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Les resultará útil -para seguir este tema sin perderse- tener a mano el archivo
“Periodización completa” que está en la carpeta “Fichas conceptuales” (Unidad 1-
“Acompañando la lectura de conceptos teóricos”- “Fichas conceptuales”). En esa misma
carpeta de “Acompañando…” van a ver también una pestaña que se llama “Glosario”, que
pueden ir revisando para familiarizarse con los nuevos conceptos.
1
Recuerden lo visto en las clases teóricas sobre el texto de Pierre Bourdieu, Campo
intelectual y proyecto creador. Refresquemos un poco: el campo intelectual es una
noción que Pierre Bourdieu acuñó en los años 60, y que define como sistema de
relaciones sociales determinado por la posesión y producción de un capital simbólico
específico; suerte de campo magnético definido por líneas de fuerza que, al surgir, se
oponen y se agregan. Es decir, el CI tiene una lógica interna, una estructura, pero de
ningún modo ésta es fija, sino dinámica: un elemento que en algún momento histórico
ocupa la centralidad del campo, en otro periodo histórico puede devenir marginal.
Asimismo, el CI es relativamente autónomo respecto del campo de poder (es decir, tiene
sus propios mecanismos de consagración y legitimación, que son relativamente
independientes del poder político, económico, religioso, etc.) y está compuesto por
agentes e instituciones legitimantes.
toque para que se dé inicio al campo intelectual teatral).
Por otro lado, la recepción veremos que se centra en el estudio del choque entre
el efecto textual, la inmanencia de los procedimientos de los textos dramáticos y
espectaculares, y su efectiva recepción (ver glosario: el efecto está en el texto, es lo que el
autor/director crea a partir de un determinado uso de procedimientos, mientras que la
recepción es algo histórico. No siempre efecto y recepción se corresponden: una
determinada coyuntura histórica, un determinado contexto de recepción, puede conducir a
que el texto se lea de una manera no contemplada por el autor).
Las tres primeras clases de prácticos las dedicaremos a la periodización del teatro
argentino -elaborada por Osvaldo Pellettieri (que fue el titular de la materia hasta su
fallecimiento en 2011)- y, luego, nos adentraremos en el estudio del modelo teatral concreto
(también elaborado por Pellettieri), a partir del cual iremos abordando los diferentes textos
dramáticos: sainete como pura fiesta, sainete tragicómico, grotesco criollo, pero también
piezas modernas que retoman procedimientos saineteriles (ya sea como parodia, ya como
estilización, ya como continuidad) para formular tesis realistas.
Antes de arrancar con la periodización, repasaremos muy brevemente ciertas
nociones teóricas que se vieron en los teóricos y en los tres videos introductorios. Les
copiamos nuevamente los links por si desean verlos nuevamente:
Se parte de la premisa de que en la evolución de las formas hay tres fases: una
fase primaria o intuitiva, una fase secundaria o canónica, y una fase terciaria o refinada.
Durante la fase primaria o intuitiva, surge una forma nueva (por ejemplo,
autores innovadores crean nuevos efectos a partir de la introducción de nuevas técnicas,
aunque en toda forma nueva hay elementos de formas viejas), pero aún el campo teatral no
tiene demasiados elementos para dimensionar la cifra de tal innovación, no hay un
conocimiento claro de la renovación. Ejemplo: momento de surgimiento del grotesco
criollo: se lo lee aún como sainete tragicómico (muchas veces, como un mal sainete
tragicómico).
· se mira al pasado: se reiteran formas del pasado, sin aportar novedades. Aparecen
epígonos.
Dominante: las textualidades dominantes son las que ocupan el centro del campo intelectual
correspondiente al teatro (que no debe confundirse con las formas de poder o políticas
dominantes en la sociedad). Son las que se constituyen en el denominado “teatro de calidad”
por las instituciones mediadoras, los premios, la crítica. Hay teatristas dominantes que están
cercanos al polo emergente (Kartun) y otros cercanos al polo remanente (Gorostiza).
Emergentes: Son los textos nuevos, los que marcan cambios dentro del sistema teatral. Se
intentan establecer nuevos modelos que cuestionan los viejos y tienen un público que
aprecia la novedad. Como en lo dominante y en lo residual, hay grados de emergencia: hay
algunos textos emergentes que resultan cercanos a la dominancia. Lo emergente siempre
busca la centralidad. Habría que preguntarse hoy en día, qué lugar ocupa el teatro
posdramático, o modalidades nuevas que están surgiendo como el teatro streaming o una
experiencia por whatsapp.
***
La primera pregunta es, antes que nada, cuándo comenzó el teatro argentino. En principio
habría dos posturas:
La cátedra adopta una postura intermedia: hay teatro en el siglo XVIII y XIX,
pero no de forma sistemática porque aún no están delineados los componentes del campo
intelectual: instituciones legitimantes (crítica, premios), agentes intelectuales (actores,
autores, público, empresarios/directores, funciones periódicas). Todo ello aparecerá de la
mano del Juan Moreira y de los Podestá.
En este período si bien hay textos dramáticos, textos espectaculares, un público y una crítica, estos elemen
El teatro durante el período colonial estuvo supeditado al campo de poder y al campo religioso, lo que im
Una vez lograda la independencia política del poder español, el teatro siguió sufriendo la incidencia direct
Sin embargo, el campo cultural y el poder político aún no estaban separados. Durante todo el período era c
3
Demás está decir que, como en el periodo colonial, a partir de 1810 las
representaciones[5] y las fiestas teatrales fueron consideradas también un medio de
propaganda. Se planteaba la necesidad de transformar al teatro en un medio didáctico, que
procurara la construcción de un sujeto ilustrado en las ideas liberales. Básicamente, se
buscaba que el teatro funcionara como medio para lograr adhesión al nuevo régimen: en
muchos textos se denostaba la figura del español y también la Inquisición.
3
Claro ejemplo de ello es que en ocasión de la creación del primer teatro –Teatro de La
Ranchería, inaugurado en 1783 y destruido por un incendio en 1792-, el empresario que
había solicitado la concesión al virrey Vértiz –comprometiéndose no sólo a construirlo,
sino también a entregar dos mil pesos por año a los niños expósitos y un día de función
a beneficio de esa institución-, tuvo además cumplir con una serie de requerimientos
impuestos por el poder político y religioso: que los hombres y mujeres estén separados;
que se entreguen las obras a representar al Superior Gobierno de forma tal que éste
determine si eran representables o no, o si se debían modificar; que no haya funciones
durante los días de cuaresma; que no comiencen las funciones hasta la llegada de los
alcaldes –quienes tenían sus palcos particulares-.
4
Así lo atestigua los artículos aparecidos en el Telégrafo mercantil (19-09-1801) que, plantean
la necesidad de un teatro, después del incendio del teatro de La Ranchería en 1792 , hasta la
construcción del Coliseo Provisional: “Y es creíble que una Capital populosa, fina, rica, y
mercantil carezca de un establecimiento donde se reciben las mejores lecciones de buen gusto, y
de una escuela de costumbres para todas las clases de la sociedad: fuente deliciosa de los
primores y los encantos, sin que el copioso número de generosos patriotas arbitre un robusto
fondo gratuito para su perfecta y culta erección en los días de un Gobierno feliz y protector? La
falta de los teatros, dice un Sabio, que es el más feo y fastidioso olor que puede enviar la rudeza
de los pueblos”.
5
El orden del programa incluía en primer término una pieza musical cuya función era “preparar
los espíritus para atender en silencio a los sentimientos heroicos, ideas sublimes, raptos de
patriotismo y grandeza del alma” (El Censor, 6/3/ 1817) de la obra teatral central. Luego,
recitado de versos –de tono heroico y patriótico-, generalmente a cargo de uno de los actores
centrales de la compañía. Luego, se representaba la obra ppl, que podía estar acompañada de
sainete –que ya desde entonces era señalado como un género “inmoral, indecente y pueril” (El
Censor, 30-10- 1817).
Entonces, comprendiendo este periodo en tres momentos políticos –el de la
Revolución de Mayo hasta 1820; el del gobierno de Rivadavia en la década siguiente y el
del predominio de Rosas a partir de 1829-, desde el punto de vista de la producción y
circulación teatrales, encontramos una estratificación marcada de elementos residuales del
Barroco, la dominancia del Neoclasicismo y la emergencia del Romanticismo.
El teatro tiene escasa autonomía estética porque busca ser un testimonio de la realidad, ser un teatro histór
Los actores actuaban de forma estática, lo que en cierta medida tenía que ver con el ideario iluminista seg
Expresa agresividad hacia España, ridiculiza al personaje del extranjero y expresa el habla popular.
Del sainete primitivo sólo se cumplió la primera fase o bien fueron obras aisladas. Varios pueden ser los m
· Es posible pensar que el género fue un problema para los intelectuales de la Ilustración,
que, a través de la Sociedad de Buen Gusto (1817) controlaban la actividad teatral y no
apoyaban la gauchesca primitiva.
¿Por qué Juan Moreira formó sistema? Porque se convertirse en un texto modelo de
otros textos:
* Creó un personaje nuevo, que no existía en el teatro argentino, un personaje propio,
rioplatense que era el personaje central del desarrollo dramático.
* Puso en funcionamiento el uso de una flexibilizada lengua gauchesca.
* Inventó un público que comenzó a interesarse por este tipo de obras, un tipo
determinado de actor y de actuación. Los sectores populares encontraron en la
sistemática persecución del héroe un espejo mediatizado de sus propias vidas
(identificación asociativa, en términos de Jauss). (Eran los mismos sectores populares
que consumían los folletines de Gutiérrez, que veían en el padecimiento del Moreira, los
suyos propios. Es decir, Juan Moreira significó una pluralidad de cosas, pero sobre todo
el encuentro del teatro con su pueblo. El público se aferró al personaje de ficción y para
él, el personaje idealizado y animado por José Podestá era el único de existencia real
(son conocidas las anécdotas que ilustran el entrecruzamiento de realidad y ficción en
algunas representaciones del Moreira, como la irrupción de algún personaje en el
picadero para salvar al protagonista de la Partida).)
* Y una serie de temas basados en la tesis realista que toma partido a favor del gaucho
en su enfrentamiento con la sociedad oficial.
* Intención: que el público se identifique y se conmueva mediante los recursos propios
de lo mimético y lo sentimental (realismo ingenuo).
* Síntesis: creó una poética propia, nacional.
Otras obras que siguieron el modelo: Juan Cuello /(1890 Gutiérrez, versión Luis
Mejía-Podestá); Martín Fierro (1890, Hernández, adapt. Elías Regules); Julián
Giménez (1891, de Abdón Arózteguy).
Cuando se estrena Juan Moreira, la plaza teatral estaba dominada por cías
extranjeras (como la de María Guerrero o Mariano Galé) que favorecieron la introducción de
géneros como la ópera, la zarzuela, o el sainete español -que luego sería productivo para el
sainete criollo-. En ese marco, eran los empresarios los que funcionaban como
intermediarios y generaban la oferta de espectáculos, que eran escasamente alterados por
variables locales. Pero con el estreno del Moreira a manos de los hermanos Podestá, se logró
que los gustos del público popular, de alguna manera, se vayan desplazando. En efecto, los
Podestá habían advertido con el estreno del Moreira que el teatro podía ser un buen negocio.
Los Podestá no se preocupaban por hacer “arte” (a diferencia de miembros de la República
de las Letras que consideraban que donde había mercado no había arte) y su objetivo era
sobretodo mercantil. Así, cuando en 1901 se aposentan en el teatro Apolo –estrenando Al
campo! de Nicolás Granada, Jesús Nazareno de Martiniano Leguizamón y La piedra de
escándalo de Martín Coronado, todas en 1902– ya poseían todas las condiciones para poner
en marcha una verdadera “industria del espectáculo”. Así, desplazan el gusto del público por
las cías extranjeras que visitaban Bs As, a partir de la representación de dramas gauchescos,
piezas nativistas, sainetes, comedias asainetadas, que perdurarían durante décadas y que
hicieron del teatro un fenómeno de inusual éxito. Índice de este éxito es que entre 1880 y
1930 se abren en Buenos Aires 60 salas teatrales con capacidad promedio de 300 butacas.
Entonces, respecto de los agentes del campo intelectual, podemos afirmar que,
además de salas teatrales, en el periodo surgen autores (aún con escasa autonomía), actores y
un nuevo público, nuevos empresarios, todos atraídos por el negocio. El lugar que ocuparon
estos agentes se fue delineando en un contexto de tensiones, en el centro del cual la figura
del actor-empresario era, de alguna manera, la que articulaba el sistema.
La fecha clave que condensa este acercamiento de la elite al Juan Moreira: 1890,
año en el que Juan Moreira se estrena en el Politeama Argentino, teatro en el que
habitualmente se estrenaban óperas, y los Podestá dan 50 funciones ante público
conformado por la elite porteña; pero también es el año en el que el diario roquista Sud
América publica una crítica laudatoria de la pieza. Ahora bien, en esa crítica se puede ver
que la élite lee y reescribe el devenir del Moreira desde el prisma de lo oficial. Así, a la hora
de caracterizar al personaje refiere a “una vida de leyenda” atravesada por un “destino
infortunado”. Desde la óptica institucional, Juan Moreira no es más que un “palidísimo
reflejo de la vida heroicamente aventurada de un noble gaucho argentino perseguido por la
fatalidad”. Moreira es, desde esta perspectiva, un personaje mítico que no actúa movido por
la causalidad social, por la injusticia de la ley diferencial -que hace pagar a justos por
pecadores, que castiga a Moreira y ampara al italiano Sardetti-, sino por un “destino” que, si
bien no es totalmente ajeno a la poética melodramática del texto, no alcanza para dar cuenta
de las razones que impulsan al protagonista a la acción.
· Surgen revistas especializadas, entre las que se destacan La revista teatral de Bs. As., y
más tarde, Bambalinas y La Escena (muchas publicaban textos teatrales y los
promocionaban diciendo, por ejemplo, que incluían las morcillas del tal o cual actor).
1ra fase: Juan Cuello (1890), versión de novela de Gutiérrez realizada por Juan Mejías y
Podestá. Constituye el primer paso en la evolución de la gauchesca. Cabe señalar que la
acción se ubica en la época de Rosas, por lo que se podría decir que en su segunda
experiencia con el género Podestá elige un texto ubicado en época lejana, acaso para no
irritar a la sociedad oficial.
· Repite esquema de Juan Moreira (héroe castigado injustamente que busca venganza),
pero introduce algunos cambios:
· Empequeñecimiento del héroe (es irascible, se deja apresar vivo y comete bajezas, como
raptar mujeres) y de antagonistas (su mujer genera ardid para entregarlo y sus oponentes son
cobardes).
· Intensificación de lo sentimental.
2da fase: Martín Fierro (1890), adaptación de Elías Regules de obra de José Hernández.
3ra fase: Julián Giménez (1891), de Abdón Aróstegui. Es una pieza que ya prefigura
Calandria (1896), primera pieza nativista de Martiniano Leguizamón, dado que:
· Como en Juan Cuello (e incluso de manera más marcada), los oponentes son cobardes,
pero también risibles, grotescos.
Es decir, a esta altura de la gauchesca sólo queda la fonética y elución gauchesca, el gusto
por la riña, el itinerario quejoso contra lo fatal de la suerte.
Se puede decir que el “golpe final” el estreno en 1896 de Calandria, de Leguizamón (quien
obliga a los Podestá a estrenar la pieza en un teatro: el Teatro Victoria).
Para comenzar, debemos recordar que el teatro romántico que se origina en 1838, continúa
entre 1890 y 1920 con los mismos postulados:
· Teatro como expresión del espíritu del pueblo (acaso eso explique que lo retome el
peronismo).
· Ideología de las clases altas. En ese sentido, se puede hablar de cierto “tradicionalismo
conservador” en su semántica, ya que evidencia una ideología apoyada en prácticas sociales
liberales: amor a la tierra, respeto a la ley, hábito dignificador del trabajo.
· Principio constructivo melodramático, tanto en nativismo como en melodrama social.
· Idea de que el teatro debe moralizar: el melodrama social tiene fines didácticos.
Hay una r evalorización de lo rural y del campo como ámbito de valores positivos, de
las virtudes frente a la ciudad simbolizada como lugar de opresión, encierro y de los
vicios.
Principales procedimientos de esta poética: pareja imposible, coincidencia abusiva,
anagnórisis (revelación o descubrimiento de 1 personaje sobre su identidad que cambia
el curso de la acción), justicia poética en desenlace.
Procedimientos secundarios: costumbrismo, peculiaridad de cada región
(representada por bailes, cantos, relatos sin desarrollar).
Drama de personaje/ infortunio privado:7 problemas de honra social, venganza o
amor. El drama no está puesto sobre cuestiones públicas, externas.
Sistema de personajes de tres tipos: buenos, malos, redimibles.
Semántica conformista, conservadora, que ratifica la visión del mundo sustentada
por el catolicismo: los buenos defendían el bien, eran humildes, preservaban las
costumbres familiares y los valores de la tierra, amaban el trabajo, sufrían y temían las
agresiones del villano. Tesis social en Calandria: construir un mundo basado en la
justicia y la fraternidad.
Finalidad: que el espectador se identifique catárticamente, produciendo el sentimiento de autocompasión,
7
Drama de personajes: Tanto en la gauchesca como en el nativismo, en el sainete criollo y el grotesco. El
sujeto es quien –mediante sus intervenciones- estructura y hace avanzar la acción. El drama está
sustentado en el personaje central. Los acontecimientos giran y se subordinan al personaje (Wolfgang
Kayser: Interpretación y análisis de la obra literaria, 1948; Juan Villegas: Interpretación y análisis del
texto dramático, 1982: Hacen una distinción entre drama de personajes y drama de situación.// Drama de
situación o de atmósfera (melodrama social, realismo-naturalista): los personajes y el espacio están
subordinados a las situaciones. Los hechos y su evolución hacen avanzar la acción. Presentado un
problema, éste va entramándose y haciendo evolucionar a los personajes.).
El nativismo también evoluciona en tres fases, que pueden resumirse en las
siguientes características:
2da fase: Jesús Nazareno (1902), de Enrique García Velloso (como toda segunda fase, a
partir del estreno de esta pieza, la poética se torna altamente productiva y pervive hasta los
años 50).
3ra fase del nativismo: es primera del microsistema de Florencio Sánchez, que mira hacia
al futuro y renueva la poética nativista (por ejemplo, los personajes ya no pueden cambiar su
esencia constitutiva, no son redimibles. Ver Barranca abajo, de 1905).
CLASE 3.
8
El discurso carnavalesco rompe las leyes del lenguaje censurado por la gramática y la semántica, y con
ese mismo movimiento es una impugnación social y política: no se trata de equivalencia sino de identidad
entre la impugnación del código lingüístico oficial y la impugnación de la ley oficial” (Kristeva, Julia,
2001. Semiótica I. 4° edic. Madrid: Fundamentos: 189).
9
El teatro argentino tiene su origen en el siglo XIX con El amor de la estanciera y una serie de sainetes,
pero tiene una afirmación, desde el punto de vista histórico, con la aparición del sistema teatral a partir
del estreno del Juan Moreira (1884) hablado (anteriormente había existido un Juan Moreira en forma de
pantomima). Con esta obra se abre la tradición del teatro popular dentro del sistema teatral. De esta
tradición también forman parte la gauchesca y el nativismo, todo lo que tiene que ver con las piezas
cómicas, con el teatro por horas, con el género chico (que recibía este nombre por su brevedad).
Hoy podemos hablar del teatro nacional desde una visión que abarca a todo el teatro. Sin embargo, a
principios de siglo la denominación "teatro nacional" era un título vergonzante con el que se calificaba al
teatro de los hermanos Podestá. El "teatro nacional" había aparecido en 1884 con el estreno de Juan
Moreira de Eduardo Gutiérrez-Podestá. Este teatro fue dejado absolutamente de lado por los sectores
cultos por muchos años.
10
La tradición culta también nace en esos años como respuesta al teatro popular, autores cultos como
Roberto J. Payró, Vicente Martínez Cuitiño y Florencio Sánchez, entre otros, van a ser los primeros
cuestionadores del teatro nacional. Sánchez en un artículo de 1903 denominado "El teatro nacional" dice
que el teatro nacional era una cosa de muy poco gusto, muy elemental, muy poco teatral, y que aquí se
hablaba del teatro nacional porque precisamente no teníamos teatro nacional, y que lo que teníamos era de
muy baja calidad. Entonces, Sánchez es el primer contradictor, a pesar de que estrenó sus principales
obras -entre ellas Barranco abajo- en la compañía de José Podestá. Esta tradición moderna-culta tiene un
asentamiento definitivo con la aparición del Teatro del Pueblo creado por Leónidas Barletta en 1930.
universo tanguero,11 la convicción de que el extranjero debe “argentinizarse” en el
espacio utópico del conventillo.
Pellettieri entiende que el sainete es sobre todo un arte del actor, en tanto es
el actor popular el que termina de darle forma, la que genera la ilusión en el espectador:
como veremos, en la primera fase del sainete, el público se ríe con él; en la segunda
fase, el público se ríe de él; en la tercera fase se profundiza distancia entre actor y
audiencia, y el público capta lo ridículo del personaje encarnado por el actor (tanto
como lo captan los personajes que rodean al protagonista).
Este “arte del actor” se desplegaba en compañías y elencos cuyas características
salientes eran:
- Capocómico: actor-empresario que ocupaba la centralidad de la cía y del
escenario (actor-sol, alrededor del cual se movían, cual satélites, el resto de los
actores).
- Roles fijos. Los actores desempeñaban un tipo de personaje (un rol) dentro de
la compañía que no variaba (como sucede en el teatro moderno). Los cambios
en los roles se producían cuando el actor/la actriz envejecía (de galán a
característico; de dama joven a características) o cuando el actor/actriz migraba
a otra compañía y ya entraba con un rol diferente.
- La organización del elenco estaba al servicio del lucimiento del capocómico
(que, a la sazón, era quien abría y cerraba el espectáculo, y quien recurría a
morcilla a gusto y piacere, y de algún modo “obligaba” al resto de los actores a
adaptarse a él/ella –muchos capocómicos ensayaban solos y lo hacían con el
elenco sólo una o dos veces antes del estreno).
- No había director escénico, sino director artístico (que era una suerte de
secretario del capocómico, marcaba entradas y salidas, organizaba un poco la
escena pero no en función de la armonización de los signos escénicos con vistas
a generar tal o cual sentido, sino en función del lucimiento del primer actor). 12
-Los autores, como ya señalamos la clase pasada, eran un poco “propiedad” de
los capocómicos: escribían “para” y un poco debían aceptar que los jefes de cía
hagan lo que quieran con sus piezas.
- Los ensayos difícilmente superaban la semana por obra. El sainete también se
conoce como “teatro de partes” porque los actores estudiaban solo sus
parlamentos (tachaban el texto que no les correspondía) y el “pie” (la última
línea del texto del otro actor). La gran cantidad de piezas que se estrenaban
semana a semana, el poco tiempo de estudio de la letra (muchos actores ni
siquiera sabían leer por lo que se leían las obras unos a otros) conducía a que
dependan de lo que les “soplaba” el apuntador. Esto de ningún modo era “un
menos”: los actores eran conscientes de que el público iba a verlos a ellos más
12
El director escénico surgirá de la mano de Leónidas Barletta y su Teatro del Pueblo.
que a tal o cual texto/autor. Los buenos actores populares sabían “leer” al
público, darle lo que demandaban.
- Los actores populares actuaban conforme una técnica actoral teatralista, no
naturalista, que se construye conforme la combinación específica de múltiples
procedimientos (aparte, retruécano, latiguillo, doble diálogo, camelo, furcio,
morcilla, etc.), pero cuyos principios constructivos son la maquieta (exageración
de lo costumbrista) y la mueca (contorsión seria, pero payasesca del rostro). La
maquieta era la base de lo cómico y la mueca de lo patético-sentimental. La
técnica actoral popular mantiene notables diferencias con la actuación culta. 13
- Si bien el público festejaba la actuación popular y, junto a los actores, formaba
una suerte de comunidad sentimental, la crítica reclamaba matices naturalistas
en la actuación: que el actor mostrara las emociones de una manera decorosa,
correcta.
3) Pasemos, ahora sí, a la evolución del sainete en sus tres fases, a saber:
1ª fase: sainete como pura fiesta (1890-1906) (1890: azarzuelados o líricos. 1892: Los
óleos del chico, Nemesio Trejo: 1er sainete de autor y cía. nacionales).[1]
2ª fase: sainete tragicómico (1906-1923) (modelos: reflexivo, inmoral, autoengaño).
3ª fase: grotesco criollo (1923-1934) (cuyas fases son: grotesco asainetado; grotesco
canónico; grotesco introspectivo).
- Características:
1. Personajes. En estos sainetes todos los personajes estaban caricaturizados,
exagerados en su comicidad, menos la pareja porteña (que estaba en el centro
dramático de la acción, en la trama central de la obra) que vivía un drama
melodramático, muy limitado que terminaba rápido, en el patio del conventillo con una
fiesta final. En este final de fiesta, tocaban los músicos en vivo y el público se subía al
13
Cfr. Pellettieri, Osvaldo (2001). En torno al actor nacional: el circo, el cómico italiano y el naturalismo:
En Osvaldo Pellettieri (Dir.). De Totó a Sandrini. Del cómico italiano al “actor nacional” argentino.
Buenos Aires: Galerna.
14
El conventillo de la Paloma es intertextual con El patio de la Torcaza, de Carlos Maggi, escrita en
1965 y estrenada en 1967.
escenario, participando del fin de fiesta. Había otra pareja, en la trama secundaria,
integrada por un inmigrante y una mujer de suburbio. La relación sentimental le daba
sentido al todo, y lo cómico mantenía entretenido al público. El inmigrante estaba
caricaturizado, exagerado en su comicidad (se parodiaba, como vimos, el realismo
costumbrista).
2. Principio constructivo: lo melodramático, la redundancia de lo sentimental, el amor
no correspondido. Este procedimiento era rector de la trama sentimental, de la pareja
central. Por otro lado, el procedimiento secundario era la caricatura limitada –luego se
refuerza- que modulaba los momentos “tristes” con momentos de diversión a cargo de
los personajes saineteros secundarios. Esto ocurría en un patio en el cual había un pacto
de convivencia entre los distintos actores caricaturizados como extranjeros 15. La obra
empezaba de manera costumbrista, tomando los tipos de la ciudad y estos personajes
eran exagerados de tal modo por los actores, que al poco tiempo, se convertían en una
parodia, sobre todo el italiano y el gallego: el primero como un individuo miedoso, y el
otro, como un individuo agresivo y violento. De esta manera se hacía estallar el
costumbrismo.
3. Otros procedimientos melodramáticos: la pareja imposible, la coincidencia abusiva16,
la justicia poética (que es regla obligatoria en este tipo de sainetes). Otra regla
obligatoria pero no melodramática: la actividad del protagonista, quien debe pasar por
múltiples pruebas para mantener la incertidumbre de la historia.
4. El sainete como pura fiesta presenta un conflicto muy transparente que se resuelve en
la reordenación del conflicto planteado, en general, en el patio del conventillo, por
medio de una fiesta final. A esa fiesta asistían músicos que tocaban en vivo y, así, el
público se convertía en un asistente a la fiesta. Rompía, con esto, los límites entre el
escenario y la platea.
5. Reina el infortunio privado. Los personajes están manejados por el destino y el azar.
6. Espacio del conventillo: se trata de un espacio “virtual”, “abuenado”, “idealizado”
(por lo tanto, no es la continuación del espacio social, no es el patio real). Se trata de la
creación de un mundo propio, un espacio sentimental modulado por lo cómico. En este
espacio de cruce, como es el patio u otros lugares de la casa donde aparecen los
diferentes registros ideológicos y lingüísticos, se parodian los unos a los otros. Pero esta
parodia nunca finaliza mal porque hay asegurada una armonía mediante el famoso
“pacto de convivencia”; la armonía nunca es alterada. En Mustafá se romperá este
pacto.
7. Identificación asociativa: conseguir que el espectador participe del juego escénico,
suprimiendo las distancias entre el espectador y el espectáculo (regla obligatoria sólo de
esta 1ª versión). Por lo tanto, la identificación tiende a ser compasiva (“ponerse en el
lugar del otro”) o simpática.
8. Aspecto verbal: presencia del idiolecto como regla obligatoria (por ejemplo, el
cocoliche que evidencia una peculiaridad lingüística).17
9. El sainete como pura fiesta parece como puro espectáculo; su función es: divertir,
hacer reír al público, sacar al público de su ámbito cotidiano para ofrecerle una visión
idealizada de su propia existencia.
15
En Fumadas el patio era todavía un patio de criollos.
16
En Fumadas no aparece la figura del villano como sí ocurre en el género propiamente melodramático.
En Tu cuna fue un conventillo sí.
17
Cocoliche: se trata de una convención lingüística// Refiere al argot o jerga de ciertos inmigrantes
italianos que mezclan su habla con el español.
3.2. Sainete tragicómico (1906-1923): tiene tres modelos: a) reflexivo, b) inmoral, c)
del autoengaño
En 1906 se produce el estreno de un sainete que iba a dar que hablar: Los disfrazados,
de Carlos M. Pacheco. En esta obra aparecen los mismos personajes del sainete como pura
fiesta, y además, otros dos- Don Andrés y Don Pietro- que son distintos. Con la resolución
del conflicto que mantienen estos dos personajes, que reside en la muerte de uno de ellos,
se rompe el pacto de convivencia del patio porteño y se rompe la armonía. Además, se
permiten disquisiciones filosóficas, sobre el porvenir del mundo, sobre lo que es el hombre,
etc. Este pacto se rompe definitivamente con Mustafá (1921) de Armando Discépolo y
Rafael José De Rosa. Con estas dos obras se rompe el pacto de convivencia, el sainete se va
a convertir en algo denso, en algo tragicómico, "una de cal y otra de arena", "ríe hoy que
llorarás mañana." Y es ahí donde comienza a volverse tenebroso el panorama dentro del
conventillo. Estos sainetes no gustan demasiado. Pronto aparece el tango en los sainetes
con el fin de atraer al público: Mi noche triste de Pascual Contursi y Castriota se estrena en
Los dientes del perro (1918) de José González Castillo y Alberto Weisbach. Esta inclusión
trata de mejorar el éxito del sainete tragicómico. En este todo lo que ocurre es alternativo, y
el pasado siempre fue mejor que el presente. Las letras de tango van a reiterar estos temas
tratados primero por el sainete: el abandono, la nostalgia por el pasado, la edad de oro de
los sentimientos.
18
Kaiser Lenoir, Claudia, 1977. El grotesco criollo: estilo teatral de una época. La Habana: Casa de las
Américas.
sainete tragicómico empieza a funcionar interesadamente para mostrar los problemas
del protagonista. Lo cómico interesado apunta a hacer la moraleja, la reflexión.
3. Personajes: aparecen los mismos personajes que en el sainete como pura fiesta (los
personajes porteños y extranjeros, tipificados y no profundizados psicológicamente,
tensiones entre criollos y gringos, la caricatura, el personaje cocoliche –personaje
cómico, italiano acriollado que ahora se siente oprimido por la sociedad); aparecen la
pareja imposible, los amores no correspondidos, los triángulos sentimentales, el engaño
conyugal, el maniqueísmo en los personajes –los “buenos” y los “malos”–, pero además
se suman otros dos: el personaje sufriente y el personaje reflexivo (ambos están en el
centro dramático).
El sujeto tiene como motor de la acción -aquello que lo mueve o lo impulsa a actuar- la
honra social. Como ven, el motor de la acción excede lo sentimental, se cae en lo
patético19. Ej: Don Pietro, el personaje sufriente, se moviliza a partir de su condición de
cornudo, se moviliza por vergüenza social. Su mujer lo engaña con un compadrito:
Machín). Característica saliente: la inacción del sujeto hasta casi el desenlace (≠ sainete
como pura fiesta), cuando Don Pietro se enfrenta a Machín y lo mata. Y Don Andrés, el
personaje reflexivo,20 aclara en el texto lo que le ocurre a Don Pietro.
Aparece el TANGO en los sainetes para atraer al público, el cual trata temas presentes
ya en el sainete: el abandono, la nostalgia por el pasado, la edad de oro de los
sentimientos (el pasado siempre fue mejor que el presente).
5. Esta obra comprende una temprana nacionalización del sainete porque aparece lo
cómico interesado (una reflexión, una crítica, una moraleja) en vez del desinterés
cómico, la alegría infundada, propio del sainete español y de nuestro sainete como pura
fiesta.
8. Procedimientos: se toman los mismos que en el sainete anterior pero variando sus
funciones. Hay encuentros personales en mayor medida que en el sainete anterior por el
carácter reflexivo del personaje embrague. Un procedimiento de la tragicomedia es la
reiteración de situaciones.
- Sistema de personaje:
* El sujeto tiene como motor de la acción el egoísmo ya que busca mejorar su situación
en la sociedad a través de la destrucción de los demás personajes o valiéndose del
esfuerzo de los otros.
* El sujeto –al igual que la sociedad injusta– se maneja sin cuestionamientos morales;
tiene una enorme actividad desde el principio al fin, pasa por innumerables pruebas y
vence todos los obstáculos. Es un sujeto activo, inmoral, inescrupuloso.
* Es un personaje caricaturesco que –a diferencia del personaje central del sainete
reflexivo– puede actuar y reflexionar al mismo tiempo. Los personajes que caen en la
inmoralidad o viven en ella, son empujados por el entorno social: son adaptados
sociales. Se trata de un personaje embrague y referencial. (En el texto Don Chicho, el
personaje homónimo compara la sociedad como “chiquero”, pág. 193)
- A nivel de la intriga, el sainete inmoral es un texto de desarrollo cómico-caricaturesco
como la primera versión del sainete (por eso sus rasgos dominantes son: la caricatura y
el cocoliche; además de los recursos cómicos utilizados). Lo patético aparece en el
desenlace (≠ s. tragicómico reflexivo. En éste lo patético aparece en el desarrollo y el
final es patético). El desenlace es “cómico interesado” y remarca la sátira social (se
muestran los males sociales).
- Espacio: se trata de una tragicomedia de puertas adentro (su espacio tenebroso
anticipa el del grotesco criollo): ocurre en la casa de Don Chicho.
- Procedimientos: comienza con procedimientos propios de la comedia costumbrista:
encuentros personales, personajes referenciales; después, el autor intensifica los
contrastes y el costumbrismo se disloca, dando lugar a la parodia. Procedimientos
cómicos utilizados: chistes verbales, la expectación defraudada (la actitud inesperada),
el placer que se siente ante la desgracia ajena, la incongruencia de los personajes,
especialmente en el desenlace. (Ej.: Ver Don Chicho, pág.: 274-275)
- Drama de personaje, pero con elementos situacionales. Así, la deforme situación
familiar entrama la obra y ésta se acentúa mediante los recursos cómicos.
- A nivel semántico: se cuestiona a la familia, se parodiza el discurso paterno y filial.
Los personajes que forman parte de una misma familia permanecen al acecho uno de
otro, pero a su vez están aislados ya que nadie tiene interés por el drama ajeno.
- Efecto perlocutorio: provocar al espectador, tratar de que se ponga en tela de juicio
todo aquello que se le ha enseñado a amar y a respetar desde el punto de vista social: la
familia, las relaciones amistosas. Aparece cierto relativismo frente a las relaciones
humanas que se va a acentuar en la semántica del grotesco criollo: los vínculos
familiares y de amistad no garantizan nada.
21
Andrés y Noy (sujeto colectivo): buscan inventar una máquina de movimiento perpetuo en la que no
hiciera falta utilizar combustible para su movilidad. Contexto: 1ra G.M.: 18914-1918. Desean progresar y
movilizarse socialmente, mejorar en la escala social, ser respetados y reconocidos. Pero el administrador
se fuga con la plata de los vecinos y los inventores son llevados a la Comisaría.
inquietante de la vida, ya que es las dos caras de la existencia a la vez: aquél que miraba
el grotesco no sabía si debía reír o llorar.22
Los procedimientos del sainete tragicómico se refuncionalizan por los nuevos
procedimientos del teatro moderno europeo (el grotesco pirandelliano y el
expresionismo). El grotesco es un género bifronte: por un lado, mira hacia lo viejo (el
sainete); y, por otro, hacia el teatro moderno. Se puede hablar del teatro argentino antes
y después del grotesco discepoliano. Éste es una especie de teatro puente entre el teatro
tradicional argentino -que es el sainete- y el teatro moderno.
El grotesco es un microsistema de corta duración y de escasa productividad
inmediata, aunque en los años 60, 70 y 80 tendrá gran productividad en el teatro
argentino.
Si bien a partir del prólogo de Viñas (1969), que presentaba al grotesco como la
interiorización del sainete, la obra de Discépolo comienza un proceso de revalorización
del grotesco criollo, lo cierto es que el pasaje del sainete al grotesco criollo constituyó
un largo proceso que comenzó muy tempranamente, a partir de la concepción reflexiva
del sainete por parte de Carlos Mauricio Pacheco en Los disfrazados (1906).
En los cambios de funciones de los procedimientos del sainete al grotesco
criollo tuvieron enorme importancia las obras en colaboración que escribió Discépolo -
especialmente El movimiento continuo (1916), con Rafeael José De Rosa y Mario Folco
y Mustafá (1921), con De Rosa, obras ambas que dialogan con el primer grotesco
criollo, Mateo (1923).
En Mateo (1923), Discépolo asume el nuevo género. Lo llama “grotesco
criollo”, tratando de descubrir a la comunidad de receptores la intención más profunda
del texto. Esa nominación puede leerse como índice de Discépolo estaba convencido de
que el sainete se había automatizado, se estaba alejando de las necesidades estéticas e
ideológicas del nuevo público que concurría a los teatros de Buenos Aires: los hijos de
inmigrantes, la incipiente clase media, que ha ido a la escuela, se ha nacionalizado.
- Desenlace: vemos una diferencia importante entre la 1º fase del grotesco y las dos
restantes: mientras en la 1º se tiende a restablecer el orden y hay cierta justicia poética
como en el sainete (por ejemplo, en Mateo el antihéroe va preso pero la familia
permanece unida), en los grotescos posteriores prevalece la tragicidad (Ej.: El organito,
los hijos se enfrentan con el padre y lo abandonan).
- Intriga: Procedimientos: La historia sentimental que le daba unidad a la dispersión
cómica del sainete, desaparece. Lo sentimental es superado por lo patético. Aunque se
comience en lo cómico-caricaturesco, el grotesco terminará en lo patético./ Lo cómico-
caricaturesco cambia su funcionalidad: ya no cumple la función de divertir o hacer reír
–como en el sainete–, sino que muestra una interioridad conflictuada, tensionada por
los opuestos y que el receptor capta como grotesca. La mueca 23 resulta patética. El
principio constructivo es la caricatura patética (que en la tercera versión aparece
desdibujada). Otros procedimientos: transgresiones a los procedimientos realistas,
como por ejemplo, el quiebre del encuentro personal. (Por ejemplo, en Mateo, Miguel
solo se entiende con su caballo y le da consejos a su familia como si fuese un
triunfador, lo que lo torna más patético). Cada uno está encerrado en su dolor y no
puede comprender al otro.
- Espacio escénico: cerrado, ensimismado, tenebroso. Se pasa del patio del conventillo
a las habitaciones del conventillo.
- Aspecto verbal: La tensa polifonía (la diversidad de registros lingüísticos) que hay en
la obra muestra el pasaje del cocoliche escénico como lenguaje descriptivo y mimético
–en el sainete– a un lenguaje que cuestiona la posibilidad de comunicación (salvo en la
tercera fase donde desaparece el cocoliche24 dando paso a un lenguaje abstracto y
filosófico).
- Aspecto semántico: se marca el relativismo de las relaciones humanas, la
imposibilidad de conocer al otro o de conocerse. AUSENCIA DE TESIS: idea de que
no hay verdad única y de que es imposible conocerse o conocer a los demás.
- Efecto perlocutorio: conmover al espectador.
- REVISTA CRIOLLA
La revista criolla forma parte del mismo microsistema que el sainete criollo porque
comparten:
* Producción: mismos empresarios, actores y directores.
* Recepción: un mismo público popular.
* Circulación.
* Prima el arte del actor por sobre los demás agentes intelectuales que participan en el
espectáculo.
La revista como género teatral surgió en Francia a mediados del siglo XIX, con
la puesta titulada 1841-1941, de los hermanos Teodoro e Hipólito Cogniard, y
rápidamente se incluyó en los repertorios de los teatros españoles, italianos e ingleses.
Originariamente consistía en una especie de desfile paródico de los principales
eventos sociales, políticos y culturales del año, por medio de diálogos y canciones de
carácter ligero y picaresco.
A principios del 900 comenzaron a aparecer elementos ajenos a la reseña de
acontecimientos: los cuadros de pura fantasía alternaban con los números de canto y
baile.
La llamada revista criolla, heredera de la tradición europea, adoptó diferentes
procedimientos dramatúrgicos y escénicos a lo largo de su evolución, pero incluye
como rasgo determinante la sátira política, lo que constituyó un permanente atractivo
23
Mueca: contorsión seria pero payasesca del rostro.
24
Cocoliche: se trata de una convención lingüística. // Refiere al argot o jerga de ciertos inmigrantes
italianos que mezclan su habla con el español.
para el público adepto y una preocupación constante para las autoridades: la primera
obra censurada fue El sombrero de don Adolfo (e. 1875), de Casimiro Prieto Valdés,
que ridiculizaba al presidente Avellaneda (se lo mostraba como adulón y obsecuente de
un Sarmiento pedante y violento) (cfr. Historia, página 218 y ss.). En tanto la sátira
política daba el hilo argumental, en sus comienzos la revista criolla también era
conocida como “revista de letra” porque poseía una intriga, un hilo argumental; tenía
un desarrollo.
Como ejemplos de revistas que se dieron hacia fines del siglo XIX, son El
sombrero de don Adolfo (e. 1875), de Casimiro Prieto Valdés; Las locuras porteñas
(1876), de Luis Forlet; Don Quijote en Buenos Aires (1885), de Eduardo Sojo; De
paseo en Buenos Aires (1890), de Justo López de Gomara; Ensalada criolla (1898),
texto del uruguayo Enrique De María y música de Eduardo García Lalanne.
- Temática: de los barrios bajos madrileños con su tipos locales 25 –temática de las
revistas españolas-26 se pasa a los patios de los conventillos o las calles de los suburbios
porteños, donde encontramos el babelismo de la inmigración, los compadritos y las
percantas27 de arrabal, los tangos y milongas. Aparecen las costumbres, las mezclas de
tipos y las diversas situaciones peculiares de la sociedad porteña de fines del siglo XIX;
aparece también la sátira política; y temas como el autoritarismo policial, la xenofobia
de los criollos, la oposición entre lo aristocrático y el resentimiento de los sectores
postergados.
- Procedimientos metateatrales: la intervención de los espectadores, la confusión entre
el arte y la vida, el derribamiento de la cuarta pared. (Por ejemplo, el telonero que entre
número y número habla con los espectadores; el personaje cómico del sketch, etc.)
25
Por ejemplo, el chulo: proxeneta en España, también llamado Pichi.
26
Ver, como ejemplo, la canción “La pichi”: http://cosas-de-madrid.blogspot.com/2018/08/el-pichi.html?
m=1 Y el video de Lina Morgan en youtube: https://youtu.be/SqMix5gJtjU
27
Percanta: prostituta, mujerzuela; se trata de una mujer pero tiene un tono despectivo, peyorativo o
burlón; es una mujer de vida fácil. Otra acepción es: concubina, amante.// Arrabal: barrio fuera del recinto
de una población, una comunidad marginal situada alrededor de una ciudad.
28
Ese es el origen de que a las mujeres de la revista criolla se las llame “bataclanas”, nominación
despectiva que las menospreciaba moral y artísticamente (ver letra del tango Audacia de Celedonio
Flores, en el que se parodia lo que se entiende como limitaciones artísticas de las bataclanas).
29
Existen varias anécdotas sobre la competitividad existente en el teatro de revistas: el polvo de vidrio en
los maquillajes de las bailarinas para arruinar el rostro a una compañera (Rómulo Berruti)./ Recepción: la
risa era tan liberadora que –como contó Norma Pons- se cubría el piso de la sala con bolsas de aserrín
porque las señoras se hacían pis encima. Y Marcos Zucker contó que en el Maipo tenían contratados a
cinco obreros para que una vez por semana ajustaran los tornillos que inmovilizaban las butacas.
Hacia estas mujeres con ropas ligeras se proyectaba no solo los deseos
masculinos, sino también los de mujeres de sectores sociales más bajos que veían en la
revista la esperanza de ascenso social. Tal fue así que en ocasión de que el empresario
Francisco Cardelli hiciera una convocatoria para incluir bailarinas en el Teatro Coliseo
Rivadavia, las familias más paquetas y adineradas se quejaron porque se quedaban sin
personal doméstico. El teatro también recoge esta nueva inquietud social, por ejemplo
en El organito (1925).30
Muchos actores populares (Tita Merello, Pepe Arias, Elías Alippi, Enrique
Muiño) se formaron en la revista. Asimismo, el tango (baile y canción) también se
desplegó en la revista criolla y estimuló el ascenso de figuras como Azucena Maizani,
Sabina Olmos, Libertad Lamarque, Ignacio Corsini.
30
Por ejemplo, en el siguiente diálogo:
Florinda: Y la revista, ¿qué es?... ¿Lindo?
Humberto: ¡Macanudo!
F: ¿Y qué sale?
H: Y… mujeres dasnudas.
F: ¿Sí?
H: Y hay algunos hombres, también dasnudos. Salió un rey chivo con barba con la corona y un
palo, dasnudo. Después salió la reina, dasnuda, con dos medaya y, atrá, las sirvientas rubias,
también con medallas, y dasnudas. ¡Qué plato!... Al principio da calor, pero después le gusta a
todos. ¡Ah! Si yo fuese mujer…
31
Constituye la tercera fase del subsistema de la emancipación.
En sus textos encontramos una tensión entre una obra dramática que pretende
ser moderna y un texto espectacular a cargo de la compañía de los Podestá con
procedimientos y mentalidad finisecular. Al intentar modernizar la textualidad, vamos a
encontrar una lucha entre dos principios constructivos:
a) Realismo finisecular: lo melodramático, lo sentimental-costumbrista
(nativismo).
b) Modelo del naturalismo europeo.
Si bien deseaba apartarse del realismo finisecular, toma de él algunas
características para invertir de a poco esa tradición cultural.
¿Cómo introdujo cambios en el realismo finisecular?: podemos marcar tres grupos de textos que marcan u
1º- más costumbrista, colorista, pintor de ambientes, fotógrafo de tipos,
observador y detallista en sus descripciones.
2º- a uno más psicólogo, más filósofo, más crítico de la soc. al introducir una
ruptura con respecto a esa reproducción feliz de la vida campesina, para dar
paso a los principios naturalistas.
. El realista –aunque muestre hechos terribles, es optimista porque cree que puede enseñar y
4. Uso de determinada lengua –la popular con sus variantes-: lengua corriente de la
ciudad y del campo.
5. Procedimientos: antítesis de caracteres en la presentación de los personajes
(Barranca abajo: Robustiana: respetuosa, leal, amable, servicial, honesta,
agradecida, con buenos valores; demás mujeres: desinteresadas de la suerte de
Don Zoilo, desagradecidas y convenidas), gradación de conflictos, el encuentro
personal (todos estos son procedimientos realistas). Otro: coincidencia abusiva no
melodramática: había una causa, la injusticia social (no es por azar) que estaba
inscripta en el modelo de país buscado por la clase política.
6. Una concepción ideológica liberal-positivista (proveniente de Sarmiento) que
quería instaurar el teatro como un hecho didáctico, como una práctica social. Las
tesis de las obras cuestionan las fallas del sistema sociopolítico de su tiempo.
Sánchez veía al hombre preso de una realidad social injusta, a principios del
SXX, una sociedad que se debatía entre la corrupción y la inoperancia. A través
de esta mirada crítica sobre la realidad busca que el desenlace sea aleccionador,
que haya una interpretación con vistas a 1 enseñanza universal.
7. Por este motivo, el personaje tiene una carga referencial –apunta a la sociedad–
para que el espectador comprenda dónde está el error social.
8. Se trata de un público nuevo, de la incipiente clase media, un grupo social
intermedio, y el texto de Sánchez respondía al reclamo ideológico del público de
sus obras.
(Tengamos en cuenta cuáles eran los presidentes de la
oligarquía, liberales en lo económico y conservadores en lo
político:
1898-1904 Roca, 1904-1906 Quintana+, 1906-1910 Figueroa
Alcorta).
9. En el teatro de Sánchez encontramos comprendidos los siguientes temas:
*La idea de la Argentina como crisol de razas (credo liberal sarmientino) y la
“aceptación de la inmigración” (La gringa: criollos+gringos=nueva raza).
*Exaltación de la liberación femenina (Nuestros hijos: Mecha embarazada y será
madre soltera).
*La aprobación de la ruptura de los lazos familiares no respaldados por el amor,
la amistad o la solidaridad.
34
Si bien el protagonista es perseguido por la coincidencia abusiva (ej.: Barranca abajo: Don Zoilo
pierde su fortuna, su casa, se intensifica su situación de pobreza, su hija Robustiana se enferma de tisis y
muere, es abandonado por su familia), el conflicto se explica por el enfrentamiento entre las nuevas y las
viejas formas de vida.
4.3. Microsistema de la comedia (1900-1930): implica la obra dramática de
Gregorio de Laferrère, sus antecedentes (comedia de costumbres) y sus
proyecciones.
- Las primeras comedias eran las costumbristas, tales como El hipócrita político (1819,
a.a., comedia de costumbres), Don Tadeo (1837, de Claudio Mamerto Cuenca;
intertexto romántico), ¡Al campo! (1902, de Nicolás Granada) y Eclipse de sol (1907,
Enrique García Velloso).
- Para comprender el cambio que introduce Gregorio de Laferrère, veamos primero las
características principales de las PRIMERAS COMEDIAS FINISECULARES
COSTUMBRISTAS: el principio constructivo era el melodramático, acompañado por
el rasgo secundario de lo costumbrista, donde se encuentran los procedimientos de la
comedia.
- A nivel semántico, se elogiaba la vida finisecular, la “sociedad sagrada” donde debían
seguirse ciertas reglas obligatorias de conducta que se resistían al cambio social. La
semántica respondía a una alabanza al campo, las costumbres y tradiciones. El
individuo estaba en armonía con la sociedad. Si bien el personaje cómico era quien
transgredía la norma ética de la sociedad al interponerse en la unión sentimental de la
pareja romántica, en el desenlace era ridiculizado.
35
En Las de Barranco: el personaje cómico de Doña María: exponente de una conducta no deseada.
36
Vodevil francés (George Feydeau, Labiche): era superficial. Se destacaba por la exaltación de la
extravagancia, situaciones violentas –escenas de persecución y golpes–, actitudes ridículas, equívocos,
enredos. Encontramos elementos del vodevil norteamericano en el trío cómico de Los tres chiflados
(Moe, Larry y Curly, donde se acentúan otros elementos como el humor absurdo y el humor físico o
slapstick).
encuentro personal. (Ej.: Doña María en Las de Barranco: pág. 10 –
oportunismo, manipulación de las hijas para conseguir regalos–, 21 –simulación:
se hace la desmayada y mientras está en el piso, cuando su hija no la ve, se rasca
una pierna, lo que genera hilaridad–, 73 –encuentro personal–).
- Sistema de personajes: *personaje testigo (Ej.: Linares observa desde afuera al
núcleo familiar, en Las de Barranco)
*personaje embrague cuyo discurso tiende a la
moralización (Linares y Morales en Las de Barranco).
*personaje cómico (oportunista, ridículo, simulador).
- Laferrère muestra, a través de personajes de clase media, las miserias sociales
como el egoísmo, la avaricia, el oportunismo, etc.37
- El efecto de “alegría” de sus textos está en función de mostrar que esa alegría
se encuentra en peligro, lo cual crea una tensión dramática. El texto tiene un
interés moralizante a través del mensaje que intenta transmitir mediante un
personaje embrague.
- Recepción: el público tomó una distancia crítica con respecto a las obras; es
decir, pudo, por un lado, reírse y, por otro lado, juzgar a los personajes y
comprender una realidad escénica. No hay una identificación compasiva con los
personajes sino una identificación irónica.
37
Ej.: ¡Jettatore!: Laferrère utiliza el vodevil para cuestionar ciertas prácticas sociales (maledicencia, la
superstición, la falta de educación). En ¡Jettatore!, Locos de verano, Los invisibles y Bajo la garra: se
utiliza el malentendido y la mostración caricaturesca de los excesos a los que puede llevar un proceder
inconveniente.
- Ésta es la gran utopía de los premodernos y de los modernos: “Pretender destruir e
ignorar la producción local y querer enfocarse exclusivamente en los sistemas teatrales
centrales”.
- Sin embargo, los textos de Defilippis no son destructores de modelos sino
transgresiones de lo finisecular. Por ejemplo, Despertate Cipriano (1919) es una
reescritura ‘grottesca’ a partir de la dualidad del yo, del concepto pirandelliano ‘el
drama está en nosotros mismos’ y de la tragicomedia del autoengaño. Mientras que He
visto a Dios (1930): Deconstrucción de la tragicomedia del autoengaño que evoluciona
hacia el drama simbólico (Lenormand).
El 30/11/1930 Leónidas Barletta creó el Teatro del Pueblo, primer teatro
independiente, que, con variantes ideológicas, postuló gran parte de la teoría teatral de
Defilippis, especialmente con relación a la necesidad del teatro argentino de entrar en
contacto con el mundo, de no permanecer ajenos a las transformaciones que se sucedían
en el orden mundial.