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TEMA SIN ACTIVIDAD

UNIDAD 2: LA JURISDICCIÓN Y COMPETENCIA

2.3 CONFLICTOS ENTRE JURISDICCIÓN Y COMPETENCIA.

El programa refiere conflictos entre jurisdicción o competencia, sin embargo habrá


que aclarar que para efectos del desarrollo del presente programa de estudio,
hemos de analizar las cuestiones de competencia, así como también los conflictos
de competencia.

Hecha la aclaración, mencionaremos a continuación las cuestiones de


competencia:

Cuestiones de competencia objetiva.

Se llama cuestión de competencia al conflicto que surge cuando varios juzgados o


tribunales se estiman competentes para conocer del mismo asunto o, por el
contrario, ninguno de ellos se considera competente para conocer del asunto,
siendo necesario determinar a quién corresponde conocer del caso.

En ese sentido hablamos de conflictos de competencia positivos y negativos.

Positivos, cuando dos o más tribunales se consideran competentes para conocer


del mismo asunto.

Negativos, cuando ninguno de ellos se considera competente para conocer del


asunto.

Dichas cuestiones de competencia se plantean directa o indirectamente, a través


de los procedimientos de declinatoria o inhibitoria, respectivamente.

La declinatoria se propone ante el juez o tribunal a quien se considera


incompetente, pidiéndole que se separe del conocimiento del asunto y que remita
los autos al tenido por competente.

La inhibitoria se presenta ante el juez o tribunal que se consideran competentes,


pero que no están conociendo el caso, con petición formal de que dirija el oficio al
que se estime no serlo, para que se inhiba y remita los autos.

Forma de solventar las cuestiones de competencia.

En general, las cuestiones de competencia se solventan a través de la jerarquía


de los órganos del poder judicial. El inmediato órgano judicial superior jerárquico
común a los jueces o tribunales a los que afecta la cuestión de competencia será
quien decida qué órgano debe conocer del asunto.

Por ejemplo, de acuerdo a lo que dispone la Ley Orgánica del Poder Judicial:

En el caso de los Tribunales del Estado de México, tratándose de conflictos de


competencia entre los Juzgados que conforman el propio Poder Judicial del
Estado de México, tocara resolverlos a la sala Colegiada correspondiente a
circunscripción territorial de los juzgados que se estimen competentes o
incompetentes.
Tratándose de conflictos de competencia entre las Salas Colegiadas, corresponde
resolverlos al Pleno del Tribunal Superior de Justicia del Estado de México.

Garantía de imparcialidad y cuestiones de competencia subjetiva.

Por otro lado en cuestiones de competencia, tenemos también lo que se refiere a


la garantía de imparcialidad, la imparcialidad judicial significa la posición neutral o
trascendente de quienes ejercen la jurisdicción respecto de los sujetos jurídicos
afectados por dicho ejercicio, la neutralidad o ausencia de predisposición en favor
o en contra de cualquiera de los contendientes en un proceso.

La imparcialidad del titular del Órgano Juez es una garantía tan esencial de la
función jurisdiccional que condiciona la existencia misma de ese quehacer; de ahí
que más de una vez se haya dicho, que "sin Juez imparcial no hay, propiamente,
proceso jurisdiccional"

Esta garantía de tiene estrecha relación con tres conceptos, a saber,


impedimentos, excusa y recusación.

¿QUÉ SON LOS IMPEDIMENTOS?

Son circunstancias de hecho o de derecho previstas por la Ley que hacen


presumir la parcialidad del titular de un órgano jurisdiccional (juzgador), por
posibles vínculos entre el juzgador con las partes (enemistad, amistad, familiar,
etc.)., estas circunstancias están generalmente contempladas por las propias
normas procesales.

¿QUÉ SON LAS EXCUSAS?

De acuerdo con Rafael Pina, en su Diccionario Jurídico, señala que la excusa es:
“Inhibición de un juez respecto a juicio determinado por concurrir en relación con el
mismo, un impedimento susceptible de afectar a la imparcialidad con que en todo
caso debe proceder en el ejercicio de su cargo”

Dicho de otra manera, es la actualización de una causal de impedimento prevista


por la Ley en contra del juzgador, y como consecuencia de ello que el juzgador
voluntariamente se separe del conocimiento el asunto.

¿QUÉ SON LAS RECUSACIONES?

En los casos en que los juzgadores no se excusen por una causa de impedimento
prevista por la Ley de amparo, las partes en el proceso así como el Ministerio
Público, podrán solicitar que el juzgador se recuse del asunto.

De lo anterior, Rafael de Pina en su diccionario jurídico señala lo siguiente:


“Facultad reconocida a las partes (y poder del Ministerio Público, en su caso) que
puede ejercerse para obtener la separación del conocimiento de un proceso del
juez que incurso en cualquiera de los impedimentos legales que se consideran
susceptibles de afectar la imparcialidad con que la justicia debe ser siempre
administrada.”

La forma de substanciar las recusaciones está contemplada por las propias


normas procesales.
Este tema confunde algunos estudiantes e incluso abogados, por lo que si te
aprendes esta regla, quizá te sea más fácil recordar las diferencias en estos
conceptos:

“La Ley de Amparo prevé causas de impedimento para los juzgadores, quienes
deberán de excusarse de actualizarse alguna de estas causales, de lo contrario,
las partes en el proceso así como el Ministerio Público, podrán solicitar su
recusación.”

2.4 ADMINISTRACIÓN Y ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA

Administración

En primer lugar hablemos de que es en términos generales la administración.

La administración es el proceso de planificar, organizar, dirigir y controlar el uso de


los recursos y las actividades de trabajo con el propósito de lograr los objetivos o
metas de la organización de manera eficiente y eficaz.

Administración de justicia.

Luego entonces en sentido lato la administración de justicia se tendría que referir


al proceso de planificar, organizar, dirigir y controlar el uso de los recursos
materiales y humanos y las actividades de trabajo de estos últimos, con el
propósito de llevar a cabo la función jurisdiccional encomendada por el Estado a
los distintos órganos que conforman a los Poderes Judiciales de la Federación, de
la Entidades Federativas de manera eficiente y eficaz.

Sin embargo, la expresión administración de Justicia es polisémica, con ella se


designan diferentes realidades, desde el resultado del ejercicio de la función
jurisdicción (pues ésta consiste, según se acepta pacíficamente por los autores, en
administrar justicia, o en juzgar y hacer ejecutar lo juzgado), hasta la
consideración del complejo orgánico o conjunto de órganos públicos al que se
atribuye en exclusiva el ejercicio de esa función. Asimismo se alude con la
expresión a todo aquello que coadyuva al cumplimiento de la misión constitucional
de los jueces y magistrados, desde los medios materiales hasta el personal
auxiliar y colaborador, pasando por los procedimientos. Todo ello tiene cabida, en
mayor o menor medida, o todo ello puede vincularse, en un uso común de las
palabras, con la administración de Justicia, y sin embargo no todo ello es
administración de Justicia.

La administración de Justicia es, también, un concepto jurídico al que se anuda en


las leyes efectos jurídicos directos. La seguridad jurídica exige, pues, no sólo
definir la administración de Justicia, en general, sino también entender qué se
entiende por tal en el ordenamiento.

Así, podemos ver la administración de justicia desde diversas perspectivas:

ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA COMO EJERCICIO DE LA FUNCIÓN


JURISDICCIONAL

En una primera acepción, se entiende por administración de Justicia la "acción o


resultado de administrar Justicia": se trata, en consecuencia, de un sinónimo de
ejercicio de la jurisdicción, o de la función jurisdiccional. Este primer sentido es el
utilizado por los Tratados de Derecho para definir (y distinguir) a la jurisdicción del
resto de las funciones jurídicas del Estado (la legislación y la administración) o, si
utilizamos la ordenación clásica de los Poderes del Estado (de Montesquieu hasta
el presente), su triple división en Poder legislativo, Poder ejecutivo y Poder judicial.

ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA, COMO ORGANIZACIÓN JURISDICCIONAL

Las consideraciones anteriores nos permiten contemplar la administración de


Justicia desde otra perspectiva. Reconocida la existencia de una función pública
estatal -la función jurisdiccional-, que deriva de la soberanía, es preciso aceptar
también la existencia de unos órganos públicos a los que se encomienda por el
ordenamiento jurídico a los que compete el ejercicio de esa función pública de
administrar Justicia, con carácter de exclusividad. El conjunto de esos órganos
jurisdiccionales, diseminados a lo largo del territorio nacional en virtud de los
criterios objetivos y territoriales y con la demarcación que establece la Ley da lugar
a un complejo orgánico lo llamamos igualmente Jurisdicción -en su segunda
acepción- y también, en el lenguaje jurídico común, Administración de Justicia,
aunque en ocasiones para referirse, desde un punto de vista genérico a todo lo
que tiene que ver, directa o colateralmente, con el ejercicio de la función
jurisdiccional: así pues no es extraño incluir dentro de la denominación materias
que, aun vinculadas con ella, no forman parte en sentido estricto de la
administración de justicia, ni como función, ni como organización.

LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA, COMO COMPETENCIA EXCLUSIVA DEL


ESTADO

La administración de Justicia es una manifestación o derivación de la soberanía de


los Estados, de ahí que todo lo que tenga que ver o se refiera a ella pertenezca
también a la esfera soberana del Estado. En concordancia con la norma del
Artículo 94 de la Constitución. Y subsecuentes que hablan de la organización y
funcionamiento de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y del Poder Judicial
Federal.

2.5 DISTINCIÓN ENTRE EL PROCESO JURISDICCIONAL, LEGISLATIVO Y


ADMINISTRATIVO

La diferencia entre dichos procesos deviene de la propia naturaleza de dichos


procesos, y del objetivo de los mismos.

En efecto los distintos procesos desde el punto de vista jurisdiccional, legislativo y


administrativo, atiende esencialmente a las funciones que lleva a cabo el Estado y
que se desprenden de los propios poderes públicos en los que está dividido el
mismo, luego entonces para diferenciarlo hablaremos de dicho procesos desde el
punto de vista de tales funciones que lleva a cabo el Estado.

PROCESO JURISDICCIONAL.

Es el conjunto de actos que a través de diversas fases y dentro de un lapso


específico, llevan a cabo dos o más sujetos entre los que ha surgido una
controversia, a fin de que un órgano con facultades jurisdiccionales aplique las
normas jurídicas necesarias para resolver dicha controversia, mediante una
decisión revestida de fuerza y permanencia, normalmente denominada sentencia.
El objetivo del proceso jurisdiccional es resolver el conflicto planteado ante los
órganos jurisdiccionales o la aplicación de la norma para establecer situaciones
jurídicas concretas tratándose de procedimientos judiciales no contenciosos.

PROCESO LEGISLATIVO

Es el proceso por el cual, se formulan y promulgan leyes en cualquier país, a partir


de una iniciativa de ley.

Su objetivo es la creación y promulgación de leyes. Dicho proceso tiene un


procedimiento que se describe a continuación.

ETAPAS DEL PROCESO LEGISLATIVO:

Las etapas que integran el proceso legislativo están estructuradas con objeto de
permitir el estudio de las iniciativas, evitar precipitaciones y que la ciudadanía
ejerza presiones indebidas sobre la persona de los legisladores.

1. INICIATIVA: Todo proceso legislativo comienza con una iniciativa de ley o


proyecto de ley y ésta, para derivar en ley o decreto, debe cubrir los requisitos que
la Constitución y las leyes secundarias prevengan, ser presentada por quien esté
facultado para hacerlo, referirse a materias susceptibles de ser reguladas por el
Congreso de la Unión y ante la cámara que, en su caso, deba actuar como de
origen.
2. DISCUSIÓN: Esta es la etapa en que el proyecto de ley, una vez que ha sido
presentado ante el Legislativo, es estudiado por éste, analizado, evaluado y, en su
caso, reformado o adicionado de la manera que se considere conveniente, o bien,
desechado por considerarse inadecuado o inoportuno.
3. APROBACIÓN: El Legislativo califica o da por bueno un proyecto de ley.
4. SANCIÓN: La sanción es el visto bueno o de conformidad del Ejecutivo al
proyecto de ley que le envía el Legislativo. Cuando el Ejecutivo no está de
acuerdo con ese proyecto de ley.
5. PUBLICACIÓN: Es el acto por el que se hace del conocimiento de los
habitantes del Estado un mandamiento de autoridad, una ley, un decreto, un
tratado, un reglamento cualquier otro ordenamiento, para que sea observado y se
acate.
6. ENTRADA EN VIGOR O INICIACIÓN DE LA VIGENCIA: La nueva ley
comienza a regir en la fecha que se establezca en cada sistema jurídico

PROCESO ADMINISTRATIVO

Es la serie de etapas del juicio contencioso administrativo, dicho juicio comprende


la serie de procedimientos que se sigue en Sede Administrativa con el objeto de
que se resuelvan de manera imparcial las controversias entre particulares y la
administración pública que sean materia de su competencia.

Su objetivo es resolver controversias que se susciten entre los particulares y la


administración pública con motivo de la pretensión de los primeros de anular los
actos administrativos que afecten sus derechos.

Por otra parte tenemos el procedimiento administrativo que es:

La serie de trámites que realizan las dependencias y organismos descentralizados


de la administración pública federal, estatal o municipal, con la finalidad de
producir y, en su caso, ejecutar un acto administrativo, es decir es la serie de
pasos para manifestar la voluntad de la administración (acto administrativo)

Es decir es la forma en que el poder ejecutivo lleva a cabo la función


administrativa.

ACTO ADMINISTRATIVO. La declaración unilateral de voluntad, externa y de


carácter individual, emanada de las autoridades de las dependencias del Poder
Ejecutivo del Estado, de los municipios y de los organismos descentralizados de
carácter estatal y municipal, que tiene por objeto crear, transmitir, modificar o
extinguir una situación jurídica concreta.

De lo anterior tenemos entonces que el proceso administrativo esencialmente no


se diferencia del proceso jurisdiccional si no es cuanto a la materia de
competencia, porque el proceso administrativo lleva a cabo materialmente una
función jurisdiccional, por ello debemos atingentemente, centrarnos para
diferenciar los procesos que se desprenden de las funciones del Estado lo que es
el procedimiento administrativo y no proceso administrativo.

En conclusión la diferencia entre el proceso jurisdiccional, proceso legislativo y


procedimiento administrativo, atiende esencialmente a la función y objetivos de
cada uno de ellos, descritos con anterioridad.

UNIDAD 3. ACCIÓN, EXCEPCIÓN Y DEFENSA.

3.1. Naturaleza jurídica de la acción.

La acción es el “derecho subjetivo que se concede a las personas físicas y


morales para que puedan provocar que un órgano jurisdiccional conozca de un
conflicto de intereses determinado y lo resuelva mediante una sentencia”.

TEORÍAS DE LA NATURALEZA JURÍDICA DE LA ACCIÓN.

a) Teoría monolítica: Consiste en ligar la idea de acción a la de lesión de un


derecho sustancial, por lo que la consideran como “el poder inherente al
derecho de reaccionar contra la violación, o el derecho mismo en su
tendencia a la actuación”. La noción queda dependiente de estos dos
elementos; la existencia del derecho material y su violación; por lo cual en
el fondo se identifican la acción y el derecho material o sustancial.

b) Teorías modernas.

I. Como tutela concreta: La acción es un derecho público subjetivo,


mediante el cual se obtiene la tutela jurídica y se dirige contra el
Estado para la obtención de una sentencia favorable y contra el
demandado para el cumplimiento de una prestación insatisfecha.
Tiene por presupuesto la existencia de un derecho privado y su
violación.
II. Como derecho a la jurisdicción: Se define a la acción como un poder
jurídico de acuerdo a la jurisdicción con derecho o sin él, con
pretensión o sin ella. El derecho subjetivo a la jurisdicción significa
que cualquier ciudadano puede dirigirse a los órganos de, poder
público expresando sus reclamaciones.
III. Como derecho potestativo: Establece que la decisión del actor en el
sentido de ejercitar el derecho de acción y el hecho de su ejercicio
mueven al órgano con facultades jurisdiccionales para realizar la
aplicación normativa a la controversia a él sometida. El actor no está
obligado a interponer la acción, aunque tenga ese derecho.
IV. Como derecho abstracto de obrar: Dice que la acción funciona en el
orden de cosas merced a la presencia del Estado, a su injerencia
directa y a su propósito de asegurar la paz y la tranquilidad social
mediante el imperio del derecho. La acción tiene el carácter de
pública, que hace consistir no sólo en el hecho de la injerencia del
Estado, sino también en que la acción procura no solamente la
satisfacción de un interés particular, sino también la satisfacción de
un interés de carácter público.
V. Como instancia proyectiva: Por instancia entendemos una conducta
del particular o sujeto de Derecho frente al Estado, frente a los
órganos de autoridad, por la cual informa, pide, solicita o de
cualquier forma excita o activa las funciones de esos órganos de
autoridad. “El acto jurídico denominado instancia tiene forzosamente
como presupuesto el procedimiento; tener derecho a instar es
pretender algo de alguien en un procedimiento”.

3.2. Elementos de la acción.

La acción se conforma de tres elementos:

a) Sujetos de la acción: Se conforman de los siguientes sujetos.

I. SUJETO ACTIVO. Es el tutelar de la acción, quien acude a un


Órgano Jurisdiccional a reclamar una prestación, con la pretensión
de obtener una conducta forzada determinada en el demandado.
II. SUJETO PASIVO. Es el sujeto a quien se le reclama el cumplimiento
de una obligación de dar, hacer o no hacer, en relación directa con el
derecho subjetivo del actor.
III. ÓRGANO JURISDICCIONAL. Es el sujeto que está dotado de
facultades para decidir sobre el derecho subjetivo del actor.

b) Objeto de la acción:

I. Impulsar al órgano jurisdiccional para que a través del proceso


satisfaga pretensiones.
II. El demandado ceda a las pretensiones del actor.

c) Causa o invocación de un derecho presunto: Existencia de un derecho y


hecho contrario a aquel (todo esto como supuesto en la norma jurídica
respectiva).

La acción y la pretensión

La palabra pretensión proviene del latín prætensio,-onis , y gramaticalmente


significa "solicitación para conseguir una cosa que se desea". La teoría del
proceso prevé que la pretensión aluda, asimismo, a una petición o solicitud. Así,
en el ámbito procesal, puede definirse a la pretensión del siguiente modo: es la
delimitación de la exigencia que tiene un sujeto frente a otro que deberá, de ser el
caso, efectuar ciertos actos a fin de satisfacer dicha exigencia. Ahora bien, la
acción no busca otra cosa que provocar la intervención de un órgano jurisdiccional
para que se aboque al conocimiento de una contienda jurídica; pero, para que se
haya procedido a ejercer ese derecho de acción, previamente debió de haber
existido un interés que una parte decidió alcanzar; en una palabra; antes de la
acción debe existir una pretensión. Ésta suele preceder a aquélla. Si una parte no
tiene nada que reclamar de otra, sería absurdo que atrajera la atención de un
órgano jurisdicción al para que conozca de un proceso que carece de objeto, es
decir, de pretensión.

En esa virtud, la acción y la pretensión son entidades jurídicas diferentes, pues


mientras en la acción se ejerce el derecho de poner en funcionamiento al órgano
jurisdiccional, en la pretensión se delimita o determina qué es lo que solicita o
exige quien ejerció la acción. Además, la pretensión se puede hacer valer
extrajudicialmente, sin ejercer la acción, pero para que esta se ejerza, debe
señalarse la pretensión.

3.3. Clasificación de la acción.

Según la obra libro de “El Manual del Justiciable”, la clasificación de las acciones
se basa en el fin que se pretende lograr al promoverlas, permitiendo ofrecer la
siguiente clasificación:

1.-De acuerdo con el tipo de derechos que sustentan la acción intentada.


Pueden ser reales o personales. Lo que se reclama a través de las primeras es la
facultad para aprovechar o explotar de manera autónoma y exclusiva una cosa, tal
como ocurre en los casos de la propiedad, el usufructo, la servidumbre, el uso y la
habitación, entre otros. En cuanto a las personales, son las que se deducen para
exigir de otras personas el cumplimiento de obligaciones personales de dar, hacer
o no hacer determinados actos.

2.- De condena. Buscan que el Juez imponga al demandado el cumplimiento de


una obligación incumplida o insatisfecha.

3.-Declarativas. Estas acciones se promueven a fin de obtener una declaración


de existencia de una determinada relación jurídica o de un derecho, por ejemplo,
la validez de un título de propiedad, de un contrato, etcétera.

4.-Constitutivas o modificativas. Buscan tanto la constitución de una relación


jurídica como la modificación de una ya existente, es decir, pretenden la creación,
modificación o extinción de un derecho, una obligación o una situación jurídica.

5.- Cautelares. Son las que tiene por objeto conseguir una resolución judicial de
carácter provisional, que garantice la efectividad del derecho sustancial que se
hace valer, por ejemplo, la obtención de un embargo, la exhibición de una cosa
mueble, etcétera.

6.- Ejecutivas. Son las que permiten, desde que son ejercidas, afectar
provisionalmente el patrimonio del deudor antes del dictado de la sentencia
definitiva.

3.4. Trasmisión de la acción.

La transmisión de las acciones es una operación jurídica sui generis, puesto que
permite la sustitución del adquirente por el enajenante, pasando a aquél, en
bloque, los derechos, obligaciones y deberes sociales del enajenante. El
adquirente asume la condición de socio, representada exteriormente y delimitada
en cuanto a su contenido por la acción, como un derecho propio

Formas de suceder o trasmitir la acción:

Cuando el titular de una acción adquiere una calidad tal que una persona puede
subrogarse, a esto se le conoce como sucesión procesal o transmisión de la
acción dichas eventualidades conducen a la transferencia de la Litis.

Los requisitos para que proceda la sucesión procesal son tres:

a) Que la sucesión sea producida por litispendencia.

b) Que dicha transmisión provoque de manera real un cambio en la identidad de


las partes.

c) Que en relación con el proceso en substanciación se solicite y se decrete el


cambio de partes antes de que se dicte sentencia.

La procedencia de la transmisión de la acción se debe fundamentalmente a la


muerte de una parte y que el heredero o legatario tenga el derecho de sucederlo
en la acción y que el proceso no verse sobre derechos personalísimos.

La transmisión puramente civil, cuando se trata de la transferencia de la cosa


litigiosa (cuando por ejemplo en un proceso civil en la venta de la factura objeto
del litigio o la cesión de un contrato litigioso).

Recíprocamente, la transmisión de la acción importa la transmisión del derecho,


siendo transmisibles todas las acciones, teniendo sus excepciones de aquellas
que protegen un derecho personalísimo y sólo podrán ser reclamadas por el
titular.

Las formas de transmitir la acción son las siguientes:

— Entre vivos: compraventa, donación, permuta, cesión de derechos, adjudicación


de remate, etc.
— Por causa de muerte: adjudicación vía testamentaria o intestamentaria.

Se puede hablar también de una cesión activa (créditos) y una cesión pasiva
(deudas).

3.5. Extinción de la acción.

1.- En todo proceso se puede contemplar la vía normal, mediante el cual se


termina el proceso y como consecuencia se extingue la acción, que es a través de
la sentencia que ponga fin al mismo, y resuelva la controversia que se planteó
ante el órgano jurisdiccional.

2.- También se extingue por otras causas sin necesidad que el proceso se
desenvuelva o se agoté ya que se puede terminar en cualquier fase del proceso y
son consideradas como formas de extinción anormales entre la cuales
encontramos:
 Transacción.
 Confusión.
 Remisión o perdón de la deuda.
 Allanamiento.
 Desistimiento de la acción.
 Muerte de alguna de las partes (acciones personalísimas).

3.- Extraprocesalmente la acción puede extinguirse por prescripción

3.6. Naturaleza jurídica de la excepción y su clasificación.

Concepto

La excepción es el derecho subjetivo con que cuenta la parte demandada o


contrademandada para intentar neutralizar la acción promovida por el demandante
o reconviniente, a fin de paralizar el proceso o de obtener una sentencia favorable
de manera total o parcial.

Naturaleza jurídica de la excepción

La mayoría de los tratadistas señalan que cuando buscamos la esencia de la


excepción debemos recurrir a la naturaleza de la acción.

Abordando lo descrito anteriormente (en cuanto a la naturaleza jurídica de la


acción), se puede afirmar que inicialmente la excepción era un derecho
independiente (derecho romano) posteriormente se lo considera un derecho
concreto (el derecho corresponde al demandado) luego se le considera un
derecho abstracto (derecho de todos los ciudadanos) y finalmente se le considera
un poder jurídico (potestad de todos ciudadanos para acudir al órgano
jurisdiccional, en este caso de la excepción, para oponerse a la demanda e
inclusive reconvenir o contrademandar ).

Es importante hacer notar los siguientes aspectos, con base en los conceptos ya
expuestos, para entender la naturaleza jurídica de la excepción:

• Es una oposición frente a la demanda y a la acción del actor.


• Puede ser un obstáculo provisional o definitivo a la acción.
• Está destinada a contradecir el derecho material que el actor pretende hacer
valer.
• Se opone para rebatir total o parcialmente la acción.

Clasificación

De acuerdo al Manual del Justiciable, la clasificación de la excepción es de la


siguiente manera:

 Procesales. Son las que se refieren tan solo a violaciones en cuanto a los
presupuestos del proceso, como, por ejemplo, la incompetencia del Juez.

 Adjetivas o sustantivas. Las primeras derivan de disposiciones procesales,


mientras que las segundas nacen de disposiciones de fondo.

 De previo y especial pronunciamiento y comunes o normales. La de previo


y especial pronunciamiento suspende el procedimiento hasta que se
resuelva la procedencia de la propia excepción. En cambio, las excepciones
comunes no lo paralizan.

 Nominadas o innominadas. Esta clasificación responde a que, en


ocasiones, el juzgador puede aludir a excepciones con denominación
propia y, entre otras, a excepciones que no tienen nombre determinado.

 Dilatorias y perentorias. Las primeras suspenden la tramitación del proceso,


en caso de prosperar, en tanto que las segundas logran destruir el derecho
del actor.

 Fundadas o infundadas. La excepción es fundada cuando su existencia


proviene de la lógica o de una norma jurídica expresa. La infundada es la
que no reúne estos requisitos.

 Supervenientes. Son las que se interponen después de que se ha


contestado la demanda, en virtud de que no se conocía su existencia con
anticipación.

Elementos de la excepción.

a) Sujetos:
I. Sujeto activo: El demandado, o en su caso, el contrademandado.
II. Sujeto pasivo: El actor, o en su caso, el reconviniente.
III. El órgano jurisdiccional.
b) Objeto de la excepción: Dependiendo del tipo de excepción, tratará de
suspender (dilatoria) o destruir el proceso (perentoria).
c) Causa: Aducir hechos que tiendan a impedir, modificar o destruir la acción.

3.7. La defensa y sus elementos.

La defensa es la oposición del demandado para contradecir y desvirtuar las


pretensiones del fondo del actor. Es el derecho con que cuenta el demandado
para atacar el fundamento o la razón de la pretensión.

Los elementos de la defensa son los siguientes:

a) Sujetos:
IV. Sujeto activo: El demandado, o en su caso, el contrademandado.
V. Sujeto pasivo: El actor, o en su caso, el reconviniente.
VI. El órgano jurisdiccional.

b) Objeto de la defensa: Arrojar la carga de la prueba al actor (o en su caso el


reconviniente) y obligar al juez de examinar todos los elementos de la
acción.

c) Causa: Negar o contradecir todos o parte de los puntos de hecho o de


derecho en que aquélla se funde.

La diferencia entre la defensa y la excepción

El Décimo Sexto Tribunal en Materia Laboral del Primer Circuito ha sostenido en la


tesis de rubro DEFENSA Y EXCEPCIÓN EN MATERIA LABORAL. SU
DISTINCIÓN, un criterio bastante claro para distinguir entre la defensa y la
excepción, dicho criterio bien puede ser aplicado a cualquier materia, puesto que
las bases de las que parte son conceptos fundamentales de la Teoría General del
Proceso, dicho criterio sostiene lo siguiente:

Dice que ambas categorías denotan la existencia de dos maneras o hipótesis


mediante las cuales el demandado puede defenderse de una demanda e
impugnarla:

1) La defensa, negando o contradiciendo todos o parte de los puntos de hecho o


de derecho en que aquélla se funde y su efecto es arrojar la carga de la prueba al
actor, así como obligar al Juez a examinar todos los elementos constitutivos de la
acción; y,

2) La excepción, donde se aducen hechos que tiendan a impedir, modificar o


destruir la acción; de ahí que esta última es un medio para retardar o extinguir el
curso de aquélla, para lo cual es necesario que se determine, con precisión, el
hecho en que se hace consistir, y su efecto lo obliga a probarla plenamente.
Y aplicando tal razonamiento al caso concreto que resolvió y que fue el origen del
criterio, a mayor abundamiento, considera que:
Cuando el trabajador ejerce la acción de reinstalación sustentado en el hecho de
haber sido despedido injustificadamente, el patrón puede oponer defensas y
excepciones:

a) En el primer caso (defensas), reconociendo o negando la existencia del


hecho generador, en caso de que el patrón niegue el despido, revierte la
carga de la prueba para que tal hecho (despido injustificado) tenga que ser
probado por el trabajador.

b) Si opta por oponer una excepción, no sólo implica la negativa del hecho,
sino también la de justificar que la terminación de la relación laboral tuvo
sustento en alguna causa legal que le exima de responsabilidad, lo que
conlleva asumir la carga de la prueba y demostrar los hechos o el derecho
en que la sustenta, por lo que si el patrón alega como excepción que el
despido no fue injustificado y que tiene como fundamento en alguna causa
legal, tendrá entonces que probar el hecho en que se motive la causa del
despido justificado.

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