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Trabajo práctico de resolución de problemas: Desarrollo de personas y

desarrollo organizacional

El helado de paila va a los EE.UU.


22 de abril de 2021 19:06 Mantener el sabor y la textura de un helado como si fuera hecho
en paila de bronce es el principal objetivo de la empresa 5ta. Generación Helados de Paila
Rosalía Suárez, Prodhel S.A. Este negocio familiar, que nació hace 126 años en la provincia
de Imbabura y de la mano de Rosalía Suárez, avanzó hacia la industrialización y
exportación. Pues, el 7 de abril, los directivos lograron concretar el primer envío de 1 000
litros de helado, que serán colocados en supermercados de los estados de Connecticut,
Nueva York y Nueva Jersey en Estados Unidos.
La golosina será enviada al país norteamericano cada dos meses. Ángel Lozada, su
gerente general, explica que la internacionalización es el resultado de un trabajo que se
perfeccionó en los últimos cinco años. “Nos adaptamos a buenas prácticas de manufactura
y estándares de calidad, para tener un helado que sea apreciado en el plano nacional o a
escala mundial”, señala. Lozada y su esposa, en primera instancia, buscaban renovar el
negocio familiar para masificar la presencia de la golosina en más puntos de venta en
Pichincha, pero sin perder la meta inicial de mantener el sabor y textura del producto. Sin
embargo, por añadidura, llegó la propuesta de exportar el producto en diciembre del 2020.
La opción de la industrialización partió de una tesis de grado, en la que se puso como
objetivo dar el giro a la producción con la inclusión de máquinas que reemplacen la batea, la
paila de bronce y la cuchara de madera, instrumentos tradicionales para la elaboración de
esta golosina. Con una trayectoria de más de un siglo en el mercado heladero, los
representantes de Prodhel consideran que fabrican sus helados aún de manera artesanal,
pero en cantidades industriales. “Utilizamos y escogemos a mano las mejores materias
primas, como la crema y frutas naturales, en lugar de polvos frutales y saborizantes
artificiales”, cuenta Lozada. Actualmente, desde la planta ubicada en la avenida Galo Plaza
Lasso y Sebastián Moreno, producen en promedio 12 000 litros de helado diarios. El
proceso, que toma unos 45 minutos, se realiza en esta fábrica que es de unos 300 metros
cuadrados desde el 2016. Desde allí también se despacha a las tres provincias en donde se
comercializa el producto.
La elaboración, según Lozada, es similar a la tradicional. Primero se selecciona la fruta y en
una gran máquina se la despulpa y se adiciona el azúcar. Luego, pasa al proceso de frío en
el que toma la temperatura adecuada para convertirse en helado. Finalmente, la mezcla se
rellena en las tres presentaciones que ya están colocadas en más de 200 puntos de venta
en Pichincha, Imbabura y Cotopaxi. Estas son de un litro, vasitos (equivalentes a un cono
doble) y en ‘doypack’ o pailado, que es un empaque de plástico parecido al de las salsas de
tomate y mayonesas.
Para la fabricación de su oferta de sabores entre los que destacan la mora, naranjilla,
guanábana, maracuyá, leche, coco y chocolate, Prodhel usa insumos locales. La empresa
Disfruta, por ejemplo, les provee de pulpa de mango. Flor María Granda, gerenta general de
la firma, explica que trabajan desde el 2018 con la empresa. El volumen que le venden
depende de la temporada. “Cuando hay más demanda nos pueden solicitar hasta 40 kilos
de la fruta”, cuenta. Actualmente, les provee de 22 kilos semanales. Ella destaca de esta
compañía la innovación y la calidad del producto. “Aunque la presentación ya es moderna,
el sabor te remonta a las heladerías de antaño”, afirma. Asimismo, trabaja con proveedores
de lácteos como El Ranchito.
Alexander Mazapanta, asesor comercial de la firma, señala que desde Cotopaxi transportan
a la planta de producción de helados unos 500 litros semanales de leche y crema de leche.
Como proyectos hacia el mediano y largo plazos, Prodhel busca alcanzar más contratos
para la internacionalización de sus productos y continuar expandiéndose a más puntos de
venta a escala nacional. Lozada explica que la firma es una empresa que tiene un producto
que, en el exterior, puede ser bien acogido por la comunidad ecuatoriana o por nuevos
comensales. Asegura que la tradición de degustar la verdadera pulpa de fruta azucarada y
la textura de un helado como en paila de bronce es el principal objetivo y que no desea
abandonar la empresa.
Las cifras 10 sabores de helados constan en el catálogo de la firma. Entre ellos se destacan
los de mora, guanábana, mango, naranjilla, maracuyá y leche. 120 congeladores se han
ubicado en tiendas y supermercados donde se distribuyen en Pichincha. 1 000 litros de
helado fueron exportados hacia Estados Unidos el pasado 7 de abril. 300 metros cuadrados
es la extensión de la planta de la empresa, ubicada en el norte de Quito. El Gerente Ángel
Lozada La demanda cambia y con ella, los productos tradicionales como el helado de paila
se modernizan. Estamos conscientes del producto que se ofrece y también cómo cuidamos
los detalles. Las pulpas de fruta son de la mejor calidad, la textura, el empaque es vistoso y
fácil de reconocer; es un trabajo de muchos años. La empresa se ha renovado y hemos
dado el giro a lo industrial, para seguir con la tradición y adaptada a la modernidad”.

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