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1. ¿Considera cierta o errada la idea según la cual los “derechos civiles” implican
solo obligaciones de omisión a cargo del Estado y, por lo tanto, no insumen gasto
público; mientras que, por el contrario, los “derechos sociales” imponen siempre
obligaciones de hacer al Estado y, por ende, ¿irrogan gasto público para
satisfacerlos?
Respecto de mi análisis, considero erradas, tanto para los derechos civiles, como
los derechos sociales, tales afirmaciones. Aunque, en general las diferencias esenciales
entre ambos es que el primero impone obligaciones negativas, mientras el segundo
impone obligaciones positivas al Estado. Si bien, se podría decir que el Estado, para el
primer caso, cumpliría su tarea con la sola abstención, sin suponer una asignación
presupuestaria, y por tanto sujeto solo al control judicial que limitaría solo aquellos actos
que se realicen en violación a aquella obligación de abstención. Sin embargo, los
derechos civiles no se agotan en las obligaciones de abstención del Estado, puesto que
existen conductas positivas como: la reglamentación relativas al alcance y restricciones
de los derechos, actividad administrativa de regulación, el ejercicio del poder de la
policía, interferencias ilícitas del Estado y particulares, la promoción del acceso al bien
que constituye el objeto del derecho, imposiciones de condenas del Poder Judicial en
caso de vulneración. Por tanto, no implican solo obligaciones de omisión.
Los derechos sociales, estableciendo obligaciones positivas al Estado, dan cuenta
prius de una disponibilidad de recursos económicos públicos para su realización y por
tanto el Poder Judicial no podría imponer al Estado el cumplimiento de conductas de dar
o hacer. Sin embargo, análogamente a los derechos civiles, tampoco se agotan en estas
obligaciones, toda vez que, cuando los titulares hayan accedido al bien que constituye
el objeto de esos derechos, el Estado debe abstenerse de realizar conductas que los
afecten, lo cual ocurriría si el Estado privara ilícitamente a sus titulares del goce del bien
del que ya disponían, de la misma forma en que afectaría un derecho civil.