Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
CURRICULUM Y DISCAPACIDAD ¡
2021
“Es fundamental reconocer que las personas con discapacidad requieren de apoyo y ayudas de
diferentes profesionales del sistema educativo en el contexto escolar y de otras personas y /o
profesionales en contextos de su vida diaria, pero es necesario remarcar que estas ayudas y apoyos
deben ir desapareciendo paulatinamente para permitirles desarrollar conductas independientes”
Como se describe en “Trayectorias escolares e inclusión de niños y jóvenes con discapacidad” (Casal y
Lofeudo, 2010), en nuestro sistema existen niveles y otras modalidades, que se corresponden o bien con
las etapas etarias o bien con la especificidad de los contenidos y objetivos de enseñanza. La ley Nacional
de Educación determina que el nivel inicial atiende niños de 45 días a 5 años; sin embargo hay niños que
“permanecen” más allá de estos límites, de acuerdo a ciertas necesidades de acceso a los contenidos,
que les requerirán al estar luego en la escuela primaria -explícitos e implícitos, vinculados al curriculum
oficial y al currículo oculto- .
El nivel primario atiende las necesidades de educación básica, lo que permite la continuidad en el nivel
medio y posibilita el desenvolvimiento en la vida social, política y económica. Tradicionalmente, el nivel
primario atiende a niños de 6 a 12 años aunque la modalidad de jóvenes y adultos es una respuesta a la
realidad que demuestra la existencia de personas de más de 14 años que no han accedido a este nivel. El
nivel medio presenta particularidades similares, agregando a ellos las diferentes modalidades que no
responden a etapas etarias sino a la diversificación curricular (técnica, artística y las diversas medias).
Estas respuestas a la diversidad de situaciones educativas se completan con la existencia de programas o
variaciones que proponen “aceleración”, “no gradualidad”, “apoyo a la integración”, “parejas
pedagógicas”, entre otras.
Para dar cuenta del concepto de configuraciones de apoyo recurrimos necesariamente al de trayectoria
escolar. Al decir de Terigi (2007), “el sistema educativo define, a través de su organización y sus
determinantes, lo que llamamos trayectorias escolares teóricas”. Las trayectorias teóricas expresan
itinerarios en el sistema que siguen la progresión lineal prevista por éste en los tiempos marcados por
una periodización estándar. Contrariamente, las trayectorias escolares reales expresan los modos en
que gran parte de los niños y jóvenes transitan su escolarización. Estos modos se asocian, según la
ISFDYT N° 32
CURRICULUM Y DISCAPACIDAD ¡
2021
autora, con la relativa inflexibilidad de nuestros desarrollos pedagógico- didácticos para dar respuestas
eficaces frente a la diferencia. La trayectoria es el resultado producto de la confluencia entre las
biografías personales de los alumnos y las posibilidades y/o barreras que le presenta una institución
como la escuela. Centrarse exclusivamente en uno de estos aspectos nos impide capturar la complejidad
del fenómeno. Desde este enfoque, la Educación común y la Educación especial, no deberían demarcar
territorios de intervención, sino que deberían constituirse en campos diferentes y complementarios
para hacer posible la enseñanza y el aprendizaje. Una trayectoria educativa integral contemplará:
c- Los profesionales de orientación y apoyo y sus funciones, así como la colaboración entre ellos;
Señalan Casal y Lofeudo (2010): “El diseño y puesta en marcha de estas trayectorias requiere pensar en
configuraciones prácticas de apoyo. Se trata de diseñar intervenciones para potenciar las capacidades y
minimizar las barreras con el menor grado de dependencia y el mayor grado de autonomía”. De este
modo, el contexto adquiere una significación central en la definición de la capacidad y la discapacidad.
Podemos pensar en trayectorias escolares que incluyan apoyos materiales, tecnológicos, didácticos,
facilitadores de los lazos. Estas configuraciones prácticas pueden adoptar diversas formas, en los
proyectos de inclusión o en las aulas de los servicios de la Dirección de Educación Especial, ellos son :
Los procesos de inclusión Escolar y las Configuraciones de Apoyo brindadas por educación especial en
las escuelas comunes, incluyendo el uso de las TIC en este marco, cobra relevancia el análisis de las
configuraciones de apoyo entendidas como un conjunto de andamiajes planificados desde el sistema
educativo para hacer posible la inclusión de alumnos con discapacidad, restricciones o dificultades
Para la construcción de una escuela inclusiva, la Educación Especial debe ser pensada como un conjunto
de propuestas educativas y recursos de apoyos, especializados y complementarios, orientados a la
mejora de las condiciones de enseñanza y aprendizaje para quienes presenten discapacidades o
dificultades. Las distintas configuraciones de apoyo aparecen como respuestas posibles para alcanzar
este objetivo. Desde la perspectiva de los actores psicoeducativos implicados, el recorrido por la escuela
común para los niños con discapacidad o con restricciones para aprender y participar comienza a ser un
espacio transicional transitado también por los profesionales de la educación especial que hacen visible
la inclusión y la presencia de alumnos diferentes. Las nuevas formas de la Educación Especial ofrecen,
diseñan y ponen en funcionamiento apoyos en tanto herramientas que hagan posible la inclusión, la
participación y el aprendizaje. La articulación entre la escuela común y la escuela especial hace posible la
creación de un espacio intermedio que representa “lo especial” (a través de los distintos agentes que
llevan adelante las diversas configuraciones de apoyo) en la escuela común que significa la inclusión
para ese niño que otrora “era para la escuela especial”,el desarrollo de orientaciones curriculares para
las dimensiones pedagógicas y didácticas implicadas en las áreas específicas para la atención
especializada en las diversas caracterizaciones de la discapacidad.
ISFDYT N° 32
CURRICULUM Y DISCAPACIDAD ¡
2021
Asimismo propicia la jerarquización de las prácticas educativas a partir de una organización didáctica
que contemple la definición de finalidades, contenidos y orientaciones didácticas para el desarrollo
curricular, teniendo en cuenta los contextos institucionales y las particularidades de cada sujeto con
discapacidad.
La Dirección de Educación Especial viene desarrollando fortalecimientos pedagógicos en relación a la
inclusión educativa, a la revisión del concepto de Discapacidad Intelectual, la atención de la
Discapacidad Múltiple y la Sordoceguera, la formación en Comunicación Aumentativa/Alternativa y la
accesibilidad al curriculum a partir de diversos recursos tecnológicos.
Por tal motivo, resulta relevante la necesidad de explicitar estas orientaciones curriculares de las áreas
específicas a fin de favorecer y garantizar la atención educativa especializada y el diseño de
configuraciones de apoyo que permitan propiciar trayectorias educativas para cada niño, adolescente o
joven con discapacidad con NEDD.
Especificaciones conceptuales y encuadres teóricos
Diversos documentos de la Dirección de Educación Especial desarrollan aspectos vinculados a las
actuales perspectivas sobre el modelo social de la discapacidad que hoy enmarca los diversos campos de
fundamentación teórico práctica.
Para la Educación Especial la presencia de este modelo social interpela las prácticas educativas y las
intervenciones didácticas hacia la búsqueda de un abordaje integral del sujeto con discapacidad que
promueva la superación de miradas tradicionales.
Es necesario adoptar miradas que resulten superadoras de la mera detección de limitaciones para
avanzar hacia la definición de apoyos y ajustes razonables en términos de derecho y que favorezcan, en
cada situación particular, el logro progresivo de mayores niveles de autonomía, autodeterminación,
comunicación y participación en el entorno próximo de cada sujeto con discapacidad.
Desde los actuales marcos teóricos, la Organización Mundial de la Salud (en adelante, OMS) - C.I.F.1
establece una vinculación del concepto de discapacidad con el de funcionamiento, considerando a este
último como un término global que hace referencia a todas las funciones corporales, actividades y
participación. En este contexto la discapacidad y el funcionamiento de una persona serán concebidas a
partir de una interacción dinámica entre los estados de salud y los factores contextuales.
En este sentido queda planteada una aproximación de la discapacidad focalizada en las conductas
funcionales y en las necesidades de apoyo de cada sujeto. Una perspectiva que va a enfatizar
dimensiones tales como la autonomía, la autodeterminación, la igualdad de condiciones y las
capacidades en conexión con la calidad de vida de la persona con discapacidad.
El abordaje de las Necesidades Educativas Derivadas de la Discapacidad define nuevos escenarios donde
el establecimiento de las precisiones curriculares se torna imprescindible, en pos de consolidar espacios
pedagógicos que garanticen la accesibilidad en el más amplio sentido de la palabra.
Por tanto, queda prescripto que la Educación Especial es la responsable de brindar propuestas
educativas a niños, adolescentes, jóvenes, adultos y adultos mayores con discapacidad. Este aspecto
implica una especificación en las intervenciones y una diferenciación respecto de otras necesidades
especiales que no se enmarcan en una situación de discapacidad y por lo tanto pueden ser resultas por
el resto de los Niveles y Modalidades del sistema, en el marco de la inclusión escolar como principio
nodal de las políticas pedagógicas actuales.
Esta propuesta tiene la finalidad de brindar un encuadre didáctico a las áreas específicas, de forma tal
que favorezca la producción y elaboración de configuraciones de apoyo de acuerdo con los diversos
niveles de complejidad de la discapacidad de los estudiantes que asisten a las escuelas y centros de
Educación Especial.
Por tal motivo, resulta importante explicitar y actualizar algunos conceptos centrales que permitan
definir quiénes son los sujetos destinatarios de estas orientaciones curriculares y los componentes
ISFDYT N° 32
CURRICULUM Y DISCAPACIDAD ¡
2021
específicos para la atención educativa.
NED de la Sordoceguera
De acuerdo con lo sostenido por la Sordoceguera Internacional (DBI) “es una discapacidad de características únicas que implica
la existencia de una deficiencia auditiva y una deficiencia visual lo suficientemente severas como para afectar la comunicación,
la movilidad y el acceso a la información y al entorno. Las personas sordociegas pueden tener también otras
discapacidades físicas o cognitivas. Sólo una pequeña proporción de sordociegos son completamente sordos y completamente
ciegos.”
Es posible diferenciar la sordoceguera congénita y la sordoceguera adquirida. En el primer caso, los sujetos nacen con una
deficiencia visual y auditiva o se vuelven sordociegos antes del desarrollo del lenguaje. Como consecuencia de este hecho,
también se habla de sordoceguera prelingüística. Un gran número de personas que pertenecen a este grupo pueden tener
asociada una discapacidad intelectual. Hay niños sordociegos, además, que son usuarios de sillas de ruedas y que presentan
necesidades de salud complejas.
El impacto de la sordoceguera en la persona y las estrategias a implementar serán diferentes dependiendo del momento de
adquisición de la misma y de las oportunidades de acceso a los aprendizajes que hayan tenido.
Como dice Freire (2014), creemos que toda práctica pedagógica debe partir “del concreto cultural e histórico del grupo con el
que se trabaja” (p.71), entendiéndose que la “comprensión de la cultura supone la comprensión de la lengua y del lenguaje”
(p.73). Por lo tanto, toda intervención educativa se orienta a tomar decisiones lingüístico-curriculares que se inciden
mutuamente y a gestionar lenguas grupalmente de modo competente en los distintos escenarios educativos con el objetivo de
enseñar y aprender.
“Nada sobre nosotros, sin nosotros” se pronuncia en el marco de la Convención Internacional sobre los derechos
de las personas con discapacidad; por lo tanto, el reconocimiento y la visibilidad del otro en tanto sujeto
constituirá el punto de partida de toda trayectoria educativa.
En algunas oportunidades y por circunstancias diversas, los maestros no podemos manejar las mociones
negativas que surgen como consecuencia de las dificultades de nuestro quehacer cotidiano, puede
aparecer estrés, desesperanza o el inmovilismo en general, un descenso del nivel de tolerancia e
implicación personal del profesorado ante cualquier situación que suponga afrontar nuevos retos o
desafío
En este sentido la percepción de los docentes acerca de sus alumnos y sus posibilidades pueden facilitar
los logros u obstaculizar los aprendizajes por las representaciones positivas o negativas que tienen de los
mismos.
En estas situaciones puede ocurrir que sea el mismo maestro/profesor quien requiere de apoyos para
llevar adelante su tarea de enseñar por lo que en estos casos son necesarias configuraciones que se
enfoquen a informar, capacitar, atender a los obstáculos que se detectan para implementar estrategias
de enseñanza Muchas veces la actitud de resistencia por temor a lo desconocido es una barrera difícil de
sortear, de ahí la necesidad que el maestro integrador brinde estrategias y herramientas para abordar la
enseñanza del alumno incluido.( Ver Resolución 1664/17)
Esta tarea puede ser a través de todos los recursos de comunicación actuales y no solos en forma
presencial con entrevistas o reuniones. Se pueden formar grupos de consulta, de intercambio vía chat,
por ejemplo, comunicándose diariamente, enviando materiales, etc.
Como profesores, nuestra tarea de «atender a la diversidad» es a todas luces, compleja y difícil en
ciertas
circunstancias escolares actuales. Cuando uno se enfrenta en solitario a situaciones de ese cariz, es muy
probable que, salvo excepciones, pronto se vea superado por la tarea y, por ello, renuncie a los
planteamientos más innovadores y se conforme con las respuestas tradicionales o con la justificación de
que es «imposible» cambiar la realidad.
Por esta razón resulta estratégico, para avanzar en la dirección de una educación inclusiva, el ser capaz
de «tejer» y mantener una amplía, tupida y robusta red de apoyos, colaboraciones y ayudas mutuas,
como
procedimiento para hacer frente a las tareas y decisiones complejas y éticamente controvertidas que
han de tomarse. En esa red, son nudos esenciales los formados por las estrategias de colaboración y
participación entre las escuelas, las familias y la comunidad en la que en la que nos encontramos.
También lo son los lazos de apoyo mutuo entre profesores, o los alumnos entre sí a través de estrategias
de trabajo colaborativo.
La construcción de la Pareja pedagógica
Constituye un tipo de organización en la que dos docentes trabajan conjuntamente con el mismo grupo-
clase. Habitualmente se conforma con el maestro/profesor de aula y el maestro inclusor perteneciente a
Educación Especial Los profesores, al igual que otros profesionales, aprenden a partir de la interacción
con otros colegas, y además la colaboración entre ellos se convierte en una herramienta imprescindible
para favorecer una práctica reflexiva, un recurso esencial para alcanzar la máxima eficacia docente.
Es importante que las finalidades y las tareas conjuntas sean claras y asumidas por los participantes, y
así mismo, relacionadas con las propias necesidades profesionales. A la vez, los profesores deben tener
una disposición a interactuar y a asumir compromisos, y se deben establecer unas estructuras básicas
que permitan dinamizar la docencia compartida.
Actualmente pueden y deben utilizarse herramientas tecnológicas para la comunicación y el intercambio
que faciliten el asesoramiento y orientación que el docente de aula requiera y que el maestro inclusor
necesite de su par, su compañero de equipo través de chat, grupos en internet, otros..
Las TICS utilizadas para la comunicación e intercambio entre docentes son efectivas y deben utilizarse en
toda conformación de pareja pedagógica De esta manera el docente no “esta solo” esta ayudado y
ISFDYT N° 32
CURRICULUM Y DISCAPACIDAD ¡
2021
sostenido a diario por el maestro inclusor y éste a su vez tiene la información necesaria y actualizada
acerca de las necesidades del alumno, del contexto del aula y del docente.
Strully y Strully (1990) plantean algunas formas básicas de conducir el aula hacia las «redes naturales de
apoyo» avanzando así hacia aulas que aceptan y usan positivamente las diferencias entre alumnos. Esto
supone plantear la enseñanza contando con los propios alumnos como apoyo: los sistemas de
aprendizaje en grupo cooperativo, los sistemas de aprendizaje apoyados en las tutorías entre
compañeros así como la creación de comunidades y redes de ayuda entre compañeros tanto entre
profesores como alumnos. (véase por ejemplo Parrilla y Daniels, 1998)
Aulas y Prácticas inclusivas
Partimos de la afirmación de que nuestros alumnos son diferentes. Somos conscientes de que hay
alumnos y alumnas con distintas formas de comunicación, con problemas de movilidad, con rasgos
distintos, con necesidades diferentes, etc. Ignorar en el aula esas diferencias supone negar a esos
alumnos su derecho a aprender según sus necesidades, además transmite a los alumnos una actitud
pasiva y de indiferencia ante la diversidad.
Dar la oportunidad de hacer, decir, pensar, encontrar las posibilidades de cada uno más que situarnos
en las dificultades nos permite trabajar
Respuesta educativa desde el aula
En el momento de organizar la clase, los profesores tomamos una serie de decisiones –con frecuencia de
una forma más o menos intuitiva- en relación, por ejemplo, con la distribución del tiempo en la
explicación de los contenidos y en la práctica, en el trabajo individual o en el colectivo.
El conjunto de estas decisiones configuran una determinada estructura de aprendizaje, que no varía
únicamente entre un profesor y otro, sino incluso en un mismo profesor, según las características del
grupo de alumnos.
No basta con decir o llamar a un aula «inclusiva» para que realmente lo sea. No es una cuestión de
nombre, sino de lo que ocurre en ella. Todos los alumnos tienen que sentir que son bienvenidos y
partícipes del grupo. Además, es característico que el clima de clase sea de confianza, en donde los
alumnos se sientan seguros para preguntar cuando no sepan algo, tengan dudas, que les permita
percibir los errores como parte de su proceso de aprendizaje y oportunidades para mejorar.
Dar respuesta a la diversidad significa romper con el esquema tradicional en el que todos los niños y
niñas hacen lo mismo, en el mismo momento, de la misma forma y con los mismos materiales. En este
sentido, además del diseño de materiales diversos teniendo en cuenta las características de los
diferentes alumnos, es necesario considerar diferentes modalidades de agrupamiento de alumnos
(individual, pequeño o gran grupo) que permita la puesta en práctica de metodologías variadas
(enseñanza tutorada, colaborativa o cooperativa), así como la flexibilización de los grupos y tiempos.
ISFDYT N° 32
CURRICULUM Y DISCAPACIDAD ¡
2021
Observemos en esta imagen de una sala de Nivel Inicial grupos de alumnos realizando diferentes
actividades en el mismo tiempo
Podemos distinguir
Los alumnos de primer grado en una clase de geometría. La meta es lograr producir la mayor cantidad
de figuras integrándolas. Trabajan en grupos.
Expectativas elevadas: Como sabemos hoy, las expectativas que tengan tanto profesores como alumnos
del proceso educativo es una variable relevante del proceso de aprendizaje (para una revisión, ver
Miras, 2001). Mantener y comunicar altas expectativas, mediante el estímulo y el desafío intelectual a
los estudiantes, produce un incremento en el rendimiento, el aprendizaje y la autoestima de éstos.
Además, esto suele ser cierto, tanto para las expectativas que se comunican a todo el grupo de la clase,
como aquellas dirigidas a estudiantes individuales.
Reforzamiento positivo El reforzamiento positivo, mediante premios e incentivos es más eficaz que las
observaciones negativas. Otra estrategia que numerosos estudios han puesto de relieve es la utilización
del elogio y la recompensa como medios de reforzar el buen comportamiento o el logro académico
El elogio es uno de los recursos que tiene el docente para reforzar el buen comportamiento o el logro
académico.
El clima del aula es una de las condiciones principales para el trabajo en aula inclusiva Un docente
confiado y seguro de si mismo y con altas expectativas hacia sus alumnos es el principal ingrediente para
lograr un clima de seguridad y confianza.
EDUCACIÓN INCLUSIVA
El sistema educativo tiene la necesidad, la responsabilidad y el desafío de atender a la diversidad en el
aula ofreciendo respuestas orientadas a eliminar las desigualdades derivadas de cualquier tipo de
discapacidad, problema de aprendizaje, creencias, diferencias lingüísticas, situación social, económica o
cultural. Dado que las particularidades individuales necesariamente implican divergencias en los modos
de acceder al conocimiento, las oportunidades de aprendizaje deben ser equitativas para todos los
alumnos del sistema.
Es desde esta perspectiva de respeto por la diversidad que se concibe a la educación inclusiva como una
estrategia para reducir la exclusión a través de la transformación de las prácticas institucionales y
pedagógicas.
Atendiendo a la noción de educación como derecho y no como privilegio, la construcción de un modelo
educativo inclusivo no solo garantiza la igualdad de oportunidades educativas sino también la puesta en
práctica de los derechos humanos.
ISFDYT N° 32
CURRICULUM Y DISCAPACIDAD ¡
2021
Implementar un modelo inclusivo no significa atender a las necesidades de los alumnos con
discapacidad dentro del contexto de las escuelas de los niveles obligatorios, sino contemplar la
diversidad de todos los estudiantes del sistema para poder dar respuestas adecuadas a cada uno desde
las propuestas áulicas.
Desde luego, esto implica que se lleven a cabo cambios y flexibilizaciones en los entornos de
aprendizaje, ya sea en términos de contenidos y enfoques como de estrategias y modos de evaluar. Esta
modificación sustancial de la estructura, el funcionamiento y la propuesta pedagógica de las escuelas
apunta a reemplazar la antigua meta de homogeneidad por prácticas educativas simultáneas y diversas
que contemplen y capitalicen las diferencias individuales.
Propósitos
La educación inclusiva contribuye a revertir la concepción errónea de que la diversidad representa una
amenaza para los estándares de homogeneidad y normalidad tradicionalmente establecidos en la
escuela. Al reconocer, aceptar y naturalizar la diversidad, los docentes y los alumnos la pueden valorar
en toda su dimensión. Así, la diversidad deja de ser un problema para convertirse en un desafío y en
una oportunidad para enriquecer las prácticas de enseñanza y aprendizaje.
Partiendo de la noción de educación como derecho humano elemental, la educación inclusiva sustenta
la posibilidad de una sociedad más justa a través de la eliminación de la exclusión social derivada de las
actitudes y respuestas que se generan frente a la diversidad.
Una institución verdaderamente inclusiva debe dar respuestas apropiadas al amplio espectro de
necesidades educativas de sus alumnos. Lejos de esperar que todos desarrollen el mismo nivel de
competencia de la misma manera, al mismo tiempo y valiéndose de las mismas estrategias, la escuela
inclusiva debe proporcionar el apoyo necesario para cada alumno dentro del aula, de manera de
procurar que todos tengan éxito en el aprendizaje y participen de él en igualdad de condiciones en el
marco de una enseñanza adaptada a las necesidades, habilidades y niveles de competencia particulares.
Enfoque
Para que los principios de equidad, justicia e igualdad social que sustentan la educación inclusiva se
traduzcan realmente en igualdad de derechos, oportunidades y participación en la educación, la escuela
inclusiva debe empezar por no establecer ningún requisito de admisión ni criterio de selección. No
obstante, para garantizar la equidad educativa, es decir, para proporcionarle a cada alumno lo que
necesita para aprender, se necesita mucho más que una escuela de puertas abiertas.
Este enfoque propone dar más flexibilidad al currículum para que todos los alumnos puedan acceder al
aprendizaje. En ocasiones, la rigidez de la propuesta curricular -que no contempla las diferencias en los
modos de aprender, de expresar el conocimiento y de implicarse en el propio aprendizaje- impide que
todos los alumnos alcancen los objetivos propuestos. El reconocimiento de estas diferencias vuelve
necesario la creación de espacios donde todos los estudiantes tengan la oportunidad de aprender desde
sus preferencias, posibilidades y limitaciones, y de acceder, participar e implicarse en el propio
aprendizaje.
La dificultad para acceder al conocimiento reside más en la interacción de los alumnos con materiales
didácticos inflexibles que en sus propias capacidades. Por eso es necesario que la enseñanza se plantee
desde un enfoque en el que el docente pueda hacer modificaciones en función de las necesidades
específicas de sus alumnos; es decir, personalizar la propuesta didáctica y ofrecer distintas alternativas,
modelos y metodologías para que cada alumno pueda progresar.
Así, en la educación inclusiva el foco se desplaza del alumno a los materiales y recursos didácticos en
particular, y al diseño curricular, en general.
Por otra parte, además de beneficiar al estudiante que tiene alguna dificultad específica, esta mayor
flexibilidad curricular permite que cada alumno elija la opción con la que se siente más cómodo para
aprender.
Barreras
ISFDYT N° 32
CURRICULUM Y DISCAPACIDAD ¡
2021
Resulta imposible hablar de educación inclusiva sin hacer referencia a las barreras para el acceso a la
participación y al aprendizaje que impiden que los conocimientos sean accesibles a todos los
estudiantes.
Además de los obstáculos que suponen las condiciones edilicias que impiden el acceso físico, existen
barreras culturales, actitudinales y didácticas que parten de las culturas escolares, las creencias
docentes, la falta de variedad de estrategias de enseñanza y de aprendizaje adecuadas y la utilización de
un currículo poco flexible, entre otras.
Para superar los obstáculos que los diferentes contextos presentan para el acceso a la participación y al
conocimiento de cada estudiante, es necesario tener en cuenta y respetar las diferencias individuales,
de modo que el aprendizaje parta del estado real del desarrollo de cada alumno para, así, provocar su
transformación.
Orientaciones metodológicas
Tradicionalmente, el sistema educativo ha planteado y desarrollado una enseñanza basada en
contenidos homogéneos para todos los alumnos sin apelar a la utilización de estrategias diferenciadas
según las peculiaridades de cada uno. Es común observar, por tanto, que en las aulas se favorece poco
que los alumnos manifiesten sus distintos estilos de aprender y sus condiciones y capacidades
personales.
La inclusión de alumnos con necesidades educativas derivadas de la discapacidad, así como las
características sociales y personales del resto de los estudiantes, hacen necesaria la implementación en
el aula de una variada gama de actividades que contemplen la expresión de los distintos intereses y
ritmos de aprendizaje. Esta variedad será la que permita desarrollar objetivos y contenidos comunes
pero que respeten las distintas peculiaridades para hacer posible el éxito educativo de todos.
Cómo construir un aula inclusiva
A continuación, se presentan orientaciones metodológicas organizadas en torno a tres ejes que
sustentan la construcción de aulas inclusivas. En algunos casos se proponen, además, ejemplos de
aplicación de esas orientaciones a la práctica diaria. Estas orientaciones están basadas en los principios
del Diseño Universal del Aprendizaje (DUA).
1) Formas de presentar la información por parte del docente
Ofrecer múltiples modalidades de información (auditiva, visual, audiovisual, táctil)
De esta forma, el docente puede responder a las necesidades específicas de cada alumno, ya que
algunos aprenden mejor apoyándose en lo que escuchan, otros en lo que ven y otros en el tacto o el
movimiento.
Ejemplo: ofrecer textos que permitan agrandar el tamaño de la letra o amplificar el volumen;acompañar
los textos con viñetas, gráficos o subtítulos; utilizar pantallas digitales interactivas;convertir textos a voz,
entre otros.
Allanar significados
Además de utilizar estructuras gramaticales sencillas, el docente puede anticipar las dificultades de
acceso a los materiales y clarificar el significado de las palabras clave, los símbolos matemáticos y los
íconos.
Ejemplo: utilizar descripciones de los símbolos gráficos, recurrir a glosarios, armar redes conceptuales,
etc.
Recuperar conocimientos previos de los alumnos
A través de la utilización de estrategias de anticipación el docente puede facilitar la comprensión.
Ejemplo: proponer una lluvia de ideas, establecer analogías, realizar organizadores gráficos como
diagramas o esquemas, etc.
A modo de síntesis, la educación inclusiva reconoce la necesidad de transformar las culturas, las políticas
y las prácticas de la institución en su conjunto para dar cabida a las diferentes necesidades de cada uno
de los estudiantes, además de contemplar la obligación de eliminar las barreras que impiden esa
posibilidad.
Por último, vale la pena señalar que la educación inclusiva es un proceso que puede llevar tiempo.
Consiste en transformar los sistemas educativos y otros entornos de aprendizaje con el fin de
responderle a la diversidad de los estudiantes. El objetivo final es la inclusión en la diversidad que
contempla a maestros y estudiantes. Este es el desafío y la oportunidad para enriquecer las formas de
enseñar y aprender. Llegar a ello podría requerir un largo recorrido.
BIBLIOGRAFIA
-Parrilla Latas, Ángeles Apoyo a la Escuela: un proyecto de colaboración (2009)
-Documento conjunto Dirección Provincial de Nivel Secundario y Dirección de -Educación Especial
“Integración de alumnos con necesidades educativas derivadas de la discapacidad “ 2009 Pag 3, 4
Y5
Convención sobre los derechos de las Personas con Discapacidad –promulgada en Argentina por Ley 26.378
del año 2008
Clasificación internacional sobre el funcionamiento de la discapacidad y la salud (CIF), 2007 Dirección General
de Cultura y Educación, Dirección de Educación Especial, RM 1269/2011
Freire, P. (2014). Pedagogía da tolerancia, 2ª ed., Ana Maria Araújo Freire, Organização e notas). Rio de
Janeiro: Paz e Terra.
Virole, B. (2003). Los implantes cocleares en el niño y la utilización temprana de la lengua de señas.
Recuperado de www.benoitvirole.com.
Schalock, R. & Verdugo, M. A. (2010). Últimos avances en el enfoque y concepción de las personas con
discapacidad intelectual. Instituto Universitario de Integración en la Comunidad. Universidad de Salamanca y
en Hastings College, Nebraska, EEUU. En Siglo Cero Revista Española sobre Discapacidad Intelectual Vol. 41 (4)
Num. 236. 2010, 7 – 21
M de E N.DGCYE. CFE. Módulo Educación Inclusiva
ISFDYT N° 32
CURRICULUM Y DISCAPACIDAD ¡
2021
Arnaiz Sánchez, Pilar (2008). Cómo promover prácticas inclusivas en educación secundaria.Opiniones , 57-71
Universidad de Murcia
Dirección General de Cultura y Educación Resolución Nº 1664/16 “Educación Inclusiva de niñas, niños,
adolescentes, jóvenes y jóvenes-adultos con discapacidad en la Provincia de Buenos Aires
Subsecretaría de Educación,
Anexo1 http://servicios.abc.gov.ar/lainstitucion/sistemaeducativo/diepregep/normativa/resoluciones/
anexo_1_if_2017_05131178_gedeba_cgcyedgcye.pdf
Anexo 2: http://servicios.abc.gov.ar/lainstitucion/sistemaeducativo/diepregep/normativa/resoluciones/
anexo_2_if_2017_5131736_gdeba_cgcyedgcye.pdf
Palacios Agustina (2008) El modelo social de discapacidad: orígenes, caracterización y plasmación en la
Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad Colección Cermi Número
36 Ed Caja Madrid