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Acción 

Pauliana
Mediante la acción pauliana el acreedor puede hacer inoponibles los actos
fraudulentos celebrados por el deudor con terceros con el objeto de desprenderse
de su patrimonio, convertirlos en benes fáciles de ocultar (dinero en efectivo) o
disminuirlo en tal grado quede burlado al crédito de aquel.

El supuesto de la acción pauliana es el de un deudor que, con el fin de dejar al


acreedor en la imposibilidad de cobrar su crédito, liquida total o parcialmente su
patrimonio o lo reemplaza con bienes que puedan ser fácilmente ocultados a fin de
liberarse de la persecución del acreedor mediante contratos o actos reales y
verdaderos.

La acción pauliana se ha denominado también acción revocatoria, aludiendo a su


efecto de deshacer o revocar el acto jurídico efectuado entre el deudor y el
tercero.

Fundamento Legal

(Artículo 1.279 Código Civil Venezolano)


“Los acreedores pueden atacar en su propio nombre los actos que el deudor haya
ejecutado en fraude de sus derechos.
Se consideran ejecutados en fraude de los derechos de los acreedores los actos a
título gratuito del deudor insolvente al tiempo de dichos actos, o que ha llegado a
serlo por consecuencia de ellos.
También se consideran ejecutados en fraude de los derechos de los acreedores
los actos a título oneroso del deudor insolvente, cuando la insolvencia fuere
notoria o cuando la persona que contrató con el deudor haya tenido motivo para
conocerla.
El acreedor quirografario que recibiere del deudor insolvente el pago de una deuda
aún no vencida, quedará obligado a restituir a la masa lo que recibió.
Presúmense fraudulentas de los derechos de los demás acreedores, las garantías
de deudas aún no vencidas que el deudor insolvente hubiere dado a uno o más de
los acreedores.
La acción de que trata este artículo dura cinco años a contar desde el día en que
los acreedores tuvieron noticia del acto que da origen a la acción, y la revocatoria
no aprovecha sino a los acreedores anteriores a dicho acto, que la hayan
demandado”. 

Acción de Simulación
Se ha definido la acción de simulación como "una acción autónoma y declarativa,
tendiente a hacer constar de un modo autorizado la falta de realidad o la
verdadera naturaleza de una relación jurídica". Lo que pretende, en caso de haber
existido una simulación absoluta, es obtener se declare la inexistencia o nulidad
de un acto ficticio; es decir, se trata de una acción de reconocimiento negativo. En
caso de simulación relativa, lo que se persigue es, simultáneamente, un
reconocimiento negativo y positivo: se declare a la vez la inexistencia o nulidad del
acto ficticio y la realidad del negocio disimulado.

Fundamento Legal
(Artículo 1.281 Código Civil Venezolano)

“Los acreedores pueden también pedir la declaratoria de simulación de los actos


ejecutados por el deudor.
Esta acción dura cinco años a contar desde el día en que los acreedores tuvieron
noticia del acto simulado.
La simulación, una vez declarada, no produce efecto en perjuicio de los terceros
que, no teniendo conocimiento de ella, han adquirido derechos sobre los
inmuebles con anterioridad al registro de la demanda por simulación.
Si los terceros han procedido de mala fe quedan no sólo sujetos a la acción de
simulación sino también a la de daños y perjuicio”. (Artículo 1.281 Código Civil
Venezolano)

Diferencia entre la acción pauliana y la acción


de simulación
Aunque a primera vista la acción pauliana y la acción de simulación son similares,
existen varios aspectos que las hacen completamente diferentes.
Cuando un deudor se insolventa para evitar que el acreedor le embargue sus bienes,
puede hacerlo mediante una venta real o efectiva, o mediante un traspaso de bienes a
un familiar o amigo (testaferro), pero tal traspaso será sólo en apariencia, simulado.

Frente a estas maniobras fraudulentas del deudor, el acreedor puede recurrir a la


acción pauliana o a la acción de simulación,  y para saber cuándo utilizar una  u otra,
es importante conocer sus diferencias.

La principal diferencia radica en el tipo de negocio realizado por el deudor para


insolventarse.

Si el deudor vendió sus bienes mediante un negocio jurídico real, con todas las de la
ley, la acción que se ha de seguir es la pauliana, con la cual se busca que el juez
ordene la revocación del contrato de compraventa o de la escritura, de manera tal que
los bienes  regresen al patrimonio del deudor a garantizar la deuda con el acreedor.
Cuando el deudor vendió sus bienes de forma simulada, es decir, que hizo que un
familiar o amigo apareciera en las escrituras, pero sin cederles la real propiedad de
los bienes, lo que procede es la acción de simulación, con la cual se busca que el juez
ordene la inexistencia del contrato o escritura respectiva, puesto que no hubo tal
negocio, ya que todo fue simulado, en apariencia para engañar al deudor.

En este sentido, respecto a la acción pauliana el autor E.M.L., en su obra “Curso de


Obligaciones Derecho Civil III”, señala lo siguiente:
…El supuesto de la acción pauliana es el de un deudor que, con el fin de dejar al acreedor en la
imposibilidad de cobrar su crédito, liquida totalmente su patrimonio o lo reemplaza con bienes que
pueden ser fácilmente ocultados a fin de librarse de la persecución del acreedor.

Naturaleza de la acción pauliana.

…En general puede afirmarse que la acción pauliana es una acción conservatoria, autónoma, personal
y de inoponibilidad.

a) Es una acción conservatoria en el sentido de que no tiene como fin inmediato la ejecución del
patrimonio del deudor sino la disolución del acto efectuado entre el deudor y el tercero, de modo que
los bienes por aquel enajenados reingresen nuevamente en su patrimonio.

b) Es una acción autónoma con caracteres típicos que el acreedor ejerce en su propio nombre y que
además le es propia, a diferencia de la acción oblicua, en la cual el acreedor no ejerce una acción
propia sino la de su deudor.

c) Es una acción personal porque su finalidad principal consiste en la revocación de las obligaciones
que nacen de un acto jurídico, circunstancia característica de las acciones personales.

(…Omissis…)

e) En los últimos tiempos se sostiene que la acción pauliana es una acción de inoponibilidad, en el
sentido de que con ella el acreedor persigue que el acto efectuado entre el deudor y el tercero no le sea
oponible a él, pero subsiste y es oponible a los demás acreedores (criterio de los hermanos Mazeaud).

Caracteres de la acción pauliana.

1) La acción pauliana es una acción destinada fundamentalmente a conservar el patrimonio del deudor
frente al acreedor que la intenta; del acto disuelto mediante la acción pauliana sólo se aprovecha dicho
acreedor y no los demás acreedores; al contrario de lo que ocurre con la acción oblicua, que aprovecha
a todos los acreedores del deudor.

2) El acreedor que intenta la acción pauliana, actúa en nombre propio y ejerce un derecho propio, al
contrario del acreedor que intenta la acción oblicua, que actúa en nombre propio y ejerce derechos
ajenos, los del deudor.

3) La acción pauliana requiere del fraude, es decir, la necesaria intención del deudor de hacerse
insolvente o de disminuir su patrimonio. Por ello, la simple disminución del patrimonio por actos
efectuados por el deudor din la intención de hacerse insolvente, no es una circunstancia suficiente para
que pueda intentarse la acción pauliana.
4) El acto que se impugna mediante la acción pauliana debe ser real, sincero, efectivamente realizado.
Si el acto no se ha efectuado realmente sino sólo se ha aparentado efectuar, lo procedente es la acción
por simulación, pero no la acción pauliana.

5) La acción pauliana se ejerce directamente contra el tercero que celebró con el deudor el acto que se
quiere impugnar, y no contra el deudor, si bien conviene citar a éste el juicio para que la sentencia
produzca también efectos contra él.

Efectos de la acción pauliana.

…el objeto fundamental que persigue la acción pauliana es la restitución por el tercero del bien que ha
salido del deudor por haber sido fraudulentamente enajenado. La acción tiene por finalidad reponer las
cosas a su estado anterior, pero sólo por lo que respecta al acreedor demandante.

Ahora bien, puede ocurrir que la reposición al estado anterior no fuere posible de lograrse por cuanto
el tercero adquirente hubiese enajenado la cosa a un subadquirente a título oneroso de buena fe que
puede ser afectado por la acción. En esta situación el tercero adquirente no podrá ser obligado a
restituir la cosa pero sí al pago de una indemnización de daños y perjuicios equivalentes al valor del
bien por su complicidad en el fraude. En este caso, el tercero queda sujeto a una verdadera acción de
responsabilidad civil

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