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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE MEXICO

LOS DERECHOS Y OBLIGACIONES DE LOS


PARTICULARES
FRENTE A LA ADMINISTRACION

MARIA FERNANDA GONZALEZ PADILLA


D-54
DERECHO ADMINISTRATIVO II
LOS DERECHOS Y OBLIGACIONES DE LOS PARTICULARES
FRENTE A LA ADMINISTRACION

La importancia de éste es de tal alcance que, en realidad, la configuración de un


sistema de derecho administrativo en un país y en un momento histórico
determinados, sólo puede lograrse
conociendo a fondo cuáles son los
derechos y garantías de que gozan los
administrados frente a la actuación del
Poder público. Examinar la consistencia de
tales derechos y garantías; ver hasta qué
punto es real y no sólo aparente el sistema
organizado para la protección contra la
arbitrariedad de las autoridades, es llegar a
conocer si el Estado se encuentra
efectivamente sometido al Derecho, o si,
por el contrario, el derecho público no es
sino una ilusión inspirada por los gobernantes para dar una apariencia de legalidad a
sus excesos y a sus atropellos. Este estudio abarca el de todos los elementos o
aspectos de la relación que se constituye entre la Administración y los particulares,
en motivo de la actuación de una y otros.
El problema de la situación de los particulares frente a la Administración implica,
necesariamente, la adopción de un criterio sobre la existencia y la naturaleza de los
derechos públicos de los administrados, es decir, sobre el concepto mismo del
derecho subjetivo. Este concepto se liga estrictamente con el del derecho en general,
de tal modo qu\..; puede afirmarse que su determinación constituye uno de los
puntos más debatidos en la doctrina jurídica universal.
Resumiendo los principales lineamientos del debate, podemos fijar estos puntos:
1. Existen dos tendencias, la que afirma y la que niega la existencia del derecho
subjetivo.
Dentro de la tendencia afirmativa hay gran diversidad de criterios para caracterizar el
derecho subjetivo. O bien se sostiene que es un poder de voluntad conferido por el
ordenamiento jurídico.
se sostiene que lo que se llama derecho subjetivo no es más que un fragmento del
derecho objetivo imputado a una persona y que después de la imputación conserva
los caracteres del derecho objetivo.
considerando que la noción de derecho subjetivo subsiste en la legislación y que
dentro de las teorías que se han expuesto existe una parte de verdad, se ha llegado
recientemente a formar un nuevo concepto del derecho subjetivo que parece
escapar a las críticas en que incurren aquellas teorías.
del derecho administrativo ha reconocido invariablemente la existencia de la facultad
discrecional de la Administración, pero no en todo tiempo se la ha apreciado desde el
mismo punto de vista. Dentro de nuestros antecedentes doctrinales cabe hacer
referencia a la tesis sostenida por el ilustre jurista don Teodosio Lares, quien, en sus
Lecciones de Derecho Administrativo.
Para dar a cada uno de los atributos de la Administración activa un carácter distinto y
propio, la hemos dividido en poder gracioso y poder contencioso, según que ofende
los intereses o hiere los derechos de los individuos. En el primer caso, la
Administración ohra y razona para ilustrarse y determinar lo más conveniente a los
intereses generales; en el segundo, forma averiguaciones para juzgar y decidir,
combinando el interés general con el derecho de cada uno, sin dañar este derecho o
sacrificándolo si así fuere indispensahle." y más adelante agrega: "Los autores que
han escrito acerca del derecho administrativo, están conformes en distinguir en la
Administración, en cuanto al fondo, el poder gracioso del poder contencioso; mas no
conviene en la denominación que conviene dar al primero; ya se llame arhitrario,
discrecional, gracioso.
En materia administrativa, se llama interés aquella ventaja, comodidad o
conveniencia que pueda sacar tal individuo de una medida administrativa, de la
consecución de una gracia. .. Lamiarnos derecho primitivo, agrega, al que es
inherente a la cualidad de propietario de una cosa raíz o mueble, corporal o
incorporal, o a la cualidad de natural o ciudadano.
Cuando la ley obliga a la Administración a realizar una actividad o le impone una
abstención, no en favor de los individuos, considerados aisIsdamente, sino para la
satisfacción del interés general, puede suceder, sin embargo, que aquella actividad
redunde en beneficio de un individuo y que, por lo mismo, éste tenga un interés en
su realización. En tal caso, como el interés del particular se satisface, no por efecto
directo, sino por simple acto reflejo de la norma que obliga al Poder público a la
acción o a la omisión, no puede afirmarse que dicho interés sea bsstante para que
exista un derecho subjetivo, debiendo considerarse, por tanto, que sólo se trata de
un simple interés de hecho.
, las leyes constitucionales que imponen la obligación de expedir leyes secundarias
con determinado contenido, las que establecen la publicidad de las actuaciones de
los tribunales y de las Cámaras, las que permiten el acceso público al uso común de
los bienes del dominio público o afectados a un servicio público, las que organizan los
servicios de defensa nacional, el diplomático, el de protección aduanera, el de policía.
en algunos casos el interés individual puede coincidir con el interés general, éste
comprende necesidades que rebasan las de los individuos y que se extienden en el
tiempo hasta abarcar el interés de las generaciones futuras. El interés general puede
definirse, como lo hace Jellinek, como "un interés compuesto resultante del
contraste de los intereses idividuales sobre la base de la idea dominante en un
determinado periodo de tiempo y de las condiciones especiales de cada Estado.
si el derecho subjetivo se considera como un poder de una voluntad para imponerse
a otra, pues, como acabamos de indicar, el Estado no reconoce ninguna voluntad que
pueda imponérsele. Resultaría, por tanto, que habría que desechar la idea de que los
particulares tuvieran derechos contra el Estado. Pero, como la tesis que hemos
admitido descarta del concepto de derecho ese elemento y lo sustituye con el de
poder reconocido por la ley de exigir alguna prestación, se suprime el motivo de
incompatibilidad, quedando tan sólo por discutir si el Estado se encuentra sometido a
la ley.
Los derechos del hombre constituyen la esfera de libertad que se encuentra
jurídicamente protegida por la obligación que el Estado se impone de abstenerse de
ejecutar cualquier acto que la obstruya. La libertad por sí sola no constituye un
derecho; para que éste exista es necesario que el individuo tenga el poder de exigir
su respeto. El contenido, pues, de los derechos de libertad es fundamentalmente
negativo, se traduce en la posibilidad de exigir una abstención.
La actividad administrativa, esta clase de derechos es la que entra principalmente en
juego, pues están comprendidos en ella todos los que tienden a obtener una
prestación específica del Estado, como ocurre respecto del sueldo o de la pensión del
empleado público; los que tienen por objeto la realización de actos jurídicos, como
son el otorgamiento de permisos o autorizaciones para el aprovechamiento exclusivo
de los bienes públicos o para la realización de ciertas actividades sujetas a aquel
requisito, y por último, aquellos cuyo contenido es el goce de los servicios públicos
establecidos por la Administración.
Entre los casos de excepción, cabe citar el de expropiación por causa de utilidad
pública, que sólo puede hacerse mediante compensación; el de los daños causados
por la Revolución en los términos de las leyes relativas, y el de la responsabilidad
subsidiada del Estado en el caso previsto por el artículo 1928 del Código Civil.
el establecimiento de una responsabilidad directa del empleado y subsidiaria del
Estado, hace nugatoria la garantía para los administrados, pues aparte de que la
complejidad de la organización administrativa con la intervención de varios
funcionarios o empleados en el mismo acto hace casi imposible determinar quién de
ellos es el culpable, existe la circunstancia de que normalmente los empleados
públicos son insolventes, razón por la cual se ha criticado el sistema como una
supervivencia de las épocas remotas en que "el Gobierno estaba en manos de
personas importantes, independientes y ricas.

Conclusión.
Los actos administrativos constituyen una parte esencial de la administración pública,
para el logro de los objetivos para el logro de los objetivos que esta pretende
alcanzar siendo el Derecho Administrativo una rama del Derecho que busca brindar a
la sociedad por medio de los servicios públicos para la satisfacción de las necesidades
de la comunidad.
Los actos administrativos , son herramientas utilizados por la actividad
Administrativa. son las manifestaciones de voluntad de la administración tendientes
a modificar el ordenamiento jurídico, es decir, a producir efectos jurídicos. El cual con
lleva un sin fin de acompañamientos los cuales hacen que el mismo realice con más
facilidad todas y cada una de las actividades que se proponen para el mejor orden
público del Estado.

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