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FACULTAD DE PSICOLOGIA AULA VIRTUAL

ALUMNA: Adriana Nohemí González peñuelas


MAESTRO: paúl Antonio carlón García
MATERIA: psicopatología

MECANISMOS DE DEFENSA
Los mecanismos de defensa forman parte importante de la teoría psicoanalítica
de Sigmund Freud y los sucesores de esta corriente psicológica y práctica
terapéutica.

Bajo esta denominación se engloban procesos psicológicos que regulan la


forma en que los contenidos del inconsciente se manifiestan en la conciencia
de las personas y en su conducta. Los mecanismos de defensa son estrategias
psicológicas inconscientes puestas en juego por diversas entidades para hacer
frente a la realidad y mantener la autoimagen. Las personas sanas
normalmente utilizan diferentes defensas a lo largo de la vida.

Las defensas del YO se dividen en dos:

1- Defensas exitosas
2- Defensas ineficaces

Las defensas patógenas son la base de la neurosis, esta entra en las defensas
ineficaces, o sea, que cada vez que hay impulsos opuestos que no pueden
encontrar descarga y se mantienen en suspenso en el inconsciente, se
refuerzan en su intensidad, se crea tensión y puede producirse la irrupción.

Se dice que las defensas exitosas son de menor importancia en la psicología


de la neurosis. La comprensión de estas defensas es más deficiente.

Las líneas de demarcación son las dos categorías no siempre son claramente
definidas, y algunas veces no es posible distinguir entre ´un impuso modificado
por la acción del yo´ y un ´impulso que interrumpe bajo una forma deformada
contra la voluntad del yo, por el cual no ha sido reconocido´.

Estos mecanismos son las estrategias que, según la estructura psíquica


psicoanalítica, el “yo” maneja para satisfacer los impulsos del “ello” basados en
el principio del placer, sin ofender al “superyó”, regido por su carácter moral. De
esta forma se defiende de pensamientos o emociones que podrían generarle
determinados trastornos.

Los mecanismos de defensa se encargan de mantener el equilibrio psicológico


para hacer frente a la angustia o ansiedad que provocan determinadas
situaciones. Son mecanismos para filtrar el contenido inconsciente que nos
resultaría demasiado perturbador si aflorara a la consciencia. Se consideran
absolutamente normales y naturales en la actividad psíquica del ser humano, y
están presentes en todas las personas, aunque pueden resultar patológicos si
se produce un abuso de ellos o se manifiestan con excesiva rigidez.

CLASIFICACION DE LOS MECANISMOS:

Primarios (ineficaces): pertenecientes a las primeras épocas de la vida


infantil, son los más primitivos y relacionados con la negación de la realidad.

Secundarios (exitosas): aparecen en épocas de desarrollo posteriores, son


mecanismos más elaborados y evolucionados y tienden a preservar el criterio
de realidad.

EJEMPLOS DE CADA MECANISMO DE DEFENSA PRIMARIOS:

Negación: Supone el rechazo a aceptar que algo sucede, en relación con una
fase egocéntrica y primitiva de la evolución como persona. Ante un
acontecimiento desagradable, el sujeto hace como que no ha sucedido o que
no existe (“Si yo no lo acepto, no existe”). Es un mecanismo de defensa que
resulta adaptativo ante determinadas situaciones, aunque si se extiende en el
tiempo representa una seria psicopatología.

Retraimiento: Se produce un alejamiento de la realidad mediante sueños,


fantasías, para evitar el estímulo desagradable.

Proyección: Ante la incapacidad de reconocer determinados sentimientos


como propios, el sujeto los proyecta en los demás. De esta forma libera su
malestar con una distorsión de la realidad. Puede existir una proyección
positiva (de virtudes) y otra negativa (de defectos).

Disposición: El sujeto desconecta de la situación para conseguir sobrellevar la


experiencia traumática, creando incluso una representación de sí mismo. De
esta forma consigue aislarse de la realidad. Cuando no es pasajero y se
mantiene en el tiempo puede originar graves trastornos de personalidad.

EJEMPLOS DE MECANISMOS DE DEFENSA SECUNDARIOS:


Represión: Consiste en el olvido voluntario de la experiencia traumática o de
los sentimientos o deseos asociados que resultaron perturbadores. Se excluye
este hecho o sus afectos de la consciencia y se entierra en el inconsciente.

Regresión: Es el proceso inconsciente que el sujeto pone en marcha para


regresar a etapas infantiles ya superadas de su desarrollo. De esta forma evita
el conflicto que suponen los cambios y el propio desarrollo. Si se prolonga en el
tiempo este mecanismo de defensa, puede resultar muy problemático. Un
ejemplo típico es el niño que vuelve a orinarse en la cama cuando nace un
hermano

Desplazamiento: Consiste en la redirección y focalización de las emociones en


un aspecto u objeto diferente del motivo real que origina nuestra preocupación,
ya que resultaría demasiado desagradable. Permite descargar los afectos con
menos peligro. Es uno de los principales mecanismos de defensa que
aparecen en las fobias.

Sublimación: Se basa en la búsqueda inconsciente de vías alternativas para


conseguir la descarga de deseos o impulsos prohibidos o mal vistos
socialmente. Es un escape adaptativo para dichos impulsos. En lugar de luchar
contra ellos se produce la descarga a través de otro impulso socialmente
aceptable. Ejemplos clásicos son la satisfacción a través del arte como nuevo
destino de las pulsiones sexuales o el cirujano que canaliza en el quirófano sus
impulsos sádicos.

REFERENCIAS:

Antología de psicopatología, mecanismos de defensa: pag.64-79. facultad de


psicología.

Web. Psicología y mente

Web. De salud psicólogos

Web. Mentes abiertas de psicología

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