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a: representa el retiro por período (equivalente a la disminución del salario anual provocada por la incapacidad), n: el
número de períodos (cantidad de años que restan hasta que el damnificado se halle en condiciones de obtener
jubilación ordinaria con haber máximo, en el caso también hasta la mayoría de edad de los menores) e i: el
coeficiente de la tasa de interés en el período (0,06).
En el presente caso, el salario mensual de la víctima al momento del accidente ascendía a $ 400, la vida útil posterior
a dicha fecha puede estimarse en 23 años (fs. 2) y la incapacidad del 42% (fs. 352), por lo que el resultado numérico
de la fórmula citada asciende a $ 26.870,50.
A dicha suma, habrá de adicionarse la suma de $ 11.790 ($ 7.950 + $ 3.840), correspondiente al tratamiento
psicoterapéutico y psiquiátrico, indicado por el señor perito médico, punto que no fue cuestionado por la
demandada, por lo que la reparación por el daño material alcanza a la suma de $ 38.660,50.
Al respecto, comparto el criterio que sostiene que resulta improcedente indemnizar el daño psíquico o psicológico y
el tratamiento respectivo, ya que debe concederse uno u otro cuando la psicoterapia tiene probabilidades serias de
remitir la patología psíquica derivada del accidente, ya que de otra forma se duplicaría el resarcimiento (en sentido
análogo CNCiv. - Sala C - "Cisneros, Evaristo y otro c/González, Mario C." - 3/12/1998; CNCiv. - Sala C -
"Morinigo Díaz, Pedro c/Arquing SA y otros" - 15/12/1998, JA - repertorio gral. - 2001 - pág. 537).
En el marco de la acción intentada, considero también procedente la reparación del daño moral, de carácter
autónomo, que estimo en la suma de $ 20.800, visto que el demandante sufrió la pérdida de la visión del ojo derecho
lo que le provoca un daño de carácter irreversible que afecta no sólo su aspecto laboral sino también toda su vida en
general, pues compromete tanto su integridad corporal como su proyecto vital; debe valorarse también a los fines de
esta reparación que el actor fue intervenido quirúrgicamente el día del accidente, con indicación de reposo por varios
días, y posteriores controles durante 30 días, todo lo cual generó padecimientos e incertidumbres de orden espiritual
(conf. artículo 1078 del CC - fallo plenario 243 - 25/10/1982 - "Vieites, Eliseo c/Ford Motors Argentina SA"). En
síntesis, la indemnización con fundamento en el "derecho común" alcanza la suma de $ 59.460,50.
La indemnización que correspondería percibir a García, conforme el artículo 14 de la ley 24557, en su redacción
vigente a la fecha del infortunio, alcanza a la suma de $ 11.197,20 ($ 400 x 52% x 43 x 1,55).
Considero que en el caso, es evidente que el resarcimiento que resulta de aplicar la ley 24557, es ostensiblemente
inferior al que se obtiene por la aplicación de las normas del derecho común, por lo que propongo declarar la
inconstitucionalidad del artículo 39, inciso 1) de la LRT en este caso concreto, pues de lo contrario se vulnerarían las
garantía constitucionales de igualdad ante la ley y de propiedad (artículos 16 y 17 de la CN), ya que el trabajador
accidentado percibiría una reparación sensiblemente menor a la que por el mismo hecho podría llegar a recibir
cualquier otra víctima ajena al vínculo laboral.
No afecta la conclusión precedente la circunstancia de que el actor hubiera recibido del seguro la suma de $ 8.000
(fs. 160), pues más allá de que con la finalidad de evitar un enriquecimiento sin causa, deberá deducirse dicha
cantidad del resarcimiento más arriba fijado, en la etapa prevista por el artículo 132 de la ley 18345, lo relevante es
que esta Sala ha sostenido que la ley 24557 al disponer que el cumplimiento de las prestaciones previstas por dicha
normativa exime al empleador de la responsabilidad civil, salvo el caso del artículo 1072 del CC, que ha establecido
un sistema de reparaciones para los infortunios laborales de carácter cerrado y excluyente que no contempla que el
trabajador pueda ejercer una opción o renunciar a otro régimen, ya que si la ley hubiera querido establecerlo, lo
hubiera dispuesto de modo expreso como hicieron las leyes anteriores sobre la materia. En consecuencia, tanto la
participación en el proceso administrativo llevado a cabo entre la empleadora y la ART, como ante las comisiones
médicas y aún la percepción de prestaciones dinerarias o en especie que establece la ley 24557, no constituye en
modo alguno un sometimiento o acogimiento al régimen de la Ley de Riesgos del Trabajo, que impida su ulterior
cuestionamiento constitucional ni una abdicación al reclamo integral con fundamento en las disposiciones del
Código Civil (en sentido análogo, del registro de esta Sala - sentencia definitiva 83.626 - 30/5/2002 - "Roibal, Juan
c/Raico SA s/accidente - acción civil"; sentencia definitiva 84.617 - 18/3/2003 - "Scarlata, Jorge c/Caputo SA y
otros s/accidente").
En síntesis, la indemnización con fundamento en el "derecho común" alcanza a la suma de $ 59.460,50 que llevará
intereses moratorios desde la fecha del accidente 21/12/1999 a una tasa del 12% anual hasta el 31/12/2001 (acta
2.155 del 9/6/1994) y a partir del 1/1/2002 se aplicará la tasa de interés que resulte del promedio mensual de la tasa
activa fijada por el Banco de la Nación Argentina para el otorgamiento de préstamos (acta 2.357 - 7/5/2002). A la
suma resultante deberá deducírsele la cantidad de $ 8.000 tomando en cuenta la fecha en que ella fue percibida
(conf. artículos 776 y 777 del CC).
La circunstancia de que el codemandado Vera hubiera sido apartado del proceso no impide la condena de la
sociedad demandada ya que ambos deben ser considerados guardianes, pues el codemandado Vera, como
empleador, era quien organizaba el trabajo. Por ello, al respecto, no puede perderse de vista que la responsabilidad
de ambos es concurrente frente al damnificado por lo que ambos resultan responsables, sin perjuicio de las acciones
que puedan hacer valer las accionadas entre sí ante el fuero correspondiente (en sentido análogo, del registro de esta
Sala - sentencia definitiva 47.733 - 7/6/1984 - "Ponte viuda de Montivero, Aurora Mónica por sí y en representación
de su hija menor Montivero, Edit Mariela c/Cuello, Juan Carlos y otros"; sentencia definitiva 85.448 - 25/11/2003 -
"Reinoso de Santander, Stella Marys y otros c/Víctor M. Contreras y Cía. SA y otros s/accidente - acción civil").
En atención al resultado que propicio, corresponde dejar sin efecto la imposición de costas y las regulaciones de
honorarios practicadas en la instancia previa, por lo que resulta abstracto el tratamiento de las apelaciones deducidas
al respecto (artículo 279 del CPCC).
Auspicio que las costas de ambas instancias sean soportadas por la co-demandada Alto Paraná SA en su carácter de
vencida (artículo 68 del CPCC), quien también deberá afrontar los gastos por insumos de servicios hospitalarios
originados por el actor (Hospital Santojanni $ 36, fs. 328 y Hospital General de Agudos Dr. Teodoro Álvarez $
102,60, fs. 330).
En atención al resultado del pleito, a los trabajos realizados y a las normas arancelarias vigentes, propongo fijar los
honorarios por los trabajos cumplidos en la primera instancia, correspondientes a las representaciones letradas del
actor, de la co-demandada Alto Paraná SA y de los señores peritos médico y contador en el 16%, 11%, 7% y 7%
respectivamente del monto de condena con intereses, discriminando los honorarios correspondientes a la
representación letrada del actor de la siguiente manera: 9% al Dr. Nacucchio, 2% a los Dres. Báez y Sand y 5% al
Dr. Petruzela y a los firmantes de fs. 410 vta. y 417 vta. en el 25% a cada uno, de lo que deban percibir por sus
trabajos en la instancia previa.
Es por ello que propicio: I. Revocar la sentencia apelada y declarar en el caso, la inconstitucionalidad del artículo 39
de la ley 24557. II. Condenar a la co-demandada Alto Paraná SA a abonar al actor Ricardo García, la suma de $
59.460,50 (pesos cincuenta y nueve mil cuatrocientos sesenta, con cincuenta centavos) con más intereses y con la
deducción que arriba se dispone y dentro del quinto día de consentida o ejecutoriada la sentencia. III. Dejar sin
efecto la imposición de costas y regulaciones practicadas. IV. Imponer las costas de ambas instancias a la co-
demandada Alto Paraná SA. V. Regular los honorarios de las representaciones letradas del actor, de la co-
demandada Alto Paraná SA y de los Sres. Peritos Médico y Contador en el 16%, 11%, 7% y 7% respectivamente del
monto de condena con intereses, discriminando los honorarios de la representación letrada del actor del siguiente
modo: Dr. Nacucchio 9%, Dres. Sand y Báez 2% y Dr. Petruzela 5%. VI. Regular los honorarios de de los firmantes
de fs. 410 vta. y 417 vta. en el 25% a cada uno, de lo que deban percibir por sus trabajos en la instancia previa.
El Dr. Guibourg dijo:
Que adhiere al voto que antecede por compartir sus fundamentos.
Por todo ello, El Tribunal
RESUELVE:
I. Revocar la sentencia apelada y declarar en el caso, la inconstitucionalidad del artículo 39 de la ley 24557.
II. Condenar a la co-demandada Alto Paraná SA a abonar al actor Ricardo García, la suma de $ 59.460,50 (pesos
cincuenta y nueve mil cuatrocientos sesenta, con cincuenta centavos) con más intereses y con la deducción que
arriba se dispone y dentro del quinto día de consentida o ejecutoriada la sentencia.
III. Dejar sin efecto la imposición de costas y regulaciones practicadas.
IV. Imponer las costas de ambas instancias a la co-demandada Alto Paraná SA.
V. Regular los honorarios de las representaciones letradas del actor, de la co-demandada Alto Paraná SA y de los
señores peritos médico y contador en el 16%, 11%, 7% y 7% respectivamente del monto de condena con intereses,
discriminando los honorarios de la representación letrada del actor del siguiente modo: Dr. Nacucchio 9%, Dres.
Sand y Báez 2% y Dr. Petruzela 5%.
VI. Regular los honorarios de de los firmantes de fs. 410 vta. y 417 vta. en el 25% a cada uno, de lo que deban
percibir por sus trabajos en la instancia previa.
Regístrese, notifíquese y oportunamente devuélvase.
Elsa Porta - Ricardo A. Guibourg