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EL LADO B DE LAS EXPERIENCIAS DE ABDUCCIÓN FORMA DE

ABORDAJE Y CASO EN DESARROLLO

Abducciones: un enfoque racional

Si consideramos el fenómeno abducción a la luz de la evidencia pertinente


requerida en la evaluación de la factibilidad del mismo, no podemos dejar de
analizar el status quo de la investigación tanto histórica como actual de
este tipo de experiencias.
Los antecedentes que tenemos de estos casos, al menos en Argentina, son
pobres, muchas veces mal investigados o producto del amarillismo periodístico,
una pobre consideración investigativa en la ufología de las complejidades de
este fenómeno, a la hora de esgrimir una evidencia razonable. Pocos son los
casos que han sido decentemente investigados, exceptuando la investigación
de Guillermo Roncoroni, del caso Llancas, de corte racional y escéptico y de la
gente del grupo CIFO (Berlanda-Acevedo) en el caso Platner, meramente de
corte racional pero abierto a hipótesis de trabajo, aunque interesantes, muy
difíciles de considerar como hechos objetivos. Otro ejemplo de una buena
dirección en la investigación de este fenómeno dentro de la investigación
ufológica general es el caso de la investigación Grossso-Flotta, en la cual se
han tomado en cuenta factores fisiológicos por personal médico consultado, en
los casos de visitas de dormitorios investigado por el matrimonio de ufólogos.
Investigaciones ulteriores deberían hacerse contando con la posibilidad de
registros de seguimiento médico y psicológico, para poder llegar a establecer la
experiencia de abducción como un hecho objetivo, más que de un relato difícil
de comprobar.
Otros casos como el del oficial Sergio Pucheta, marcadamente dudoso, muy
manipulado mediáticamente y con fuerte suposición de fraude, entre otros que
actualmente aparecen, teniendo como única evidencia la presentación de un
mero testimonio, sin evaluar ni la credibilidad, ni la salud mental del testigo-
sujeto de la experiencia, ni la presencia o no de testigos secundarios o hechos
anómalos ocurridos en la cercanía del evento.
En la mayoría de los sujetos-testigos, es evidente la necesidad de un
protagonismo que poco o nada tiene que ver con la característica de un
trastorno de estrés postraumático (resultado posible de un evento
posiblemente real), o de factores evidentes desde una mirada clínica de
patologías de orden psiquiátrico (como por ejemplo el componente
paranoide en los discursos de los sujetos, con niveles de ansiedad
psicótica o estados confusionales evidentes en las descripciones de los
relatos. En estos casos no se presentan ninguna evidencia real (en el
orden clínico) y el testimonio es meramente un relato sin ninguna
sustentabilidad.
Si la experiencia es de carácter material, entonces deben surgir fuertes
evidencias de factores biológicos (tipo de sangre característico, alteraciones
metabólicas inusuales, marcas corporales en las cuales se hayan descartado
quemaduras tradicionales, enfermedades de la piel, etc.). La presencia de
implantes (casi ausentes en los casos argentinos) que demuestren un
grado de tecnología y no se resuman a quistes, absorciones de tejidos,
abrasiones, quemaduras usuales, marcas de vacunas, perdigones, etc.
Refiero en este caso la investigación de Roger Leir, nada concluyente
acerca del material extraído en sus pacientes, si bien interesante, no han
mostrado evidencia de dispositivos tecnológicos de ningún tipo.
El Trastorno Disociativo puede estar involucrado en el esclarecimiento de
algunos casos. En Los trastornos disociativos se produce una alteración de las
funciones integradoras de la conciencia, la identidad, la memoria y la
percepción del entorno (DSM IV). Algunos de estos eventos tienen
antecedentes de abuso sexual infantil (no todos). Una característica de este
trastorno es la aparición de alucinaciones auditivas y visuales, no explicables
por una experiencia concreta de abducción o contacto.
Es bastante frecuente que justo aquellos sujetos más deseosos de divulgar sus
experiencias (muchas veces en medios periodísticos de muy baja credibilidad)
sean los más reacios a aceptar una evaluación psicodiagnóstica para validar su
condición mental y aportar alguna evidencia adicional de peso al caso.
Los
También se requiere en los casos donde se denuncian cambios psicológicos,
habilidades inusuales de actividad mental, comunicaciones extrasensoriales
con las supuestas entidades; una evaluación psicodiagnostica. Dicha
evaluación, contrario a lo que se supone en el ambiente ufológico y en la
opinión de los sujetos-testigos, no esta direccionada a evaluar meramente la
salud mental del abducido, sino también la posibilidad de evaluar actividad
inusual anómala no patológica en dichos sujetos. Un ejemplo de ello es la
sugerente investigación de los doctores Norman Donn y Gilda Moura en su
trabajo de investigación de mapeo cerebral sobre abducidos. En esta
investigación no se buscaba demostrar meramente una abducción alienígena,
sino saber, que ocurre en los cerebros y las mentes de los sujetos que afirman
haber sido abducidos. Y los resultados (si bien sujetos a repeticiones futuras de
la metodología con la subsecuente variación de parámetros) han mostrado un
funcionamiento inusual de la actividad cerebral de los sujetos. La reacción
emocional a los recuerdos de una experiencia inverosímil puede ser similar a la
respuesta de un individuo a un evento genuinamente traumático.
Si no trabajamos en la evaluación de la condición del testigo y de la
característica de la experiencia, las abducciones se transforman
meramente en relatos de carga simbólica, de un ensueño entre la vigila y
el sueño, meros estados crepusculares, o experiencias subjetivas de
contenido mítico-simbólico.
Como evaluar las experiencias de este tipo

Como estas experiencias son, por decir menos, de carácter subjetivo, y casi
siempre, individual, es necesario establecer consideraciones básicas para
evaluar la realidad del evento ocurrido. Y al ser producto de una experiencia
humana subjetiva, se deberían tomar en cuenta las herramientas adecuadas
para evaluar en su naturaleza, este tipo de fenómenos:
1- Que tenemos: Un testigo, un relato (pocas veces, ninguna que yo
conozca, de experiencias con múltiples abducidos al mismo tiempo)
2- Que necesitamos: determinar frente a qué tipo de experiencia estamos,
de carácter subjetivo ilusorio, alucinatorio, un mero embuste, o un
episodio real.
3- Evidencia física (biológica, neurológica, física, química, ambiental, etc)
4- Testimonios secundarios de algún tipo comprobables.
5- Antecedentes familiares, laborales
6- Evidencia psicológica (evaluaciones psicodiagnósticas neurocognitivas
etc.) tendiente a determinar al menos la realidad subjetiva del fenómeno
en ausencia de patología o fraude.
7- Descartar trastornos del sueño (específicamente parálisis del sueño),
formas malignas de epilepsia, sujetos que han accedido a hipnosis,
debido a que este procedimiento induce de manera demostrada
síndromes de falsa memoria (de hecho la hipnosis en el ámbito judicial y
forense sobre todo en EEUU, está prohibida). Y si tomamos en cuenta la
cantidad de “hipnólogos” sin ninguna formación académica, o al menos
terciaria en salud, estamos ante una práctica ilegal que afecta a la salud
mental de los individuos. (Dentro de la ley, todo, fuera de la ley, nada).
Descartar alucinaciones hipnopómpicas e hipnagógicas.
8- Presencia de marcas en el cuerpo (algunas de tipo triangular) en la nuca
axilas brazos orejas y otras áreas del cuerpo. No explicables por lesiones
tradicionales enfermedades de piel o por somatización.
9- Desarrollo intelectual fuera de lo común y en algunos casos habilidades
paranormales confirmadas (habilidades telepáticas, de curación,
fenómenos poltergeist en su domicilio, Pk)
10- En el caso de visitas de dormitorio (supuesta variante de abducción)
alteraciones eléctricas en aparatos domésticos. Cargas electrostáticas,
fenómenos EM.
11- El /la conyugue permanece dormido o en estado de inconsciencia.
12-Explosiones de luz en la habitación
13-Tipo y factor de sangre (0+ y 0-) Menos frecuentes factor RH+ (A o B)
14-Sangrado de nariz y oreja
15-Inhibición del ciclo de Krebs
16-Reacciones antiinflamatorias
17-Aumentos de anticuerpos
18- Alteraciones ATP (falta de energía)

El valor del investigador en ufología


La presencia de un investigador competente en el área de la investigación
ufológica no está en discusión. Pero es importante que incluya la investigación
de este tipo de fenómenos, con características tan personales y subjetivas, con
los informes clínicos y psicodiagnósticos de profesionales, que presente
testimonios secundarios comprobables de que un evento anómalo pudo haber
ocurrido. El seguimiento en el tiempo del caso, la reentrevista cada tanto, para
evidenciar si hay o no inconsistencias en el relato, evidencia física en el lugar,
etc.
Me he encontrado con mucha resistencia en muchos investigadores y
supuestos abducidos que han relatado su experiencia en los medios, al
momento de sugerir una forma de evaluación. De hecho, me ofrecido a trabajar
gratuitamente en casos en los que el sujeto-testigo, se encontraba en estado
de angustia extrema, sin obtener finalmente, el tiempo y la confianza de
trabajar el caso en conjunto con el testigo y el investigador. Incluso hubo caso
de sujetos que luego de experiencias de hipnosis mal realizadas y altamente
riesgosas, han podido, al menos en lo que duró la intervención, lidiar con esas
emociones. Sin embargo, parece que el requisito esencial para trabajar con
ellos es la validación per-se del acontecimiento, algo que además de peligros
es éticamente incorrecto a nivel profesional y personal.
Recomiendo a los profesionales de la salud mental, a la que puede que en
algún momento les lleguen estos casos, escuchar sin prejuicios, no dudar a
priori de la realidad de la experiencia del paciente. Toda experiencia debe
tratarse como parte de la expresión del decir del paciente, y como síntoma real
de una experiencia subjetiva del mismo, que tiene como efecto objetivo la
angustia y el estrés de mismo.
También evitar la tentación de asociar a supuestos expertos no profesionales
en un caso que les haya llegado al consultorio.

Caso Ana (seudónimo)


Sujeto: Mujer blanca de clase media alta. Bióloga y bioquímica. Especialista en
producción de medicamentos de diseño genético (ADN) de un importante
laboratorio farmacéutico multinacional. Nivel intelectual superior. Capacidad de
registro de la realidad impecable. Madre de 2 hijos (Un varón y una niña). Su
esposo es contador público. Vive en suburbano Norte zona acomodada. Por
ahora y por motivos laborales prefiere el anonimato. Tiene un registro de
historia clínica con datos y una foto en mis archivos.
Motivo de consulta: Niveles muy altos de angustia. Episodios de amnesia con
supuesto tiempo perdido. Reminiscencias de rapto por sujetos no identificados.
Trastornos del sueño. Alteraciones en parámetros biológicos como presión
arterial, taquicardia, exceso de orina (micción nocturna, sobre todo). Ardor en
zona genital. Zumbidos en los oídos. Sangrado de nariz frecuente. Reacciones
inflamatorias frecuentes. Sueños con sombras de criaturas extrañas, difíciles
de identificar. Ojos grandes y oscuros de mirada sin parpados como insectos.

Eventos ocurridos: Estos eventos comienzan a principios del 2018 (antes del
nacimiento de su hija Matilde de 5 años). Trabajando en una técnica relajación
y recuperación de recuerdos sin hipnosis horas y con la técnica EMDR para
descubrir que había ocurrido en los episodios de lagunas de memoria,
intervalos entre 2 a 4 descubrimos varios episodios su dormitorio se ve
iluminado con una fuerte luz blanco-azulado (aproximadamente en el intervalo
entre las 2 y las 4 a.m.) y unas criaturas altas de gran cabeza, que no puede
distinguir más que como sombras, salvo el detalle de un par de ojos oscuros de
frente a su cara. No puede moverse, pero sus ojos registran toda la escena. Su
esposo yace inconsciente a su lado, en la cama. Siente que levita en su cama y
de repente aparece en una especie de camilla donde la examinan estas
criaturas. En el rango del metro y medio de la camilla todo es difuso. Sobre ella
se encuentran luces como las de una lampara scialítica (como las de los
quirófanos). Le introducen una especie de aguja en la entrepierna, en la nariz y
detrás del oído. Le llega una idea dentro de su cabeza “no debes tener miedo,
no te haremos daño, esto es importante”. Luego aparece de nuevo en su cama.
A la mañana siguiente se despierta con ardor en la entrepierna y con muchas
ganas de orinar.
Trabajamos en la recuperación gradual de los recuerdos y se la instruye para
realizar una técnica llamada EMDR (desensibilización y reprocesamiento a
través de los movimientos oculares) que ha demostrado ser muy eficaz como
coadyuvante en el tratamiento de patologías difícilmente curables por otros
medios, especialmente en los traumas psíquicos, tales como trastornos de
estrés postraumático, depresiones reactivas, estados disociativos TOC y
algunas formas de psicosis. El objetivo principal es el retorno al caudal de la
memoria de eventos reprimidos, tiempo perdido y episodios de amnesia de
tiempos específicos. Una vez recuperados estos recuerdos, lidiar con las
connotaciones traumáticas de estos eventos (episodios de flashback con la
aparición de extrañas figuras cerca de su rostro, sensaciones de dolor y miedo
entre otras).
Se le sugirió ante algunos desequilibrios orgánicos tales como dolores de
cabeza frecuentes de origen desconocido, enuresis, infecciones recurrentes
pero transitorias, inflamaciones, alteraciones de los ritmos circadianos del
sueño, alteraciones de ritmo cardíaco, deficiencia de magnesio calcio y fósforo,
dificultades de concentración y otros, la consulta clínica y análisis de sangre
(donde sugerí determinar grupo y factor de sangre). También sugerí una
consulta a un neurólogo y la posibilidad de una resonancia por los dolores de
cabeza. Los estudios a través de la obra social Luis Pasteur están en curso de
realización por estos días.
En este último tiempo Ana me comenta que surgen una cantidad de
desperfectos eléctricos en su casa. Movimientos de objetos como platos vasos
y cubiertos. Encendido y apagado de microondas automático, cortes de luz
momentáneos, alarmas que se disparan de repente, etc.
Un evento particular surgió hace un par de meses, cuando al despertar para
hacer el desayuno a su esposo y a su niña, se acerca a Matilde para acariciarle
el pelo, y el cabello de Matilde se eriza como si estuviera dentro de un campo
electrostático potente.
En otra ocasión Matilde la despierta a las 5 de la madrugada diciéndole que
unos señores altos cabezones la visitaron en su habitación (cabe señalar que
Matilde no conocía nada acerca de los eventos que le ocurrían a su madre,
solo conociéndolos su esposo, el que alberga ciertas dudas acerca de estos
hechos, aunque confía mucho en su esposa). La relación entre esposos es
muy buena, aunque desde hace tiempo hay un ambiente de preocupación en la
casa, sobre todo por los niveles de angustia que Ana muestra en ciertos
momentos del día.
Otro evento extraño y muy sugestivo, es que últimamente Ana muestra una
elevación bastante importante en su desempeño laboral, acompañado de
ciertas intuiciones bastantes marcadas de carácter precognitivo (descartando
síntomas disociativos de tipo paranoide).
Actualmente el caso sigue siendo trabajado en sesiones regulares y a la espera
de resultados médicos que puedan arrojar algo de luz sobre algunos
desequilibrios orgánicos que padece, que por suerte no revisten mayor
gravedad, pero que son muy sugestivos.

El caso está muy lejos de ser resuelto por ahora, pero se esta haciendo algo
que no abunda en este tipo de investigaciones: buscar evidencias.
Un cálido saludo a todos

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