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BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LOS LLANOS
CENTRALES “RÓMULO GALLEGOS”
ÁREA CIENCIAS DE CIENCIAS JURIDICAS Y POLITICAS.
Integrantes:
Betty Cadenas
C.I 8781532
Levis Machado
C.I 11121558
”.La acción pauliana es aquella que le permite al acreedor impugnar revocar los
actos que el deudor haya realizado en fraude del derecho de sus acreedores.
El fundamento de esta acción es el derecho general de garantía que el
acreedor posee sobre el patrimonio de su deudor. Esto le da al acreedor el
derecho de vigilar para que este patrimonio no se reduzca, afectando
sus intereses.
La acción Pauliana o revocatoria
Para poder ejercer la acción pauliana, el deudor tiene que estar en estado de
insolvencia, pues de lo contrario, este puede disponer de sus bienes a su
antojo, siempre que conserve la capacidad de honrar las obligaciones que ha
contraído. Por ejemplo, en caso que un deudor insolvente, con el objetivo de no
perder sus bienes, los vende a una tercera persona por una suma muy inferior
al valor real de ellos. Debido a esta venta, el patrimonio del deudor insolvente
se reduce considerablemente, perjudicando a los acreedores. Bajo esta
situación, los acreedores pueden ejercer la acción pauliana y pedir que el bien
vendido regrese al patrimonio del deudor.
El acto que se impugna mediante la acción pauliana debe ser real, sincero,
efectivamente realizado. Si el acto no se ha efectuado realmente sino sólo se
ha aparentado efectuar, lo procedente es la acción por simulación, pero no la
acción pauliana.
La acción pauliana se ejerce directamente contra el tercero que celebró con el
deudor el acto que se quiere impugnar, y no contra el deudor, si bien conviene
citar a éste el juicio para que la sentencia produzca también efectos contra él.
Ahora bien, puede ocurrir que la reposición al estado anterior no fuere posible
de lograrse por cuanto el tercero adquirente hubiese enajenado la cosa a un
subadquirente a título oneroso de buena fe que puede ser afectado por la
acción. En esta situación el tercero adquirente no podrá ser obligado a restituir
la cosa pero sí al pago de una indemnización de daños y perjuicios
equivalentes al valor del bien por su complicidad en el fraude. En este caso, el
tercero queda sujeto a una verdadera acción de responsabilidad civil”.
El artículo 1.281 eiusdem, delatado por falsa aplicación, dispone lo siguiente:
“…Los acreedores pueden también pedir la declaratoria de simulación de los
actos ejecutados por el deudor…”.
Al respecto, esta Sala ha indicado acerca de la acción por simulación, lo
siguiente: “…la doctrina y la jurisprudencia son contestes en afirmar, que un
acto simulado es una declaración de voluntad no real, emitida conscientemente
y por acuerdo de partes, para producir con fines de engaño la apariencia de un
negocio jurídico que en verdad no existe o que es distinto del que realmente se
ha llevado a cabo”. (Sentencia N° 155 de fecha 27 de marzo de 2007).
De igual modo, el autor Eloy Maduro Luyando, en su obra “Curso de
Obligaciones Derecho Civil III”, señala con respecto a dicha acción, lo
siguiente:
“…La simulación supone la realización de dos actos o convenciones: uno
ficticio, aparente o simulado, y otro real o verdadero pero que es mantenido en
secreto por las partes. El acto simulado aparente y ficticio recibe generalmente
en doctrina la denominación de acto ostensible, mientras que el acto verdadero
o real se denomina comúnmente contra-documento.
Naturaleza de la simulación.
La acción por simulación tiene una naturaleza declarativa y conservatoria. Es
declarativa por cuanto persigue fundamentalmente demostrar la realidad
jurídicamente objetiva. Es de naturaleza conservatoria, por cuanto no persigue
la ejecución del patrimonio de un deudor cuando los actos de éste son
impugnados por simulación por parte de sus acreedores, sino hacer declarar
que determinado bien o derecho no ha salido en realidad del patrimonio de su
deudor, con lo que conserva o mantiene la integridad de dicho patrimonio, el
cual es prenda común de sus acreedores.
Como consecuencia de esta doble naturaleza, se observa que entre las partes
la acción por simulación es imprescriptible, pues como persigue hacer declarar
una realidad jurídica, sería absurdo que el solo transcurso del tiempo fuese
suficiente para impedir tal declaración. Igualmente se observa, por su carácter
conservatorio, que puede ser intentada por los acreedores, aun los eventuales,
aquellos cuyos derechos de créditos están sometidos a un término o a una
condición, pues dichos acreedores tienen derecho a ejercer las acciones
conservatorias de ese crédito que constituye una verdadera expectativa de
derecho.
Artículo 1.279.- Los acreedores pueden atacar en su propio nombre los actos
que el deudor haya ejecutado en fraude de sus derechos.
Se consideran ejecutados en fraude de los derechos de los acreedores los
actos a título gratuito del deudor insolvente al tiempo de dichos actos, o que ha
llegado a serlo por consecuencia de ellos.
También se consideran ejecutados en fraude de los derechos de los
acreedores los actos a título oneroso del deudor insolvente, cuando la
insolvencia fuere notoria o cuando la persona que contrató con el deudor haya
tenido motivo para conocerla.
El acreedor quirografario que recibiere del deudor insolvente el pago de una
deuda aún no vencida, quedará obligado a restituir a la masa lo que recibió.
Presúmanse fraudulentas de los derechos de los demás acreedores, las
garantías de deudas aún no vencidas que el deudor insolvente hubiere dado a
uno o más de los acreedores.
La acción de que trata este artículo dura cinco años a contar desde el día en
que los acreedores tuvieron noticia del acto que da origen a la acción, y la
revocatoria no aprovecha sino a los acreedores anteriores a dicho acto, que la
hayan demandado
De modo que la finalidad de la acción se consagra para que los acreedores
protejan el patrimonio de su deudor solicitando la revocación de actos dolosos
o fraudulentos que tiendan a desintegrar dicho patrimonio.
Se dice que por su finalidad es una acción conservatoria.
La acción pauliana sólo puede ser intentada por los acreedores anteriores del
acto fraudulento, pero no por los acreedores cuyo crédito sea posterior en
fecha a dicho acto. La acción por simulación puede ser intentada por todos los
acreedores, anteriores o posteriores al acto simulado.
En todos los casos la revocación del acto no produce efecto en perjuicio de los
terceros que, no habiendo participado en el fraude, han adquirido derecho
sobre los inmuebles con anterioridad al registro de la demanda por revocación.
Si los terceros han procedido de mala fe, quedan no solo sujetos a la acción de
revocación, sino también a la de daños y perjuicios.
Conclusión