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ESCUELA ACADÉMICA PROFESIONAL DE DERECHO

MONOGRAFÍA

“FRAUDE AL ACREEDOR”

Autores:

ALLER LÓPEZ JORGE ANDREY

CORAL VALDIVIESO PATRICK

FLORES DEL ÁGUILA WENDY MISHEL

NAVARRO RAMIREZ MARCELO ANDRÉ

LÓPEZ PINCHI SELSER MATÍAS.

VASQUEZ REYES JACK SEBASTIAN

Docente:

JHON CRISTIAN FUENTES VASQUEZ

Tarapoto-Perú

2018

INDICE

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INDICE 2
INTRODUCCIÓN 3

CAPITULO I:
FRAUDE AL ACREEDOR

1. ORIGEN HISTÓRICO DEL FRAUDE 4


2. DEFINICIÓN DEL FRAUDE 5
3. CLASES DE FRAUDE 6
4. ELEMENTOS DEL FRAUDE 6

CAPITULO II:
ACCIÓN PAULIANA

5. ORÍGEN HISTORICO DE LA ACCIÓN PAULIANA 8


6. DEFINICIÓN DE LA ACCIÓN PAULINA 8
7. OBJETO 8
8. DIFERENCIA CON LA ACCIÓN SUBROGATORIA 9
9. CARACTERÍSTICAS 9
10. AUTORES 10
11. NATURALEZA DE LA ACCIÓN
PAULIANA………………………………………………………………………………………………………………….………..….10
12. ACTOS JURÍDICOS CON LA QUE
PROCEDE…………………………………………………………………………………………………………………………………11
13. ACTOS DE CUMPLIMIENTOS DE OBLIGACIONES
VENCIDAS………………………………………………………………………………………………………………………………11
14. REQUISITOS DE LA ACCIÓN
PULIANA………………………………………………………………………………………………………………….…………….11
15. TRAMITE PROCESAL…………………………………………………………………………………………………………………12
16. PRUEBA DEL FRAUDE ……………………………………………………………………………………………….…………….12
17. EFECTOS DE LA ACCIÓN PAULIANA………………………………………………………………………….…………….13
18. PRESCRIPCIÓN…………………………………………………………………………………………………………..……………14
19. EL FRAUDE Y LA QUIEBRA…………………………………………………………………………………..…………………..15

20. RECOMENDACIÓN….……………………………………………………………………………………………………………....16
21. CONCLUSIÓN 17
22. BIBLIOGRAFÍA 18

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INTRODUCCIÓN

A fin de contrarrestar los actos verdaderos ejecutados en perjuicio de acreedores y


preservar la defensa jurídica del crédito, es de suma importancia y trascendencia que
los investigadores se adentren en el estudio de éste tema, el fraude al acreedor
consiste en la conducta dolosa y fraudulenta del deudor tendente a lesionar los
derechos de sus acreedores, se realiza mediante un acto jurídico real y verdadero
cuyos efectos son requeridos por el fraudator. Se da mediante la enajenación de
bienes a título oneroso o gratuito.  Así, la acción Pauliana, se convierte en el eje
transversal del presente trabajo ya que es una medida de defensa y protección para el
acreedor perjudicado, que pretende con la demanda de aquella, la rescisión o
revocación de los actos celebrados en fraude de acreedores.  Analizaremos varios
aspectos de esta acción, como sus antecedentes históricos, los requisitos para su
ejercicio, la naturaleza del daño, los efectos de la misma, la insolvencia de
los deudores, los requisitos de la precedencia de la acción Pauliana, la naturaleza de la
misma, sus características, el plazo para su ejercicio, y sus efectos legales, entre otros
temas. Trataremos entre otros aspectos, de dar respuestas a las interrogantes que se
presentan sobre la acción Pauliana, dar soluciones a aquellos inconvenientes conexos
con el fraude de acreedores, aclarar cómo y cuándo esta acción es ejercitable y su
trascendencia para la defensa del deudor insolvente y como evitar el fraude de
acreedores para que no se sorprenda a terceros adquirientes de buena fe. 

CAPÍTULO 1:
3
FRAUDE AL ACREEDOR

1. ORIGEN HISTÓRICO DEL FRAUDE:


Tiene su origen en el Derecho Romano, como resultado de la evolución de la
responsabilidad del deudor frente a su acreedor, desde que se sustituye la
ejecución en la persona del deudor por la ejecución en sus bienes.
Entendemos que la responsabilidad derivada de las obligaciones evolucionó de
la responsabilidad personal la responsabilidad estrictamente patrimonial. La
evolución determino también que la responsabilidad comenzara a bifurcarse y
se pudiera diferenciar la responsabilidad civil, que paso a ser solo patrimonial
pues el deudor debía responder con sus bienes, de lo penal, en que el
imputado debía responder con su persona, desde que se imponía una pena
privativa de su libertad o privarlo de la vida.
En el Derecho Romano la persona del deudor respondía por sus obligaciones y
su incumplimiento lo sometía a las penas corporales más rudas, pudiéndose
reducir a la condición de esclavo. La legislación se fue paulatinamente
suavizando, llegando a su momento culminante, cuando en el año 326 A.C. se
promulgo la Lex Poetelia. De este modo, la responsabilidad personal por
deudas se fue atenuando y dio lugar a la aparición, en la etapa del derecho
pretoriano, de la denominada la acción Pauliana.
El código de Napoleón previó la prisión del deudor para casos específicos y la
reguló con el nomen iuris de apremio personal.
En la segunda mitad del siglo XIX los países de civilización occidental y cristiana
hicieron desaparecer este último vestigio de la responsabilidad personal por
deudas, precepto constitucional la prohibición de la prisión del deudor por el
hecho de serlo.
Así, pues, cuando se contrae una obligación el deudor asume una
responsabilidad sobre todos los bienes que conforman su patrimonio, salvo
que, al contraerla, haya constituido una garantía específica sobre un segmento
del mismo, afectando sus bienes en la cual el acreedor deberá dirigir la
ejecución a los bienes afectados con la garantía.

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2. DEFINICIÓN DEL FRAUDE:
El vocablo fraude viene de las locuciones latinas fraus, fraudis, que significan
falsedad, engaño, malicia, abuso de confianza que produce un daño por lo que
es indicativo de mala fe, de conducta ilícita. Este significado, aplicado a las
relaciones jurídicas de naturaleza obligacional o creditoria, resulta indesligable
de los actos de disposición que realiza el deudor con los que se reduce a la
insolvencia o, por lo menos, opone dificultad para que su acreedor o
acreedores puedan hacer efectivo su derecho a ser pagados. El fraude, como lo
estamos delimitando, está dirigido a los acreedores e importa una lesión a un
derecho creditorio. Según Messineo por fraude en este sentido debe
entenderse un malicioso y desleal obrar en daño ajeno. La figura del fraude se
presenta, así, cuando una persona enajena sus bienes a fin de sustraerlos a la
ejecución de sus acreedores, pero con una voluntad real, lo que distingue el
acto jurídico fraudulento del acto jurídico simulado. El fraude se realiza
mediante un acto jurídico real y verdadero cuyos efectos son queridos por el
fraudator. Consiste en la enajenación de bienes a título oneroso o gratuito, que
realiza un deudor para evitar que su acreedor pueda ejecutarlo y hacerse pago
con dichos bienes, o en la renuncia de derechos, o en la constitución de
garantías en favor de un acreedor en detrimento de otro u otros, o
constituyéndolas por deudas ajenas teniendo deudas propias. Frente a tales
actos, en el Derecho Pretoriano se dio creación a la acción denominada
pauliana, como un remedio a utilizarse por el acreedor.
En nuestro Código civil no define lo que es fraude; pero, doctrinariamente
abordamos una definición. El fraude civil, se presenta así cuando una persona
enajena sus bienes a fin de sustraerlos a la ejecución de sus acreedores, pero
con una voluntad real, lo que distingue el acto fraudulento del acto simulado.
El fraude de acreedores en sentido estricto, es concisamente, un problema de
comportamiento impropio o imperfecto del deudor ante una legítima
aspiración del acreedor; en sentido Ortodoxo el fraude es genuinamente
doloso; ausencia consciente de buena fe y voluntad maliciosa de impedir el
cobro del acreedor.

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3. CLASES DE FRAUDE:

a. NEGOCIO EN FRAUDE A LA LEY:


Se caracteriza por la utilización negocial indebida de una norma, para evitar
otra, un artilugio o artimaña para evadir la ley, por y con la propia ley. No
guarda identidad respecto del propósito final querido con el fraude a los
acreedores: en primer término porque el destinario es distinto, la sanción
legal no solo es diferente, sino que los actos en fraude de acreedores
pueden quedar sin sanción y, en todo caso, la sanción por el fraude a los
acreedores se pronuncia judicialmente a solicitud de parte, pero si lo fuera
a la ley, el negocio es nulo, salvo que hubiera sanción legal diversa y la
nulidad puede ser declarado de oficio.

b. NEGOCIO EN EL FRAUDE A ACREEDORES:


Este tipo de fraude, podría considerarse como una modalidad del fraude
a la ley, en la medida que estructuralmente sea válido y se elude
voluntariamente la observancia de un mandato legal que ordena el
cumplimiento del deudor.

4. ELEMENTOS DEL FRAUDE:


 Acto fraudulento.
 Animo de perjudicar a los acreedores.
 Conveniencia del deudor y los terceros a fin de disminuir o tornar
insolvente su patrimonio.

Cuando un deudor evade sus derechos para no cobrar su crédito o cualquiera


otra prestación, en detrimento del acreedor, existe la ACCION SUBROGATORIA,
contemplada en el inciso 4 del art.1219 del Código Civil.

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Por la acción subrogatoria un acreedor puede accionar una pretensión a
nombre de su deudor, para que el patrimonio de éste se incremente, con el
cual el acreedor tendrá la posibilidad de cobrar su crédito, recurriendo sobre el
mismo.

Ejemplo: Andrés es acreedor de Valeria, quién si cobrará la deuda que le tiene


Waldir, podría pagarle a Andrés lo que le debe. No obstante, Valeria no cobra a
Waldir porque no desea pagarle a Andrés. Ante esta renuencia de Valeria,
Andrés lo subroga, es decir lo sustituye, y en nombre de Valeria procede a
cobrar a Waldir, para que de esa manera se legre que Valeria le pague lo que le
debe. La acción que plantea Andrés es una subrogatoria por la que se
reemplaza al titular primario de la acción que es el deudor

CAPITULO II:
ACCIÓN PAULIANA

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5. ORIGEN HISTORICO DE LA ACCIÓN PAULIANA:
La acción pauliana tiene su origen en el Derecho Romano y aparece como
remedio contra el fraus creditorum cuando la responsabilidad de los deudores
se fue tornando solo patrimonial.
Según Castán Tobeñas la acción fraudatoria fue el resultado de la unificación,
llevada a cabo por los compiladores justinianeos, de algunos recursos o
acciones existentes en el antiguo Derecho Romano, y que fueron tres: el
interdictum fraudatorium, la restitutio in integrum ob fraudem y la actio
personalis in factum o ex delicto. Sin embargo, la más generalizada versión es la
de que la acción fraudatoria recibió el nombre de pauliana en homenaje al
pretor que la instituyó como un remedio contra los actos de enajenación
efectuados por el deudor con el propósito de eludir el cumplimiento de sus
obligaciones.

6. DEFINICION:
Es un mecanismo de defensa de los acreedores, dentro del derecho de
obligaciones, mediante el cual éstos pueden solicitar la revocación
de actos realizados por el deudor en su perjuicio.

7. OBJETO:
La impugnación afecta a todo tipo de actos jurídicos "que el deudor haya
realizado” siempre que concurran los requisitos de perjuicio para el acreedor y
fraude. Sabemos que la medida de toda acción es el interés de quien la ejercita.
El interés del acreedor para ejercitar la acción Pauliana está determinado por el
cuánto de lo que el acto que se impugna importa para la insatisfacción de su
crédito. Sea, que la medida de ejercicio de esta acción versará sobre el monto
insatisfecho del crédito que se persigue, insatisfacción causada por haber
mediado un acto fraudulento con el cual ya el acreedor no encontró en el
patrimonio del deudor el “bien o bienes con los cuales hubiera podido
satisfacer su acreencia. Si el acto no hubiera mediado, la insatisfacción no
ocurre. Se colige lógicamente de lo expuesto que en virtud de la acción

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Pauliana el acto en cuestión se revocará tan solo en el monto requerido para
satisfacer al acreedor. Por el contrario tratándose de la acción nulidad la
rescisión del acto será por consecuencia natural de dicha acción, siempre total.
Satisfecho el crédito, el acto queda en todo caso eficaz, en cuanto es posible,
en las relaciones entre el “fraudator” y el tercero adquiriente, de modo que si
ejercitado el derecho por el acreedor, quedará un remanente a consecuencia
de ello, el mismo le corresponderá al tercero.

8. DIFERENCIA CON LA ACCIÓN SUBROGATORIA:


Aníbal Torres explica que la acción pauliana procede contra los actos del
deudor con las cuales renun cia a derechos o realiza actos de
disposición o gravamen de su patrimonio en perjuicio de su acreedor
(entre aquellos actos figuran el donar, vender, gravar, renunciar a una herencia,
etc.). Torres hace una diferencia en este aspecto con relación a la
acción subrogatoria, la que, en cambio, cae dentro del campo de las
omisiones del deudor en el reclamo o ejercicio de sus derechos (no reclama
una herencia, no se defi ende en un proceso judicial que puede
originarle la pérdida de sus bienes, etc.). Se puede resumir esta idea
de la siguiente forma: la acción pauliana ataca un acto realizado por
el deudor y la acción subrogatoria supone la inactividad del deudor

9. CARACTERISTICAS:
 Es la facultad establecida en el ordenamiento civil que tiene los acreedores
para garantizar el cumplimiento de la obligación por parte del deudor.
 Sólo beneficia al acreedor que ejercita la acción.
 Declarado ineficaz el acto de disposición por el juez competente, se
convierte en inoponible para el acreedor accionante.
 Se interpone excepcionalmente, solo cuando la obligación del deudor no
está suficientemente garantizado.
 El fin de la interposición de la acción por parte del acreedor no persigue el
cobro del crédito, sino que el deudor no disminuya su patrimonio para
poder cumplir con la prestación al acreedor.

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 La acción se dirige contra el deudor y el tercero adquiriente.
 Para interponer la acción el acto de disposición debe ser susceptible de ser
valorado económicamente. 8° Debe preexistir una obligación entre el
acreedor y el deudor respecto del acto de disposición realizado por el
deudor.

10. AUTORES:
Son los acreedores legítimamente constituidos y que, por ello, tienen un interés
directo sobre el patrimonio de su deudor, aun cuando su crédito este sujeto a
condición o a plazo.
Los acreedores que tienen un crédito no solventado están legitimados para
ejercitar la acción Pauliana.
Puede tratarse de un acreedor cuyo crédito este sometido a condición
suspensiva o resolutoria.
Pertenece individualmente a cada uno de los acreedores del fraudator.
No obstante, nada impide que otros acreedores puedan incoar la acción y que
pueda producirse una acumulación si se dan los requisitos exigidos por el
Código Procesal Civil.

11. NATURALEZA DE LA ACCIÓN PAULIANA:


La naturaleza de la acción pauliana es una acción creditoria, es también una
acción de ineficacia, esto es, su finalidad es que se declare sin efecto el acto
jurídico que el acreedor que la incoa califica de fraudulento, con un carácter
individual, en cuanto solo favorece al acreedor que insta, como acabamos de
ponerlo en relevancia, lo cual nos exime de un mayor desarrollo.

12. ACTOS JURIDICOS CON LA QUE PROCEDE:


Están genéricamente considerados por el código Civil.

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El órgano jurisdiccional tiene que sacrificar el lucro del adquiriente para evitar
el daño al acreedor.
Los actos onerosos también pueden dar lugar a la acción Pauliana cuando
comportan un daño al creedor y el adquiriente tiene conocimiento de ese daño
o adquiere en connivencia con el fraudator para perjudicar al acreedor.
No todo cumplimiento de obligaciones puede dar lugar a la acción Pauliana.

13. ACTOS DE CUMPLIMIENTOS DE OBLIGACIONES VENCIDAS:


Pueden determinar no solo la entrega de una suma de dinero sino también de
bienes, como es el caso de la dación en pago previsto en el artículo 198.

14. REQUISITOS DE LA ACCIÓN PAULIANA:


Según el artículo 195° del Código Civil Peruano los requisitos que deben
concurrir para que la acción Pauliana proceda son:
El acreedor, aunque el crédito esté sujeto a condición o a plazo, puede pedir
que se declaren ineficaces respecto de él los actos gratuitos del deudor por los
que renuncie a derechos o con los que disminuya su patrimonio conocido y
perjudiquen el cobro del crédito. Se presume la existencia de perjuicio cuando
del acto del deudor resulta la imposibilidad de cobro.
Tratándose de acto a título oneroso deben concurrir, además, los siguientes
requisitos:
1. Si el crédito es anterior al acto de disminución patrimonial, que el tercero
haya tenido conocimiento del perjuicio a los derechos del acreedor o que,
según las circunstancias, haya estado en razonable situación de conocer o
de no ignorarlos y el perjuicio eventual de los mismos.
2. Si el acto cuya ineficacia se solicita fuera anterior al surgimiento del crédito,
que el deudor y el tercero lo hubiesen celebrado con el propósito de
perjudicar la satisfacción del crédito del futuro acreedor. Se presume dicha
intención en el deudor cuando ha dispuesto de bienes de cuya existencia
había informado por escrito al futuro acreedor. Se presume la intención del
tercero cuando conocía o estaba en aptitud de conocer el futuro crédito y
que el deudor carece de otros bienes registrados.

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Incumbe al acreedor la prueba sobre la existencia del crédito y, en su caso, la
concurrencia de los requisitos indicados en los incisos 1 y 2 de éste artículo.
Corresponde al deudor y al tercero la carga de la prueba sobre la inexistencia
del perjuicio o sobre la existencia de bienes libres suficientes para garantizar la
satisfacción del crédito (*).

 Que de un acto resulte la insolvencia del deudor; que como consecuencia


de la insolvencia se cause un perjuicio al acreedor.
 Y que si el acto o contrato fuere oneroso, haya mala fe tanto en el deudor
como en el tercero que contrató con él.

15. TRAMITE PROCESAL:


Manteniendo el tratamiento diferente para los actos fraudatorios, según sean
gratuitos u onerosos, el artículo 200 del C.C.P, en su primer párrafo, ha
establecido las correspondientes vías procesales: “La ineficacia de los actos
gratuitos se tramita como proceso sumarísimo; la de los actos onerosos como
proceso de conocimiento. Son especialmente procedentes las medidas
cautelares destinadas a evitar que el perjuicio resulte irreparable”. La demanda
debe emplazar al fraudator y al adquiriente de los bienes.

16. PRUEBA DEL FRAUDE:


Debe ser probado con la demostración del perjuicio al derecho a ser pagado
que tiene el acreedor, si el acto fraudatorio es gratuito, y, si es oneroso,
poniendo además en evidencia del designio fraudulento.
La justificación de la declaración de ineficacia radica en el consilium fraudis,
sancionándose la mala fe del adquiriente por haberse prestado al propósito del
fraudador de engañar al futuro acreedor con la existencia de bienes que ya
estaban fuera su ámbito patrimonial.
Por lo que para que se ejercite la acción pauliana el acreedor perjudicado
tendrá que establecer el consilium fraudis si el acto que califica es anterior al
crédito o el consilum fraudis si es posterior, Si los actos constitutivos de
garantía son posteriores deben entenderse como actos gratuitos y en

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consecuencia para el ejercicio de la acción pauliana resulta suficiente alegar el
eventos damni. En conclusión lo que requiere al acreedor para accionar con el
remedio pauliano frente a los actos fraudatorios celebrados onerosamente, o
considerados onerosos, es del eventusdamni al que debe concurrir el designio
fraudulento, como conscius fraudis o como consilium fraudis, según el caso.

17. EFECTOS DE LA ACCIÓN PAULIANA:

Debido también a su naturaleza rescisoria, el efecto jurídico propio de la acción


pauliana es dejar sin efecto el acto o negocio jurídico impugnado por
fraudulento, ineficacia que se retrotrae al momento en que fue perfeccionado.
No obstante, se trata de una ineficacia relativa, pues sólo alcanza a lo necesario
para preservar el crédito perjudicado, y, una vez garantizado éste, huelga la
ineficacia del resto de acto. La rescisión alcanza al tercero que celebró el acto
con el deudor en fraude del crédito que ostenta el acreedor, pero únicamente
si se realizó a título gratuito (por presumirse el fraude) o a título oneroso si se
demuestra la complicidad del adquirente. Por último, la ineficacia se extiende a
un subadquirente, cuya adquisición traiga causa de la anterior, si, a su vez, ésta
segunda fue gratuita, o a título oneroso mediante la probada complicidad del
subadquirente. Interpuesta la acción pauliana y probados sus fundamentos,
debe ser declarada fundada por sentencia judicial. Veamos cuales son los
efectos o resultados que esta sentencia produce.

a. FRENTE A LOS ADQUIRIENTES:


El acreedor accionante debe emplazar con la demanda también al
adquiriente, pues la sentencia va surtir efectos con respecto de él, al
declararse la ineficacia del acto que celebro con el fraudator y va a afectar
los derechos que adquirió con este acto. Sobre el particular es necesario un
análisis del Art. 199 del CC, en su primer párrafo se refiere a las acciones
que puede promover el acreedor frente a los terceros adquirientes
respecto a los bienes objeto del acto jurídico cuya ineficacia ha sido
declarada a su favor. Al no anular el acto jurídico fraudatorio no modifica la

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relación jurídica entablada entre el fraudator y el adquiriente, limitándose
tan solo a posibilitar a que el acreedor pueda embargar los bienes y hacerse
pago con ellos, aun cuando estos se encuentran en el ámbito patrimonial
del adquiriente.

b. FRENTE A LOS SUBADQUIRIENTES:


Lo subadquirentes son aquellos que adquirieron los bienes de quienes a su
vez, los adquirieron del fraudator. Se trata de establecer entonces, la
situación de quien vienen a ser los subadquirentes o ulteriores
subadquirentes. El Código Civil ha previsto la situación de los
subadquirentes y plantea la solución en el Art.197 del CC. Como puede
apreciarse, la norma está referida a trasmisiones realizadas por el primer
adquiriente, pone a salvo del remedio pauliano a quienes hayan adquirido a
título oneroso y de buena fe. Por interpretación contrariu sensu, la
declaración de ineficacia si perjudica los derechos adquiridos a título
gratuito y también los adquiridos a título oneroso pero de mala fe. El
criterio señalado que es de la generalidad de la doctrina. Se encuentra en el
Art.197. La ineficacia de la subadquisición gratuita se rige por la
contraposición de un lucro y un daño: como el acto es perjudicial se debe
preservar el derecho del acreedor frente al lucro que se deriva para el
subadquirente a título gratuito. Para la ineficacia de los actos onerosos la
solución es distinta, pues como no se presente un desequilibrio patrimonial
lo que se sanciona es la mala fe del subadquirente.

18. PRESCRIPCIÓN:
El Código Civil, para el que la acción pauliana es una acción declarativa de
ineficacia, según lo establecido en el inc. 4° de su artículo 2001 le fija un plazo
prescriptorio de dos años, tratándose de renuncia a la herencia, la acción
prescribe a los tres meses, de acuerdo con lo previsto por el artículo 676 del
código. “Prescribe, salvo disposición diversa de la ley. A los dos años la acción
revocatoria.

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19. EL FRAUDE Y LA QUIEBRA:
El Código Civil ha querido distinguir la acción pauliana de cualquier otra acción
que persiga la ineficacia de actos de disposición. Por ello, el artículo 200 en su
segundo párrafo precisa que: “Quedan a salvo las disposiciones pertinentes en
materia de quiebra”.
Las disposiciones pertinentes en “materia de quiebra” son las aplicables la
reestructuración patrimonial de los deudores y el procedimiento concursal.

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RECOMENDACIÓN

Las estadísticas sobre las incidencias de fraude demuestran que actualmente


un importante enemigo está en casa, por lo cual, las organizaciones deben
mantener sus mecanismos de prevención y detección enfocados a combatir al
enemigo interno.
Personas ajenas a la organización no poseen el grado de conocimiento ni tienen
tan amplias oportunidades para explotar las vulnerabilidades de los sistemas de
control como los empleados, quienes conviven diariamente con el ambiente de
control, con amplio conocimiento de cuáles son sus fallas y cómo aprovecharlas
sin ser detectados.
Además, el riesgo de fraude interno se incrementa significativamente en
ambientes automatizados, ante la ausencia de controles implícitos y
estadísticos. Una vez que una falla es detectada por un intruso, puede ser
utilizada indefinidamente, sobre todo si no existe monitoreo de las
transacciones en sistemas informáticos

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CONCLUSIONES
1. La acción Pauliana consiste en la acción que corresponde a los acreedores
para pedir la ineficacia a su respecto, de los actos de disposición de los
patrimonios realizados por su deudor al fraude y daño a sus legítimos
derechos. Tiene su fundamento jurídico en un principio de garantía
individual. Es personal, rescisoria y subsidiaria. Se da cuando hay una
disminución en el patrimonio del deudor por causa de un perjuicio del
acreedor y esto lo deja insuficiente para atender el crédito o cuando hay
una disminución del patrimonio por razones fraudulentas.
2. Se diferencia de la acción oblicua de manera directa, se pretende dejar sin
efecto la actuación que realiza el deudor y se pretende evitar que
disminuya el patrimonio del deudor.
3. La acción Pauliana es un acto muy importante para proteger los intereses
de los acreedores. Pue protege el derecho a garantía universal del deudor.

BIBLIOGRAFIA

17
Cifuentes, S. (1986). El Fraude. En S. Cifuentes, Negocio jurídico: estructura, vicios,
nulidades (págs. 547-567). Buenos Aires: Editorial Astrea de Alfredo y Ricardo
Depalma.

Meza Mauricio, G. (2003). El Fraude del Acto Jurídico. En G. Meza Mauricio, El negocio
jurídico: manual teórico práctico (págs. 313-342). Lima: Editorial Alegre.

Torres Vásquez , A. (2001). El Fraude del Acto Jurídico. En A. Torres Vásquez, Acto
Jurídico (págs. 573-605). Lima: Editorial Idemsa.

Vidal Ramírez, F. (1999). Fraude del Acto Jurídico. En F. Vidal Ramírez, El Acto Jurídico
(págs. 365-392). Lima: Editorial Gaceta Jurídica.

http://guiasjuridicas.wolterskluwer.es/Content/Documento.aspx?
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