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Que el referido “(…) informe (sic) de Resultados que hoy impugno, no conforma
la verdad procesal que se desarrolló durante el proceso [de] investigación, el
mismo está plagando (sic) de una serie de Vicios que desconocieron [sus]
Derechos y Garantías Constitucionales, como el Debido Proceso, la Defensa, el
ser Oído, la Presunción de Inocencia, la Cosa Juzgada Administrativamente y en
especial al cumplimiento de la legalidad y al estado (sic) social y democrático de
derecho y justicia que promulga nuestra Constitución (…)”.
Que “(…) durante el Transcurso del Proceso, present[ó] una serie de medios de
prueba y de solicitudes procesales que no [le] fueron resueltas, así entonces, la
Administración Fiscal, al no emitir ningún pronunciamiento sobre una serie de
medios de Prueba que habían sido hecho[s] de su conocimiento y que fueron
presentados en el ejercicio de [sus] derechos y garantías Constitucionales a la
defensa y al debido proceso (…)”.
II
DE LA DECISIÓN APELADA
(…) Como punto previo, esta Corte observa que la pretensión de amparo
constitucional interpuesta cumple con los requisitos que exige el artículo 18 de
la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales. Así se
declara.
Ahora bien, observa esta Corte que el artículo 6 numeral 5 de la Ley Orgánica de
Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, establece lo siguiente:
(…omissis…)
En virtud de lo anterior, observa esta Corte que el fin perseguido por la presente
acción de amparo constitucional es que se declare la ‘Nulidad Absoluta del
contenido del Informe de Resultados del P.I.I. con el No. 03-02-004-2015 de
fecha 31 de Marzo 2016’ (Folio 8 del expediente), mediante el cual el respectivo
Director procede a remitir el resultado de las investigaciones a la Dirección de
Determinación de Responsabilidades, ‘…a los fines de que se inicie, de
considerarlo procedente [este último], el Procedimiento Administrativo
correspondiente…’ (Folio 29), todo lo cual refleja, a juicio de este órgano
jurisdiccional, que la actuación recurrida se refiere a un acto preparatorio o de
trámite, en contraposición a aquellos que son de naturaleza definitiva. (Corchete
de la Corte)
(…omissis…)
Atendiendo al criterio expuesto, esta Corte debe concluir que los actos de trámite
producidos en el marco de un procedimiento administrativo no son susceptibles
de impugnación por la vía del amparo constitucional, ya que los mismos pueden
ser recurridos autónomamente cuando se verifican cualquiera de los supuestos
del artículo 85 de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos, a saber,
cuando producen indefensión, prejuzgan sobre lo definitivo o imposibilitan la
continuación del procedimiento administrativo, así como de manera acumulada
con la impugnación del acto final.
-IV-
DECISIÓN
III
DE LA COMPETENCIA
IV
Para resolver la apelación de autos, esta Sala considera pertinente hacer las
siguientes precisiones:
Además, advirtió que la parte hoy apelante no alegó o expuso la razón por la
cual, a su juicio, en el presente caso el medio idóneo para lograr la efectiva tutela
judicial solicitada era la acción de amparo constitucional y no la demanda de
nulidad prevista en la Ley Orgánica de la Jurisdicción Contencioso
Administrativa, que resulta la vía judicial ordinaria expedita para resguardar los
derechos constitucionales lesionados por actos, hechos, actuaciones, omisiones o
abstenciones de la Administración, por lo que declaró inadmisible la acción de
amparo constitucional interpuesta, de conformidad con lo previsto en el cardinal
5 del artículo 6 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías
Constitucionales, al considerar que el accionante contaba con una vía ordinaria
para hacer valer sus derechos.
Tal análisis forma parte de la motivación del acto administrativo -como requisito
exigido por el cardinal 5 del artículo 18 de la Ley Orgánica de Procedimientos
Administrativos- y se inserta en el conjunto de garantías que conforman el debido
proceso, aplicable a las actuaciones administrativas según dispone el artículo
49 del Texto Fundamental. Este principio “aplica a los actos administrativos
definitivos, como aquellos que crean o modifican situaciones jurídico subjetivas
en la esfera de los particulares, no así a los actos de trámite que, como conjunto
de actos tendentes a impulsar u ordenar el íter (sic) procedimental previo, no son
capaces de incidir directamente en los derechos e intereses de los particulares,
salvo las excepciones previstas en la ley”. (Vid. sentencia N° 558 del 20 de
marzo de 2006, caso: “Hato El Milagro C.A.”).
En este sentido se advierte que, con respecto a la impugnación por vía del
amparo constitucional de los denominados actos de trámite en el procedimiento
administrativo, sin esperar la producción del acto final o impedir su producción,
esta Sala en sentencia Nº 29 del 27 de enero de 2003, caso: “Cámara Municipal
del Municipio Sucre del Estado Miranda”, señaló lo siguiente:
`Artículo 85: Los interesados podrán interponer los recursos a que se refiere este
Capítulo contra todo acto administrativo que ponga fin a un procedimiento,
imposibilite su continuación, cause indefensión o lo prejuzgue como definitivo,
cuando dicho acto lesione sus derechos subjetivos o intereses legítimos,
personales y directos´ (Subrayado de esta Sala).
En definitiva la importancia para determinar cuando (sic) la negativa de admitir
la impugnación autónoma de un acto de trámite afecta el derecho a la defensa,
radica que en la posterior y eventual impugnación del acto final no podría
satisfacerse la pretensión del administrado.
De allí que para entender el presente punto debe partirse de la premisa sobre la
cual, las vías idóneas para impugnar los actos de trámite dictados en el
procedimiento administrativo son, bien los respectivos recursos administrativos o
el contencioso administrativo contra el acto final o bien impugnando
autónomamente el acto de trámite por alguno de los supuestos enmarcados en
el artículo 85 de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos, es decir,
indefensión, prejuzgamiento o imposibilidad de continuar el procedimiento, pero
no mediante el ejercicio de la acción de amparo constitucional, pues ello
conllevaría a su declaratoria de inadmisibilidad conforme lo dispone el numeral
5 del artículo 6 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías
Constitucionales (...)
Conforme con el criterio citado, que se reitera en el presente fallo, por regla
general los actos de trámite no son susceptibles de impugnación autónoma, ya
que la vía judicial ordinaria para su impugnación es mediante el ejercicio del
recurso contencioso administrativo de nulidad contra el acto definitivo, salvo que
se trate de un acto administrativo de trámite calificado, el cual se circunscribe a
alguno de los supuestos enunciados en el artículo 85 de la Ley Orgánica de
Procedimientos Administrativos, esto es, si produce indefensión, prejuzga sobre
lo definitivo o imposibilita la continuación del procedimiento; en cuyo caso es
posible el ejercicio del recurso contencioso administrativo de nulidad en forma
autónoma aun cuando se trate de un acto de trámite (Vid. sentencias Nros. 222
del 20 de febrero de 2004, caso: “Leonardo Enrique Carrero Araujo” y 686 del 2
de junio de 2009, caso: “Santos M.H. y Agropecuaria Doña Lila C.A.”).
Una vez indicado lo anterior, esta Sala comparte la decisión expuesta por la Corte
Primera de lo Contencioso Administrativo en torno a la disponibilidad de un
medio ordinario que pudo haber restituido la situación jurídica que el accionante
consideró infringida, bien a través de los recursos administrativos o el
contencioso administrativo contra el acto final o impugnando autónomamente el
acto de trámite por alguno de los supuestos enmarcados en el artículo 85 de
la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos; congruente con lo dispuesto
en el cardinal 5 del artículo 6 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y
Garantías Constitucionales y las interpretaciones que al respecto ha realizado esta
Sala (véase sentencias números 963 del 5 de junio de 2001, caso: “José Ángel
Guía”, 971 del 24 de mayo de 2004, caso: “Leonilda Asunta Filomena Rattazzi
Tuberos”, entre otras).
Conforme a la motivación que antecede, esta Sala declara sin lugar el recurso de
apelación interpuesto contra la sentencia dictada el 13 de mayo de 2016 por la
Corte Primera de lo Contencioso Administrativo y la confirma, en los términos
expuestos. Así se decide.
DECISIÓN
La Presidenta,
G.M.G.A.
El Vicepresidente,
A.D.R.
Ponente
C.Z.d.M.
J.J.M.J.
C.O.R.
L.F.D.B.
L.B.S.A.
La Secretaria,
Dixies J.V.R.
Exp. 2016-0798
ADR/