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Cuadernillo

Sistematización de experiencias

Una mirada sobre


nuestras prácticas
Autoría
Maria Frondizi
Pablo Di Salvatore
Equipo Territorio de Saberes

Experiencias
Archivo de la Memoria Trans, CABA
Federación Gráfica Bonaerense, CABA y GBA
Museo Escolar ENSAGA, Córdoba
Pueblos Originarios y Universidad, Salta

Territorio de
Saberes
Cuadernillo
Sistematización de experiencias
Una mirada sobre
nuestras prácticas
AUTORIDADES NACIONALES
Presidencia de la Nación
Alberto Fernández

Vicepresidencia de la Nación
Cristina Fernández de Kirchner

Ministerio de Cultura de la Nación


Tristán Bauer

Secretaría de Gestión Cultural


Federico Prieto

Dirección Nacional de Formación Cultural


Juan Manuel Aranovich

Territorio de
Saberes
Cuadernillo
Sistematización de experiencias
Una mirada sobre
nuestras prácticas
PUBLICACIÓN
Coordinación general Equipo administrativo
Paula Bruno
Ariel Urff
Sol Bouzada
Autoría Francisco Martínez
María Frondizi
Pablo Di Salvatore Equipo de comunicación

DIseño e Ilustración Cristian Cutró


Carolina Machado
Coordinación: Carolina Machado Evangelina Aguirre
Diseño e ilustraciones: Mara Bossi Florencia Bravo
Natalia Laspina
EQUIPO DE TRABAJO de la DNFC Natalia Villamil
Nino Claudio Zarate
Coordinación Dirección Nacional de Valeria Cantor
Formación Cultural
Agradecimientos
Lucas Zambrano
Sabrina Cassini Johanna Sporn
Victoria Ugarte
Nota del editor
Coordinación del Programa Territorio de Los textos publicados de las Experiencias
Saberes fueron enviados por los y las autoras de los
Paula Bruno respectivos espacios culturales comunitarios y
respetamos su forma de expresión.

Equipo Territorio de Saberes Ministerio de Cultura de la Nación Argentina


Año 2022
Carolina Machado
Daniela Conterno
Diego Amorín
Facundo Silvente
Lautaro Aguirre
Maria Frondizi
Marina Navarro
Natalia Filacanavo
Pablo Di Salvatore

Equipo técnico pedagógico

Medea Diorio
Johanna Tabella
Denis Ramírez del Rio
Marcos Fadic

Asistencia Técnica
Roberto Silvetti

Territorio de
Saberes
MARIA FRONDIZI | Integrante del equipo del prgrama Territorio de Saberes, de la Direc-
ción Nacional de Formación Cultural, del Ministerio de Cultura de la Nación. Técnica en gestión
cultural por la Universidad Nacional de Tres de Febrero. Diplomada en mediación cultural,
comunidad, artes y tecnologías (UNA).

PABLO DI SALVATORE | Integrante del equipo del programa Territorio de Saberes, de la


Dirección Nacional de Formación Cultural, del Ministerio de Cultura de la Nación. Profesor de
enseñanza media y superior en ciencias antropológicas ( FFyL - UBA). Docente universitario en
la Universidad Nacional de José C. Paz.

ARCHIVO DE LA MEMORIA TRANS | El Archivo de la Memoria Trans (AMT) es un


espacio cooperativo para la protección, construcción y reivindicación de la memoria trans en
Argentina, que busca constituirse como un referente/organismo documental y de memoria
colectiva de las identidades trans. En el mismo intervienen artistas, activistas, archivistas,
periodistas, historiadoras e historiadores, curadoras y curadores, críticas y críticos de arte,
editoras y editores, conservadoras y conservadores, investigadoras e investigadores y docen-
tes, en un intento por idear nuevos proyectos a partir de lenguajes diversos. El acervo cuenta
con más de 10.000 documentos entre los que se incluyen memorias fotográficas, fílmicas,
sonoras, periodísticas y diversas piezas museográficas que van desde principios del siglo XX
hasta finales de la década del año 1990.

FEDERACIÓN GRÁFICA BONAERENSE | Fundada en 1907, es el sindicato que


agrupa a las trabajadoras y los trabajadores gráficos de CABA y GBA La Secretaría de prensa y
cultura es la responsable de rescatar, recopilar y divulgar la rica historia del gremio (que arranca
el 25 de Mayo de 1857 con la creación de la Sociedad Tipográfica Bonaerense) digitalizando
esos materiales y poniéndolos a disposición en la página web del sindicato.

MUSEO ESCOLAR ENSAGA | El museo escolar tiene su origen en 1938 como Museo de
ciencias naturales Florentino Ameghino, funcionando en el Consejo Provincial de Educación.
Con la creación de la escuela normal superior por Ley provincial, en 1942 fue trasladado,
pasando a formar parte del proyecto pedagógico liderado por Antonio Sobral, Saúl Taborda y
Luz Vieira Méndez. Enmarcado en la museología social, desde hace unos años el espacio se
plantea como un lugar de encuentro, con sus memorias y su historia, con el propósito de cons-
truir nuevos proyectos, donde las decisiones son tomadas de forma colectiva a través del
diálogo entre estudiantes, egresadas, egresados, docentes, vecinas y vecinos.

PUEBLOS ORIGINARIOS Y UNIVERSIDAD | Es un equipo de trabajo de docentes y


estudiantes de la Universidad Nacional de Salta que junto al programa comunitario del hospital
San Bernardo y referentes territoriales de los pueblos Wichí, Guaraní, Tapiete y Chané del
noreste de la provincia de Salta, caminan en la recuperación y revitalización de los conocimien-
tos ancestrales para el cuidado de la salud y el territorio, desde la perspectiva de derechos.

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Índice
1. Introducción.....................................................................................10

2. Prácticas que enseñan......................................................................11

3. Sistematización desde la experiencia.............................................11

4. Una historia en permanente construcción....................................13

5. Planificar para sistematizar.............................................................17

6. Cuestión de enfoques.......................................................................19

7. El camino de la metodología...........................................................21

8. Experiencias.....................................................................................34
Archivo de la Memoria Trans..........................................................36
Federación Gráfica Bonaerense.....................................................44
Museo Escolar ENSAGA..................................................................52
Pueblos Originarios y Universidad...............................................58

9. Bibliografía.......................................................................................66

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Territorio de
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Cuadernillo | Sistematización de experiencias
El presente cuadernillo busca brindar orientaciones teórico-prácticas para
abordar la tarea de la sistematización de experiencias. En el inicio, aborda-
remos aspectos teóricos relevantes de la sistematización de experiencias
en América Latina; en una segunda parte, presentaremos la metodología
propuesta para realizar la sistematización; y en la última parte encontrarán
un apartado donde se comparten cuatro experiencias de sistematización
llevadas adelante por distintos espacios culturales comunitarios del país.
A este cuadernillo lo acompaña un Anexo llamado Caja de herramientas
para la sistematización de experiencias que contiene las fichas con ejem-
plos, que se sugieren en el apartado El camino de la metodología de esta
publicación y que serán de utilidad para llevar a la práctica el proceso de
sistematización.

1.
¿Por qué es importante sistematizar experiencias? es una pregunta clave que
nos hicimos al proyectar este cuadernillo. ¿Qué implica sistematizar las prácticas
en nuestras organizaciones, colectivos e instituciones que trabajan, piensan y
contribuyen a la cultura comunitaria? La propuesta de este material consiste en
resumir y compartir algunas respuestas y herramientas posibles.

En ese sentido, el propósito de este cuadernillo consiste en preguntarnos, inter-


pretar y reflexionar críticamente, significar nuestras experiencias, a partir de un
ejercicio colectivo, diverso y enriquecedor.

Reivindicamos la pregunta como disparadora de caminos hacia nuevos conoci-


mientos; como suscribe Antonio Faundez en su conversación con Paulo Freire
cuando afirma “todo conocimiento comienza por la pregunta” (P. Freire y Anto-
nio Faundez, 2013). Preguntarnos sobre nuestras prácticas, revisarlas, recono-
cerlas, para poder construir otras, reflexiva y colectivamente. Es ese el espíritu y
la razón de este acercamiento a la sistematización de experiencias, como práctica
fundamental para la formación colectiva en espacios culturales comunitarios.

Con el fin de aportar un marco orientador, ponemos a disposición un breve reco-


rrido por la historia, los diversos enfoques, el diseño metodológico y las herra-
mientas prácticas sobre sistematización de experiencias, elaboradas desde la
educación popular, el trabajo comunitario y la investigación participativa.

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2.

Cuadernillo | Sistematización de experiencias


A partir de los desarrollos teóricos de Oscar Jara Holliday (2002), podemos señalar que aprender de
nuestras prácticas es, muchas veces, un deseo valorado positivamente, aunque otras tantas, poco
consumado. El trabajo, la militancia, la diversidad de tareas que se realizan en el marco de espacios que
se dedican a la formación cultural comunitaria, muchas veces atentan contra este propósito, que es
fundamental e incluso puede ser decisivo para el logro de los proyectos propuestos.

La práctica es, tal vez, la más importante fuente de aprendizaje y la que tenemos más a mano. Cómo
aprender de ella es un desafío metodológico, técnico y fundamentalmente político.

Oscar Jara Holliday menciona que en ese empeño coinciden tres esfuerzos complementarios: la evalua-
ción, el seguimiento de la acción y la sistematización de experiencias. Todos, enmarcados dentro del
interés común de crear un conocimiento productivo a partir de la práctica, complementado por investi-
gaciones de distinto tipo y alcances.
La sistematización de las experiencias, lamentablemente, ha sido el menos desarrollado de estos
esfuerzos. Sin embargo, su aporte es esencial e insustituible.

3.

¿Cómo concebimos la sistematización? Tenemos, al menos, dos opciones de con-


cebir la sistematización: como sistematización de datos (sistematización de
información) o como sistematización de experiencias.
El primer significado, por lo general, es el más usado y hace referencia al ordena-
miento y clasificación de datos e informaciones, estructurando categorías, rela-
ciones y posibilitando la constitución de bases de datos organizados.
La segunda opción, no tan común y más compleja, trata de ir más allá, intentan-
do mirar las experiencias como procesos históricos, sociales y dinámicos, en los
que intervienen diversos actores, que se realizan en un contexto económico,
social e institucional determinado (Jara Holliday, 2011).

En las experiencias, en tanto procesos complejos, intervienen una serie de facto-


res objetivos y subjetivos que están en interrelación:

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Condiciones del contexto histórico en que se desenvuelven.

Cuadernillo | Sistematización de experiencias


Situaciones particulares que la hacen posible.
Acciones intencionadas que realizamos las personas con determinados fines, o
que se dan sólo como respuesta a situaciones.
Reacciones que se generan a partir de dichas acciones.
Resultados esperados o inesperados que van surgiendo.
Percepciones, interpretaciones, intuiciones y emociones de quienes intervenimos.
Relaciones que se establecen entre las personas que somos sujetos de
estas experiencias.

Sistematizar experiencias significa entender por qué ese proceso se está


desarrollando de esa manera. Entender e interpretar lo que está acontecien-
do, a partir de un ordenamiento y reconstrucción de lo que ha sucedido en
dicho proceso. Se trata de hacer una reconstrucción de lo sucedido y un orde-
namiento de los distintos elementos objetivos y subjetivos que han interveni-
do en el proceso, para comprenderlo, interpretarlo y así aprender de nuestra
propia práctica.

Sin embargo, el desafío está en no quedarnos sólo en la reconstrucción de lo


qué sucede, sino en dar un paso más y poder realizar una interpretación crítica.
El eje principal de preocupación se traslada de la reconstrucción de lo sucedido
y el ordenamiento de la información, a una interpretación crítica de lo aconte-
cido para poder extraer aprendizajes que sean potencialmente más producti-
vos para el futuro.

Sistematizamos nuestras experiencias para aprender


críticamente de ellas y así poder:

Mejorar nuestra práctica.


Compartir nuestros aprendizajes con
otras experiencias similares.
Contribuir al enriquecimiento de la teoría.

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Cuadernillo | Sistematización de experiencias
4.

El concepto de sistematización de experiencias surge en el marco de los acontecimien-


tos y proyectos emancipadores que se sucedieron a partir de la revolución cubana (1959),
en los países latinoamericanos, como resultado de la necesidad de generar marcos
propios de abordajes teóricos situados.

En ese contexto socio-histórico, se generaron una serie de procesos de crítica, replantea-


miento y redefinición en el campo de la acción social, que impulsaron el desarrollo de
nuevos marcos teóricos y proyectos que tenían como horizonte la transformación social.

Entre los años 1950 y 1960 encontramos los


antecedentes de la sistematización en el campo
del trabajo social (que en ese momento se
denominaba “asistencia social” o “servicio
social”), el cual, suscribiendo a las premisas del
“metodologismo aséptico” propuesto por los
teóricos norteamericanos, entendía que se
debía actuar con una perspectiva neutra y
descomprometida, donde el objetivo central no
era la transformación sino la adaptación al
sistema vigente (Cáceres, L. 1991, en Ayllón,
2002).
Con el propósito de reforzar su carácter científi-
co, el “servicio social” de ese entonces, comien-
za a utilizar el término sistematización, relacio-
nado con la idea de recuperar, ordenar, precisar
y clasificar información.

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En los primeros años de la década de 1970, con la
llegada del gobierno de la Unidad Popular en
Chile, presidido por Salvador Allende, se crean las
condiciones para el desarrollo de nuevos enfo-
ques en el ámbito del trabajo social desde una
perspectiva latinoamericana, que cuestiona la
neutralidad metodológica. En este escenario, se
desarrolla particularmente en Chile, la llamada
reconceptualización del trabajo social, que
plantea la necesidad de un cambio de enfoque
teórico-práctico sobre esta disciplina.

“Recuperar, ordenar, precisar y clasificar el


saber del servicio social para darle un carácter
científico-técnico a la profesión y elevar su
status ante otras especialidades”.
(Jara, 2002, p. 4).

Esta nueva mirada se basa en cinco pilares


fundamentales:
La comprensión de la particularidad del contexto
Latinoamericano.
La negación de la neutralidad científica que
proponían los teóricos norteamericanos.
La valoración del trabajo de campo y las prácti-
cas cotidianas como fuentes de conocimiento.
La falsa dicotomía entre formación teórica y Paulo Freire
aprendizaje práctico.
La necesidad de generar un corpus riguroso de
conocimiento teórico y práctico que sustentará
el Trabajo Social como disciplina científica (Jara
Holliday, 2012).

En el marco de este cambio de paradigma la siste-


matización tomará un lugar fundamental en la
praxis de los y las trabajadoras sociales, que será
Paulo Freire reúne bajo el término
entendida a partir de este momento, como una praxis la relación entre acción y
metodología que permita recuperar y reflexionar reflexión. Donde no hay acción,
acerca de las experiencias, a través de la voz de sus afirma, hay pura palabrería; donde
participantes y con el objetivo de generar una no hay reflexión, hay activismo.
transformación social.

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En América Latina, la sistematización surge en las décadas de 1970 y 1980, desde organizaciones que
trabajan en el ámbito de la educación popular. Ellas reconocen que han realizado apuestas educativas
potentes y que, pasado el tiempo, queda poco de ellas. La inquietud surge entonces, al querer tomar y
aprender de las experiencias realizadas, contando con las propias personas implicadas. Se formula
como sistematización porque quiere ser fundamentalmente una recuperación de la experiencia y un
análisis crítico con las y los implicados, desde donde obtener nuevos conocimientos.

Esta metodología y forma de entender la sistematización


tuvo un gran desarrollo en América Latina durante estos
años y tuvo relaciones y confluencias con la metodología de
Investigación Acción Participativa (IAP), las escuelas
universitarias de trabajo social, así como con la CEAAL (Con-
sejo de educación de adultos de América Latina).
En esos años tuvo un amplio desarrollo que posibilitó concre-
tar tanto el concepto, como la metodología y las herramien-
tas a aplicar. Fue un tiempo de propuestas y experiencias
vinculadas, en gran medida, a la educación popular.
En ese marco, uno de los proyectos que contribuyó a consoli-
dar estos procesos en mesoamérica, fue la Red Alforja,
proporcionando debates, talleres y encuentros de intercam-
bio, aportando a una propuesta teórica, metodológica y prác-
tica de sistematización de experiencias, desde la educación
popular para América Latina.

No obstante, cabe señalar que ha habido momentos más


álgidos que otros que posibilitaron que la sistematización se
desarrolle por diferentes caminos y se materialice en diferen-
tes propuestas. Como mencionamos anteriormente, en la
década de 1980, se visibiliza un desarrollo desigual e intermi-
tente de estas propuestas, condicionadas por el contexto
sociopolítico de los diferentes países latinoamericanos.

Sin embargo en los años ‘90, con el surgimiento de nuevas


técnicas en proyectos de cooperación (como el diagnóstico
rural participativo), se desarrollan metodologías y herramien-
tas propias de la educación popular en estos ámbitos. De esta
manera, la sistematización comienza a desarrollarse en el
ámbito del desarrollo rural y comunitario (Eizaguirre, Marlen;
Askunze, Carlos y Urrutia, Gorka; 2004).

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Cuadernillo | Sistematización de experiencias
Comienza a vincularse la sistematización con otras
metodologías, como las técnicas de diagnóstico
comunitario, la planificación participativa, la
evaluación iluminativa, entre otras. Ello posibilitó
que durante esa década en América Latina, se
vayan desarrollando adaptaciones y nuevas expe-
riencias de sistematización en diferentes ámbitos.

En ese contexto, el debate oscilaba entre la priori-


zación de lo académico y la producción de nuevos
conocimientos, y lo descriptivo y la caracterización
de tipologías de prácticas concretas. Asimismo, se
reconoce que hay diversos niveles de sistematiza-
ción, en función de los objetivos, las personas
destinatarias y la utilidad, que marcan los conteni-
dos de la misma.

Hacia finales de los años noventa comienza a


hablarse de la sistematización en el “norte”. En
una de sus acepciones y a partir de personas
vinculadas a la educación popular, esta propuesta
de trabajo presenta una metodología y herramien-
tas determinadas que posibilitan aprender de las
experiencias realizadas.

Esta propuesta llega en un contexto de cuestiona-


miento de las prácticas de cooperación y educa-
ción para el “desarrollo”, así como de otras iniciati-
vas de intervención en el ámbito de la transforma-
ción social. En este contexto de cuestionamientos
y búsqueda de herramientas para mejorar el
trabajo de intervención social, la metodología
propuesta por la sistematización recupera su
atractivo y comienza a “redescubrirse” el interés
por la sistematización de experiencias tanto en el
Oscar Jara Holliday
norte como en el sur (Eizaguirre y otros, 2004).

Actualmente, el debate se focaliza en la relación de la sistematización con


distintos procesos y herramientas, como la elaboración de informes, la inves-
tigación y la evaluación. Nos encontramos ante una propuesta dinámica, com-
pleja, abierta y en permanente construcción, como parte de los diálogos y
debates entre las diversas experiencias y producciones de nuestra región.

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5.

Cuadernillo | Sistematización de experiencias


De forma permanente nos encontramos con expe -
riencias que se realizan en el territorio, a lo largo y
ancho del país, pero rara vez damos con algún mate -
rial que nos permita saber cómo resultó, qué dificulta
-
des se encontraron, qué aciertos se obtuvieron, cómo
fue el trayecto de la misma, qué preguntas surgieron
en la práctica, cuándo se llevaron adelante los proyec-
tos, qué aprendizajes dejaron.

Las urgencias del hacer, resolver y lograr llevar ade-


lante nuestras organizaciones y proyectos, muchas
veces no nos permiten detenernos a pensar qué suce -
dió con la experiencia. La sistematización nos invita
a destinar un tiempo para repensar de forma crítica
aquello que estamos haciendo. Nos propone, funda -
mentalmente, aprender de nuestras prácticas.

“Cuántas veces nos habremos


encontrado con compañeros
que tienen una gran experien-
cia de trabajo de muchos años,
pero que nunca la han podido
evaluar ni sistematizar. Con
ello han permitido que otros
caigan en sus mismos errores y
no han permitido que otros
aprendan de sus avances”.
Oscar Jara Holliday

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Cuadernillo | Sistematización de experiencias
En el proceso de sistematización se busca
facilitar que las y los actores de las experien-
cias se involucren en procesos de aprendizajes
que ayuden a mejorar las experiencias y gene-
ren nuevos conocimientos, teorías o ideas de
proyectos. La sistematización nos posibilita
apropiarnos críticamente de nuestras expe-
riencias, abrir espacios de diálogo e intercam-
bio acerca de nuestra praxis.

El proceso de sistematización permite:

Generar conocimientos nuevos desde la propia práctica.


Mejorar nuestras prácticas.

Avanzar en nuestro trabajo en el campo de la transformación social.

Reconocer nuestros saberes.

Compartir con otros y otras nuestros conocimientos.

Reconocer lo realizado.
Recuperar la memoria de lo puesto en marcha.
Analizar y reconocer avances, fracasos y los puntos críticos con los que
nos hemos encontrado.
Analizar procesos concretos en el marco de un contexto más amplio.

Aprender de la práctica.

En la sistematización deben participar todas las personas involucradas en la experiencias,


ya sean quienes han sido destinatarias de las mismas, como aquellas que la han organizado
y llevado adelante desde la organización.

En relación al grado de intervención de cada una de las personas que participan del proce-
so de sistematización, hay diferentes miradas en función del rol que ocupe cada una. No es
lo mismo el rol de facilitador o facilitadora, que el de los y las asistentes que participan,
como tales, en el proceso, donde se pueden dar distintos niveles de compromiso, decisión,
tiempos y organización.

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6.

La sistematización en América Latina ha tenido diferentes desarrollos y


enfoques relacionados con las necesidades de quienes las llevaban adelante:
el trabajo social, las investigaciones de acción participativa, la educación
popular, la educación de adultos.

Las diferencias que se encuentran entre los enfoques están dadas por el
énfasis que se le atribuyen a los objetivos que persigue la sistematización.
Así, encontramos quienes consideran que es prioritario favorecer el inter-
cambio de experiencias, quienes hacen foco en mejorar las prácticas que se
realizan o en adquirir nuevos conocimientos teóricos a partir de la praxis, y
quienes priorizan la mejor comprensión del propio trabajo.

Otro punto que ha diferenciado los enfoques se relaciona con el objeto de


aquello que se quiere sistematizar; ya sea que se focalice en las personas
que llevan adelante, proponen y organizan la experiencia, en aquellas que
son destinatarias de la misma o en la relación que se genera entre ambas.

En base a las observaciones de Zúñiga, R. y Zúñiga, M., (2013),


podemos sintetizar las diferentes corrientes de sistematización
de experiencias:

Enfoque Las experiencias hacen parte de una práctica social e histórica,


histórico - dialéctico dinámica, compleja y contradictoria que pueden ser leídas y com-
prendidas, de manera dialéctica.

Enfoque dialógico e Experiencias como espacios de interacción, comunicación y de


interactivo relación.
Importancia de las relaciones sociales que se establecen en estos
contextos.
Las claves son: reconocer toda acción como un espacio dialógico y
relacionar diálogo y contexto (o sea introducir el problema del
poder y de los dispositivos comunicativos de control).

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Enfoque Necesidad de entender a las y los actores de los proyectos/experiencias
hermenéutico en el desarrollo de razones prácticas reflexivas.
Hacer explícitas intencionalidades, predisposiciones, hipótesis, sentidos y
valoraciones que subyacen en la acción.
La sistematización es entendida como una labor interpretativa de las y los
que participaron e intenta relevar las relaciones que se dan entre las perso-
nas que participan, los saberes y los procesos de legitimidad.

Basado en la observación y el análisis de los problemas.


Enfoque de la
La sistematización vinculada a la resolución de problemas.
reflexividad y la
construcción de la La sistematización busca recuperar el saber tácito, que está implícito en las
pautas de acción, en la percepción del problema que se afrontó.
experiencia humana
Se reconoce y valora el saber, los juicios y destrezas que están invisibili-
zadas en la acción.
Al recuperar y reflexionar sobre la experiencia, le permite al sujeto
“alejarse” y en el mismo acto comprenderla y explicarla.

Enfoque La sistematización como una intervención que permite entrar en la


deconstructivo voz, en la autoconciencia, en los imaginarios de lo institucional y en
los intersticios del ejercicio del poder.
Se construye conocimiento al reconocer las huellas que deja la acción y
los orígenes de la misma.
La generación de preguntas colocan a los actores en la posibilidad de
abandonar lo que se es, para colocarse en un horizonte de construc-
ción de lo que puede ser.

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Cuadernillo | Sistematización de experiencias
7.

En este apartado presentamos un posible


camino en etapas para llevar adelante el
proceso de sistematización de experiencias.
En cada una de ellas compartimos algunas
herramientas para poder elegir aquellas que
sean más adecuadas a sus territorios y
necesidades. En tal sentido, no hay una
única manera de llevar adelante este
camino, pero sí recomendamos la construc-
ción de una hoja de ruta que permita alcan-
zar los objetivos planteados por la organi-
zación/colectivo/institución.

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Consensuar qué esperamos de la
sistematización que realizaremos. Elegir qué experiencia
Establecer y construir las pautas vamos a sistematizar.
metodológicas de la sistematiza-
ción. Armar el plan de trabajo.

Reconstruir y ordenar la Identificar acontecimien-


experiencia (sugerimos tos claves, tanto del
una línea de tiempo). contexto como del proce-
Analizar los documentos so en sí mismo por parte Complementar la recons- Observar rupturas, acuer-
que haya en relación a la de quienes fueron parte
trucción histórica con las dos, desacuerdos y conti-
experiencia (informes, de la experiencia.
agendas, actas, flyers, Redacción de un informe voces de las y los partici- nuidades.
etc). Sintetizar y ordenar descriptivo de la historia pantes en la experiencia a Generar un documento
la información relevante de la experiencia. sistematizar. sobre las consideraciones
(documentos). Recuperar sus reflexiones, generales comentadas por
experiencias y sensaciones las y los protagonistas.
en torno a la experiencia.

Diseñar una estrategia comunicacional. Integrar los aprendizajes de la Formulación de conclusiones,


Elaborar productos comunicacionales experiencia, desde la interpreta- aprendizajes, y nuevas preguntas.
particularizados que den cuenta del ción crítica, considerando lo descu- Elaborar un informe final con
proceso de sistematización. bierto en las distintas etapas. conclusiones y definiciones para
Considerar la diversidad de actores Identificar y analizar facilitadores, mejorar futuras prácticas y articu-
destinatarios. obstaculizadores y consecuencias laciones.
de los momentos importantes de la
experiencia a sistematizar.
Cuadernillo | Sistematización de experiencias
La experiencia
La experiencia que elegimos para sistematizar es nuestra base, nuestro
comienzo. Por ello, haber participado de la misma y contar con diferentes
elementos, informaciones, registros es fundamental para comenzar nuestro
proceso de sistematización.

Elegir qué experiencia y qué nos interesa profundizar en la sistematización de


la misma, es esencial. Cabe preguntarse en este momento ¿Qué de esta
experiencia queremos sistematizar? ¿Qué parte de la experiencia?
¿Dónde se realizó? ¿Quiénes participaron de la misma? Es importante
delimitar tiempos, espacios y personas involucradas en la misma.

Diseño metodológico
El diseño metodológico se relaciona con la toma de una decisión colectiva, con
la formulación de un plan, un camino a seguir.

Esta etapa cuenta con diferentes momentos que ordenan la elaboración del
plan de trabajo: por un lado, para establecer los principios que guiarán el
proceso de sistematización de la experiencia y, por otro, el proceso de cons-
trucción de la metodología con la cual abordaremos la sistematización de
nuestra experiencia.

Para indagar en las expectativas, ideas y sensaciones que las y los participan-
tes tienen acerca del proceso de la sistematización y de la experiencia en sí,
podemos utilizar las técnicas de lluvia de ideas, cadáver exquisito, construir
las bases.

1. Ficha Lluvia de Ideas


2. Ficha Cadáver exquisito
3. Ficha Construir las bases

Posteriormente y luego de elegir la experiencia, es tiempo de preguntas que


nos ayuden a clarificar los objetivos de esta sistematización.

En este momento, la idea es reflexionar y dialogar respecto a las creencias e


imaginarios que cada integrante del equipo tiene sobre lo que significa una
sistematización de experiencias.

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Cuadernillo | Sistematización de experiencias
Con esta pregunta buscaremos definir cuáles son los objetivos de la misma.
Para ello debemos evaluar las condiciones necesarias para poder realizar la
sistematización. En este sentido, Oscar Jara Holliday (2018) señala dos ámbitos:
los personales, que se relacionan con el interés por aprender, analizar, escuchar
y realizar preguntas a la experiencia; y las condiciones de la organización, es
decir, el tiempo y los recursos para llevar adelante el proceso y la comprensión
de la importancia en la construcción colectiva de nuevos conocimientos.

Les proponemos la Ficha 4. Apoyo para definir objetivos

Aquí la idea es delimitar qué experiencia, dónde se realizó, qué momento de


la misma abordaremos y quiénes han participado. Es decir, realizaremos una
selección y delimitación. Este es el Objeto de la sistematización.

La búsqueda de este momento, es encontrar el eje de sentido: ¿qué aspectos


centrales de la experiencia nos interesan?. Es necesario determinar desde
qué perspectiva vamos a mirar la experiencia, qué aspectos, factores y dimen-
siones nos interesa abordar.

Les proponemos la Ficha 5. Eje de sentido ¿Con qué anteojos miramos?

Debemos ubicar e identificar la información que precisamos para nuestra


sistematización. En este punto es importante tener en cuenta los objetivos
que nos planteamos. No es toda la información, sino aquella que sea perti-
nente para nuestros objetivos. ¿Qué fuentes de información tenemos?
¿Cuáles necesitamos?. Las fuentes se pueden recabar por diferentes vías:
entrevistas, documentos, archivos, fotos, informes, entre otras.

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Cuadernillo | Sistematización de experiencias
La tarea de las personas que guíen será vital, ya que son quienes llevan adelante
el proceso de sistematización. Por ello, se debe tener en cuenta que quienes
asuman la responsabilidad cuenten con el tiempo y los recursos necesarios para
llevarla adelante.
Otras tareas posibles para quienes tomen esta responsabilidad (una persona o
un equipo de trabajo) pueden ser: elaborar la metodología, realizar el ordena-
miento de los primeros insumos, realizar la revisión documental, la organización
y coordinación de los encuentros entre las personas participantes. Estas perso-
nas pueden ser parte del espacio al que pertenecen, articular con otras institu-
ciones (organizaciones, colectivos, universidades) y/o contratarlas para realizar
esta tarea.

Inicialmente, debemos tener en cuenta cuál es nuestro objetivo y el por qué de


la sistematización. La misma puede contemplar sólo a quienes participaron de
la experiencia y/o a quienes la llevaron adelante. Si bien los modos de participa-
ción pueden ser distintos, es relevante que sean parte, al menos en las reunio-
nes iniciales del proceso, todas las personas implicadas en el mismo.

Otro tema a abordar son los acuerdos de convivencia. Con esto nos referimos
a poner pautas sobre el proceso: las responsabilidades a cumplir, las modalida-
des de escucha, de participación, observación, entre otras.

Cuando nos referimos a las personas participantes de la experiencia, habla-


mos de todos y todas: quienes la pensaron, organizaron, llevaron adelante y
aquellas personas que participaron como destinatarias de la misma.

El tiempo es otro factor importante: qué cronograma de trabajo nos plantea-


mos y cuánto tiempo nos llevará la sistematización. Al momento de pensar en
ello, también debemos tener en cuenta cuántas personas se pueden dedicar a
este trabajo, quiénes y con qué recursos se cuenta.

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Podemos realizarlas en diferentes formatos: modalidad presencial, virtual o
ambas; en grupos pequeños, en duplas; en plenarios generales. Deberán seleccio-
narse según el momento y las necesidades de la etapa en la que nos encontremos.

Es tiempo de elaborar la planificación: en este momento se definirán los obje-


tivos, las actividades, los y las participantes, responsables y los tiempos de cada
uno de los pasos a seguir. Es importante que todas las personas que son parte
estén de acuerdo con la planificación elaborada.

Les compartimos dos opciones para realizar su plan de sistematización.

6. Ficha Formular un plan de sistematización


7. Ficha Plan de sistematización

La sistematización es un proceso formativo que tiene, en sí misma, las carac-


terísticas propias de un aprendizaje.

Reconstrucción Histórica
En esta etapa, lo que se busca es reconstruir a través de los datos descripti-
vos y las primeras narraciones de los y las participantes de la experiencia
“una visión detallada y global de los principales acontecimientos que se
fueron sucediendo en el trayecto de la experiencia” (Jara Holliday, 2018).
Este recorrido será un recurso que nos servirá para el análisis posterior y que
nos puede guiar para la formulación de nuevas preguntas.

Es probable que en este punto nos demos cuenta de la falta de registros o


documentación de la experiencia. En ese sentido, este primer acercamiento
nos permitirá elaborar un documento de registro de actividades.

¿Cuáles son los objetivos de este etapa?


Es momento de construir y ordenar la experiencia con elementos descriptivos
y de sintetizar la información más relevante sobre la experiencia a sistematizar.

Territorio de
Saberes 26
Recolección y análisis de la información con la que se cuenta

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En esta instancia se recopilan y analizan los documentos que logramos reca-
bar: agendas, cronogramas, notas que se hayan tomado, registro de talleres,
reuniones, actas, etc. Se sugiere que se destine un equipo de personas que
realicen estas acciones.

Ordenar y realizar una síntesis de la información recabada

Una vez que hemos recolectado la información es tiempo de ordenarla. Una


posibilidad puede ser seguir un orden cronológico de la experiencia.
Para poder ordenar la información es necesario generar algunas herramientas
que nos ayuden con tal fin. Hay una variedad de programas de computación
de gran utilidad (se recomienda definir antes qué categorías o ítems tendre-
mos en cuenta).

Identificar las etapas de la experiencia

Se deben considerar las condiciones, el contexto y las personas que participa-


ron de la experiencia, de la organización que la llevó adelante y del lugar
donde se desarrolló.
En esta etapa trabajaremos sobre:

El contexto de la experiencia.
El relato de lo que ocurrió.
Aprendizajes (relacionados con los objetivos de la sistematización).
La generación de espacios donde se comparta y se dialogue colectiva-
mente sobre estos temas.

Territorio de
Saberes 27
Cuadernillo | Sistematización de experiencias
Es importante, luego de la indagación y organización de la información, acordar
colectivamente cuáles son las etapas definidas, cuáles son los momentos signi-
ficativos, entendidos como aquellos que aportaran aprendizajes sobre la expe-
riencia. Esto nos ayudará a analizar, ordenar y comprender la información.

Les recomendamos para esta etapa las siguientes fichas orientativas

8. Ficha Línea de tiempo / Análisis de contexto


9. Ficha Sistematización de fuentes escritas
10. Ficha Recuperación de aprendizajes
11. Ficha Matriz de ordenamiento y reconstrucción
12. Ficha Análisis comparativo sobre reconstrucción histórica

Para finalizar, es muy importante que la persona que coordine/guíe la sistemati-


zación genere un informe de esta etapa donde estén reflejados:

Momentos claves
Aciertos
Dificultades (internas y/o externas)
Acuerdos
Debilidades

Territorio de
Saberes 28
La experiencia en primera persona
Iniciamos esta etapa como una continuidad de la reconstrucción histórica, reco-

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giendo las voces de aquellos y aquellas que han sido parte de la experiencia.

¿Cuáles son los objetivos de esta etapa?


Iniciamos esta etapa como una continuidad de la reconstrucción histórica, reco-
giendo las voces de aquellos y aquellas que han sido parte de la experiencia.

Recoger otras experiencias, reflexiones y pareceres acerca del proceso


Este momento está centrado en recolectar las voces de las personas que han
sido parte de la experiencia a través de herramientas diversas (entrevistas,
encuestas, talleres, grupos de debate e intercambio) para, posteriormente,
revisar continuidades, rupturas, acuerdos y desacuerdos.
Luego de obtener los testimonios y narraciones de las y los participantes, es
necesario entender y analizar la nueva información obtenida. Para ello,
podemos realizar una comparación de las respuestas, de los diferentes actores,
en base a los ejes que hemos consultado, para poder descubrir las coinciden-
cias y diferencias, qué cosas son valoradas, cuáles son las dificultades que
se manifiestan. El documento que surja de este análisis pueden realizarlo las
personas que guían la sistematización.

Para facilitar la recolección de información les


sugerimos las siguientes fichas

Es importante no perder de vista


los objetivos de la sistematización
y realizar un recorte de la informa-
13. Ficha Plan de entrevistas en profundidad
ción que tenga consonancia con
14. Ficha Entrevista semi-estructurada
los mismos.
15. Ficha Síntesis de entrevistas
16. Ficha Información de grupos y/o entrevistas
17. Ficha Grupos focales

Territorio de
Saberes 29
Interpretación crítica

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El análisis de la experiencia debe ser abordado desde la lógica del descubri-
miento, es decir, no partiremos desde una hipótesis preconcebida. Propone-
mos buscar las teorías a partir de lo vivido, de aquello que surge desde la
experiencia.

¿Por qué las cosas sucedieron como sucedieron?


Una vez que contamos con la información ordenada, recopilada o generada
durante el proceso de sistematización de nuestra experiencia, iniciamos el análi-
sis e interpretación crítica de la misma.
Esta etapa de la sistematización es un momento fundamental y es lo que dife-
rencia este método de otros existentes que ponen el énfasis en el ordenamiento
y clasificación de los datos sin profundizar sobre la interpretación de los mismos.

¿De qué hablamos cuando nos referimos a interpretación crítica?


Ana Bickel - educadora popular y coordinadora de la Red ALFORJA para la
región mesoamericana - señala que al hablar de interpretación crítica, nos
referimos a una reflexión profunda de la experiencia, en la cual se busca ir más
allá de la apariencia, de aquello que aparece visible en un primer momento, para
poder indagar en profundidad. Buscamos descubrir y comprender “las dinámi-
cas de las relaciones que transforman la realidad y ver los rumbos por dónde
dirigir nuestro accionar” (A. Bickel: 1996).

¿Por qué fue así y no de otra manera? ¿Por qué pasó lo que pasó?
¿Qué etapas y cambios ha habido en la experiencia? ¿Qué factores
potenciaron y/o debilitaron la experiencia? ¿Qué factores influye-
ron en los diferentes niveles de la experiencia? ¿Qué aprendizajes
obtenidos quedan de la experiencia?.

Un camino posible para iniciar este momento es partir de lo simple a lo com-


plejo; realizar un análisis de las diferentes partes de la experiencia, para luego
comenzar a tejer las relaciones, tensiones y puentes que se dan entre las
mismas.

En este proceso de indagación debemos tener en cuenta los factores que


actuaron en nuestra experiencia: el contexto social/histórico/político/econó-
mico, el momento en el que estaba la organización, las opiniones, sentimien-
tos y deseos de quienes participaron, las vinculaciones que se dieron con otras
organizaciones y con las personas del lugar que habitamos.

Lo que se busca en este proceso es comprender las múltiples relaciones,


causas, efectos y visiones que están presentes en nuestra experiencia. Esto
nos ayudará a comprender los diferentes elementos que encontramos y las
diversas miradas que puede haber sobre quienes la hemos llevado adelante.

Debemos destacar que en estos procesos la interpretación es siempre


colectiva. Por ello es importante generar momentos y espacios para que
todas las y los participantes puedan ser parte de esta etapa.

Territorio de
Saberes 30
Cuadernillo | Sistematización de experiencias
“(...) no se deducirán explicaciones desde teorías sino que se elaboran
teorías a partir de lo vivido, es el cuestionamiento y la de-construcción
de visiones e interpretaciones que teníamos al vivir la experiencia. Se
trata de cuestionar nuestra práctica frente a nuestras apuestas políti-
cas, es el momento de confrontar el proyecto de sociedad que quere-
mos construir con lo que realmente estamos haciendo” (Bickel, 1996).

Para llevar adelante el trabajo en esta etapa,


recomendamos las siguientes herramientas

18. Ficha Grupo de debate


19. Ficha Factores y consecuencias
20. Ficha Cuadro de aprendizajes

Comunicar lo aprendido
La socialización del trabajo realizado puede lograrse a través de la elaboración
de diferentes productos comunicacionales en formatos diversos. Es impor-
tante dedicarle el tiempo necesario a este momento, para que el proceso de
sistematización no quede sólo en la comunidad participante, sino en la posibi-
lidad de generar puentes de intercambio con otros espacios/comunidades,
enriqueciendo mutuamente las experiencias y los caminos recorridos.
La pregunta central que podemos hacernos para diseñar una estrategia de
comunicación es ¿a quién/es queremos comunicar nuestros resultados y los
aprendizajes realizados?

Producir piezas comunicacionales que permitan historizar-nos, reflexionando


sobre lo aprendido, puede resultar sumamente valioso para los y las partici-
pantes de la experiencia y para las articulaciones con otros colectivos/organi-
zaciones/instituciones.

Comunicar lo aprendido nos puede permitir:

Difundir el producto de lo sistematizado hacia el interior de nuestros espacios.


La conformación de una red de trabajo e intercambio más amplia.
Dar a conocer la identidad social/política/cultural de quienes llevaron ade-
lante la sistematización, visibilizando el proceso colectivo que implicó la
reconstrucción y el análisis crítico de la experiencia.
Generar materiales que sirvan como insumos para la formación colectiva.

Territorio de
Saberes 31
La propia experiencia, así como los aprendizajes
y conocimientos generados, pueden ser presen-

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tados en diversos formatos, considerando los
objetivos de la comunicación y el público al que
va dirigida.
Algunas propuestas para la comunicación de
sistematizaciones de experiencias:

Conferencias y seminarios
Cursos de capacitación y talleres
Intercambios
Publicaciones
Promoción de redes formales o informales
Materiales didácticos
Películas, vídeos y diapositivas
Materiales sonoros (podscats)
Folletos y/o pósters
Lenguajes artísticos (teatro comunitario, murales, etc)
Web

Para llevar adelante el trabajo en esta etapa,


recomendamos las siguientes herramientas

Ficha 21. Comunicación de aprendizajes


realizados

Territorio de
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Cuadernillo | Sistematización de experiencias
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AMT, CABA

Experiencia
Archivo de la memoria trans
Una puesta en valor de la organización
comunitaria y las prácticas profesionales
en la contemporaneidad
Cuadernillo | Sistematización de experiencias
Una puesta en valor de la organización comunitaria y las prác-
ticas profesionales en la contemporaneidad
El Archivo de Memoria Trans (AMT) se comienza a gestar en el año 2012 a partir
de una caja de fotografías y documentos personales que hereda María Belén
Correa, de su amiga fallecida Claudia Pía Baudracco. Ambas mujeres trans acti-
vistas habían soñado muchos años atrás con tener un espacio donde reunir a sus
compañeras sobrevivientes, sus recuerdos y sus imágenes.

Pía fue una archivista nata, tenía la costumbre de guardar todo: fotos, cartas,
postales, anotaciones de congresos LGTBIQ+. Creó una gran colección de recuer-
dos. Pía fallece en 2012 -meses antes de lograr la sanción de la Ley de Identidad
de Género- y María Belén desde su exilio en Alemania reúne a través de la plata-
forma Facebook a lxs sobrevivientes que vivían en Argentina y en diferentes
partes del mundo.

Durante 2 años el grupo de Facebook “Archivo de la Memoria Trans” fue el punto


de encuentro de más de 1300 personas trans. En el mismo, se compartían anéc-
dotas, fotografías y se reencontraban lxs amigxs después de tantos años de no
tener contacto.

En 2014, la activista visual Cecilia Estalles


conoce a María Belén Correa a partir de un
documental que estaba realizando sobre
travesticidios. Desde ese momento comienzan a
trabajar juntas a distancia. Cecilia se dedica a
digitalizar las fotografías pertenecientes a las
personas del grupo cerrado del AMT y Belén
coordina, organiza y rescata la documentación
que hasta el momento estaba esparcida.

Sin muchos conocimientos de archivística y con


un escáner muy barato, se inició la preservación
de los documentos en formato digital.

37
Cuadernillo | Sistematización de experiencias
Hasta el año 2017 Belén y Cecilia trabajan juntas a la distan-
cia, salvo por los meses de noviembre donde, como todos
los años, Belén viene a la Argentina para la Marcha del
Orgullo. Desde 2012 a 2017 se realizaron exposiciones muy
pequeñas destinadas al colectivo LGTBIQ+. A partir de 2017
se incorporan al equipo de trabajo las fotógrafas Florencia
Aletta y Catalina Bartolomé. A la vez, se suman Car ibarra
e Ivana Tintilay, ambas mujeres trans mayores de 45 años.

Para nosotras era muy importante que el AMT pueda ser


un espacio de trabajo y reflexión colectiva; por eso comen-
zamos a trabajar en la creación de un grupo. Uno de los
primeros lugares de reunión fue la casa de Flor Aletta,
donde nos juntábamos todos los miércoles, 6 horas, a digi-
talizar y a ver fotografías.

Paralelamente, empezamos a gestionar y curar la exhibi-


ción “Esta se fue, a ésta la mataron, ésta murió” en el
Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti (Ex-Esma).
Para llevar a cabo este proyecto, en agosto de 2017, nos
mudamos al espacio de Fotografía del Conti, donde
además de realizar tareas de digitalización de fotografías y
documentos, trabajamos en la curaduría de la exhibición
que sería el primer proyecto curatorial grande y abierto a
todo el público. Durante nuestra estadía en el Conti, se
unieron al equipo de trabajo dos compañeras trans de
Tigre: Carla Pericles y Magalí Muñiz. También se incorporó
la artista visual cis Cecilia Saurí. Entre varias juntamos
plata y compramos dos scanners para continuar la labor
principal en digitalización.

Territorio de
Saberes 38
Cuadernillo | Sistematización de experiencias
El 2 de diciembre de 2017 se inaugura la exhibición en la sala de fotografía del
Haroldo Conti, que contó con más de 500 fotografías a color, vitrinas con docu-
mentos, audios con testimonios y relatos diversos, como también así una peque-
ña sala donde proyectamos una pieza audiovisual. “Esta se fue, a ésta la mata-
ron, ésta murió” fue la exhibición más visitada desde la existencia del Centro
Cultural.
Identificamos la exhibición del Haroldo Conti como una instancia de materializa-
ción de nuestro trabajo como artistas y activistas. Fue una puerta hacia la visibi-
lidad donde logramos crear una narrativa estética y discursiva colectiva.

En marzo de 2018, cuando la exposición finalizó,


nos mudamos nuevamente, pero esta vez a la
casa de Cecilia Saurí por unos meses. En mayo
de ese mismo año, recibimos la gran noticia de
que el AMT resultó ganador del Programa Iber-
memoria Sonora y Audiovisual de México. El
financiamiento nos permitió equiparnos y capa-
citarnos en gestión documental por Fernando
Osorio Alarcón1 , e incorporamos al equipo de
trabajo a dos especialistas en conservación,
Lucila Penedo y Ana Masiello. 1
Maestro en Ciencias y Artes de la Imagen (Rochester Institute
of Technology, 1994-96, Becario Fulbright-García Robles).
Para la primavera de 2018, volvimos a mudar- Diplomado en Conservación de Fotografía y Prácticas Archi-
nos compartiendo espacio con la Asociación vistas (International Museum of Photography and Film,
Civil “Hacer Lugar” en el barrio de Palermo. Allí, George Eastman House, Rochester, N.Y. 1994-96).
nos dispusimos, una vez por semana, juntarnos Becario de la Fundación Samuel Kress para la Conservación,
todxs lxs participantes del equipo a continuar Museo Internacional de Fotografía y Cine, George Eastman
trabajando y otorgar un espacio exclusivo para House, Rochester N.Y. 1996.
la correcta guarda de los fondos documentales Becario de la Casa de Cultura de Puebla para desarrollar
que rescatábamos. Para ese entonces el AMT estudios de Teoría e Historia del Cine en el British Film Institu-
contaba con aproximadamente 5000 documen- te en la Universidad de Sterling, Escocia, 1979 y 1978.
tos digitalizados y un equipo que comenzaba a Becario del Gobierno del Estado de Puebla para asistir a la
hacerse estable. Además del trabajo vinculado a Escuela de Verano de la FIAF en Berlín Oriental, 1979.
la archivística, realizamos capacitaciones, con- Becario de CONACyT para desarrollar una estancia en el Natio-
versatorios, exhibiciones y publicaciones. nal Film and Televisión Archive en Londres, 1980.

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Cuadernillo | Sistematización de experiencias
Después de 4 años de existencia sentimos la
necesidad de conformarnos como Asociación
Civil y esto nos permitió tener una estructura
más sólida y poder presentarnos a subsidios
nacionales e internacionales.

Desde 2012 hasta la actualidad nos enfrenta-


mos con muchísimas dificultades, pero nunca
perdemos de foco el objetivo principal que nos
une: trabajar por la recuperación de la memoria
de las identidades trans y travestis. Es muy
difícil conseguir los recursos económicos nece-
sarios para que el proyecto continúe, por lo
tanto estamos en constante cambio y adapta-
ción; pero mantenemos una forma de trabajo en
la cual nos sentimos cómodxs, donde debati-
mos constantemente acerca de la toma de deci-
siones de proyectos e iniciativas.

El AMT está compuesto por tres (3) áreas de trabajo: el área de conservación, el
área de preservación digital y el área de educación y proyectos curatoriales.
Estas tres estaciones de trabajo fueron variando desde el comienzo ya que a
medida que el proyecto se estructuraba, las personas se sumaban y nos íbamos
conociendo con mayor profundidad; vislumbramos las debilidades, fortalezas y
gustos personales que cada una de las integrantes tenía por determinadas
tareas y oficios. De este modo, logramos que, con el correr de los años, cada unx
y todo el equipo del AMT en su conjunto, pueda desarrollarse en el área de
desempeño más afín a sus intereses personales sin perder de vista el objetivo
colectivo.

En relación a los recursos económicos y materiales, recibimos donaciones y/o


préstamos de archivos personales. Si bien, en un principio, hicimos hincapié en la
fotografía, también preservamos cartas, postales, revistas, documentos perso-
nales o documentación relevante al colectivo.

El material es acercado por personas del colectivo trans, por familiares o por
amigxs. Una vez ingresado (que puede ser a través de un préstamo o una dona-
ción) se comienza con las tareas de clasificación y conservación.

Territorio de
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Cuadernillo | Sistematización de experiencias
El área de conservación está conformado por tres (3) personas y son las respon-
sables de observar, evaluar, planificar y diagnosticar la documentación para
prevenir o minimizar el deterioro de los documentos. Las compañeras del área
realizan tareas de limpieza y confección de guardas con materiales libres de
ácido para su permanencia en el tiempo. Trabajamos con una profesional en
conservación, Carolina Nastri, quién capacita a todo el equipo.

Una vez que los documentos se encuentran estabilizados, comienza su trabajo el


área de preservación digital compuesta por tres (3) personas que son respon-
sables de las tareas de digitalización y guarda del material en alta y baja calidad.
Actualmente utilizamos la normativa internacional ISAD-G (Norma Internacio-
nal General de Descripción Archivística) para la descripción de los fondos docu-
mentales y nos encontramos en proceso de alojamiento en nuestra web para la
consulta pública.

El área de educación y proyectos curatoriales es la responsable de generar


contenido para la divulgación y el acceso al material que custodia el Archivo. Está
compuesta por tres (3) personas que se dedican a pensar proyectos en relación
al público destinatario. El trabajo curatorial implica el trabajo de campo en terri-
torio, la investigación, conceptualización, producción, mediación, gestión y
seguimiento de proyectos internos como externos, con distintas organizaciones
sociales, universidades, instituciones museísticas y organismos públicos y/o
privados.
Este área también es la responsable de hacer el seguimiento de la agenda men-
sual que suele abarcar, conversatorios, capacitaciones, exhibiciones, realización
de piezas audiovisuales y difusión en redes sociales. Actualmente trabajamos 4
días a la semana en jornadas de 6 horas.

El Archivo de la Memoria Trans (AMT) se dispone como una plataforma de inves-


tigación estética y política. Actualmente, el Archivo contiene una colección de
15.000 documentos, donde se registra un material que comienza desde princi-
pios del siglo XX hasta fines de la década de los años ‘90.
La misión del AMT es reunir y rescatar un acervo documental sobre la historia de
vida de la comunidad trans argentina. La visión es constituirse como un referen-
te/organismo documental y de memoria colectiva de las identidades trans. La
política documental del AMT adhiere a la lucha contra la transfobia, el trabajo
para la formación educativa y la inserción social-laboral de las personas trans, así
como la denuncia de todo tipo de transfobia institucional o social.

Territorio de
Saberes
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Cuadernillo | Sistematización de experiencias
º

En nuestro caso, haber podido sistematizar el rescate de documentación


totalmente olvidada y haber puesto en marcha y valor la construcción del
primer archivo latinoamericano sobre la memoria de personas trans y travestis
nos ayuda cotidianamente a organizarnos de manera conjunta como trabaja-
dorxs culturales y archivistas.
Gracias a la organización comunitaria logramos establecer un equipo sólido de
trabajo que tiene como convicción la defensa de los derechos humanos ante
toda violencia. Desde esta posición horizontal y colectiva, también considera-
mos que pudimos acceder a las inquietudes personales de cada miembro del
equipo logrando favorecer las prácticas profesionales del archivo y de cada
persona que lo compone.

Desde el AMT amplificamos el universo de sentido que pueden tener las


imágenes.

Actualmente, el AMT está localizado físicamente, en el barrio de Belgrano


(CABA). Desde las distintas redes sociales que posee el proyecto, como así tam-
bién de la página web oficial: www.archivotrans.ar se puede acceder a la docu-
mentación generada desde el año 2012.

Territorio de
Saberes
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Cuadernillo | Sistematización de experiencias
FGB, CABA y GBA

Experiencia
Federación gráfica bonaerense
El rescate de la historia del gremio gráfico
a través de sus publicaciones
Cuadernillo | Sistematización de experiencias
El rescate de la historia del gremio gráfico
a través de sus publicaciones

Desde la fundación en 1857 de la Sociedad Tipo-


gráfica Bonaerense1, las y los obreros de la
imprenta fueron creadores de muchas publica-
ciones donde dejaron testimonio de sus pensa-
mientos y sus luchas. Desde hace varios años la
Federación Gráfica Bonaerense (FGB) a través
de la Secretaría de Prensa y Cultura, lleva ade-
lante la tarea de rescatar, recopilar y divulgar la
historia del gremio gráfico digitalizando esos
materiales para que estén disponibles a través
de la página web del Sindicato.

La FGB se funda en 1907 tras una importante


huelga con la unión de las cuatro sociedades de
resistencia que condujeron el conflicto: Unión
Gráfica (la más numerosa, de tendencia socialis-
ta se desenvolvía en el ámbito de la Sociedad
Tipográfica); la Federación de Artes Gráficas (de
tendencia anarquista, en 1913 abandona la FGB
por diferencias organizativas y políticas) y dos
sociedades de carácter idiomático (una francesa,
la otra alemana). En su larga historia, encabezó
con Raimundo Ongaro2 la CGT de los Argentinos
en 1968. Actualmente es uno de los gremios
integrantes de la Corriente Federal de Trabaja-
dores/as.

1
Actualmente brinda servicios mutuales al gremio cumpliendo 165 años de existencia ininterrumpida. Sobre su historia
ver Maria Silvia Badoza, “El mutualismo obrero en argentina. La Sociedad Tipográfica Bonaerense, 1907-1918”.
2
Raimundo Ongaro (1925-2016) fue el dirigente más importante que tuvo el sindicato gráfico. En 1966 recuperó
para el peronismo la conducción del gremio. Encarcelado numerosas veces (la última bajo el gobierno de Isabel
Perón), debió exiliarse en 1975 tras el asesinato de su hijo Alfredo regresando a la Argentina en 1984, año en que
volvió a ser electo para conducir los destinos de su gremio.

Territorio de
Saberes 45
Cuadernillo | Sistematización de experiencias
La revista más importante de la FGB fue El
Obrero Gráfico (EOG), del que se editaron
501 números hasta 1974. La idea de digitali-
zarlos y publicarlos en la web surgió en 2016,
mientras se preparaba la edición de un libro
por los 160 años de la creación de la Socie-
dad Tipográfica Bonaerense.
Se tomó conocimiento de que en la Bibliote-
ca Obrera Juan B. Justo3 se encontraba una
importante colección de ejemplares que iban
de 1913 a 1926. A su vez, al fallecer Raimundo
Ongaro la familia nos entregó su archivo
personal que, además de ediciones de EOG,

incluía un importante material de cartas, volantes, documentos y recortes periodísticos4. En la


secretaría de prensa pensamos que todo ese patrimonio histórico no podía dormir en un archivo y
debía estar a disposición del que quisiera investigar sobre el gremio gráfico y como material de
formación de nuestra militancia.

La experiencia previa con que se contaba era el trabajo realizado en 2008 por el compañero gráfico
Eduardo Pérez, que creó un sitio web donde se pueden encontrar los ejemplares del semanario
CGT, editado por la CGT de los Argentinos y dirigido por Rodolfo Walsh5.

Eduardo había escaneado también colecciones de EOG que se hallaban en nuestra obra social
pero la tecnología que disponía era vieja. Como se adquirió un scanner de formato grande y alta
resolución para el proyecto, esos ejemplares fueron nuevamente escaneados para que todos
tuvieran la misma calidad visual. Por último, se fue pidiendo a militantes históricos/as que facilita-
ran los materiales que tuvieran a disposición.

La tarea se realizó por orden cronológico empezando por los ejemplares de la Biblioteca Obrera
Juan B. Justo, que generosamente nos facilitó.

3
Se encuentra en Av. La Plata 85, Ciudad
Autónoma de Buenos Aires. Entre muchas cosas
valiosas hay una colección del periódico La
Vanguardia.
4
Parte de ese material se utilizó en el libro
“1857-2017 160 años de Organización del Gremio
Gráfico” y para las etapas de los años 60 y 70.
5
Lo podemos encontrar en la página web de la
FGB en el apartado Semanario CGT.

Territorio de
Saberes 46
Cuadernillo | Sistematización de experiencias
El rescate de la historia del gremio gráfico
a través de sus publicaciones

es la de escanear la y más trabajosa es la es confeccionar una es subir a la web el


publicación teniendo de editar el archivo guía con el contenido contenido. En este
sumo cuidado de no escaneado. de cada ejemplar. caso lo encontramos
estropearlo (hay que en la página oficial
pensar que muchas del sindicato, en un
de esas páginas apartado con el título
tienen más de 100 El Obrero Gráfico.
años).

El trabajo fue realizado por los tres integrantes de la secretaría de prensa a la par de las otras
tareas del área, utilizando el escáner ya mencionado y las computadoras de trabajo. Todo llevó
mucho más tiempo del que originalmente se pensaba. Escanear cada página de semejante canti-
dad de ediciones y luego todas las tareas que lleva editarlas: recortar cada página en alto y ancho
para que queden todas iguales, “enderezar” las que quedaron torcidas en el escaneo, ajustar el
color (producto del envejecimiento del papel, algunas salen muy oscuras), combinarlas en un solo
PDF para luego darle un efecto page flip (pasar las hojas como si fuera en papel); cumplido este
paso se subía cada revista a nuestra página web, tarea que se complicó por la baja velocidad de
internet disponible en ese momento. Recién a principios del año 2019 se terminó de publicar la
etapa 1946-1955.

Territorio de
Saberes 47
Cuadernillo | Sistematización de experiencias
La guía es para orientar a la persona lectora sobre el
contenido, destacando lo más relevante. A modo de
ejemplo, del número 64 se señalan una nota histórica,
gremiales de cuestiones internas y políticas:

Recuerdo de la Comuna de París. Caducidad del conve-


nio. Proposiciones al Congreso de la CORA. Respuesta
de la dirección de la CORA a una acusación periodística
de “maffia sindicalista” a una de sus organizaciones.
Nota sobre la desocupación, la inconveniencia de que
sigan llegando inmigrantes si no hay trabajo, las reper-
cusiones en Europa de esta situación y la indignación del
diario La Prensa.

Se resaltan también las notas sobre género. Algunas nos


resultan hoy reaccionarias:

Nota sobre el feminismo (plantea el hogar como lugar


natural de la mujer basado en un artículo de Leopoldo
Lugones).

Otras patriarcales:

“La Mujer” (artículo sobre la condición de la mujer en la


sociedad capitalista, culmina con una arenga al obrero
para “emancipar no sólo a la mujer sino a toda la huma-
nidad”)

Y las hay también escritas por mujeres:

“La camarada Marpons exhorta a las mujeres a partici-


par de la lucha política y gremial”. (Nota firmada por
esta dirigente del gremio de Comercio)6.

Hay perlas como notas contra el carnaval, los juegos de


azar, el teatro de revista y una sobre el racismo de 1924:

“Los negros y el movimiento obrero norteamericano:


Hasta el presente los diferentes sindicatos se han
negado a admitir a los trabajadores de color, y los
negros interpretan esto como una injuria”.

Territorio de
Saberes 48
Al momento, en la página web del sindicato se encuen-
tran digitalizadas alrededor de 220 ediciones que están
separadas por períodos. La primera abarca de 1913 a
1926 y además de EOG encontramos tres ejemplares de
la publicación El Gráfico7 que editaba la ya mencionada
Federación de Artes Gráficas.
En la colección de ejemplares que va de 1944 a 1946 nos
encontramos en un período interesante de la historia de
nuestro país: el accionar del entonces coronel Juan
Domingo Perón al frente de la secretaría de trabajo y
previsión. En todas las ediciones hay crónicas de su
accionar, a pesar de que la conducción de la FGB era
activa militante en la oposición a Perón, al que caracteri-
zaban de nazi-fascista.

Finalmente llegamos al período peronista. En las elec-


ciones de 1947 la Agrupación Laborista encabezada por
José Dursi desplaza a la conducción socialista (Unidad
Gráfica Lista Rosa). En las páginas de El Obrero Gráfico
el contraste de estilos es evidente, y se observa de
entrada con el cruce de notas por afiches de Perón y
Evita en las paredes del sindicato.

Asistimos a la formación de la Federación Gráfica


Argentina que sancionó el Convenio Justicialista de 1950
que unificó las condiciones de trabajo y los salarios de
los gráficos de toda la Argentina e incorporó importan-
tes conquistas. Eva Perón jugó un importante papel
para lograr su concreción ante la resistencia patronal.

6
Sobre la participación de la mujer en la FGB ver Las mujeres trabajadoras en la industria gráfica de los años sesenta y
setenta de Pablo Ghigliani https://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/art_revistas/pr.8960/pr.8960.pdf
7
Deciden separarse tras el cambio estatutario de 1910 y sacar esta publicación. Dedican la mayor parte de sus
páginas a polemizar con la FGB a la que tildan de apéndice del Partido Socialista y de burocrática.

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Cuadernillo | Sistematización de experiencias
Actualmente se está trabajando para publicar los periodos que van de los
años 1955 a 1966 y de 1967 a 1975. El material ya estaba escaneado y la
guía confeccionada, pero otras tareas que fue asumiendo la secretaría
impidieron realizar la parte más trabajosa, que es la edición.

En el primer período, encontramos a la Lista Rosa al frente del gremio


tras el golpe de 1955, con la Lista Verde conducida por Ongaro en la opo-
sición. En el segundo, la Verde al frente del gremio, la creación de la CGT
de los Argentinos y la resistencia a la dictadura de Onganía y otros; el
Plan de Lucha de 1974 que llevó a la disolución de la FGB, al encarcela-
miento de Ongaro y su posterior exilio tras el asesinato de su hijo Alfredo
a manos de la Triple A8 en mayo de 1975. En ambos períodos se incluyen
volantes de agrupaciones, solicitadas y recortes periodísticos.

Para finalizar, lo que nos permite el digitalizar y ordenar la


información es recorrer estas páginas y conocer las distin-
tas ideologías y concepciones políticas que a lo largo de los
años estuvieron en la conducción de nuestro sindicato y sus
disputas hacia el interior del movimiento obrero, como por
ejemplo entre los socialistas y los sindicalistas9 a partir del
conflicto de 1919 y que llegaría en 1935 a la expulsión de la
FGB de la CGT. A su vez, estos dos grupos unidos se enfren-
taron al peronismo desde 1943 hasta el triunfo de la Lista
Verde en 1966; y a partir de 1968, el enfrentamiento dentro
del peronismo entre la burocracia sindical y el sindicalismo
de las bases, que encerraba diferencias políticas mucho más
profundas.

Leer estas páginas es también dar una mirada a la historia


argentina desde una óptica distinta escrita con un interés
particular, el de los trabajadores y trabajadoras gráficas, sin
pretensiones de profesionalismo objetivo y que otros/as
que no son del sindicato, puedan acercarse a esta mirada.

8
Alianza Argentina Anticomunista, comenzó a funcionar en 1974 tras la muerte de Perón “apadrinada” por José López
Rega. Otras víctimas fueron el diputado Rodolfo Ortega Peña, el sindicalista Atilio López, el intelectual de izquierda Silvio
Frondizi, entre muchos/as.
9
Junto a anarquistas y socialistas fue una de las tres corrientes principales a principios del siglo XX dentro del
movimiento obrero. Simplificando, proclamaban la supremacía de la acción sindical sobre la política.

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MUSEO ESCOLAR ENSAGA, Córdoba

Experiencia
El museo de la escuela normal
superior “Dr. Agustín Garzón Agulla”
Hacia una sistematización
colaborativa
Cuadernillo | Sistematización de experiencias
La escuela normal superior “Dr. Agustín Garzón Agulla”, desde sus
inicios, contó con el museo de ciencias naturales “Florentino Ameghino”,
trasladado desde el consejo de educación de la provincia de Córdoba.
Dicho movimiento, obedeció a un proyecto educativo innovador basado
en los lineamientos de la Escuela Nueva.

A lo largo de la historia del museo, podemos identificar transformacio-


nes; como ejemplo de éstas, mencionamos el cierre en 1994 a partir de la
implementación de la Ley Federal de Educación. En 2010, en un nuevo
contexto político educativo, se logra su reapertura. Desde entonces, se
inició un trabajo al interior de la escuela que posibilitó la construcción del
guión museológico y la puesta en marcha de actividades y visitas al
museo.
A partir de 2018, la convocatoria se amplió convocando a la comunidad
(estudiantes, egresades, docentes, vecines del barrio) a conformar un
equipo de trabajo con quienes tomar decisiones conjuntas sobre el
nuevo guión del museo y proyectos educativos. La invitación se realizó
por medio de flyers en distintos puntos del barrio, notas en los cuadernos
de estudiantes y redes sociales.

En un primer momento, la participación fue principal-


mente de egresades de las promociones `67 y `63,
algunes vecines y estudiantes. Esto permitió la conso-
lidación de un grupo de trabajo que, reunidos quince-
nalmente, reflexionamos sobre la refuncionalización
de los espacios del museo y armamos una primera sala
expositiva.
La participación no se limitaba sólo a quienes asistían
a los encuentros; quienes no podían asistir a las
reuniones hacían sus aportes y lo acercaban en otros
horarios, pero eran sumados al debate en la mesa de
toma de decisiones.

Territorio de
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Cuadernillo | Sistematización de experiencias
El inicio del año 2020, nos situó ante un nuevo desafío
con motivo del aislamiento impuesto por la pandemia
del Covid-19: ¿Cómo continuar con el trabajo comuni-
tario? ¿cómo trabajar con las redes sociales que no
tenían funcionamiento?

En ese nuevo contexto, la primera consecuencia fue


que aquellos egresades de las promociones de la
década del 1960 se distanciaron un poco por “lo
virtual”. Paralelamente, se fue consolidando un nuevo
grupo con estudiantes y egresades, de promociones
más recientes. La trama tejida con les participantes
permitió que se siguieran vinculando y también que
sumaran más integrantes a cada proyecto.
Se fue construyendo así un modo de trabajo horizontal
y colectivo, pero a partir de los proyectos que se iban
proponiendo.

Nos parece importante dar cuenta de que a pesar de


que los modos de participación han variado a lo largo
de estos años, hemos logrado sostener la participación
de un grupo estable para la toma de decisiones y ofre-
cer espacios para hacerlo de acuerdo a los intereses,
medios y posibilidades de cada une. En ese sentido,
creemos que nosotres hemos ampliado la mirada
sobre cómo lograr estrategias de participación.

En el marco de esta construcción más horizontal, fruto de la reflexión y el trabajo sobre nuestras prácti-
cas, que nos llevó a pensar en una nueva refuncionalización de los espacios del museo, es que comen-
zamos a encarar los proyectos educativos desde otro lugar.

Desde el Museo escolar - Escuela Normal Superior Agustín Garzon Agulla elegimos contar la siste-
matización de una de las experiencias que llevamos a cabo en este espacio. Se trata del proyecto deno-
minado “Viaje por el Sistema Solar”. La elección del mismo involucra la participación de diferentes
instituciones e integrantes de la comunidad e implica el desafío de trabajar comunitariamente. Esta
experiencia se puede inscribir en el marco de la museología social. Cabe destacar que dicha perspecti-
va, supone el desafío de desarticular modos usuales de trabajo que caracterizan a instituciones verti-
calistas, como suelen ser los museos y las escuelas, para dar lugar a estrategias colaborativas, que
implican la escucha, la mirada atenta del otre y la construcción del consenso.

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Cuadernillo | Sistematización de experiencias
El proyecto Viaje por el Sistema Solar surge de la idea de un docente en
una charla informal, en el marco de TACO (Taller de astronomía observa-
cional y cultural) que se lleva a cabo en el museo de la escuela. El objetivo
principal, era construir un sistema solar a escala por la ciudad de Córdoba
que permitiera resolver dificultades de la enseñanza de estos contenidos
en el aula.

Ante esta propuesta otras docentes y participantes del taller sumaron


sus apreciaciones, logrando la incorporación de nuevas dimensiones
como la estética, la artística, la social y la cultural, planteándonos el reto
de pensar ¿es posible unir a esta intervención, actividades que permitan
no sólo acceder a los conocimientos astronómicos científicos sino tam-
bién a los saberes locales en torno a la observación del cosmos? ¿De qué
manera es viable la accesibilidad para que esta intervención en espacios
públicos de la ciudad logre la pertenencia y apropiación de este dispositi-
vo por todes les ciudadanes? Siguiendo esa línea de pensamiento ¿qué
implica el uso de ese espacio público para que sea apropiado/sentido
como un espacio común? ¿Por qué conocemos las constelaciones con los
nombres de los colonizadores? ¿Hay otras formas de nombrar el cielo?
¿De qué manera podemos acceder al conocimiento? Una apuesta al pen-
samiento decolonial.

La magnitud que el mismo fue cobrando, habilitó a que se sumarán diferentes instituciones, como el
observatorio de la universidad nacional de Córdoba, la facultad de educación y salud de la universi-
dad provincial de Córdoba, estudiantes de nuestra escuela, integrantes del taller de astronomía,
miembros de las comunidades indígenas y aficionados.
En el desarrollo del proyecto, se organizaron comisiones de trabajo, como las de accesibilidad y capa-
citación, entre otras. El nexo, en el contexto del ASPO, fue por medio de reuniones sincrónicas virtua-
les y grupos de whatsapp. Así, al interior de cada comisión, se eligieron a les referentes tratando de
consensuar según posibilidades de sostener la participación y luego se registraba lo central de cada
avance o las dudas para compartir. El registro general lo hacíamos les encargades del área de coordi-
nación general del proyecto, quienes íbamos concentrando y ordenando la información.
Algunas de las cuestiones que generaron intensos debates fueron el cambio del nombre del
proyecto, la inclusión de un artista plástico en el diseño de los tótems, la necesidad de cambiar la
ubicación de los planetas por falta de autorización de la Comisión Nacional de Monumentos y
Museos, entre otras.
Una de las salvedades que debemos hacer respecto de este proyecto, es que aún no se ha termi-
nado de efectivizar o materializar dado que, para realizarlo, dependemos de permisos municipa-
les y, si bien la integración de la municipalidad es necesaria por las autorizaciones y presupues-
tos, su intervención implica otra lógica de trabajo que nos desafía a resolver tensiones del orden
de lo burocrático administrativo.

Consideramos que esta propuesta es muy intere-


sante ya que permite visibilizar la comunidad de
práctica que se ha conformado:

Participan integrantes de diferentes edades y


trayectorias.

Se organizan comisiones de trabajo, como diseño


y construcción, finanzas, capacitación, accesibili-
dad.
La organización de cada grupo fue de acuerdo a
las inquietudes personales, asumiendo la posibili-
dad de proponer, discutir y consensuar.
Las comisiones organizaron el modo de trabajo y
las frecuencias de las reuniones.
Se nombraron dos referentes para el registro de
los avances y las dudas para comunicar a las otras
comisiones y así poder articular los saberes y
necesidades propias de cada grupo (por ejemplo,
compatibilizar los requisitos de los científicos de
mantener proporción y distancia del sol y los
planetas con las condiciones de accesibilidad).
Todos los avances se compartieron en reuniones
generales con una frecuencia mensual (ahora un
poco más distanciadas ya que estamos en tiempo
de espera de autorizaciones).

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La experiencia fue registrándose en un cuaderno: las reuniones, los acuerdos, dudas y avances.
También sacando fotografías de los momentos que condensan hitos en el desarrollo del proyecto,
como por ejemplo la participación de estudiantes secundarios con astrónomos reconocidos en su
trayectoria científica, los primeros diseños, las reuniones con funcionarios municipales, etc. Los
grupos de whatsapp también nos permitieron ver las discusiones mantenidas y volver a algunos
dichos que en la dinámica cotidiana se olvidan.
Otro recurso, es la grabación por la plataforma Google Meet (o desde el teléfono celular) de algunas
reuniones de las cuales extraemos partes significativas que nos permiten refrescar los acuerdos del
grupo, saber hasta dónde negociamos algunas ideas y cuáles eran los principios innegociables del
proyecto.

La elaboración de informes es otro recurso que da cuenta del estado del proceso y también de los
antecedentes que nos llevaron a realizar esta propuesta.

El proceso de sistematización de la experiencia tiene diferentes momentos: primero, el registro con


muchos de los recursos que comentamos anteriormente; por otro lado, momentos en que es nece-
sario “pasar en limpio” esos registros.
Esto nos permitió considerar aquello que da cuenta de pendientes y avances: cómo está nuestra
comunicación interna y, con el afuera, qué logramos, qué desafíos y qué debates quedan, entre
otras cosas.

Algunos registros se hacen en el momento, otros luego de finalizar la reunión para puntualizar los
puntos más claros de trabajo: La organización de la información para compartir, ya sea en formato
PowerPoint o en escritos, lleva un tiempo de mayor concentración y trabajo. Esta organización, sólo
la realizamos en momentos de cierre de etapas y/o evaluación.

Los modos de sistematizar también son distintos.


Cuando se busca comunicar es necesario pensar en les
destinataries. En el caso de este proyecto, la elabora-
ción de un sitio web nos ayudó a ese proceso dando
cuenta de quiénes, cómo y para qué pensamos esta
propuesta. Pero también fue necesaria la sistematiza-
ción interna para dar cuenta de lo aprendido, no sólo
en relación a lo conceptual sino también a los modos
de hacer, de llevar adelante estas propuestas; para que
nos permita realizar cada vez más proyectos anclados
en una construcción colectiva, revisando los modos de
ser, pensar y estar con les otres, ejercitando la demo-
cratización de la palabra y las ideas.

Identificar estos puntos de inflexión y de reflexión nos


permite dar cuenta del proceso que no es ajeno de
satisfacciones, pero tampoco de tensiones que hacen
al logro de una construcción colectiva.

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Cuadernillo | Sistematización de experiencias
Pueblos originarios y universidad, Salta

Experiencia
Pueblos originarios y universidad
Uniendo puentes entre universidad,
territorio y sistemas de salud
Selia Pérez, Alejandra Bergagna, Citlali
Dolijanín, Karina Carrizo, David Hidrobo,
Marcelo Soria y Catalina Huenuán
Cuadernillo | Sistematización de experiencias
En abril de 2020, un equipo de trabajo con docentes y
estudiantes de las Facultades de humanidades y cien-
cias de la salud, de la universidad nacional de Salta,
“Hay mucho misticismo y pudor. El
con experiencia en prácticas de extensión e investiga- comportamiento de la gente de PO se
ción con pueblos indígenas, junto al Programa comu- mezcla con la fuerte influencia de los
nitario del hospital San Bernardo, presentamos una evangelistas, muy presentes en la zona.
No van al Hospital. Lo asocian con que
propuesta para la convocatoria “Proyectos de aplica- son pecadores por eso tiene la “peste”.
ción tecnológica COVID-19”. La población está atemorizada y mal
asesorada. No todos toman el aisla-
El propósito inicial fue dar respuestas a una inquietud miento como algo necesario”.
Gerente sanitario
manifestada por el personal de salud y otros agentes
con presencia en los territorios indígenas del norte de “A la gente le cuesta aislarse. Han prefe-
la provincia: la comunicación de contenidos, cultural- rido irse al monte, para estar más prote-
mente apropiados, sobre cómo cuidarse en el contex- gidos. No usan mucho el barbijo y no
están muy dispuestos a consultar en el
to de pandemia en los territorios de los Dptos. San hospital”
Martín, Rivadavia y Orán, pertenecientes a los pue- Entrevista a maestro bilingüe Wichí
blos Guaraní, Chané, Tapiete y Wichí, (municipios de
Tartagal, Aguaray, Santa Victoria Este).

El trabajo comenzó con la identificación y delimitación


de contenidos sanitarios correspondientes a la
prevención del Covid-19, con el asesoramiento del
Municipio de Aguaray: Yacuy, Tuyunti,
Comité de infecciones asociadas al cuidado de la salud Ikira, Piquirenda Estación, Piquirenda
del hospital San Bernardo. Viejo, Tobantirenda, Capiazuti, Algarro-
bal, Campo Duran y Caraparí
Se analizaron las condiciones de disponibilidad de
Municipio de Tartagal: Nueva Esperan-
recursos: agua, jabón y tapaboca, a través de entre- za, El Quebracho, Loira, La Loma, Tapie-
vistas virtuales o telefónicas con actores de las te I y VI, Comunidad Belgrano, Sachape-
comunidades y de informes de las áreas operativas ra, Cherenta y Misión Pérez, Hospital
Juan Domingo Perón, Centro de salud
del Ministerio de salud. De las entrevistas surgieron Madres Plaza de Mayo, Centro de salud
elementos tales como: la resistencia al uso del tapa- Tapiete
bocas, el aislamiento no era familiar sino comunita-
rio, la escasez de insumos para el lavado de manos, Municipio de Santa Victoria: Santa
Victoria, Cañaveral, Curvita Nueva,
el traslado de grupos familiares al monte como Santa María
medida de prevención y además para la utilización
de remedios.

Territorio de
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Con estos elementos, se puso en diálogo al saber médico y al saber local y se inició un proceso de

Cuadernillo | Sistematización de experiencias


construcción de los mensajes de los productos comunicacionales. Con referentes comunitarios, se
diseñó un plan de difusión de información con pertinencia cultural en los diferentes territorios anali-
zando el acceso a diferentes medios y/o canales de comunicación prevalentes en cada zona. Por ejem-
plo, el whatsapp y facebook resultaron las aplicaciones más utilizadas, de ahí que los flyers, videos en
idiomas y folletos fueron difundidos por ese medio.

Esta actividad involucró a otros actores y espacios territoriales interesados en sostener acciones de
solidaridad con las comunidades indígenas, como la Red Solidaria Covid del Chaco salteño, encargada
de la entrega de insumos de protección, radio La voz indígena de Tartagal y radio santa Victoria Este.

En esta primera etapa, se elaboraron dos videos: ¿ATSI TÄ HÄPE N'OT' INHAYAJ TÄ LHEY COVID 19?
en wichí y ¿MAERA YAIPORU YURU YASOIAKA? en guaraní, ambos con voz en off de estudiantes
indígenas de la universidad pertenecientes a los pueblos Guaraní y Wichí sobre el uso correcto del
tapabocas. Estos videos se difundieron en redes sociales y se entregaron a las comunidades men-
cionadas. La difusión por grupos de whatsapp y facebook tuvo un alcance de 1,589 personas.

Posteriormente y de manera conjunta con


integrantes de los pueblos Wichí, Guaraní,
Tapiete y Chané, se diseñaron cuatro afiches
particularizados: wichí, guaraní, chané y
tapiete con gráficos exclusivos del artista
Duen Sacchi.

Se imprimieron 150 unidades en tamaño A3


destinados a espacios comunitarios. Com-
partidos en facebook alcanzaron a 3.446
personas.

La llegada de estos productos comunicacio-


nales al territorio, en un escenario de pande-
mia, posibilitó reencontrarnos con otros acto-
res y actoras de las comunidades de los muni-
cipios Santa Victoria Este, Tartagal y Aguaray
( Comunidades: Yacuy, Tuyunti, Ikira, Estación
Piquirenda Estación, Piquirenda Viejo,
Tobantirenda, Capiazuti, Algarrobal, Campo
Durán, Cañaveral, Caraparí, Nueva Esperan-
za, El Quebracho, Loira, La Loma, Tapiete I y
VI) que ya venían organizándose en la
producción de material de difusión para com-
partir con las comunidades locales a través de
intercambios de saberes, prácticas e investi-
gaciones en un amplio territorio, de los pue-
blos Guaraní, Chané, Tapiete y Wichí.

60
Con este material se realizaron encuentros
/talleres entre pueblos respecto a la medicina

Cuadernillo | Sistematización de experiencias


ancestral que permitieron registrar relatos,
recetas, nombres de plantas, ceremonias y
espacios sagrados guardados en las memo-
rias de nuestros ancestros y ancestras, que
han transmitido estos conocimientos y prác-
ticas entre generaciones a través de la orali-
“ Como docentes indígenas y representantes de los dad.
pueblos guaraní, chané y Tapiete del norte de la
En los talleres, participaron familias indígenas
provincia de Salta, reivindicamos nuestra medici-
na tradicional ancestral de los diversos territorios, de los pueblos Chané, Guaraní, Wichí y Tapie-
que se ha mantenido resguardada en la historia te, docentes de las escuelas y un equipo redu-
por el legado de sabios y sabias que, a pesar de la cido de la universidad que pudo viajar a terri-
estigmatización y la sistemática persecución que torio y referentes comunitarios con quienes
sobrellevaron pudieron transmitirla, y que se ha se desarrolló la sistematización de la expe-
afianzado en sus diferentes lenguas y en cosmovi-
riencia.
siones profundas que nos unen en armonía y
equilibrio con la madre tierra (…) somos guardia-
nes y guardianas de la madre naturaleza de una Estos encuentros de intercambio de saberes
profunda biodiversidad, que es la resistencia realizados en los territorios fueron plasmados
cultural que hoy en tiempos de pandemia en documentos escritos, afiches, grabacio-
tratamos de sobrellevar.” nes de las voces y registros fotográficos,
Huenuán, Pérez y Soria
que comenzaron a ser sistematizados por
APG (Asamblea del Pueblo Guaraní)
los mismos referentes comunitarios. Este
proceso de sistematización se llevó a cabo
entre julio de 2020 y mayo de 2021.

Compartimos esta receta de los pueblos y naciones indígenas que sirve, entre otras cosas, para desin-
fectar las superficies y los utensilios, muy útiles en tiempos de pandemia sin recurrir a productos
costosos y altamente contaminantes para la Madre Tierra.

La misma forma parte del registro de encuentros de saberes ancestrales de semillas y plantas del
monte realizado por el equipo de Educadores de Salud Intercultural. Integrantes: Sara Cristina Pérez
(Wichí), Marcelo Soria y Seila Pérez (Guaraní), Catalina Huenúan (Chané) y Esther del Milagro López
(Tapiete).

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Cuadernillo | Sistematización de experiencias
En el marco de la pandemia del Covid-19, la distancia, el aislamiento, la inaccesibilidad de
conexión, el desconocimiento de la enfermedad, el miedo y la falta de recursos humanos
en salud en algunas comunidades, entre otros, fueron tropiezos que tuvieron que ver con
la dificultad de organizarnos en nuestra heterogeneidad, en un contexto de elevada incer-
tidumbre con respecto a la situación sanitaria.

La llegada a los territorios de las primeras producciones (videos, flyers, folletos) y la mayor
demanda de conocimientos para afrontar el virus, derivó en la propuesta de recuperación
de todos los conocimientos trabajados en los encuentros/talleres comunitarios, asumien-
do con los fondos del proyecto la impresión de 150 revistas y 300 cartillas que el Consejo
editorial de la universidad nacional de Salta declaró obras de interés cultural y académi-
co, con gestión de ISBN y de acceso digital libre; decisión que abre el camino para que los
conocimientos ancestrales sean reconocidos con la misma intensidad que los conocimien-
tos “académicos”. Las revistas y cartillas se distribuyeron en las comunidades participan-
tes e instituciones de salud y de educación de los tres municipios (San Martín, Aguaray y
Santa Victoria Este).

La potencialidad del trabajo articula-


do entre organizaciones comunita-
rias y territoriales de pueblos origi-
narios del Chaco Salteño, el Hospital Chané Tapiete
San Bernardo y la universidad n Chan é Tapiete
SABERES QUE SON
acional de Salta revitaliza la impor- SABERES ANCESTRALES
tancia y el alcance de aquellas políti- PARA CUIDAR LA SALUD MEDICINA
Recetas de medicina tradicional y jabones El derecho de practicar
cas públicas orientadas hacia la naturales para el Covid- 19 nuestra medicina ancestral
equidad en salud.

La colaboración intercultural, con


interés recíproco, permitió estable-
cer y sostener relaciones honestas y Guaran í Wich í
Guaraní
respetuosas para alcanzar un verda-
dero diálogo de saberes.

Esto puede verse plasmado en el valor y la riqueza de testimonios de sabios y sabias de la


zona que, generosamente, compartieron sus conocimientos y experiencias de vida:

“Mi abuela nos contaba cuando éramos niñas, que ella buscaba y recogía la medicina
del monte para curarnos, no había hospitales cerca. Me acuerdo que para calmar la
fiebre nos decía hacer hervir la cáscara de yuchán o guayacán, ahora lo hacemos y da
resultado, es muy buena, también lo recomiendo para mi comunidad y para las perso-
nas que me consultan”
Faviola Torres, mujer lideresa del pueblo Wichí, comunidad Loira

Territorio de
Saberes 62
Cuadernillo | Sistematización de experiencias
“Mi abuela ya decía que la farmacia guaraní está en el kaa (monte), gracias al inmenso
espacio los guaraníes contamos con hierbas medicinales, raíces, flores, miel de abeja,
grasas de animalitos y minerales para curarnos y sanarnos, ahora la pandemia afectó
más a las ciudades porque no tienen para elegir los medicamentos; en cambio noso-
tros no sólo tenemos nuestra medicina sagrada, sino que la sabemos preparar para
curarnos del covid”
Fidel Bautista, presidente de la APG. Pueblo Guaraní

“Les quiero compartir estas hierbitas que he traído de mi comunidad, le dicen salvia
del monte y la otra es flor de chañar, éstas nos curan de la tos y el resfrío, también si
quieren hacen tostar cáscara de quirquincho se lo muele y ese polvito se mezcla.”

Ema García, abuela de la comunidad Nueva Esperanza.

La entrega de materiales en territorio a Centros de salud, escuelas,


hospitales y comunidades nombradas permitió:
Conocer en profundidad las dinámicas de generación de los
materiales y recolección de información.
“Me emocioné de la alegría. El recibi-
miento de los directivos, del equipo Valorar el compromiso de un grupo de agentes territoriales, en
de salud y hermanes de las comuni- su mayoría mujeres, por mantener, dar vitalidad y compartir los
dades. Estoy feliz, sobre todo por los conocimientos ancestrales vinculados a la salud y a los
protagonistas de esta obra, gracias
cuidados.
por hacer realidad nuestro sueño”
Aportar de forma complementaria en las iniciativas locales de
Seila Pérez, valoración de las prácticas culturales. La impresión del material
Educadora sanitaria del pueblo
fue un paso muy valorado por las y los autores.
Guaraní, responsable de los talleres
en territorio. Compartir un material que permitirá al personal de salud y edu-
cación, pero también a las poblaciones de las comunidades,
contar con un registro escrito que pone en valor el conocimien-
to ancestral.
Publicar un trabajo colectivo que involucró diferentes pueblos y
nacionalidades indígenas de la provincia (Wichí, Chané, Tapie-
te, Guaraní).
Ampliar las redes operativas en la zona, generar alianzas y
promover nuevos espacios de trabajo en conjunto.

Territorio de
Saberes 63
Los testimonios de quienes, como parte del

Cuadernillo | Sistematización de experiencias


equipo participaron de la entrega de materiales,
dan cuenta de la importancia que tuvo poder “Queremos que puedan leer y conocer nuestra
llegar a territorio, ver plasmados los conocimien- cultura del pueblo Tapiete, es el conocimiento
tos sistematizados en obras que tuvieron y tienen sobre la práctica de la medicina que nos dejaron
nuestros abuelos y que hoy la entregamos a
gran repercusión en las propias comunidades,
ustedes médicos, médicas y enfermeras, es un
cuyo sentimiento generalizado fue reconocer la legado que nuestros abuelos y abuelas que nos
valoración y articulación de sus conocimientos y han transmitido desde la oralidad y la práctica” .
recursos de la zona.
Ernesto Killo,
En el mismo sentido, en los equipos de salud y representante del pueblo Tapiete del Instituto
Provincial de Pueblos Indígenas de Salta.
educación, que a través de la lectura y escucha
atenta, posibilitaron avanzar en el diálogo inter-
cultural, necesidad imperiosa para una de las
provincias con mayor diversidad cultural (9 pueblos reconocidos y 5 en proceso de reco-
nocimiento) y con niveles altos de inaccesibilidad en salud y muertes evitables. Creemos
que ése es el camino.

Los recursos materiales que permitieron el trabajo fueron aportados por los fondos del
Proyecto de aplicación tecnológica COVID-19” de la universidad nacional de Salta, de la
Red solidaria Covid del Chaco Salteño y colaboraciones de particulares.

Recursos humanos de universidad nacional de Salta:


Emilio ACHO, Marcela ÁLVAREZ, Alejandra BERGAGNA, Gisel CABANA, Anahí
CARDOZO, Karina CARRIZO, Maris CATACATA, Lucía LUNA FIGUEROA, María
Guadalupe MACEDO, María Paula Milana, Norma Teresa NAHARRO, Monica SACCHI,
Emanuel TAPIA, Osvaldo VILLAGRA, Rina VILTE, Programa Comunitario Hospital San
Bernardo: Citlali DOLJANIN y David HIDROBO.

Referentes comunitarios que colaboraron en la sistematización:


Nancy LUCIANO (Zanja Honda, Guaraní), Pamela FERNÁNDEZ( 13 de Octubre,
Guaraní), Modesto VALDEZ (Yariguarenda, Guaraní), Daniel Alberto MARTÍNEZ
(Tapiete), Yawar MALLKU (Palpalá,Kolla), Faviola TORRES (Loira, Guaraní), Duen
SACCHI (La Loma, Wichí), Adrian KILLO (Tapiete), Sara CHAVARRÍA(Tapiete), y
Soledad RUPERTO (Yacuy, Guaraní).

Autores de las obras:


Seila PÉREZ, Marcelo SORIA, (Guaraní) Catalina HUENUÁN (Chané), Karina
ALFARO, Esther del Milagro LÓPEZ (Tapiete) y Sara Cristina PÉREZ (Pueblo Wichí).
Diseño a cargo del Equipo de la Universidad Nacional de Salta, Alejandra Bergagna,
Citlali Dolijanín, Karina Carrizo, David Hidrobo, Catalina Huenuán.

Territorio de
Saberes 64
Links de interés
Afiches
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Jabón de coco de monte


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Jabón de lejía
https://drive.google.com/file/d/1cC5jf-ry7RDMI_lRNrj1GrsU0T5wpQvH/ view

Videos

https://fb.watch/dcxdboCagi/

https://fb.watch/dcxb6_jxWE/

Territorio de
Saberes 65
Cuadernillo | Sistematización de experiencias
ÁBACO EN RED (s. f.) Sistematización (1) Reconstrucción y Ordenamiento de Datos. Recuperado
de https://www.youtube.com/watch?v=B-khoyzh1Fk&ab_channel=ABACOenRed

ÁBACO EN RED (s. f.) Sistematización (2) Procesamiento de datos en el proceso de sistematiza-
ción de experiencias.
Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=KkVXzlhVSvk

Ávila Cedillo, Guadalupe Jacqueline (2020). Sistematización de la práctica y escritura creativa en


Trabajo Social. Revista Margen, número 99. Argentina. Recuperado de
https://www.margen.org/suscri/margen99/Avila-99.pdf

Bastidas, Jesús A. (2019). Fundamentos para la redacción de objetivos en los trabajos de investi-
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