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Investigue que es bloque de contitucionalidad

El bloque de constitucionalidad se refiere a aquellas normas y principios que aunque no forman


parte del texto formal de la Constitución, han sido integrados por otras vías a la Constitución y que
sirven a su vez de medidas de control de constitucionalidad de las leyes como tal. La
conceptualización del "bloc de constitutionalité" surgió en Francia, gracias a la intervención
consultiva del Consejo Constitucional francés en la década de los setenta y la labor investigativa
doctrinal acerca de la justicia constitucional desarrollada, especialmente, por el profesor Luis
Favoreau, así como la carencia de reconocimiento expreso de derechos fundamentales en la
Constitución que les rige desde mil novecientos cincuenta y ocho (1958), por lo que con esas
opiniones, se integró al bloque de constitucionalidad la Declaración de los Derechos del Hombre y
del Ciudadano de mil setecientos ochenta y nueve (1789) y el Preámbulo de la Constitución
francesa de mil novecientos cuarenta y seis (1946). Luego esta misma doctrina se extendió a varios
países con el fin de contribuir a formalizar y consolidar los Estados Constitucionales de Derecho
surgidos después de la Segunda Guerra Mundial. Diversos autores concuerdan con el concepto
doctrinal del bloque de constitucionalidad, al señalar que éste es un conjunto normativo que
contiene principios o disposiciones materialmente constitucionales, tanto las contenidas
expresamente en el Texto Fundamental como las existentes fuera de éste, pero que desarrollan o
complementan el catálogo de derechos fundamentales contenidos en la Constitución formal. Su
función esencial es la de valerse como herramienta de recepción del derecho internacional,
garantizando la coherencia de la legislación interna con los compromisos exteriores del Estado y,
al mismo tiempo, servir de complemento para la garantía de los Derechos Humanos en el país. El
bloque de constitucionalidad surge por remisión expresa y directa de la Constitución (arts. 44 y
46), la que configura y perfila su contenido, alcances y eficacia: “Artículo 44. Derechos inherentes a
la persona humana. Los derechos y garantías que otorga la Constitución no excluyen otros que,
aunque no figuren expresamente en ella, son inherentes a la persona humana. El interés social
prevalece sobre el interés particular. Serán nulas ipso jure las leyes y las disposiciones
gubernativas o de cualquier otro orden que disminuyan, restrinjan o tergiversen los derechos que
la Constitución garantiza.” “Artículo 46. Preeminencia del Derecho interno. Se establece el
principio general de que en materia de derechos humanos, los tratados y convenciones
internacionales aceptados y ratificados por Guatemala, tienen preeminencia sobre el derecho
interno.” Es por ello que por vía de los artículos 44 y 46 citados, se incorpora la figura del bloque
de constitucionalidad como un conjunto de normas internacionales referidas a derechos
inherentes a la persona, incluyendo todas aquéllas libertades y facultades que aunque no figuren
en su texto formal, respondan directamente al concepto de dignidad de la persona, pues el
derecho por ser dinámico, tienen reglas y principios que están evolucionando y cuya integración
con esta figura permite su interpretación como derechos propios del ser humano. El alcance del
bloque de constitucionalidad es de carácter eminentemente procesal, es decir, que determina que
los instrumentos internacionales en materia de derechos humanos que componen aquél son
también parámetro para ejercer el control constitucional del derecho interno. Así, a juicio de esta
Corte, el artículo 46 constitucional denota la inclusión de los tratados en el bloque de
constitucionalidad, cuyo respeto se impone al resto del ordenamiento jurídico, exigiendo la
adaptación de las normas de inferior categoría a los mandatos contenidos en aquellos
instrumentos. El contenido del bloque de constitucionalidad está perfilado por la Constitución, y
esta Corte, como máximo intérprete de la norma suprema, cuyas decisiones son vinculantes a los
poderes públicos, es la competente para determinar, en cada caso, qué instrumentos se
encuentran contenidos en aquél. En orden a la materia de estudio, se determina que los
instrumentos internacionales en materia de derechos humanos aplicables son la Convención
contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, y la Convención
Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura. Esa inclusión se realiza por remisión del
artículo 46 y, consecuentemente, por el carácter de ius cogens que tienen las normas de estos
instrumentos que, como tal, asumen categoría de compromisos internacionales adquiridos por el
Estado (art. 149 constitucional). Lo que involucra, en el caso concreto, verificar el cumplimiento de
los compromisos adquiridos en normas internacionales en materia de Derechos Humanos, para
evidenciar si existe una omisión legislativa parcial en la creación de la figura tipo de “tortura”.

QUE ES CONTROL DE Convencionalidad

El control de convencionalidad se entiende como: "la herramienta que permite a los


Estados concretar la obligación de garantía de los derechos humanos en el ámbito
interno, a través de la verificación de la conformidad de las normas y prácticas
nacionales, con la Convención Americana de los Derechos Humanos y su
jurisprudencia".2

el Control de Convencionalidad es el mecanismo que debe ser llevado a cabo, primero por los
cuerpos judiciales domésticos, haciendo una ‘comparación’ entre el derecho local y supranacional
[de los Derechos Humanos], a fin de velar por el efecto útil de los 67 instrumentos internacionales,
que surjan de los Tratados o de la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos; y luego esta tarea debe ser ejercida por Tribunal regional si es que el caso llega a sus
estrados. (Hitters, 2009, págs. 123-124) Ibañez por su parte señala que el Control de
Convencionalidad se refiere “la obligación de todo Estado parte de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos consistente en aplicar dicho tratado, y la jurisprudencia de la Corte sobre el
mismo, en su derecho interno” (Ibañez Rivas, 2017, pág. 1) También puede apuntarse que el
Control de Convencionalidad es “una institución que se utiliza para aplicar el derecho
internacional, principalmente el derecho internacional de los derechos humanos, y
específicamente la Convención Americana y sus fuentes, incluyendo la jurisprudencia del Tribunal
Interamericano”.

QUE ES LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS


La Corte Interamericana es uno de los tres tribunales regionales de protección de los derechos
humanos, conjuntamente con la Corte Europea de Derechos Humanos y la Corte Africana de
Derechos Humanos y de los Pueblos. Es una institución judicial autónoma cuyo objetivo es aplicar
e interpretar la Convención Americana. La Corte Interamericana ejerce una función contenciosa,
dentro de la que se encuentra la resolución de casos contenciosos y el mecanismo de supervisión
de sentencias; una función consultiva; y la función de dictar medidas provisionales.

La Corte Interamericana de Derechos Humanos (acrónimo: Corte IDH) es un órgano


judicial autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), que tiene su sede
en San José, Costa Rica. Su propósito es aplicar e interpretar la Convención Americana sobre
Derechos Humanos y otros tratados de derechos humanos a los cuales se somete el
llamado Sistema Interamericano de Derechos Humanos.
Es uno de los tres tribunales regionales de protección de los derechos humanos,
conjuntamente con la Corte Europea de Derechos Humanos y la Corte Africana de Derechos
Humanos y de los Pueblos.
Los idiomas oficiales de la Corte IDH son, al igual que en la
OEA, español, francés, inglés y portugués. Los idiomas de trabajo son los que acuerde la
Corte cada año. Sin embargo, para un caso determinado, puede adoptarse también como
idioma de trabajo el de una de las partes, siempre que sea oficial

QUE ES LA COMISIÓN INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS

La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA)


encargado de la promoción y protección de los derechos humanos en el continente americano.
Está integrada por siete miembros independientes que se desempeñan en forma personal y
tiene su sede en Washington, D.C. Fue creada por la OEA en 1959 y, en forma conjunta con la
Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH), instalada en 1979, es una institución
del Sistema Interamericano de protección de los derechos humanos (SIDH).

El SIDH se inició formalmente con la aprobación de la Declaración Americana de los Derechos y


Deberes del Hombre en la Novena Conferencia Internacional Americana celebrada en Bogotá en
1948, en el marco de la cual también se adoptó la propia Carta de la OEA, que proclama los
"derechos fundamentales de la persona humana" como uno de los principios en que se funda la
Organización.

El pleno respeto a los derechos humanos aparece en diversas secciones de la Carta. De


conformidad con ese instrumento, "el sentido genuino de la solidaridad americana y de la buena
vecindad no puede ser otro que el de consolidar en este Continente, dentro del marco de las
instituciones democráticas, un régimen de libertad individual y de justicia social, fundado en el
respeto de los derechos esenciales del hombre". La Carta establece la Comisión como un órgano
principal de la OEA, que tiene como función promover la observancia y la defensa de los
derechos humanos y servir como órgano consultivo de la OEA en dicha materia.

La CIDH realiza su trabajo con base en tres pilares de trabajo:

 el Sistema de Petición Individual;

 el monitoreo de la situación de los derechos humanos en los Estados Miembros, y

 la atención a líneas temáticas prioritarias.

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