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L1. HISTORIA, FILOSOFÍA Y CULTURA DE MÉXICO.

México es un territorio extenso conformado por una gran variedad de climas, flora y fauna
debido a su localización geográfica que favorece la biodiversidad. Sin embargo, México no
solo resalta en su proceso evolutivo natural, sino también por su gran variedad cultural, la
cual es resultado de un largo proceso histórico y social.
Esta diversidad se refleja en los valores, creencias, usos, costumbres, tradiciones, religión,
monumentos, vestigios arqueológicos, gastronomía, etc. Todo esto conforma a un país
multicultural reconocido internacionalmente.
Los aspectos históricos y socioculturales de México a su vez impactan en la conformación de
las características de la o el mexicano actual, quien ha recibido herencias y determinantes
sociales que influyen en su desarrollo, la personalidad, motivaciones y forma de vida.
Para abordar los aspectos psicológicos del mexicano, es necesario conocer sus orígenes,
con la finalidad de visualizar su lucha, dignidad y riqueza cultural a lo largo del tiempo.
Historia cultural del mexicano.
México es una nación pluricultural, conformada por una variedad de tradiciones, costumbres,
música, gastronomía, creencias religiosas, entre otras expresiones culturales que se han ido
conformando en el transcurso y consolidación de nuestra historia. Sin embargo, ¿te has
preguntado cuál es nuestro origen?
Mesoamérica: nuestro origen.
Mesoamérica fue una región que se extendió por el centro y sur de lo que hoy conocemos
como México, Guatemala, El Salvador, Belice y el oeste de Honduras y Nicaragua.
Importantes civilizaciones ocuparon gran parte de este territorio, qué es el punto de partida
de nuestras raíces más profundas (Mesoamérica, s.f.).
Tierras mexicanas: agricultura.
De acuerdo con distintas investigaciones, las tierras mexicanas han estado habitadas desde
hace aproximadamente 30000 años. las primeras poblaciones se dedicaban principalmente
a la cacería y la recolección. sin embargo, con la reducción de la fauna debido a los cambios
climáticos, las personas se vieron obligadas a realizar tareas como el cultivo. esto dio paso a
la agricultura, cuyos principales cultivos eran el frijol, la calabaza, el huautle (alegría), el chile,
en miltomate, el guaje, el aguacate, y por supuesto, el maíz (Pérez, 2012).
Popol Vuh.
El maíz fue un alimento primordial para los mesoamericanos, evidenciado en el famoso libro
del pueblo maya de los quichés, el Popol Vuh, uno de los testimonios más valiosos de las
antiguas civilizaciones del México antiguo, en el cual se redacta:
Había alimentos de todas clases, alimentos pequeños y grandes, plantas pequeñas y
plantas grandes. Los animales enseñaron el camino. Y moliendo entonces las mazorcas
amarillas y las mazorcas blancas, hizo Ixmucané nueve bebidas y de este alimento
provinieron la fuerza y la gordura y con él crearon los músculos y el vigor del hombre. Esto
hicieron los Progenitores, Tepeu y Gucumatz, así llamados. A continuación, entraron en
pláticas acerca de la creación y la formación de nuestra primera madre y padre. De maíz
amarillo y de maíz blanco se hizo su carne; de masa de maíz se hicieron los brazos y las
piernas del hombre. Únicamente la masa de maíz entró en la carne de nuestros padres,
los cuatro hombres que fueron creados (Anónimo, 2022, p. 104).
El maíz.
El maíz representó un alimento central para la economía y cosmovisión del hombre y de las
sociedades prehispánicas. Especialmente para el mexicano, el maíz continúa siendo un
alimento principal que no puede faltar en la mesa; se ha convertido en una herencia
gastronómica, así como en un símbolo de identidad que pone en alto nuestra historia, cultura
y raíces indígenas.
Cultura madre.
México va más allá de su gastronomía; a lo largo del país pueden observarse los vestigios y
la influencia de distintas culturas que hoy en día son parte fundamental de nuestra historia.
De acuerdo con Bonfil (2020), entre el 800 y el 200 a. C. ocurre el auge de la cultura olmeca,
hoy conocida como cultura madre, la cual se asentó en Veracruz y Tabasco. De ahí surge el
calendario que perfeccionarán más adelante los diversos pueblos mesoamericanos.
Asimismo, se crearon esculturas monumentales que hoy en día continúan sorprendiendo con
su técnica y calidad.
Otras culturas.
En Oaxaca se extiende la cultura totonaca y en Yucatán comienza el esplendor de los mayas.
Para el año 200 surgen los teotihuacanos en la zona centro, ciudad politeista, organizada de
manera jerárquica y donde se pueden apreciar majestuosas estructuras como la Pirámide del
Sol y de la Luna. Asimismo, se destaca por ser una cultura que implementó la tecnología en
la agricultura, el transporte, las comunicaciones y su gran organización social.
Fundación del imperio azteca.
Los mexicas o aztecas tienen su auge en el año 1325 de nuestra era. La leyenda popular de
Aztlán cuenta que Huitzilopochtli guio a un grupo de hombres para descubrir la señal que él
mismo les había dado a conocer: un águila posada sobre un nopal, devorando a una
serpiente. De esta manera iniciaron su peregrinación hasta que encontraron la esperada
señal, en lo que hoy se conoce como el lago de Texcoco, donde establecieron la capital del
Imperio Azteca, mejor conocida como México-Tenochtitlan.
Cultura azteca o mexica.
Los mexicas se destacaron por su alta organización y educación, por lo que se convirtieron
en una de las civilizaciones más avanzadas del momento y ocuparon gran parte del territorio
gracias a sus alianzas militares. Sin embargo, con la llegada de Hernán Cortés y sus hombres
en 1519, la ciudad fue tomada con múltiples batallas hasta culminar en su caída en 1521. A
su vez, este suceso dio inicio al proceso de mestizaje, que fue resultado de la mezcla racial,
así como del choque cultural entre creencias religiosas y lingüísticas.
Línea del tiempo con los sucesos más importantes descritos anteriormente:
30000-2500 a. C.
Llegan los primeros pobladores al territorio mexicano.
9500-7000 a. C.
Escasez de fauna por el cambio climático, auge de la domesticación, la recolección de plantas
y el cultivo.
7500-5000 a. C.
Comienza la domesticación del frijol, la calabaza, el huautle (alegría), el chile, en miltomate,
el guaje, el aguacate, y por supuesto, el maíz.
2000-1500 a. C.

Los pueblos se vuelven sedentarios y aumenta el cultivo de alimentos. Inicia la cultura


mesoamericana.
300 d. C.-900 d. C.
Cultura teotihuacana.
1000 a. C.-1697 d. C.
Cultura maya.
1500 a. C-100 a.C.

Cultura olmeca.
2000 a.C.-1500 d. C.
Desarrollo de la cultura mesoamericana.
1325 d. C.-1521 d. C.
Cultura mexica-azteca.
1519 d. C.
Llegada de los españoles a Tenochtitlán.
1521 d. C.
Conquista española.
Filosofía mexicana de la cultura.
México es un país con un gran legado histórico y cultural que se refleja en sus costumbres,
tradiciones, leyendas, sí símbolos, monumentos, vestigios arqueológicos, hermosos paisajes,
variedad de climas y gastronomía tradicional.
Como lo mencionan López Forjas (2015), “el ser humano es un ser de encuentro. Esto implica
que el desarrollo humano no es un acto aislado ni individual sino un crecimiento a nivel
personal a partir de la Constitución creativa con el otro” (p. 159).
Cultura mexicana.
La cultura mexicana se remonta a la época prehispánica y colonial, de la cual todavía se
conservan diversas costumbres, tradiciones, platillos y lenguas. Algunos ejemplos son:
Día de Muertos. Origen en la cultura azteca, en honor a los ancestros fallecidos.
Danzas prehispánicas. El canto y el baile representaban para los indígenas un aspecto muy
importante, sobre todo con carácter divino.
Lenguas indígenas. México cuenta con 68 lenguas indígenas. El náhuatl, lengua que se
remonta a los aztecas, tiene el mayor número de hablantes.
Filosofía mexicana. La filosofía mexicana de la cultura surge precisamente cuando el
mexicano toma conciencia de su identidad nacional, lo cual va más allá de solo pertenecer a
una sociedad, ya que además implica una serie de interacciones y relaciones que posibilitan
el intercambio de información de generación en generación, conformando una identidad
colectiva posibilita el sentido de pertenencia.
Gastronomía. Existe una gran variedad de comida qué tiene su origen en el México antiguo,
como el frijol, el maíz, la calabaza, el aguacate, el chile y el jitomate.
La botánica. Los pueblos de Mesoamérica descubrieron que las plantas contaban con
propiedades curativas, por ejemplo: el árnica.
Filosofía cultural y sociedad en México.
La cultura mexicana se remonta a la época prehispánica y colonial, de la cual todavía se
conservan diversas costumbres, tradiciones, platillos y lenguas. Algunos ejemplos son:
Evangelización. La evangelización se impuso a los pueblos mesoamericanos, quienes fueron
adaptando la fe cristiana y dejaron atrás el politeísmo. La religión católica obtuvo un papel
primordial en la vida cotidiana colonial y así perduró a lo largo de los siglos.
Religión y educación. Para el siglo XX, la religión y la educación eran dos directrices muy
importantes para el territorio nacional. En 1919, José Vasconcelos inició su obra de educación
popular, lo cual trae un cambio muy grande en la cultura social que aspiraba a una educación
justa para todos los pobladores mexicanos, sin importar su condición económica y social.
Forjando la patria. En 1916, Manuel Gamio, considerado el padre del indigenismo y el primer
antropólogo mexicano, acepta en su obra Forjando Patria un rezago notorio de la cultura
indígena respecto a la tecnología, educación y religión europea. Sin embargo, también
reconocía la diversidad cultural mexicana y resaltaba la importancia de conservar aspectos
indígenas con el propósito de forjar la patria (Bonfill, 2020). Actualmente el mexicano
reconoce su diversidad, su cultura y su verdadera autenticidad buscando un encuentro con
el otro, lo que da paso a una identidad patriótica y colectiva.
Símbolos de fe. Hoy en día sus símbolos dominantes y sus expresiones de culto fervientes y
rigurosos (como la Virgen de Guadalupe) se han convertido en un fenómeno social que
constituye un eje de identidad representativo de la sociedad mexicana actual. Por ello La
Virgen se ha ganado el sobrenombre de la patrona de México.
Influencia europea. A principios del siglo XX, la población mexicana comienza a tener gran
interés por Europa con la finalidad de adoptar distintos aspectos europeos a su cotidianidad,
pues en aquella época el mexicano se encontraba inconforme con sus orígenes y se
estableció una inferioridad de las culturas indias, mientras que se le otorgaba una
superioridad muy marcada a la cultura europea (Pérez, 2012).
Determinantes históricos y sociológicos.
Algunos eventos determinantes que han marcado a las personas mexicanas desde el
principio de la historia son sus culturas indígenas, la conquista española, el mestizaje, la
Independencia, la Revolución Mexicana y el avance de la tecnología y educación, por
mencionar solo algunos. De esta manera se han ido conformando las características del
México que conocemos hoy en día.
Existen determinantes sociales que contemplan la personalidad y los rasgos psicológicos de
las y los mexicanos, aunque también hay divergencias entre los habitantes por su posición
social, poder, prestigio, recursos y jerarquía, lo cual genera diferencias económicas y
educativas, desempleo y aumento de la violencia y las creencias, entre otras situaciones
sociales que enfrenta la población mexicana en su vida cotidiana (Pérez, 2012).
México prehispánico.
Sucesos históricos referentes.
Bárcena (2019) considera que la mayor concentración poblacional sucedió en la zona centro
y sur del país debido a la biodiversidad y las riquezas naturales. La zona llamada
Mesoamérica tuvo su desarrollo desde el año 2.500 a. C. hasta 1521. En dicho periodo se
desarrollaron las siguientes culturas prehispánicas: olmeca, teotihuacana, maya, zapoteca,
tolteca, mixteca y mexica. Para la autora, dichas civilizaciones tuvieron un fuerte intercambio
comercial y cultural, lo que explica sus características similares, como la agricultura basada
en el maíz.
Consideraciones filosóficas.
Para Ibarra (2016), la filosofía mexicana incluye a las filosofías indígenas, aunque se debe
tomar en cuenta la diversidad cultural, por lo que es necesario hablar de una filosofía azteca,
maya, olmeca o chichimeca. Sin embargo, el autor señala que es importante preguntarse si
en realidad se trataba de sistemas filosóficos como tales o sólo de cosmovisiones míticas y
religiosas.
Aspectos sociológicos.
Marín (2018) señala que en el territorio nacional existían diversas sociedades, cuya
interacción se basaba en la agricultura. De igual forma, laboraban la piedra, el jade o la
obsidiana y tenían una religión politeísta. Su estructura social estaba dividida de forma
general en: reyes-sacerdotes, guerreros, comerciantes, agricultores, pescadores, artesanos,
esclavos de guerra y tributos de sacrificios.
México colonial.
Sucesos históricos referentes.
México quedó bajo el dominio de España del siglo XVI al XIX. De este proceso de mestizaje
surge el Virreinato de la Nueva España con una compleja estructura sociocultural, económica,
religiosa y política.
La configuración de este territorio conquistado abarcaba México, América Central, las Antillas,
el centro y sur de los actuales Estados Unidos y Filipinas (Escalante et al., 2018).
Consideraciones filosóficas.
Martínez (2016) señala que la Ilustración llegó a la Nueva España en el siglo XVIII gracias a
los jesuitas y los mercedarios.
El pensamiento de esta época surge de una pugna entre el pensamiento escolástico, que
tenía como base teórica los sermones, y el ilustrado, es decir, el teórico racional.
La filosofía ilustrada, tuvo un papel preponderante en el pensamiento novohispano. Sus
principales características fueron:

 El racionalismo.
 El eclecticismo.
 El enciclopedismo (Ibarra, 2016).
Aspectos sociológicos.

Rodríguez (1986) señala que las y los mexicanos de la época colonial se valían generalmente
de los procedimientos legales y administrativos para obtener beneficios del gobierno. Incluso
las personas indígenas acudían a buscar justicia en las cortes, donde frecuentemente
ganaban sus casos porque los tribunales generalmente reconocían sus usos y costumbres.
Según Rodríguez (1986), este proceso sociológico se debía, en gran medida, al hecho de
que el gobierno de Nueva España era aconsejado por su élite local, lo que hacía que los
mexicanos de la colonia solucionaran generalmente los problemas de su país en forma
moderada. La gran riqueza de la colonia contribuyó a la estabilidad gubernamental y al
dinamismo de la sociedad mexicana.
México independiente.
Sucesos históricos referentes.
En 1810, las y los conspiradores planeaban su insurrección en diciembre, pero al ser
descubiertos se tuvo que hacer el llamado a las armas el domingo 16 de septiembre. Una vez
reunidas las personas que acudían a sus rituales eclesiásticos, fueron convocadas a
levantarse en armas contra el mal gobierno (Escalante et al., 2018).
El 14 de septiembre de 1813 en Chilpancingo, Guerrero, Morelos da lectura a su texto Los
sentimientos de la Nación, donde establecía la libertad de América, la soberanía del pueblo
y la configuración de un gobierno dividido en tres poderes (Escalante et al., 2018).
El 27 de septiembre de 1821, la Ciudad de México recibió triunfalmente a Iturbide y a Guerrero
junto con el Ejército Trigarante en un suceso en el que hubo desfiles, juegos pirotécnicos y
canciones que celebraban la Independencia. El optimismo general disimulaba las
contradicciones existentes entre realistas e insurgentes (Escalante, et al., 2018).
Sucesos históricos referentes.
Para Martínez (2016), el positivismo surgió como una propuesta nacional de corte liberal.
Dicho paradigma filosófico se centró en el estudio de disciplinas como la medicina, las leyes,
la arquitectura, la sociología y la ciencia. Su precursor en México fue Gabino Barreda, quien
buscaba promover el progreso y la educación.
Con base en este paradigma se fundaron preparatorias que contemplaban generalmente en
sus planes de estudio disciplinas positivistas (Ibarra, 2016).
Aspectos sociológicos.
Desde una perspectiva sociológica, el ateneísmo, formado en la rigurosa lógica positivista,
encaminó sus esfuerzos bajo la creencia de que la reconstrucción nacional requería la
previsión y el dominio de un saber (Olvera y Moya, 2006).
Sociológicamente se consideró un proyecto civilizatorio de largo aliento que diera continuidad
al ideal educativo de Justo Sierra (Olvera y Moya, 2006).
Conclusiones.
El territorio mexicano es una nación pluricultural donde se protege legalmente la herencia
histórica, social y cultural que posee el territorio.
La sociedad mexicana promueve sus usos, costumbres y tradiciones para brindar una
identidad colectiva que pone en alto el nombre de México.
Asimismo, al hablar de México no solo hablamos de historia o cultura, sino también se
contempla a sus habitantes, personas que luchan por salir adelante día a día a pesar de las
adversidades.
La población mexicana se encuentra inmersa en su historia y cultura porque muestra orgullo
en sus orígenes, pero también se enfrenta a desigualdades sociales resultados de los
prejuicios y la discriminación que han marcado su contexto, desarrollo y personalidad. Sin
embargo, esto no le impide al mexicano o mexicana reconocer las virtudes y el legado que le
ha brindado su historia. Esto genera un reconocimiento y un despertar nacional en su
conciencia que le brinda autenticidad social.
L2. LA CULTURA E INTERACCIÓN PSICOSOCIAL EN MÉXICO.
En los últimos años diversas investigaciones han buscado comprender las características
comportamentales y psicológicas de la población mexicana. En esta lección, queremos que
tengas claro que no es lo mismo estudiar a la ciudadana o el ciudadano mexicano de hace
50 años que al actual, por lo tanto, se han realizado constantemente estudios para tratar de
comprender lo mejor posible su forma de ser y de vivir.
Estos estudios reciben el nombre de estudios transculturales, los cuales se realizan
aplicando entrevistas y pruebas psicológicas para determinar aspectos que diferencian a la
ciudadanía mexicana de personas de otras partes del mundo.
Este tipo de estudios tomaron fuerza durante el siglo XX, cuando importantes autoras y
autores se interesaron por responder a las interrogantes ¿quiénes somos? ¿cuáles son
nuestras motivaciones? ¿porque nos comportamos de cierta manera? ¿poseemos
determinantes psicológicos?
De acuerdo con Alarcón en su artículo de 2010 estas investigaciones sociales:
[…] tienen su origen en la antigua escuela de los pueblos Volkerpsychology fundada
en Alemania, cuyo tema central era estudiar las características psicológicas de
cualquier raza o pueblo repercutiendo en otros países europeos, hasta llegar
finalmente a Hispanoamérica a partir de las dos primeras décadas del siglo XX (2010).
A partir de ese momento surgieron destacados autores que sobresalieron por sus estudios
sobre la conformación del mexicano y la mexicana como: Samuel Ramos, Octavio Paz,
Leopoldo Zea, Santiago Ramírez, Rogelio Díaz Guerrero y Guillermo Bonfil Batalla. Además,
las investigaciones transculturales en México fueron impulsadas principalmente por el
psicólogo Rogelio Díaz Guerrero para explicar los conflictos psicológicos resultado de
consecuencias socioculturales.
Este mismo autor afirma que los mexicanos demuestran una actitud de inferioridad frente a
otros países. Sin embargo, este resultado se observa porque el mexicano no contempla su
valor como individuo, sino que le brinda valor a la colectividad. Por ello la importancia de la
familia en la sociedad mexicana.
También, Díaz Guerrero en su artículo del 2008, señala que, como comparación, en Estados
Unidos se lucha por los derechos individuales, mientras que, en México, se lucha por los
derechos de la familia. Estos resultados demuestran la filosofía y la forma de vida que poseen
los mexicanos; proveniente de su cultura y su herencia.
Según Alarcón en su artículo de 2010, la investigación transcultural en México representó un
pilar central para el entendimiento del mexicano y la mexicana, con Rogelio Díaz Guerrero
como representante, quien impulsó dichos estudios al resto de Latinoamérica.
Así mismo, Rogelio Díaz desarrolló la teoría histórico-bio-social-cultural del
comportamiento humano, la cual es conocida como la primera teoría latinoamericana de
personalidad que refutó las teorías de personalidad basadas únicamente en un punto
biológico o psíquico. Por lo tanto, se determinó que la personalidad del mexicano y la
mexicana no se debe a un entendimiento individual, sino a sucesos o características que
comparten en un mismo contexto.
La cultura y la interacción psicosocial en México.
Introducción.
A lo largo del tiempo se ha buscado explicar el comportamiento y la personalidad de los
individuos. En el caso de México, las y los historiadores, sociólogos, y psicólogos han tratado
de ofrecer estos resultados, los cuales son evidentes desde la elaboración de investigaciones
y estudios transculturales que brindan aportes desde el punto de vista científico. Gracias a
dichos estudios se han logrado sentar las bases para continuar explorando y reconociendo la
diversidad cultural de México, y la conformación de los hombres y las mujeres mexicanas.
En la siguiente Lectura conocerás a los autores que han sido fundamentales en el
entendimiento de la psicología mexicana, así como sus aportaciones. A partir de ello, será
posible adentrarse en la comprensión del comportamiento y personalidad de las y los
mexicanos, así como en las diferencias culturales que se han establecido principalmente con
el país vecino de Estados Unidos de América.
Aproximaciones al estudio del mexicano.
¿Recuerdas que en el video La cultura y la interacción psicosocial en México se mencionaron
a las y los autores sobresalientes porque sus obras representan un legado para el estudio de
la sociedad mexicana y han sido el pilar de varias investigaciones actuales? A continuación,
conocerás su ocupación y su legado (ver Tabla 1):
 Autor. Samuel Ramos (1897-1959).
Ocupación. Filósofo mexicano y profesor de estética en la Universidad Nacional Autónoma
de México y el Colegio Nacional de México
Legado. Uno de sus textos principales es el El perfil del hombre y la cultura en México,
publicado en 1934. Ramos desarrolló sus esfuerzos académicos sobre la ontología del
mexicano, por lo cual se le ha considerado iniciador de la corriente llamada filosofía del
mexicano; no obstante, consagró una atención muy especial a los temas relacionados con la
estética (El Colegio Nacional, s/f).
 Autor. Octavio Paz (1914-1998).
Ocupación. Poeta y ensayista mexicano, ganador del Premio Nobel de Literatura en 1990.
Legado. Octavio Paz logró reflejar a través de sus letras la identidad de las y los mexicanos
de su tiempo. Uno de sus textos más representativos es El laberinto de la soledad, publicado
en 1950. El gobierno de México, en su portal oficial, señala que:
Como intelectual, estuvo en el centro de la polémica, ya que de joven comulgó con el
liberalismo y el marxismo, doctrinas que criticaría después. Su denuncia a las
violaciones a los derechos humanos en los países socialistas, le causó severos
cuestionamientos por parte de la izquierda latinoamericana (Secretaría de Cultura,
2015, párr. 9).
 Autor. Leopoldo Zea (1912-2004).
Ocupación. Filósofo mexicano y profesor en la Universidad Nacional Autónoma de México.
Legado. Los estudios de Leopoldo Zea se enfocaron en el estudio de la disciplina filosófica
en América, especialmente el historicismo y el existencialismo. Entre sus obras más
representativas se encuentran: América en la historia (1957), Dialéctica de la conciencia
americana (1976) y Filosofía de la historia americana (1978) (Fundación para las Letras
Mexicanas, 2018).
 Autor. Santiago Ramírez (1921-1989).
Ocupación. Médico y psicoanalista mexicano.
Legado. Uno de los trabajos más representativos del psicoanalista mexicano Santiago
Ramírez es El mexicano: Psicología de sus emociones, publicado en 1959. Sus textos
polémicos contribuyeron al estudio de las motivaciones y la personalidad de las y los
mexicanos. Fue precursor del estudio del psicoanálisis en México (Álvarez del Castillo, 1989).
 Autor. Rogelio Díaz Guerrero (1918-2004).
Ocupación. Investigador Emérito de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM).
Legado. Díaz Guerrero fue autor de varios libros, entre ellos se destacan: Estudios de
psicología del mexicano (1961), Hacia una teoría histórico bio-psico-socio-cultural del
comportamiento humano (1972) y Bajo las garras de la cultura. Psicología del mexicano 2
(2003). Su esfuerzo académico estuvo orientado a la construcción de una psicología del
mexicano, la adhesión a una psicología transcultural y a establecer una etnopsicología de los
diversos grupos nacionales (Alarcón, 2010).
 Autor. Guillermo Bonfil Batalla (1935-1991).
Ocupación. Antropólogo mexicano.
Legado. Uno de los textos más representativos de Guillermo Bonfil Batalla es México
Profundo: Una civilización negada (1987), donde se aborda el indigenismo en México. Según
Fábregas (s/f), “la antropología que practicó y enseñó se sustentaba en su convicción de que
la variedad cultural es lo más preciado de la humanidad y su defensa constituye un
compromiso ineludible” (párr. 1).
Díaz Guerrero afirma que se pueden observar diferencias en el comportamiento de las y los
mexicanos, gracias a datos empíricos obtenidos de una cultura a otra, de esta manera es
posible llegar a obtener conclusiones generales y realizar instrumentos y pruebas
psicológicas con validez para elaborar construcciones teóricas pertinentes (Díaz, 1972, citado
por Alarcón, 2010).
Las investigaciones realizadas por los autores anteriormente mencionados, sobre todo por
Díaz, permitieron una aproximación al estudio del mexicano con énfasis en el rol de la
sociocultura como guía y motivación del comportamiento. De acuerdo con las teorías
realizadas y los resultados obtenidos en diferentes investigaciones, la historia y la cultura son
aspectos fundamentales que determinan el comportamiento de las personas. Esto no quiere
decir que los aspectos biológicos y psicológicos no influyan en cada uno de los individuos;
sin embargo, no es posible entender el comportamiento y personalidad del mexicano de
manera reduccionista.
Ejemplo.
Un ejemplo claro es:
Si le preguntamos a una persona ¿por qué mostró esa conducta?, podría responder
Porque así es como debe uno comportarse frente a personas mayores. El cómo está
determinado por una premisa sociocultural que dice: siempre se debe respetar a las
personas mayores (Díaz, 1972, citado por Alarcón, 2010, p. 564)
Por lo tanto, no es posible comprender la personalidad de los individuos de manera universal,
pues el contexto, la historia, la cultura y la sociedad influye en el comportamiento de cada
persona. Es así como el mexicano y la mexicana se tienen que entender por su manera de
pensar y actuar a través de su contexto y cultura.
Los efectos del choque de dos culturas.
Para entender a la cultura, primero es necesario diferenciar la cultura de la sociedad. La
sociedad es un conjunto de personas que se relacionan y conviven entre sí, mientras que la
cultura se refiere a los rasgos, ideas, saberes, elementos y expresiones intrínsecas que posee
y expresa una comunidad como resultado de un largo proceso social e histórico. En el caso
de México, se presentó la mezcla de diferentes elementos de cada una de las civilizaciones
implicadas en la Conquista. Esto implicó de cierta manera un desarrollo positivo para la
cultura prehispánica, pero impactó a su vez de manera negativa por los actos de violencia
cometidos hacia las personas.
Actualmente al hablar de cultura también se ha buscado discutir el concepto de universalidad,
esto desde una perspectiva etnocéntrica, en este caso del Occidente, entendido como “la
actitud de un grupo que consiste en considerar que se tiene un puesto central respecto a los
otros grupos, valorando de modo más positivo sus propios logros y particularidades que los
de los diferentes” (Alaminos et al., 2010, p. 92). Sin embargo, la universalidad no tiene que
llegar a un etnocentrismo radical que conlleve a actos de violencia o discriminación, sino que
puede abstraer elementos que diversifiquen las manifestaciones humanas con el objetivo de
transformar el entorno y a sí mismos (Alaminos et al., 2010, p. 92).
El estudio de la cultura mexicana ha conllevado diversas investigaciones, análisis y ensayos
a lo largo de los años. Existen puntos de convergencia y divergencia entre importantes
autoras y autores de la sociología, historia y psicología cuyas aportaciones han contribuido a
conocer más sobre el choque cultural en México.
De acuerdo con el filósofo mexicano Samuel Ramos (2002), no cabe duda de que la cultura
europea ha generado interés para muchas personas mexicanas, pues representa para
algunas de ellas una fuga de su propia realidad. Para el autor, este choque cultural lleva a la
o el mexicano a caer en el famoso concepto del mimetismo mexicano, explicado como la
imitación de la cultura extranjera sin hacer conciencia de la propia realidad que se vive. De
esta forma, el mexicano se encuentra marcado por un sentimiento de inferioridad que lo lleva
a la imitación para poder sobrellevar el estado deprimente en el que se encuentra. Para
Ramos, el mexicano lleva a la práctica un europeísmo falso, así como un mexicanismo
erróneo. La propuesta del autor es que la población mexicana establezca y desarrolle su
cultura a través de la aceptación y se proponga objetivos de desarrollo de acuerdo con sus
necesidades, congruente a su esencia y no a la de otras culturas.
Asimismo, Ramos propone tres elementos para la esencia de la cultura en México, las cuales
se presentan a continuación:
 Cultura derivada.
Al ser una nación mestiza, existen elementos que derivan de la herencia europea, por ende,
existen elementos culturales europeos.
Asimilación.
Hacer propios elementos culturales europeos acorde a las circunstancias sociales e
históricas, teniendo una conciencia clara de lo que significa ser mexicano.
 Cultura viviente.
Adaptar de una manera sana la cultura europea en el contexto mexicano, lo que tendría como
resultado un proceso de culturización.
A partir de dicha información, Samuel Ramos afirma que es posible asimilar elementos
culturales extranjeros sin perder de vista nuestra esencia mexicana.
Por otra parte, el pionero de la psicología social en México, Rogelio Díaz Guerrero, dedicó
parte de su vida a elaborar distintos estudios transculturales para tratar de explicar la
personalidad y el comportamiento de la y el mexicano, así como el choque cultural con
Estados Unidos principalmente. Por ejemplo: Díaz (2008) identifica notables diferencias entre
aspectos socioculturales de la cultura hispano-mestiza (México) y la angloeuropea occidental
(Estados Unidos).
Él menciona que Estados Unidos mide su éxito a través de los cambios producidos en su
realidad, como lo son los avances tecnológicos; mientras que México mantiene una actitud
de negatividad y fatalidad sobre su realidad y contexto. Sin embargo, este último le da una
gran importancia a la realidad interpersonal, resultado de las relaciones entre las personas,
ya que supone que es una realidad en donde se puede tener el control y voluntad para influir
y hacer cambios. Por lo tanto, la importancia cultural mexicana reside en la emotividad del
individuo, así como en su socialización y la duración de sus relaciones.
De acuerdo con Alarcón (2010), Díaz Guerrero también realizó estudios sobre la
confrontación de problemas de la vida cotidiana y encontró las siguientes dos vertientes:

El análisis factorial de los datos identificó cuatro factores: autoafirmación activa vs.
Obediencia afiliativa; control interno activo vs. control externo pasivo; cautela pasiva vs.
cautela activa; y autonomía vs. dependencia. Los resultados pusieron de manifiesto que las
y los académicos norteamericanos utilizan el estilo activo de confrontación y eran más
autónomos, mientras que en México utilizan el estilo pasivo, la obediencia afiliativa y eran
más dependientes. Las diferencias encontradas se explican por influencias culturales entre
ambos países. Las comparaciones entre personas mexicanas y norteamericanas pusieron en
evidencia un número significativo de diferencias entre los sujetos de ambos países con
respecto al desarrollo cognitivo, perceptual y de la personalidad atribuibles a características
dominantes en una y otra cultura.
Dicho estudio arrojó como resultado que las y los niños mexicanos mostraban mayor
obediencia y pasividad, mientras que las y los niños norteamericanos se mostraban más
autónomos al momento de confrontar sus problemas. Es así como las notables diferencias
ponen en duda la universalidad de los rasgos culturales y de personalidad. Dicho choque
cultural se manifiesta a su vez por premisas sociales e históricas que preceden a cada una
de estas culturas.
Cultura y personalidad del mexicano.

La cultura se refiere a un sistema de creencias propias de una comunidad que favorecen su


desarrollo humano. Dentro de la cultura se encuentran elementos materiales e inmateriales,
como valores, normas sociales, creencias, costumbres, tradiciones, símbolos, etc. Es
importante no confundir elementos culturales con movimientos sociales o creencias que
rebasan la cultura tradicional, por ejemplo: las tribus urbanas (punks, emos, darketos, etc.) o
la conocida cultura del narcotráfico. Como ambas se oponen a las virtudes del hombre y a la
cultura tradicional, estas manifestaciones reciben el nombre de contracultura. Generalmente
las manifestaciones de la contracultura surgen como un proceso de confrontación, ya que las
personas buscan su individualidad o se rebelan ante las fuerzas culturales previamente
establecidas (Díaz, 2008). También es importante destacar que la cultura guía al hombre
hacia el bien común y se transmite de generación en generación.
Por otra parte, cuando hablamos de personalidad nos referimos al conjunto de aspectos
biológicos heredados de los padres, así como del aprendizaje social que se adquiere a través
de la socialización y del contexto. Este sistema de creencias y valores, también conocidos
como premisas socioculturales, configuran el comportamiento del individuo. De esta manera
se establece a su vez el temperamento y el carácter.

A través de los estudios transculturales se ha demostrado una tendencia en los rasgos de


personalidad que poseen los mexicanos. Como lo menciona Díaz (2008) en sus estudios
sobre la confrontación y resolución de problemas, la mayoría de las personas mexicanas
buscan modificar su conducta y adaptarse a la situación, mientras que las y los
estadounidenses confrontan y buscan modificar el origen del estrés o del problema.
Asimismo, los resultados sobre el conformismo mantienen relación con bajas habilidades
intelectuales de los sujetos, por lo que existe una correlación entre las premisas
socioculturales, la personalidad y desarrollo cognoscitivo.
Dentro de los estudios realizados por Díaz (2008) se propusieron tres dimensiones ante los
estilos de confrontación que resaltan de la personalidad de las personas mexicanas:
1. La rebelión o sumisión ante la autoridad.
2. Rebelión ante la interdependencia para la búsqueda de la individualidad.
3. Autoasertividad o pasividad ante la confrontación de problemas.
Por otro lado, Díaz (2008) identifica cuatro tipos de personalidad de las y los mexicanos, los
cuales se muestran a continuación:

Los tipos de personalidad que refiere Rogelio Díaz Guerrero se relacionan con el grado en
que los individuos aceptan o rechazan la cultura mexicana, el cual se refleja en las ideas,
comportamientos e incluso creaciones artísticas del individuo. Por esta razón se ha
demostrado que, a pesar de que la población mexicana comparte antecedentes históricos
comunes, existen diferentes tipos de personalidad entre sus integrantes.
Conclusión.
Los primeros años del siglo XX fueron decisivos para las investigaciones sobre el
comportamiento de las y los mexicanos, lo cual representó una serie de cambios significativos
sobre el entendimiento de las premisas socioculturales que rigen a la cultura mexicana. Las
investigaciones transculturales y sus aportaciones, sobre todo en los años 50 y 60, sentaron
las bases de las investigaciones actuales. Éstas se sustentaron en una metodología científica
para explicar, aceptar o rechazar ideas y premisas que intentaron explicar la psicología de la
población mexicana.
A través de estas investigaciones es posible hacer conciencia de que hay diferentes tipos de
personalidad, aunque la identidad y colectividad mexicana permanece, se reconoce y permite
diferenciarnos de otras culturas, lo cual refleja cómo las y los mexicanos actúan y se
desenvuelven día a día.
El mexicano y la mexicana se tienen que comprender por su manera de pensar y actuar a
través de su contexto y cultura.

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