1) El documento describe el sistema interamericano de derechos humanos y los principales tratados e instrumentos que lo componen.
2) Las decisiones de los tribunales internacionales como la Corte Interamericana de Derechos Humanos son vinculantes para los estados parte.
3) La jurisprudencia internacional interpreta y adapta los estándares de derechos humanos a nuevas circunstancias.
1) El documento describe el sistema interamericano de derechos humanos y los principales tratados e instrumentos que lo componen.
2) Las decisiones de los tribunales internacionales como la Corte Interamericana de Derechos Humanos son vinculantes para los estados parte.
3) La jurisprudencia internacional interpreta y adapta los estándares de derechos humanos a nuevas circunstancias.
1) El documento describe el sistema interamericano de derechos humanos y los principales tratados e instrumentos que lo componen.
2) Las decisiones de los tribunales internacionales como la Corte Interamericana de Derechos Humanos son vinculantes para los estados parte.
3) La jurisprudencia internacional interpreta y adapta los estándares de derechos humanos a nuevas circunstancias.
Es un mecanismo de promoción y protección de derechos humanos que depende de la estructura, organigrama y presupuesto de la Organización de los Estados Americanos (OEA).
Son los Estados americanos miembros de la OEA los que
crearon los tratados internacionales sobre derechos humanos que conforman ese sistema regional, en los cuales se reconocen todo tipo de derechos que los Estados deben respetar a todos sus habitantes, sin ningún tipo de discriminación, en sus territorios.
El principal tratado regional es la Convención Americana
sobre Derechos Humanos o Pacto de San José de Costa Rica de 1969, la cual reconoce derechos civiles y políticos y, de manera muy tenue, derechos colectivos en su artículo 26 (derechos económicos, sociales y culturales). Algunos de esos derechos humanos son similares a los que reconocen las constituciones políticas, a saber: todos los derechos fundamentales contemplados en las constituciones de los Estados están reconocidos en los siguientes instrumentos que hacen parte del sistema interamericano. - Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre - Convención Americana sobre Derechos Humanos - Pacto de San José - Protocolo a la Convención Americana sobre Derechos Humanos relativo a la Abolición de la Pena de Muerte - Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura - Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas - Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en Materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales “Protocolo de San Salvador” - Convención Interamericana para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra las Personas con Discapacidad El sistema interamericano de derechos humanos nació con la adopción de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, en Bogotá, Colombia, en abril de 1948. La Declaración Americana fue el primer instrumento internacional de derechos humanos de carácter general. Bajo la perspectiva del derecho internacional, no cabe duda de que las decisiones de los tribunales internacionales son consideradas, de manera general, como obligatorias. Esta, incluso, es una de las principales características que distingue a las decisiones tomadas por medios judiciales de las decisiones tomadas en el ámbito de otros medios de solución de controversias También es de praxis que los instrumentos que crean tribunales internacionales dispongan expresamente sobre el carácter obligatorio de las decisiones tomadas por estos órganos. En el caso de, la CIDH la obligatoriedad de sus decisiones está contenida en el art. 68 (1) de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, que dispone lo siguiente: “Artículo 68 1. Los Estados Partes en la Convención se comprometen a cumplir la decisión de la Corte en todo caso en que sean partes”2. El lenguaje, al recurrir a palabras como comprometen” y “cumplir”, no deja lugar a dudas de que un Estado parte, juzgado en un caso contencioso delante de la Corte, no tiene la opción de incumplir la decisión. Uno de los desarrollos jurídicos más importantes del siglo XX ha sido el del derecho internacional de los derechos humanos. Instrumentos internacionales y mecanismos de protección relevantes se han puesto en funcionamiento, tanto a nivel global como regional. Este impulso jurídico e institucional, sin embargo, no ha tenido un desarrollo paralelo, unívoco y lineal, en los procesos jurídicos e institucionales al interior de los países. La utilidad de la jurisprudencia internacional no radica sólo en la interpretación de las disposiciones aplicables, sino que busca adaptarlas también a nuevas circunstancias, llenar los vacíos y salvar las posibles contradicciones que pudieran presentarse como obstáculos a la eficacia de los estándares internacionales de protección de los derechos humanos. La jurisprudencia internacional en materia de derechos humanos constituye la interpretación oficial y, en ciertas hipótesis, la de carácter último o definitivo, acerca de las disposiciones de un tratado internacional de derechos humanos, de tal manera que el sentido y alcance de una disposición de esta naturaleza, se determina conjuntamente por el texto que la expresa y por su interpretación, así, ambos conforman el estándar normativo cuyo cumplimiento puede ser exigido y que debe ser observado por los Estados. los criterios internacionales son considerados e incorporados como pautas vinculantes por los órganos domésticos, encontrarán solución precisamente en dicho ámbito, muchos de los casos que de otra forma tendrían que ser planteados a nivel internacional; con ello se cumple un doble propósito: hacer efectivos los derechos humanos al interior de los Estados, y apoyar la labor ágil de los mecanismos internacionales de supervisión, de manera que conozcan de casos paradigmáticos, cuya solución irradie sus aspectos positivos más allá del caso particular de que se trate, haciendo realidad el carácter subsidiario o complementario de su actuación. Existen por una parte tribunales en sentido estricto, ante los cuales se tramitan procesos y que pueden culminar en sentencias vinculantes, como por ejemplo, de tipo genérico universal como la Corte Internacional de Justicia; especializado universal, como son la Corte Penal Internacional y el Tribunal Internacional del Derecho del Mar; finalmente, los especializados regionales, como son las Cortes Europea, Americana y Africana de Derechos Humanos.1 varios de los órganos judiciales internacionales mencionados, no sólo poseen atribuciones en la resolución de casos contenciosos, sino también desarrollan no menos importantes actividades consultivas, como por ejemplo la que llevan a cabo la Corte Internacional de Justicia , la Corte Europea o la Corte Interamericana, ambas de derechos humanos. En virtud de esta actividad, dichos órganos resuelven las consultas que se les plantean a petición de parte, respecto de interpretación de tratados internacionales. De igual manera la JI permite determinar los alcances de los derechos básicos, sino también su armonización recíproca, de manera que se evidencien su interrelación y su interdependencia, para facilitar su eficacia plena. La identificación y sistematización de la jurisprudencia en materia de derechos humanos, es de suma utilidad en el ámbito internacional, pues se convierte en un referente necesario para calificar con mayor precisión la conformidad de los Estados a los estándares a que se han comprometido y, a su vez, garantiza a estos un trato igual antes casos similares frente a estándares comunes. En el ámbito interno, contar con un catálogo cada vez más afinado de la jurisprudencia internacional permite su invocación con mayor facilidad ante las instancias estatales, a efecto de que éstas ajusten su actuación a dichas pautas y, a la par de los instrumentos internacionales, las utilicen en la justificación de sus propias decisiones en favor de los derechos humanos. la adopción de disposiciones legislativas y administrativas y otras medidas apropiadas para impedir las violaciones, investigar las violaciones de forma eficaz, rápida, completa e imparcial y, en su caso, adoptar medidas contra los presuntos responsables de conformidad con el derecho interno e internacional, dar a quienes afirman ser víctimas de una violación de sus derechos humanos o del derecho humanitario un acceso equitativo y efectivo a la justicia, como se describe más adelante, con independencia de quién resulte ser en definitiva el responsable de la violación; y proporcionar a las víctimas recursos eficaces. Los principales fallos emitidos contra Honduras por la Corte IDH establecieron una línea jurisprudencial a partir a finales de la década de los ochenta que resaltaba el derecho a la verdad, la justicia, reparación y a no repetición por parte de la víctimas. En casos como Perú, Brasil y Uruguay, desde el 2001 la Corte Interamericana ha declarado inadmisibles las amnistías, indultos y otras medidas que han pretendido impedir investigar, procesar y sancionar violaciones graves de los derechos humanos y graves crímenes internacionales, (Internacional Crisis Group, p. 17) al considéralos contrarios a los estándares internacionales; fallos que serán relacionados más adelante. En síntesis, la Corte Interamericana de Derechos Humanos como garante del cumplimiento y respeto de las garantías fundamentales de los derechos de las víctimas del conflicto armado, ha ordenado a los Estados adoptar disposiciones legislativas y administrativas para impedir violaciones, investigar de forma eficiente a los responsables, garantizar el acceso a la justicia y dotar a las víctimas de recursos eficaces para exigir el cumplimiento de sus derechos. El Derecho Internacional y el Derecho Interno tienen modos diferentes de encarar el problema de la obligatoriedad de las decisiones internacionales. Por una parte, la Convención Americana es clara en el sentido de que, para las partes en litigio, la decisión debe cumplirse. Por otra parte, los derechos internos, al incorporar internamente la Convención -que contiene la cláusula de obligatoriedad de las decisiones del tribunal– se vinculan no solamente a las autoridades internacionales, sino también a las autoridades internas. Aunque se perciba, de manera general, una disposición a cumplir las decisiones, de vez en cuando ciertos casos complejos ponen a prueba el cumplimiento de las decisiones de la Corte Interamericana como actos jurídicos obligatorios. Tales tensiones pueden aumentar en el caso de que se consolide en la Corte la comprensión de que el control de convencionalidad implica la obligación de que todos los Estados que aceptan la competencia contenciosa del tribunal cumplan la totalidad de su jurisprudencia, so pena de ser responsabilizados internacionalmente. Este intento de hacer con que todas las decisiones judiciales en el ámbito del sistema interamericano tengan efectos erga omnes acarrea problemas porque insiste en un modelo jerárquico de supremacía del derecho internacional que, muchas veces, puede generar paradojas. El valor de la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos está, por tanto, mucho más a favor abordar este tema bajo la perspectiva del estímulo a la conversación y al diálogo, que de tratarlo bajo la imposición de un modelo jerárquico que de forma recurrente lleva a transitar por caminos indisolubles en las relaciones entre del derecho internacional y el derecho interno. http://www.apt.ch/es/el-sistema-interamericano- de-derechos-humanos/ http://www.cancilleria.gov.co/international/politics/r ight/interamerican Las sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Guía modelo para su lectura y análisis https://www.iidh.ed.cr/IIDH/media/1574/lectura_sen tencias-corte-idh.pdf http://corpusiuristransparenciadai.ifai.org.mx/Pagina s/jurisinter.aspx EL VALOR DE LA JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS George Rodrigo Bandeira Galindo. Universidad de Brasilia