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Entre los años 1912 - 1917 ocurrieron los cambios más relevantes en la relación entre
Puerto Rico y Estados Unidos.
En 1913, el candidato demócrata Wilson llegó a la presidencia de la nación. El Partido
Demócrata (fundado en 1828) había salido debilitado de la guerra civil de 1861-1865.
Solo había ganado una elección la de 1892.
En 1898 cuando Estados Unidos se enfrentó a España en la guerra hispanoamericana
(la que involucró a territorio de Cuba y Puerto Rico) se había caracterizado por su
discurso antimperialista y su oposición al coloniaje.
Algunos separatistas anexionistas en aquel momento el caso José julio Hena en 1899
es emblemático, habían negociado con los demócratas (entonces en la oposición) una
relación más justa con Puerto Rico, pero fracasaron en el intento.
Desde 1914, las presiones de la gran guerra (luego conocida como la Primera Guerra
mundial) cambiaron las posturas del Partido Demócrata. El imperialismo de los
demócratas no difería mucho del de los republicanos. Los intereses militares y
económicos de la nación estaban por encima de todo.
La tendencia en la clase política en Puerto Rico fue esperar menos de Estados Unidos
y en cierto modo ser más críticos con la imagen que había tenido sobre aquel país
desde la invasión de 1898. El Partido Unión de Puerto Rico abandonó la opción en
favor de la estadidad presente en el programa del partido en 1913 y limitó su programa
a la búsqueda del “self – government” o autonomía y la independencia para la lógica
del Partido Unión.
El “self – government” era considerado un paso hacia la independencia con
protectorado, pero no se precisaba cuando después de un período de “self-
government” se exigiría la independencia bajo aquellas condiciones.
Dentro del partido Unión de Puerto Rico se desarrolló una pugna entre los tantos que
defendían una y otra opción. La pugna estuvo encabezada por el líder máximo del
partido Muñoz Rivera (fungía como comisionado residente en Washington) y José de
Diego Martínez (fungía como portavoz de la Cámara de delegados). Las diferencias
entre los dos líderes tenían que ver con la ciudadanía americana. Tan sencillo como
que Muñoz Rivera la apoyaba sí incluía más “self-government”/autonomía o incluso si
con ella venía una promesa de estadidad futura. Para Muñoz Rivera la estadidad era
una forma de independencia, significaba que ambos eran sistemas soberanos de
autogobierno legítimos y aceptables.
Esa idea había estado bien presente dentro de los separatistas independentistas y de
los separatistas anexionistas desde el siglo 19, pero para de Diego sería una
ciudadanía de segunda clase que impediría la independencia futura de Puerto Rico. La
ciudadanía puertorriqueña creada por la ley foraker, de acuerdo con José de Diego
dejaba abierta esa puerta para el futuro puertorriqueño.
Los reclamos centrales del Partido Unión de Puerto Rico eran básicamente dos y
tenían que ver con la autonomía que estaban solicitando:
1. La abolición del Tribunal federal en Puerto Rico.
2. La abolición de la aplicación de las leyes de cabotaje y el fin del tutelaje
económico con el propósito de estimular el crecimiento de las fuerzas
económicas puertorriqueñas.
Por otro lado, en el panorama político, la central sindical conocida como Federación
Libre de Trabajadores y el Partido Obrero Socialista decidieron participar más
activamente en el proceso electoral. En el año 1915 fundaron un instrumento político
que se conoció con el nombre del Partido Socialista y que fue dirigido por el líder
sindical de origen gallego Santiago iglesias. El Partido Socialista tenía un programa
sindicalista de carácter popular y favoreció la colaboración de buena fe entre la clase
obrera y los patronos en la medida en que las circunstancias lo propiciaran. No era un
Partido Socialista rojo radical o revolucionario sino un Partido Socialista amarillo
moderado, que no pensaba que el destino de la clase obrera fuese hacerse con el
poder mediante una revolución como planteaban los marxistas y los leninistas
posteriormente a principios del siglo 20. Tampoco creía el Partido Socialista en la
independencia, ya que veía en la relación de Puerto Rico con Estados Unidos, en su
ciudadanía y en la estadidad una garantía para los derechos de los trabajadores.
El otro gran partido político del momento, el Partido Republicano Puertorriqueño
radicalizó la campaña de americanización y exigió la ciudadanía estadounidense (la US
citizenship) colectiva y la incorporación de Puerto Rico como territorio para convertirlo
en candidato a la estadidad. Se presumía que el reconocimiento de la ciudadanía
implicaba la incorporación y la candidatura a la estadidad. Los puntos en común entre
republicanos y socialistas eran muchos, se basaban en la ansiedad por la estadidad,
elemento sobre el cual elaborarían una coalición partidaria durante la década de 1920.