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DE PACIENTE
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I. INTRODUCCION.
I.1 DEFINICIÓN.
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A.2/ Transporte secundario o interhospitalario: El que se realiza desde un hospital
a otro.
En atención a la distancia a recorrer habrá que preferir uno u otro medio de transporte:
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a) No medicalizadas. Sin personal facultativo. Puede proporcionar
soporte vital básico.
b) Medicalizadas. Con personal facultativo. Proporcionan soporte vital
avanzado.
D.3/ Helicóptero sanitario.
D.4/ Avión sanitario.
II.1 CINETOSIS.
Su causa es una gran sensibilidad a los estímulos en el laberinto del oído interno,
aumentada por los movimientos en dos ó más direcciones de forma simultánea. Afecta ó
puede afectar a pacientes conscientes y al personal sanitario. Para paliar en lo posible sus
efectos:
• Evitar, siempre que se pueda, las carreteras en mal estado y con muchas curvas,
realizando una conducción prudente y regular.
• Algunos autores propugnan administrar Dimenhidrinato u otros sedantes
vestibulares al personal afectado por cinetosis y a los pacientes conscientes
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II.2 GRAVEDAD. ACELERACION DESACELERACION.
la dirección de la marcha.
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II.3 RUIDO.
II.4 VIBRACIONES.
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II.5 TEMPERATURA.
II.6 TURBULENCIAS.
Son provocadas por el aire que atraviesa el vehículo de Trasporte aéreo. Origina
sacudidas bruscas que pueden ser fuente de errores de monitorización y malfuncionamiento;
además de convertir al paciente, personal acompañante y materiales en verdaderos proyectiles.
Todo ello se evita con un buen sistema de fijación que mantenga sujetos a personas y material.
II.7 ALTURA.
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Los cambios de PRESION que acompañan a los cambios de altitud pueden afectar a pacientes
y a un gran número de aparatos médicos.
La presurización de las cabinas permiten realizar un vuelo confortable a alturas elevadas, pero
normalmente no mantienen una presión equivalente a la del nivel del mar, de manera que un
descenso de presión produce un aumento del volumen de los gases, expandiéndose, pudiendo
provocar expansión de cavidades (empeoramiento de Neumotórax ó Neumomediastino,
agravamiento de íleos, dilatación gástrica, etc.). También hay que tener en cuenta a pacientes a
los que se le ha realizado una exploración que utiliza gas como contraste, recientemente,
desaconsejándose el traslado por aire en este caso.
Sobre el material se producen cambios de diferente naturaleza:
• Aumento de presión en sistemas de neumotaponamiento, sondajes y tubos
endotraqueales; por lo que se aconseja hincharlos con suero fisiológico y no con aire.
• Disminuye el ritmo de perfusión de sueros, por lo que es conveniente la utilización de
bombas de infusión.
• Disminución de la consistencia de los sistemas de vacío, por lo que habrá que controlar
la dureza de forma periódica.
• Aumento de la consistencia de los sistemas de hinchado, desaconsejándose su uso.
• Los sistemas de aspiración continua, como el Pleur-Evac, se pueden afectar, por lo que
habrá de conectarlos a baja presión.
Anteriormente al año 1980, en España se venían realizando los transportes sanitarios, tanto
primarios como secundarios por voluntarios sin formación específica alguna, y es a partir de
esa época cuando se vienen incorporando equipos especializados en la atención a pacientes
críticos, todo esto corroborado por diversos estudios sanitarios en el ámbito de las emergencias,
que demuestran sin lugar a dudas la necesidad de estabilizar al paciente previamente al traslado
para prevenir complicaciones durante el mismo y al mismo tiempo llegar en mejores
condiciones a los centros hospitalarios para su posterior tratamiento.
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Por estabilización se entiende:
• la puesta en marcha de todas las acciones protocolizadas de soporte hacia la persona
críticamente enferma o /y traumatizada con el fin de mantener y/ restaurar las funciones
vitales.
• Acciones de carácter imprescindible y necesarias realizar antes de iniciar el traslado
• Realizadas de forma rápida y al mismo tiempo eficaz.
Dado el orden secuencial de las actuaciones de un equipo de emergencia ante la estabilización
y posterior traslado de un enfermo crítico, las mismas se dividirán en tres etapas:
Como es obvio, el paciente crítico puede serlo por muy diversos motivos, pensemos en un
politraumatizado, un I.A.M., abdomen agudo y un largo etcétera, por lo que en un primer tiempo
nos interesará conocer el estado general del paciente, la patología que presenta y el soporte
asistencial y necesidades de monitorización que preveamos va a necesitar para ejecutar el
traslado . Por todo ello necesitaremos una rápida valoración de las funciones vitales, así como
su preservación ó restitución, tal y como se nos enseña en otro apartado del presente libro
(R.C.P. avanzada). A modo de recordatorio y redundando en el tema, seguiremos los siguientes
pasos:
• A. Vía aérea con ó sin control de la columna cervical, según el caso.
• B. Control de la ventilación y respiración
• C. Control de las hemorragias y soporte circulatorio.
• D. Examen neurológico
• E. Exposición del paciente con prevención de hipotermia si fuese
necesario. Insistir en la necesidad de seguir los pasos de forma secuencial sin saltarse
ninguno de ellos, hasta que no concluyamos el inmediatamente anterior
Tendrá como objetivo esta fase el reconocer de forma sistemática y completa al paciente
para poder detectar cualquier problema añadido, ya sea actual ó de sus propios antecedentes
que pudieran complicarnos al estabilización inicial del paciente. Conoceremos en profundidad
la historia clínica del paciente, intentando recabar toda la información posible de familiares y/o
amigos presentes, así como los tratamientos y últimos controles analíticos o
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electrocardiográficos si los tuviese. Constará de una anamnesis y una completa exploración
física
En esta fase registraremos en nuestra historia clínica todos aquellos datos , valores analíticos y
parámetros obtenidos durante nuestra intervención con el paciente.
Revisaremos todas las medidas de soporte iniciadas con el paciente, circulatorias, respiratorias,
catéteres, vías, tipo de fluidos, medicación, etc.
Se completará la valoración con el examen del estado neurológico y con la previsión de si tiene
o no necesidad de sedación.
III.3. PREPARACIÓN
Adecuación del enfermo antes de iniciar el traslado, entendida como un correcto manejo del
paciente hacia el interior del habitáculo de la ambulancia, situándolo en la posición mas
adecuada y procurando la máxima inmovilización cuidando sobremanera, todas aquellas vías,
sondas y demás material que porte el enfermo, evitando que pueda sufrir cualquier extubación
y/o retirada accidental de alguno de los accesorios, además de colocar y conectar todos los
aparatos a sus fuentes de energía y transferencia del paciente desde nuestra unidad asistencial
hasta la ubicación al centro hospitalario , incluyendo, una detallada y completa información de
la historia clínica de urgencias, así como de la historia personal del paciente, incidencias durante
el traslado y medicación y demás soporte instrumental suministrado durante el traslado.
Esta fase comienza cuando se tiene al paciente de forma estable para realizar el viaje hacia
el centro hospitalario donde vayamos a hacer la transferencia, por lo que iniciamos la
movilización hacia el habitáculo de la ambulancia ( si es que no estábamos previamente en su
interior), siendo realizada siempre bajo la estricta supervisión de personal cualificado y experto,
que decidirá en cada una de las situaciones la forma ideal de colocación del paciente,
dependiendo de su situación clínica, dado que no es lo mismo trasladar a un paciente crítico con
síntomas de insuficiencia cardiaca, que a otro con síntomas de una insuficiencia respiratoria ó
un politraumatizado por poner algunos ejemplos.
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Para traspasar al paciente desde el lugar donde el equipo sanitario estuviese actuando hasta la
ambulancia, optaremos por:
• la camilla de tijeras si se trata de un politraumatizado ( que no se retirará hasta la
transferencia en el hospital de destino) ó por
• la sujeción del paciente en una sabana resistente
La colocación del paciente variará según su situación clínica, eligiendo la posición mas
favorable: (VER IMÁGENES AL FINAL DEL TEMA)
Una vez que tengamos al paciente en su posición ideal para realizar el traslado dentro del
habitáculo de la ambulancia comprobaremos rigurosamente, paso a paso cada uno de los
accesorios que tenga el mismo con objeto de asegurar y fijar todos aquellos elementos ajenos
al paciente y que pueden movilizarse durante la marcha:
• Fijar la camilla en su rail correspondiente.
• Fijar los equipos de infusión y fluidoterapia en los soportes correspondientes,
verificando su permeabilidad
• Colocar los equipos de monitorización y ventilación en sus soportes correspondientes,
bien sujetos y siempre a la vista
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• Comprobar permeabilidad y estabilidad de tubo endotraqueal (si hubiera),
asegurándonos de su sujeción y de la conexión a la fuente de oxígeno, comprobando al
mismo tiempo el funcionamiento de la bombona de oxígeno así como de su capacidad
• Comprobar los tubos de drenaje, tanto vesical como nasogástrico, fijándolos con
seguridad para evitar su salida durante el traslado; la sonda vesical la fijaremos en la
pierna del paciente para evitar tracciones involuntarias y la sonda nasogástrica deberá
fijarse al tubo endotraqueal si lo tuviera ó a la nariz. Además deberán ser sustituidas
las bolsas recolectoras con objeto de facilitar la medición antes de llegar al centro de
transferencia.
Debemos tener en cuenta que una vez que comencemos la marcha hacia el hospital de referencia
el paciente recibirá los mismos cuidados que pudiera recibir en cualquier centro hospitalario,
tratándose como es el caso de pacientes críticos, por lo que tendremos que mantener las medidas
de monitorización, vigilando, controlando y modificando si fuera necesario, así como
manteniendo todo el soporte terapéutico que hubiéramos iniciado, llegando incluso a detener la
marcha de la ambulancia las veces que consideremos necesarias en aras a conseguir una mayor
estabilización del paciente ó para iniciar cualquier procedimiento terapéutico que requiera
inmovilidad del vehículo
Como norma muy general podríamos decir, que en todo paciente crítico que vayamos a trasladar
deberemos vigilar :
• Monitor E.C.G., seleccionando aquella derivación donde mayor amplitud observemos
en la onda P.
• Tensión arterial, con aparatos automáticos a ser posible
• Diuresis
• Balas de oxígeno y conexiones
• Saturación arterial de oxígeno mediante el Pulsioxímetro
• Líquidos administrados (a ser posible en envase de plástico ya que en caso de necesitar
un mayor aporte podremos aumentar el flujo mediante compresión, y no producirían
daño en el hipotético caso de caída accidental sobre el enfermo
• Vías canalizadas(fijando con venda al brazo y usando llave de tres pasos, para facilitar
la administración de medicamentos IV directos), catéteres
• Monitorización respiratoria, en caso de paciente intubado, vigilaremos frecuencia
respiratoria, volumen tidal, FIO2, PEEP, y mezcla o no de aire
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Cada uno de los problemas que pudieran surgir durante el traslado serán tratados de forma
independiente en otros apartados de éste libro, como por ejemplo, las maniobras de RCP en
caso de parada cardiorrespiratoria, ó arritmias ó broncoespasmos y todo el largo etcétera que
puede surgir en la patología de urgencias. De destacar la labilidad térmica del neonato, por lo
que se hace imprescindible el traslado en incubadora, aún no siendo prematuro, controlando de
forma obligada la temperatura de la incubadora y del niño.
En cuanto al tipo de conducción que debemos prever durante el traslado variará igualmente en
función al tipo de enfermo que llevemos, ya que en algunos casos será necesario realizarlo a
mayor velocidad de lo habitual, como por ejemplo en aquellos casos de necesidad de
procedimientos quirúrgicos urgentes, mientras que en otros deberemos eludir las sacudidas y la
megafonía, en todo caso este apartado deberá ser conocido por el equipo e informado al
conductor del tipo de conducción que deseamos.
Todas las maniobras realizadas, medicamentos administrados, curas, vendajes, parámetros de
ventilación, es decir todo lo realizado con el paciente así como las incidencias dignas de reseñar
deberán ser registradas en una hoja a tal efecto, se denomine hoja de traslado, hoja clínica o
ficha básica de emergencia, con objeto de facilitar la transmisión de la información con el
servicio médico receptor del paciente
De la misma forma resulta necesario mantener una comunicación con el centro coordinador de
emergencias informando de todas las incidencias del traslado, así como de las consultas
necesarias y de todo aquello protocolizado en los servicios de emergencia extrahospitalarios y
que es motivo de otro capítulo. A reseñar que mientras efectuamos las transmisiones deberemos
preservar la intimidad del paciente y evitaremos todo comentario ó juicio de valor que pudieran
afectarle de alguna manera.
La transferencia del paciente termina cuando éste se encuentra en la cama del hospital habiendo
entregado y explicado al médico receptor toda la información de que disponemos y dicho
médico se haga responsable de él.
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• La ruta a seguir será la mas accesible, segura y confortable(No la mas corta) El
centro de destino será identificado como centro útil para ese enfermo según su patrón
lesional
BIBLIOGRAFÍA
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14
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for access by transport teams. Air Med J. 1998 Apr-Jun;17(2):73-5
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Esfingomanómetro de pared con Detalle lateral de la ambulancia
Pulsioxímetro incorporado Compartimentos diversos
Tubos endotraqueales de diverso tamaño
Respirador tipo Lifepack 10
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Sondaje naso-gástrico Tabla corta
Drenaje pleural
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Respiratorias ó de conciencia E.A.P.
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Decúbito lateral Decúbito lateral izquierdo
Paciente con bajo nivel de conciencia Paciente embarazada a partir del 6º mes
Presencia o presunción de vómitos
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