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01.

Descripción General de la Pelvis y el Periné


En el lenguaje común, la pelvis (del latín, cuenco) es la parte del tronco situada inferoposterior al abdomen y constituye el
área de transición entre el tronco y los miembros inferiores. La cavidad pélvica es la porción más inferior de la cavidad
abdominopélvica. Anatómicamente, la pelvis es el espacio o compartimento rodeado por la cintura pélvica (pelvis ósea),
parte del esqueleto apendicular del miembro inferior

A y B) La pelvis (verde) es el espacio situado dentro de la cintura pélvica, recubierto externamente por las regiones glútea y abdominal,
el periné y la parte baja del dorso. Por tanto, la pelvis carece de superficies exteriores. La pelvis mayor (verde claro) es pélvica en
cuanto a sus límites óseos, pero es abdominal por su contenido. La pelvis menor (verde oscuro) proporciona el marco óseo (esqueleto)
para la cavidad pélvica y el periné profundo.

La pelvis se subdivide en pelvis mayor y pelvis menor. La pelvis mayor está rodeada por la cintura pélvica. Está ocupada
por las vísceras abdominales inferiores, a las que proporciona una protección similar a la que la caja torácica inferior da a
las vísceras abdominales superiores. La pelvis menor está rodeada por la porción inferior de la cintura, que proporciona el
marco esquelético de la cavidad pélvica y el periné, compartimentos del tronco separados por el diafragma pélvico
musculofascial. La pelvis está cubierta o solapada por la pared anterolateral del abdomen anteriormente, la región glútea
del miembro inferior posterolateralmente, y el periné inferiormente.

El término periné se refiere tanto al área del tronco situada entre los muslos y las nalgas, que se extiende desde el pubis
hasta el cóccix, como al compartimento aplanado que se sitúa profundo (superior) a esta área e inferior al diafragma
pélvico. El periné comprende el ano y los genitales externos: el pene y el escroto en el varón, y la vulva en la mujer.

02. Cintura Pélvica


La cintura pélvica es un anillo óseo, en forma de cuenco, que conecta la columna vertebral con los dos fémures. Sus
funciones son:

 Resistir el peso de la parte superior del cuerpo en posición sentada y erecta.


 Transferir el peso desde el esqueleto axial a los miembros inferiores en la bipedestación y marcha.
 Proporcionar una inserción para los potentes músculos locomotores y posturales, y para los músculos de la pared
abdominal, resistiendo las fuerzas generadas por sus acciones.

Por lo tanto, la cintura pélvica es fuerte y rígida, sobre todo si se compara con la cintura escapular. Otras funciones de la
pelvis ósea son:
 Contener y proteger las vísceras pélvicas (porciones inferiores de las vías urinarias y los órganos reproductores
internos) y las vísceras abdominales inferiores (intestinos), a la vez que permite el paso de sus porciones terminales (y,
en las mujeres, de un feto a término) a través del periné.
 Proporcionar sostén a las vísceras abdominopélvicas y al útero grávido (gestante).
 Proporcionar inserción para los cuerpos eréctiles de los genitales externos.
 Proporcionar inserción para los músculos y las membranas que ayudan a las funciones antes citadas, formando el
suelo de la pelvis y llenando los espacios que existen en él o a su alrededor.

Huesos y características de la pelvis ósea

La pelvis ósea está formada por tres huesos (fig. 6-2 A):

 Los huesos coxales derecho e izquierdo, son dos huesos grandes, de forma irregular, cada uno de ellos formado por la
fusión de tres huesos: el ilion, el isquion y el pubis.
 El sacro, formado por la fusión de cinco vértebras sacras, inicialmente separadas.

Las caras internas (mediales o pélvicas) de los huesos coxales limitan la pelvis, formando sus paredes laterales. Los dos
huesos coxales se unen por medio de la sínfisis del pubis, anteriormente, y con el sacro a través de las articulaciones
sacroilíacas, posteriormente, para formar la cintura pélvica.
Fig. 6-2. Cintura pélvica. A y B) Características anatómicas (A) y radiológicas (B) de la cintura pélvica. La cintura pélvica está formada
por los dos huesos coxales (del esqueleto del miembro inferior) anterior y lateralmente, y por el sacro (del esqueleto axial)
posteriormente. C) El hueso coxal se encuentra en posición anatómica cuando la espina ilíaca anterior superior y la cara anterior
del pubis se encuentran en el mismo plano vertical. El coxal preadolescente está formado por tres huesos —ilion, isquion y pubis—
que confluyen en el acetábulo, con forma de copa. Antes de fusionarse, los huesos están unidos por un cartílago trirradiado a lo
largo de una línea en forma de Y (azul). D) Coxal derecho de un adulto en posición anatómica que muestra los huesos fusionados.

El ilion es la parte superior, aplanada y en forma de abanico, del hueso coxal (fig. 6-2 B y C). El ala del ilion corresponde al
país del abanico, y el cuerpo del ilion a su mango. En su cara externa, el cuerpo del ilion forma la parte superior del
acetábulo.

La cresta ilíaca, el borde del abanico, presenta una curva que sigue el contorno del ala entre las espinas ilíacas anterior
superior y posterior superior. La porción anterior cóncava del ala forma la fosa ilíaca. Posteriormente, la cara
sacropelviana del ilion presenta una cara auricular y una tuberosidad ilíaca, para las articulaciones sinovial y
sindesmótica con el sacro, respectivamente.

El isquion tiene un cuerpo y una rama. El cuerpo del isquion forma la porción posterior del acetábulo, y la rama del
isquion forma parte del foramen (agujero) obturado. La gran protuberancia posteroinferior del isquion es la tuberosidad
isquiática. La pequeña proyección puntiaguda posterior, cercana a la unión de la rama y el cuerpo, es la espina isquiática.
La concavidad situada entre la espina isquiática y la tuberosidad isquiática es la incisura isquiática menor. La concavidad
más grande, la incisura isquiática mayor, se sitúa superior a la espina isquiática y está formada en parte por el ilion.

El pubis es un hueso angulado que consta de una rama superior, la cual constituye la porción anterior del acetábulo, y una
rama inferior, incluida en el límite inferior del foramen obturado. En la parte anterior del cuerpo del pubis hay un
engrosamiento, la cresta del pubis, que termina lateralmente como un abultamiento, el tubérculo del pubis o espina
púbica. La parte lateral de la rama superior del pubis tiene una cresta oblicua, el pecten del pubis (cresta pectínea).

La pelvis ósea está dividida en pelvis mayor (falsa) y pelvis menor (verdadera) por el plano oblicuo de la apertura superior
de la pelvis o estrecho superior de la pelvis (figs. 6-1 A y 6-2 A). El reborde óseo que rodea y define esta apertura superior
es la línea terminal, formada por:

 El promontorio y el ala del sacro (cara superior de su porción lateral, adyacente al cuerpo del sacro).
 La línea terminal derecha e izquierda, que juntas forman una cresta oblicua continua consistente en:

o La línea arqueada sobre la cara interna del ilion.


o El pecten del pubis (línea pectínea) y la cresta del pubis, que forman el borde superior de la rama superior y del
cuerpo del pubis.

El arco del pubis está formado por las ramas isquiopubianas (ramas inferiores del pubis y del isquion unidas) (fig. 6-2 A y
C). Estas ramas se unen en la sínfisis del pubis, y sus bordes inferiores definen el ángulo subpubiano (fig. 6-3). La anchura
del ángulo subpubiano está determinada por la distancia entre las tuberosidades isquiáticas derecha e izquierda, que
puede medirse mediante un tacto vaginal.

La apertura inferior de la pelvis, o estrecho inferior de la pelvis, está limitada por (figs. 6-1 A y 6-2 A):

 El arco del pubis anteriormente.


 Las tuberosidades isquiáticas lateralmente.
 El borde inferior del ligamento sacrotuberoso (discurre entre el cóccix y la tuberosidad isquiática) posterolateralmente.
 El extremo del cóccix posteriormente.

La pelvis mayor (falsa) es la porción de la pelvis (fig. 6-1):

 Superior a la apertura superior de la pelvis.


 Limitada por las alas de ambos iliones posterolateralmente y por la cara anterosuperior de la vértebra S1
posteriormente.
 Ocupada por algunas vísceras abdominales, como el colon sigmoideo y algunas asas del íleon.
La pelvis menor (verdadera) es la porción de la pelvis:

 Localizada entre las aperturas superior e inferior de la pelvis.


 Limitada por las caras pélvicas de los huesos coxales, el sacro y el cóccix.
 Que incluye la cavidad pélvica verdadera y las porciones profundas del periné (compartimento perineal),
concretamente las fosas isquioanales (fig. 6-1 B).
 Con mayor relevancia obstétrica y ginecológica.

Articulaciones y ligamentos de la cintura pélvica

Las principales articulaciones de la pelvis son las articulaciones sacroilíacas y la sínfisis del pubis (fig. 6-4 A). Las
articulaciones sacroilíacas unen el esqueleto axial (esqueleto del tronco, formado a este nivel por la columna vertebral)
con el esqueleto apendicular inferior (esqueleto de los miembros inferiores). Las articulaciones lumbosacra y
sacrococcígea, a pesar de pertenecer al esqueleto axial, están directamente relacionadas con la cintura pélvica. Unos
ligamentos fuertes sujetan y refuerzan estas articulaciones.

Articulaciones sacroilíacas

Las articulaciones sacroilíacas son articulaciones complejas, fuertes, que soportan peso, y constan de una articulación
sinovial anterior (entre las caras auriculares del sacro y el ilion, cubiertas por cartílago articular) y una sindesmosis
posterior (articulaciones fibrosas entre las tuberosidades de los mismos huesos) (fig. 6-4 B).

Las superficies (caras) auriculares de la articulación sinovial presentan elevaciones y depresiones, irregulares pero
congruentes, que encajan entre sí (fig. 6-5 A a C). Las articulaciones sacroilíacas difieren de la mayor parte de las
articulaciones sinoviales en que permiten una movilidad limitada, una consecuencia de su función de transmisión del peso
de la mayor parte del cuerpo hacia los huesos coxales.
El peso se transfiere desde el esqueleto axial a los dos iliones a través de los ligamentos sacroilíacos (fig. 6-4 A), y luego a
los fémures durante la bipedestación y a las tuberosidades isquiáticas durante la sedestación. Mientras las caras
articulares estén en estrecho contacto, las articulaciones sacroilíacas se mantendrán estables. A diferencia de la piedra
angular del centro de un arco, el sacro está suspendido entre los huesos ilíacos, y firmemente unido a ellos por los
ligamentos sacroilíacos posteriores e interóseos (fig. 6-5 A).

Los delgados ligamentos sacroilíacos anteriores forman simplemente la parte anterior de la cápsula fibrosa de la porción
sinovial de la articulación (figs. 6-5 A y 6-6). Los abundantes ligamentos sacroilíacos interóseos (situados profundos entre
las tuberosidades del sacro y el ilion, y que ocupan un área de unos 10 cm 2 ), son las principales estructuras que
intervienen en la transferencia del peso de la parte superior del cuerpo, desde el esqueleto axial a los dos iliones del
esqueleto apendicular (fig. 6-5 A).

Los ligamentos sacroilíacos posteriores constituyen la continuación posterior externa de la misma masa de tejido fibroso
(figs. 6-5 A y 6-6). Como las fibras de los ligamentos interóseos y sacroilíacos posteriores discurren oblicuamente hacia
arriba y hacia fuera desde el sacro, el peso axial que presiona el sacro hacia abajo en realidad tira de los iliones hacia
dentro (medialmente), de manera que comprimen al sacro entre ellos, encajando con fuerza las superficies congruentes,
pero irregulares, de las articulaciones sacroilíacas. Los ligamentos iliolumbares participan en este mecanismo como
ligamentos auxiliares (fig. 6-6).

Inferiormente, los ligamentos sacroilíacos posteriores reciben fibras que se extienden desde el borde posterior de los
iliones (entre las espinas ilíacas posterior superior y posterior inferior) y la base del cóccix para formar el sólido ligamento
sacrotuberoso (fig. 6-6). Este ligamento pasa desde el ilion posterior y el sacro y cóccix laterales hasta la tuberosidad
isquiática, transformando la incisura isquiática del hueso coxal en un gran foramen isquiático. El ligamento sacroespinoso,
que pasa desde el sacro y el cóccix laterales hasta la espina isquiática, divide de nuevo este foramen en los forámenes
isquiáticos mayor y menor.

Sínfisis del pubis

La sínfisis del pubis secundaria está formada por el disco fibrocartilaginoso interpúbico y los ligamentos circundantes que
unen los cuerpos de ambos pubis en el plano medio (fig. 6-7). El disco interpúbico es más ancho en la mujer.

Los ligamentos que unen ambos huesos están engrosados en los bordes superior
e inferior de la sínfisis para formar los ligamentos superior e inferior del pubis. El
ligamento superior del pubis conecta las caras superiores de los cuerpos del pubis
y el disco interpúbico, extendiéndose lateralmente hasta los tubérculos del pubis.
El ligamento inferior del pubis (arqueado del pubis) es un grueso arco de fibras
que conecta las caras inferiores de los componentes de la articulación,
redondeando el ángulo subpubiano cuando forma el vértice del arco del pubis
(fig. 6-3). Las fibras decusadas de las inserciones tendinosas de los músculos recto
del abdomen y oblicuo externo del abdomen también refuerzan, anteriormente,
la sínfisis del pubis.
Articulaciones lumbosacras

Las vértebras L5 y S1 se articulan anteriormente mediante la articulación intervertebral formada por el disco intervertebral
L5-S1 situado entre sus cuerpos (fig. 6-4 A) y las dos articulaciones cigapofisarias posteriores entre los procesos (apófisis)
articulares de estas vértebras (fig. 6-1). Las caras articulares de la vértebra S1 orientadas posteromedialmente encajan con
las caras articulares inferiores de la vértebra L5, que se orientan anterolateralmente, con lo cual se evita que L5 se deslice
anteriormente por la inclinación del sacro. Estas articulaciones están reforzadas además por los ligamentos iliolumbares
en forma de abanico, que irradian desde los procesos transversos de L5 a ambos iliones (fig. 6-6).

Articulación sacrococcígea

La articulación sacrococcígea** es una articulación cartilaginosa secundaria (fig. 6-4 A) con un disco intervertebral.
Fibrocartílago y ligamentos unen el vértice del sacro a la base del cóccix. Los **ligamentos sacrococcígeos anterior** y
**posterior** son cintas largas que refuerzan la articulación (fig. 6-6).

03. Cavidad Pélvica


La cavidad abdominopélvica se extiende superiormente hacia la caja torácica e inferiormente dentro de la pelvis, así sus
porciones superior e inferior están relativamente protegidas (fig. 6-8 A). Por tanto, las heridas perforantes del tórax o de la
pelvis pueden afectar a la cavidad abdominopélvica y a su contenido.

La cavidad pélvica, con forma de embudo, es el espacio limitado periféricamente por las paredes y el suelo de la pelvis
formados por hueso, ligamentos y músculo, y constituye la porción posteroinferior de la cavidad abdominopélvica. Se
continúa con la cavidad abdominal en la apertura superior de la pelvis, pero forma un ángulo posterior con ella (fig. 6-8 A
y C). Aunque son continuas, las cavidades pélvica y abdominal se estudian separadamente a efectos descriptivos, lo que
facilita un enfoque regional.
01. Descripción General del Miembro Inferior
Los miembros (extremidades) inferiores son extensiones del tronco que están especializadas en el sostén del peso
corporal, en la locomoción (capacidad de desplazarse de un sitio a otro) y en el mantenimiento del equilibrio. El miembro
inferior tiene seis partes o regiones importantes (fig. 7-1):

1. La región glútea, que es la región de transición entre el tronco


y el miembro inferior libre; comprende dos partes: la región
posterior, prominente y redondeada, la nalga, y la región
lateral, habitualmente menos prominente, o región de la
cadera, que se encuentra alrededor de la articulación coxal y el
trocánter mayor del fémur. La «anchura o amplitud de las
caderas», en terminología común, es una referencia a las
dimensiones transversas a nivel de los trocánteres mayores. La
región glútea está limitada superiormente por la cresta ilíaca,
medialmente por la hendidura interglútea (hendidura natal) e
inferiormente por el surco glúteo. Los músculos glúteos, que
cubren la cintura pélvica, conforman la masa de esta región.

2. La región femoral (muslo), que es la región del miembro


inferior situada entre las regiones glútea, abdominal y
perineal, proximalmente, y la región de la rodilla, distalmente.
Contiene el fémur. La transición desde el tronco al miembro
inferior se produce bruscamente en la región inguinal o ingle,
donde el límite entre las regiones abdominal y perineal y la
región femoral está señalado por el ligamento inguinal,
anteriormente, y la rama isquiopubiana del hueso coxal (parte
de la cintura pélvica o esqueleto de la pelvis), medialmente.
Posteriormente, el surco glúteo separa las regiones glútea y
femoral (fig. 7-47 A).

3. La región de la rodilla, que contiene los cóndilos de la porción


distal del fémur y la porción proximal de la tibia, la ca beza de
la fíbula (peroné) y la patela (que se encuentra anterior al
extremo distal del fémur), así como las articulaciones entre
estas estructuras óseas. La región posterior de la rodilla
presenta un hueco bien definido, lleno de tejido adiposo, por
donde pasan estructuras vasculonerviosas, que se denomina
fosa poplítea.

4. La región de la pierna, que se encuentra entre la rodilla y la


porción distal, estrecha, de la pierna, y contiene la mayor
parte de la tibia (hueso de la espinilla) y la fíbula. La pierna
conecta la rodilla y el pie. Es frecuente la alusión incorrecta a
todo el miembro inferior como «la pierna».

5. El tobillo o región talocrural, que incluye los salientes o prominencias medial y lateral (maléolos) que flanquean la
articulación talocrural (del tobillo).

6. El pie o región del pie, que es la porción distal del miembro inferior y contiene el tarso, el metatarso y las falanges
(huesos de los dedos del pie). El dedo gordo del pie, al igual que el dedo pulgar, tiene sólo dos falanges (huesos de
los dedos); el resto de los dedos tiene tres.

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