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1) Conceptualizar la filosofía desde la etimología de la palabra y como saber filosófico.

2) Contrastar e integrar la filosofía con el conocimiento científico.


3) Realizar un recorrido sobre el relativismo filosófico y cambios en el acceso al conocimiento desde un
posicionamiento pedagógico-profesional que favorezca el pensamiento crítico-reflexivo para los futuros
destinatarios.
4) Investigar y elaborar un texto reflexivo sobre la problemática seleccionada del interior del grupo e identificar
filósofos y científicos que dieron y dan respuestas a estas problemáticas.

1_ La palabra filosofía viene del latín philosophos, cuyo significado es ¨amor por la sabiduría¨ (philos = amor; sophia =
sabiduría). Es un saber cuyo objeto de estudio es el Ente en cuanto Ente, es decir, estudia la totalidad de la realidad,
sin ningún tipo de corte hipotético o delimitación alguna, que tiene como meta alcanzar un verdadero conocimiento

2_ La filosofía y el conocimiento científico difieren entre sí por varias razones: Por un lado, en la filosofía no hay una
algún acuerdo unánime sobre aquello definitivamente conocido; mientras que, en la ciencia, la aceptación unánime
es un hecho que tiene su raíz en la naturaleza de las cosas. Por otro lado, los conocimientos científicos refieren a un
objeto especial de estudio y es un saber que no es necesario para todo el mundo; mientras que aquellos filosóficos,
no se delimitan de ninguna forma, interesándose en el hombre en cuanto hombre y siendo una verdad que donde
hace presencia, profundiza mucho más que el científico. Aun así, cabe destacar que, aquella filosofía que es
debidamente trabajada, está estrechamente vinculada con las ciencias, incluso siendo que la filosofía nació antes, y
la ciencia, se desprende de la misma.

3_ El relativismo filosófico es considerado el operar en contra de la imposición de la verdad objetiva para mostrar
que nunca es objetiva, sino un diálogo realizado entre personas que se desarrolla en un lenguaje compartido;
impulsando a su vez a que el pensador se interese en la edificación progresiva de la humanidad. Dicho de otra
manera, en lugar de probar una verdad, lo que se debe hacer es favorecer la posibilidad de lograr un consenso que
pueda ser visto como verdadero; predominando, entonces, el considerar al lenguaje como el creador del yo y la
realidad, dado a que se entiende el ser como la verdad del lenguaje humano.
Su auge se presenció en la escuela moderna, probando que la escuela tradicional y su creencia de que la escuela
transmitía la verdad, siendo esta una ilusión o un simple acuerdo consensuado, pierde buena parte de su sentido.
Hoy en día, los centros educativos necesitan concebir sus mensajes, suponiendo una serie de operaciones más
complejas y anteriores que no encuentran cupo en los moldes tradicionales de recepción-transmisión, favoreciendo
ámbitos de discusión y reflexión por donde fluyen la pluridad de perspectivas. Aun así, por más idealista que sea su
objetivo, se presentan dos desafíos en el Relativismo: la ejemplaridad, siendo totalmente cuestiones subjetivas; y el
superar el temor a ofender por posicionarse de cierta manera respecto a una temática.

En la edad moderna, el modelo de conocimiento anterior dejó de dar resultados positivos. Este modelo buscaba que
las nuevas generaciones debían adquirir los saberes por, quienes los transmiten, los maestros; y para ello, se
activaban diferentes operaciones cognitivas y los libros eran los principales instrumentos didácticos. Ahora bien,
decimos que no resulta en lo esperado debido a dos razones: en primer lugar, dado a que, como plantea Steiner, el
saber cambió ya que ahora estamos en una fase de conocimiento donde predomina la imagen, influyendo en el
acceso al conocimiento de los alumnos; y, en segundo lugar, porque cada vez resulta más difícil generar interés y
entusiasmo por el estudio, una sensación de pesadumbre que sirve para darnos cuenta de que, como menciona
Corea, los alumnos están aburridos. Además, Simone, señala que se desarrollan con mayor rapidez zonas y
habilidades cerebrales del hemisferio cerebral derecho (funciones espaciales verbales y emocionales, predomino de
síntesis, etc.,), deteriorándose otras ubicadas en el hemisferio cerebral izquierdo (funciones lingüísticas, desarrollo
lógico, lineal y racional), debilitando así las capacidades de comprender y reflexionar. El tener conocimiento de esto,
nos plantea la necesidad de plantearnos, educadores y futuros, a que estamos en un escenario diferente con actores
distintos, alumnos con diferentes capacidades para aprender con la computadora inserta en su genética. Si bien no
debemos dejarnos llevar por extremismos, es cierto que el giro de la comunicación hacia la información transforma
la subjetividad, es decir, el modo de hacer con la realidad del alumno; teniendo esto en cuenta, podemos ver
entonces a dos subjetividades enfrentadas: la mediática, un espacio de opinión que no genera efectos sobre los
otros y expresa sentimientos; y la pedagógica, que consiste en intercambios regulados por el educador donde es
clave la pausa para pensar.
Entonces, en la actualidad, ¿Qué debemos hacer los educadores? Delacôte nos plantea que debemos conocer tanto
las vías de acceso al saber de los educandos como la condición de cada uno para su aplicación, preguntándonos dos
cosas: qué nivel de comprensión y qué condiciones de aplicación tiene ese saber. Debemos dejar, entonces, de
pensar en la situación con nostalgia ya que lleva a la ausencia de entendimiento mutuo con el estudiante y lo
escolar, siendo fugaz a la hora de jerarquizar las fuentes de acceso al conocimiento.

4_ La pregunta que escogimos nosotros refiere a si el cuerpo que tenemos hoy ha sido reutilizado por otras almas
anteriores, quienes dejaron una problemática pendiente en el transcurso de su vida mortal y nosotros debemos
corregir ese aspecto inconcluso. Investigando, pudimos interpretar pasajes de obras de Platón que pueden ser
asociadas como un bosquejo de respuesta; aclaramos esto porque, en sí, en sus escritos nunca habla concretamente
de la reencarnación, sino que varios pasajes de estos son interpretados de dicha manera. Por ejemplo, en el Fedón,
ilustra a un Sócrates que plantea que el alma, si bien es inmortal, invisible y que es algo simple porque permanece,
es ¨enjuiciada¨ en base a las acciones que haya realizado en su vida terrenal. Si el alma es de una persona
bondadosa, es decir, que no se haya dejado nublar por la ignorancia de los placeres corporales, será devuelta al
Hades guiado por un dios bondadoso; esto sugiere que el alma en cuestión alcanzó el conocimiento supremo, por lo
cual no reencarnaría en ningún otro cuerpo, dado a que, si se logró alcanzar la ¨iluminación¨, es absurdo pensar que
se dé lugar a la ignorancia. Ahora bien, si el alma es de una persona ignorante, perversa por los placeres del cuerpo
(bebida, sexo, gula, etc), esta está condenada a vagar por el mundo terrenal. Si bien en la obra misma se menciona
que en este último caso, estaría a destinada a vagar como un fantasma, al igual que las estatuas y monumentos,
nosotros como grupo lo percibimos como que sí se produce una reencarnación del tipo que estamos planteando en
la pregunta: suponiendo que el alma de un sujeto se ve forzada a reencarnar como un castigo por haber sido
descarriado en el mundo de las Ideas, y, en el mundo terrenal, se adentra en los vicios de los placeres para el cuerpo
en lugar de los placeres de la razón, en el momento en que ese cuerpo muera será enviada a otro para expiar sus
errores y se purifique. A su vez, podríamos decir que, si bien el cuerpo muere, puede ser reutilizado dado a que este
autor, en la misma obra en cuestión, llega a la conclusión de que los vivos vienen de los muertos. Esto si bien lo
refiere al alma, podemos direccionarlo un poco con el cuerpo bajo una frase ajena al autor: ¨polvo eres y polvo
serás¨. Suponiendo que el ¨polvo¨ usado para hacer este cuerpo es el mismo que queda cuando muere, no se niega
en ningún momento que ese puede ser utilizado para hacer el mismo cuerpo.

Alejándonos de las explicaciones metafísicas, investigamos sobre intentos de científicos para responder a la pregunta
de si existe la reencarnación y si hubo investigaciones a modo de comprobación. En este exhaustivo recorrido en
busca de información en diversos formatos, encontramos a Ian Stevenson, un científico buscó comprobar la
reencarnación. Él se encontró con casos niños que podían recordar eventos de sus vidas anteriores, cuyos datos
aportados por los sujetos son comprobables y verídicos, y, a raíz de esto, realizó la suposición de que los niños se
olvidan por completo de sus vidas pasadas en el transcurso de los 5 a los 7 años de edad, etapa donde el consciente
del niño va tomando su forma inicial. Un ejemplo de esto es el caso de una niña en India llamada Swarnlata Mishra,
nacida en 1948, y que, a los 3 años de edad aportó datos suficientes para encontrar a la familia de su vida pasada,
Biya Pathak . En un momento, llevaron a la niña a la casa de esa familia y para dar fe que era la reencarnación de
Biya, reveló secretos del viudo Pathak y recordaba los apodos cariñosos con los que llamaba a sus hijos, además de
mostrar el mismo vínculo maternal. Otro caso que encontramos, también trabajado por Stevenson, fue el de las
gemelas Pollack: en 1957 dos hermanas de once y seis años fueron atropelladas por un auto camino a la Iglesia. Al
año siguiente nacieron dos gemelas con las mismas marcas de nacimiento que las hermanas fallecidas, y, cuando
cumplieron los dos años, pedían las muñecas de sus hermanas fallecidas, las cuales nombraron exactamente igual
que las nombraron sus dueñas anteriores sin siquiera saberlo. Además, algo sorprendente e impactante para los
padres, las gemelas desarrollaron una fobia a los automóviles e incluso hablaron del accidente y qué sintieron las
hermanas fallecidas antes de morir como el no poder respirar, sentir la boca llena de sangre y tener sangrado nasal.
Con esto si dimos una respuesta sobre la reencarnación, pero no responde a la pregunta que hemos formulado más
arriba, sino más bien, la refuta diciendo que el alma se destina a otro cuerpo, mientras que el cuerpo anterior es
consumido y no reutilizado como planteamos nosotros en un primer momento. Aun así, destacamos el aspecto de
que el alma, aun cuando está en otro cuerpo, conserva en su memoria las experiencias surgidas durante el
transcurso de sus vidas pasadas.

En conclusión, decimos que la rama que más se acercó a dar una respuesta afirmativa a nuestra pregunta fue la
filosofía con las teorías de Platón sobre el destino del alma y el cuerpo. Aun así, cabe destacar dos cosas: por un lado,
que deberíamos buscar más información sobre otros autores (filósofos y científicos) para dar una respuesta más
fundamentada; y, por otro lado, nos hemos encontrado con otras teorías y otras preguntas desencadenadas por esta
interrogante que hemos formulado. Una de las nuevas preguntas que nos hemos formulado es: digamos que sí, el
cuerpo se reutiliza para que otra alma lo use y alcance la iluminación. Pero, estos, ¿Existen al mismo tiempo que
aquella alma que usó ese cuerpo previamente, o, suponiendo que cada cuerpo condice el espacio y tiempo en que el
alma existe, están en tiempos y espacios diferentes al usuario anterior? Esta se nos ocurrió tomando a la vida como
si fuera una película interactiva en un cine, y que el alma está sentada en una butaca, mientras el cuerpo es la
pantalla que le muestra la ¨realidad¨; y que, cuando trasciende esta alma y entra otra, la película o vida, se vuelve a
proyectar, suponiendo que cada evento determinante en la película tiene diferentes posibilidades de afrontamiento
y que cada uno genera una cadena de eventos totalmente nueva y diferente a las ocurridas en ¨anteriores
proyecciones¨

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