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El presente libro está dirigido a las nuevas generaciones de buscadores de la ‘verdad’, aunque de
ninguna manera éste proclama ser la panacea del tema, discutirá lo más fidedignamente y de manera
concisa, la expresión escrita respecto a la inquietud del autor en buscar la verdad desde sus más
tempranos esfuerzos racionales, al tratar de responder a las cuestiones inmediatas sobre este tema,
pues de antemano sabemos que el tema es inacabable. Y a pesar de que existen detractores que
niegan la existencia de ésta.
Aun cuando el autor nació en una familia cuyo concepto de la realidad se entrelazaba con los
principios católicos de origen judeo-cristiano, la falta de respuestas coherentes en diversos temas lo
llevó a estudiar y analizar otras formas de pensamiento que en apariencia eran diferentes, pues
colisionaban en algunos aspectos entre sus aseveraciones fundamentales y en otros, eran los mismos
expresados de forma diferente.
Al principio seguiré una cadena de pensamientos que he estado utilizando en mis presentaciones
acerca de la filosofía oriental en escuelas de nivel medio superior, secundaria y preparatoria, aunque
puede ser leído y entendido por estudiantes y docentes de cualquier nivel académico; para después
comenzar a analizar los diferentes puntos de vista espirituales acerca de la ‘realidad’ que a través
del tiempo han presentado las diversas tradiciones centenarias de la India y de otros países que han
copiado estos conceptos o que simultáneamente los han descubierto por motivos desconocidos, o de
causalidad, o de casualidad.
Siempre teniendo en cuenta lo mencionado por la famosa teósofa Madame Blavatsky, ‘mi religión
es la VERDAD’, aunque el problema sea que a lo mejor ésta pueda estar en mi nariz y no pueda
percibirla como se debiera, o sea objetiva y claramente, para poder comunicarla a los buscadores
sinceros de ella.
Emilio Ituarte B.
Capítulo Primero
Generalidades acerca de la Filosofía
Para muchos, el término —filosofía— sonará desconocido dependiendo de su nivel académico, así
que perdónenme los que ya lo saben, pero iniciaremos desde cero. ¿Para qué necesitaremos de la
filosofía en nuestra búsqueda de la ‘verdad’, dirán los novicios? La cuestión es que la misma
palabra filosofía que significa (Filos-amante y Sofía- sabiduría) nos encamina directamente a
nuestro tema de la verdad en el más amplio sentido de ésta. Antes de continuar esta exposición,
sería bueno comentar que el idioma que utilizamos—el castellano—, proviene de la gran familia de
las lenguas Indoeuropeas, el cual está basado en las grafías devanagari (de los dioses) del sánscrito
que hasta la fecha se utiliza en todos los ritos religiosos védicos de la India, y que es la madre de
todas las lenguas occidentales como el latín, el griego, el francés, el portugués, considerados como
lenguas romances, por derivarse del latín vulgar y del latín clásico, así como el inglés y el alemán,
Nuestra conciencia y todo nuestro ser está conformado de palabras, conceptos, ideas que
corresponden con los objetos del mundo externo que nos rodea. Por ejemplo, si pensamos en una
fruta —la sandía— ésta existe en realidad en el mundo externo y aunque es un pensamiento y/o
palabra dentro de nuestra conciencia, también es un objeto en el mundo de la ‘realidad’, así pues la
conciencia se alimenta o se abastece de pensamientos e información de objetos del mundo externo
que se entremezclan e interactúan dentro de nosotros.
Ahora que, esa información puede ser verdadera o falsa, objetiva o ficticia. Que después se
convierta en subjetiva es otra cosa, pero no nos adelantemos con subjetivo y objetivo, para no
confundirlos, aunque pueden buscarlo en sus diccionarios. Algo así como esto, de la Real Academia
Española de la Lengua:
subjetivo , va. (Del lat. subiectîvus).
adj. Perteneciente o relativo al sujeto, considerado en oposición al mundo externo.
|| Perteneciente o relativo a nuestro modo de pensar o de sentir, y no al objeto en sí mismo.
objetivo , va.
adj. Perteneciente o relativo al objeto en sí mismo, con independencia de la propia manera de pensar
o de sentir.
Pero volviendo a nuestro tema principal, la sabiduría sería algo que es la verdad pura y plena
acerca del tema que estamos tratando de determinar; ya sea éste oculto u obvio, visible o invisible; a
diferencia sólo del acopio de información de la ciencia y sus científicos que sólo se abocan a los
fenómenos dentro de nuestra experiencia, de la materia inorgánica o de la naturaleza. Ya teniendo
en cuenta lo básico de la filosofía y cuyo fin es darnos las respuestas a nuestras interrogantes más
inmediatas respecto a la realidad, o sea entender mediante un conocimiento puro y fidedigno qué es
a ciencia cierta la realidad que nos rodea, diremos que ésta se pregunta, sólo para empezar, tres
cuestiones, que son:
Capítulo Segundo
Los Vedas y Nuestras Interrogantes (2)
‘Veda’ quiere decir literalmente ‘conocimiento’, pero revelado por la divinidad, no creado por algún
cerebro agitado por las hormonas de la grandeza, vamos a ponerlo de esta manera ahora y después
trataremos las diferentes nomenclaturas y formas del Dios Supremo Personal reconocido y
autorizado por las diversas sectas o tradiciones espirituales de la India.
Los Vedas son un grupo de escritos conformados por los cuatro vedas principales, el Atharva, el
Rig, el Yajur y el Sama vedas. Además los dieciocho Puranas o poesía épica que involucra
directamente a la divinidad, los Itihasas o historias y leyendas derivadas de Yajur (el Veda original)
que conforman el quinto Veda que incluye al Mahabharata, luego está el Ramayana, los Upanishads
y el Vedanta Sutra que es la síntesis de estos últimos, y otros, los cuales se consideran en total cerca
de 4,520 títulos de los cuales sólo menos de un 6% son del dominio público, los demás se han
perdido en el transcurso del tiempo.
Los hindúes ortodoxos consideran a los Vedas como la Verdad Eterna expresada en palabras eternas.
La mayoría tratan desde la creación, mantenimiento y destrucción del universo, hasta los ritos para
propiciar a los semidioses, pero principalmente de la adoración y comprensión de la verdad absoluta
o Brahman, también acerca de la astrología védica, la ciencia de las armas y la política para los
reyes, medicina, arquitectura, etc. Es mucha información que no se puede mencionar en este
pequeño libro, pero para ir al meollo de nuestra pregunta, ¿quiénes somos? Diremos que primero se
establece que las almas o jivas como se denominan en sánscrito son partes y porciones del Dios
Supremo Personal: jivera svarupa hoy krisnera nitya das. Y como tales son sirvientas (femeninas)
eternas (nitya das) de Dios (el eterno Dios Supremo masculino —Krishna—). Aunque Su
masculinidad y la nuestra sea completamente diferente, por Él ser trascendental y nosotros seres
humanos poseedores sólo de un reflejo de ésta en nuestros cuerpos materiales.
El ejemplo que presentan, por ejemplo los cheitanyitas, en este caso, es el de un cuerpo y sus partes,
la mano por ser parte del cuerpo está diseñada para (y su función es) servir a todo el cuerpo al
llevarle el alimento a la boca, al darle masaje si siente dolor, protegiéndolo en caso de peligro, etc.
O sea la primera lección en espiritualidad sería que: no somos el cuerpo. Esto es muy sencillo, pues
nunca nos referimos al cuerpo como al ‘yo’, por ejemplo, nunca decimos ‘yo mano’ o ‘yo pierna’,
sino que decimos, tengo una mano y tengo una pierna, existe el propietario del cuerpo y el cuerpo
que es sólo un vestido o cubierta del alma.
Por lo tanto, somos almas eternas sirvientas de Dios, hechas a imagen y semejanza de Él que es
amor y otros atributos trascendentales, así pues, nuestra función es amar a Dios sobre todas las
cosas, porque el amor es eterno, Dios es eterno y el alma es eterna, por lo tanto también su función,
y esta es su religión (relación) eterna. Esto contestaría la primera pregunta de una manera sencilla,
aunque existen otras implicaciones que por ahora no trataremos en esta obra. Como son, su forma
eterna y su función particular en el más allá o trascendencia, en la presencia de Dios y sus otros
asociados eternos.
Para la segunda respuesta, ¿qué es este mundo? Utilizaremos la filosofía Samkhya, que se menciona
en uno de los Puranas sattvicos (en bondad), el Srimad Bhagavatam, que dice que esta
manifestación cósmica es Pradhana, energía externa del Absoluto, veamos lo que nos dice la
Enciclopedia Británica basada en la secta shankarite:
Del sánskrito Prakriti (“fuente”), también llamada Pradhana (“principal”), en la escuela Samkhya
de la filosofía hindú, la naturaleza material en su estado germinal, eterna y más allá de la
percepción. Cuando la Prakriti (también naturaleza), llega a tener contacto con el alma suprema o
Purusha, inicia un proceso de evolución a través de diferentes niveles que originan la creación del
mundo material. La Prakriti está conformada por tres gunas (Literalmente “cuerdas,” o factores
constitutivos cósmicos o modalidades) que caracterizan a toda la naturaleza. Desde el punto de vista
Samkhya, sólo la prakriti es activa, mientras que las almas están encarceladas en ella y sólo
observan y experimentan. La liberación (moksha) consiste en la liberación del alma de la prakriti, al
reconocer su diferencia total de ella mediante la devoción a Dios y Su gracia.
Le tuve que arreglar un poco a la definición de la enciclopedia pues utilizó el concepto
impersonalista de Shankara (del siglo VIII a.C., el cual asevera que Dios no tiene personalidad y
que cualquier concepto respecto a esto es sólo una ilusión, o sea, no es real) que no es lo que
estamos tratando de definir, debido a que nuestra formación religiosa cristiana nos compele hacia un
Dios Personal. Luego ahondaremos en este tema que tiene que ver con el panteísmo o la idea de que
todo lo que vemos y lo que no, es Dios, pero sin personalidad, o sea el absoluto sin forma. Y aunque
es difícil tanto para un neófito como para alguien experimentado, el poder desenredarse de estos
conceptos confusos no los tocaremos ahora.
Los varios conceptos védicos acerca de la naturaleza material son los siguientes: Ésta es una
emanación eterna de Dios, que al momento de la destrucción del universo entra otra vez en la
personalidad Suprema (monismo). Ésta es una realidad eterna separada del Dios Personal Supremo
pero dependiente y sobre todo, diferente de Él, por ser inerte (dualismo). Ésta es igual a la Suprema
Personalidad de Dios y al mismo tiempo inconcebiblemente diferente de Dios (monismo-dualismo).
Como podrán ver se parecen todas en algo, y a fin de cuentas estas definiciones se encuentran muy
lejos de nuestra actual percepción humana limitada. Lo mismo se dice en mayor o menor medida,
acerca de las almas respecto a su relación con Dios.
En este punto podrían decir, ¿no que la verdad perfecta es una e inequívoca? Sí, la verdad es una,
pero las interpretaciones de ésta son variadas debido a la percepción de cada sabio, vidente, profeta
o iluminado, en tiempo y circunstancia, les voy a dar un ejemplo: El agua es una, pero en contacto
con diferentes variables o condiciones materiales se convierte en vapor o hielo, pero continúa
siendo agua. De igual forma, la verdad aunque única e indivisible, al tener contacto con nuestros
sentidos y percepción limitada e imperfecta, tiende a parecer diferente, de ahí la diversidad en los
conceptos védicos. Esto quiere decir que aun cuando alguien se ilumine y tenga una percepción
directa de la divinidad, debido a su condición atómica y dependiente de Dios, lo percibirá sólo
desde este punto de vista limitado, que ha sido sancionado por Él.
¿En qué se parecen estas definiciones? Pues en que la naturaleza es una energía aparentemente no-
consciente, que existe de una u otra manera eternamente y que depende de Dios, y se encuentra
conformada de los siguientes elementos fundamentales: tierra, agua, fuego, aire, éter, mente,
inteligencia y ego falso (algunos filósofos incluyen al ‘Tiempo’ como elemento de la naturaleza y
otros lo consideran como una ilusión espiritual), que son energías ‘separadas’ de Él, aunque en otro
sentido como ya vimos están unidas a Él por su dependencia intrínseca, que no tienen
aparentemente conciencia, pero la omnisciencia (percepción) de Dios es omnipenetrante es decir,
está en ellas y las regula, pero sin ser influida por éstas. El alma también es una energía
aparentemente ‘separada’ y para algunos vaishnavas ‘diferente’ de Dios. La combinación de estos
elementos materiales conforman el cuerpo humano que está constituido de sentidos y los objetos
con los que funcionan o interactúan, es decir, la luz, el sonido, los olores, los sabores, etc. Otra
definición de este mundo sería que son los conceptos equivocados o ilusorios de todas las personas
que creen que algo de este mundo les pertenece, o sea, dondequiera que vayan, encontrarán que
alguien dice que eso que ustedes ven es ‘suyo’, es decir esta ilusión se denomina en sánscrito como:
aham mameti, ‘yo’ y ‘lo mío’.
El mundo está conformado por las almas conscientes que creen que algo de este mundo (los
elementos antes mencionados y sus combinaciones) les pertenecen. Desde el cuerpo: mí cuerpo, mi
mente, mi mamá, mi ropa, mi casa, mi país, mi comunidad, mi auto, mi escuela, mi deseo, mi
futuro, mi novia, mi esposa, mis hijos, mi dinero, mi carrera, etc. Todo lo que ven a su alrededor es
ESTO. Y a donde quiera que vayan encontrarán esto, los judíos dicen que Palestina es suya y lo
mismo dicen los musulmanes, y por eso se pelean. ‘Yo’ y ‘lo mío’. Pero, ¿quién es este ‘yo’ y qué es
este ‘mío’? Ya lo vimos, el alma es este ‘yo’, parte de Dios o emanación de Él o sea una partícula
espiritual, y por lo tanto le pertenece a Él, y el mundo es una energía inferior, debido a su falta de
conciencia, separada de Dios o unida (como crean o quieran) y le pertenece a Dios; no a los
mexicanos, ni a los judíos o americanos o como se denominen a sí mismos, o por otros. Si este
sencillo concepto védico fuera aceptado por todos los seres pensantes, no existirían las fronteras, ni
las guerras debidas al nacionalismo, ni las envidias, ni el capitalismo, ni el comunismo, ni las
religiones de estado, ni nada que nos haga entrar en conflicto. Es más, el introducir esta filosofía
resolvería todas nuestras diferencias existenciales, de clase, de capacidad intelectual o de otras, etc.
Esto contesta satisfactoriamente nuestra segunda pregunta, ¿qué es este mundo?
Pasemos a la siguiente pregunta: ¿Cuál es mi relación con este mundo? Si el mundo es una
extensión de Dios, (o emanación, o realidad separada pero dependiente) en donde me encuentro
temporalmente para ser educado o supervisado, o probado en los caminos del bien y del mal, y se
me han dado diferentes leyes, normas o voluntades divinas que tengo que seguir para estar en
armonía con Dios; pues esto es lo que tengo que hacer.
¿Qué son las leyes de Dios? Por ejemplo, ¿cuál es el asunto más importante dentro del pensamiento
religioso judeo-cristiano, es decir, el primer mandamiento en la Biblia de la ley de Dios?: ‘Amarás a
Dios con toda tu alma y todo tu corazón’. Y el segundo dado por Jesucristo: amarás a tu prójimo
como a ti mismo. Estoy utilizando la Biblia, para que vean que no soy sectario y aunque parecía que
la había desechado para substituirla por los Vedas al no encontrar en ella las respuestas a nuestras
interrogantes filosóficas, no es el caso, pues en ella se encuentran verdades fundamentales eternas
que pueden ser utilizadas en este contexto y en otros.
Los Vedas dicen (la Bhagavad Guita cap XVIII-T66): sarva dharman parityajya mam ekam
saranam vraja aham tvam sarva-papebhyo moksayisyami ma suchah. ‘Renuncia a todos tus otros
deberes prescritos en las escrituras, por Mí, el Señor todopoderoso y el que a todos mantiene,
refúgiate sólo en Mí. Yo te absolveré de todos tus pecados. No te preocupes’. Y más adelante
Krishna, la Suprema Personalidad de Dios, menciona: manmana bhava mad-bhakto mad-yaji mam
namaskuru mam evaisyasi satyam te pratijane priyo’si me.
‘Dedícame tu mente, ten devoción por Mí, adórame y póstrate ante Mí. Al hacer esto es seguro que
tú vendrás sólo a Mí, te lo prometo de verdad; porque tú eres excepcionalmente querido por Mí’.
Para poder entender esta idea o concepto del –Amor a Dios— vamos a tratar de definirlo de una
manera sencilla y cercana a nuestra experiencia, porque habrá algunos seudo-filósofos que dirán
que la experiencia del amor divino no es de este mundo material sino una experiencia trascendental
y que lo único que experimentamos en este mundo es la lujuria, o la atracción sexual. ¿Cómo
sabemos que estamos enamorados o que amamos a alguien? Veamos primero el amor romántico. El
primer contacto que se tiene con una persona del sexo opuesto y lo que nos atrae es su forma,
después será su carácter y cosas intimas de ella, pero lo primero será su característica física, esa
forma involucra el cómo camina, como habla o sea su voz y su plática, cómo se ríe, cómo se arregla
o se viste, se peina, etc. Es decir, lo externo de ella. Estos atributos que denotan su personalidad y
que equiparamos con la belleza o que decimos son bellos, ¿de dónde vienen? ¿qué es la belleza?
Sólo diremos que ésta debe provenir del Dios Personal Supremo, pues la belleza la percibimos
como un atributo personal, aunque podemos percibirla también como un atributo impersonal que se
encuentra en la naturaleza, cuando decimos: ¡Que hermoso paisaje, atardecer, etc! Pero esto sería
una extensión de la belleza de Dios, pues es Su creación y debe estar imbuida por la belleza divina
original debido a su conexión con Él, ustedes saben, causa y efecto. El efecto debe poseer algo de
su causa. Un hijo aunque diferente de sus padres, posee algunas características de ambos
progenitores y de sus antepasados.
Pero regresando a la belleza humana, cuando decimos que alguien es feo o hermoso, ¿a qué nos
referimos? Pues a que en la medida en que se parece a la Persona Suprema es hermosa y si tiene
alguna distorsión de la armonía existente entre la nariz, los ojos, la boca, etc, o con los miembros
superiores o inferiores, por algún accidente ya sea de nacimiento o de una quemadura o trauma,
decimos que quedó horroroso o feo. O sea que la medida sería Dios o su prototipo y de ahí hacia
abajo, lo que se aleje de su imagen, la desfiguración, es repugnante o desagradable para nuestra
conciencia. Pero debe existir un modelo perfecto que es Dios. Por eso la vejez es evitada lo más
posible, mediante los supuestos adelantos de la ciencia, con operaciones, cremas, vitaminas,
ejercicios, etc. Porque los viejos van perdiendo la belleza, es por ello que no creemos en esa imagen
descrita por el pintor de la Capilla Sixtina, donde describe a Dios como un viejo, ser viejo no es
hermoso. Las jovencitas raramente se enamoran de los viejos, ¿no es así? Es una especulación
alucinada adoptada por todos los seguidores que no tienen capacidad de pensar, esta es una de las
razones del origen de esta pequeña obra. ¡Que piensen!
Pero regresando a nuestro tema del amor romántico, las características de la persona que nos gusta,
se nos introducen directa y sutilmente a nuestra mente y memoria, y comenzamos a pensar en ella
muy seguido, a recordarla, y a eso le llamamos enamoramiento. El pensar continuamente en alguien
con afecto o agrado. De igual forma si pensamos todo el tiempo en Dios, este acto es un acto de
amor, porque no concentramos nuestra mente en otras cosas, sino en Él y a esto se le considera
como adoración, mediante la función de la inteligencia, pues se necesita de esta última para dirigir o
utilizar nuestra mente en esa dirección de acción.
Esto lo podemos decir también de las demás formas de amor, el paternal, el fraternal, filantrópico,
interpersonal, etc. En el caso de los hijos, nos vemos reflejados en ellos y de ahí surge el amor,
porque nos amamos a nosotros mismos. En el caso de la amistad, es lo mismo, nos identificamos
con el amigo, por la edad, los gustos, el parecido, si traemos el pelo largo o corto, si tenemos las
mismas aficiones, etc. En el caso de la filantropía, puede ser por creencias religiosas de que
sirviendo al prójimo servimos a Dios y por ello servimos a nuestros congéneres, tratamos de ver en
ellos a Dios, el objeto más atractivo y adorable.
Los Vedas registran cinco principales relaciones amorosas con Dios: neutra, servicial, de amistad,
considerándolo como un familiar, y por último, considerándolo como pareja o consorte divino.
Claro que desear no empobrece el deseo, sino que éste se esperanza por sí mismo, ahora que,
realmente lleguemos a lograr que Dios sea nuestra pareja romántica, lo dudo; aunque no hay
imposibles para Dios, pero no debemos aspirar donde no nos corresponde. Pero el sentimiento
existe, de esto no hay duda, sobre todo en la India y particularmente en la secta bengalí del Santo
Cheitanya, elevado por sus seguidores a la posición exaltada de Dios mismo. Lo cual es
comprensible, pues cuando alguien se identifica tan intensamente como lo hizo este súpersanto
iluminado con Dios, se imbuye de tal manera en la divinidad, que los que están a su alrededor,
llegan a no notar la diferencia entre el adorador y el adorado. Pues el primero se funde en un océano
de amor, que lo hace olvidarse de su personalidad, y sólo permanece la persona amada, que en este
caso era o es, la Pareja Divina, Radha y Krishna. La cuestión es que en la misma época (el siglo
XVI) en que apareció este notable Santo, simultáneamente aparecieron otros dos o tres súpersantos
notables que también se les denominó como encarnaciones de Dios (o sea el mismo Dios) o
porciones apoderadas de la divinidad, Vallabhacharya Mahaprabhu, y en gran medida Hit Harivansh
Mahaprabhu, aunque sus fundamentos conceptuales son un poco diferentes, luego los veremos con
detenimiento. Todos altamente respetables y dignos de un estudio metódico filosófico y religioso,
sin fanatismos, por favor. ¿Por qué estos fundadores de sectas védicas renacentistas, son tan
atractivas? Lo veremos si quieren seguir leyendo en el siguiente capítulo.
Así pues, y para terminar esta disertación, nuestra relación con el mundo, debe ser una extensión de
nuestro amor por Dios, y la mejor manera de demostrar este amor es a través del servicio, o sea el
alma cuando es creada o emanada o como lo quieran poner o decir, existe con la función de amar de
una manera innata, no la puede cambiar, nacimos para amar a Dios y a los demás que son partes o
extensiones de Él (o Él mismo para los panteístas), y así mismo, tanto a la creación o naturaleza,
como a las personas, que en realidad son almas espirituales en proceso de realizar esta verdad. ¿Esto
contesta la última de nuestras preguntas?
O sea que si mi religión ‘entre comillas’ o ideología, me dice que tengo que aventar cohetones que
causan la muerte de mis congéneres por ser extremadamente peligrosos y molestan al vecino por su
ruido ensordecedor, esto no es amar a los demás es molestarlos a lo tonto y no puede ser una
función del alma, porque no estoy sembrando el amor sino el descontento. O si mi supuesta religión
me dice que tengo que ponerme muchas bombas en la cintura para matar a otros y asumo que esto
me llevará al cielo para disfrutar de vírgenes y vino, esto es una estupidez mayúscula. La religión
católica por ejemplo, quemaba a la gente que no estuviera de acuerdo con sus dogmas primitivos,
esto no puede ser una función del alma. Los musulmanes predicaban con la espada, le preguntaban
a la gente de por sus latitudes: ¿aceptas a Mahoma como el único profeta y a Alá como al único
Dios, o mueres? Pues la gente lo aceptaba o moría, no le quedaba de otra, fue así como creció esta
religión primitiva. El Judaísmo también tenía lo suyo, era muy particular, sólo los judíos podían
pertenecer a ella, ‘los elegidos’, los demás debían ser vistos como aparte de ellos, de ahí nació su
exclusivo nacionalismo religioso que tantos dolores de cabeza les ha originado. No tienen un
verdadero conocimiento universal, excepto el cristianismo, con todo y su insuficiencia filosófica.
Pues Jesucristo no pudo decirles toda la verdad, lo hubieran matado no a los tres años de prédica
sino a los tres segundos de decirla. Así estaban las cosas en aquellos tiempos. Lo mismo se puede
decir de la alimentación, si mi ideología me dice que los animales no tienen alma y las plantas
tampoco, pues a matarlos y comérmelos. ¡No! ¿por qué? ¿qué es la vida? ¿por qué la Biblia dice
que no hay que matar? Dios es el origen de la vida y es la vida. Dios, supuestamente puso a Adán y
a Eva en un huerto paradisíaco, no en una carnicería. Los animales son nuestros hermanos vivos que
sienten como nosotros, tienen conciencia, pues viven como nosotros y sufren, no debemos hacerlos
sufrir y decir que es mi religión. Son entidades vivas que por sus acciones pasadas se degradaron en
esta vida a la existencia de animales. Así nos lo dicen los Vedas, o sea el conocimiento verdadero. Y
luego por qué se queja la gente de que tienen cáncer y otras enfermedades mortales, por lo mal que
se alimentan basándose en su ideología equivocada. ¿Ven lo peligrosa que es la ignorancia? Lo
mismo se puede decir de tomar vino, los cristianos dicen que su Dios (Jesucristo) se emborrachaba
(hasta aparecía vino de la nada) y que también ellos lo hacen, imitándolo. Y que esa es su religión.
Envenenarse por intoxicación y luego ir a atropellar a alguien con el coche o hacer alguna
estupidez.
Capítulo Tercero
Diferentes Conceptos Teológicos Fidedignos
Después de analizar estas tres preguntas cruciales, surge una pregunta lógica respecto a cómo
vamos a dinamizar los conceptos recién adquiridos en beneficio de nosotros mismos y de los demás,
es decir, en la búsqueda de la felicidad permanente. Ya sabemos que somos almas espirituales, que
el mundo es una creación (o emanación, o es Él mismo pero en grados diferentes de existencia) de
Dios, para que las almas que desean gozar aparte de Él personalmente o sin tomarlo en cuenta, lo
intenten con la consiguiente reacción de placer o dolor, aunque algunos pensarán que Dios hizo este
mundo sólo para nuestro disfrute, pero entonces ¿por qué existe tanto sufrimiento en el mundo?
También, que no somos el cuerpo material y debido a éste es que sufrimos, pues es sólo un vehículo
del alma constituido de elementos materiales, como agua, fuego, tierra, etc. Para poder hacer esto
—dinamizar o ponernos en acción—necesitamos más conceptos revelados que nos guíen en este
camino de la perfección. Es aquí donde surge el —Vaishnavismo— o el concepto incluido en los
Vedas de que Dios es una Persona Suprema, digna de recibir nuestras adoración, nuestro amor,
atención, estudio, para después poder comunicar a otros estos conceptos, y más almas lo
glorifiquen, pues es parte de Su voluntad que mediante esta glorificación y entrega, todas las almas
encuentren por fin la paz, y el estado perfecto de felicidad, que todos anhelamos en lo más
recóndito de nuestro ser.
De ahí surgen varias revelaciones o interpretaciones que pueden confundirnos si no tenemos una
idea clara de este fenómeno indispensable que es el Vaishnavismo.
Como le mencionaba hace poco a una amiga vecina de Valle de Bravo, que es donde resido
actualmente; soy de la opinión de que lo malo de cualquier secta basada en alguna enseñanza
revelada, es que ésta verdad siempre trae consigo (y por consiguiente les da la oportunidad a las
entidades agobiadas por el engaño innato, a que aporten) su dotación de omisión, la cual produce la
falsedad y la mentira, debida a la especulación y que se encuentra pegada, por decirlo de alguna
forma, o es una parte ilusoria o reflejo distorsionado de ella misma, porque así es el Absoluto, debe
incluir lo que no es realmente, como parte lógica de su totalidad y con el propósito de confundir a
los que creen que este camino es imposible o fácil (Dependiendo: imposible para los ateos que se
les hace ésta una tarea absurda, y fácil para los engañadores que se hacen pasar por iluminados para
engañar a los demás, sin serlo) o de darles a los escépticos su dotación de argumentos para difamar
y trasgiversar la Verdad, y con ello proveerles aparentemente de cierta libertad de pensamiento.
Algunos ejemplos: El alma no es el cuerpo, pero cree que sí lo es, esto es una ilusión y una mentira
que aparentemente cree el alma y que es generada por Dios. Otro: Dios es todo y es el más bello y
atractivo, y el alma aun cuando es Su parte y porción no lo ve o lo percibe de Persona a persona con
toda Su grandeza, y es mantenida en la oscuridad por medio de la ignorancia que es su cuerpo y
mente materiales constituidos de elementos de energía inferior sin conciencia, esto es otro engaño o
mentira hacia el alma de parte de Dios. Otro ejemplo sería el del Budismo, los budistas de acuerdo a
las enseñanzas de su fundador no creen en Dios y por lo tanto no lo veneran, siendo que el Buda
mismo es una de las diez encarnaciones de Dios (Vishnu, lit. omnisciente) según los Vedas o para
los Vaishnavas, quien apareció en este mundo en forma personal para darles a estos ateos
argumentos con los cuales pudieran negar Su existencia, otra forma de mentira u omisión hacia
cierto sector humano que lo merecía o lo merece, si es afín a este concepto.
Y así podemos continuar indefinidamente con los ejemplos. Esto no quiere decir que no podamos
obtener contestaciones perfectas a nuestras preguntas, a sabiendas que podemos encontrarnos con
mentiras ‘reveladas’ como la budista u otras. Porque debemos entender que Dios les dará cierta
información a sus partes y porciones de acuerdo al deseo de ellas, más Su sanción. Así por ejemplo,
los Testigos de Jehová (secta norteamericana), desean un paraíso terrenal donde puedan vivir con
sus cuerpos materiales en perfecta paz y con su salvador Jesús; pues existe esa opción en el Satya
Yuga o la Era de Oro Védica, donde las entidades son 100% espirituales o religiosas y viven la
friolera de 100,000 años sin que haya deterioro o vejez y enfermedades, en este mismo mundo
material. Así que esta prédica de ellos es parcialmente verdadera pues su concepto del alma es
deficiente, imperfecto y primitivo, y por lo tanto para nada trascendental, debido a su carencia de
conocimiento de ésta dimensión en sus escrituras. Clásico deseo gringo de poseer la tierra
indefinidamente, pero como supermanes.
Vemos que la omisión en las escrituras da lugar a la especulación que es otra forma de mentira o
ficción (interpolaciones), como las del catolicismo romano, con su purgatorio creado para satisfacer
una necesidad material y vender sus indulgencias en el siglo XVI, o la práctica de la inquisición de
matar por medio del fuego a sus perseguidos para que salven su alma.
Para terminar, la Verdad es la Verdad pura pero la mentira impura le cuelga (El Bhagavatam
menciona que en la espalda o en la parte de posterior de Dios, se encuentra la irreligión) o está
añadida de alguna manera, para servirla o por ser ella una parte de la totalidad de la realidad o una
posibilidad dentro del absoluto, y así vemos que las películas son mentiras muy bien contadas y que
reciben honores de la sociedad, lo mismo podemos decir del teatro, que aunque está basado en
hechos de la vida real, al representarlos son mentiras, falsedades y las más de las veces
exageraciones que no les han pasado a los actores en realidad, pero que son revividas de una manera
fingida para enseñarle a la sociedad o simplemente para entretenerla.
Teniendo en cuenta este punto, de que por fuerza nos vamos a encontrar con alguna incongruencia
en el Vaishnavismo, que aunque es éste un proyecto de conocimiento para la perfección, moralidad
y de conducta proveniente de Dios respecto al mundo temporal e ilusorio para el alma, no se
encuentra libre de que alguien imperfecto le introduzca su problemática existencial limitada, pero
procedamos a investigar qué es.
Como ya mencionamos antes, el Vaishnavismo es una de las revelaciones Védicas respecto a que la
Verdad o el Absoluto, comprende también a una Persona Suprema Hermosa y repleta de amor
trascendental, y con todo los atributos concebibles e inconcebibles. Aquí viene un punto muy
importante y que mencionaba Antonio Caso nuestro querido paisano y filósofo mexicano, él decía,
‘la gente puede vivir sin conocimiento pero no puede vivir sin Amor’. Tenía razón en esto, a la
gente no le importa saber muchas cosas importantes y de sabiduría lo que quieren es divertirse,
gozar, reírse del último chiste político, enajenarse con las telenovelas, ni siquiera quieren saber que
tienen cáncer por comer porquerías como la carne de animales inocentes (carroña), sólo quieren
disfrutar como bestias o peor, porque los animales no se intoxican con alcohol y otras sustancias
tóxicas.
Por ello el conocimiento es importante hasta cierto punto y sólo como guía para ayudarnos a vivir y
a compartir el amor universal. Teniendo en cuento esto, el conocimiento que les quiero comunicar
es sólo un medio para que cultiven al amor en todos sus matices y formas que pueda existir, hacia lo
humano, hacia la naturaleza, hacia lo divino o trascendental, y hacia lo imaginativo o lo que está
más allá de nuestra capacidad de entender, hacia las demás personas intolerantes y sectarias que
abundan a nuestro alrededor, etc.
Como ya mencioné, el Vaishnavismo está implícito en los Vedas que no sólo lo abarcan a él sino a
otros conocimientos, pero que es el meollo de nuestra disertación. Y aunque el conocimiento es las
más de las veces o casi siempre, independiente de los grupos religiosos o de devotos que se agrupan
a su alrededor, es la raíz y fundamento de las sectas o religiones que existen en el mundo, y sus
diferencias serían sus distintas interpretaciones.
Les voy a dar un ejemplo para que se entienda esto mejor: No obstante Jesucristo les dijo a sus
seguidores que amaran a sus enemigos, los cristianos siempre odian a sus enemigos y han
promovido infinidad de cruzadas medievales y de otras para exterminar a éstos, entonces ¿dónde
quedó el conocimiento o la enseñanza de Jesús? En los libros nada más, pero el que puede seguir
estas enseñanzas es un verdadero devoto.
Así pues, el primer exponente sectario y a la vez universal del Vaishnavismo que se conoce fue
Ramanuja del sur de la India, en el siglo VII d.C., quien organizó a los devotos en cofradías
religiosas para adorar a Vishnu y su consorte eterna Sri Lakshmi (la diosa de la fortuna), después le
siguió Madhavacharya en el siglo XIII d.C., hasta el siglo XVI que dio lugar a tres fundadores de un
Vaishnavismo un poco diferente entre ellos, el de Vallabhacharya, el de Cheitanya y el de Hit
Harivansh Mahaprabhus.
Aunque la contribución de Ramanuja respecto al Vedanta o la conclusión más elevada y sintetizada
de los Vedas fue muy grande, su influencia en el devenir del hinduismo es todavía más grande. Al
introducir la urgencia para la adoración devocional o Bhakti en su doctrina de salvación o mukti. Y
con esto le da al Bhakti una base intelectual sin igual. Y desde esa época le da una fuerza mayor a
todas las sectas religiosas del hinduismo de norte a sur y de este a oeste. Su conclusión filosófica
basada en la revelación védica se le llama ‘monismo modificado’ o sea admite la identidad de la
materia , el alma y de Dios en una sola realidad. Algo parecido al pensamiento de Shankara pero
con la introducción del Dios Supremo Personal o Vishnu y su adoración concomitante.
Todo es Dios pero modificado en estas tres categorías. El ejemplo que refiere es el siguiente: así
como el cuerpo en cierta manera modifica al alma, pero no tiene una existencia separada a la de ella
y sin embargo es diferente de ésta, de igual forma las categorías, de las almas y la materia,
constituyen el Cuerpo de Dios, que hasta cierto punto lo modifican y no tienen una existencia
separada de Él. Por lo tanto, la meta del alma es la de servir a Dios, así como el cuerpo sirve al
alma. Cualquier cosa diferente de Dios es una emanación de Él y todo el mundo fenoménico es una
manifestación de la gloria de Dios, y negar su realidad, como lo hizo Shankara, es negar Su gloria.
Por lo tanto la salvación para Ramanuja es la búsqueda positiva de la contemplación de Dios.
Encapsulada, es más o menos su exposición de las verdades védicas reveladas o su interpretación.
Por ser de los primeros Vaishnavas organizados en la India, poseen los templos más antiguos y
enormes del sur de ésta, como Tirumala y Rangakshetra, el primero está forrado de oro puro, en sus
techos y paredes, y el ejército de la India se encuentra siempre ahí para protegerlo. Ramanuja tuvo
una visión de Vishnu y su consorte Lakshmi, y por ello se dedicó a su adoración, durante toda su
vida.
Madhavacharya del siglo XIII a.d., nació en una familia brahmánica, y su vida, en muchos aspectos,
se parece a la de Jesús, pues se le atribuyen milagros parecidos a los que este último llevó a cabo,
por ejemplo, cuando era joven lo encontraron sus padres, después de buscarlo durante cuatro días
por todas partes, discutiendo eruditamente con sacerdotes de Vishnu; más tarde en un peregrinaje a
la ciudad santa de Benares, se dice que caminó sobre las aguas del Ganges, también multiplicó
panes, calmó las aguas y se dedicó a ‘pescar’ hombres para su redención.
Es considerado como la encarnación de vayu o el semidiós del viento, elaboró la doctrina
Tattvavada la cual establece que la realidad es dual, o dveita, no monista, es decir, afirma las eternas
e inmutables diferencias entre las almas o jivas, y Dios, y además las cinco diferencias, en donde las
tres clase de entidades del universo, la materia sin conciencia, el alma con conciencia y Dios o
Ishvara (el controlador) son todas reales, y sus diferencias también son reales. Tattva quiere decir
entidad real, y Tattvavada significa ‘doctrina de las entidades reales’. También se le denomina como
Bheda-vada (doctrina de las diferencias). La comprensión de estas cinco diferencias pareciera
trivial, pero tras una consideración cuidadosa, uno se puede dar cuenta que al entenderlas todas
apropiadamente, uno necesita saber las propiedades significativas de cada clase de entidad en todo
el universo. Por que se dice que toda la miseria e infelicidad es debida a la falta de comprensión de
una o más de estas diferencias. Por ejemplo: si uno actúa ignorando la supremacía del Señor
Vishnu, y sufre a consecuencia de esto, se puede decir que falsamente uno se ha envestido a sí
mismo de Sus propiedades únicas e irreproducibles, como la independencia, la potencia, etc. En
forma similar, la aflicción que uno experimenta debido a la pérdida de la belleza física, de la fuerza,
vitalidad, etc., o debido a la muerte de un ser querido, es debida a la falsa identificación del cuerpo
sin conciencia y que siempre está cambiando, con la consciente alma inmutable. En el mundo
material, quien toma por oro al cobre, al vidrio por diamante, etc., que son fallas en la percepción de
las diferencias, son causa de lamentación. Mas uno que percibe correctamente y plenamente las
cinco diferencias, se dice ha alcanzado el conocimiento y es adecuado para la salvación o mukti.
Más o menos es la filosofía de este gran devoto y filósofo, que también promueve la adoración de
Vishnu en la forma de Krishna como niño, en su principales templos. Las literaturas de ambos
vaishnavas es muy prolífica y en ocasiones colisionan. Por aquello de que la verdad da cabida a la
omisión o a la desviación o distorsión; se acuerdan de lo del agua (hielo, vapor, etc), no quiero con
esto justificar cualquier aberración que se dé en el Vaishnavismo, y que se ha dado.
Ahora que lo del Dios por temer, se debe a que Vishnu es el Dios todopoderoso que vive con todo
lujo en Vaikuntha, un lugar sin ansiedad, vejez, ni muerte, rodeado de todos sus poderes
sobrenaturales, con palacios súper majestuosos, en donde las entidades vivientes sienten un
ambiente de respeto y admiración descomunal hacia Él (que desde nuestra posición dependiente y
pequeña se traduciría en temor reverencial) y su figura muestra varios brazos (mínimo cuatro)
debido a su poder, dos para sus devotos con objetos benéficos y dos para sus enemigos, con armas,
porque esta es la posición de un rey supremo, o sea un guerrero o de la casta belicosa. Como lo
llamaban los antiguos judíos.
Ya que la meta de éstos era la conquista de la tierra, su religión tenía características guerreras. La
Enciclopedia Británica menciona: “Organizados como un ejército llamado ‘Las Hueste de YHWH’
Ex. 12:41, ellos acampaban en un cuadro protector alrededor del paladium —una especie de carpa
donde el Arca de la alianza, con las ‘Tablas del Convenio’, descansaban— y cuando viajaban
cargaban los objetos sagrados custodiados por los Levitas (una tribu que llevaba a cabo las
funciones religiosas), cuyos rivales, los Aaronitas tenían el monopolio del sacerdocio. Dios, que en
ocasiones era llamado ‘El Guerrero’, marchaba con la armada y parte del botín era entregado a sus
ministros”.
Dios puede hacer y deshacer o destruir lo que quiera, éste es el Dios majestuoso que hay que temer.
A diferencia de Krishna que es un Dios amoroso, romántico y cercano, dulce, en la forma de un
niño, que todos aman, y con quien juegan, hasta a subirse en sus espaldas, regañarlo (sus padres) o
castigarlo y hacerlo llorar. Mas esto no se puede hacer con el majestuoso Vishnu.
Capítulo Cuarto
Vrindaban, la Tierra del Dios Supremo
Epílogo
A través de este escrito hemos investigado brevemente los diferentes conceptos teístas vaishnavas
de mayor relevancia en la India y en el mundo. Esto nos hace poseer, si es que aceptamos sus
aseveraciones, una cierta claridad de pensamiento para ver la realidad que nos rodea e influye
intrínsecamente desde este punto de vista, el más hermoso y razonable que su servidor conozca.
Ahora que el tener una vivencia real de la divinidad es nuestro mayor anhelo en la vida, y para eso
se necesita un corazón puro como mencionara Jesús el Cristo en el sermón de la montaña: ‘... los
puros de corazón verán a Dios’. Pero, ¿cómo podemos limpiar nuestro corazón de toda impureza
material para alcanzar este fin? Los sabios vaishnavas por tradición nos dicen que debemos
aproximarnos a un Guru o maestro espiritual fidedigno, por que él ya ha visto la ‘Verdad’ y puede
por ello comunicarla y entrenarnos en Su servicio trascendental. Esto es el meollo del asunto y
también la búsqueda de alguien casi imposible de encontrar en nuestro ambiente actual occidental.
Pues sabemos que después de haber alcanzado la iluminación todos nuestros problemas
desaparecerán para siempre. ¿Qué más necesitamos aparte de obtener la asociación de Dios, qué le
puede faltar a Él?
El otro día estaba viendo un programa en la T.V. donde le preguntaban a diferentes personas en la
calle que qué le dirían a Dios si se lo encontraran de imprevisto, y los más dijeron que le pedirían
arreglara los problemas de la ciudad de México (¿?); no quieren a Dios, quieren a un político
perfecto que solucione sus problemas materiales. No ven que su problema principal es envejecer,
enfermarse y morir, aun cuando sean hijos del Dios eterno, siempre joven hermoso y poderoso. La
ignorancia es bárbara y bochornosa, y la estupidez también, mas la culpa la tienen los líderes
religiosos que no tienen la verdadera información acerca del tema Divino. Los padres o sacerdotes o
rabinos o imanes o lamas o pastores en general pueden ser piadosos y buenas gentes pero nada más,
por lo regular no tienen la tan anhelada iluminación, y he escuchado que en casi todas las sectas
vaishnavas se han cocido también las habas o existen engañadores que lo único que quieren es
sacarte el dinero y la vida. Yo los invito a investigar pacientemente quién es quién en el
vaishnavismo y no dejarse sorprender, sobre todo por los Gurus occidentales, que buscan algo más
que iluminar y proteger espiritualmente a la gente. Las más de las veces su anhelo es controlar y
volverse pequeños dioses que desean recibir mezquinas reverencias y alabanzas no merecidas. Una
de las situación más comunes en los movimientos hinduistas que no son vaishnavas, es el dogma de
los shankarites, o el monismo absoluto (kevaladveita), el cual te da un espacio ideológico para que
llegues a pensar que te puedes convertir en Dios mismo, esto es de lo más absurdo y demoníaco,
hace pocos meses, aquí en Valle de Bravo conocí a un español que andaba predicando un sistema de
Yoga hindú cuyo Guru, por cierto una mujer, decía ser Dios o el espíritu santo; y luego en Internet
anduve investigando de parte de algunos ex-discípulos quejosos, que les había quitado sus hijos con
el pretexto de que eran Suyos pues ella era Dios, y ya saben que todo pues le pertenece a Él. Esto
además es una aberración, no se dejen engañar por nadie, si alguien les dice que es Dios, que se los
compruebe, que llegue a crear enfrente de ustedes una lunita o un solecito chiquito algo que
demuestre su poder cósmico siquiera.
Hasta donde tengo información y de segunda mano, es decir de un amigo mexicano que estuvo
viviendo en la India durante diez años, el movimiento más puro vaishnava es el Radha-vallabha
sampradaya (tradición) en Vrindavana India, esto quiere decir que nos tenemos que trasladar hasta
allá si queremos investigar estos conceptos en forma seria y con el debido respeto que se merecen.
Pues, ¿qué otro objetivo en la vida puede ser más importante que éste?
Apéndice I
Al inicio de este ensayo, puntualizamos el tema principal y lo denominamos como Verdad absoluta
o realidad última que sería otro nombre que le podríamos dar, buscando una unidad simple y
primordial como fundamento del ‘todo’ que es la realidad que vivimos o que han vivido nuestros
antecesores y que posiblemente continuará indefinidamente; pero aquí surgiría una pregunta, ¿no
todo tiende a lo contrario, dirían nuestros detractores? Es decir, no a una unidad indivisible y
primigenia, sino a una ilimitada divergencia y diferenciación innata del todo? Por ejemplo, no existe
una persona igual a otra hablando de la especia humana, y dentro de los sexos de la especie, existe
la diferencia del varón y la hembra, así como la distinción entre las entidades animadas e
inanimadas; y si producimos algo, como los billetes de alguna denominación monetaria en que
todos son iguales, los tratamos de diferenciar de su igualdad foliándolos. Otro ejemplo pertinente,
respecto a esto, sería que aun cuando constantemente producimos pensamientos que después de un
tiempo se desvanecen o se esconden en la memoria, para luego ser evocados, sin embargo, un
pensamiento siempre persiste que le podríamos llamar conciencia o la esencia del alma, que es
única y constante; de igual forma todo lo que vemos, tanto animado como inanimado, emana de
Dios y con el tiempo se desvanecerá o sumergirá en Él, sin dejar de existir, pero Dios siempre
permanece constante, por ser eterno. Manifiesto e inmanifiesto. Podríamos sintetizar este fenómeno
de la siguiente manera de acuerdo al aforismo unpanishádico de los Vedas: ‘...el ser absoluto y
supremo e infinito es Uno pero desea ser muchos’. Y en este paso del ser, al desear, se deviene la
infinita variedad fenoménica que experimentamos. Ésta sería una explicación de lo que vemos
como realidad externa, subjetiva y objetiva. Pues el ser humano primero mira o busca la verdad
hacia afuera, luego hacia adentro y después hacia arriba. Hacia afuera conoce, hacia adentro siente y
hacia arriba venera o se sorprende. Esta fuerza de diferenciación es lo que experimentamos como
individualidad de la conciencia que pugna por unirse, por comulgar, o establecer una comunión con
lo divino que es perfecto e inmutable y que en su esencia carece de la carencia, y que nosotros, a
diferencia de Él, siempre estamos anhelando algo, superior o inferior, dependiendo de nuestra
estupidez o ignorancia o por qué no decirlo de nuestro impulso también divino en el caso de lo
superior. Ahora si Dios es el amor en general y como lo define la palabra que es una y lo denomina
en forma simple (aunque conformada de varias letras), esto no le dice mucho a mi capacidad
humana de entendimiento, al querer comprender la unidad absoluta; será por la diferencia
dimensional de mi existencia, o sea tridimensional, comparada con las posibilidades relativas
pluridimensionales infinitas o unidimensionales absolutas de la verdad como unidad. Al amor sólo
se le puede medianamente comprender, en un contexto relativo y tridimensional dinámico del
objeto amado, el sujeto amante y su interacción sentimental de sus sistemas que también son un
conglomerado de diferencias sustanciales que conforman el cuerpo humano como un todo, pero que
interactúa desde sus miembros o partes. Es decir, la boca habla del amor que es evocado tanto por el
amante como por el amado, los ojos ven al amado y lo buscan, los oídos desean escuchar las
palabras amorosas del amante o viceversa, el corazón desea tanto amar, cuando no lo ha hecho o por
imitación de los paradigmas sociales de los sucesos románticos de la historia, etc. En la experiencia
relativa de la realidad fenoménica, el amor es un concepto emocional tanto subjetivo como objetivo
que envuelve, involucra, subyuga y trasmite belleza y continuidad a través de la persistencia de las
especies y de la vida en sí. Y en medio de toda esta fascinación sensorial, tanto animal como mental,
o espiritual si se quiere entender así, está el paso del tiempo que trae consigo, el desamor, el olvido,
la muerte, la desaparición del ser conocido y amado en otro ente viejo y decrépito; claro que no
somos completamente negativos respecto a esto, pues en medio de la muerte, la vida siempre
persiste, en medio de la mentira, la verdad también persiste y en medio de la oscuridad, la luz
persiste, así como en medio del odio y de la indiferencia, el amor persiste. Y por ello podemos
concluir que la Realidad Última es la vida, la verdad, la luz y el amor; pero como que siempre Ésta,
se encuentra sujeta a un continuo cambio de su ser en algo que no es Ella, y que es su ser
distorsionado y aparentemente malévolo, feo y desagradable: la vejez, la enfermedad, la muerte, la
desesperación, el dolor, la estupidez, el infierno, la intolerancia, el odio, la envidia, la codicia como
sistema de vida; el puro y simple –mal–.
¿Cómo podemos entenderlo desde el punto de vista vaishnava o de la razón? Para empezar les diría
que es una posibilidad, para generalizar, dentro del absoluto y que la misma causa que produce la
diferenciación del ser en muchos es la que alberga o da cabida a que exista o encuentre las
circunstancias favorables para su desarrollo este dichoso mal (ni tan dichoso). Los vallabhacaritos
mencionan que el mal es como el fuego que no le causa dolor al fuego mismo, o el frío que no daña
al frío mismo, por lo tanto, respecto al absoluto el mal no lo afecta de ninguna manera en su
esencia, pero esto, a decir verdad, no lo entiendo muy bien como analogía respecto a mi propia
problemática existencial, será por mi estupidez. Y que si queremos poner a los pies de Dios alguna
imputación de imparcialidad de Su parte, ya que los habitantes del cielo o semidioses están
gozando, mientras que los habitantes del infierno o sea los demonios están sufriendo. No sería
válida, así como no es válido el que digamos respecto al cuerpo, que es una unidad aunque provista
de muchas partes, que somos parciales con alguna parte del cuerpo, como los pies por tenerlos
siempre en el suelo y en la posición más baja, mientras que la cabeza siempre se encuentra arriba y
erguida. Y que para darles gusto a los quejosos de la parcialidad que le brindamos a la cabeza,
tuviéramos que poner los pies siempre en alto y a la cabeza siempre arrastrarla por el suelo para
dejar de ser imparciales. Esto no es posible, algunas cosas son para ocupar lugares superiores y
otras para ocupar los inferiores. Como ven si no contamos con la ayuda de la revelación es muy
difícil encontrar respuestas coherentes a nuestras interrogantes y nos la pasaríamos divagando y
especulando acerca de lo que es verdadero o no; o cómo explicárnoslo.
Ahora viene otra pregunta, si Dios que es trascendental, no es esencialmente y constitutivamente de
esta dimensión de tres coordenadas. ¿Cómo podemos explicarlo con palabras tridimensionales?
¿Aunque ya vimos que no podemos explicarnos al amor mas que de una forma tridimensional? ¿O a
lo mucho tetra-dimensionalmente si tomamos en cuenta al tiempo como cuarto elemento en su
devenir dinámico del amor hasta llegar al cenit y el crepúsculo de la aparición del desamor?
Voy a tratar de hacerlo tomando en cuenta a Sri Hit Harivansh y su explicación del Nitya Vihar o el
mundo espiritual donde los pasatiempos divinos de Radha y Krishna, La Pareja Divina, se llevan a
cabo una y otra vez de forma infinita e ilimitada. En esta dimensión espiritual y absoluta, existen
todas las posibilidad de forma ilimitada, el tiempo es recurrente y circular, y siempre se repite la
actividad espiritual cargada de éxtasis divino que les produce placer inconmensurable a los Dos
Seres Supremos que son eternamente diferentes aunque eternamente compatibles para poder
dinamizar al amor o hacerlo dinámico e interactuante. Cualquier movimiento en el paraíso espiritual
posee en sí una cantidad de momentos infinitos de placer que se llevan a cabo una y otra vez para
poder ser saboreados por Sus participantes en todas las categorías, tanto de individualidad separada
como de cooperación activa en el pasatiempo. Es decir, existen tanto los testigos pasivos del
pasatiempo que lo presencian, así como los participantes activos de éste. Además, recordemos que
como partes del absoluto, nosotros, las almas atómicas, somos la causa y el motivo para que Dios se
fije misericordiosamente, de una u otra manera, en nosotros, pequeñas criaturas limitadas partes de
Él, para que para nosotros y por nosotros también exista y se dé este intercambio trascendental del
amor que es Dios.
Espero que se hayan entendido estos humildes conceptos que plasmo aquí para tratar de contestar
algunas de las interrogantes que me hecho a mí mismo a través de mi búsqueda de la verdad.