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Educación, Pedagogía y Didáctica

Relaciones y diferencias entre sí.

Carlos Eduardo Chavarro Aranzalez


Magíster en Educación
5 de diciembre de 2016

Los términos “educación”, “pedagogía” y “didáctica”, suelen ser utilizados


indistintamente en el marco educativo actual; cuando en realidad se trata de tres
conceptos complejos y muy distintos aunque fuertemente relacionados entre si. La
pedagogía tiene algo de psicología, sociología, economía, filosofía, etc. y que está
presente en cada uno de ellas. Tanto la pedagogía como la didáctica tienen la
capacidad de predecir comportamientos y proponer soluciones a los diferentes
fenómenos del hecho educativo en la cultura. Ninguna de estas dos disciplinas
puede ser estudiada por separado; porque la didáctica es para la pedagogía su
mejor aliado, porque ella le aporta los elementos prácticos para que el pedagogo
pueda actuar en su medio de enseñanza-aprendizaje.

Contrario a la cultura europea, en Colombia los docentes consideran que la


pedagogía y la didáctica son equivalentes a la enseñanza y el aprendizaje, para la
mayoría es una mezcla de varias doctrinas. Partiendo de la definición que los
griegos tenían de la pedagogía, encontramos que el pedagogo era el esclavo que
acompañaba al niño para que este fuera hasta donde el maestro, este decidía lo
que debía aprender, los horarios, la calidad de los contenidos, los contenidos y las
artes que se les transmitían.

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Durkheim, el padre de la psicología francesa definía que la educación es la
acción ejercida por las generaciones adultas sobre las que aún no están maduras
para la vida social. Ser pedagogo constituye una exigencia ética y practico-
reflexiva, antes que una acción instrumental. El filosofo Konisberg partía del
presupuesto de que la única criatura que necesitaba ser educada era el hombre.
Para otros, en cambio la educación es la actividad que permite introducir al
individuo dentro de los patrones sociales existentes. Olivier Reboul, la define
como “la acción que le permite desarrollar a un individuo desarrollar sus aptitudes
físicas e intelectuales, sus sentimientos sociales, estéticos y morales con el fin de
cumplir su atarea de hombre”.

Se concibe la educación como la acción que trabaja sobre el cuerpo y el


espíritu propiciando los fundamentos y la formación. Dos instituciones están al
frente de la educación: la escolar y la familiar; a la primera le compete organizar,
planificar y crear los instrumentos intelectuales y materiales para cumplir con el
objetivo de la educación: sacar al individuo de se estado animal y formarlo
racionalmente y libremente. La segunda, garantiza el proceso de socialización, la
familia desempeña el papel de iniciadora de los ritos sociales para formar una
empresa humana.

Durante mucho tiempo de consideró la pedagogía como sinónimos de la


enseñanza, hasta confundirse con la didáctica y el método. La pedagogía se
convierte en acompañamiento y no en acción práctica; mientras que la didáctica
se enfoca en el estudio de los métodos y técnicas de enseñanza. El aprendizaje
se caracteriza porque el alumno mantiene una relación estrecha con el saber y el
profesor ocupa el lugar de acompañante. El segundo proceso pedagógico es más
tradicional. El docente mantiene una relación estrecha con el saber y el alumno es
un simple espectador. El ser un buen docente no reside exclusivamente en
aquellas capacidades expresadas en el buen manejo de los temas, sino en el

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tiempo que destina para la reflexión personal. El pedagogo siempre estará
remitiéndose a la didáctica con el fin de apoyar sus actividades y realizar las
operaciones concretas que, dentro del aula escolar, se hacen necesarias para
despertar en el alumno sus capacidades prácticas y espirituales.

Es así que la educación, pedagogía y didáctica se relacionan estrechamente


y se convierten en la base de todo buen proceso educativo. Existen además
posibles consecuencias de la interrelación entre ellas, de no ser asumidas como
debe ser. Por un lado, la aplicación de una didáctica sin pedagogía, deja sin norte
a la enseñanza, reduciéndola a un simple proceso mecánico carente de sentido.
Por otra parte, la pedagogía sin didáctica, conduce frecuentemente a olvidar el
ejercicio diario y concreto en el ambiente de clase. Sintetizando, estos tres
conceptos representan la teoría y práctica del quehacer educativo; que deben ir
siempre de la mano si se quiere garantizar la calidad en un proceso educativo.

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