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El desarrollo psicosocial del individuo es un tema complicado y continuo que tiene lugar

a lo largo de toda la vida. Este desarrollo implica la interacción de factores biológicos,


psicológicos y sociales que influyen en la manera en que una persona se desenvuelve en
su entorno y construye su propia identidad. También aborda una amplia variedad de
aspectos relacionados con el crecimiento y desarrollo de las personas. Este proceso
abarca desde la infancia hasta la edad adulta y se ve afectado por factores como la
genética, el entorno y la interacción social.

Se divide en diferentes etapas que se caracterizan por retos y objetivos particulares. Una
de las teorías más conocidas sobre el desarrollo psicosocial es la propuesta por Erik
Erikson, quien establece ocho etapas a lo largo de toda la vida. En cada una de ellas, se
muestra una tarea específica que el individuo debe enfrentar para lograr un equilibrio
psicológico saludable.

1. La primera etapa es la etapa del recién nacido y la tarea principal es la confianza


y la confianza vs desconfianza. Aquí es donde los bebés aprenden a confiar o
desconfiar del cuidado y la atención que les brindan sus padres.
2. La segunda etapa es la etapa infantil y la tarea es la autonomía vs vergüenza y
sospecha. En esta etapa, los niños aprenden a controlar sus cuerpos y a tomar
decisiones pequeñas e independientes.
3. La tercera etapa es la etapa del bebé, la tarea es iniciativa vs culpa. En esta etapa,
los niños aprenden a usar su imaginación y tomar la iniciativa en juegos y
actividades.
4. La cuarta etapa es para niños en edad escolar y la tarea es industria vs.
inferioridad. Aquí los niños aprenden a valorar su trabajo y aprenden habilidades
sociales y profesionales.
5. La quinta etapa es la de Adolescente, donde la tarea es la de identidad vs.
confusión de roles. En esta etapa, los jóvenes buscan su identidad y se enfrentan
a un futuro incierto.
6. La sexta etapa es la de Adulto joven, donde la tarea es la de intimidad vs.
aislamiento. En esta etapa, las personas buscan relaciones estables y
significativas.
7. La séptima etapa es la de Adulto maduro, donde la tarea es la de generatividad
vs. estancamiento. En esta etapa, las personas buscan dejar un legado y ser
modelos para las siguientes generaciones.
8. La octava etapa es la de Ancianidad, donde la tarea es la de integridad vs.
desesperación. En esta etapa, las personas reflexionan sobre su vida y logros y se
enfrentan a la muerte.

Es importante enfatizar que estas etapas no son rígidas y no todas las personas pasan
por todas las etapas de la misma manera. Pero estas etapas y tareas proporcionan un
marco teórico útil para entender el desarrollo psicosocial de una persona.

En la infancia, el desarrollo psicosocial se centra en la formación y fortalecimiento de


sentimientos y conexiones. La inteligencia emocional se desarrolla a través de
interacciones con los padres, quienes son los principales cuidadores en esta etapa. Los
niños necesitan sentirse seguros, escuchados y valorados para desarrollar una identidad
sana y equilibrada. A nivel escolar, el desarrollo psicosocial se centra en la socialización.
Durante este período, los niños comienzan a comunicarse de manera más activa con sus
compañeros y a construir amistades. La autoestima y la identidad se fortalecen al
integrar lo que los demás piensan y dicen sobre ellos y su comportamiento. La
adolescencia es una etapa importante del desarrollo psicosocial. Durante este tiempo,
los adolescentes pasan por cambios físicos y emocionales dramáticos. Desarrollar la
propia identidad y fortalecer la autoestima se convierte en un objetivo central para
muchos adolescentes. Las relaciones con los padres y el entorno social juegan un papel
importante en la formación de identidades y la consolidación de valores. En la edad
adulta temprana, el desarrollo psicosocial se centra en la autonomía y la independencia.
Los jóvenes comienzan a establecerse como individuos independientes, comienzan
carreras y forman familias. Este período también es un momento crítico para encontrar
el equilibrio en su vida personal, laboral y social. A mediados de la edad adulta, el
desarrollo psicosocial se centra en el logro y el éxito profesional. Consolidar una carrera
exitosa y construir una familia estable es un objetivo común para muchos. El papel de
los amigos y la familia en la vida de las personas es cada vez más importante a medida
que buscan apoyo emocional y compañía. En la edad adulta tardía, el desarrollo
psicosocial se centra en aceptar la propia mortalidad. Durante este tiempo, las personas
tienden a reflexionar sobre sus logros y fracasos y aceptan los cambios físicos y
emocionales relacionados con la edad. Las relaciones con los seres queridos se vuelven
aún más importantes como fuente de apoyo emocional y compañía.

Es importante destacar que el desarrollo psicosocial no es un proceso lineal ni universal,


sino que cada individuo lo experimenta de manera única y en su propio tiempo.
Asimismo, el entorno social y cultural en el que se desenvuelve cada persona puede
influir significativamente en su desarrollo emocional y psicológico.

En el desarrollo de identidad de una persona siempre comienza en la infancia y como


percibe las situaciones en el ambiente que convive, en eso se va creando lo que es la
personalidad, y dentro de ella existen dos factores muy importantes los cuales son:

- El temperamento: Este es heredado de mamá y de papá, y responde a estímulos


desde el mundo exterior.
- El carácter: Nace del temperamento, pero se va modificando por la educación, la
enseñanza voluntaria y los hábitos.

Hablamos de desarrollo psicosocial cuando hablamos de la forma en que una persona


interactúa con el entorno y cómo estas interacciones conducen a cambios de
personalidad.

En conclusión, el desarrollo psicosocial del ser humano es un proceso complejo y


multidimensional que abarca todas las etapas de la vida. Cada etapa presenta desafíos
únicos que influyen en la formación de la identidad, la autoestima y la interacción social.
La relación con los padres, los amigos y la familia es crucial en el desarrollo de un
individuo sano y equilibrado. Es importante reconocer la importancia de los diferentes
períodos del desarrollo psicosocial para trabajar en forma integral en nuestra formación
como individuos, y para lograr una vida plena y satisfactoria.
Referencias bibliográficas

Romero A., Erick D., (2020), ¿Qué es el desarrollo psicosocial?. Revista Psonrie

Madariaga, J. M., & Goñi, A. (2009). El desarrollo psicosocial. Revista de


psicodidáctica, 14(1), 95-118.

Regader, Bertrand, (2015), La Teoría del Desarrollo Psicosocial de Erik Erikson, Revista
Psicología y Mente.

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