nuevamente relación a que en la Sentencia de segunda instancia, objeto del presente recurso de Casación se
TRIBUNAL ESTIMA ACREDITADO, III, “Usted Acusado, cuando se dirigía hacía dicha residencia, paso
por un callejón en donde se encontraban las Víctimas, trabajando en la construcción de una zanja que
serviría como desagüe, entabló comunicación, y después de intercambiar palabras y sintiéndose ofendido,
desenfundó el arma de fuego, tipo pistola, marca C, modelo sesenta, calibre nueve milímetros, registro
cuatro mil, realizando disparos en contra de la integridad física de la Víctimas.”, en este hecho acreditado,
tan importante, en ningún momento se hace referencia a la supuesta agresión de que fue objeto el
sindicado, por lo que no puede subsumirse en el hecho que la acción realizada por el acusado, estaba
encaminada a la defensa de su vida, y que su intención no era causar la muerte a la víctimas, y por tanto, el
miedo de ser atacado se tornó en un acto incontrolado, todo lo contrario, se hace referencia a que después
de intercambiar palabras y SINTIÉNDOSE OFENDIDO, el hoy acusado, desenfundó su arma, la cual esta
intencionalidad del agente de encuadrar su accionar en la figura delictiva de Homicidio simple, ya que la
circunstancia de que el tribunal sentenciador de por acreditado que como consecuencia de que el hoy
acusado se sintió ofendido, desenfundó su arma y disparo en contra de las víctimas, refleja el dolo con el
cual actuó el procesado. Por lo anterior, esta Sala llega al convencimiento que el Tribunal Sentenciador,
aplicó erróneamente la norma sustantiva que sirvió para tipificar la figura delictiva por la cual se condenó
Código Penal, de igual manera, por lo ya considerado, hubo inobservancia en la aplicación del artículo 123
del Código Penal, relativo al delito de Homicidio, en virtud de que, tal y como se indicó con anterioridad,
los hechos acreditados por el tribunal de sentencia, se subsumen en el ilícito penal citado. (páginas 11 y 12
de la sentencia recurrida).
La Sala Primera de la Corte de Apelaciones del Ramo Penal, Narcoactividad y Delitos Contra el
Ambiente, al hacer estas consideraciones viola el artículo 126 del Código Penal, que establece el delito de
ARGUMENTACIÓN:
1) El Tribunal de Segunda Instancia al fundamentar la sentencia que es objeto del presente Recurso
circunstanciada del hecho que el tribunal de sentencia estimó acreditado, a la supuesta agresión de que fue
objeto del sindicado, se debe variar la tipificación que hizo el tribunal de sentencia de los hechos del delito
determinación precisa y circunstanciada del hecho que estimo acreditado, al indicar de forma clara y
precisa -como bien lo indica el Tribunal de Segunda Instancia- que el acusado se sintió ofendido,
determinado, de las palabras ofendido, ofensa y ofender, que son los sustantivos y verbo, que fueron
utilizados por el Tribunal Cuarto de Sentencia Penal, Narcoactividad y Delitos Contra el Ambiente,
al fundamentar la agresión de que fue objeto el acusado, situación que debe ser subsanada de
conformidad con la Ley de Organismo Judicial y hacer uso de las definiciones establecidas en el
Diccionario de la Real Academia Española, el cual define al ofendido como el que ha recibido alguna
ofensa; la ofensa la define como la acción y efecto de ofender; y al verbo ofender lo define como
hacer daño a alguien físicamente, hiriéndolo o maltratándolo; definiciones que claramente dejan en
claro que el Tribunal de Primera Instancia utilizó, la expresión SINTIÉNDOSE OFENDIDO, para
dejar en claro que tenía como un hecho acreditado que el acusado fue objeto de agresión por parte
de las víctimas que nunca tuvo la intención de causar la muerte de las mismas, sino que únicamente
tuvo la intención de defenderse de una agresión, defensa que por otros motivos totalmente distintos y
divergentes a una intención de matar, no fue aceptada por el Tribunal Sentenciador de Primera
Instancia como una legítima defensa, circunstancias que hacen perfectamente aplicable el artículo
126 del Código Penal, que establece el delito de HOMICIDIO PRETERINTENCIONAL, pues el
acusado causó la muerte de las víctimas sin tener la intención de hacerlo, pues aunque si tenía la
intención de causar un daño a las víctimas con el fin de detener la agresión de que estaba siendo
objeto por dos hombres, nunca tuvo la intención de matar a los mismos.
subsumirse que la acción realizada por el acusado, estaba encaminada a la defensa de su vida, y que su
intención no era causar la muerte a las víctimas, y por tanto, el miedo de ser atacado se tornó en un acto
incontrolado, todo lo contrario. Resulta por demás fácil establecer, que la razón por la cual el
circunstanciada del hecho que se tuvo por acreditado, que la intención del acusado era la de causar
la muerte de las víctimas, es porque ese hecho no se tuvo por acreditado, circunstancia que sirvió de
manera clara y precisa a este Tribunal Sentenciador, para establecer que no habiendo órgano de
prueba que indicará que había habido en el acusado la intención de causar la muerte de las víctimas
y siendo que el delito de homicidio es un delito doloso, que tiene por característica principal el animo
de dar muerte, esta acción no podía haberse encuadrado en esta figura delictiva, razonamiento del
Tribunal Sentenciador de Primera Instancia, que a pesar de ser de observancia indispensable para
establecer el por qué se encuadraron las acciones del acusado en el delito de HOMICIDIO
cometiendo una clara infracción a la ley, incurrió en error de derecho al encuadrar las acciones
establecidas en la determinación precisa y circunstanciada del hecho que tuvo por acreditado por el
Tribunal Sentenciador de Primera Instancia, en el delito de Homicidio sin que se hubiera acreditado
de forma detallada y precisa que el acusado tuvo la intención de causar la muerte de las víctimas,
acciones que sin lugar a dudas o confusión, claramente se escuadran en el presupuesto de hecho del
3) El error cometido por el Tribunal de Segunda Instancia al dictar la Sentencia que se impugna por
medio del presente Recurso de Casación, me causa un agravio real y efectivo, que puede acabar no solo
con mi vida social, familiar y laboral, sino que física, ya que la consecuencia de la infracción a ley
cometida, como lo es el error de derecho al tipificar los hechos aún siendo estos delictuosos en un tipo
penal inaplicable en inobservancia del artículo 126 del Código Penal, infracciones que influyeron
decisivamente en la parte resolutiva de la Sentencia de Segunda Instancia recurrida, pues de una pena de
ocho años prisión en total, que me había sido impuesta por el Tribunal Sentenciador de Primera Instancia,
la misma fue aumentada por el Tribunal de Segunda Instancia, a través de la sentencia hoy impugnada, a
1) La Honorable Corte Suprema de Justicia, con fundamentándose en los artículos 441, numeral 5),
del Código Procesal Penal y 126 del Código Penal, debe dictar la resolución que en derecho corresponde
Casando la Sentencia de Segunda Instancia impugnada, con arreglo a la ley y a la doctrina aplicable,
declarando que la Sala primera de la Corte de Apelaciones del Ramo Penal, Narcoactividad y Delitos
Contra el Ambiente, cometió infracciones de la ley que influyeron decisivamente en la parte resolutiva de
la sentencia recurrida, pues le faltó aplicar el artículo 126 del Código Penal, ya que encuadra los hechos
presupuesto de hecho del delito de Homicidio, cuando lo correcto era encuadrarlos como lo hizo el
establecido en el artículo 126 del Código Penal, ya que no se acredito el hecho de que el acusado tuviera la
intención de causar la muerte de las víctimas, circunstancia indispensable para tipificar una acción y
encuadrarla en el presupuesto de hecho del delito de Homicidio, el cual es un delito doloso que tiene como
uno de sus elementos principales el animo de dar muerte; sin embargo al no haberse tenida por acredita la
intención de matar a las víctimas y habiéndose consumado este daño no deseado, resulta idóneo tipificar la
CÓDIGO PROCESAL PENAL POR LA FALTA DE APLICACIÓN DEL ARTÍCULO 421 DEL
1) En cuanto a este caso de procedencia, tiene su fundamentación en que el artículo 421 del Código
Procesal Penal, es un precepto legal del ordenamiento jurídico guatemalteco, cuya falta de aplicación –
como sucede en este caso concreto-, tuvo influencia decisiva en la parte resolutiva de la sentencia que hoy
se impugna, razón por la cual este precepto legal no aplicado hace procedente el Recurso de Casación por
Motivo de Fondo.
cuanto al Primer Submotivo de Fondo invocado por el Ministerio Público: “La aplicación que pretende, es
que se haga una análisis de la norma invocada como erróneamente aplicada en concordancia con el
contenido del fallo impugnado, para establecer que no acontece el delito de Homicidio Preterintencional y
si el de Homicidio simple, solicitando se acoja el recurso, se anule la sentencia y se condene al acusado por
Fondo se manifiesta: “La aplicación que se pretende, es que, al conocer el recurso, se haga un análisis de la
norma invocada como inobservada en su aplicación en concordancia con el fallo impugnado, solicitando se
acoja el Recurso de Apelación Especial por motivo de fondo, se anule la sentencia, se dicte la que
La Sala primera de la Corte de Apelaciones del Ramo Penal, Narcoactividad y Delitos Contra el
Ambiente, al hacer estas consideraciones viola el artículo 421 del Código Procesal Penal, que establece que
el tribunal de apelación especial conocerá solamente de los puntos de la sentencia impugnada expresados
1) Como fácilmente pueden observar los señores Magistrados de la Corte Suprema de Justicia a
quienes me dirijo, el Ministerio Público en el primer submotivo ya descrito, dirige como pretensión a los
Magistrados de la Sala primera de la Corte de Apelaciones del Ramo Penal, Narcoactividad y Delitos
Contra el Ambiente, que se analice la norma invocada y se establezca que no se cometió el delito de
Homicidio Preterintencional sino el delito de Homicidio simple. En primer lugar lo que solicita el
guatemalteco no existe el delito de Homicidio simple, sin embargo la Sala Segunda en una clara
infracción de ley, viola un precepto legal por falta de aplicación del artículo 421 del Código Procesal
Penal, violación que tiene influencia decisiva en la parte resolutiva de la sentencia recurrida en
Casación, ya que resuelve ULTRA PETITA, es decir que aunque se le pide algo imposible de
cumplir, conoce y resuelve sobre puntos no expresados en el recurso de Apelación Especial que
resuelve.
solicitudes imposibles de cumplir, pues pide que se condene al acusado por el delito de Homicidio a la
pena de veintiséis años de prisión. Siendo que fui condenado por el delito de Homicidio
Preterintencional en concurso real a la pena de ocho años de prisión, a razón de cuatro años de
prisión por la muerte de cada una de las víctimas, como puede la Sala Segunda imponer una pena de
prisión de treinta años, que nunca fue solicitada, además de que la pena solicitada por el Ministerio
Público es imposible de imponer, pues por la comisión del delito de Homicidio en Concurso Real,
pide veintiséis años de prisión, a razón de trece años de prisión por la muerte de cada una de las
víctimas; sin embargo la Sala en una clara infracción de ley, viola un precepto legal por falta de
aplicación del artículo 421 del Código Procesal Penal, violación que tiene influencia decisiva en la
parte resolutiva de la sentencia recurrida en Casación, ya que resuelve ULTRA PETITA, es decir
que aunque se le pide algo imposible de cumplir, conoce y resuelve sobre puntos no expresados en el
recurso de Apelación Especial y me impone una pena de treinta años de prisión a razón de quince
1) Los Magistrados de la Honorable Corte Suprema de Justicia, con fundamento en los artículos 441,
numeral 5), del Código Procesal Penal y 421 del Código Penal, deben dictar la resolución que en derecho
corresponde Casando la Sentencia de Segunda Instancia impugnada, con arreglo a la ley y a la doctrina
aplicable, declarando que la Sala primera de la Corte de Apelaciones del Ramo Penal, Narcoactividad y
Delitos Contra el Ambiente, cometió infracciones de la ley que influyeron decisivamente en la parte
resolutiva de la Sentencia recurrida, pues aunque los argumentos del Ministerio Público contenidos en su
recurso de Apelación Especial no susceptibles de ser resueltos de conformidad con la ley, no sólo porque
no le era dable acceder a su solicitud, sino que también la misma no se encontraba en el ámbito de su
conocimiento.
CÓDIGO PROCESAL PENAL POR LA FALTA DE APLICACIÓN DEL ARTÍCULO 430 DEL
1) En cuanto a este caso de procedencia, tiene su fundamentación en que el artículo 430 del Código
Procesal Penal, es un precepto legal del ordenamiento jurídico guatemalteco, cuya falta de aplicación –
como sucede en este caso concreto-, tuvo influencia decisiva en la parte resolutiva de la sentencia que hoy
se impugna, razón por la cual este precepto legal no aplicado hace procedente el Recurso de Casación por
Motivo de Fondo.
2) Por resultar manifiestamente indispensable para la exposición del presente motivo, hago
nuevamente relación a que en la Sentencia de segunda instancia, objeto del presente recurso de Casación se
TRIBUNAL ESTIMA ACREDITADO, III, “Usted Acusado, cuando se dirigía hacía dicha residencia, paso
por un callejón en donde se encontraban las Víctimas, trabajando en la construcción de una zanja que
serviría como desagüe, entabló comunicación, y después de intercambiar palabras y sintiéndose ofendido,
desenfundó el arma de fuego, tipo pistola, marca C, modelo sesenta, calibre nueve milímetros, registro
cuatro mil, realizando disparos en contra de la integridad física de la Víctimas.”, en este hecho acreditado,
tan importante, en ningún momento se hace referencia a la supuesta agresión de que fue objeto el
sindicado, por lo que no puede subsumirse en el hecho que la acción realizada por el acusado, estaba
encaminada a la defensa de su vida, y que su intención no era causar la muerte a la víctimas, y por tanto, el
miedo de ser atacado se tornó en un acto incontrolado, todo lo contrario, se hace referencia a que después
de intercambiar palabras y SINTIÉNDOSE OFENDIDO, el hoy acusado, desenfundó su arma, la cual esta
intencionalidad del agente de encuadrar su accionar en la figura delictiva de Homicidio simple, ya que la
circunstancia de que el tribunal sentenciador de por acreditado que como consecuencia de que el hoy
acusado se sintió ofendido, desenfundó su arma y disparo en contra de las víctimas, refleja el dolo con el
cual actuó el procesado. Por lo anterior, esta Sala llega al convencimiento que el Tribunal Sentenciador,
aplicó erróneamente la norma sustantiva que sirvió para tipificar la figura delictiva por la cual se condenó
Código Penal, de igual manera, por lo ya considerado, hubo inobservancia en la aplicación del artículo 123
del Código Penal, relativo al delito de Homicidio, en virtud de que, tal y como se indicó con anterioridad,
los hechos acreditados por el tribunal de sentencia, se subsumen en el ilícito penal citado. (páginas 11 y 12
de la sentencia recurrida).
La Sala Primera de la Corte de Apelaciones del Ramo Penal, Narcoactividad y Delitos Contra el
Ambiente, al hacer estas consideraciones viola el artículo 430 del Código Procesal Penal, por falta de
ARGUMENTACIÓN:
El Tribunal de Segunda Instancia, considera que no puede subsumirse en el hecho que el Tribunal
Sentenciador, tuvo por acreditado, que la acción realizada por el acusado, estaba encaminada a la defensa
de su vida y que su intención no era causar la muerte a las víctimas, y por tanto, el miedo de ser atacado se
tornó en un acto incontrolado, todo lo contrario. La razón por la cual el Tribunal Sentencia, no
estableció en la determinación precisa y circunstanciada del hecho que tuvo por acreditado, que la
intención del acusado era la de causar la muerte de las víctimas, es porque ese hecho no se tuvo por
acreditado, circunstancia que sirvió de manera clara y precisa a este Tribunal Sentenciador de
Primera Instancia, para establecer que no habiendo órgano de prueba que indicará que había
habido intención del acusado de causar la muerte de las víctimas y siendo que el delito de homicidio
es un delito doloso, que tiene por característica principal el animo de dar muerte, esta acción no
podía haberse encuadrado en esta figura delictiva; razonamiento del Tribunal Sentenciador de
especial importancia, que no fue considerado por el Tribunal de Segunda Instancia, el cual
cometiendo una clara infracción a la ley, al dictar la Sentencia de Segunda Instancia tiene por
acreditado un hecho decisivo para agravar la pena que había sido impuesta de ocho años de prisión
por la treinta años de prisión, siendo este nuevo hecho -el que el acusado tenía la intención de dar
muerte a las víctimas-, hecho que no se tuvo por probado en Tribunal de Sentencia. Tal actitud de la
Sala Segunda -de hacer merito de los hechos que fueron declarados probados por el Tribunal de
Sentencia-, viola el artículo 430 del Código Procesal Penal, por falta de su aplicación.
1) La Honorable Corte Suprema de Justicia, con fundamentándose en los artículos 441, numeral 5) y
430 del Código Procesal Penal, debe dictar la resolución que en derecho corresponde Casando la Sentencia
de Segunda Instancia impugnada, con arreglo a la ley y a la doctrina aplicable, declarando que la Sala
Primera de la Corte de Apelaciones del Ramo Penal, Narcoactividad y Delitos Contra el Ambiente,
cometió infracciones de la ley que influyeron decisivamente en la parte resolutiva de la sentencia recurrida,
pues hizo merito de los hechos que fueron declarados probados por el Tribunal de Sentencia, lo cual
hecho del delito de Homicidio, cuando lo correcto era encuadrarlos como lo hizo el Tribunal Sentenciador
de Primera Instancia, que ya había hecho merito de ellos, en el tipo penal de HOMICIDIO
PRETERINTENCIONAL.
PETICIÓN:
A) DE TRAMITE:
b) Que se tome nota de los lugares que señalo para recibir notificaciones y citaciones;
c) Que se tenga como mi Abogado Defensor durante la tramitación del Recurso de Casación al
d) Que se tenga por interpuesto el Recurso de Casación por motivo de Fondo, contra la Sentencia
dictada por la Sala Primera de la Corte de Apelaciones del Ramo Penal, Narcoactividad y Delitos contra el
e) Que estando el recurso en forma y en tiempo, se admita el mismo y sean requeridos los autos a la
f) Que recibidas las actuaciones en el Tribunal de Casación, por estar el recurso arreglado a derecho,
defectos u omisiones de forma o de fondo, el tribunal me lo haga saber dándome el plazo legal para que lo
amplié o corrija;
g) Admitido el recurso de casación por motivo de fondo, se fije lugar, día y hora para la celebración
B) DE FONDO:
IV) Que las penas de prisión impuestas suman el total de ocho años de prisión inconmutables.
V) Que las penas de prisión impuestas deberán cumplirlas en el Centro Penitenciario que designe el
Juez de Ejecución respectivo, con abono de la prisión efectivamente padecida desde el momento de la
detención.
FUNDAMENTO LEGAL: Me baso en los artículos citados y en los siguientes: 1, 3, 5, 7, 12, 13,
15, 17, 20, 37, 40, 43, 45, 48, 49, 92, 93, 96, 151, 160, 181, 182, 183, 185, 186, 398, 399 y 437 al 452 del
f)___________________
EN SU AUXILIO: