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Balseca señala que un año duró la gestión para que este proceso se realice y coincidió en
medio de la pandemia de COVID-19. “Me siento muy satisfecho de haber podido sacar
esto en una época difícil, pero ha sido un trabajo de mucho tiempo. Fue todo un reto”,
afirma.
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En el barrio La Delicia, parroquia Panzaleo, está ubicada la planta donde se hacen los
helados. Foto: Cortesía Proalbac.
Balseca logró esta exportación tras mantener conversaciones con el productor Paúl
Limbo, oriundo de Azogues, y su hermano Patricio Limbo, que vive en Estados Unidos.
El negocio se cerró y fue así que a las 14:00 del pasado viernes zarpó el barco con el
contenedor del Puerto Marítimo de Guayaquil. Se prevé que arribe en unos diez
días.
En la navegación los helados están a una temperatura de 23° bajo cero, ideal para la
conservación del producto. Además, van distintos sabores: mora, taxo, naranjilla, coco,
maracuyá, entre otros, y con la infaltable mermelada de fresa.
En medio de esta buena noticia, Balseca menciona que es imposible evadir el impacto
nacional en su producción.