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Colestasis en el lactante

Lorena Fernández Tomé, Esteban Frauca Remacha


Hospital Universitario Infantil La Paz. Madrid

Fernández Tomé L, Frauca Remacha E. Colestasis en el lactante.


Protoc diagn ter pediatr. 2023;1:341-360

RESUMEN

Una colestasis es un cuadro de ictericia con decoloración parcial (hipocolia) o total (acolia) de
las deposiciones y coluria. Bioquímicamente, el rasgo diferencial es

la hiperbilirrubinemia directa o conjugada (bilirrubina directa mayor de 1 mg/dl o mayor del


20% de la cifra de bilirrubina total). Se debe a la alteración de la secreción de bilirrubina ya
conjugada, desde el hepatocito al canalículo biliar, por enfermedad hepatocelular y/o a una
alteración del flujo biliar, por afectación del propio canalículo biliar o de la vía biliar extrahe-
pática. La incidencia estimada de colestasis neonatal es de entre 1/2.500 y 1/5.000 recién
nacidos. Debe descartarse una colestasis, mediante determinación de la cifra de bilirrubina
directa, en todo recién nacido con ictericia prolongada (más de 15 días). El término colestasis
no tiene ninguna especificidad desde el punto de vista diagnóstico, por lo que debe investigarse
la hepatopatía causal.

La causa más frecuente en niños con patología neonatal importante sería la inmadurez he-
pática asociada a diferentes noxas (cardiopatía, infección, cirugía, fracaso intestinal, etc.). En
el recién nacido o en el lactante sin patología neonatal las causas más frecuentes son: atresia
biliar extrahepática, déficit de α1-antitripsina, síndrome de Alagille y colestasis intrahepática
familiar progresiva (CIFP).

El solapamiento frecuente de signos clínicos, analíticos e histológicos entre diferentes etio-


logías hacen que el diagnóstico diferencial pueda no ser sencillo. Como norma general se
considera prioritario el diagnóstico precoz de aquellas entidades con tratamiento específico
(atresia biliar, galactosemia, tirosinemia, panhipopituitarismo, etc.). El tratamiento incluye el
común a todo síndrome colestático y el tratamiento específico, si lo hubiera, de la enfermedad
hepatobiliar subyacente.

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1. INTRODUCCIÓN 3. PRESENTACIÓN CLÍNICA

El término colestasis define la presencia de Ictericia con decoloración parcial (hipocolia) o


una alteración en el flujo biliar. Se caracteri- total (acolia) de las deposiciones y coluria. Bio-
za por la retención de bilirrubina, ácidos bilia- químicamente el rasgo diferencial es la hiper-
res y otros componentes de la bilis. Los recién bilirrubinemia directa o conjugada (mayor de
nacidos y lactantes sanos presentan una alte- 1 mg/dl), junto con la elevación de ácidos bi-
ración de flujo biliar fisiológica hasta que se liares en suero. Recientemente se ha aconseja-
completa la maduración anatómica y funcional do seguimiento y vigilancia de aquellos recién
del hígado. Esa inmadurez justifica que las en- nacidos con cifras de BR > 0,3-0,4 mg/dl en los
fermedades hepáticas que inciden a esa edad primeros cinco días de vida como posibles can-
desencadenen ictericia como principal mani- didatos a desarrollar un cuadro de colestasis
festación clínica, y que patologías extrahepáti- por atresia biliar.
cas de suficiente gravedad (shock, cardiopatía,
sepsis, etc.) puedan ir también acompañadas Debe determinarse la cifra de bilirrubina directa
de colestasis. en todo recién nacido con ictericia prolongada
(más de 15 días o más de tres semanas en los
El término colestasis del lactante se refiere a un casos con lactancia materna y si no presentan
síndrome clínico común de ictericia e hipocolia, otros signos de alarma).
inespecífica desde el punto de vista diagnóstico
y en el que debe investigarse la causa. Aunque En la mayoría de las ocasiones son entidades
no puede generalizarse, debido a sus diversas que debutan en periodo neonatal o durante el
causas, debe considerarse que no son procesos primer año de vida, bien por tener algunas de
benignos, ya que en un porcentaje significati- estas enfermedades un trasfondo genético o
vo ocasionan disfunción hepática crónica con por existir cierta “predisposición” (inmadurez
alteración de la calidad de vida o necesidad de hepática anatómica y funcional) a esa edad. La
trasplante hepático. gravedad de la ictericia colestática la determi-
nan el tipo de lesión hepática y sus posibles
consecuencias (insuficiencia o fallo hepático,
2. DEFINICIÓN hipertensión portal, encefalopatía, etc.).

Síndrome de disfunción hepática con alteracio-


nes en el flujo biliar, definido analíticamente 4. INCIDENCIA
por elevación de ácidos biliares séricos y de bi-
lirrubina directa (> 1 mg/dl) en sangre. Se debe La incidencia estimada de colestasis neonatal
a la alteración de la secreción de bilirrubina ya es de entre 1/2.500 y 1/5.000 recién nacidos.
conjugada, desde el hepatocito al canalícu- La causa más frecuente en niños con patolo-
lo biliar, por enfermedad hepatocelular y/o a gía neonatal es la inmadurez hepática asocia-
una alteración del flujo biliar, por afectación da a diferentes noxas (cardiopatía, infección,
del propio canalículo biliar o de la vía biliar ex- cirugía, fracaso intestinal, etc.). En ausencia de
trahepática. patología neonatal, las causas más frecuen-

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tes son, de mayor a menor frecuencia: atresia con escasos o nulos aportes enterales (inciden-
biliar extrahepática, déficit de α1-antitripsina, cia 40-60% casos), infección connatal (TORCH)
síndrome de Alagille y colestasis intrahepáti- o neonatal (herpes simple, citomegalovirus,
ca familiar progresiva (CIFP). El término “he- adenovirus...). Habitualmente existe relación
patitis neonatal idiopática” hace referencia a entre la gravedad de la patología y el grado de
aquellas colestasis sin causa identificada y con disfunción hepática, y en general tiene buen
hallazgos histológicos inespecíficos, como es pronóstico. Su buena evolución, en paralelo a
la presencia de células gigantes multinuclea- la resolución de sus factores precipitantes, con-
das, focos de hematopoyesis o colestasis. La firma el diagnóstico. La base del tratamiento de
definición de nuevas entidades patológicas ha este tipo de colestasis es el de la causa desen-
reducido significativamente el número de ca- cadenante. En la única serie publicada hasta
sos que se puedan acoger a dicho término en el momento sobre 81 niños con colestasis se-
la actualidad. cundaria, la duración media de la ictericia fue
de 3,5 meses, y la normalización completa de
la función hepática se produjo como media a
5. CLASIFICACIÓN ETIOLÓGICA (Tabla 1) los 10 meses.

Debido a la ya referida “predisposición” del re- Dentro de este grupo de colestasis secundarias
cién nacido y lactante para desarrollar colesta- merece ser comentada la asociada a panhipo-
sis, son muchas las posibles causas. En orden pituitarismo congénito, con algunas caracte-
práctico, es útil la diferenciación de dos situa- rísticas particulares como son la presencia de
ciones: las colestasis secundarias a inmadurez hipoglucemia severa y de difícil control acom-
hepática asociada a un factor extrahepático y pañada de escaso desarrollo de caracteres se-
las hepatopatías por trastorno hepatobiliar in- xuales (micropene) y frecuentes alteraciones de
trínseco. línea media. Los hallazgos histológicos más fre-
cuentes son hepatitis por células gigantes con
5.1. Colestasis secundarias (inmadurez hipoplasia ductal, y son las pruebas funcionales
hepática asociada a patología neonatal hormonales junto con las de neuroimagen las
grave) que confirmarán el diagnóstico. El tratamien-
to hormonal sustitutivo normaliza la función
Es la causa más frecuente en niños con pato- hepática. Otro caso especial es el síndrome de
logía neonatal importante, dándose funda- “bilis espesa”, con obstrucción de la vía extra-
mentalmente en ámbito hospitalario. Entre hepática por tapón de bilis hemólisis severa,
las causas desencadenantes destacan: inma- prematuridad, deshidratación, uso de diuréti-
durez hepática (prematuridad con una tasa de cos o nutrición parenteral, o alguna anomalía
colestasis de hasta un 50% de niños con peso al de la propia vía biliar. El diagnóstico se hace
nacimiento < 1.000 g), hipoxia grave, infeccio- en base a hallazgos ecográficos (dilatación vía
nes (sepsis o infección urinaria por gérmenes intra y extrahepática) y confirmación y prime-
gram negativos cuyas endotoxinas se han im- ra opción terapéutica mediante colangiografía
plicado en la reducción del flujo biliar), fracaso transparieto-hepática con lavado y desobstruc-
intestinal dependiente de nutrición parenteral y ción de la vía biliar.

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Tabla 1. Causas de colestasis neonatal

Colestasis secundarias
• Inmadurez hepática (nacimiento pretérmino)
• Enfermedades neonatales graves acompañadas de hipoxia o hipoperfusión
• Infecciones bacterianas (sepsis, urinaria) por acción directa colestática de toxinas bacterianas (más en gram negativos) o por
afectación primaria del hígado y/o la vía biliar (hidrops vesicular, colecistitis)
• Asociada a fracaso intestinal
• Obstrucción biliar por “bilis espesa”-litiasis (nutrición parenteral, cirugía digestiva, furosemida, ceftriaxona, hemólisis por
isoinmunización u otra causa, fibrosis quística, dieta absoluta prolongada)
• Alteraciones hormonales: panhipopituitarismo (falta hormona tiroidea, GH, cortisol); hipotiroidismo
• Cromosomopatías: trisomía 21, 18 y 22
• Perforación espontánea de vía biliar
• Hepatitis neonatal por infección congénita: TORCH, parvovirus B19, tuberculosis, listeria
• Hepatopatía por infección viral posnatal:
– Coxsackie, Echo, adenovirus, varicela, citomegalovirus, herpes simple 1 y 2, herpes humano 6
– Los virus clásicos de hepatitis no son causa de colestasis, salvo fallo hepático por VHB: hepatitis B (> 45 días de edad)
Enfermedad hepática por trastorno intrínseco (idiopático, genético)
• Atresia biliar extrahepática
• Síndrome de Alagille: escasez ductal por mutación JAG1 o NOTCH2
• Colestasis intrahepática familiar progresiva (CIFP):
– Defecto de FIC1: alteración en el transporte aminofosfolípidos
– Defecto BSEP: alteración en el transporte de ácidos biliares
– Defecto MDR3: alteración en el transporte de fosfatidilcolina
– Defecto TJP2: disfuncionalidad uniones intercelulares (tight junctions)
– Defecto de FXR: pérdida de función FXR, pérdida de expresión de BSEP y disminución de actividad de MDR3, así como
incremento en la síntesis de ácidos biliares
– Defecto de miosina 5 B (gen MYO5B), modificación en la localización de BSEP y MDR3 en la membrana canalicular
– Síndrome ARC: mutaciones en genes VPS33B, VIPAR. Deslocalización de BSEP en la membrana no canalicular del hepatocito
• Error innato en la síntesis de ácidos biliares primarios:
– Deficiencia de 3β-hidroxi-C27esteroide dehidrogenasa/isomerasa (gen 3β-HSD)
– Deficiencia de 4-3-oxosteroide-5 β-reductasa (gen AKR1D)
– Deficiencia de oxysterol 7-α-hidrolasa (gen CYP7B1)
• Otras colestasis:
– Enfermedades peroxisomales (Zellweger)
– Colangitis esclerosante neonatal (DCDC2)
• Deficiencia de α1-antitripsina
• Fibrosis quística
• Enfermedad de Niemann-Pick (colestasis neonatal en tipo C)
• Malformaciones de vía biliar: quistes de colédoco
• Otras enfermedades metabólicas/genéticas o idiopáticas (la colestasis suele no ser el síntoma guía principal, sino otros como fallo
hepático): tirosinemia, galactosemia, intolerancia hereditaria a fructosa, hepatitis aloinmune neonatal, enfermedad de Wolman,
linfohistiocitosis hemofagocítica, enfermedad mitocondrial (DGUOK, MPV17, POLG), déficit de citrina

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Los pacientes con fracaso intestinal y nutrición gresiva de la vía biliar extrahepática, así como
parenteral prolongada pueden desarrollar he- con lesión del parénquima hepático y de la vía
patopatía de variable intensidad, desde coles- biliar intrahepática. En su evolución natural
tasis hasta cirrosis terminal. Se han implicado conduce a cirrosis precoz y ocasiona el falle-
varios factores en su desarrollo (prematuridad, cimiento antes de los tres años de vida. Es la
infección, síndrome de intestino corto, toxici- causa más habitual de colestasis crónica en la
dad de elementos de las fórmulas, bacteriemias infancia y la indicación más frecuente de tras-
de origen en el catéter central, ausencia de trán- plante hepático en niños. El diagnóstico precoz,
sito intestinal, etc.), postulándose la etiología seguido de tratamiento quirúrgico en las prime-
multifactorial. La precocidad en su aparición y ras semanas de vida, mejora sustancialmente
su gravedad son muy variables de unos pacien- el pronóstico de la enfermedad.
tes a otros, dependiendo del número y gravedad
de los factores de riesgo coexistentes. El diag- Incidencia y etiopatogenia
nóstico exige descartar otras posibles causas
de colestasis en esta edad. La incidencia en Europa es de 1/18.000 recién
nacidos vivos. La forma embrionaria o sindró-
La hepatopatía es reversible si se supera el fra- mica (10-20%) asocia anomalías (poliesplenia,
caso intestinal y se suspende la nutrición pa- situs inversus, malrotación intestinal, porta pre-
renteral antes del desarrollo de fibrosis grave duodenal, anomalías cardiológicas y vasculares).
o cirrosis. Si esta suspensión no es posible, el La forma perinatal o adquirida representa el 80-
tratamiento va enfocado a la prevención de fac- 90%. La etiología es desconocida y los últimos
tores precipitantes: la infección (cuidados del estudios sugieren un comienzo de la lesión biliar
catéter central, descontaminación oral, estasis ya en el útero. No es una enfermedad primaria
intestinal, introducción de aportes enterales si genética, ni hereditaria, pero se han identifica-
es posible), estasis biliar (ácido ursodeoxicólico do mutaciones en genes (PKD1L1, ADD3, GPC1,
oral a dosis de 10-20 mg/kg/día) y la adecua- EFEMP1) que podrían aumentar la susceptibili-
ción constante de la composición de la parente- dad a desarrollarla. Las hipótesis etiopatogéni-
ral a la situación del paciente (aporte adecuado cas sugieren una agresión al epitelio biliar por
de proteínas, oligoelementos, ácidos grasos un agente viral (CMV el más frecuentemente
esenciales, adicción de glutamina, fórmula li- asociado) o una toxina (biliatresona en mode-
pídica enriquecida omega 3). Como toda coles- los animales), que en personas genéticamente
tasis, precisan un correcto aporte de vitaminas predispuestas desencadenaría una respuesta
hidro y liposolubles. inmune (respuesta CD4-CD8-Th1 mediada por
IL2, IL-2, IL17, IFN-γ, TNFα), con desarrollo pro-
5.2. Hepatopatías por trastorno intrínseco gresivo de inflamación y fibrosis de la vía biliar
(idiopático o genético) intra y extrahepática y del parénquima hepático.

5.2.1. Atresia biliar extrahepática Curso clínico

Es un proceso inflamatorio de etiología desco- La línica característica es la de un recién naci-


nocida que cursa con fibrosis y obliteración pro- do a término de peso y aspecto normales que

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desarrolla ictericia (bilirrubina directa ya eleva- nóstico por la necesidad de un tratamiento


dos en los primeros días de vida) con hipoacolia previo, han disminuido mucho su indicación,
de inicio entre las dos y seis semanas de vida, siendo únicamente útil para excluir el diagnós-
hepatomegalia firme y posterior esplenome- tico. La colangiopancreatografía endoscópica
galia. Suele existir una fase inicial en la que las retrógrada (CPRE) ha demostrado una bue-
deposiciones todavía tienen color antes de la na sensibilidad y especificidad diagnósticas,
obliteración completa de la vía biliar, salvo en aunque limitada por la necesidad de experien-
la forma “embrionaria”, con acolia desde pri- cia y equipo adecuados. Otras técnicas como
meros días de vida. A partir de los 2-3 meses la colangio-resonancia y colecisto-colangio-
aparecen signos de hipertensión portal como grafía transhepática percutánea no han sido
esplenomegalia y circulación colateral visible. suficientemente validadas. La biopsia hepáti-
Progresivamente se va deteriorando el estado ca (hallazgos compatibles: trombos biliares,
del niño a medida que se desarrolla una cirrosis proliferación ductal y edema portal estromal)
e insuficiencia hepática con grave repercusión demostró, en un metaanálisis comparando di-
sobre su estado nutricional. ferentes métodos diagnósticos, mayor sensibi-
lidad/especificidad y precisión diagnóstica. No
Datos de laboratorio obstante, el riesgo inherente a su realización
supone su indicación únicamente en aquellos
Patrón de colestasis con aumento de bilirrubina casos en los que existan dudas diagnósticas.
directa, gamma glutamil-transferasa (GGT) ha-
bitualmente superior a 300 UI/L y aumento de La elastografía hepática y biomarcadores como
fosfatasa alcalina. Habitualmente se acompaña la metaloproteinasa de matriz 7 son algunos de
de ligera elevación de transaminasas (ALT/AST) los métodos que pueden tener en el futuro un
y no asocian datos de fallo hepático. papel en el diagnóstico precoz y seguimiento
de la enfermedad.
Diagnóstico
El único método para confirmar el diagnóstico
El diagnóstico debe ser siempre considerado es la laparotomía o laparoscopia exploradora
ante el cuadro clínico de ictericia y acolia con con visión directa de la vía biliar y realización in-
hepatomegalia en un recién nacido o lactan- traoperatoria de colangiografía. Por este motivo
te pequeño. En todos los pacientes se debe debe realizarse dicha intervención en todo re-
realizar una ecografía abdominal (signos su- cién nacido con acolia mantenida en el que no
gestivos: vesícula biliar atrésica < 20 mm o se confirme claramente otra posible etiología.
contraída tras el ayuno, signo de la cuerda Nunca debe retrasarse a la espera de resulta-
triangular ecogénica, mayor tamaño de ar- dos de otras pruebas diagnósticas en pacientes
teria hepática, malformaciones asociadas). próximos a los dos meses de edad.
La ausencia de excreción intestinal en gam-
magrafía hepática previa administración de Tratamiento
fenobarbital (5 mg/kg/día durante tres días)
apoya el diagnóstico, pero su baja especifici- Su tratamiento es quirúrgico, con derivación del
dad, así como el posible retraso en el diag- flujo biliar mediante portoenterostomía (técni-

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Tabla 2. Tratamiento de la colestasis

Tratamiento específico, si lo hubiera, de la enfermedad hepatobiliar subyacente


Tratamiento del síndrome colestático
• Favorecedores del flujo biliar:
– Fenobarbital 5 mg/kg/día oral repartido en 3 dosis
– Ursodeoxicólico 10-20 mg/kg/día oral repartido en 3 dosis
– Resincolestiramina (si prurito intenso) 0,25-0,5 g/kg/día en 2 dosis
• Nutrición: calorías, 120% de las necesidades para edad; proteínas, 2-3 g/kg/día; grasas, 30-40% aporte calórico
Fórmula: hidrolizado de proteínas, enriquecido MCT, con suplementos DMT (3-5%) y aceite MCT (1-2 cc/kg/día)
• Vitaminas liposolubles (control mediante niveles séricos):
– Vitamina K: 5-10 mg oral o intravenoso, 1-2 veces por semana
– Vitamina E: α-tocoferol 100 mg/día oral; tocofersolan 17 mg (25 u)/kg/día
– Vitamina D3: 1.000-2.000 UI/día
– Vitamina A: 2.500 UI/día oral (habitualmente incluida en polivitamínicos)
• Vitaminas hidrosolubles 1-2 veces las recomendaciones para la edad:
– Calcio: 50 mg/kg/día

ca Kasai) entre el inicio de la vía biliar intrahe- nes derivadas de la afectación de la función
pática permeable y un asa de yeyuno (en “Y” de hepática (Tabla 2).
Roux intestinal para restablecer la continuidad
intestinal y disminuir la posibilidad de reflujo No existe consenso sobre la utilidad del em-
del contenido intestinal a la vía biliar). pleo prolongado de corticoides, ya que su uso
no ha demostrado una reducción en la tasa de
La complicación más frecuente es la colangitis indicación de trasplante. El uso de inmunoglo-
aguda bacteriana, por lo que se recomienda la bulina i.v. tampoco ha demostrado mayor res-
antibioterapia parenteral posoperatoria, pos- tablecimiento de flujo biliar ni supervivencia
teriormente sustituida por antibióticos ora- con hígado nativo.
les. No existe una única pauta establecida, si
bien se recomienda cubrir al menos los pri- Existen numerosos ensayos clínicos con fárma-
meros meses de edad. Algunos niños con epi- cos aprobados por la FDA para indicaciones dis-
sodios repetidos de colangitis requieren una tintas a atresia biliar, que podrían ser útiles en
pauta de profilaxis antibiótica mantenida. El esta enfermedad: los agonistas FXR (ácido obe-
tratamiento médico de sostén y el apoyo nu- ticólico), el ácido nor-ursodeoxicólico, los inhibi-
tricional es común al resto de patologías que dores del transportador ileal de ácidos biliares
cursan con colestasis crónica. Se basa en la ASBT (maralixibat, odevixibat), la n-acetilcis-
utilización de fármacos favorecedores del flujo teína restableciendo los niveles de glutatión y
biliar (fenobarbital, ácido ursodeoxicólico), vi- reducción de inflamación y fibrosis. Otros pe-
taminas liposolubles, extractos pancreáticos, queños ensayos investigan el uso de factor es-
así como en la prevención y tratamiento de las timulante de colonias (GCSF) en su papel como
infecciones intercurrentes y las complicacio- modulador de la inflamación hepática y pro-

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motor de la regeneración; así como el uso de flujo biliar y con daño hepático progresivo.
rituximab y bezafibrato. Otras posibles opcio- Una serie en Francia de 1.428 pacientes con
nes de tratamiento, actualmente en estudio en atresia biliar indica una mejor superviven-
adultos y modelos animales con enfermedades cia con hígado nativo si la intervención se
fibróticas y colestásicas son: cotransportador realiza antes de los 30 días de vida, aunque
sodio-taurucolato NTCP (myrcludex B) y anti fi- no existe unanimidad respecto a esta reco-
bróticos (cenicriviroc). mendación. En este sentido es importante
señalar la favorable repercusión que han
Pronóstico tenido en cuanto al diagnóstico temprano
los programas de detección precoz (Yellow
Para restablecer el flujo biliar son prioritarios alert en Gran Bretaña) mediante el uso de
el diagnóstico y tratamiento antes del mes y tarjetas mostrando posibles colores de las
medio o dos meses de vida. Sin cirugía la mor- deposiciones del recién nacido para detec-
talidad es del 100% antes de los tres años de ción precoz por los padres de la hipoacolia.
vida por evolución a cirrosis, insuficiencia he- Otro posible método de screening, pendien-
pática e hipertensión portal. Tras la cirugía, un te en este caso de validación, consistiría en
30% no restablecerá el flujo biliar y otro 30% lo la medición de la bilirrubina directa en to-
hará de forma parcial, precisando ambos gru- dos los recién nacidos, y no únicamente en
pos trasplante hepático en los meses siguien- los ictéricos, en los primeros días de vida, ya
tes. Se estima que, a su vez, del 40% restante que los niños con atresia biliar presentan
en los que se restablece flujo biliar, un 70% pre- valores aumentados de forma muy precoz.
cisará un trasplante a largo plazo. Esto, en su
conjunto, supone una necesidad de trasplante – Restablecimiento del flujo biliar tras la ci-
para estos pacientes en algún momento de su rugía. El descenso de ictericia con heces
infancia de alrededor del 70-80% de los casos, coloreadas o la desaparición de la icteri-
pero también, dados los buenos resultados del cia son los factores que más fiablemente
trasplante, una supervivencia global del 90% a se relacionan con un mejor pronóstico. Un
los 10 años de vida. valor de bilirrubina total inferior a 2 mg/
dl a los tres meses de la cirugía se ha aso-
Existen dos tipos de factores pronósticos: ciado con menor tasa de complicaciones y
menor necesidad de trasplante hepático.
• Modificables:
– La experiencia del equipo quirúrgico, con
– Edad en la cirugía. Es el factor pronóstico significativamente mejores resultados
más importante. Realizada antes de las descritos tras la centralización de casos.
ocho semanas se correlaciona con tasas
de hasta un 70% de restablecimiento de • No modificables:
flujo biliar, frente a un 30% en los operados
entre las 8 y 12 semanas de vida. A partir – La forma anatómica completa de atresia
de los tres meses de vida los resultados son y la forma sindrómica se asocian a peor
desalentadores, sin restablecimiento del pronóstico.

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– La presencia de cirrosis y la escasez o au- Etiopatogenia


sencia ductal a nivel del hilio hepático son
factores pronósticos desfavorables. El diá- Se considera una vasculopatía como mecanis-
metro de los conductos biliares en la porta mo patogénico. Se ha localizado el defecto en
hepatis < 150 µ conlleva peor pronóstico dos genes diferentes en la vía de señal Notch.
(controvertido). En alrededor del 90% de casos se han identifi-
cado mutaciones en el gen JAG 1, situado en
– Infección por CMV. Un estudio reciente el brazo corto del cromosoma 20 (20p12). En
describe peor pronóstico de los pacientes los últimos años se han identificado en una
que asocian infección perinatal por CMV. minoría (2%) de pacientes dos mutaciones en
Este mismo grupo observó que estos re- el gen NOTCH 2 del cromosoma 1 (p13-p11),
sultados mejoraban si los pacientes reci- sin que presenten claras diferencias fenotípi-
bían tratamiento con ganciclovir. cas respecto a aquellos con mutaciones en el
JAG 1 (los pacientes con mutación en NOTCH 2
5.2.2. Síndrome de Alagille (escasez ductal presentan la facies peculiar en menor propor-
interlobular sindrómica) ción). Dichas mutaciones (> 400 descritas) tie-
nen una penetrancia de alrededor del 96%, pero
Se caracteriza por la asociación de un cuadro con gran variabilidad clínica y sin que exista re-
de colestasis con escasez de conductos biliares lación genotipo-fenotipo. En nuestra experien-
intrahepáticos, alteraciones cardiacas (la más cia, el uso de técnicas de secuenciación génica
frecuente de ellas es una estenosis periférica (NGS) ha permitido diagnosticar pacientes con
de la arteria pulmonar), vertebrales (“vértebras mutaciones en NOTCH 2 en un mayor porcen-
en mariposa”), oculares (embriotoxón poste- taje que el previamente descrito (9%), y en los
rior) y facies peculiar con hipertelorismo, abom- cuales no había sospecha clínica en un 43%.
bamiento frontal y mentón prominente. Otras
manifestaciones frecuentes pero no incluidas Clínica
como criterios clínicos, son las renales (hipo-
plasia, quistes), vasculares (cerebrales, sangra- En los pacientes que desarrollan enfermedad
do intracraneal inexplicado), en el oído interno, hepática, esta se manifiesta de dos maneras.
dentarias o de la capacidad intelectual. En el 70-80% de casos como colestasis neona-
tal o en el lactante pequeño con ictericia, co-
Epidemiología luria, hipocolia, hepatomegalia y retraso en el
desarrollo, con aparición posterior de prurito
Su frecuencia basada en la evidencia de colestasis intenso y xantomas. Un pequeño porcentaje de
neonatal es de 1/70.000 recién nacidos, mientras estos pacientes (10%) presentan hipoplasia de
que mediante estudios genéticos es de 1/30.000 la vía biliar tan grave que los hace indistingui-
recién nacidos. Patrón de herencia autosómico bles de una atresia biliar con acolia refractaria
dominante al menos en el 40-50% de los casos, a fenobarbital.
pero con gran variabilidad de expresión clínica.
En el resto de los pacientes se han confirmado En el 20-30% restante de pacientes los síntomas
mutaciones de novo (50-60% de los casos). de hepatopatía aparecen pasado el periodo de

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lactante, generalmente con prurito leve o mo- diagnóstico de familiares del sujeto índice sin
derado y subictericia fluctuante. Estas formas criterios clínicos.
menos graves de afectación hepática pueden
detectarse tras consultar por la afectación de Tratamiento
otros órganos.
No tiene tratamiento específico. El tratamiento
Analítica con fenobarbital, resincolesteramina, ácido ur-
sodeoxicólico y vitaminas mejora la evolución
Hiperbilirrubinemia y elevación de ácidos bilia- espontánea de la enfermedad, disminuyendo
res séricos, hipercolesterolemia severa y eleva- la intensidad de los síntomas (véase Tabla 2).
ción de GGT (desproporcionadamente alta) y Hay casos con mejoría parcial de los síntomas
transaminasas (moderada). Con suplementos mediante la derivación parcial, externa de la
de vitamina K la coagulación es normal. bilis (con interposición de asa intestinal entre
vesícula y piel) o exclusión de íleon terminal.
En ausencia de tratamiento, la intensa colesta- Especialmente importante en estos pacientes
sis da lugar a déficit grave de vitaminas liposo- la optimización del estado nutricional, por el
lubles, con raquitismo, fracturas de repetición, incremento de sus necesidades calóricas y la
retinopatía pigmentaria, arreflexia, estrabismo, monitorización frecuente de vitaminas lipo-
malnutrición severa y sangrado por deficiencia solubles para corregir su déficit. No existe un
de vitamina K. Aun con el tratamiento médico tratamiento óptimo para el prurito, consiguién-
de la colestasis el crecimiento en talla es infe- dose una respuesta parcial en el mejor de los
rior al normal, son frecuentes la osteoporosis, casos con la asociación de fármacos.
las fracturas patológicas y los signos menores
de deficiencia de vitamina E. Actualmente están aprobados en niños dos in-
hibidores de ASBT (maralixibat y odevixibat).
Diagnóstico Actúan localmente, de forma selectiva y rever-
sible, en la porción distal del íleon para reducir
El diagnóstico de certeza se basa en la detec- la recaptación de ácidos biliares aumentando
ción de una mutación compatible en paciente así su depuración a través del colón, y consi-
con algún criterio clínico: presencia de coles- guiendo una disminución de los niveles séricos.
tasis clínica, escasez de conductos biliares in- Han demostrado su eficacia en ensayos clíni-
terlobulares en la biopsia hepática (pueden no cos reduciendo el prurito y mejorando la cali-
ser aún evidentes en el lactante pequeño), este- dad de vida, objetivándose un descenso en las
nosis periféricas de arteria pulmonar, embrio- concentraciones séricas de ácidos biliares. Los
toxón posterior, vértebras en mariposa, facies resultados favorables parecen tener relación
peculiar, alteración renal o vascular (p. ej., ce- con mutaciones asociadas a menor gravedad.
rebral) o antecedente familiar. En el caso de no Su administración es oral con una absorción
identificarse la mutación (pudiera no estar des- mínima, por lo que no tienen efectos sistémi-
crita aún) se mantiene el diagnóstico basado en cos. Son bien tolerados, se han descrito como
la detección de al menos tres rasgos clínicos. efectos adversos síntomas gastrointestinales
La posibilidad de estudio genético permite el (diarrea) y elevación de transaminasas.

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Pronóstico lestasis y aproximadamente un 10% de las


indicaciones de trasplante en la infancia. Es-
Hasta un 50% de los niños tienen colestasis gra- pecial incidencia en determinados grupos étni-
ve que precisa trasplante antes de la edad adul- cos. En la mitad de los casos existe antecedente
ta, y en un tercio de ellos signos de hipertensión familiar o consanguinidad.
portal o insuficiencia hepatocelular.
Etiopatogenia
El pronóstico vital es significativamente mejor en
los casos de inicio tardío y en los pacientes cuya Se han identificado varios subtipos; clásicamen-
hepatopatía fue detectada dentro de un estudio te se agrupan según cifra de GGT, en CIFP con
sistemático de los familiares. A lo largo de la ado- GGT normal (Defecto de FIC1, Defecto de BSEP
lescencia pueden remitir el prurito y la hiperlipe- y Defecto de TJP2), con GGT elevada (Defecto
mia. No obstante, aproximadamente un 15% de de MDR3). En los últimos años, el diagnósti-
los pacientes con debut tardío necesitarán tras- co genético ha experimentado un gran avance
plante. No se han establecido factores analíticos, con la implementación de técnicas de secuen-
radiológicos ni genéticos que puedan predecir ciación (NGS), permitiendo filiar muchos casos
el pronóstico(en un estudio multicéntrico que incluidos previamente en el grupo de “hepatitis
incluyó 1.433 pacientes, se objetivó una mayor neonatal idiopática”: defecto del receptor nu-
supervivencia con hígado nativo en los pacien- clear de ácidos biliares FXR (CIFP 5) y defecto de
tes que presentaban una bilirrubina total me- miosina 5 B (ambas con GGT normal).
nor de 5 mg/dl entre los 6 y 12 meses de edad).
• Defecto de FIC1: mutaciones en el gen
5.2.3. Colestasis intrahepática familiar ATP8B1, en cromosoma 18, ocasiona un
progresiva (CIFP) defecto de la proteína de membrana FIC1
(translocadora de aminofosfolípidos de
El término CIFP engloba una serie de enferme- capa externa a la interna). El gen tiene ex-
dades en las que mutaciones de novo o hereda- presión hepática y extrahepática (intestino,
das (herencia autosómica recesiva) en los genes páncreas, riñón). Mecanismo patogénico
de los sistemas de transporte de la membra- complejo no bien definido, parece existir al-
na canalicular de los hepatocitos determinan teración en los mecanismos de regulación
una alteración en la formación de bilis, que con- de síntesis y transporte de sales biliares a
dicionan colestasis crónica de debut general- nivel hepatocitario e intestinal (modifica-
mente temprano, con prurito grave como rasgo ción factor X farnesoide) y modificación del
clínico dominante y mal pronóstico, con desa- patrón de lípidos de membrana, lo que faci-
rrollo de cirrosis y necesidad de trasplante en lita el daño por los ácidos biliares y su esca-
la primera década de la vida. sa concentración en bilis. Pertenecen a este
subtipo los pacientes originariamente iden-
Incidencia tificados como “enfermedad de Byler”.

Estimada en 1:100.000 recién nacidos. Repre- • Defecto en la bomba exportadora de sales


sentan entre un 10-15% de las causas de co- biliares (BSEP): el acúmulo de sales biliares

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intrahepatocitario es responsable del cua- • Defecto de myosina 5 B: mutaciones en el


dro. Mutaciones en el gen ABCB11 en cromo- gen MYO5B localizado en el cromosoma 18.
soma 2, expresión solo hepatocitaria. Codifica una proteína del citoesqueleto que,
mediante su unión con la proteína RAB11A,
Fenotípicamente, ambas entidades abarcan está implicada en la regulación del tráfico
un espectro comprendido entre la “colestasis de membrana en las células epiteliales po-
benigna recurrente” con episodios colestá- larizadas como los hepatocitos. Su defecto
ticos intermitentes e intervalos asintomáti- produce una modificación en la localización
cos, sin daño histológico permanente y las de BSEP y MDR3 en la membrana canalicu-
formas más graves de enfermedad. lar. Se ha identificado un defecto en UNC 45
(que actúa como cochaperona de myosina 5
• Defecto en el transportador de fosfolípidos B) responsable de un cuadro clínico similar.
(MDR3): mutaciones en el gen MDR 3, cro-
mosoma 7 y expresión solo hepatocitaria. • Mutaciones en genes VPS33B (cromosoma
La falta de fosfolípidos en la bilis le confie- 15) en un 80% de los casos y VIPAR, que co-
re litogenicidad y toxicidad para el epitelio difican proteínas que regulan el tráfico in-
biliar. Espectro clínico amplio: colelitiasis tracelular. El efecto es una deslocalización
precoz, colestasis gestacional, cirrosis biliar de BSEP en la membrana no canalicular del
en jóvenes y colestasis neonatal (muy poco hepatocito.
frecuente).
Recientemente se han identificado tres nuevos
• Defecto en la proteína TJP2: por mutación en loci (USP53, LSR y WDR83OS) con mutaciones
gen TJP2 (9 q13-q21). Dicha proteína parece asociadas con enfermedad colestática con GGT
jugar un papel importante en la funcionali- normal.
dad de las uniones entre hepatocitos adya-
centes y el canalículo biliar (tight junction Cuadro clínico
protein) y su pérdida condiciona la lesión.
Defecto de FIC1 y BSEP, debutan como colesta-
• Defecto del receptor nuclear de ácidos bilia- sis neonatal o en el período de lactante, y desa-
res FXR: pérdida de función de FXR por mu- rrollo de prurito intenso en los primeros meses
taciones en gen NR1H4 en cromosoma 12. de vida discordante con el grado de ictericia. La
Este receptor participa en la regulación de la ictericia puede cursar en brotes. Hepatomegalia
concentración hepatocitaria de ácido biliar grande y firme y esplenomegalia poco marcada.
mediante la transcripción de genes implica- Deterioro nutricional y retraso de talla llama-
dos en la síntesis, conjugación y transporte tivos. En el defecto de FIC1 existen manifes-
de ácidos biliares en el hígado e intestino. taciones extrahepáticas como diarrea precoz
Su defecto produce pérdida de expresión de crónica, pancreatitis y retraso de crecimiento
BSEP y disminución de actividad de MDR3, marcado; evolucionan a cirrosis en 1º década.
así como incremento en la síntesis de áci- En el defecto de BSEP no hay manifestaciones
dos biliares. extrahepáticas y es frecuente la aparición de li-
tiasis biliar y la evolución es más grave que en

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defecto de FIC1 con desarrollo precoz de insu- hepatopatía terminal, requiriendo trasplante
ficiencia hepática en primeros 3 años y posibi- hepático a edad temprana. No se ha descrito
lidad de hepatocarcinoma temprano. Dentro patología en otros órganos.
del defecto de BSEP se han descrito 2 variantes
fenotípicas según presenten o no la mutación Mutaciones en el gen MYO5B causan enferme-
genética D 482G con mayor severidad clínica, dad por inclusión del microvilli (diarrea intra-
analítica así como la más frecuente necesidad table que requiere trasplante intestinal). Estos
de trasplante para los que no la presentan. pacientes pueden asociar colestasis con GGT
normal. A su vez, han sido descritos casos de co-
La repercusión clínica en el defecto de MDR3 lestasis sin patología intestinal asociada. Mani-
depende de que la mutación condicione una festaciones clínicas similares a defecto de FIC1
proteína truncada o con actividad residual. El y defecto de BSEP, algunos pacientes presentan
espectro clínico es más variable, con mayoría manifestaciones extrahepáticas (diarrea, sorde-
de casos con debut con hepato-esplenomega- ra neurosensorial y alteraciones neurológicas).
lia y complicaciones de cirrosis a lo largo de la Pocos datos sobre la evolución a largo plazo,
infancia o adolescencia. La poco frecuente pre- aunque parece que la mayoría no progresan a
sentación como colestasis neonatal de CIFP 3 insuficiencia hepática ni requieren trasplante
es superponible a la de la atresia biliar extra- hepático.
hepática, con ictericia y acolia, lo que motiva
la realización de laparotomía exploradora en Las mutaciones en VPS33B y VIPAR producen el
un gran número de pacientes; evolución con síndrome artrogriposis-disfunción tubular re-
prurito menos intenso o ausente que en CIFP nal-colestasis (ARC). GGT normal. Asocian retra-
con GGT normal y con desarrollo precoz de hi- so severo en desarrollo psicomotor, alteración
pertensión portal. de la función plaquetaria, fiebre recurrente,
malformaciones cerebrales y sordera neuro-
La gran mayoría de los pocos casos hasta ahora sensorial. No existe tratamiento, falleciendo
descritos del defecto de TJP2 desarrollaron he- la mayoría de los pacientes en los primeros 12
patopatía grave con desarrollo precoz de cirro- meses de vida. Herencia autosómico recesiva.
sis, prurito intenso y posibilidad de desarrollo
temprano de hepatocarcinoma. Puede existir Mutación en USP53 se ha descrito en cuadro
afectación extrahepática (pulmonar, neuro- de colestasis con GGT normal e hipoacusia. Las
lógica). Se han identificado mutaciones en el mutaciones en LSR y WDR83OS se presentaron
mismo gen, pero condicionando un fenotipo en familias con enfermedad colestásica, altera-
distinto (hipercolanemia familiar), mucho más ción neurológica y talla baja.
leve desde el punto de vista clínico, con pru-
rito y malabsorción grasa como únicas conse- Analítica. Histología
cuencias.
Analítica con hiperbilirrubinemia, GGT y co-
Los pacientes con defecto de FXR presentan lesterol normales (defecto de FIC1 y BSEP) o
colestasis crónica con GGT normal de inicio elevados (defecto de MDR3). GGT normal en
neonatal. Evolución con rápida progresión a defecto de TJP2, FXR y defecto MYO5B. Transa-

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minasas y α-fetoproteína elevadas en defecto gar de la normal línea fina, patrón parcheado
de BSEP. Defecto de FXR muestra coagulopatía y granular de localización subcanalicular). En
que no responde a vitamina K (FXR actúa sobre pacientes con MDR3 (aquellos con inmunohis-
componentes de la cascada de coagulación) y toquímica normal) y en los pacientes con de-
aumento de alfafetoproteína. Defecto MYO5B fecto FIC1 (expresión normal de BSEP y MDR3)
coagulación y alfafetoproteína normales. Biop- el diagnóstico se debe hacer mediante análisis
sia hepática inespecífica con colestasis canali- genético de mutaciones. Aunque la consan-
cular, la ductopenia es frecuente en defecto de guinidad o el antecedente familiar permiten
FIC1 y la transformación gigantocelular en de- la sospecha diagnóstica, casi la mitad de los
fecto de BSEP. La biopsia en defecto de MDR3 casos en niños son casos esporádicos.
es semejante a la de la atresia, con proliferación
ductal y fibrosis. Defecto de TJP2, FXR y defecto Tratamiento
MYO5B colestasis canalicular y transformación
gigantocelular. El tratamiento médico es el habitual de la co-
lestasis. En los pacientes con defecto de FIC1 el
Diagnóstico trasplante hepático se indica por mala calidad
de vida (prurito) y cirrosis, pero el curso postras-
Se han producido grandes avances en el diag- plante es complicado, con ausencia de catch-up
nóstico de estas enfermedades, con el desa- de crecimiento, diarrea crónica y esteatosis del
rrollo de técnicas de inmunohistoquímica en injerto. Hasta el 50% de estos pacientes podrían
tejido hepático (tipos defecto BSEP, MDR3, beneficiarse de la derivación biliar parcial me-
TJP2, FXR y MYO5B) y de análisis de mutacio- diante anastomosis de asa yeyunal de vesícula
nes (todos los tipos). El diagnóstico preciso biliar al exterior. En el caso de defecto de BSEP,
debería basarse en la identificación de muta- la indicación de trasplante es por insuficiencia
ciones en los respectivos genes. La ausencia hepática; se han descrito también buenos re-
de expresión de BSEP en tejido hepático por sultados con la derivación biliar externa en las
inmunohistoquímica confirma el diagnósti- mutaciones menos graves. Hasta un 30% de
co de defecto de BSEP; en el caso de defec- los pacientes con defecto de MDR3 responden
to de MDR3, la inmunohistoquímica permite a dosis elevadas de ácido ursodeoxicólico (30
identificar a más de la mitad de los pacientes, mg/kg/día), los pacientes con mutaciones gra-
que no expresan MDR3, pero su expresión nor- ves no tienen respuesta y el trasplante hepático
mal no descarta la enfermedad (proteínas no es el tratamiento indicado. En defecto de TJP2
funcionales). En defecto de TJP2, la ausencia y FXR el trasplante hepático precoz podría ser
de expresión de TJP2 en tejido hepático pare- necesario en la gran mayoría de casos.
ce poder confirmar los pocos casos descritos
hasta ahora. En defecto de FXR, muestra au- El avance en el conocimiento de la fisiopatolo-
sencia de expresión de BSEP y FXR, con expre- gía de las CIFP ha permitido diseñar nuevas y
sión de MDR3 que puede estar reducida. En prometedoras estrategias de tratamiento para
los pacientes con defecto MYO5B se objetiva el futuro: 1) los inhibidores de ASBT (maralixi-
un patrón anormal de la expresión de BSEP bat y odevixibat) interrumpen la circulación
y MDR3 (tinción canalicular engrosada en lu- enterohepática (actualmente se encuentran

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aprobados en niños, demostrando su eficacia Clínica


en el descenso del prurito y la concentración de
ácidos biliares en suero; parece que los buenos Ictericia colestática precoz sin prurito al no es-
resultados se presentan en casos de mutacio- tar aumentados en sangre los ácidos biliares.
nes asociadas con menor gravedad, las que con- Evolución más precoz a insuficiencia hepática y
dicionan una proteína con activad residual y no cirrosis en los dos últimos tipos citados (AKR1D
una proteína truncada); 2) fenilbutirato podría y CYP7B1) y GGT normal en el primero (3β-HSD)
ser útil disminuyendo el prurito mediante el au- y en el tercero de ellos (CYP7B1). Hallazgos his-
mento de expresión de BSEP; 3) los agonistas tológicos inespecíficos con colestasis, células
FXR (obeticólico) reprimen la síntesis de ácidos gigantes y fibrosis.
biliares, favoreciendo su secreción, así como la
de fosfolípidos y bicarbonato (efecto antiinfla- Diagnóstico
matorio e inmunomodulador); 4) el norUDCA
favorece la coleresis rica en bicarbonato (efecto Mediante cuantificación de ácidos biliares en
antiinflamatorio, antiproliferativo y antifibróti- orina por espectrofotometría de masas con
co); 5) los agonistas de factor fibroblástico de concentraciones de cólico y quenodesoxidóli-
crecimiento (FGF-19) inducido por FXR dismi- co reducidas y aumento de metabolitos corres-
nuyen síntesis de novo de ácidos biliares me- pondientes a cada tipo de déficit. Confirmación
diante inhibición de enzima CYP7A1. mediante detección de mutaciones en genes
correspondientes.
5.2.4. Errores en la síntesis de los ácidos
biliares Tratamiento

Patogenia En los casos de déficit de 3β-hidroxi-C27este-


roide dehidrogenasa y 4-3-oxosteroide-5-β-
Consecuencia del déficit de algunos de los en- reductasa se han obtenido buenos resultados
zimas que intervienen en la síntesis de ácidos (normalización bioquímica e histológica) con
biliares primarios (cólico y quenodesoxicólico) el tratamiento con ácido cólico a través de res-
a partir del colesterol. Herencia autosómico re- taurar el flujo biliar y reducir la síntesis anó-
cesiva. mala (restablece bio-feedback). Para el defecto
oxysterol 7-α-hidrolasa el único tratamiento es
Condiciona, por una parte, la disminución de el trasplante hepático.
ácidos biliares en bilis y, por tanto, la reduc-
ción del flujo biliar y, por otra, el acúmulo de 5.2.5. Déficit de α1-antitripsina
metabolitos intermedios hepatotóxicos. Se-
cundariamente se altera la absorción de gra- Véase capítulo 26 de estos protocolos.
sas y vitaminas liposolubles. Los tres defectos
más frecuentes son los de 3β-hidroxi-C27este- 5.2.6. Enfermedades metabólicas
roide dehidrogenasa/isomerasa (gen 3β-HSD),
4-3-oxosteroide-5β-reductasa (gen AKR1D) y el Diferentes metabolopatías pueden producir
de oxysterol 7-α-hidrolasa (gen CYP7B1). una colestasis de inicio precoz, aunque no sue-

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le ser esta el síntoma predominante, sino otros maglobulina (1 g/kg), asociados a soporte de
hallazgos como: fallo hepático, y antioxidantes (n-acetilcisteína
y vitamina E), con una supervivencia reportada
• Fallo hepático con déficit de actividad de pro- del 75% de los casos. Trasplante hepático para
trombina (< 60%) que no se corrige tras ad- aquellos sin respuesta al tratamiento médico.
ministración de vitamina K, hipoglucemia,
colinesterasa baja, etc. 5.2.8. Fibrosis quística

– Tirosinemia. Infrecuente desarrollo de colestasis neonatal


– Galactosemia. (2% de los casos de esta enfermedad). Diag-
– Fructosemia. nóstico (véase capítulo 15 de estos protocolos).
Tratamiento común a todas las colestasis (véase
• Hepatoesplenomegalia: Tabla 2), y ácido ursodeoxicólico (15-20 mg/kg/
día) aunque no ha demostrado evitar la evolu-
– Enfermedades de depósito lisosomal: Nie- ción a cirrosis.
mann-Pick A y C.
– Déficit de lipasa ácida (enfermedad de 5.2.9. Otras etiologías
Wolman o enfermedad por depósito de
ésteres de colesterol). • Enfermedad peroxisomal (Zellweger, ausen-
cia de peroxisomas).
5.2.7. Enfermedad hepática aloinmune del
recién nacido • Linfohistiocitosis hemofagocítica.

Previamente conocida como hemocromatosis • Colangitis esclerosante neonatal. Ocasiona


neonatal, se trata de una enfermedad de inicio un cuadro de colestasis similar al producido
en periodo fetal y de base aloinmune (mediada por la atresia biliar, pero con vía biliar extra-
por IgG y complemento maternos dirigidos con- hepática permeable y lesiones (estenosis y
tra antígeno hepático fetal desconocido). Cursa dilataciones) de la vía intra y extrahepáti-
con fallo hepático y signos de hepatopatía evolu- ca objetivables mediante colangiografía o
cionada (hepatoesplenomegalia, ascitis, lesiones colangio-RMN. La mayoría de casos evolu-
de fibrosis intensa/cirrosis) desde los primeros cionan a cirrosis, hipertensión portal y ne-
días o semanas de vida. Diagnóstico de sospe- cesidad de trasplante hepático. Se asocia a
cha tras cuantificación de ferritina e índice de mutaciones en genes CLDN1 y DCDC2. He-
saturación de transferrina en suero (ambas muy rencia autosómico recesiva en ambos casos.
elevadas) y objetivación de depósito aumentado En el primer caso ocasiona defecto en la pro-
de hierro visceral en RMN. Confirmación median- teína de unión intercelular (tight junction) y
te biopsia hepática (infrecuente que sea facti- se asocia a ictiosis. El defecto DCDC2 produ-
ble por alteración de coagulación) o biopsia de ce ciliopatía con alteración de la ciliogenesis,
glándulas salivares en mucosa oral. Se trata me- ausencia de expresión de DCDC2 por inmu-
diante la eliminación de anticuerpos maternos nohistoquímica en tejido hepático y asocia-
con exanguino-transfusión (2 volemias) y gam- ción frecuente de alteraciones renales.

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Figura 1. Protocolo de diagnóstico

Ictericia (bili directa > 1 mg/dl) Anamnesis, expl., antec. famil.


RN o lactante < 2 m Analítica inicial:
Perfil hepático, coagulación
pH/amonio/glucemia
Patología neonatal grave Lactante “sano” Cultivos/TORCH
RNPT/sepsis/hipoxia/NPT/NEC α1-antitripsina, perfil férrico
HH tiroideas/TSH
Ingreso para estudio

No insuficiencia Insuficiencia No insuficiencia


hepática hepática hepática

Colestasis secundaria APP < 60% tras vit. K Acolia No acolia


Pruebas según Estudio genético
orientación etiológica NGS
Descartar
Hepatitis aloinmune AVBEH ¿GGT?
Galactosemia
Tirosinemia
Hepatitis grave TORCH Alta Normal
Mitocondrial

S. Alagille Defecto de FIC1, BSEP,


α1-antitripsina TJP2, FXR
Defecto de MDR3 MYO5B, ARC (prurito)
Alt. hormonal Síntesis ácido biliar
(no prurito))

• Déficit de citrina: enfermedad autosómica y precisa trasplante hepático. Casi excepcio-


recesiva secundaria a mutaciones en gen SL- nal es la presentación como fallo hepático
C25A13, que codifica un cotransportardor agudo. Algunos pacientes presentan fallo de
mitocondrial glutamato-aspartato denomi- medro y dislipemia secundarios a déficit de
nado citrina. Incidencia mucho más eleva- citrina en la adolescencia y pacientes adul-
da en Asia. Colestasis neonatal, bajo peso al tos pueden desarrollar citrulinemia tipo II
nacimiento, elevación moderada de transa- (esteatosis hepática, hiperamonemia y sín-
minasas, hipoglucemia, coagulopatía y α-fe- tomas neurológicos).
toproteína aumentada. Asocia niveles altos
de citrulina, galactosa y arginina. La mayo-
ría de los pacientes presentan resolución en 6. DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL (Fig. 1)
el primer año de vida con tratamiento ade-
cuado (fórmulas sin lactosa enriquecida en El solapamiento frecuente de signos clínicos,
MCT y vitaminas liposolubles). Un mínimo analíticos e histológicos entre diferentes etio-
porcentaje evoluciona a hepatopatía crónica logías, así como el impacto pronóstico de la pre-

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cocidad en el tratamiento en algunas entidades, 6.2. Exploración física


hacen que el diagnóstico diferencial pueda no
ser sencillo en ocasiones. Se aconseja ingreso • Estado general: afectado (infecciones TORCH
hospitalario para observación y diagnóstico o bacterianas, galactosemia, tirosinemia, in-
precoz. Se considera prioritario el diagnóstico tolerancia a fructosa, fallo por virus, hepati-
precoz de aquellas entidades con tratamiento tis aloinmune neonatal).
específico (atresia biliar, galactosemia, tirosi-
nemia, panhipopituitarismo, etc.). • Color de heces (visualización directa): la
acolia obliga a descartar atresia biliar, pero
6.1. Anamnesis puede darse en otras etiologías (otras obs-
tructivas, Alagille, déficit α1-antitripsina, fi-
• Familiar: consanguinidad (CIFP, metabolopa- brosis quística).
tía, Niemann-Pick). Padres o hermanos con
cardiopatía, nefropatía, voz atiplada y/o al- • Hepatomegalia (común a cualquier etiolo-
teraciones del fenotipo facial (Alagille). Ante- gía salvo al fallo agudo viral por necrosis).
cedente de hermanos fallecidos en periodo
neonatal: galactosemia, tirosinemia, hepa- • Esplenomegalia (precoz: TORCH, sepsis, he-
titis aloinmune (hemocromatosis). mofagocitosis; no precoz: atresia biliar, dé-
ficit α1-antitripsina, Niemann-Pick C).
• Embarazo: prurito (raro, CIFP), seroconversión,
TORCH, sífilis (hepatitis neonatal), fármacos. • Fenotipo peculiar (Alagille, TORCH, hipopi-
tuitarismo, cromosomopatía, Zellweger).
• Parto: pretérmino (colestasis por inma- Alteración neurológica (hipotonía, nistag-
durez), distocia severa (colestasis por hi- mus, letargia): enfermedad mitocondrial,
poxia-isquemia). Alteraciones en la placenta Zellweger, CDG.
(edematosa: hepatitis aloinmune neonatal).
• Otros: soplo cardiaco (Alagille, atresia biliar,
• Neonatal inmediato: TORCH, cromosomopatía), situs inversus to-
rácico/abdominal (10% atresia biliar), quis-
– Peso del recién nacido: bajo (Alagille, défi- tes renales y cerebrales (Zellweger).
cit de α1-antitripsina, infección connatal).
– Meconio: retraso eliminación/íleo meco- 6.3. Analítica
nial (fibrosis quística).
– Alimentación: con fructosa (intolerancia • Pruebas de valoración clínica inicial: hemo-
hereditaria), con lactosa (galactosemia). grama, AST, ALT, bilirrubina total y directa,
– Pruebas metabólicas de cribado: anorma- albúmina, colesterol, fosfatasa alcalina, GGT,
les. No siempre detectan tirosinemia. El glucosa, colinesterasa, coagulación (valorar
panhipopituitarismo no se manifiesta con tras vitamina K), iones.
aumento de TSH.
– Otros antecedentes patológicos: nutrición • Pruebas de valoración etiológica (selecciona-
parenteral, hipoxia, infección. das según sospecha diagnóstica): serología

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TORCH CMV en sangre (PCR)/orina, cultivos • Radiografía de tórax: anomalías cardiovas-


bacterianos, cuantificación de α1-antitripsi- culares asociadas a la atresia de vías bilia-
na en suero, hormonas tiroideas, perfil fé- res o alteraciones esqueléticas en el caso del
rrico, cuerpos reductores en orina, test del síndrome de Alagille.
sudor, cuantificación de la actividad de ga-
lactosa 1-P-uridiltransferasa en hematíes (sin • Biopsia hepática: descripción histológica,
transfusión en 120 días previos), genotipado inmunohistoquímica para CIFP salvo FIC1.
α1-antitripsina por PCR, ácidos biliares en ori-
na (sin tomar UDCA 6-7 días antes). Pruebas
metabólicas: pH/amonio, láctico/pirúvico, 7. TRATAMIENTO
aminoácidos en sangre y orina, ácidos orgá-
nicos en orina, acilcarnitinas, ácidos grasos Incluye el tratamiento común (véase Tabla 2)
cadena muy larga, transferrina glicosilada. y el tratamiento específico, si lo hubiera, de la
enfermedad hepatobiliar subyacente.
• Estudio de mutaciones seleccionadas según
sospecha diagnóstica (CIFP, síndrome de Ala- La colestasis no tratada adecuadamente puede
gille, FQ, déficit α1-antitripsina) o prueba de originar morbus hemorrágico (posible secuela
secuenciación génica masiva (NGS). neurológica).

6.4. Pruebas de imagen


BIBLIOGRAFÍA
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