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Composición

corporal
MTRO. ENRIQUE SÁNCHEZ MONTESINOS
Dime lo que comes y te diré quién eres“

“Fisiología del gusto” (1825)

Anthelme Brillat‐Savarin (1755‐1826).

Gastrónomo francés
El estudio de la composición corporal es un aspecto importante de
la valoración del estado nutricional pues permite cuantificar las
reservas corporales del organismo y, por tanto, detectar y corregir
problemas nutricionales como situaciones de obesidad, en las que
existe un exceso de grasa o, por el contrario, desnutriciones, en las
que la masa grasa y la masa muscular podrían verse
sustancialmente disminuidas.

Así, a través del estudio de la composición corporal, se pueden


juzgar y valorar la ingesta de energía y los diferentes nutrientes, el
crecimiento o la actividad física.

Los nutrientes de los alimentos pasan a formar parte del cuerpo por
lo que las necesidades nutricionales dependen de la composición
corporal.
El cuerpo de un hombre joven sano de unos 65 kg de
peso está formado por

unos 11 kg de proteína,

9 kg de grasa,

1 kg de hidratos de carbono,

4 kg de diferentes minerales (principalmente depositados


en los huesos),

40 kg de agua y

una cantidad muy pequeña de vitaminas.


Nuestro cuerpo está constituido por múltiples sustancias
(agua, grasa, hueso, músculo, etc.) pero, de todas
ellas, el agua es el componente mayoritario.

El agua constituye más de la mitad (50‐65%) del peso


del cuerpo y en su mayor parte (80%) se encuentra en
los tejidos metabólicamente activos.

Por tanto, su cantidad depende de la composición


corporal y, en consecuencia, de la edad y del sexo:
disminuye con la edad y es menor en las mujeres.
Aparte del agua, otros dos componentes fundamentales de nuestro cuerpo son:

El tejido magro o masa libre de grasa (MLG) (80%) en el que quedan incluidos todos los
componentes funcionales del organismo implicados en los procesos metabólicamente
activos.
Por ello, los requerimientos nutricionales están generalmente relacionados con el
tamaño de este compartimento; de ahí la importancia de conocerlo.

El contenido de la MLG es muy heterogéneo e incluye: huesos, músculos, agua


extracelular, tejido nervioso y todas las demás células que no son adipocitos o células
grasas.

La masa muscular o músculo esquelético (40% del peso total) es el componente más
importante de la MLG (50%) y es reflejo del estado nutricional de la proteína.

La masa ósea, la que forma los huesos, constituye un 14% peso total y 18% de la MLG.
El compartimento graso, tejido adiposo o grasa de
almacenamiento (20%) está formado por adipocitos.

La grasa, que a efectos prácticos se considera


metabólicamente inactiva, tiene un importante papel de
reserva y en el metabolismo hormonal, entre otras funciones.

Se diferencia, por su localización, en grasa subcutánea (debajo


de la piel, donde se encuentran los mayores almacenes) y grasa
interna o visceral.

Según sus funciones en el organismo, puede también dividirse en


grasa esencial y de almacenamiento.
La cantidad y el porcentaje de todos estos componentes es variable y
depende de diversos factores como edad o sexo, entre otros.

La MLG es mayor en hombres y aumenta progresivamente con la edad hasta


los 20 años, disminuyendo posteriormente en el adulto.

El contenido de grasa, por el contrario, aumenta con la edad y es mayor en


las mujeres.

Una vez alcanzada la adolescencia las mujeres adquieren mayor cantidad de


grasa corporal que los hombres y esta diferencia se mantiene en el adulto, de
forma que la mujer tiene aproximadamente un 20‐25% de grasa mientras que
en el hombre este componente sólo supone un 15% o incluso menos.
El índice antropométrico que valora la distribución de la grasa es la relación
circunferencia de cintura/circunferencia de cadera (RCC).

Una cifra alta, generalmente más frecuente en los hombres, refleja una obesidad
androide o central con un depósito de grasa preferentemente en el abdomen y en
la parte alta del cuerpo y puede suponer mayor riesgo para la salud.

Una cifra baja, más característica de las mujeres, refleja depósitos de grasa
periféricos en las caderas y muslos, de tipo ginecoide.

Riesgo RCC en Hombres RCC en Mujeres


Bajo 0.83 ‐ 0.88 0.72 ‐ 0.75
Moderado 0.88 ‐ 0.95 0.78 ‐ 0.82
Alto 0.95 ‐ 1.01 > 0.82
Muy alto > 1.01

La circunferencia de cintura se usa también como una medida indirecta de la grasa


abdominal y se recomienda su uso, junto con el IMC, para predecir el riesgo. Una
circunferencia de cintura de más de 88 cm para mujeres y de más de 102 cm para
hombres indica un elevado riesgo.
Masa grasa total
La masa grasa total representa en el organismo un componente esencial de
reserva energética y como aislante nervioso. Supone un componente
susceptible de presentar variaciones en el sujeto de acuerdo a su edad, sexo
y transcurso del tiempo13 (fig. 2). Compuesta en un 83% por tejido graso, del
cual el 50% se halla ubicado subcutáneamente, veremos cómo su distribución
en el organismo resulta irregular en tanto hablemos de panículo adiposo de
reserva o de grasa esencial.

Figura 1.
Cambios en la composición grasa a lo largo de la vida.
Adaptada de: Warren y Shangold50.
% DE GRASA CORPORAL EN HOMBRES
% DE GRASA CORPORAL EN MUJERES
Antropometria:

Peso y talla.- Se trata de medidas
corporales de fácil obtención y de gran
utilidad para valorar el estado nutricional y
composición corporal del niño y el adulto.

Ambas son usadas de manera rutinaria


en la evaluación del crecimiento y en
epidemiología como parte de los trabajos
de seguimiento a determinadas
poblaciones.

La utilidad clínica de estas


determinaciones es máxima cuando se
usan combinadas a modo de índices, en
los que se expresa de manera sencilla la
relación entre el peso corporal, la longitud
(estatura) y la edad21. Los 3 índices
antropométricos derivados del peso y la
talla más usados son: talla/edad,
peso/edad y peso/talla.
La talla para la edad es un indicador útil en niños
para ofrecer información acerca de una exposición
durante largo tiempo a condiciones nutricionales
adversas, por lo que resulta útil como método para
valorar un déficit nutricional crónico.

Respecto del índice peso/edad, 2 desviaciones


estándar por debajo de la media habría de
considerarse como bajo peso.

Dicho índice no distingue entre un niño de estatura


pequeña con un peso adecuado, de uno alto y
delgado, debido a que este indicador no tiene en
consideración la talla.

Por otra parte, cuando se obtiene un valor del


peso/talla por debajo de 2 desviaciones estándar de
la media, de los valores de referencia internacionales,
se dice que estamos ante una situación de
adelgazamiento o emaciación21.
El peso es el resultado de una mezcla de
diferentes tejidos en proporciones variables, las
cuales no pueden ser determinadas mediante una
báscula común. La evaluación del significado del
peso debe tener en cuenta la talla, el tamaño de
la estructura corporal y la proporción de masa
muscular, grasa y hueso22.

Su variación, por lo tanto, puede ser el resultado


de un cambio en la grasa corporal, lo que refleja
de manera indirecta el ingreso energético.

También puede estar relacionado con una


retención de líquido (edema).
Pliegues cutáneos.- La
cuantificación del volumen
graso corporal mediante la
determinación de los pliegues
cutáneos constituye un método
de análisis de composición
corporal de indudable valor
dada su sencillez
metodológica, reducido coste
y carácter no invasivo, siendo
estas las razones por las que se
utiliza pródigamente en clínica
y epidemiología23.

Se trata de un proceso de


gran utilidad para conocer la
composición corporal de un
sujeto. Teniendo en cuenta que
entre el 27 y el 42% de la grasa
corporal total se halla
confinada a nivel subcutáneo,
el grosor que esta ocupa en
esta localización supondrá un
óptimo reflejo de la
composición corporal y el
balance energético del sujeto
a largo plazo24.
Ahora bien, teniendo en cuenta su carácter indirecto, el uso de los
pliegues cutáneos como método de valoración de la composición
corporal posee una serie de limitaciones entre las que cabría destacar las
siguientes:

••La relación de la grasa subcutánea/grasa total varía mucho en


poblaciones de individuos sanos.

••Los depósitos grasos pueden permanecer relativamente normales en


individuos con desnutrición moderada.

••Tienen poca sensibilidad, ya que se precisan grandes cambios para que


estos puedan verse reflejados de forma clara en las medidas.

••La existencia de edemas puede falsear los resultados.

••Se necesita un examinador experimentado para minimizar los errores de


la técnica.
. BIBLIOGRAFIA
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