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La pelvis se clasifica como una región del tronco. Se extiende entre el abdomen y
las extremidades inferiores, siendo delimitada por los huesos de la cintura pelviana
(huesos de la cadera, sacro y cóccix). La pelvis se abre por su parte superior al abdomen a
través del estrecho superior o entrada pélvica, mientras que su abertura inferior (estrecho
inferior o salida pélvica) es cerrada por el suelo pélvico (músculos elevador del ano y
coccígeos).
El estrecho superior es el límite entre la pelvis mayor por su parte superior y la pelvis menor
por su parte inferior. La pelvis mayor contiene las partes inferiores de algunas vísceras
abdominales (íleon terminal, ciego, colon sigmoide). La pelvis menor contiene los órganos
genitales internos y las partes distales del sistema urinario (vejiga urinaria y uretra) y el
periné.
Pelvis ósea
El esqueleto de la pelvis está formado por el sacro, el cóccix y los huesos pares propios de la
cadera (coxal e innominado), que se fusionan anteriormente para formar la sínfisis del pubis. La
figura 5-1 ilustra la pelvis ósea, así como sus ligamentos y orificios.
Sacro
Cara pelviana
La cara pelviana, ubicada dentro de la curva del sacro contiene cuatro pares de forámenes.
Estos forámenes permiten que los ramos anteriores de los cuatro primeros nervios
espinales sacros pasen a través de él.
Cara dorsal
La línea media de la cara dorsal del sacro presenta una proyección ósea conocida como la
cresta sacra media. Esta cresta es palpable y está formada por la fusión de los procesos
espinosos de S1 a S4. Tenemos también al hiato sacro, que es resultado de la falta de
unión de las láminas de S5 en el plano medio, lo que da como resultado una superficie
dorsal expuesta, este se encuentra justo debajo del tubérculo de S4. Inmediatamente lateral
se encuentran los cuatro pares de forámenes sacros.
Cara lateral
La cara lateral sacra está formada por la fusión de los procesos transversos, los cuales se
estrechan mientras descienden. Existe una cara auricular en la parte lateral del sacro que
se articula con el ilion. Inmediatamente posterior a la cara auricular se visualiza una
prominencia áspera que contiene tres depresiones destinadas a la inserción de fuertes
ligamentos musculares.
Conducto sacro
El conducto sacro es de forma triangular y está formado por los forámenes sacros, éste
desciende desde la abertura que se encuentra en la cara basal hasta el hiato sacro. Como
la médula espinal termina cerca de L2 este conducto ya no da paso a la misma sino que
transporta al filum terminal que son largas bandas filiformes de tejido conectivo y a la cauda
equina, que son largas raíces de los nervios espinales sacros.
Vértice
Finalmente, tenemos al vértice del sacro el cual se encuentra en el segmento inferior. Es el
quinto cuerpo vertebral sacro. Presenta una carilla de forma ovalada para articularse con el
cóccix y se proyecta posteriormente para incrementar el tamaño de la cavidad pélvica.
Cóccix
El cóccix, también conocido como coxis, es un pequeño hueso triangular compuesto de una
cantidad variable (usualmente 3-4) de vértebras, conocidas como vértebras coccígeas.
Corresponde a la última porción de la columna vertebral y contribuye a formar los límites de
la pelvis menor o verdadera.
Consideración importante
Los huesos pélvicos están unidos por cuatro articulaciones (dos pares):
Dos sínfisis cartilaginosas (la articulación sacrococcígea y la sínfisis del pubis): estas
articulaciones están rodeadas, anterior y posteriormente, por ligamentos muy
resistentes, que responden al efecto de la relaxina y facilitan el parto.
Dos articulaciones sinoviales (las articulaciones sacroilíacas): estas articulaciones
están estabilizadas por los ligamentos sacroilíacos, el ligamento iliolumbar, el
ligamento lumbosacro lateral, el ligamento sacrotuberoso y el ligamento
sacroespinoso.
Ligamentos para considerar
Hay cuatro ligamentos (el inguinal, el de Cooper, el sacroespinoso y el sacrotuberoso) de la
pelvis ósea que tienen especial importancia para el cirujano ginecológico.
Ligamento inguinal
Tiene importancia quirúrgica en la reparación de la hernia inguinal. El ligamento inguinal:
1. Está formado por el borde inferior de la aponeurosis del músculo oblicuo externo,
replegada sobre sí misma.
2. Está fusionado lateralmente a la fascia ilíaca e inferiormente a la fascia lata.
3. Se aplana medialmente en el ligamento lacunar, que forma el borde medial del anillo
femoral.
Ligamento de Cooper
El ligamento de Cooper se utiliza con frecuencia en las intervenciones de suspensión de la
vejiga.
Este ligamento:
1. Es un reborde fuerte de tejido fibroso que se extiende a lo largo de la línea pectínea,
conocido también como ligamento pectíneo.
2. Emerge lateralmente con el ligamento iliopectíneo y medialmente con el ligamento
lacunar.
Ligamento sacroespinoso
El ligamento sacroespinoso se utiliza con frecuencia durante la suspensión vaginal, y ofrece
el beneficio de una vía quirúrgica vaginal. Este ligamento:
1. Se extiende desde la espina isquiática hasta la cara lateral de sacro.
2. Es separado del espacio rectovaginal por los pilares del recto.
3. Se extiende anterior al nervio pudendo y a los vasos pudendos internos en su inserción
con la espina isquiática.
La arteria glútea inferior, con su extensa circulación colateral, se encuentra entre los
ligamentos sacroespinoso y sacrotuberoso y puede lesionarse durante la suspensión
sacroespinosa (fig. 5-2) (7). La lesión a la arteria glútea inferior, al nervio pudendo y a los
vasos pudendos internos, durante la suspensión del ligamento sacroespinoso, puede
minimizarse mediante una retracción cuidadosa y controlada, y la colocación de la sutura
medialmente a la espina isquiática, separadas por al menos dos traveses de dedo.
Ligamento sacrotuberoso
El ligamento sacrotuberoso a veces se usa como un punto de fijación para la suspensión de
la cúpula vaginal. Este ligamento:
1. Se extiende desde la tuberosidad isquiática a la cara lateral del sacro.
2. Se fusiona medialmente con el ligamento sacroespinoso.
3. Se localiza detrás del nervio pudendo y de los vasos pudendos internos.
Orificios
La pelvis ósea y sus ligamentos delimitan tres orificios importantes que permiten el paso de varios
músculos, nervios y vasos hacia la extremidad inferior.
Por el agujero ciático mayor pasan las siguientes estructuras: el músculo piriforme, los vasos y
nervios glúteos superiores, el nervio ciático junto con los nervios del cuadrado femoral, los vasos y
nervios glúteos inferiores, el nervio cutáneo posterior del muslo, los nervios del obturador interno
y los vasos y nervios pudendos internos.
Por el agujero ciático menor pasa el tendón del obturador interno hacia su inserción en el
trocánter mayor del fémur. El nervio del obturador interno y los vasos y nervios pudendos vuelven
a la pelvis a través de él.
Agujero obturador
Por el agujero obturador pasan los vasos y nervios obturadores. El paquete neurovascular
obturador puede lesionarse durante la colocación de cintas transobturadoras, una técnica para
tratar la incontinencia urinaria. Los equipos de trocares para la colocación de mallas vaginales en
el tratamiento del prolapso vaginal anterior y apical a menudo pasan a través de la membrana
obturadora, lateral a la rama descendente isquiopúbica y medial al agujero obturador. La lesión a
los nervios y vasos obturadores puede prevenirse mediante la identificación cuidadosa de los
límites anatómicos y la colocación de las mallas lejos del agujero obturador.
Tipos de pelvis