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¿Qué son los mecanismos de defensa?

Autor/autores: Alejandro Vera Casas

Fecha Publicación: 07/11/2020

Área temática: Psiquiatría general .

Integra Terapia

Mecanismo de defensa es un nombre dado por Freud a las manifestaciones del Ego ante las
exigencias de otras instancias psíquicas (Id y Superego), pero el psicoanálisis freudiano no es la
única teoría que se utiliza de este concepto, ni se acaba en el significado de los sueños. Otros
modelos de la psicología también utilizan esta denominación.

Los mecanismos de defensa están determinados por la forma en que el ego está organizado:
cuando está bien organizado, tiende a tener reacciones más conscientes y racionales. Sin
embargo, las diversas situaciones vividas pueden desencadenar sentimientos inconscientes,
provocando reacciones menos racionales y objetivas y activando luego los diferentes
mecanismos de defensa para proteger al Ego de un posible disgusto psíquico, anunciado por
estos sentimientos de ansiedad, miedo, culpa, entre otros. En resumen, los mecanismos de
defensa son acciones psicológicas que buscan reducir las inminentes manifestaciones
peligrosas del Ego.

Todos los mecanismos de defensa requieren una cierta inversión de energía y pueden ser
satisfactorios o no en el cese de la ansiedad, lo que permite dividirlos en dos grupos: los
mecanismos de defensa exitosos y los ineficaces. Los exitosos son aquellos que logran
disminuir la ansiedad ante algo que es peligroso. Los ineficaces son aquellos que no logran
disminuir la ansiedad y terminan siendo un ciclo de repeticiones. En este último grupo se
encuentran, por ejemplo, las neurosis y otras defensas patógenas.

¿Cuáles son los mecanismos de defensa?

Hay al menos quince tipos de mecanismos de defensa conocidos y explicados por las teorías de
la psicología. Entre ellas, podemos mencionar: compensación, expiación, fantasía, formación
reactiva, identificación, aislamiento, negación, proyección y regresión.
¿Cómo funciona cada mecanismo de defensa?

Cada mecanismo de defensa tiene una forma específica de funcionamiento, conozcamos


brevemente algunos de ellos:

Compensación

Este mecanismo de defensa se caracteriza porque el individuo trata de equilibrar sus


cualidades y deficiencias, por ejemplo, una persona que no tiene buenas notas y se consuela
por ser bella.

Desplazamiento

El mecanismo de desplazamiento siempre está vinculado a un intercambio, en el sentido de


que la representación cambia de lugar, y es representada por otro. Este mecanismo también
comprende situaciones en las que el conjunto es tomado por la parte. Por ejemplo: alguien
que ha tenido un problema con un abogado y luego comienza a rechazar a todos estos
profesionales, o incluso, en un sueño, cuando aparece una persona, pero en realidad está
representando a otra persona.

Expiación

Es el mecanismo de recolección psíquica. El sujeto debe pagar por sus errores en el momento
en que los comete, esperando en la creencia de que el error será inmediatamente o
mágicamente anulado.

Fantasía
En este mecanismo de defensa, el individuo crea una situación en su mente que es capaz de
eliminar el disgusto inminente, pero que, en realidad, es imposible de lograr. Es una especie de
teatro mental donde el individuo lleva una historia diferente de la que vive en la realidad,
donde sus deseos no pueden ser satisfechos. En esta realidad creada, el deseo se satisface y la
ansiedad disminuye. Ejemplos de fantasía son: sueños de día, o fantasías conscientes, fantasías
inconscientes, que son el resultado de alguna represión y las llamadas fantasías originales.

Formación reactiva

Es un mecanismo caracterizado por la adhesión a un pensamiento contrario al que ha sido


reprimido de alguna manera. En la formación reactiva, el pensamiento recalculado permanece
como contenido inconsciente. Las formaciones reactivas tienen la peculiaridad de convertirse
en una alteración de la estructura de la personalidad, poniendo al individuo en alerta, como si
el peligro estuviera siempre presente y a punto de destruirlo. Por ejemplo, una persona con
comportamientos homofóbicos, que en realidad se siente atraída por personas del mismo
sexo.

Identificación

Es el mecanismo basado en la asimilación de las características de los demás, que se


convierten en modelos para el individuo. Este mecanismo es la base de la constitución de la
personalidad humana. Como ejemplo podemos citar el momento en que los niños asimilan las
características de los padres para luego diferenciarse. Este momento es importante y tiene
valor cognitivo ya que permite la construcción de una base donde la diferenciación puede o no
ocurrir.

Aislamiento

Es el mecanismo por el cual un pensamiento o comportamiento se aísla de los demás, de


modo que se desconecta de otros pensamientos. Es una defensa muy común en casos de
neurosis obsesiva. Los ejemplos de este mecanismo son diversos, como los rituales, fórmulas y
otras ideas que buscan la ruptura temporal con los otros pensamientos, en un intento de
defenderse contra el pulso de relacionarse con otro.
Negación

Es la defensa que se basa en negar el dolor, u otros sentimientos de desagrado. Se considera


uno de los mecanismos de defensa menos efectivos. Podemos citar como ejemplo el
comportamiento de los niños de "mentir", negando las acciones que han hecho y que
generarían un castigo.

Proyección

En resumen, podemos decir que es el desplazamiento de un impulso interno hacia el exterior,


o del individuo hacia otro. Los contenidos proyectados son siempre desconocidos para la
persona que los proyecta, precisamente porque tuvieron que ser expulsados, para evitar el
disgusto de entrar en contacto con estos contenidos. Un ejemplo es el de una mujer que se
siente atraída por otra mujer, pero que proyecta este sentimiento en su marido, generando la
sospecha de que será traicionada, es decir, que la atracción la siente su marido. Además de
esto, otros ejemplos de proyección pueden ser la causa de prejuicios y violencia.

Regresión

Es el proceso de volver a una etapa anterior del desarrollo, en la que la satisfacción era más
inmediata, o el disgusto era menor. Un ejemplo es el comportamiento de los niños que, al
tener dificultades en sus relaciones con otros niños, regresan, por ejemplo, a la fase oral y
reanudan el uso de chupetes, o incluso comen en exceso.

Mecanismos de defensa: qué son, tipos y ejemplos

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Por Gemma Adsuara Arrufat. 27 febrero 2020

Mecanismos de defensa: qué son, tipos y ejemplos


Las personas poseemos en nuestro interior ciertas ayudas inconscientes las cuales nos
permiten estar en paz con nosotros mismos y con los que nos rodean ya que, nos ayudan a
comportarnos de una manera socialmente aceptada.

Sin embargo, no siempre el uso de estas ayudas es beneficiosa para nosotras pues, si se hace
de manera inadecuada y reiterada, puede acabar provocando que perdamos cierta conciencia
de la realidad que nos rodea.

Los procesos que nos tienden esa mano, son los conocidos como mecanismos de defensa y en
este artículo de Psicología-Online, queremos dároslos a conocer, así como facilitaros qué son,
sus tipos y ejemplos para que aprendáis a identificarlos y emplearlos de una manera adecuada.

También te puede interesar: Teorías cognitivas: cuáles son, tipos y ejemplos

Índice

Qué son los mecanismos de defensa en psicología

Para qué sirven los mecanismos de defensa

Tipos de mecanismos de defensa

Cuáles son los mecanismos de defensa

Los mecanismos de defensa primarios: definición

Los mecanismo de defensa secundarios: definición

Qué son los mecanismos de defensa en psicología

Los mecanismos de defensa son procesos inconscientes de los individuos que tienen la función
de protección, en concreto tienen la intención de proteger la idea de uno mismo y su
autoestima.

El primero en describir dichos mecanismos fue Sigmund Freud, quien los asoció a una lucha
tanto interna como externa, la cual tenía como objetivo principal hacer desaparecer el
sufrimiento causado por unas ideas o emociones.

Aquí encontrarás más información sobre Los mecanismos de defensa según Anna Freud.

Para qué sirven los mecanismos de defensa


La función de estos mecanismos es tratar de reducir al máximo las consecuencias que puede
tener en un individuo una situación muy intensa emocionalmente para que, de esta forma, la
persona pueda seguir funcionando normalmente.

Las funciones de mecanismos de defensa son las siguientes:

Lograr un reequilibrio entre las realidades internas y las externas.

Autorregular la posibilidad de satisfacer los impulsos.

Facilitar una adaptación adecuada con la sociedad.

Permitir un correcto desarrollo de la personalidad

Proteger el equilibro emocional.

Tipos de mecanismos de defensa

Encontramos distintos tipos de mecanismos de defensa, clasificados por diferentes autores.


Sin embargo, en este artículo, nos basaremos en la clasificación empleada por McWilliams.

Mecanismos de defensa primarios: estos suelen aparecer en las personas durante las primeras
etapas de la vida y tienden a ir relacionadas con actitudes de negación de la realidad.

Mecanismos de defensa secundarios: por el contrario, estos aparecen durante las épocas
tardías del desarrollo de un individuo. Se caracterizan porque preservan el criterio de realidad
en las personas.

Cuáles son los mecanismos de defensa

Dentro de cada uno de los grupos generales de mecanismos de defensa, encontramos distintos
mecanismos más concretos.

Mecanismos de defensa primarios

Retraimiento

Negación

Control omnipotente

Idealización y desvalorización

Proyección

Introyección

Identificación proyectiva

Escisión
Disociación

Mecanismos de defensa secundarios

Represión

Regresión

Aislamiento

Intelectuación

Racionalización

Compartimentalización

Anulación

Volver contra sí mismo

Desplazamiento

Formación reactiva

Inversión

Actuación

Sexualización

Sublimación

Los mecanismos de defensa primarios: definición

A continuación se explica cada uno de los mecanismos de defensa primarios:

1. Retraimiento

El individuo se cierra en sí mismo, alejándose de la realidad mediante el uso de fantasías y


sueños. El uso de este tipo de mecanismo permite al sujeto escapar de una realidad dolorosa,
pero sin distorsionarla. Como desventaja de este tipo de mecanismo, es que si el individuo la
utiliza reiteradamente, esto va a limitar la posibilidad de hacerse cargo de la realidad.

Ejemplo: un bebé que ante una sobrestimulación decide dormirse para evitarla.

2. Negación

Se rechaza de manera certera aquello que está ocurriendo con la convicción de que, si no se
reconoce como real, es que no ocurre de verdad. Lo que el sujeto hace es bloquear aquellos
eventos inaceptables para que de esta manera no pasen a formar parte de la consciencia.

3. Control omnipotente
Parte de la base fantasiosa de que el sujeto cree que la fuente de lo que nos sucede es uno
mismo. No se considera que los demás pueden influir en nuestra vida según su voluntad. Este
es un buen método motivador para alcanzar los objetivos que el sujeto se proponga, sin
embargo, a largo plazo no podrá crear relaciones causales lógicas y reales que le ayuden a
alcanzar sus objetivos.

4. Idealización y desvalorización

En la idealización, el sujeto que emplea este mecanismo muestra un estado de dependencia


hacia otra persona a la cual otorga un valor o poder especial. Consideran que estos van a
poder resolver siempre sus dificultades.

Por el contrario, el mecanismo de desvalorización aparece cuando el sujeto se topa con la


realidad y deja de idealizar al individuo dándose cuenta de que estos no tienen ningún poder.

5. Proyección

Con este mecanismo, los sujetos atribuyen sus actos, pensamientos y conductas propias e
inaceptables a otras personas. Es decir, niega que él o ella las haya llevado a cabo por voluntad
propia, sino que ha sido por culpa del exterior que estas se hayan producido.

6. Introyección

Se incorpora dentro del sujeto un acto o comportamiento que viene ocasionado por algo que
está fuera y que, en realidad es completamente diferente a ese individuo.

Este comportamiento es habitual en etapas de duelo, donde la persona que ha sufrido la


pérdida empieza a adoptar conductas y formas de ser de la persona fallecida.

7. Identificación proyectiva

Es la base de la que parte el conocido Síndrome de Estocolmo. Las personas tratan de reducir
la ansiedad que sienten identificándose con el agresor. Consiste en la idea de justificar los
actos de la otra persona para evitar el sufrimiento de pensar el daño que están haciendo.

8. Escisión

Mecanismo en donde se separa el mundo en buenos y malos. Es una forma de distorsión que
ayuda al individuo a resolver ciertas situaciones confusas y amenazantes. No es para nada raro
encontrar a una persona que en este preciso momento encuentre mala a otra a la cual la
semana pasada consideraba como buena.
9. Disociación

Se crea una representación diferente de uno mismo para, de este modo, desconectar con la
experiencia actual. Si los individuos recurren muchas veces a este mecanismo, pueden llegar a
considerar que dentro de ellos existen distintos si-mismos.

Los mecanismo de defensa secundarios: definición

A continuación se expone cada uno de los mecanismos de defensa secundarios:

1. Represión

La persona es totalmente consciente de lo que está ocurriendo, sin embargo, de manera


voluntaria decide olvidar u omitirlo. Es un mecanismo de defensa que desencadena en el
sujeto un reflejo de inhibición. Por ejemplo, se suele ver en personas las cuales tienen deseos
sexuales considerados inaceptables por el resto de la sociedad y los reprimen.

2. Regresión

De manera inconsciente, el sujeto vuelve a adoptar conductas y formas de funcionamiento de


su infancia de modo que esto le permita evitar el conflicto al que se ha de enfrentar. Se
considera un mecanismo de defensa fluctuante y habitual en todas las personas.

3. Aislamiento

Este mecanismo de defensa consiste en separar los pensamientos de las emociones. Es decir,
posible ser consciente y pueden pensar sobre un hecho en concreto, pero se separa el
significado emocional, por lo que este nunca llega a afectar al individuo. Este mecanismo
puede resultar muy útiles para aquellas personas cuyas profesiones no pueden verse afectadas
por sus emociones, como en el caso de los médicos, jueces, militares.

4. Intelectuación

Es muy parecido al mecanismo previamente descrito, sin embargo, en este caso, la persona sí
que reconoce la existencia de un afecto hacia ese hecho, pero no es capaz de sentirlo. Se
podría decir que la persona reconoce teóricamente el afecto, pero no le es posible expresarlo
en sí mismo. Es decir, se trata la situación de forma cognitiva y no se conecta con el plano
emocional.

5. Racionalización

Necesitan justificar ciertos hechos para evitar entrar en conflicto con ellos mismos. Mediante
este mecanismo, las personas seleccionan de entre todas las explicaciones y motivos hacia
unos actos los cuales son reconocidos como inaceptables, aquellos los cuales les van a permitir
justificarlos.

6. Compartimentalización

Este mecanismo de defensa es empleado por las personas que tienen a la vez dos o más ideas,
comportamientos o actitudes contrarias. De este modo, pueden permitir que ambas ideas no
entren en conflicto y se contradigan en su mente, sino que existan a la vez.

7. Anulación

El mecanismo de defensa de anulación consiste en, de manera inconsciente, compensar un


sentimiento o emoción dolorosa de modo que esta quede totalmente anulada gracias a otro
comportamiento compensatorio. Por ejemplo: un hombre que ejerce violencia de género
sobre su mujer, le llevará rosas para anular sus actos agresivos.

8. Volver contra sí mismo

El sujeto redirige aquellas emociones las cuales estaban destinadas hacia otro sobre su propia
persona. No es del agrado de nadie darse cuenta de que no se puede contar con alguien, por lo
que, en vez de sentir rabia hacia ella, el sujeto que emplea este mecanismo desarrollará este
sentimiento hacia él.

9. Desplazamiento

Este mecanismo parte de la base de la redirección de las emociones desde un objeto natural
hacia otro, ya que, expresarlo sobre el primero de estos puede resultar demasiado angustioso.
Por ejemplo, en un momento de enfado con nuestros padres, en vez de gritarles a ellos,
entramos en nuestra habitación y gritamos sobre la almohada.

10. Formación reactiva

Las personas con actitudes agresivas e impulsivas tienden a emplear este mecanismo para
adaptar su comportamiento. Se trata de modificar una emoción o impulso en su contrario. Por
ejemplo, el odio en amor, la envidia en gratitud.

11. Inversión

Va relacionada con la interacción de la persona con la situación que experimenta, pasando de


ser un sujeto pasivo de esta en donde sufre las consecuencias dolorosas a ser alguien activo en
ella. Se ve este mecanismo de defensa en aquellos sujetos que pasan de ser personas
dependientes a personas las cuales necesitan que los demás dependan de ellos.
12. Actuación

Las personas expresan sus deseos o conflictos inconscientes a través de acciones para de esta
forma no tener que ser conscientes de las ideas o afectos que los acompañan. Se considera un
mecanismo de inversión, pero con la adición de la realización de una acción por parte del
sujeto. Dentro de psicología, este mecanismo es conocido a su vez como acting out.

13. Sexualización

Se transforman las sensaciones de terror o dolor en experiencias placenteras. Este mecanismo


se suele observar en sujetos los cuales son víctimas de agresiones y depresiones, los cuales
para que sus situaciones sean más llevaderas convierten los malos momentos en situaciones
agradables y gratificantes.

14. Sublimación

La sublimación es el mecanismo de defensa maduro el cual permite a los individuos a canalizar


todas aquellas pulsiones (estímulos o impulsos, normalmente de contenido sexual o agresivo)
y orientarlas hacia conductas consideradas aceptables en nuestra sociedad.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer


un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que
trate tu caso en particular.

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Bibliografía

Camacho, E. B., Chávez-León, E., Uribe, M. P. O., Jiménez, A. Y., & López, O. N. (2010). Los
niveles de funcionamiento psicológico y los mecanismos de defensa. Salud Mental, 33(6), 517-
526.

Cramer, P. (2013). Estudios empíricos sobre mecanismos de defensa. Subjetividad y Procesos


Cognitivos, 17(1), 97-117.

Freud, A., & Carcamo, C. E. (1961). El yo y los mecanismos de defensa (Vol. 3). Barcelona:
Paidós.

Hinojosa, A. (1968). Mecanismos psicológicos de adaptación y defensa.

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