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La investigación cualitativa abarca una gran cantidad de fuentes y

formas de datos, y genera una gran cantidad de información. Esta


información se obtiene a través de observaciones estructuradas o no
estructuradas, entrevistas abiertas, estructuradas o etnográficas,
documentos cotidianos o especiales, registros, diarios, cuestionarios y
encuestas, películas y vídeos, o datos provenientes de pruebas de
diversos tipos. El análisis de los datos cualitativos requiere un proceso
selectivo, con el cual se busca extraer y agrupar los segmentos
relacionados a una pregunta de investigación, hipótesis, constructo o
tema particular, para así obtener una explicación integrada. Estas tareas
se llevan a cabo con la codificación, que implica la agrupación de la
información en categorías, el establecimiento de un marco conceptual, y
relacionar los datos con los fundamentos teóricos de la investigación.

La codificación es un proceso de análisis de datos cualitativos que


implica la identificación de un corpus de textos, la selección de
unidades de análisis dentro de los textos, la construcción de una lista
organizada de códigos basados en temas, la marcación de texto con
etiquetas y valores asignados, y la construcción de modelos
conceptuales entre los códigos. Esto se usa para reducir los datos y
para tomar decisiones sobre el contenido. Existen muchos métodos
diferentes para codificar, incluyendo la teoría fundamentada, el análisis
de esquemas, el modelo de decisión etnográfica, la inducción analítica,
el análisis de contenido clásico y los diccionarios de contenido. Estos
procesos son dinámicos y flexibles, y se refinan durante todo el análisis.

El proceso de codificación es una herramienta para organizar y describir


los datos cualitativos. Los pasos a seguir incluyen: transcribir el
material a ser analizado; leer cuidadosamente el material e identificar
partes interesantes para codificar; identificar tópicos; subrayar partes
de texto; leer repetidamente el texto; realizar una codificación formal;
recortar y pegar los trozos de texto en la cartulina correspondiente al
código; llevar a cabo la re-distribución del material para tener una visión
global de cada categoría; y comparar los resultados entre los
codificadores. Existen tres tipos de códigos: descriptivos,
interpretativos e inferenciales.

Los códigos son una herramienta que permite sintetizar y analizar los
datos recolectados. Estos pueden estar a diferentes niveles de análisis,
desde descriptivos hasta inferenciales, y pueden surgir en diferentes
momentos del análisis. Existen tres métodos principales para crear
códigos: una lista inicial previa, técnicas de codificación inductivas y
esquemas de códigos generales. Para que los códigos sean útiles y sean
aplicados de manera consistente, es necesario que tengan una
definición clara y un nombre que sea fácilmente reconvertible al
concepto. La elaboración inicial de los códigos puede tomar entre uno y
cuatro días completos.

La codificación es una parte fundamental de la investigación cualitativa,


que requiere tiempo y destreza por parte del codificador para ser
realizada. Para lograr una codificación exitosa, Álvarez-Gayou (2005) y
Miles y Huberman (1994) aconsejan a los investigadores principiantes
que mantengan temas clave, preguntas claras, marcos referenciales
conocidos y grabar su propio desempeño para mejorar su labor. Es
importante contar con asesoría y ejemplos, así como intercalar la
codificación con la escritura de anotaciones y tomarse tiempo para
transcribir, codificar y descansar entre sesiones de recogida de datos.

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