Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
INTERVENCIONES HABILITANTES y tiene que ver con una actitud del docente, una
actitud de apertura, de “estar”, de estar disponible para el otro y generar el espacio para que
el otro aparezca, de habilitarlo para mostrarse en todas sus dimensiones y desde ahí poder
acompañarlo y entonces elegir los apoyos adecuados para cada estudiante. Ante cada
intervención que se lleva adelante se abre un nuevo camino de posibilidades tanto para el
estudiante como para el docente. Los docentes en muchos casos logran repensar y
flexibilizar sus prácticas, ya que entienden que ellos cuentan con las herramientas al
momento de realizar adecuaciones en el hacer musical o en el abordaje de los contenidos
solo necesitan un marco de acompañamiento y acuerdos institucionales que lo contengan y
sostengan.
Escuela: La escuela presenta una amplia oferta académica y propuestas pedagógicas en sus
distintos niveles: Infancia, de Formación Básica, y de Formación Superior, abarcando así
mismo una amplia franja etaria desde los 6 a los 99 años. Implica un trabajo singular porque
cada persona es singular. Y esto entra en tensión con la cultura institucional porque, durante
años, las personas con diversidad funcional, por ejemplo, no tenían acceso real a la
educación musical en nuestra institución, o en caso de presentarse alguien, se le ofrecía
transitar un proceso de educación musical básica sin proyecto o encuadre en el que se
tuvieran en cuenta objetivos pedagógicos organizados en progresión de complejidad.
Desde que se inició el acompañamiento institucional desde el Área de inclusión se pudo dar
cuenta de las siguientes dificultades:
INS. ART espacio de encuentro es favorecido a la vez por “lo musical” ya que es un
lenguaje en el que una persona puede expresarse despojada de algunas resistencias
conscientes y, a su vez, pone en juego y expone en la producción sus potencialidades
neurocognitivas y motrices, y es desde todos estos aspectos desde los que el docente, a
partir de una correcta observación y evaluación diagnóstica, puede y debe pensar en la
propuesta pedagógica posible para su estudiante.
Trabajar fuertemente para que cada uno de nosotros, como parte de una comunidad
educativa y como sujetos sociales podamos permitirnos un encuentro con el otro en el
que no haya miedo o rechazo a la diferencia, en el que esa diferencia justamente
motorice nuevos mecanismos creativos para abordarla en el contexto que sea. Será
entonces en ese momento ideal en el que no se necesite contar con el Área de Inclusión
como un espacio diferenciado en la institución ya que habremos internalizado que el
otro es diferente a mí y me conmina a establecer maneras nuevas de encuentro para
interacciones y aprendizajes significativos y en lugar de Inclusión podamos hablar de
Convivencia.
nivel local, el uso del concepto de inclusión aparece con intensidad a partir del año 2004 en
los fundamentos de las políticas socioeducativas como en la Ley de Educación Nacional
26.206 sancionada en el año 2006 y también en múltiples programas desarrollados por el
Ministerio de Educación Nacional.
Como si la inclusión fuese beneficiosa per se, como si la “experiencia escolar inclusiva”
modificaría por sí misma las marcas que estos chicos portan. se ha pasado del “paradigma
de la integración” que supone a niños, niñas y jóvenes como portadores de necesidades
educativas especiales -modelo que supuestamente estaría apuntando al déficit- al
“paradigma de la inclusión” que, por el contrario, según fundamentan, se corre de la
perspectiva sobre las necesidades especiales por la del “derecho” que tienen todos los
niños, niñas y jóvenes de acceder a una buena educación que los incluya en sus diferencias.
Escuela: siempre se pensó a las escuelas como el símbolo de la integración y la igualación
social.
Así, se evidencian las tensiones que se producen entre las instituciones educativas que sólo
pueden aceptar/ integrar/incluir a aquellos niños que responden a un formato de alumno
homogéneamente esperado mientras que se despliegan políticas de inclusión que
promueven la inclusión en la “atención a la diversidad”. Es en esta tensión que considero
necesario pensar nuevamente si la inclusión escolar puede ser sinónimo de permanecer y
estar aprendiendo en la escuela ¿no deberíamos mejor estar atentos a las formas en la que
los niños/as “incluidos” producen su experiencia escolar cotidiana muchas veces cercana a
la segregación, la discriminación, la marginalización constituyéndose así como los
excluidos de adentro?.
es necesario pensar sobre las situaciones cotidianas vinculadas con la otredad ya que lo que
se presupone que hay que incluir es precisamente a ese conjunto de niños y niñas que no
entran en los parámetros normalizados de la homogeneidad. si la educación es un derecho
no tendrían que ser definidas previamente -a partir de programas y acciones de
intervención- las formas de inclusión. Ahora bien, si se mantiene el concepto, la escuela
debería ser inclusiva para todos los chicos y chicas eliminando previamente las marcas que
los segregan. Sólo entendida en esos términos la educación llamada inclusiva puede
garantizar la igualdad de oportunidades para todos y todas con la posibilidad de poder
construir lo singular de la experiencia escolar.
El otro
Un buen maestro no es la solución mágica para todos los problemas de la educación pero si
constituye un elemento clave para poder diseñar alternativas Super adoras. (preguntas)
todas las preguntas se condensan en una:¿En qué territorios los maestros de música del ser
expertos?¿En qué territorios de poder moverse con la soltura e idoneidad de quién pretende
poder guiar a otros?
Hacerse preguntas y tomar posición ante ellas también. Es parte de un educador musical
Una educación musical que valores potenciales requiero un docente que pueda transitar
articuladamente un conjunto de territorios y que no quede excluido sólo en uno de ellos.
Los prejuicios en torno a la tarea educativa hacen que muchos maestros de arte aún se
sientan extranjeros en este territorio que les es propio de pleno derecho
Para la consolidación de un profesional crítico y que Tivo el territorio del pensar, científico
y filosófico, también debe ser un ámbito propio para el maestro de música. Bien la
pedagogía son disciplinas de la riquísima data, la educación también se ha ido consolidando
con cierta autonomía en la último siglo pero cuando hablamos de “ en educación musical “
se trata las discusiones son más recientes la reflexión que su práctica misma se vuelve
insoyosable. El maestro de música tienes tiene carta de ciudadanía rol debe ser ejercida
La práctica educativa si demanda poder dar cuenta de aquello que se decide hacer. No se
exige poder fundamentar nuestras propuestas e intervenciones. En el territorio del
enseñadas exige poder explicar más profundas decisiones que sean tomadas a la hora de
diseñar e implementar la intervención pedagógica.
De el que es o no música
También podríamos preguntarnos sobre el sentido del arte, su vínculo con la naturaleza
humana y advertir allí la relevancia (o insignificancia) del lugar que deba tener la educación
musical en la formación de las nuevas generaciones
También podríamos poner en cuestión los valores ético-políticos que están presentes en la
educación musical. ¿La música y su enseñanza presentan vínculos con cuestiones éticas y
políticas o los valores a los cuales suscribe son tan sólo y específicamente estéticos?
Especialmente la música, con su nivel de abstracción y ausencia de acciones referenciales
directas y explicitas constituye un desafío al pensamiento. Como ejemplo de este
cuestionamiento podríamos atender al vínculo entre música, educación y sexismo patriarcal
¿Tienen algo que ver, o no?
¿Cuáles son las razones que sostienen nuestras afirmaciones en torno a lo que sucede con la
educación musical local – regional o universal? ¿Hablamos desde la doxa o desde la
episteme? ¿Cómo caracterizaríamos a cada una? ¿Tienen fronteras realmente
infranqueables? Se trata de ser conscientes que al afirmar ideas filosóficas o científicas hay
estrategias propias de esos campos
Se trata de “Filosofar en educación musical”, filosofar a partir de las categorías teóricas que
aporta la filosofía y direccionados por las inquietudes que surgen en las aulas de música.
Título
La "didáctica de la música" es uno de los espacios en donde -desde el territorio del enseñar-
se ha hecho punta en este encuentro artístico- pedagógico. Ahora bien, el estado actual nos
requiere continuar la trayectoria y profundizarla. Partir del punto al cual la didáctica de la
música ha llegado y avanzar en la explicitación de los supuestos que conllevan el qué, por
qué, para qué, para quién y con qué sentido decidimos una enseñanza y no otra. Tal
invitación constituye una
proponemos una política curricular de la formación docente que, respetando las lógicas
disciplinares, pueda escapar a las demarcaciones excluyentes y desarrollar la capacidad de
diálogo interdisciplinar. Promovemos la construcción identitaria del educador musical
entendida como aquella que -haciendo punta en el territorio del enseñar- transita articulada
y cómodamente los espacios del crear y pensar. El desafío de construir nuestra identidad de
educadores musicales en torno al enseñar, al crear y al pensar puede parecer una propuesta
demasiado exigente para el maestro de música. Sin embargo no lo creemos así. ¿Por qué?
Porque no se trata de un desafío que pueda encarase bajo la lógica de la meritocracia,
ciertamente es inviable desde el paradigma liberal de los logros individuales, pero sí lo es
desde formatos colaborativos y comunitarios.