Está en la página 1de 9

UNIVERSIDAD ESCUELA LIBRE DE

DERECHO

DERECHO NOTARIAL I

Tema: PRINCIPIOS NOTARIALES

Profesora: María Auxiliadora Agü ero

Alumno: José Vargas

2013
PRINCIPIOS NOTARIALES

Primero que todo creo que es importante mencionar, antes de entrar en materia
que la función notarial, consiste en recibir e interpretar, adecuadamente, las
manifestaciones de voluntad de quienes acuden ante su ministerio; redactar
documentos referidos a actos y contratos, y otorgarles el carácter de auténticos.
Dicha autenticidad deviene de la autoridad pública de que está dotado el Notario
por delegación del poder público.

También igualmente se debe señalar que la función del notario es asesorar a las
personas sobre la correcta formación legal de su voluntad en los actos o contratos
jurídicos que, ante él, se autoricen y otorguen; dar fe de la existencia de hechos
que ocurran ante el. El artículo 34 del código notarial es claro en señalar que el
notario debe “ recibir, interpretar y adecuar al ordenamiento jurídico las
manifestaciones de voluntad de las partes, informar a los interesados del valor y
trascendencia legales de las renuncias que se hagan, confeccionar los
instrumentos, asesorar jurídica y notarialmente, inscribir documentos, y expedir
certificaciones….”, etc.

Debemos señalar también que la función notarial otorga seguridad jurídica a los
hechos mediante la conformación de instrumentos públicos. Esto provoca,
igualmente, un aseguramiento de los derechos subjetivos. Dada la función pública
del ejercicio Notarial, tenemos que ir mas allá que referirse a la simple dicotomía
entre lo público y lo privado. El derecho notarial encierra normas de ambas
categorías; es decir, se nutre de reglamentaciones públicas, básicamente en
cuanto a la organización del Notariado y su régimen disciplinario y normas de
orden privado, en cuanto al régimen jurídico del instrumento público.

LOS PRINCIPIOS:
A. Principio de imparcialidad: El artículo 35 del código notarial nos dice “como
fedatarios públicos, los notarios deben de actuar de manera imparcial y
objetiva en relación con todas las personas que intervengan en los actos o
contratos otorgados en su presencia” en otras palabras los notarios deben
de actuar sin favorecer a ninguna de las partes que interviene en los
diferentes actos y documentos celebrados o redactados ante él. Dice don
Herman Mora Vargas que la imparcialidad pretende asegurar la adecuada
prestación del ejercicio profesional en forma limpia, inmaculada. Un notario
comprometido con amarras y compromisos, sesgara la redacción de
documentos según su conveniencia o intereses. La obligación de
imparcialidad exige comportamientos muy concretos. Como que el notario
no puede asumir que impliquen la defensa de intereses particulares, siendo
así, este debe ofrecer el mismo trato a todos sus clientes y en forma
paritaria la prestación de sus servicios. No puedo terminar este principio sin
antes terminar diciendo que la imparcialidad es un deber del fedatario
público; encierra una actitud responsable y permanente hacia la función
pública por parte del material, pues, por encima de todo, está obligado a
velar porque exista una ponderación adecuada en su asesoramiento, de
manera que siempre tienda a salvaguardar la fe pública para la cual fue
habilitado legalmente, como fin primordial en la prestación del servicio.

B. Principio de independencia: El notario debe ejercer su función en forma


independiente, lo cual está al servicio de la imparcialidad. La relación
laboral supone una actitud comprometida y un deber de obediencia que
impone subordinación. El Notario debe tener la posibilidad de decir que
“NO”, pero cuando su patrono lo obligue a realizar actuaciones en que
comprometan esta imparcialidad, deviene otro tipo de relación, la jerarquía,
en virtud de un contrato de trabajo. Esto inspiro el código notarial y se
encuentra plasmado en el articulo 4 inciso f “ quienes ejerzan cargos en
cualquier dependencia del sector público, incluso en las estructuradas
según modelos organizacionales del derecho privado, en los que se le
prohíba el ejercicio externo del notariado” en este sentido han sido
aclaratorias sentencias de la sala II del 7 de febrero de 1996, la cual ha
sostenido, “ en consecuencia, debe concluirse que el notario, en cuanto tal,
no pueda ser considerado funcionario o empleado en relaciones de
servicios o labores típicas, pues en su labor no le es posible sujetarse a los
intereses de alguna de las partes laborales intervinientes…” también se
debe ser claro al indicar que la independencia no libera al notario de su
obligación de lealtad con el orden legal ni podrá prestarse para el servicio
caprichoso y malversado de las partes.

C. Principio de integridad: Es una de las más elevadas características del


notario en su condición moral. Más que cualquier otro profesional, este
debe ser integro en su vida profesional; tal pulcritud involucra en muchas
legislaciones a la vida personal del profesional. En el artículo 4 inciso c del
código notarial establece los impedimentos al ser condenados y de igual
manera el artículo 147 del código notarial establece la suspensión de 10
años al notario suspendido por alguno de los delitos antes dichos. Cuando
el código habla de asesorar jurídica y notarialmente, se refiere a aquella
explicación de todos los elementos que componen el negocio o situación
jurídica, no meramente lo cartulario, si no la institución jurídica de fondo.

D. Principio de asesoría: El código notarial en su artículo 34 inciso f indica “en


los alcances de la función notarial es la de asesorar jurídicamente y
notarialmente” como lo hemos sostenidos, una de las funciones más
importantes del notario es la asesoría y consejo que presta a sus clientes.
Es parte de la denominada función notarial, cuando el código habla de
asesoría jurídica y notarialmente, se refiere a aquella explicación de todos
los elementos que componen el negocio o situación jurídica, no únicamente
lo cartulario; es decir, al dar lectura y explicación de una escritura. El
negocio fondo debe ser claro y ampliamente explicado por este, es decir
que el Notario no solo se debe conformar solo con leer el instrumento, sino
que también debe de explicar las clausulas del negocio, esto porque hay
que entender que el profesional en derecho es él y muchos términos solo
en los entiende y conoce. En los lineamientos para el ejercicio y control del
servicio notarial encontramos en el artículo 5 que el notario debe “dar un
asesoramiento cuyo contenido este definido por las normas que rigen la
materia y los principios de transparencia, probidad y lealtad al usuario. El
servicio debe ser seguro y eficaz, tanto respecto del documento como su
legitimidad, todo lo cual está sujeto al secreto profesional.

E. Principio de contralor de legalidad: El notario otorga legitimidad a los actos


y contratos que se le someten. Como conocedor del derecho, las partes
tienen la seguridad de que los documentos notariales son enmarcables
dentro del concepto de legalidad; que el ordenamiento exige. La función
legitimadora implica una verificación de legalidad, no podemos suponer que
sea de otra forma. El notario costarricense no puede realizar actos o
contratos aunque así lo deseen las partes que sean contrarios al
ordenamiento jurídico, o bien, que sean ineficaces; esto debido a que lo
contrario se ha prestado para realizar engaños a comparecientes pero
sobre todo a terceros cercanos al acto esto de acuerdo al artículo 7 inciso d
del código notarial y también provisto en los lineamientos para el ejercicio y
control del servicio notarial en su artículo 11 “la función pública ejercida
privadamente por el notario debidamente autorizado, puede causar daños,
tanto a usuarios, terceros como a la misma fe pública, de allí que sea objeto
de control”.
F. Principio de función personalísima y atención personalizada: El notario
debe ejercer en primera persona, sin perjuicio de la gama de asistentes que
hay en algunos bufetes. Existen actos notariales que requieren la
intervención física del notario de manera indiscutible, como es el caso del
otorgamiento y desatender esta norma puede causar una suspensión de 3
a 10 años. Es claro que, en algunas ocasiones la practica nacional ha
obligado a notarios a “conseguir firmas” por medio de asistentes. De la
misma manera, el notario es el único responsable, por cualquier
circunstancia que provoque a las partes o al interesado. Este debe asumir
las consecuencias y los daños. El notario será responsable y obligado a
reparar el daño, aunque las actuaciones irregulares hayan sido cometidas
por los colaboradores o asistentes.

G. Principio de especialidad en derecho: El notario debe ser un jurista


altamente calificado, con los correspondientes estudios universitarios que lo
acrediten y que son indicadores de confianza. Por lo compleja y sofisticada
que resulte ser la sociedad moderna, la especialidad, tanto
académicamente como funcional, es indispensable para el adecuado
ejercicio de la profesión. Es decir, el notario debe ser especialista del
notariado, tanto por su función como por su conocimiento y estudio, y estar
libre de cualquier otro tipo de cargo o empleo; o sea, dedicado por entero a
su profesión. Este principio está muy relacionado con lo que dice el artículo
12 de los lineamientos para el ejercicio y control del servicio notarial el cual
indica “la constancia en la actualización de las nuevas doctrinas, legislación
y los diversos cambios que afectan el ejercicio del notariado es una
necesidad intrínseca a la actividad notarial”.

H. Principio de probidad: procesalmente se ha dicho que no se debe utilizar


argumentaciones fraudulentas, en la materia de notariado esto se significa
que, la asesoría debe brindarse en concordancia con el contenido de las
normas que rigen la materia y bajo la transparencia y lealtad al usuario,
donde el servicio debe ser seguro y eficaz.

I. Principio de la unidad del acto: este principio se basa en que el instrumento


público debe perfeccionarse en un solo acto, de donde se desprende la
integridad de la fe pública. El cual es el verdadero fundamento de la
exigencia de la unidad del acto. Siempre recordando que el notario debe
ser el último en firmar el acta notarial en el que se encuentre.

J. Principio de fe pública: en si la fe pública es la presunción de veracidad de


los actos, autorizados por un notario, por eso en el artículo 1 del código
notarial dice “el notario tiene fe pública para hacer constar y autorizar actos
y contratos en que intervenga por disposición de la ley o a requerimiento de
las partes.

K. Principio de inmediación: el notario a la hora de actuar siempre debe estar


en contacto con las partes, porque entre ambos debe haber un
acercamiento al instrumento público.

L. Principio de rogación: la intervención del notario siempre debe ser


solicitada, no puede actuar por sí mismo o de oficio.

M. Principio identificación de las partes: en este principio tiene que existir


pericia del notario a la hora cuando las partes se presentan ante él según el
artículo 39 del código notarial, los notarios deben de identificar,
cuidadosamente y sin lugar a dudas a las partes y a los intervinientes en los
actos o contratos que autoricen.

PRINCIPIOS OPERATIVOS

Artículo 11: control de la actividad notarial. La función pública ejercida


privadamente por el notario debidamente autorizado, puede causar daños,
tanto a usuarios, terceros como a la misma fe pública, de allí que sea objeto
de control.

Articulo 13: abstención. La suspensión del ejercicio del notario por


aplicación del régimen disciplinario de la DNN, tribunales notariales, o
cuando sobre venga inhabilitación legal, obliga abstención del servicio y
también lo que dice el artículo 4 inciso del código notarial es decir si está
suspendido no debe cartular.

Artículo 14: publicidad. Todo usuario, tercero o interesado, puede conocer


la información respecto del ejercicio del notariado.
BIBLIOGRAFÍA

1. MANUAL DE DERECHO NOTARIAL, Hernán Mora Vargas, Editorial


Investigaciones Jurídicas S.A, Costa Rica, 1999.
2. CÓDIGO NOTARIAL, Hernán Mora Vargas y Jaime Weisleder, Editorial
Investigaciones Jurídicas S.A. Costa Rica, 2010.
3. LINEAMIENTOS PARA EL EJERCICIO Y CONTROL DEL SERVICIO
NOTARIAL, 2007.

También podría gustarte