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Para la procedencia de la medida de aseguramiento no es suficiente la sola

evaluación de la carga argumentativa de inferencia razonable de autoría o


participación del imputado en la conducta ilícita materia de investigación
septiembre 20, 2023

“La Sala Penal de la Corte, sentencia de Tutela STP


7947-2023 Rad. 132110, reiteró el precedente vinculante
en sentido que para la procedencia de la imposición de la
medida de aseguramiento, no es suficiente la carga
argumentativa de inferencia razonable de autoría o
participación, sino que además se requieren las
motivaciones acerca de los factores no procesales,
desarrollados en los arts. 310 y 311, factores
procesales, previstos en los arts. 309 y 312, lo dispuesto
en los parágrafos 2º del art. 307 y art. 308 de la Ley 906
de 2004, además del juicio de juicio de proporcionalidad,
orientado a que se evalúe si la medida solicitada resulta
adecuada, necesaria y proporcional. Al respecto dijo:

“Las medidas de aseguramiento, ha decantado la


jurisprudencia tanto de la Sala Penal de la Corte
Suprema de Justicia como de la Corte Constitucional,
que tienen una naturaleza eminentemente procesal y
están dirigidas a preservar la prueba, proteger a la
víctima y asegurar la comparecencia del imputado al
proceso.

“Además, el artículo 307 del Código de Procedimiento


Penal, contempla como medidas de aseguramiento
privativas de la libertad la «detención preventiva en
establecimiento penitenciario» y la «detención
preventiva en la residencia señalada por el imputado».

“En fallo CSJ STP7721 – 2019, reiterado en la decisión


CSJ STP16280-2019, la Corte delimitó las competencias
del juez de control de garantías en punto de la
imposición de medidas de aseguramiento dentro del
proceso penal, de la siguiente manera:

“Los arts. 306 a 316 del Código de Procedimiento Penal


regulan las medidas de aseguramiento. En la audiencia
que debe surtirse para decretarlas, la Fiscalía y la
representación de víctimas tienen la carga de motivar su
postulación para solicitarlas y el juez de control de
garantías emitir su decisión, ambos, teniendo en cuenta
los siguientes aspectos:

i). La inferencia razonable de participación del imputado


en la conducta.

Para tales efectos, deben presentarse y explicarse las


evidencias físicas y otra información legalmente
obtenida, con la que se acredite, en el nivel de
conocimiento establecido en la ley, que el delito ocurrió
y que el imputado es autor o partícipe.

ii) La necesidad de la medida contra el imputado. Para


ello, tanto el solicitante al formular la petición, como el
juez al resolverla, deben evaluar los siguientes factores:
a. Factores no procesales, que desarrollan los arts. 310
y 311 del Código de Procedimiento Penal, que disponen
la imposición de la medida restrictiva de la libertad
cuando el imputado represente un peligro para la
seguridad de la comunidad (posibilidad de reiteración de
la conducta o comisión de otras), o pueda inferirse
razonablemente que atentará contra la víctima, sus
familiares o sus bienes.

“b. Factores procesales, previstos en los cánones 309 y


312, que disponen la procedencia de la restricción de la
libertad cuando existan «motivos graves y fundados» que
den cuenta de que el imputado podría no comparecer al
proceso y/o afectar la actividad probatoria.

“iii) La elección del tipo de medida a imponer. En esta


etapa, es carga de los involucrados en la diligencia
indicar cuál de las medidas de aseguramiento previstas
en el art. 307 del Código de Procedimiento Penal se
habrá de imponer (privativa o no privativa de la libertad),
y luego exponer los motivos por los que dicha medida es
la procedente.

Para ello, deberán tenerse en cuenta: (i) las previsiones


normativas aplicables, esto es, las que permiten la
imposición de medida de detención en establecimiento
carcelario (como el art. 313); (ii) las que prohíben el
decreto de una medida distinta a la de privación de la
libertad intramuros (v. gr. el art. 199 de la Ley 1098 de
2006); y
“(iii) si resulta procedente una medida no privativa de la
libertad, cuando la misma pueda ser suficiente para
alcanzar el fin perseguido (parágrafo 2º del art. 307 y art.
308). En este proceso, es necesario llevar a cabo el
juicio de proporcionalidad, orientado a que se evalúe si
la medida solicitada resulta adecuada, necesaria y
proporcional en sentido estricto, a través de un balance
de los intereses que se confrontan, esto es, el derecho
fundamental que se afecta con la imposición de la
medida y el fin constitucional que se busca proteger al
decretarla (Art. 295 y 296 de la Ley 906 de 2004).

“Como tercer aspecto, habrán de evaluarse los


problemas jurídicos atinentes a las particularidades del
caso como, por ejemplo, la posibilidad de imponer una
medida más o menos grave que la solicitada por la
Fiscalía o la víctima.”

“Para el caso que nos ocupa, en la audiencia de solicitud


de medida de aseguramiento celebrada el 10 de abril de
2023 ante el Juzgado 6° Penal Municipal con Función de
Control de Garantías de Pasto, la titular del despacho,
después de referirse a los medios de prueba aportados, y
señalar que existen algunas inconsistencias en el relato
de la menor involucrada, resolvió negar la petición de
imposición de medida de aseguramiento intramuros
postulada por la fiscalía por cuanto, en su criterio, no se
cumplía con el presupuesto de inferencia razonable de
autoría o participación. Así pues, se extrae del audio
de la audiencia lo siguiente:

“Hay una duda sobre la ocurrencia de los hechos en la


forma en cómo se dieron, inclusive la misma
participación de la señora AMH y en esos términos, pues
hablando de la concurrencia de un presupuesto fáctico
que debe ser material en cuanto a la realización de la
conducta delictiva y que debe ser también particular en
punto al compromiso que tenga la señora AMH respecto
de la concurrencia o comisión de la conducta o
conductas delictivas endilgadas no hay claridad.

“Si no hay claridad, esa duda se resuelve en favor de la


señora AMH y en este momento, pues el despacho
procedería a indicar que ese presupuesto de inferencia
razonable de autoría o participación no se encuentra
cumplido por parte de la fiscalía y con los elementos
que presenta de soporte. (…)

“Esto entonces, haría inocuo hacer otro tipo de


valoraciones respecto a la gravedad, peligrosidad de la
conducta delictiva, falta de arraigo u otros presupuestos
de orden también en ponderación constitucional que no
vendrían al caso a atenderse dado que la estimación que
hace el despacho y frente a la valoración aquí indicada
frente al no cumplimiento del primero de los
presupuestos se le negaría la imposición de una medida
de aseguramiento.”

“La fiscalía apeló esa decisión. Fundó su disenso en que


sí se encontraba probada la inferencia razonable de
autoría o participación y tal recurso fue resuelto por el
juzgado 4° accionado, quien mediante auto del 29 de
mayo de 2023 expuso lo siguiente:

“El despacho de instancia fue desprevenido en el


análisis de la entrevista de la menor, cuando ella informa
llegar a la ciudad de Pasto por solicitud de su profesora,
la hacen dormir junto con los adultos, es la misma
profesora quien en una oportunidad le muestra un video
de pornografía para luego enviarla a la tina y proceda
hacerle lo mismo a su novio, la menor presentaba un
cuadro de inseguridad emocional, se auto
responsabilizaba o culpa de los hechos, comportamiento
asumido en muchas ocasiones por los menores víctimas,
incluso llegó a un estado de aceptación o normalización
de la conducta, notemos cuando es llamada por el
agresor mediante amenazas acude a la ciudad de Pasto
para hospedarse en un hotel donde acata la orden de su
victimario de despojarse de su ropa y quedar desnuda,
este no es un relato oscuro o confuso como lo entiende
la primera instancia antes al contrario es un hecho
vivido por la menor, como así lo deja ver el funcionario
de psicología de ICBF cuando la entrevista para el
restablecimiento de los hechos. (…)

“Como se observa con los elementos materiales


probatorios se encuentra acreditada la inferencia
razonable de autoría y participación se demuestran los
hechos y la participación de AMH, en esta etapa
procesal no se necesita de un conocimiento más allá de
toda duda razonable, sólo es inferencial, es cierto
pueden presentarse dudas y resolverse en favor de la
imputada, en el caso las dudas no tienen entidad
suficiente para derruir la inferencia razonable de los
elementos materiales probatorios aportados por la
fiscalía.
“AMH, como docente tiene conocimiento del deber de
protección hacia los menores, de manera injustificada,
convence a una menor de condiciones vulnerables, de
una zona rural del municipio de Linares para trasladarla
a un lugar diferente de su domicilio a cumplir con una
labor de una persona adulta, para luego entregarla a su
compañero para la satisfacción de su libido sexual, de
donde resulta proporcional y necesario imponer la
medida de aseguramiento, conforme el Código de
Infancia y Adolescencia cuando proceda la medida de
aseguramiento debe imponerse la detención preventiva.

“En consecuencia, se revocará la decisión de primera


instancia y en su lugar se impondrá medida de
aseguramiento en centro de reclusión carcelaria, gírese
orden de captura para su cumplimiento.”

“Teniendo en cuenta lo anterior, esta Sala advierte que


le asiste razón al impugnante al señalar que existe un
yerro por parte del juzgado accionado tal y como se pasa
a desarrollar.

“(i). Desconocimiento del precedente

“La Corte Constitucional[1] ha señalado que el


desconocimiento del precedente constitucional puede
originarse en razón de “la inaplicación de las decisiones
emitidas por esta Corporación en el marco del control
abstracto de constitucionalidad o concreto de revisión
de tutelas. Dichos fallos hacen tránsito a cosa juzgada
y tienen fuerza vinculante, tanto en su parte resolutiva
(erga ommes tratándose de los fallos de control de
constitucionalidad e inter partes para los fallos de tutela)
y, en ambos casos, las consideraciones de la ratio
decidendi son obligatorias para todas las autoridades
públicas”

“Todo ello “en razón de la jerarquía del sistema de


fuentes formales de derecho y el principio de supremacía
constitucional, que obligan a la aplicación preferente de
las disposiciones de la Carta Política y, en consecuencia,
de los contenidos normativos identificados por la
jurisprudencia constitucional, en ejercicio de su labor de
intérprete autorizado del Texto Superior[2]”.

“Ahora bien, como se indicó en líneas anteriores, la Corte


Suprema de Justicia en sentencias CSJ STP7721 – 2019
y CSJ STP16280-2019, determinó con total claridad
cuáles eran los presupuestos de motivación necesarios
para que el Juez de Garantías acceda a imponer una
medida de aseguramiento.

“Dentro de ellos, se recuerda, además de la inferencia


razonable de autoría o participación, deben concurrir:

(i). la necesidad de la medida contra el imputado, en


donde deben analizarse: (a) factores no procesales; y, (b)
factores procesales;

(ii) la elección del tipo de medida a imponer, momento


en el que es imperioso tener en cuenta las previsiones
normativas aplicables al caso, adelantar un juicio de
proporcionalidad en el que se evalúe si la medida es
adecuada, necesaria, y proporcional en estricto
sentido y;
(iii) evaluar los problemas jurídicos atinentes a las
particularidades del caso.

“Con esto, es claro que, al resolver el recurso de


alzada, el juzgado accionado se apartó completamente
de lo dispuesto, no solo en la jurisprudencia acabada de
citar sino que, además, impuso la medida de
aseguramiento sin verificar si se acreditaron o no los
demás requisitos del artículo 308 del Código de
Procedimiento Penal.

“Ello porque, como se trajo a colación de los extractos


de las decisiones de primera y segunda instancia

(i). el Juzgado 6º Penal Municipal con función de control


de garantías de Pasto no halló acreditada la inferencia
razonable de autoría y por ende, prescindió de verificar el
cumplimiento de los restantes requisitos previstos en el
art. 308 ejusdem, pero

(ii). el Juzgado Cuarto Penal del Circuito de Pasto se


limitó a analizar, únicamente, ese específico
presupuesto y no indicó si se habían demostrado o no las
restantes exigencias del canon citado, en los términos
desarrollados por la jurisprudencia de la Sala.

“En ese sentido, aun cuando el recurso de apelación se


interpuso con la finalidad de acreditar la existencia de la
inferencia razonable de autoría o participación en los
delitos imputados, el estatuto procesal penal impone
ciertas condiciones para que una medida de
aseguramiento sea impuesta, los cuales, se reitera, no
fueron tenidos en cuenta al momento de adoptar la
decisión de segunda instancia.

(ii). Decisión sin motivación

“En el presente asunto, además del desconocimiento del


precedente, también se profirió una providencia que no
cumple con las exigencias legales de motivación como
se desarrolla a continuación.

“El artículo 29 de la Constitución Política establece que


el debido proceso debe ser aplicado en todas las
actuaciones administrativas y judiciales, en esa medida,
nadie podrá ser juzgado sino conforme a leyes
preexistentes al acto que se le imputa, ante juez o
tribunal competente y con observancia de la plenitud de
las formas propias de cada juicio.

“Por tanto, es fundamental que todas las decisiones sean


judiciales o administrativas se encuentren debidamente
motivadas, pues es a partir de dicho ejercicio que se
puede evidenciar que la conclusión a la que se arribó no
es producto de la arbitrariedad del juez[3] sino que
responde a un análisis fáctico, normativo, y probatorio de
cada caso en concreto.

“Es así, como la motivación se torna en un derecho


constitucional derivado del derecho fundamental al
debido proceso, pues sólo mediante ella pueden
excluirse decisiones arbitrarias por parte de los poderes
públicos, y además, se permite a la persona conocer las
razones de una decisión para que pueda, cuando resulte
procedente, controvertirla y ejercer así su derecho de
defensa.

“Teniendo en cuenta lo anterior, no puede perderse de


vista que de conformidad con lo señalado en el artículo
1° de la norma de normas, Colombia es un estado social
de derecho. Y ello, trae consigo la obligatoriedad de
cumplir ciertos mandatos de orden constitucional
y legal, por ejemplo, el consignado en el artículo 230
superior, según el cual, las decisiones judiciales se
encuentran sometidas al imperio de la ley.

“Por tanto, sólo mediante la motivación de una decisión


judicial, se permite verificar que efectivamente lo
resuelto se encuentra completamente supeditado al
marco legal.

“La falta de motivación, como causal de procedencia de


la acción de tutela en contra de providencias judiciales,
tiene como finalidad “proteger los derechos de los
ciudadanos de obtener respuestas razonadas de la
administración de justicia, permitiendo de esta manera,
ejercer efectivamente el derecho de contradicción. Por
lo tanto, el juez de tutela debe tener en cuenta, que la
falta de motivación de una decisión judicial supone una
clara vulneración al derecho del debido proceso ya que
existe un deber en cabeza de los funcionarios judiciales,
el cual tiene que presentar las razones fácticas y
jurídicas que sustentan el fallo, acción que se genera en
virtud de un principio base de la función judicial[4] ”.

“Así pues, para que se materialice este yerro, es


necesario que la argumentación realizada por el juez
resulte defectuosa, abiertamente insuficiente o
inexistente[5] . Ello cobra sentido en la medida que, lo
que se pretende evitar es que las decisiones de los
administradores de justicia sean absolutamente
discrecionales.

“Para el caso que aquí nos ocupa, mediante auto del 29


de mayo de 2023 el juzgado accionado determinó que
era procedente imponer la medida de aseguramiento a
la señora HR, pues en su criterio, si existe una
inferencia razonable de autoría o participación en los
delitos que le fueron imputados. A esta decisión arribó
haciendo un análisis de los medios de prueba que obran
en el expediente, según se desprende de la providencia
proferida.

“Sin embargo, no puede esta Sala pasar por alto que en


la decisión antes mencionada no se efectuó ningún
análisis sobre la concreción de al menos una de las tres
causales previstas en el artículo 308 de la Ley 906 de
2004, sin las cuales, las imposición de la medida de
aseguramiento resulta improcedente.
“Dicho de otro modo, el juzgado accionado sólo se
manifestó en su providencia frente a uno de los
requisitos de orden legal para imponer una medida de
aseguramiento y omitió motivar su decisión frente a los
demás aspectos necesarios para que esta pueda
decretarse, incumpliendo así su deber de dar cuenta de
los fundamentos jurídicos en los que sustentó la
decisión, razón suficiente para que intervenga el juez de
tutela en el caso concreto.

“Bajo ese entendido, se impone revocar el fallo dictado


por la Sala Penal del Tribunal Superior de Pasto para
amparar el derecho fundamental al debido proceso
de AMHR.

“Se dispondrá, en consecuencia, dejar sin efectos el


auto emitido por el Juzgado Cuarto Penal del Circuito de
Pasto el 29 de mayo de 2023, para que en el término de
setenta y dos (72) horas contadas a partir de la
notificación de esta providencia, se pronuncie de nuevo
sobre el recurso de apelación interpuesto, atendiendo a
las pautas expuestas en este fallo.

“Se aclara, sin embargo, que es de la esfera exclusiva


del Juez accionado decidir en torno a la procedencia o
no tanto del recurso de apelación como de la medida de
aseguramiento que por ese cauce se discute, en estricta
observancia de los principios de autonomía
e independencia de la administración judicial.

En mérito de lo expuesto, LA SALA DE DECISIÓN DE


ACCIONES DE TUTELA No. 1, DE LA SALA DE CASACIÓN
PENAL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA,
administrando justicia en nombre de la República y por
autoridad de la Ley,

RESUELVE 1. REVOCAR el fallo impugnado de


conformidad con lo dispuesto en la parte motiva de esta
providencia.

[1] [2] CC SU-380 de 2021

[2] [3] CC SU-574 de 2019, siguiendo a la Sentencia C-


634 de 2011.

[3] [4] CC C-145 de 1998.

[4] [5] CC SU-635 de 2015.

[5] [6] CC T233 de 2007.

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