Está en la página 1de 2

Si hay que elegir la asignatura cuya enseñanza provoca más

dolores de cabeza en niños, padres y profesores, la respuesta es


clara: matemáticas. No es ni un tópico ni una suposición, se trata de
una dificultad probada que reside en factores concretos. El
aprendizaje de esta materia exige a los niños llevar a cabo
relaciones en el plano de lo posible, crear significados abstractos y
codificar y descodificar símbolos, tal y como apuntan expertos
pedagogos de la editorial Cuadernos Rubio.

Una vez demostrado este grado de complejidad, queda claro que


centrarse en una única causa para resolverlo supone un error. Es
muy importante concretar las dificultades de aprendizaje más
comunes en la enseñanza primaria, tal y como señalan desde la
editorial:

1. El primer obstáculo es la discalculia, una dificultad de


aprendizaje de origen neurobiológico que afecta
específicamente a las matemáticas y dificulta la comprensión
de los cálculos matemáticos. Los niños que la padecen no
interpretan esta asignatura de la misma forma que sus
compañeros, por lo que necesitan una enseñanza adaptada a
sus necesidades.

De hecho, la discalculia se divide en seis tipologías:

–Discalculia verbal: Se refiere a la dificultad para nombrar números


y cantidades para usar los términos y las relaciones.

–Discalculia practognóstica: Las dificultades se centran en la


enumeración, comparación, o manipulación de objetos matemáticos.

–Discalculia gráfica: Provoca dificultades en la escritura de símbolos


matemáticos.

–Discalculia léxica: Hace referencia a los problemas para leer


símbolos matemáticos.

–Discalculia ideognóstica: Afecta a la capacidad de hacer


operaciones mentales y comprender conceptos matemáticos
abstractos.
–Discalculia operacional: Altera la ejecución de operaciones y
cálculos numéricos.

2. La acalculia, a diferencia del resto, se trata de un trastorno


provocado por una lesión cerebral, por lo que no se considera
que las personas que la padecen tengan una dificultad de
aprendizaje. De hecho, consiste en la alteración de las
habilidades y el procesamiento matemático, por lo que a
efectos prácticos supone una dificultad para los niños que en
muchos casos no está detectada.
3. El tercer factor que complica la clase de mates de muchos
niños es su desarrollo cognitivo. Este va de la mano del
aprendizaje de la asignatura, por lo que la maduración
neurobiológica particular de cada persona marca el ritmo de su
aprendizaje.
4. La cuarta dificultad también se refiere a un proceso
evolutivo: la estructuración de la experiencia matemática. En
esta asignatura, los alumnos apoyan unos conocimientos
sobre otros, por lo que, si han quedado competencias por
asimilar, los aprendizajes posteriores tendrán una dificultad
extra.
5. Por último, las dificultades en la resolución de problemas, el
clásico obstáculo en el aprendizaje matemático. Este frecuente
impedimento se basa en la comprensión lectora, ya que la
interpretación del problema requiere de una serie de
habilidades lingüísticas para asimilar conceptos y procesos
como la aplicación de reglas o traducción de un lenguaje a
otro.

También podría gustarte