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HISTORIA DE ESPAÑA.

PROFESORA: ANA ISABEL SALGUERO ROBLES

TEMA 5: ALFONSO XIII Y LA CRISIS DE LA RESTAURACIÓN (1902-1931)


1.- LA PRIMERA PARTE DEL REINADO DE ALFONSO XIII Y LOS PROYECTOS DEL
REGENERACIONISMO POLÍTICO

2.- LA CRISIS DEL PARLAMENTARISMO. LA NEUTRALIDAD EN LA I GUERRA MUNDIAL

3.- LA DICTADURA DE PRIMO DE RIVERA Y LA CAÍDA DE LA MONARQUÍA. LOS PROBLEMAS


ECONÓMICOS

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TEMA 6: ALFONSO XIII Y LA CRISIS DE LA RESTAURACIÓN (1902-1931)


El reinado de Alfonso XIII cubrió el primer tercio del siglo XX. En él se intentó continuar
y renovar la monarquía parlamentaria de la Restauración, pero los constantes y crecientes
problemas políticos, problema regional, militar, social… a los que se enfrentó, fueron minando
poco a poco al régimen. La crisis de 1917 pudo haber servido para modernizarlo pero la
solución adoptada, consistente en organizar gobiernos de concentración sólo sirvió para
alargar su final. El descrédito del sistema sirvió de argumento al general Primo de Rivera para
dar un golpe de Estado en 1923. Recibido con cierta expectación, terminó convirtiéndose en
un fracaso que arrastró también a la Monarquía y el 14 de abril de 1931 se proclamó la II
República

1.- LA PRIMERA PARTE DEL REINADO DE ALFONSO XIII Y LOS PROYECTOS DEL
REGENERACIONISMO POLÍTICO

El Reinado de Alfonso XIII comprende dos periodos claramente diferenciados: el


primero, la crisis del régimen de la Restauración, que culmina en 1923, y segundo, la Dictadura
del General Primo de Rivera, que puso fin al parlamentarismo y acabó arrastrando en su
fracaso a la Monarquía en 1931.

Los problemas del país en la primera parte del Reinado de Alfonso XIII

Los problemas a los que se tuvo que hacer frente durante la primera parte de su
reinado fueron varios:

a.-Descomposición paulatina de los dos partidos dinásticos (el conservador y el liberal)


provocada por la desaparición de sus dirigentes históricos (Cánovas del Castillo y Sagasta) y las
luchas de los nuevos líderes por hacerse con el control de cada partido. Como resultado, las
mayorías en las Cortes fueron precarias al tener que asignarse diputados a cada una de las
facciones en que se dividían ambos partidos. Desde 1917 ningún partido fue capaz de formar
gobierno por sí solo y hubo que recurrir a gobiernos de concentración donde participaban las
facciones de los dos partidos del “turno”.
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b.- Reaparición del problema religioso. Ante el avance de la Iglesia durante la
Restauración resurge el anticlericalismo entre socialistas, republicanos y una parte del partido
liberal.

c.- Conflictividad social. Aumenta el número de huelgas, la afiliación a partidos obreros


y la fuerza de los sindicatos.

d.- El problema militar. La derrota del 98 puso de manifiesto dos cosas: la necesidad
de reducir el número de oficiales y jefes en el ejército, y además la falta de recursos materiales
con que contaba. En cuanto a la responsabilidad de la derrota, los militares la atribuían a los
políticos y por eso reivindicaron su vuelta a la política y desempeñar un papel protagonista, tal
como había sucedido en el s. XIX.

e.- Problema de Marruecos. Tras la derrota del 98, España se incorpora a la etapa final
del reparto colonial del norte de África. En 1912, Francia y España establecieron respectivos
protectorados en el norte de África. Este hecho proporcionó a los militares cierto prestigio
interno tras la derrota del 98. Pero el territorio asignado a España, el Rift, era muy difícil de
conquistar dadas sus características físicas (montañoso) y sociales (cabilas o tribus bereberes
que se resisten a su dominación). Se produjeron derrotas militares que repercutieron en
nuestra política interna provocando crisis de gobierno.

f.- Problema de los nacionalismo/regionalismos. El nacionalismo se afianzó en


Cataluña, actual País Vasco y Galicia. La afirmación del nacionalismo catalán influyó en la
política general del país. Para políticos conservadores, liberales y militares, nacionalismo
equivalía a separatismo y riesgo de disgregación de la patria.

Los proyectos de Regeneracionismo político

Hasta 1912, y como una consecuencia más del “desastre del 98”, la tendencia principal
de los gobiernos españoles estuvo marcada por los intentos de aplicar reformas
regeneracionistas, aunque estos intentos se vieron mermados por las disputas internas entre
los partidos y la corta duración de los gobiernos. Como excepción, cabe destacar los gobiernos
presididos por Maura y Canalejas, cuyas actuaciones políticas caracterizarían el llamado
regeneracionismo político, tanto conservador como liberal, adoptando medidas reformistas en
lo social, en la vida política y en la Administración del Estado. Sin embargo, no fueron
suficientes y la realidad del país fue poco a poco minando el sistema político.

 Los comienzos de siglo se caracterizan por un turnismo inestable. Entre 1902 y 1906 las
divisiones internas dentro de los dos grandes partidos y los sucesivos cambios de gobierno
(cinco gobiernos conservadores y seis liberales) frustran las políticas de regeneración
política desde el poder. A este turnismo inestable hay que añadir el problema de los
nacionalismos y su choque con el estamento militar. El catalanismo empieza a cobrar
fuerza política. En 1901 se había fundado la “Lliga Regionalista”, liderado por Prat de la
Riba y Francesc Cambó. De ideología conservadora encontró un fuerte apoyo entre la
burguesía catalana. Su crecimiento electoral fue rápido y en 1905 ganó las elecciones
municipales en Barcelona de forma aplastante. Mientras las relaciones entre el ejército y

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la prensa venían siendo tirantes. Días después de las elecciones municipales se produjo un
grave incidente que demostraba la fuerza del poder militar dentro del Estado. En un
semanario satírico catalán (¡Cu-cut!) se publicó un chiste antimilitarista, considerado
ofensivo por muchos militares; un grupo de ellos asaltaron y destruyeron las instalaciones
de este semanario y de otro periódico cercano a la “Lliga Regional”. Los responsables de
estos ataques recibieron el apoyo de las guarniciones del resto de España. La protesta fue
más allá: el estamento militar exigió al gobierno una ley de jurisdicciones, según la cual los
delitos contra el Ejército y la Patria quedarían bajo control de los tribunales militares. Con
esta ley sufría un retroceso una de las características de la Restauración de Cánovas: la
primacía del poder civil sobre el militar

 A partir de 1907, con el nombramiento de Maura (nuevo líder del partido conservador) por
el rey en enero de 1907 como nuevo jefe de gobierno, el regeneracionismo tiene una
nueva oportunidad para ponerse en práctica. El programa político del gobierno de Maura
(1907-1909) se condensa en esta frase suya: “Hagamos la revolución desde arriba o nos la
harán desde abajo”. Se trataba de hacer hondas reformas en el ámbito económico, social y
político que diesen autenticidad al sistema liberal-parlamentario, pero sin alterar las bases
del régimen. Destacamos de sus actuaciones:

 Medidas de inversión pública para el desarrollo de una política económica de


intervención estatal, protección y fomento de la industria nacional (Ley de
Protección de la Industria Nacional).

 Medidas sociales para dar respuesta a las demandas sociales del movimiento
obrero: regulación del descanso dominical, de la jornada laboral de niños y
mujeres; creación del “Instituto Nacional de Previsión” (1908), antecedente de
la Seguridad Social.

 En el terreno político, Maura quiso acabar con el caciquismo propiciando la


limpieza electoral. Se aprobó la “Ley de Reforma electoral de 1907”. No
obstante, la ley no consigue erradicar el caciquismo pero contribuyó a la
progresiva independización del electorado.

 Una de las más ambiciosas reformas de Maura fue “Ley de Administración


local”. Contemplaba una mayor autonomía local y la posibilidad de crear
mancomunidades locales y provinciales. Otro de los objetivos era satisfacer las
crecientes aspiraciones autonomistas de Cataluña. Pero suscitó la oposición de
liberales, republicanos e incluso conservadores y seguía sin ser aprobada por
el parlamento cuando la inesperada Semana Trágica de Barcelona de 1909
haría caer al gobierno de Maura.

El intento reformista o regeneracionista de Maura fue al traste tras los


acontecimientos de la Semana Trágica de Barcelona (1909). En julio de 1909, en
Marruecos, los rifeños atacaron a los trabajadores españoles de una de las compañías
mineras que trabajaban en la zona. El gobierno decidió enviar al Ejército y aprovechar
la ocasión para ensayar el plan de movilización de los reservistas, muchos casados y

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con hijos. El embarque de las tropas en Barcelona el 18 de julio desencadenó un
movimiento de protesta contra la guerra de Marruecos. El republicanismo más radical
y anticlerical, los socialistas y los anarquistas promovieron una huelga general contra la
guerra y la política del gobierno en Marruecos, que comenzó en Barcelona el 26 de
julio y se extendió a otras poblaciones cercanas. La huelga degeneró en insurrección
armada, sin planificación ni dirección y dio lugar a la Semana Trágica de Barcelona
(enfrentamientos, quema de iglesias y conventos….) Se declaró el estado de guerra y
se enviaron refuerzos militares. El gobierno reprimió con dureza la revuelta. El balance
fue numerosos muertos, heridos, detenidos, juicios sumarísimos y ejecución de cinco
detenidos. Uno de ellos Francisco Ferrer y Guardia, pedagogo librepensador,
anarquista, anticlerical, fundador de la Escuela Moderna, acusado sin pruebas. Su
ejecución conmocionó a la opinión pública mundial que se movilizó para evitarla.

 El rey Alfonso XIII forzó la dimisión de Maura. José Canalejas, nuevo líder del partido
liberal, fue llamado por el rey a formar gobierno (1910-1912). Su labor política fue otro
intento, el último, tras el fallido de Maura de regeneracionismo, de modernizar la vida
política española. Destacamos de su gobierno:

 La modernización del Estado que pasaba por la separación de Iglesia-Estado,


libertad religiosa, fin del monopolio de las órdenes religiosas en el campo de la
enseñanza, así como la implantación de una enseñanza laica. Así, aprobó la
“Ley del candado” (1910) que limitaba el establecimiento de nuevas órdenes
religiosas en España.

 En el plano laboral y social llevo a cabo reformas sociales como la regulación


de las relaciones laborales; se mejoran las condiciones de vida y trabajo de las
clases trabajadoras con amplias medidas de protección social como reducción
de la jornada laboral, ley de accidentes de trabajo, seguridad social obligatoria,
regulación del derecho de huelga, contratos colectivos de trabajo…

 Se sustituyó el odiado impuesto de consumos por otro progresivo sobre las


rentas urbanas.

 Con la ley de reclutamiento se estableció el servicio militar obligatorio sin


distinciones en caso de guerra, si bien en tiempos de paz se admitía que los
soldados que pagasen una cantidad de dinero hiciesen un servicio militar
reducido de cinco meses.

 Respecto a las demandas del catalanismo de la Liga, Canalejas obtenía un gran


éxito cuando las Cortes aprobaron la “Ley de Mancomunidades” en 1912, tras
vencer la resistencia de los sectores conservadores y de los liberales
centralistas. Permitía un inicio de autogobierno y satisfacía a una parte de los
catalanistas. Pero el jefe de gobierno no llegó a ver aprobada la ley en el
Senado pues José Canalejas fue asesinado por un radical anarquista en Madrid
el 12 de Noviembre. Con su muerte desaparecería un nuevo intento de

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regeneración del país y volvía la división al seno del partido liberal (García
Prieto o Romanones).

Tras un corto gobierno de Romanones, el rey decidió aplicar el “turno”. Llama


a los conservadores a formar gobierno. Tras la negativa de Maura lo hará otro líder de
los conservadores: Eduardo Dato (1913). Con él se aprobaba la “Ley de
Mancomunidades”, a la que se acogió Cataluña (1914). Permitió establecer un órgano
de coordinación de las cuatro Diputaciones provinciales. Su labor fue importante
contribuyendo al fomento material y cultural de Cataluña.

La evolución de los movimientos sociales: la expansión del sindicalismo. La fundación de la


CNT.
Paralelamente a la coyuntura política, se produce una evolución lenta pero profunda
de la economía y de la estructura social, que transforma el modo de vida de las gentes y que va
haciendo de España un país distinto del que había al iniciarse el siglo. Ahora bien, las
diferencias sociales seguían siendo llamativas y las condiciones de trabajo mejoraban con
lentitud.
Los trabajadores tuvieron en el sindicalismo una vía de defensa y de movilización para
mejorar sus condiciones de vida. El mundo obrero, siguiendo la línea marcada en la etapa
anterior, la Restauración, se fue desarrollando en una doble vertiente. Una, la socialista, por
medio de la UGT, con mayor desarrollo en Madrid y en el norte de España (Asturias y Vizcaya).
La otra, la anarquista, se reorganizó, a principios del s. XX, dando lugar al anarcosindicalismo,
siendo Cataluña el lugar donde más se extendió.
En 1910 los anarcosindicalistas decidieron convocar en Barcelona un Congreso
Nacional donde se acordó fundar la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), que celebró su
primer congreso en Barcelona en 1911. La CNT se declaraba apolítica y renegaba del Estado y
de los partidos políticos. Recurría a la acción directa, es decir, entenderse directamente con los
patronos al margen del marco legal vigente, sin aceptar la mediación estatal. Propugnaba la
huelga como método de acción obrera; la UGT, en cambio, prefería agotar las vías de
negociación antes de ir a la huelga. Teniendo en cuenta que los ugetistas y los cenetistas
diferían en métodos y en medios de acción revolucionaria, su actividad marchó en forma
paralela y sólo ocasionalmente, como veremos más adelante, en forma conjunta (1917-1920).

2.- LA CRISIS DEL PARLAMENTARISMO. LA NEUTRALIDAD EN LA I GUERRA MUNDIAL

La neutralidad en la Primera Guerra Mundial.


La Iº GM estalló en el verano de 1914. El gobierno español, se declaró neutral y obtuvo
un respaldo generalizado. No obstante, la neutralidad no impidió que se debatiera
apasionadamente sobre el tema y la opinión pública se dividiera entre “aliadófilos” y
“germanófilos”.
Las consecuencias económicas de la guerra fueron importantísimas. A partir de 1915
España se convirtió en suministradora de materias primas, alimentos y productos industriales.
Se produjo, pues, un boom económico. La producción industrial creció por el aumento de la
demanda exterior y la necesidad de sustituir importaciones con producción propia. La balanza
comercial entre 1915 y 1919 fue de superávit. Se crean y amplían empresas, se obtienen
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elevados beneficios, pero la expansión produjo tensiones sociales. No obstante, la Guerra, con
el incremento de las exportaciones y los problemas para importar productos deficitarios,
provocó desabastecimiento del mercado interior con el consiguiente aumento de los precios,
sobre todo durante 1916, 1917 y 1918. La conflictividad social aumentó. El movimiento obrero
aumentó y canalizó las reivindicaciones salariales y mejoras de vida.

La crisis de 1917
En el verano de 1917 se produjo una profunda crisis que amenazó la supervivencia del
sistema político de la Restauración. De forma consecutiva, entre los meses de junio y de
agosto, sin conexión entre ellos, tres graves problemas se desencadenaron:
 Protesta militar: las Juntas de Defensa
A comienzos de 1917 se crearon las Juntas de Defensa , asociaciones de militares, la
primera nacida en Barcelona, que se extendieron por la mayoría de las guarniciones del país.
Reclamaban un aumento salarial, pues la inflación había hecho disminuir el valor real de sus ya
bajos salarios militares, y reivindicaron como criterio de ascenso la antigüedad y no los méritos
de guerra. En junio publicaron un manifiesto en el que se culpaba al gobierno de los males del
ejército y del país, y hacían un llamamiento a la renovación política utilizando un lenguaje
regeneracionista. El gobierno reconoció a las Juntas como órganos representativos del ejército
y negoció con ellos sus reivindicaciones.
 La Asamblea de Parlamentarios
En julio de 1916 se cerraron las Cortes por miedo a que se planteara el debate de los
graves problemas por los que atravesaba el país, y había tantas cuestiones que resolver y
debatir. Por eso, a mediados de junio de 1917 una representación de diputados de la
oposición al gobierno de Dato, reclamó enérgicamente la reapertura de las Cortes. El gobierno
se negó y declaró el estado de excepción y aumentó la censura. A iniciativa de la “Lliga
Regionalista” se organizó en Barcelona una Asamblea de Parlamentarios que exigió la
formación de un gobierno provisional que convocase Cortes Constituyentes para reformar el
sistema político. Desde la Asamblea se convocó una reunión de todos los diputados y
senadores españoles que fue prohibida, pero que acabó celebrándose aunque con escasa
participación. Fue disuelta por la Guardia Civil. El movimiento parlamentario no tuvo
continuidad; desapareció. Las fuerzas monárquicas no lo apoyaron; las diferencias entre
regionalistas y partidos de izquierda hacían imposible acuerdos y las Juntas de Defensa se
mostraron contrarias a la iniciativa Parlamentaria. Además, se desató un movimiento
huelguístico en agosto que provocó el temor a un estallido revolucionario de mayores
dimensiones que la propia reforma constitucional que pedían.
 La huelga general revolucionaria.
En marzo de 1917 los sindicatos CNT y UGT acordaron firmar un manifiesto conjunto
(TEXTO A COMENTAR) en el que se instaba al gobierno a intervenir para contener los precios
bajo la amenaza de convocar una huelga general. La tensión estalló en agosto de 1917, a raíz
de un conflicto ferroviario en Valencia, y la UGT con apoyo del PSOE, decidió llamar a una
huelga general. La protesta adquirió carácter político y revolucionario porque las fuerzas
obreras convocantes reclamaban el fin de la monarquía, la formación de un gobierno
provisional que convocara Cortes Constituyentes y el paso a un sistema republicano.

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La huelga tuvo una incidencia muy desigual pues apenas contó con el apoyo de los
campesinos. Se produjeron incidentes importantes en muchos puntos del país, como Madrid,
Barcelona, el País Vasco y Asturias, donde se llegó a paralizar la vida ciudadana. El gobierno
respondió con represión. La huelga fracaso, no logró contar con el apoyo de amplios sectores,
pero tuvo unas enormes consecuencias: debilitó aún más al régimen y radicalizó a la oposición.
En los años siguientes, el sistema político de la Restauración entró en una crisis definitiva.

El hundimiento del régimen de la Restauración (1918-1923)

La crisis del Estado liberal y del régimen parlamentario de la España de la Restauración se


enmarca en el proceso de la crisis del Estado liberal que se vivió en toda Europa durante el
período de entreguerras.

Tras la crisis de 1917 culminó la descomposición de los partidos dinásticos. El


fraccionamiento de ambos partidos dificultó el funcionamiento del turnismo establecido por
Cánovas. La crisis era un exponente de la imposibilidad de un sistema liberal de base
oligárquica de evolucionar hacia la democratización. Y, además, los planes de reforma
quedaron aplazados ante los crecientes problemas como la cuestión catalanista, la
conflictividad social, el problema de Marruecos y el debate de las responsabilidades por el
desastre de Annual.

 Inestabilidad política

Desde 1918 se inician gobiernos de concentración que caracterizan el final del régimen.
Eran gobiernos inestables. En alguno de ellos participó la Lliga. Con esta colaboración en los
gobiernos Alfonso XIII abandona las posturas de izquierda atemorizada por la agitación social.
Al formar parte de estos gobiernos provocó una escisión en el nacionalismo catalán,
apareciendo grupos a su izquierda. En 1922 se crea Acció Catalana y Estat Catalá, este último
fundado por Francesc Maciá a favor de la independencia de Cataluña.

 La conflictividad social

La recesión económica que se produjo en la postguerra y la influencia de la revolución rusa


de 1917 agudizan la crisis social. Los sindicatos crecen en afiliaciones y sus posturas se
radicalizan. El momento más álgido de la conflictividad social se alcanzó en Barcelona en 1919
con la huelga de la Canadiense, nombre popular con el que se conocía a la compañía que
suministraba electricidad a la ciudad de Barcelona. Por su duración (44 días) e intensidad (dejó
prácticamente paralizada a la ciudad y la producción dependía de la electricidad), fue la huelga
más importante de la historia sindical española y e convirtió en un problemas de alcance
nacional.

A pesar de la oposición de la empresa y autoridades militares, el gobierno forzó la


negociación. Se aprobó la reducción de la jornada laboral a ocho horas y se prometió subidas
salariales y la readmisión de los despedidos. Sin embargo, el conflicto, laboral en su origen,
derivó en una auténtica “guerra social” cuando la patronal y las autoridades militares se
negaron a liberar a los detenidos, y la CNT, en la que se impusieron los sectores violento,

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declaró la huelga general. La patronal respondió con el cierre de empresas y la contratación de
bandas de pistoleros.

Los actos terroristas y la violencia callejera fruto del sangriento enfrentamiento entre
pistoleros de uno y otro bando, sumieron a Barcelona en una espiral de violencia. Entre 1919 y
1921 el pistolerismo provocó en Barcelona numerosas muertes. La aplicación de la “ley de
fugas” (provocar la evasión de un detenido para eliminarlo) agudizó también la tensión social.
Como represalia cinco anarquistas ponían fin a la vida del presidente del gobierno, Eduardo
Dato, ametrallado en Madrid (8 de marzo de 1921).

 El desastre de Annual.

El panorama se agravó aún más con los sucesos de Marruecos, en el Rif, donde la
guerra seguía abierta. Francia acelera la carrera imperialista y hace saber a España que si no
ocupa su zona la ocupará ella. De manera precipitada se hacen los preparativos para concluir la
conquista pero las cabilas rifeñas de Abd-el-Krim conocen perfectamente el terreno y
desarrollan actos de hostigamiento al ejército español. La pésima actuación diseñada por la
comandancia española hizo que las tropas españolas quedaran aisladas en Annual, siendo
masacradas por el ejército irregular de Abd-el-Krim. Trece mil hombres perdieron la vida en
una acción tan desastrosa como poco honrosa. Para determinar las responsabilidades del
desastre de Annual se inició la instrucción de una investigación: el Expediente Picasso. Pero en
esto, se produjo el golpe de Estado del capitán general de Cataluña, Miguel Primo de Rivera.

3.- LA DICTADURA DE PRIMO DE RIVERA Y LA CAÍDA DE LA MONARQUÍA. LOS PROBLEMAS


ECONÓMICOS

El Directorio Militar (1923-1925)

Desde hacía tiempo varios grupos, sobre todo militares, estaban conspirando para
derrocar el gobierno liberal. Primo de Rivera, Capitán General de Barcelona, dio su golpe de
Estado en esa ciudad el 13 de septiembre de 1923. Sin derramamiento de sangre, dominó la
situación. El Gobierno, que no fue capaz de reaccionar, acudió al monarca para que tomara
cartas en el asunto; Alfonso XIII, finalmente, apoyó abiertamente al general sublevado, a
quien confió la tarea de formar gobierno. En tres días España dejó de ser una monarquía
parlamentaria y se convirtió en un régimen autoritario. El régimen de Cánovas había
desaparecido.

Primo de Rivera, cuya dictadura está relacionada con la aparición de movimientos


totalitarios en la Europa de entreguerras, hizo públicas sus intenciones en un manifiesto
(TEXTO A COMENTAR) No pretendió, en principio, establecer un régimen definitivo; su
cometido era establecer un “paréntesis de curación” transitorio.

La implantación del Directorio Militar (nueva denominación del gobierno) fue aceptada
con satisfacción por la opinión pública, que presentía un seguro restablecimiento del orden;
pero fueron sobre todo una amplia burguesía y un amplio sector del movimiento obrero los
que apoyaron al nuevo régimen.

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El funcionamiento de toda la Administración quedó en manos del Ejército. A la vez,
tomó otras medidas urgentes: suspendió las garantías constitucionales, destituyó a los
gobernadores civiles de las provincias, disolvió las Cortes y, sin suprimirla, suspendió la
Constitución de 1876 como medio previo para arrasar a los partidos políticos, base hasta
entonces del sistema parlamentario. 1924, se creó un partido propio, la “Unión Patriótica”,
donde se daba cita la burguesía de comerciantes, industriales, terratenientes y antiguos
caciques. El partido duró lo que la Dictadura, y cumplió el papel de aportar el personal político
que necesitó la Dictadura.

Los nuevos ataques rifeños a las posiciones españolas en 1924 hicieron que Primo de
Rivera decidiera acabar con el conflicto. Un ejército potente, junto con el francés, desembarcó
en la bahía de Alhucemas en septiembre de 1925. Tras varias semanas de duras batallas, Abd-
el-Krim se entregó a las autoridades francesas para no ser prisionero del ejército español. El
gran éxito conseguido por Primo de Rivera fue político y popular.

El Directorio Civil (1925-1930). La oposición a la Dictadura y la caída de Primo de Rivera.

Tras este éxito, Primo de Rivera decidió transformar el Directorio Militar en un


gobierno en el que incluía hombres civiles, el llamado “Directorio Civil” (diciembre 1925). Esta
etapa propició la industrialización desde un intervencionismo estatal, la mejora de la
agricultura y el comercio. La Dictadura se benefició de la oleada de prosperidad de los “felices
años veinte” y la economía española mejoró. Se extendió la electrificación, aumentó la
producción de hierro, acero y hulla, y se impulsaron las obras públicas (construcción de
embalses, carreteras, ferrocarriles, puertos). En 1926, por otro lado, se crearon las
Confederaciones Hidrográficas para el aprovechamiento de los ríos, tanto para el regadío
como para la producción de energía eléctrica.

En política social, el Estado también se mostró muy activo. Construyó “viviendas


baratas”, también Institutos, escuelas y servicios sanitarios (sin embargo, no existían libertades
fundamentales y el Somatén mantenía el control de la sociedad).

A través de la UGT, la Dictadura pudo crear un montaje de estructura corporativa a la


italiana para las relaciones empresario-obrero (comités paritarios). Sin embargo, no pudo
solucionar otros problemas. La sociedad catalana se mostraba cada vez más reacia al régimen
(se había prohibido, incluso, la utilización del catalán). El movimiento obrero iba tomando
posiciones. A partir de 1928 el PSOE empezó a pensar que, puesto que no había un auténtico
régimen parlamentario, la única salida debería ser la república; y lo mismo propusieron el
Partido Comunista y los anarquistas de la CNT.

Pero fueron dos fuerzas las que contribuyeron directamente a la caída de Primo de
Rivera: los intelectuales y el ejército de la Península. Los primeros, porque se vieron atacados
con la destitución de Unamuno como rector de la universidad de Salamanca, la clausura del
Ateneo de Madrid y el Proyecto de Reforma Universitaria. Los militares destinados en la
Península porque se encontraron con un Primo de Rivera favorable a los militares de
Marruecos.

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La crisis económica de 1929, aunque no afectó demasiado, tuvo repercusiones graves
en el comercio internacional y ralentizó el crecimiento en la década de los treinta. La
productividad agrícola aumentó pero siempre se mantuvo por debajo de la europea y el sector
minero experimentó una bajada en sus exportaciones. La balanza comercial española siguió
siendo deficitaria

El 30 de enero de 1930 Alfonso XIII aceptó la dimisión de Primo de Rivera, encargando


al viejo militar Dámaso Berenguer la formación de un nuevo gobierno.

El Pacto de San Sebastián, en agosto de 1930, reunió a varios grupos para tratar un
futuro cambio hacia la república. Pero es importante indicar que de este pacto se derivaron
dos líneas de acción complementarias: una revolucionaria, que llevó al fracasado
pronunciamiento militar de Jaca de diciembre de 1930, y otra política que, con una gran
campaña de prensa y mítines, lograría arruinar el prestigio de la monarquía.

El acuerdo político del Pacto de San Sebastián implicó la creación de un Comité


Revolucionario. En diciembre de 1930 se difundió masivamente un manifiesto firmado por los
principales dirigentes en el que explícitamente se llamaba a la población a derribar la
monarquía. Mientras, los gobiernos del general Berenguer y luego del almirante Aznar,
convocaron Cortes constituyentes para lograr el necesitado consenso en el régimen
monárquico. Según el procedimiento establecido, había que empezar por las elecciones
municipales que sustituyeran a los ayuntamientos de la dictadura, para luego llegar a las
elecciones a Cortes.

Las primeras se celebraron el 12 de abril de 1931 en un clima de incertidumbre. Sin


embargo, acabaron convirtiéndose en un plebiscito sobre la monarquía. Aunque salieron
elegidos más concejales monárquicos que republicanos, éstos triunfaron en la España de las
ciudades. El día 13, tras conocerse los resultados electorales, miles de personas salieron a la
calle para manifestarse a favor de la república.

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