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RECURSO DE CASACIÓN PENAL NUEVO

HONORABLES MAGISTRADOS DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, CÁMARA PENAL:

Hugo Alexander Och Barrios, de veintinueve años de edad, soltero, guatemalteco, maestro, con

domicilio en el departamento de Alta Verapaz, por este medio respetuosamente y comparezco a exponer

los siguientes:

HECHOS:

I) RAZÓN DE MÍ GESTIÓN:

Comparezco a interponer RECURSO DE CASACIÓN POR MOTIVOS DE FONDO, en

contra de la Sentencia de fecha doce de febrero del año dos mil veinticuatro, dictada por la Sala

_____________ de la Corte de Apelaciones del Ramo Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente,

en virtud del Recurso de Apelación Especial promovido por el MINISTERIO PÚBLICO, en contra de la

Sentencia de fecha diez de mayo del año dos ____________, dictada por el Tribunal Cuarto de Sentencia

Penal, Narcoactividad y Delitos Contra el Ambiente, en la cual se condena a mi persona, por los Delitos de

Homicidio Preterintencional en Concurso Real.

II) SUJETOS PROCESALES:

A) ACUSADOR PÚBLICO: El Ministerio Público a través de la Fiscal Cesar Haroldo Calel

QUEJ

B) PROCESADO: HUGO ALEXANDER OCH BARRIOS

C) DEFENSOR: Propongo como mi Abogado Defensor durante la tramitación del presente Recurso

de Casación al Licenciada Adely Yohana Caal

III) LA RESOLUCIÓN RECURRIDA:

La resolución que recurro es la emitida por la Sala _____________ de la Corte de Apelaciones del

Ramo Penal, Narcoactividad y Delitos Contra el Ambiente, de fecha _______________ de ___________

del año ___________, que resuelve el recurso de Apelación Especial, promovido por el Ministerio Público,

contra del fallo emitido por el Tribunal Cuarto de Sentencia Penal, Narcoactividad y delitos Contra el
Ambiente, en mi contra por los delitos de Homicidio Preterintencional en Concurso Real, modificando la

Calificación Jurídica a Homicidio y aumentando la pena de ocho años de prisión impuesta por el Tribunal

de Primer Grado a treinta años de prisión.

IV) FECHA DE LA NOTIFICACIÓN DE LA SENTENCIA QUE SE RECURRE:

La Sentencia recurrida en CASACIÓN, fue notificada a mi persona el _____ de ________ del año

__________.

V) LUGAR PARA NOTIFICAR LO REFERENTE AL RECURSO DE CASACIÓN:

A) PROCESADO: __________________________, en el Centro de Detención Preventiva para

Hombres de la zona dieciocho del Municipio de Guatemala, departamento de Guatemala.

B) DEFENSOR: Licenciado _________________________________, en la___________________

______________________________________________________________________________________

C) ACUSADOR PÚBLICO: MINISTERIO PUBLICO, a través de la Agente Fiscal,

_________________, en su calidad de agente Fiscal de la Unidad d Impugnaciones de dicha institución,

quien puede ser notificada en la ___________________________________________________________.

VI) PROCEDENCIA DEL RECURSO DE CASACIÓN:

La procedencia del presente recurso, está contenida en el artículo 437 numeral 1), del Código

Procesal Penal, en virtud de que se impugna una Sentencia dictada por la Sala Segunda de la Corte de

Apelaciones del Ramo Penal, Narcoactividad y Delitos Contra el Ambiente, que resuelve en definitiva un

Recurso de Apelación Especial.

VII) LEGITIMACIÓN DEL INTERPONENTE DEL RECURSO DE CASACIÓN:

De conformidad con el artículo 438 del Código Procesal Penal, en mi calidad de procesado y por

ende parte en el Recurso de Apelación Especial, que fue resuelto por la Sentencia de Segunda Instancia que

hoy recurro, tengo el derecho de interponer el presente Recurso de Casación.

VIII) MOTIVOS DEL PRESENTE RECURSO DE CASACIÓN:


El presente Recurso de Casación se interpone por MOTIVOS DE FONDO, en virtud de que

considero que la Sentencia de Segunda Instancia que hoy recurro en Casación y que fuera dictada por la

Sala primera de la Corte de Apelaciones del Ramo Penal, Narcoactividad y Delitos Contra el Ambiente,

contiene infracciones de la ley que influyeron decisivamente en la parte resolutiva de dicha Sentencia, que

me causa agravios reales y efectivos.

FUNDAMENTOS:

I) CASOS DE PROCEDENCIA: Interpongo el presente Recurso de Casación con fundamento en

los siguientes casos de procedencia:

1) Artículo 441, numeral 2), del Código Procesal Penal, que establece: Cuando siendo delictuosos los

hechos, se incurrió en error de derecho en su tipificación.

2) Artículo 441, numeral 4), del Código Procesal Penal, que establece: Si la sentencia tiene por

acreditado un hecho decisivo para absolver, condenar, atenuar o agravar la pena, sin que se haya tenido por

probado tal hecho en el tribunal de sentencia.

3) Artículo 441, numeral 5), del Código Procesal Penal, que establece: Si la resolución viola un

precepto constitucional o legal por errónea interpretación, indebida aplicación o falta de aplicación, cuando

dicha violación haya tenido influencia decisiva en la parte resolutiva de la sentencia o del auto.

II) ARTÍCULOS CITADOS COMO VIOLADOS:

1) Para el caso de procedencia contenido en el numeral 2 del artículo 441 del Código Procesal Penal,

los artículos 123 y 126 del Código Penal;

2) Para el caso de procedencia contenido en el numeral 4 del artículo 441 del Código Procesal Penal,

los artículos 123 y 126 del Código Penal;

3) Para el caso de procedencia contenido en el numeral 5 del artículo 441 del Código Procesal Penal,

los artículos 123, 126 del Código Penal y 421 y 430 del Código Procesal Penal.

Cada norma citada como violada será debidamente individualizada con su respectivo caso de

procedencia, argumento y aplicación que pretendo en el presente recurso de Casación.


III) MOTIVOS DE FONDO: Los motivos de Fondo claramente detallados, individualizados,

argumentados y fundamentos, por los cuales interpongo el presente Recurso de Casación son los que a

continuación se describen:

A) CASO DE PROCEDENCIA CONTENIDO EN EL ARTÍCULO 441, NUMERAL 2) DEL

CÓDIGO PROCESAL PENAL AL APLICAR ERRÓNEAMENTE EL ARTÍCULO 123 DEL

CÓDIGO PENAL:

En la Sentencia de Segunda Instancia, objeto del presente recurso de Casación se expresa: DE LA

DETERMINACIÓN PRECISA Y CIRCUNSTANCIADA DEL HECHO QUE EL TRIBUNAL ESTIMA

ACREDITADO, III, “Usted Acusado, cuando se dirigía hacía dicha residencia, paso por un callejón en

donde se encontraban las Víctimas, trabajando en la construcción de una zanja que serviría como desagüe,

entabló comunicación, y después de intercambiar palabras y sintiéndose ofendido, desenfundó el arma de

fuego, tipo pistola, marca Luger C, modelo sesenta, calibre nueve milímetros, registro cuatro mil,

realizando disparos en contra de la integridad física de la Víctimas.”, en este hecho acreditado, tan

importante, en ningún momento se hace referencia a la supuesta agresión de que fue objeto el sindicado,

por lo que no puede subsumirse en el hecho que la acción realizada por el acusado, estaba encaminada a la

defensa de su vida, y que su intención no era causar la muerte a las víctimas, y por tanto, el miedo de ser

atacado se tornó en un acto incontrolado, todo lo contrario, se hace referencia a que después de

intercambiar palabras y SINTIÉNDOSE OFENDIDO, el hoy acusado, desenfundó su arma, la cual esta

debidamente identificada en autos, y realizó disparos en contra de la víctimas, lo que determina la

intencionalidad del agente de encuadrar su accionar en la figura delictiva de Homicidio simple, ya que la

circunstancia de que el tribunal sentenciador de por acreditado que como consecuencia de que el hoy

acusado se sintió ofendido, desenfundó su arma y disparo en contra de las víctimas, refleja el dolo con el

cual actuó el procesado. Por lo anterior, esta Sala llega al convencimiento que el Tribunal Sentenciador,

aplicó erróneamente la norma sustantiva que sirvió para tipificar la figura delictiva por la cual se condenó

al sindicado, es decir delito de HOMICIDIO PRETERINTENCIONAL, contenido en el artículo 126 del


Código Penal, de igual manera, por lo ya considerado, hubo inobservancia en la aplicación del artículo 123

del Código Penal, relativo al delito de Homicidio, en virtud de que, tal y como se indicó con anterioridad,

los hechos acreditados por el tribunal de sentencia, se subsumen en el ilícito penal citado. (páginas 11 y 12

de la sentencia recurrida).

La Sala Primera de la Corte de Apelaciones del Ramo Penal, Narcoactividad y Delitos Contra el

Ambiente, al hacer estas consideraciones infringe el artículo 123 del Código Penal, el cual establece el

delito de HOMICIDIO, al aplicarlo erróneamente, lo cual se hace viable por el caso de procedencia

señalado supra, en virtud de lo siguiente:

ARGUMENTACIÓN:

1) Como fácilmente pueden observar los señores Magistrados de la Corte Suprema de Justicia a

quienes me dirijo, los Magistrados de la Sala, al fundamentar la sentencia de segunda instancia que hoy

recurro en Casación, manifiestan que al no haberse hecho referencia en la determinación precisa y

circunstanciada del hecho que el tribunal de sentencia estimó acreditado, a la supuesta agresión de que fue

objeto del sindicado, se debe variar la tipificación que hizo el tribunal de sentencia de los hechos del delito

de Homicidio Preterintencional al de Homicidio simple. Es indispensable señores Magistrados que se

establezca en primer lugar que el delito de Homicidio simple no existe en el ordenamiento jurídico

guatemalteco, razón por la cual esta fundamentación carece cimentación legal alguna, pues encuadra

una acción en presupuesto de hecho de un delito inexistente; esto sin olvidar señores Magistrados

que el Tribunal de Sentencia si estableció una agresión en contra del sindicado en la determinación

precisa y circunstanciada del hecho que estimó acreditado, al indicar que el acusado se sintió

ofendido, pues ya que no existe en el ordenamiento jurídico guatemalteco un concepto legal de

ofendido, ofensa y ofender, que son los sustantivos y verbo, que fueron utilizados por el Tribunal de

Sentencia, al calificar la agresión de que fue objeto el acusado, de conformidad con la Ley del

Organismo Judicial, debemos hacer uso de las definiciones establecidas en el Diccionario de la Real

Academia Española, en el cual se define al ofendido como el que ha recibido alguna ofensa; la ofensa
la define como la acción y efecto de ofender; y al verbo ofender lo define como hacer daño a alguien

físicamente, hiriéndolo o maltratándolo, circunstancias que hacen inaplicable el artículo 123 del

Código Penal, para el encuadramiento de la acción delictiva descrita por el Tribunal de Sentencia.

2) Hace relación el Tribunal de Segunda Instancia, que no puede subsumirse que la acción realizada

por el acusado, estaba encaminada a la defensa de su vida, y que su intención no era causar la muerte a las

víctimas, y por tanto, el miedo de ser atacado se tornó en un acto incontrolado, todo lo contrario. Es

sencillo señores Magistrados de la Corte Suprema de Justicia, establecer que la razón por la cual el

Tribunal Sentencia, no estableció en la determinación precisa y circunstanciada del hecho que tuvo

por acreditado, que la intención del acusado era la de causar la muerte de las víctimas, es porque ese

hecho no se tuvo por acreditado, circunstancia que sirvió de manera clara y precisa a este Tribunal

Sentenciador, para establecer que no habiendo órgano de prueba que indicará que había habido

intención del acusado de causar la muerte de las víctimas y siendo que el delito de homicidio es un

delito doloso, que tiene por característica principal el animo de dar muerte, esta acción no podía

haberse encuadrado en esta figura delictiva, razonamiento del Tribunal Sentenciador de especial

importancia, que no fue considerado por el Tribunal de Segunda Instancia, el cual cometiendo una

clara infracción a la ley, incurrió en error de derecho al encuadrar las acciones establecidas en la

determinación precisa y circunstanciada del hecho que tuvo por acreditado el Tribunal de Sentencia

en el delito de Homicidio, sin que se hubiere acreditado de forma detallada y precisa que el acusado

tuvo la intención de causar la muerte de las víctimas.

3) Resulta indispensable señores Magistrados que se advierta el error cometido por el Tribunal de

Segunda Instancia al dictar la sentencia que hoy recurro en Casación, y que el mismo sea subsanado, pues

la misma me causa un agravio real y efectivo, que puede acabar con mi vida, social, laboral e incluso con

física, ya que de una pena de prisión de ocho años en total, que me había sido impuesta por el Tribunal de

Primera Instancia, la misma fue aumentada por la sentencia de segunda instancia hoy impugnada, a treinta

años de prisión, sin que esta agravación de la pena tenga fundamentación legal alguna, sino que
únicamente se haya hecho en infracción de la ley y en errónea aplicación de un tipo delictivo como lo es el

establecido en el artículo 123 del Código Penal.

EN CUANTO A LA APLICACIÓN QUE PRETENDO:

1) Los Magistrados de la Honorable Corte Suprema de Justicia, con fundamento en los artículos 441,

numeral 2), del Código Procesal Penal y 123 del Código Penal, deben dictar la resolución que en derecho

corresponde Casando la Sentencia de Segunda Instancia impugnada, con arreglo a la ley y a la doctrina

aplicable, declarando que la Sala primera de la Corte de Apelaciones del Ramo Penal, Narcoactividad y

Delitos Contra el Ambiente, cometió infracciones de la ley que influyeron decisivamente en la parte

resolutiva de la sentencia recurrida, pues aun siendo delictuosos los hechos que tuvo por acreditados de

forma precisa y circunstanciada el Tribunal Sentenciador, la Sala incurrió en error de derecho al tipificarlos

en el presupuesto de hecho del delito de Homicidio, ya que no se probó o se tuvo por acreditado el hecho

de que el acusado tuviera la intención de causar la muerte de las víctimas, circunstancia indispensable para

tipificar una acción y encuadrarla en el presupuesto de hecho del delito de Homicidio, el cual es un delito

doloso que tiene como uno de sus principales elementos el animo de dar muerte.

B) CASO DE PROCEDENCIA CONTENIDO EN EL ARTÍCULO 441, NUMERAL 2) DEL

CÓDIGO PROCESAL PENAL RESPECTO A LA INOBSERVANCIA DEL ARTÍCULO 126 DEL

CÓDIGO PENAL.

Por resultar manifiestamente indispensable para la exposición del presente motivo, hago

nuevamente relación a que en la Sentencia de Segunda Instancia, objeto del presente recurso de Casación

se expresó: DE LA DETERMINACIÓN PRECISA Y CIRCUNSTANCIADA DEL HECHO QUE EL

TRIBUNAL ESTIMA ACREDITADO, III, “Usted Acusado, cuando se dirigía hacía dicha residencia, paso

por un callejón en donde se encontraban las Víctimas, trabajando en la construcción de una zanja que

serviría como desagüe, entabló comunicación, y después de intercambiar palabras y sintiéndose ofendido,

desenfundó el arma de fuego, tipo pistola, marca Luger C, modelo sesenta, calibre nueve milímetros,

registro cuatro mil, realizando disparos en contra de la integridad física de la Víctimas.”, en este hecho
acreditado, tan importante, en ningún momento se hace referencia a la supuesta agresión de que fue objeto

el sindicado, por lo que no puede subsumirse en el hecho que la acción realizada por el acusado, estaba

encaminada a la defensa de su vida, y que su intención no era causar la muerte a la víctimas, y por tanto, el

miedo de ser atacado se tornó en un acto incontrolado, todo lo contrario, se hace referencia a que después

de intercambiar palabras y SINTIÉNDOSE OFENDIDO, el hoy acusado, desenfundó su arma, la cual esta

debidamente identificada en autos, y realizó disparos en contra de la víctimas, lo que determina la

intencionalidad del agente de encuadrar su accionar en la figura delictiva de Homicidio simple, ya que la

circunstancia de que el tribunal sentenciador de por acreditado que como consecuencia de que el hoy

acusado se sintió ofendido, desenfundó su arma y disparo en contra de las víctimas, refleja el dolo con el

cual actuó el procesado. Por lo anterior, esta Sala llega al convencimiento que el Tribunal Sentenciador,

aplicó erróneamente la norma sustantiva que sirvió para tipificar la figura delictiva por la cual se condenó

al sindicado, es decir delito de HOMICIDIO PRETERINTENCIONAL, contenido en el artículo 126 del

Código Penal, de igual manera, por lo ya considerado, hubo inobservancia en la aplicación del artículo 123

del Código Penal, relativo al delito de Homicidio, en virtud de que, tal y como se indicó con anterioridad,

los hechos acreditados por el tribunal de sentencia, se subsumen en el ilícito penal citado. (páginas 11 y 12

de la sentencia recurrida).

La Sala Primera de la Corte de Apelaciones del Ramo Penal, Narcoactividad y Delitos Contra el

Ambiente, al hacer estas consideraciones viola el artículo 126 del Código Penal, que establece el delito de

HOMICIDIO PRETERINTENCIONAL, por inobservancia, en virtud de lo siguiente:

ARGUMENTACIÓN:

1) Es indiscutible señores Magistrados de la Corte Suprema de Justicia, que el Tribunal de Segunda

Instancia, al fundamentar la sentencia que es objeto del presente Recurso de Casación, consideró que al no

haberse supuestamente hecho referencia en la determinación precisa y circunstanciada del hecho que el

tribunal de sentencia estimó acreditado, a la supuesta agresión de que fue objeto del sindicado, se debe

variar la tipificación que hizo el tribunal de sentencia de los hechos del delito de Homicidio
Preterintencional al de Homicidio simple. Consideración que no es real, pues el Tribunal de

Sentenciador de Primera Instancia, si estableció una agresión en contra del sindicado en la

determinación precisa y circunstanciada del hecho que estimo acreditado, al indicar de forma clara y

precisa -como bien lo indica el Tribunal de Segunda Instancia- que el acusado se sintió ofendido,

pues no existiendo en el ordenamiento jurídico guatemalteco un concepto legal, preciso y

determinado, de las palabras ofendido, ofensa y ofender, que son los sustantivos y verbo, que fueron

utilizados por el Tribunal Noveno de Sentencia Penal, Narcoactividad y Delitos Contra el Ambiente,

al fundamentar la agresión de que fue objeto el acusado, situación que debe ser subsanada de

conformidad con la Ley de Organismo Judicial y hacer uso de las definiciones establecidas en el

Diccionario de la Real Academia Española, el cual define al ofendido como el que ha recibido alguna

ofensa; la ofensa la define como la acción y efecto de ofender; y al verbo ofender lo define como

hacer daño a alguien físicamente, hiriéndolo o maltratándolo; definiciones que claramente dejan en

claro que el Tribunal de Primera Instancia utilizó, la expresión SINTIÉNDOSE OFENDIDO, para

dejar en claro que tenía como un hecho acreditado, que el acusado fue objeto de agresión por parte

de las víctimas y que nunca tuvo la intención de causar la muerte de las mismas sino que únicamente

tuvo la intención de defenderse de una agresión, defensa que por otros motivos totalmente distintos y

divergentes a una intención de matar, no fue aceptada por el Tribunal Sentenciador de Primera

Instancia como una legítima defensa, circunstancias que hacen perfectamente aplicable el artículo

126 del Código Penal, que establece el delito de HOMICIDIO PRETERINTENCIONAL, pues el

acusado causó la muerte de las víctimas sin tener la intención de hacerlo, pues aunque si tenía la

intención de causar un daño a las víctimas con el fin de detener la agresión de que estaba siendo

objeto por dos hombres, nunca tuvo la intención de matar a los mismos.

2) En relación a lo manifestado por el Tribunal de Segunda Instancia, en cuanto a que no puede

subsumirse que la acción realizada por el acusado, estaba encaminada a la defensa de su vida, y que su

intención no era causar la muerte a las víctimas, y por tanto, el miedo de ser atacado se tornó en un acto
incontrolado, todo lo contrario. Resulta por demás fácil establecer, que la razón por la cual el

Tribunal Sentenciador de Primera Instancia, no estableció en la determinación precisa y

circunstanciada del hecho que se tuvo por acreditado, que la intención del acusado era la de causar

la muerte de las víctimas, es porque ese hecho no se tuvo por acreditado, circunstancia que sirvió de

manera clara y precisa a este Tribunal Sentenciador, para establecer que no habiendo órgano de

prueba que indicará que había habido en el acusado la intención de causar la muerte de las víctimas

y siendo que el delito de homicidio es un delito doloso, que tiene por característica principal el animo

de dar muerte, esta acción no podía haberse encuadrado en esta figura delictiva, razonamiento del

Tribunal Sentenciador de Primera Instancia, que a pesar de ser de observancia indispensable para

establecer el por qué se encuadraron las acciones del acusado en el delito de HOMICIDIO

PRETERINTENCIONAL, no fue considerado por el Tribunal de Segunda Instancia, el cual

cometiendo una clara infracción a la ley, incurrió en error de derecho al encuadrar las acciones

establecidas en la determinación precisa y circunstanciada del hecho que tuvo por acreditado por el

Tribunal Sentenciador de Primera Instancia, en el delito de Homicidio, sin que se hubiera acreditado

de forma detallada y precisa que el acusado tuvo la intención de causar la muerte de las víctimas,

acciones que sin lugar a dudas o confusión claramente se escuadran en el presupuesto de hecho del

delito de HOMICIDIO PRETERINTENCIONAL, establecido en el artículo 126 del Código Penal,

norma que fue inobservada por Tribunal que dictó la sentencia que hoy es objeto de Casación.

3) El error cometido por el Tribunal de Segunda Instancia al dictar la sentencia que se impugna por

medio del presente Recurso de Casación, me causa un agravio real y efectivo, que puede acabar no solo

con vida social, familiar y laboral, sino que física, ya que la consecuencia de la infracción a ley cometida,

como lo es el error de derecho al tipificar los hechos aún siendo estos delictuosos en un tipo penal

inaplicable, en inobservancia del artículo 126 del Código Penal, infracciones que influyeron decisivamente

en la parte resolutiva de la sentencia de segunda instancia recurrida, pues de una pena de ocho años prisión

en total, que me había sido impuesta por el Tribunal Sentenciador de Primera Instancia, la misma fue
aumentada por el Tribunal de Segunda Instancia a través de la sentencia hoy impugnada, a treinta años de

prisión.

EN CUANTO A LA APLICACIÓN QUE PRETENDO:

1) La Honorable Corte Suprema de Justicia, con fundamentándose en los artículos 441, numeral 2),

del Código Procesal Penal y 126 del Código Penal, debe dictar la resolución que en derecho corresponde

Casando la Sentencia de Segunda Instancia impugnada, con arreglo a la ley y a la doctrina aplicable,

declarando que la Sala Primera de la Corte de Apelaciones del Ramo Penal, Narcoactividad y Delitos

Contra el Ambiente, cometió infracciones de la ley que influyeron decisivamente en la parte resolutiva de

la sentencia recurrida, pues aun siendo delictuosos los hechos que tuvo por acreditados de forma precisa y

circunstanciada el Tribunal Sentenciador, la Sala Segunda incurrió en error de derecho al tipificarlos en el

presupuesto de hecho del delito de Homicidio, cuando lo correcto era encuadrarlos como lo hizo el

Tribunal Sentenciador, en el tipo penal de HOMICIDIO PRETERINTENCIONAL, establecido en el

artículo 126 del Código Penal, ya que no se probó o se tuvo por acredito el hecho de que el acusado tuviera

la intención de causar la muerte de las víctimas, circunstancia indispensable para tipificar una acción y

encuadrarla en el presupuesto de hecho del delito de Homicidio, el cual es un delito doloso que tiene como

uno de sus elementos principales, el animo de dar muerte; sin embargo al no haberse tenida por acredita la

intención de matar a las víctimas y habiéndose consumado este daño no deseado, resulta idóneo tipificar la

acción cometida como un delito de HOMICIDIO PRETERINTENCIONAL EN CONCURSO REAL.

C) CASO DE PROCEDENCIA ARTÍCULO 441, NUMERAL 4) DEL CÓDIGO PROCESAL

PENAL AL APLICAR ERRÓNEAMENTE EL ARTÍCULO 123 DEL CÓDIGO PENAL:

En la Sentencia de Segunda Instancia, objeto del presente recurso de Casación se expresa: DE LA

DETERMINACIÓN PRECISA Y CIRCUNSTANCIADA DEL HECHO QUE EL TRIBUNAL ESTIMA

ACREDITADO, III, “Usted Acusado, cuando se dirigía hacía dicha residencia, paso por un callejón en

donde se encontraban las Víctimas, trabajando en la construcción de una zanja que serviría como desagüe,

entabló comunicación, y después de intercambiar palabras y sintiéndose ofendido, desenfundó el arma de


fuego, tipo pistola, marca C, modelo sesenta, calibre nueve milímetros, registro cuatro mil, realizando

disparos en contra de la integridad física de la Víctimas.”, en este hecho acreditado, tan importante, en

ningún momento se hace referencia a la supuesta agresión de que fue objeto el sindicado, por lo que no

puede subsumirse en el hecho que la acción realizada por el acusado, estaba encaminada a la defensa de su

vida, y que su intención no era causar la muerte a la víctimas, y por tanto, el miedo de ser atacado se tornó

en un acto incontrolado, todo lo contrario, se hace referencia a que después de intercambiar palabras y

SINTIÉNDOSE OFENDIDO, el hoy acusado, desenfundó su arma, la cual esta debidamente identificada

en autos, y realizó disparos en contra de la víctimas, lo que determina la intencionalidad del agente de

encuadrar su accionar en la figura delictiva de Homicidio simple, ya que la circunstancia de que el tribunal

sentenciador de por acreditado que como consecuencia de que el hoy acusado se sintió ofendido,

desenfundó su arma y disparo en contra de las víctimas, refleja el dolo con el cual actuó el procesado. Por

lo anterior, esta Sala llega al convencimiento que el Tribunal Sentenciador, aplicó erróneamente la norma

sustantiva que sirvió para tipificar la figura delictiva por la cual se condenó al sindicado, es decir delito de

HOMICIDIO PRETERINTENCIONAL, contenido en el artículo 126 del Código Penal, de igual manera,

por lo ya considerado, hubo inobservancia en la aplicación del artículo 123 del Código Penal, relativo al

delito de Homicidio, en virtud de que, tal y como se indicó con anterioridad, los hechos acreditados por el

tribunal de sentencia, se subsumen en el ilícito penal citado. (páginas 11 y 12 de la sentencia recurrida).

La Sala Primera de la Corte de Apelaciones del Ramo Penal, Narcoactividad y Delitos Contra el

Ambiente, al hacer estas consideraciones se viola el artículo 123 del Código Penal, que establece el delito

de HOMICIDIO, por errónea aplicación, en virtud de lo siguiente:

ARGUMENTACIÓN:

1) El Tribunal de Segunda Instancia, considera que no puede subsumirse en el hecho que el Tribunal

Sentenciador, tuvo por acreditado, que la acción realizada por el acusado, estaba encaminada a la defensa

de su vida y que su intención no era causar la muerte a las víctimas, y por tanto, el miedo de ser atacado se

tornó en un acto incontrolado, todo lo contrario. La razón por la cual el Tribunal Sentencia, no
estableció en la determinación precisa y circunstanciada del hecho que tuvo por acreditado, que la

intención del acusado era la de causar la muerte de las víctimas, es porque ese hecho no se tuvo por

acreditado, circunstancia que sirvió de manera clara y precisa a este Tribunal Sentenciador de

Primera Instancia, para establecer que no habiendo órgano de prueba que indicará que había

habido intención del acusado de causar la muerte de las víctimas y siendo que el delito de homicidio

es un delito doloso, que tiene por característica principal el animo de dar muerte, esta acción no

podía haberse encuadrado en esta figura delictiva; razonamiento del Tribunal Sentenciador de

especial importancia, que no fue considerado por el Tribunal de Segunda Instancia, el cual

cometiendo una clara infracción a la ley, al dictar la Sentencia de Segunda Instancia tiene por

acreditado un hecho decisivo para agravar la pena de ocho años de prisión que había sido impuesta,

por la treinta años de prisión, siendo que este hecho -que el acusado tenía la intención de dar muerte

a las víctimas-, no se tuvo por probado en el Tribunal de Sentencia.

2) Es indispensable señores Magistrados, que se advierta la infracción a la ley cometida por el

Tribunal de Segunda Instancia al dictar la sentencia que hoy recurro en Casación, y que la misma sea

subsanada, pues esta infracción a la ley me causa un agravio real y efectivo, ya que al tener la Sentencia de

Segunda Instancia por acreditado el hecho de que el acusado tuvo la intención de matar a las víctimas, sin

que este hecho se haya tenido por probado por el Tribunal Sentenciador, hecho que resulta decisivo para

que este Tribunal de Segunda Instancia me condene por el delito de Homicidio, modificando la tipificación

de Homicidio Preterintencional por el cual originalmente había sido condenado y aumentando la pena de

ocho años de prisión que me fuera impuesta, por la de treinta años de prisión, sin que esta agravación de la

pena tenga fundamentación legal alguna, sino que únicamente se haya hecho en infracción de la ley y

teniendo por acreditado un hecho -como lo es el animo de matar-, sin que este animo de matar se haya

tenido por probado por el Tribunal de Sentencia, nuevo hecho creado por el Tribunal de Segunda Instancia

que provoca la errónea aplicación del tipo delictivo establecido en el artículo 123 del Código Penal.

EN CUANTO A LA APLICACIÓN QUE PRETENDO:


1) Con fundamento en lo anteriormente manifestado y los artículos 441, numeral 4), del Código

Procesal Penal y 123 del Código Penal, se debe dictar la resolución que en derecho corresponde Casando la

Sentencia de Segunda Instancia impugnada, con arreglo a la ley y a la doctrina aplicable, declarando que la

Sala primera de la Corte de Apelaciones del Ramo Penal, Narcoactividad y Delitos Contra el Ambiente,

cometió infracciones de la ley que influyeron decisivamente en la parte resolutiva de la sentencia recurrida,

pues tiene por acreditado un hecho decisivo para agravar la pena –como lo es animo de matar a las

víctimas-, sin que este hecho se haya tenido por probado por el Tribunal de Sentencia; nuevo hecho

acreditado solo por el Tribunal de Segunda Instancia, que provoca que se incurra en error de derecho al

modificar la tipificación del delito de HOMICIDIO PRETERINTENCIONAL, por el cual fue condenado a

ocho años de prisión en Concurso Real, por el delito de HOMICIDIO, por el cual se me condena y se me

impone una pena de treinta años de prisión, pues se crea el nuevo hecho y se tiene por acreditado el mismo

en cuanto a que el acusado tuvo la intención de matar a las víctimas.

D) CASO DE PROCEDENCIA CONTENIDO EN EL ARTÍCULO 441, NUMERAL 4) DEL

CÓDIGO PROCESAL PENAL AL INOBSERVAR EL ARTÍCULO 126 DEL CÓDIGO PENAL.

Por resultar manifiestamente indispensable para la exposición del presente motivo, hago

nuevamente relación a que en la Sentencia de Segunda Instancia, objeto del presente recurso de Casación

se expresó: DE LA DETERMINACIÓN PRECISA Y CIRCUNSTANCIADA DEL HECHO QUE EL

TRIBUNAL ESTIMA ACREDITADO, III, “Usted Acusado, cuando se dirigía hacía dicha residencia, paso

por un callejón en donde se encontraban las Víctimas, trabajando en la construcción de una zanja que

serviría como desagüe, entabló comunicación, y después de intercambiar palabras y sintiéndose ofendido,

desenfundó el arma de fuego, tipo pistola, marca C, modelo sesenta, calibre nueve milímetros, registro

cuatro, realizando disparos en contra de la integridad física de la Víctimas.”, en este hecho acreditado, tan

importante, en ningún momento se hace referencia a la supuesta agresión de que fue objeto el sindicado,

por lo que no puede subsumirse en el hecho que la acción realizada por el acusado, estaba encaminada a la

defensa de su vida, y que su intención no era causar la muerte a la víctimas, y por tanto, el miedo de ser
atacado se tornó en un acto incontrolado, todo lo contrario, se hace referencia a que después de

intercambiar palabras y SINTIÉNDOSE OFENDIDO, el hoy acusado, desenfundó su arma, la cual esta

debidamente identificada en autos, y realizó disparos en contra de la víctimas, lo que determina la

intencionalidad del agente de encuadrar su accionar en la figura delictiva de Homicidio simple, ya que la

circunstancia de que el tribunal sentenciador de por acreditado que como consecuencia de que el hoy

acusado se sintió ofendido, desenfundó su arma y disparo en contra de las víctimas, refleja el dolo con el

cual actuó el procesado. Por lo anterior, esta Sala llega al convencimiento que el Tribunal Sentenciador,

aplicó erróneamente la norma sustantiva que sirvió para tipificar la figura delictiva por la cual se condenó

al sindicado, es decir delito de HOMICIDIO PRETERINTENCIONAL, contenido en el artículo 126 del

Código Penal, de igual manera, por lo ya considerado, hubo inobservancia en la aplicación del artículo 123

del Código Penal, relativo al delito de Homicidio, en virtud de que, tal y como se indicó con anterioridad,

los hechos acreditados por el tribunal de sentencia, se subsumen en el ilícito penal citado. (páginas 11 y 12

de la sentencia recurrida).

La Sala primera de la Corte de Apelaciones del Ramo Penal, Narcoactividad y Delitos Contra el

Ambiente, al hacer estas consideraciones viola el artículo 126 del Código Penal, que establece el delito de

HOMICIDIO PRETERINTENCIONAL, por falta de aplicación, en virtud de lo siguiente:

ARGUMENTACIÓN:

1) El Tribunal de Segunda Instancia considera al fundamentar la sentencia que es objeto del presente

Recurso de Casación, que al no haberse supuestamente hecho referencia en la determinación precisa y

circunstanciada del hecho que el tribunal de sentencia estimó acreditado, a la supuesta agresión de que fue

objeto el sindicado, se debe variar la tipificación que hizo el Tribunal de Sentencia de los hechos, del delito

de Homicidio Preterintencional al de Homicidio simple. Consideración que no es real, pues el Tribunal

de Sentenciador de Primera Instancia, si estableció una agresión en contra del sindicado en la

determinación precisa y circunstanciada del hecho que estimo acreditado, al indicar de forma clara y

precisa -como bien lo indica el Tribunal de Segunda Instancia- que el acusado se sintió ofendido,
pues no existiendo en el ordenamiento jurídico guatemalteco un concepto legal, preciso y

determinado, de las palabras ofendido, ofensa y ofender, que son los sustantivos y verbo, que fueron

utilizados por el Tribunal Noveno de Sentencia Penal, Narcoactividad y Delitos Contra el Ambiente,

al fundamentar la agresión de que fue objeto el acusado, situación que debe ser subsanada de

conformidad con la Ley del Organismo Judicial y hacer uso de las definiciones establecidas en el

Diccionario de la Real Academia Española, el cual define al ofendido como el que ha recibido alguna

ofensa; la ofensa la define como la acción y efecto de ofender; y al verbo ofender lo define como

hacer daño a alguien físicamente, hiriéndolo o maltratándolo; definiciones que claramente dejan en

claro que el Tribunal de Primera Instancia utilizó, la expresión SINTIÉNDOSE OFENDIDO, para

dejar en claro que tenía como un hecho acreditado que el acusado fue objeto de agresión por parte

de las víctimas y que nunca tuvo la intención de causar la muerte de las mismas sino que únicamente

tuvo la intención de defenderse de una agresión, defensa que por otros motivos totalmente distintos y

divergentes a una intención de matar, no fue aceptada por el Tribunal Sentenciador de Primera

Instancia como una legítima defensa, circunstancias que hacen perfectamente aplicable el artículo

126 del Código Penal, que establece el delito de HOMICIDIO PRETERINTENCIONAL, pues el

acusado causó la muerte de las víctimas sin tener la intención de hacerlo, pues aunque si tenía la

intención de causar un daño a las víctimas con el fin de detener la agresión de que estaba siendo

objeto por dos hombres, nunca tuvo la intención de matar a los mismos.

2) En relación a lo manifestado por el Tribunal de Segunda Instancia, en cuanto a que no puede

subsumirse que la acción realizada por el acusado, estaba encaminada a la defensa de su vida, y que su

intención no era causar la muerte a las víctimas, y por tanto, el miedo de ser atacado se tornó en un acto

incontrolado, todo lo contrario. La razón por la cual el Tribunal Sentenciador de Primera Instancia,

no estableció en la determinación precisa y circunstanciada del hecho que se tuvo por acreditado,

que la intención del acusado era la de causar la muerte de las víctimas, es porque ese hecho no se

tuvo por acreditado, circunstancia que sirvió de manera clara y precisa a este Tribunal
Sentenciador, para establecer que no habiendo órgano de prueba que indicará que había habido en

el acusado la intención de causar la muerte de las víctimas y siendo que el delito de homicidio es un

delito doloso, que tiene por característica principal el animo de dar muerte, esta acción no podía

haberse encuadrado en esta figura delictiva, razonamiento del Tribunal Sentenciador de Primera

Instancia, que a pesar de ser de observancia indispensable para establecer el porque se encuadraron

las acciones del acusado en el delito de HOMICIDIO PRETERINTENCIONAL, no fue considerado

por el Tribunal de Segunda Instancia, el cual cometiendo una clara infracción a la ley, tiene por

acreditado un hecho decisivo para agravar la pena –como lo es la intención de matar a las víctimas-,

sin que se haya tenido por probado este hecho por el Tribunal de Sentencia en la determinación

precisa y circunstanciada del hecho que tuvo por acreditado. Por lo cual no existiendo en los hechos

acreditados por el Tribunal Sentenciador de Primera Instancia, la intención de matar a las víctimas,

el Tribunal de Segunda Instancia en respeto del artículo 441 numeral 4), del Código Procesal Penal,

no podía haber dado por acreditados hechos nuevos, y en aplicación del artículo 126 del Código

Penal, debió encuadrar los hechos probados por el Tribunal Sentenciador de Primera instancia, en el

delito de Homicidio Preterintencional, sin hacer ninguna modificación a la calificación jurídica y a la

pena impuesta en primera instancia.

3) La circunstancia de tener la Sentencia de Segunda Instancia por acreditado un hecho decisivo para

agravar la pena que me había sido impuesta –como lo es el animo de matar a la víctimas-, sin que se haya

tenido por probado tal hecho en el Tribunal de Sentencia, me causa un agravio real y efectivo, que puede

acabar no solo con vida social, familiar y laboral, sino que física; ya que la consecuencia de la infracción a

ley cometida, es que se varié la calificación jurídica de los hechos por los que fui condenado, de

HOMICIDIO PRETERINTENCIONAL a la de HOMICIDIO, con el consiguiente aumento de la pena,

pues al crear este nuevo hecho, se deja de aplicar el artículo 126 del Código Penal, que es el tipo penal en

el cual se encuadran los hechos que se tuvieron por acreditados por el Tribunal de Primera Instancia.

EN CUANTO A LA APLICACIÓN QUE PRETENDO:


1) La Honorable Corte Suprema de Justicia, con fundamentándose en los artículos 441, numeral 4),

del Código Procesal Penal y 126 del Código Penal, debe dictar la resolución que en derecho corresponde

Casando la Sentencia de Segunda Instancia impugnada, con arreglo a la ley y a la doctrina aplicable,

declarando que la Sala primera de la Corte de Apelaciones del Ramo Penal, Narcoactividad y Delitos

Contra el Ambiente, cometió infracciones de la ley que influyeron decisivamente en la parte resolutiva de

la sentencia recurrida, pues aun siendo delictuosos los hechos que tuvo por acreditados de forma precisa y

circunstanciada el Tribunal Sentenciador de Primera Instancia, la Sala Segunda incurrió en error de

derecho al tipificarlos en el presupuesto de hecho del delito de Homicidio, cuando lo correcto era

encuadrarlos como lo hizo el Tribunal Sentenciador de Primera Instancia, en el tipo penal de HOMICIDIO

PRETERINTENCIONAL, establecido en el artículo 126 del Código Penal, ya que no se probó o se tuvo

por acredito el hecho de que el acusado tuviera la intención de causar la muerte de las víctimas,

circunstancia indispensable para tipificar una acción y encuadrarla en el presupuesto de hecho del delito de

Homicidio, el cual es un delito doloso que tiene como uno de sus elementos principales el animo de dar

muerte, sin embargo al no haberse tenida por acredita la intención de matar a las víctimas y habiéndose

consumado este daño no deseado, resulta idóneo tipificar la acción cometida como un delito de

HOMICIDIO PRETERINTENCIONAL EN CONCURSO REAL.

E) CASO DE PROCEDENCIA CONTENIDO EN EL ARTÍCULO 441, NUMERAL 5) DEL

CÓDIGO PROCESAL PENAL POR INDEBIDA APLICACIÓN DEL ARTÍCULO 123 DEL

CÓDIGO PENAL:

En la Sentencia de segunda instancia, objeto del presente recurso de Casación se expresa: DE LA

DETERMINACIÓN PRECISA Y CIRCUNSTANCIADA DEL HECHO QUE EL TRIBUNAL ESTIMA

ACREDITADO, III, “Usted Acusado, cuando se dirigía hacía dicha residencia, paso por un callejón en

donde se encontraban las Víctimas, trabajando en la construcción de una zanja que serviría como desagüe,

entabló comunicación, y después de intercambiar palabras y sintiéndose ofendido, desenfundó el arma de

fuego, tipo pistola, marca C, modelo sesenta, calibre nueve milímetros, registro cuatro mil, realizando
disparos en contra de la integridad física de la Víctimas.”, en este hecho acreditado, tan importante, en

ningún momento se hace referencia a la supuesta agresión de que fue objeto el sindicado, por lo que no

puede subsumirse en el hecho que la acción realizada por el acusado, estaba encaminada a la defensa de su

vida, y que su intención no era causar la muerte a la víctimas, y por tanto, el miedo de ser atacado se tornó

en un acto incontrolado, todo lo contrario, se hace referencia a que después de intercambiar palabras y

SINTIÉNDOSE OFENDIDO, el hoy acusado, desenfundó su arma, la cual esta debidamente identificada

en autos, y realizó disparos en contra de la víctimas, lo que determina la intencionalidad del agente de

encuadrar su accionar en la figura delictiva de Homicidio simple, ya que la circunstancia de que el tribunal

sentenciador de por acreditado que como consecuencia de que el hoy acusado se sintió ofendido,

desenfundó su arma y disparo en contra de las víctimas, refleja el dolo con el cual actuó el procesado. Por

lo anterior, esta Sala llega al convencimiento que el Tribunal Sentenciador, aplicó erróneamente la norma

sustantiva que sirvió para tipificar la figura delictiva por la cual se condenó al sindicado, es decir delito de

HOMICIDIO PRETERINTENCIONAL, contenido en el artículo 126 del Código Penal, de igual manera,

por lo ya considerado, hubo inobservancia en la aplicación del artículo 123 del Código Penal, relativo al

delito de Homicidio, en virtud de que, tal y como se indicó con anterioridad, los hechos acreditados por el

tribunal de sentencia, se subsumen en el ilícito penal citado. (páginas 11 y 12 de la sentencia recurrida).

La Sala primera de la Corte de Apelaciones del Ramo Penal, Narcoactividad y Delitos Contra el

Ambiente, al hacer estas consideraciones viola el artículo 123 del Código Penal, que establece el delito de

HOMICIDIO, por indebida aplicación, en virtud de lo siguiente:

ARGUMENTACIÓN:

1) Como fácilmente pueden observar los señores Magistrados de la Corte Suprema de Justicia a

quienes me dirijo, los Magistrados de la Sala Segunda, al fundamentar la sentencia de segunda instancia

que hoy recurro en Casación, manifiestan que al no haberse hecho referencia en la determinación precisa y

circunstanciada del hecho que el tribunal de sentencia estimó acreditado, a la supuesta agresión de que fue

objeto del sindicado, se debe variar la tipificación que hizo el tribunal de sentencia de los hechos del delito
de Homicidio Preterintencional al de Homicidio simple. El Tribunal de Sentencia si estableció una

agresión en contra del sindicado en la determinación precisa y circunstanciada del hecho que estimo

acreditado, al indicar que el acusado se sintió ofendido, pues ya que no existe en el ordenamiento

jurídico guatemalteco un concepto legal de ofendido, ofensa y ofender, que son los sustantivos y

verbo, que fueron utilizados por el Tribunal de Sentencia, al calificar la agresión de que fue objeto el

acusado, de conformidad con la ley debemos hacer uso de las definiciones establecidas en el

Diccionario de la Real Academia Española, en el cual se define al ofendido como el que ha recibido

alguna ofensa; la ofensa la define como la acción y efecto de ofender; y al verbo ofender lo define

como hacer daño a alguien físicamente, hiriéndolo o maltratándolo, circunstancias que hacen

indebido aplicar el artículo 123 del Código Penal, para el encuadramiento de la acción delictiva

descrita por el Tribunal de Sentencia.

2) Hace relación el Tribunal de Segunda Instancia, que no puede subsumirse que la acción realizada

por el acusado, estaba encaminada a la defensa de su vida, y que su intención no era causar la muerte a las

víctimas, y por tanto, el miedo de ser atacado se tornó en un acto incontrolado, todo lo contrario. La

razón por la cual el Tribunal Sentencia, no estableció en la determinación precisa y circunstanciada

del hecho que tuvo por acreditado, que la intención del acusado era la de causar la muerte de las

víctimas, es porque ese hecho no se tuvo por acreditado, circunstancia que sirvió de manera clara y

precisa a este Tribunal Sentenciador, para establecer que no habiendo órgano de prueba que

indicará que había habido intención del acusado de causar la muerte de las víctimas y siendo que el

delito de homicidio es un delito doloso, que tiene por característica principal el animo de dar muerte,

esta acción no podía haberse encuadrado en esta figura delictiva, razonamiento del Tribunal

Sentenciador de especial importancia, que no fue considerado por el Tribunal de Segunda Instancia,

el cual cometiendo una clara infracción a la ley, violando un precepto legal por indebida aplicación al

encuadrar las acciones establecidas en la determinación precisa y circunstanciada del hecho que tuvo

por acreditado el Tribunal de Sentencia en el delito de Homicidio, sin que existiera de forma
detallada y precisa acreditado el hecho de que el acusado tuvo la intención de causar la muerte de las

víctimas.

3) Resulta indispensable señores Magistrados que se advierta el error cometido por el Tribunal de

Segunda Instancia al dictar la sentencia que hoy recurro en Casación, y que el mismo sea subsanado, pues

la misma me causa un agravio real y efectivo, que puede acabar con mi vida, ya que de una pena de prisión

de ocho años en total que me había sido impuesta por el Tribunal de Primera Instancia, la misma fue

aumentada por la sentencia de segunda instancia hoy impugnada, a treinta años de prisión, sin que esta

agravación de la pena tenga fundamentación legal alguna, sino que únicamente se haya hecho en infracción

de la ley y por indebida aplicación de un tipo delictivo como lo es el establecido en el artículo 123 del

Código Penal.

EN CUANTO A LA APLICACIÓN QUE PRETENDO:

1) Los Magistrados de la Honorable Corte Suprema de Justicia, con fundamento en los artículos 441,

numeral 5), del Código Procesal Penal y 123 del Código Penal, deben dictar la resolución que en derecho

corresponde casando la Sentencia de Segunda Instancia impugnada, con arreglo a la ley y a la doctrina

aplicable, declarando que la Sala primera de la Corte de Apelaciones del Ramo Penal, Narcoactividad y

Delitos Contra el Ambiente, cometió infracciones de la ley que influyeron decisivamente en la parte

resolutiva de la sentencia recurrida, pues los hechos acreditados de forma precisa y circunstanciada por el

Tribunal Sentenciador, fueron encuadrados en el presupuesto de hecho del delito de Homicidio, -aplicando

indebidamente el artículo 123 del Código Penal-, ya que no se probó o se tuvo por acredito el hecho de que

el acusado tuviera la intención de causar la muerte de las víctimas, circunstancia indispensable para

tipificar una acción y encuadrarla en el presupuesto de hecho del delito de Homicidio, el cual es un delito

doloso que tiene como uno de sus elementos principales el animo de dar muerte.

F) CASO DE PROCEDENCIA CONTENIDO EN EL ARTÍCULO 441, NUMERAL 5) DEL

CÓDIGO PROCESAL PENAL POR LA FALTA DE APLICACIÓN DEL ARTÍCULO 126 DEL

CÓDIGO PENAL.
Por resultar manifiestamente indispensable para la exposición del presente motivo, hago

nuevamente relación a que en la Sentencia de segunda instancia, objeto del presente recurso de Casación se

expresó: DE LA DETERMINACIÓN PRECISA Y CIRCUNSTANCIADA DEL HECHO QUE EL

TRIBUNAL ESTIMA ACREDITADO, III, “Usted Acusado, cuando se dirigía hacía dicha residencia, paso

por un callejón en donde se encontraban las Víctimas, trabajando en la construcción de una zanja que

serviría como desagüe, entabló comunicación, y después de intercambiar palabras y sintiéndose ofendido,

desenfundó el arma de fuego, tipo pistola, marca C, modelo sesenta, calibre nueve milímetros, registro

cuatro mil, realizando disparos en contra de la integridad física de la Víctimas.”, en este hecho acreditado,

tan importante, en ningún momento se hace referencia a la supuesta agresión de que fue objeto el

sindicado, por lo que no puede subsumirse en el hecho que la acción realizada por el acusado, estaba

encaminada a la defensa de su vida, y que su intención no era causar la muerte a la víctimas, y por tanto, el

miedo de ser atacado se tornó en un acto incontrolado, todo lo contrario, se hace referencia a que después

de intercambiar palabras y SINTIÉNDOSE OFENDIDO, el hoy acusado, desenfundó su arma, la cual esta

debidamente identificada en autos, y realizó disparos en contra de la víctimas, lo que determina la

intencionalidad del agente de encuadrar su accionar en la figura delictiva de Homicidio simple, ya que la

circunstancia de que el tribunal sentenciador de por acreditado que como consecuencia de que el hoy

acusado se sintió ofendido, desenfundó su arma y disparo en contra de las víctimas, refleja el dolo con el

cual actuó el procesado. Por lo anterior, esta Sala llega al convencimiento que el Tribunal Sentenciador,

aplicó erróneamente la norma sustantiva que sirvió para tipificar la figura delictiva por la cual se condenó

al sindicado, es decir delito de HOMICIDIO PRETERINTENCIONAL, contenido en el artículo 126 del

Código Penal, de igual manera, por lo ya considerado, hubo inobservancia en la aplicación del artículo 123

del Código Penal, relativo al delito de Homicidio, en virtud de que, tal y como se indicó con anterioridad,

los hechos acreditados por el tribunal de sentencia, se subsumen en el ilícito penal citado. (páginas 11 y 12

de la sentencia recurrida).
La Sala Primera de la Corte de Apelaciones del Ramo Penal, Narcoactividad y Delitos Contra el

Ambiente, al hacer estas consideraciones viola el artículo 126 del Código Penal, que establece el delito de

HOMICIDIO PRETERINTENCIONAL, por falta de aplicación, en virtud de lo siguiente:

ARGUMENTACIÓN:

1) El Tribunal de Segunda Instancia al fundamentar la sentencia que es objeto del presente Recurso

de Casación, consideran que al no haberse supuestamente hecho referencia en la determinación precisa y

circunstanciada del hecho que el tribunal de sentencia estimó acreditado, a la supuesta agresión de que fue

objeto del sindicado, se debe variar la tipificación que hizo el tribunal de sentencia de los hechos del delito

de Homicidio Preterintencional al de Homicidio simple. Consideración que no es real, pues el Tribunal

de Sentenciador de Primera Instancia, si estableció una agresión en contra del sindicado en la

determinación precisa y circunstanciada del hecho que estimo acreditado, al indicar de forma clara y

precisa -como bien lo indica el Tribunal de Segunda Instancia- que el acusado se sintió ofendido,

pues no existiendo en el ordenamiento jurídico guatemalteco un concepto legal, preciso y

determinado, de las palabras ofendido, ofensa y ofender, que son los sustantivos y verbo, que fueron

utilizados por el Tribunal Cuarto de Sentencia Penal, Narcoactividad y Delitos Contra el Ambiente,

al fundamentar la agresión de que fue objeto el acusado, situación que debe ser subsanada de

conformidad con la Ley de Organismo Judicial y hacer uso de las definiciones establecidas en el

Diccionario de la Real Academia Española, el cual define al ofendido como el que ha recibido alguna

ofensa; la ofensa la define como la acción y efecto de ofender; y al verbo ofender lo define como

hacer daño a alguien físicamente, hiriéndolo o maltratándolo; definiciones que claramente dejan en

claro que el Tribunal de Primera Instancia utilizó, la expresión SINTIÉNDOSE OFENDIDO, para

dejar en claro que tenía como un hecho acreditado que el acusado fue objeto de agresión por parte

de las víctimas que nunca tuvo la intención de causar la muerte de las mismas, sino que únicamente

tuvo la intención de defenderse de una agresión, defensa que por otros motivos totalmente distintos y

divergentes a una intención de matar, no fue aceptada por el Tribunal Sentenciador de Primera
Instancia como una legítima defensa, circunstancias que hacen perfectamente aplicable el artículo

126 del Código Penal, que establece el delito de HOMICIDIO PRETERINTENCIONAL, pues el

acusado causó la muerte de las víctimas sin tener la intención de hacerlo, pues aunque si tenía la

intención de causar un daño a las víctimas con el fin de detener la agresión de que estaba siendo

objeto por dos hombres, nunca tuvo la intención de matar a los mismos.

2) En relación a lo manifestado por el Tribunal de Segunda Instancia, en cuanto a que no puede

subsumirse que la acción realizada por el acusado, estaba encaminada a la defensa de su vida, y que su

intención no era causar la muerte a las víctimas, y por tanto, el miedo de ser atacado se tornó en un acto

incontrolado, todo lo contrario. Resulta por demás fácil establecer, que la razón por la cual el

Tribunal Sentenciador de Primera Instancia, no estableció en la determinación precisa y

circunstanciada del hecho que se tuvo por acreditado, que la intención del acusado era la de causar

la muerte de las víctimas, es porque ese hecho no se tuvo por acreditado, circunstancia que sirvió de

manera clara y precisa a este Tribunal Sentenciador, para establecer que no habiendo órgano de

prueba que indicará que había habido en el acusado la intención de causar la muerte de las víctimas

y siendo que el delito de homicidio es un delito doloso, que tiene por característica principal el animo

de dar muerte, esta acción no podía haberse encuadrado en esta figura delictiva, razonamiento del

Tribunal Sentenciador de Primera Instancia, que a pesar de ser de observancia indispensable para

establecer el por qué se encuadraron las acciones del acusado en el delito de HOMICIDIO

PRETERINTENCIONAL, no fue considerado por el Tribunal de Segunda Instancia, el cual

cometiendo una clara infracción a la ley, incurrió en error de derecho al encuadrar las acciones

establecidas en la determinación precisa y circunstanciada del hecho que tuvo por acreditado por el

Tribunal Sentenciador de Primera Instancia, en el delito de Homicidio sin que se hubiera acreditado

de forma detallada y precisa que el acusado tuvo la intención de causar la muerte de las víctimas,

acciones que sin lugar a dudas o confusión, claramente se escuadran en el presupuesto de hecho del

delito de HOMICIDIO PRETERINTENCIONAL, establecido en el artículo 126 del Código Penal,


norma que no fue aplicada por la Sala Segunda de la Corte de Apelaciones que dictó la sentencia que

hoy es objeto de Casación.

3) El error cometido por el Tribunal de Segunda Instancia al dictar la Sentencia que se impugna por

medio del presente Recurso de Casación, me causa un agravio real y efectivo, que puede acabar no solo

con mi vida social, familiar y laboral, sino que física, ya que la consecuencia de la infracción a ley

cometida, como lo es el error de derecho al tipificar los hechos aún siendo estos delictuosos en un tipo

penal inaplicable en inobservancia del artículo 126 del Código Penal, infracciones que influyeron

decisivamente en la parte resolutiva de la Sentencia de Segunda Instancia recurrida, pues de una pena de

ocho años prisión en total, que me había sido impuesta por el Tribunal Sentenciador de Primera Instancia,

la misma fue aumentada por el Tribunal de Segunda Instancia, a través de la sentencia hoy impugnada, a

treinta años de prisión.

EN CUANTO A LA APLICACIÓN QUE PRETENDO:

1) La Honorable Corte Suprema de Justicia, con fundamentándose en los artículos 441, numeral 5),

del Código Procesal Penal y 126 del Código Penal, debe dictar la resolución que en derecho corresponde

Casando la Sentencia de Segunda Instancia impugnada, con arreglo a la ley y a la doctrina aplicable,

declarando que la Sala primera de la Corte de Apelaciones del Ramo Penal, Narcoactividad y Delitos

Contra el Ambiente, cometió infracciones de la ley que influyeron decisivamente en la parte resolutiva de

la sentencia recurrida, pues le faltó aplicar el artículo 126 del Código Penal, ya que encuadra los hechos

acreditados de forma precisa y circunstanciada que el Tribunal Sentenciador de Primera Instancia, en el

presupuesto de hecho del delito de Homicidio, cuando lo correcto era encuadrarlos como lo hizo el

Tribunal Sentenciador de Primera Instancia, en el tipo penal de HOMICIDIO PRETERINTENCIONAL,

establecido en el artículo 126 del Código Penal, ya que no se acredito el hecho de que el acusado tuviera la

intención de causar la muerte de las víctimas, circunstancia indispensable para tipificar una acción y

encuadrarla en el presupuesto de hecho del delito de Homicidio, el cual es un delito doloso que tiene como

uno de sus elementos principales el animo de dar muerte; sin embargo al no haberse tenida por acredita la
intención de matar a las víctimas y habiéndose consumado este daño no deseado, resulta idóneo tipificar la

acción cometida como un delito de HOMICIDIO PRETERINTENCIONAL EN CONCURSO REAL.

E) CASO DE PROCEDENCIA CONTENIDO EN EL ARTÍCULO 441, NUMERAL 5) DEL

CÓDIGO PROCESAL PENAL POR LA FALTA DE APLICACIÓN DEL ARTÍCULO 421 DEL

CÓDIGO PROCESAL PENAL.

1) En cuanto a este caso de procedencia, tiene su fundamentación en que el artículo 421 del Código

Procesal Penal, es un precepto legal del ordenamiento jurídico guatemalteco, cuya falta de aplicación –

como sucede en este caso concreto-, tuvo influencia decisiva en la parte resolutiva de la sentencia que hoy

se impugna, razón por la cual este precepto legal no aplicado hace procedente el Recurso de Casación por

Motivo de Fondo.

2) En la Sentencia de segunda instancia, objeto del presente recurso de Casación se expresa en

cuanto al Primer Submotivo de Fondo invocado por el Ministerio Público: “La aplicación que pretende, es

que se haga una análisis de la norma invocada como erróneamente aplicada en concordancia con el

contenido del fallo impugnado, para establecer que no acontece el delito de Homicidio Preterintencional y

si el de Homicidio simple, solicitando se acoja el recurso, se anule la sentencia y se condene al acusado por

el delito de Homicidio a la pena de veintiséis años de prisión.” Y en cuanto al Segundo Submotivo de

Fondo se manifiesta: “La aplicación que se pretende, es que, al conocer el recurso, se haga un análisis de la

norma invocada como inobservada en su aplicación en concordancia con el fallo impugnado, solicitando se

acoja el Recurso de Apelación Especial por motivo de fondo, se anule la sentencia, se dicte la que

corresponda y se imponga al acusado ______________________________, por el delito de Homicidio, la

pena de VEINTISÉIS AÑOS DE PRISIÓN”. (páginas 6 y 7 de la sentencia recurrida).

La Sala primera de la Corte de Apelaciones del Ramo Penal, Narcoactividad y Delitos Contra el

Ambiente, al hacer estas consideraciones viola el artículo 421 del Código Procesal Penal, que establece que

el tribunal de apelación especial conocerá solamente de los puntos de la sentencia impugnada expresados

en el recurso, por falta de aplicación, en virtud de lo siguiente:


ARGUMENTACIÓN:

1) Como fácilmente pueden observar los señores Magistrados de la Corte Suprema de Justicia a

quienes me dirijo, el Ministerio Público en el primer submotivo ya descrito, dirige como pretensión a los

Magistrados de la Sala primera de la Corte de Apelaciones del Ramo Penal, Narcoactividad y Delitos

Contra el Ambiente, que se analice la norma invocada y se establezca que no se cometió el delito de

Homicidio Preterintencional sino el delito de Homicidio simple. En primer lugar lo que solicita el

Ministerio Público a esta Sala es imposible de otorgar, pues en el ordenamiento jurídico

guatemalteco no existe el delito de Homicidio simple, sin embargo la Sala Segunda en una clara

infracción de ley, viola un precepto legal por falta de aplicación del artículo 421 del Código Procesal

Penal, violación que tiene influencia decisiva en la parte resolutiva de la sentencia recurrida en

Casación, ya que resuelve ULTRA PETITA, es decir que aunque se le pide algo imposible de

cumplir, conoce y resuelve sobre puntos no expresados en el recurso de Apelación Especial que

resuelve.

2) Continua el Ministerio Público, dirigiendo a la Sala en los dos submotivos ya indicados,

solicitudes imposibles de cumplir, pues pide que se condene al acusado por el delito de Homicidio a la

pena de veintiséis años de prisión. Siendo que fui condenado por el delito de Homicidio

Preterintencional en concurso real a la pena de ocho años de prisión, a razón de cuatro años de

prisión por la muerte de cada una de las víctimas, como puede la Sala Segunda imponer una pena de

prisión de treinta años, que nunca fue solicitada, además de que la pena solicitada por el Ministerio

Público es imposible de imponer, pues por la comisión del delito de Homicidio en Concurso Real,

pide veintiséis años de prisión, a razón de trece años de prisión por la muerte de cada una de las

víctimas; sin embargo la Sala en una clara infracción de ley, viola un precepto legal por falta de

aplicación del artículo 421 del Código Procesal Penal, violación que tiene influencia decisiva en la

parte resolutiva de la sentencia recurrida en Casación, ya que resuelve ULTRA PETITA, es decir

que aunque se le pide algo imposible de cumplir, conoce y resuelve sobre puntos no expresados en el
recurso de Apelación Especial y me impone una pena de treinta años de prisión a razón de quince

años de prisión por la muerte de cada una de las víctimas.

EN CUANTO A LA APLICACIÓN QUE PRETENDO:

1) Los Magistrados de la Honorable Corte Suprema de Justicia, con fundamento en los artículos 441,

numeral 5), del Código Procesal Penal y 421 del Código Penal, deben dictar la resolución que en derecho

corresponde Casando la Sentencia de Segunda Instancia impugnada, con arreglo a la ley y a la doctrina

aplicable, declarando que la Sala primera de la Corte de Apelaciones del Ramo Penal, Narcoactividad y

Delitos Contra el Ambiente, cometió infracciones de la ley que influyeron decisivamente en la parte

resolutiva de la Sentencia recurrida, pues aunque los argumentos del Ministerio Público contenidos en su

recurso de Apelación Especial no susceptibles de ser resueltos de conformidad con la ley, no sólo porque

no le era dable acceder a su solicitud, sino que también la misma no se encontraba en el ámbito de su

conocimiento.

H) CASO DE PROCEDENCIA CONTENIDO EN EL ARTÍCULO 441, NUMERAL 5) DEL

CÓDIGO PROCESAL PENAL POR LA FALTA DE APLICACIÓN DEL ARTÍCULO 430 DEL

CÓDIGO PROCESAL PENAL.

1) En cuanto a este caso de procedencia, tiene su fundamentación en que el artículo 430 del Código

Procesal Penal, es un precepto legal del ordenamiento jurídico guatemalteco, cuya falta de aplicación –

como sucede en este caso concreto-, tuvo influencia decisiva en la parte resolutiva de la sentencia que hoy

se impugna, razón por la cual este precepto legal no aplicado hace procedente el Recurso de Casación por

Motivo de Fondo.

2) Por resultar manifiestamente indispensable para la exposición del presente motivo, hago

nuevamente relación a que en la Sentencia de segunda instancia, objeto del presente recurso de Casación se

expresó: DE LA DETERMINACIÓN PRECISA Y CIRCUNSTANCIADA DEL HECHO QUE EL

TRIBUNAL ESTIMA ACREDITADO, III, “Usted Acusado, cuando se dirigía hacía dicha residencia, paso

por un callejón en donde se encontraban las Víctimas, trabajando en la construcción de una zanja que
serviría como desagüe, entabló comunicación, y después de intercambiar palabras y sintiéndose ofendido,

desenfundó el arma de fuego, tipo pistola, marca C, modelo sesenta, calibre nueve milímetros, registro

cuatro mil, realizando disparos en contra de la integridad física de la Víctimas.”, en este hecho acreditado,

tan importante, en ningún momento se hace referencia a la supuesta agresión de que fue objeto el

sindicado, por lo que no puede subsumirse en el hecho que la acción realizada por el acusado, estaba

encaminada a la defensa de su vida, y que su intención no era causar la muerte a la víctimas, y por tanto, el

miedo de ser atacado se tornó en un acto incontrolado, todo lo contrario, se hace referencia a que después

de intercambiar palabras y SINTIÉNDOSE OFENDIDO, el hoy acusado, desenfundó su arma, la cual esta

debidamente identificada en autos, y realizó disparos en contra de la víctimas, lo que determina la

intencionalidad del agente de encuadrar su accionar en la figura delictiva de Homicidio simple, ya que la

circunstancia de que el tribunal sentenciador de por acreditado que como consecuencia de que el hoy

acusado se sintió ofendido, desenfundó su arma y disparo en contra de las víctimas, refleja el dolo con el

cual actuó el procesado. Por lo anterior, esta Sala llega al convencimiento que el Tribunal Sentenciador,

aplicó erróneamente la norma sustantiva que sirvió para tipificar la figura delictiva por la cual se condenó

al sindicado, es decir delito de HOMICIDIO PRETERINTENCIONAL, contenido en el artículo 126 del

Código Penal, de igual manera, por lo ya considerado, hubo inobservancia en la aplicación del artículo 123

del Código Penal, relativo al delito de Homicidio, en virtud de que, tal y como se indicó con anterioridad,

los hechos acreditados por el tribunal de sentencia, se subsumen en el ilícito penal citado. (páginas 11 y 12

de la sentencia recurrida).

La Sala Primera de la Corte de Apelaciones del Ramo Penal, Narcoactividad y Delitos Contra el

Ambiente, al hacer estas consideraciones viola el artículo 430 del Código Procesal Penal, por falta de

aplicación, virtud de lo siguiente:

ARGUMENTACIÓN:

El Tribunal de Segunda Instancia, considera que no puede subsumirse en el hecho que el Tribunal

Sentenciador, tuvo por acreditado, que la acción realizada por el acusado, estaba encaminada a la defensa
de su vida y que su intención no era causar la muerte a las víctimas, y por tanto, el miedo de ser atacado se

tornó en un acto incontrolado, todo lo contrario. La razón por la cual el Tribunal Sentencia, no

estableció en la determinación precisa y circunstanciada del hecho que tuvo por acreditado, que la

intención del acusado era la de causar la muerte de las víctimas, es porque ese hecho no se tuvo por

acreditado, circunstancia que sirvió de manera clara y precisa a este Tribunal Sentenciador de

Primera Instancia, para establecer que no habiendo órgano de prueba que indicará que había

habido intención del acusado de causar la muerte de las víctimas y siendo que el delito de homicidio

es un delito doloso, que tiene por característica principal el animo de dar muerte, esta acción no

podía haberse encuadrado en esta figura delictiva; razonamiento del Tribunal Sentenciador de

especial importancia, que no fue considerado por el Tribunal de Segunda Instancia, el cual

cometiendo una clara infracción a la ley, al dictar la Sentencia de Segunda Instancia tiene por

acreditado un hecho decisivo para agravar la pena que había sido impuesta de ocho años de prisión

por la treinta años de prisión, siendo este nuevo hecho -el que el acusado tenía la intención de dar

muerte a las víctimas-, hecho que no se tuvo por probado en Tribunal de Sentencia. Tal actitud de la

Sala Segunda -de hacer merito de los hechos que fueron declarados probados por el Tribunal de

Sentencia-, viola el artículo 430 del Código Procesal Penal, por falta de su aplicación.

EN CUANTO A LA APLICACIÓN QUE PRETENDO:

1) La Honorable Corte Suprema de Justicia, con fundamentándose en los artículos 441, numeral 5) y

430 del Código Procesal Penal, debe dictar la resolución que en derecho corresponde Casando la Sentencia

de Segunda Instancia impugnada, con arreglo a la ley y a la doctrina aplicable, declarando que la Sala

Primera de la Corte de Apelaciones del Ramo Penal, Narcoactividad y Delitos Contra el Ambiente,

cometió infracciones de la ley que influyeron decisivamente en la parte resolutiva de la sentencia recurrida,

pues hizo merito de los hechos que fueron declarados probados por el Tribunal de Sentencia, lo cual

originó un calificación jurídica distinta y perjudicial, al encuadrarlos estos hechos, en el presupuesto de

hecho del delito de Homicidio, cuando lo correcto era encuadrarlos como lo hizo el Tribunal Sentenciador
de Primera Instancia, que ya había hecho merito de ellos, en el tipo penal de HOMICIDIO

PRETERINTENCIONAL.

Con base a lo expuesto, formulo mi siguiente:

PETICIÓN:

A) DE TRAMITE:

a) Que se admita para su trámite el presente escrito;

b) Que se tome nota de los lugares que señalo para recibir notificaciones y citaciones;

c) Que se tenga como mi Abogado Defensor durante la tramitación del Recurso de Casación al

profesional del derecho, ____________________________________.

d) Que se tenga por interpuesto el Recurso de Casación por motivo de Fondo, contra la Sentencia

dictada por la Sala Primera de la Corte de Apelaciones del Ramo Penal, Narcoactividad y Delitos contra el

Ambiente, de fecha _________________________.

e) Que estando el recurso en forma y en tiempo, se admita el mismo y sean requeridos los autos a la

Sala que corresponda;

f) Que recibidas las actuaciones en el Tribunal de Casación, por estar el recurso arreglado a derecho,

en cuanto a tiempo, argumentación, fundamentación, sea admitido el presente recurso, o si existiesen

defectos u omisiones de forma o de fondo, el tribunal me lo haga saber dándome el plazo legal para que lo

amplié o corrija;

g) Admitido el recurso de casación por motivo de fondo, se fije lugar, día y hora para la celebración

de la vista pública para presentar alegatos.

B) DE FONDO:

a) Se declare procedente el Recurso de Casación por Motivo de Fondo, y en consecuencia se Case la

Sentencia Impugnada, resolviendo el caso a la ley y a la doctrina aplicable, declarándose:

I) Que el acusado ______________________, es autor responsable de los delitos de Homicidio

Preterintencional en concurso Real, en contra de la vida de ______________________________________.


II) Que por el delito de Homicidio Preterintencional en contra de la vida de _______________, se le

condena a la pena de cuatro años de prisión inconmutables.

III) Que por el delito de Homicidio Preterintencional en contra de la vida de

________________________, se le condena a la pena de cuatro años de prisión inconmutables.

IV) Que las penas de prisión impuestas suman el total de ocho años de prisión inconmutables.

V) Que las penas de prisión impuestas deberán cumplirlas en el Centro Penitenciario que designe el

Juez de Ejecución respectivo, con abono de la prisión efectivamente padecida desde el momento de la

detención.

FUNDAMENTO LEGAL: Me baso en los artículos citados y en los siguientes: 1, 3, 5, 7, 12, 13,

15, 17, 20, 37, 40, 43, 45, 48, 49, 92, 93, 96, 151, 160, 181, 182, 183, 185, 186, 398, 399 y 437 al 452 del

Código procesal Penal.

ACOMPAÑO DUPLICADO Y TRES COPIAS.

Guatemala, 20 de junio de 2015.

f)___________________

EN SU AUXILIO:

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