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BLOQUE 4
1. INTRODUCCIÓN
La psicología es la disciplina científica que estudia el comportamiento humano y las variables que lo regulan,
por lo que es útil para la comprensión de los aspectos relacionados con el delito, el delincuente y las personas
involucradas en el marco legal de las conductas delictivas.
Una de las primeras revistas de psicología aplicada, William Stern, 1903, «contribuciones a la psicología del
testigo», constituyó uno de los primeros acercamientos de los psicólogos al marco jurídico fuera en el campo
de la inexactitud y la sugestionabilidad de los testigos en sus declaraciones judiciales, aplicando los resultados
experimentales de la investigación realizada en los primeros laboratorios de psicología experimental sobre
percepción y memoria. Alfred Binet, 1900, se aproxima a las alteraciones de la memoria por el efecto de la
sugestión, introduciéndose en la psicología del testigo.
Una de las figuras más sobresaliente en la declaración de los testigos en Europa fue William Stern,
especialmente los sistemas de interrogatorio (el relato daba menores errores que el interrogatorio). Por ello,
realizó estudios sobre el poder sugestivo de la forma de realizar las preguntas.
Ya en 1908, Hugo Münsterberg «en el estrado del testigo», intenta contribuir a la corrección de los
procedimientos policiales y judiciales en base a los conocimientos que la psicología podía proporcionar. Así, se
focaliza primeramente en la fiabilidad frecuente de los testigos (aunque sean honestos y bien intencionados,
los estudios muestran los erros perceptivos y de memoria que pueden producirse en situaciones controlados
de laboratorio via delito simulado). Posteriormente, trata la distinción entre culpables e inocentes, haciendo
alusión al uso de técnicas psicológicas y aparatos psicofisiológicos que pueden detectar los cambios
emocionales para verificar la veracidad. Asimismo, trató los efectos de la sugestión e hipnosis (argumenta su
no uso para la prevención del delito atendiendo a razones éticas y psicológicas). Finalmente, trató la prevención
del delito.
Estos primeros psicólogos pusieron en evidencia que el testigo o víctima-testigo era vulnerable debido a
factores de percepción y memoria, haciendo énfasis a la necesidad de vigilar la forma de obtención de las
declaraciones, pues estas podían alterar el recuerdo inicial, así como se interesaron por la detección de la
mentira.
En el Manual de psicología jurídica, de 1932, se destacó 5 factores que incidían en el testimonio de una persona:
1) Modo como ha percibido dicho acontecimiento 2) Modo de conservación en su memoria 3) Capacidad para
evocarlo 4) Modo como quiere expresarse 5) Modo como puede expresarse.
Sin embargo, pese a que la psicología experimental pusiera sobre la mesa que la evidencia facilitada por los
testigos no fuera tan viable, estas advertencias fueron infravaloradas hasta la llegada de la psicología cognitiva.
En los años 70 se produce el impulso de la psicología cognitiva y el retorno al estudio de procesos mentales
como la atención, percepción y memoria. Los sistemas legales anglosajones mostraron que una de las
principales causas de los errores judiciales eran las identificaciones erróneas de los testigos presenciales. La
importancia de aportar datos científicos sobre la fiabilidad y credibilidad de los testigos debería resultar una
cuestión bastante evidente si se tiene en cuenta que:
• El testimonio facilitado por el testigo/víctima-testigo de algún suceso constituye una de las principales
pruebas judiciales para decidir sobre la inocencia o la culpabilidad de un sospechoso.
• El ideal de la justicia debería ser dejar en libertad al inocente y aplicar la ley sobre el verdadero culpable.
Estas premisas hacen relevante considerar los aspectos que pueden afectar al testimonio del testigo, a fin de
minimizar al máximo los posibles errores judiciales (situaciones experimentales y reales avalan los errores no
voluntarios de los testigos). «Las falsas identificaciones ocurren con sorprendente frecuencia en los
experimentos y la mayoría de la gente tiene demasiada confianza o fe sobre la evidencia y la identificación
aportada por los testigos». Así, existe un problema en la identificación de los testigos, fundamentándose en:
• Los estudios experimentales demuestran que las falsas identificaciones ocurren con frecuencia. Estas
falsas identificaciones son resultado de muchos factores, algunos de los cuales podrían estar directamente
controlados en la investigación policial o judicial.
• Se observa sinceridad en la mayoría de identificaciones falsas. Los testigos que hacen falsas
identificaciones tienen la convicción de que esta es correcta, por lo que un testigo de falsa identificación
es igual de persuasivo que uno de identificación correcta.
• Existe suficiente evidencia real de personas que han sido consideradas culpables en base a la aceptación
del testimonio de testigos presenciales que han incurrido en errores involuntarios.
La psicología del testigo intenta determinar la calidad de los testimonios que sobre delitos y accidentes
presentan los testigos presenciales, centrándose en 2 grandes vectores:
Actualmente, la psicología del testigo ha pasado de preocuparse por los factores generales que influyen sobre
la exactitud del testigo y la de identificación de personas a la obtención de sistemas o técnicas que permitan:
• Exactitud: Primer nivel enfocado en el análisis de los factores incidentes en la fidelidad o exactitud de
lo realmente ocurrido y lo que el testigo relata, así como se centra en el desarrollo de estrategias que
puedan garantizar este proceso (se centra en si el testigo es exacto y su testimonio se ajusta a la
realidad).
• Credibilidad: Segundo nivel. Parte de la idea de que la memoria falla, considerando que, si bien es
importante la exactitud, la credibilidad otorgada al testigo es igual de esencial. Trata de analizar el grado
de credibilidad que se atribuye a la declaración del testigo, por lo que la preocupación radica en si se
cree aquello que dice el testigo que ocurrió verdaderamente.
Cuando la declaración no se ajusta a la realidad se debe a que la memoria falla, pero también puede
darse a la intención de mentir. Por ello, al hablar de credibilidad hay que tener en cuenta tanto el
análisis de testigos honestos y deshonestos.
Otro enfoque es el de Diges y Alonso-Quecuty, que establecen una línea de análisis a lo amplio de ejes o
continuos:
Estos dos ejes se adecuan más al modelo de investigación experimental, atendiendo a factores que inciden
sobre la exactitud y las técnicas que permiten evaluar la veracidad, es decir, en la credibilidad de las
declaraciones, planteando un mejor análisis de declaraciones falsas (intencionales / voluntarias).
El proceso de testificación no dista de aquel que realiza cualquier persona para relatar un suceso. Por ello, para
entender cómo un testigo de un acto delictivo puede informar y describir los sujetos implicados en este delito,
debe comprenderse cómo funciona en los humanos el proceso de captación, retención y recuperación de la
información.
Toda persona se halla constantemente sometida a cantidad de estímulos internos y externos. El sistema de
procesamiento tiene una capacidad limitada, por lo que es atencional y perceptivo (no capta toda la
información, sino aquella capaz de procesar y seleccionar para su posterior codificación).
Esta selección perceptiva se realiza a través de mecanismos atencionales y depende de las características de
los estímulos a procesar (color, tamaño, movimiento...), del contexto en que se producen los estímulos
(luminosidad, distractores...), así como las características y estado de activación del propio sujeto (capacidad,
motivación).
Una vez producida esa selección automática e inconsciente (normalmente), los estímulos interactúan con la
información previa (esquemas) y son interpretados, codificados y almacenados en nuestro cerebro hasta que
sean requeridos. Durante este lapso temporal, la información puede sufrir alteraciones o reconstrucciones
debido al paso de tiempo e incorporación de nuevas informaciones.
Finalmente, esta información deberá ser susceptible de recuperación cuando sea precisada, aunque esta
situación dependerá del modo de acceso a ella y factores contextuales y personales que faciliten su
recuperación.
Este esquema corresponde con las 3 fases de la memoria implicadas en cualquier situación que requiere que
un estímulo sea recordado, conformándose el funcionamiento de la memoria por 3 fases:
Codificación, almacenamiento y recuperación. Recordar implica el correcto proceso de estas fases, no recordar
supone necesariamente un fallo en la realización de alguna de estas.
Wright y Davies ofrecen una síntesis clara de este proceso, indicado que un suceso ocurre y nuestra memoria
codifica este hecho en una representación que será usada más tarde para construir el recuerdo del suceso. Este
proceso no siempre es perfecto, pues el paso de un suceso a la memoria conlleva la superación de las 3 fases
anteriores, y en cada una de ellas puede darse distorsión o fallo en la memoria, debido a malas codificaciones
o dificultades de acceso a la recuperación, así como a reconstrucciones que modifican la información original
para hacerla más compatible con expectativas y conocimientos previos.
La memoria no acostumbra a producir copias literales de la realidad. Las personas construyen o realizan
inferencias, transforman sus recuerdos en base a conocimientos previos o informaciones recibidas después del
proceso de codificación.
Así, Wright y Davies (1999) proporcionaron datos sobre una supervisión en las ruedas de reconocimiento en
que se comprobó que, al menos en un 20% de casos, una persona inocente era seleccionada y, en el 40% de
los casos, no se daba identificación.
Una memoria es exacta cuando reproduce de forma correcta y completa hechos originales. Sin embargo, se
sabe que la memoria humana es vulnerable y falible, por lo que en la memoria de testigos se suelen dar dos
tipos de errores:
Los lapsus en la memoria se deben a factores que indicen en el proceso de codificación, retención y
recuperación. Estos, trasladados al campo forense se agrupan en diversas clasificaciones:
• Variables propias del sistema elegido para tomar declaración a los testigos.
Posteriormente, otros autores han clasificando siguiendo las fases de la memoria, factores de codificación y de
retención y recuperación. Sin embargo, la síntesis adecuada sería la fusión de ambas clasificaciones:
Las variables a estimar sobre las circunstancias en que se producen los sucesos son aquellas variables que se
sabe o se intuye que afectan a la exactitud de los testimonios, pero de las que solo se puede hipotetizar su
influencia, variables que nadie elige controlar, determinadas por el azar de los sucesos. Estas pueden dividirse
en:
• Factores de la situación:
• Factores de los testigos: Características propias de cada testigo (edad, sexo, estrés, expectativas...) que
inciden sobre la exactitud de los testigos.
Las variables propias del sistema elegido para tomar declaración de los testigos son aquellas que la policía o los
magistrados y abogados pueden manipular para optimizar la narración de los hechos, la identificación de un
sospechoso o la recuperación de información:
Hay evidencia suficiente de la psicología experimental para saber que situaciones perceptuales pueden
intervenir empeorando la codificación de la información. Así, en una situación adversa para la
percepción y captación de la información imposibilita el posterior recuerdo de esta información, pues
no ha sido codificada adecuadamente.
• Factores temporales: Relativos al tiempo de exposición ante el hecho. Desde el ámbito psicológico se
acepta que el tiempo de exposición a la situación es un factor importante para un mayor rendimiento
de la memoria (+ duración = + posibilidad de recuerdo).
No obstante, el tiempo está modulado por otros aspectos (distintividad, congruencia, conexión corta
ante el suceso). Una situación de exposición corta y agravada por problemas perceptivos hace más clara
la imposibilidad de testificar correctamente. Además, los testigos acostumbran a sobreestimar la
duración real de los sucesos, fruto del estrés ante estos (+ estrés = + error).
• Tipo de suceso: Se tiende a pensar que la experimentación de sucesos traumáticos tiende a recordarse
mejor por el factor importante de su contenido (+ violentos = mejor recordados). Sin embargo, esto no
se tiene que producir, puesto que si la aurosal incrementa fruto de un nivel alto de activación el
rendimiento de captación y retención puede empeorar.
Sin embargo, los resultados son contradictorios, puesto que los sucesos violentos/traumáticos no
activan a todos por igual, influyendo los factores relativos a las características de la personalidad del
sujeto. Esto afirma que el testimonio sobre un suceso con carga emocional debe ser tratado con mucha
prudencia.
• Factores de sujeto: El sesgo de raza implicaría un mayor reconocimiento de aquellos de la propia raza
(identificación de «tribus urbanas»).
Expectativas y estereotipos influyen sobre la eficacia del recuerdo de los testigos. La memoria de las
personas se ve alterada por sus conocimiento y experiencias previas.
Entre las variables del sujeto recibe especial consideración las diferencias de edad, poniendo especial
atención al grado de imaginación o inventiva de los niños. Se debe prestar especial atención a aquellos
testigos niños o ancianos pues, aunque no dejen de ser fiables, debe hacerse una supervisión del
proceso de obtención de su declaración.
SÍNTESIS
Wells (1978), las variables a estimar mencionadas anteriormente, intervienen sobre el recuerdo de los testigos,
son inamovibles y sólo pueden ser consideradas (azar, características del testigo...), no son elementos sobre los
que se pueda incidir.
Las variables relacionadas con la retención y recuperación, las variables del sistema, son aquellas que pueden
ser optimizadas, ya que se conoce de su intervención y se pueden adoptar medidas de optimización para el
rendimiento de la memoria del testigo.
Situados en los factores de recuperación y retención que pueden vulnerar la exactitud del testigo se destaca:
• Tiempo de demora empleado para realizar la primera identificación o declaración (+ tiempo = + olvido).
• Factores post-suceso a incidir en el recuerdo del testigo antes de la declaración. La información recibida
por el sujeto puede alterar o contaminar el recuerdo (prensa, información proporcionada por la policía).
• Inadecuada toma de declaración, sesgos en las preguntas y rueda de reconocimiento. Necesaria mejora
de los sistemas de obtención de declaraciones para disminuir el tiempo de demora, asegurar la
imparcialidad en la rueda de reconocimiento y operar con sistemas de obtención de declaración que
permitan optimizar el recuerdo.
La posibilidad de mayor incidencia en la mejora de calidad del testimonio vía obtención de información del
suceso e identificación del delincuente ha dado lugar a:
• Los investigadores, al hablar de ruedas de reconocimiento, dan especial relevancia a las instrucciones
facilitadas antes de esta, al tamaño y composición de la misma, y a la necesidad de no intervenir en la
toma de decisiones del testigo durante la misma.
• En relación a la toma de declaración, los dos formatos estándar son el narrativo y el interrogativo, que
pueden utilizarse complementariamente, aunque es aconsejable empezar por el primero. Se defiende
el formato narrativo como el de menor probabilidad de error, pero se presenta el interrogativo como
el que proporciona mayor información (muy vulnerable a distorsión y error).
o Recordar en diferente orden «es natural reparar el incidente de principio a fin, pero intente
repasarlo en orden inverso, empiece por aquello que le impresionó del suceso y cuente hacia
atrás».
De esta manera, la contextualización supone una proporción de mas detalles i mejor reconocimiento de los
implicados en el delito. El reproducir el contexto parece indicar las claves de recuerdo del suceso y mejora de
recuperación.
Inicialmente gran parte de la investigación sobre testigos se centró en el estudio de factores que inciden en la
exactitud de la memoria del testigo. Progresivamente, pero, se ha hecho evidente que la exactitud de este solo
es uno de los problemas en el error judicial, pues las personas implicadas en las decisiones judiciales también
cometen errores en sus juicios, los testigos pueden mentir, aun siendo honestos...
Desde la psicología del testigo se entiende la credibilidad como la evaluación subjetiva que se realiza sobre la
exactitud de la declaración de un testigo. La credibilidad hace referencia al grado de veracidad que se atribuye
a la declaración del testigo, a si el testigo está engañando o no con su declaración, aunque la falta de veracidad
pueda ser intencional o no.
En este marco, se contemplan dos vertientes fruto de los posibles errores judiciales: La veracidad del testigo y
su acción como emisor de mensajes sobre el receptor que sería el evaluador de su veracidad y exactitud. El
testigo es un vector, pero este no deja de estar inmerso en un contexto social, el juicio y sometimiento a
valoraciones del sistema judicial.
La posición doctrinal dominante defiende que hablar de engaño en una declaración debe ser un acto
intencional, por lo que la declaración no ajustable a la verdad por error no debe ser considerada como mentira
o engaño. El engaño es una opción deliberada para confundir a alguien sin manifestar dicha intención al
receptor, por lo que es importante observar las distintas técnicas de detección de mentiras o engaños en las
declaraciones de testigos.
Aunque algunos métodos actuales se basan en supuestos psicofisiológicos parecidos a los métodos antiguos
(frota los dedos de los pues contra el suelo y tiempo, cara palidece...), las técnicas para la detección de mentiras
han evolucionado, dando lugar a técnicas más sofisticadas.
En la actualidad se puede clasificar los distintos métodos y técnicas para la evaluación de la credibilidad de la
declaración de un testigo en:
• Observación de las conductas no-verbales del testigo, especial atención a las llamadas micro-conductas
(movimiento ojos, sonrisa, tono de voz...).
• Examen de algunas respuestas fisiológicas como la presión sanguínea, ritmo cardíaco (polígrafo).
Técnicas que tienen por objeto de análisis la expresión corporal del testigo mientras está prestando declaración,
basándose en el supuesto de existencia de lazos entre las emociones y la conducta no-verbal. Según estas
técnicas, ser consciente de que uno está mintiendo y puede ser descubierto puede provocar un estado
emocional que dificulte el control de ciertos movimientos corporales.
Los distintos enfoques sobre procesos psicológicos que la persona que está inventando una declaración puede
experimentar pueden resumirse en:
• Enfoque emocional: El engaño deriva a emociones como excitación, miedo o sentimiento de culpa.
• Enfoque sobre la complejidad del contenido: La fabricación de engaño es una tarea cognitiva compleja
desde los recuerdos cognitivos que se utilizan, pues mentir es de mayor complejidad que decir la
verdad.
• Enfoque sobre el intento de control del comportamiento: La persona que mienta, trata de comportarse
de la manera más «normal» posible para aparentar sinceridad porque teme que sus emociones puedan
manifestarse en su conducta.
Desde los 70 se ha venido realizando una serie de estudios empíricos para analizar el carácter predictivo de
algunos de los indicadores sobre conducta-no verbal que pueden desprenderse de los distintos enfoques
citados anteriormente. Estos comportamientos no verbales pueden clasificarse en 3 categorías:
❶ Características vocales: Dudas o pausas en el habla, errores al hablar, cambios en el tono de voz.
❷ Características faciales: Mirada, sonrisa y parpadeo.
En la revisión realizada por Vrij (2000) se señalan como posiblemente más relacionados con la conducta de
mentiroso los siguientes comportamientos:
• Realización de mayores pausas durante la declaración, fruto del mayor esfuerzo cognitivo.
• Algunos estudios determinan que se realizan más errores al hablar (más dubitativos) y reducen el ritmo
de habla, otros estudios señalan lo contrario.
Las evidencias sobre el poder predictivo de estos indicadores no son concluyentes. No existe patrón general de
comportamiento del mentiroso, fruto de las diferencias individuales (personalidad, inteligencia) que modelan
estas conductas, así como las diferencias culturales.
En general, el análisis de la conducta no-verbal del testigo, mientras está prestando declaración puede ser útil
para detectar que en determinados momentos de la declaración algo está sucediendo, pero no permite sacar
conclusiones sobre si el testigo miente o no.
Métodos basados en los cambios en el estado emocional del testigo, atendiendo especialmente a los
producidos por la ansiedad, pues estos producen cambios de tipo fisiológico (sudoración, sequedad de boca,
aceleración del ritmo cardíaco). Los correlatos fisiológicos más analizados son: Ritmo respiratorio y cardíaco,
presión sanguínea y sudoración.
Los aparatos diseñados para recoger información sobre los cambios fisiológicos que pueden producirse en el
testigo mientras este declara reciben el nombre de «polígrafo», que mide cambios en la actividad fisiológica del
testigo (nivel de activación en función de cambios en la respiración, sudoración, presión sanguínea...). Su
correcta aplicación requiere de supuestos procedimentales básicos como: Testigo aislado (no
ruido/distracciones), inmóvil y de aceptación voluntaria, respuesta SÍ/NO. De entre las técnicas de utilización
del polígrafo más habituales se han dado:
❶ Técnica de las preguntas relevante/irrelevante: Comparar las respuestas fisiológicas del testigo ante
preguntas que tienen relevancia para el casi y otras que no guardan relación con este. Sin embargo, las
preguntas relevantes pueden producir un mayor nivel de activación, tanto en testigos que digan la
verdad como en aquellos que mientan, por lo que es una técnica actualmente poco utilizada.
❶ Test de la pregunta de control: Técnica creada con el objetivo de evitar los inconvenientes de la técnica
anterior. Antes de aplicar el polígrafo debe discutirse el cuestionario con el sujeto, que hace uso de
preguntas neutrales + relevantes + control. Las preguntas neutrales no requieren de implicación por
parte del sujeto y la de control se diseña para alterar al sujeto, tanto si es inocente como culpable. Ej.
Neutral (¿vive en Barcelona?) Control (¿alguna vez ha dicho una mentira?) Relevante (¿Mató a Juan?).
Pese a las ventajas de esta técnica, siguen dándose estudios que afirman que el grado de implicación
del testigo al responder la pregunta relevante es superior en comparación a la pregunta de control, por
lo que habría mayor nivel de activación tanto en el sujeto que miente como en el que no.
❶ Test del conocimiento culpable: El objetivo de esta técnica es determinar si el testigo sabe alguna
información que no quiere facilitar. Por ello, esta técnica sólo puede utilizarse si se dispone de mucha
información sobre el delito que el testigo pueda tener la intención de silenciar. Ej. El ladrón perdió una
pistola al huir de los hechos y se le pregunta: ¿Perdió un cuchillo? ¿Perdió un pasamontaña? ¿Perdió
una pistola?
En general, y a pesar de las mejoras en las técnicas, el uso del polígrafo es controvertido, especialmente en
su admisión como prueba en juicio. Una alteración de la respuesta fisiológica indica un cambio en el nivel
de activación del sujeto, pero no necesariamente que esté mintiendo. El polígrafo es útil para detectar
cambios de respuesta fisiológica, pero no parece demostrar la credibilidad del testigo.
En la actualidad se están dado nuevas técnicas más sofisticadas, como el Brain Fingerprinting «obtención de
huellas en el cerebro». Se trata de una técnica de análisis de la respuesta fisiológica, que se basa en el estudio
de la actividad eléctrica de distintas áreas del cerebro, en respuesta a cierta información (generalmente visual)
que se muestra al sujeto. Cuando el cerebro reconoce una imagen vista anteriormente se producen ondas
distintas a las que se dan cuando se observa una imagen por primera vez (si hay huella de memoria previa o
no).
La información que se dispone de esta prueba indica que en las pruebas experimentales realizadas hasta ahora
se han obtenido unos resultados de un 100% de efectividad, y esta ha comenzado a ser usada en EEUU por el
FBI, CIA y admitida en procesos judiciales.
Técnicas basadas en la evaluación del contenido de la declaración del testigo y tienen como fundamento teórico
la hipótesis de que una declaración sobre algo percibido, debe ser cualitativamente distinta de una declaración
inventada (imaginada, pero no vivida).
Estas técnicas se desarrollan por la Psicología forense, dando lugar a la «técnica de la evaluación de la validez
de una declaración» y al método procedente de las investigaciones realizadas en la psicología de la memoria
«Reality monitoring o control de la realidad».
En los inicios sobre análisis del contenido de una declaración, se partió de la hipótesis de que los mismos
cambios emocionales y cognitivos que se producen en el testigo mientras inventa una mentira y que afectan a
su comportamiento no-verbal, deberían también incidir sobre su conducta verbal, en el contenido de lo que
explica y cómo lo explica.
Aplicando los 3 enfoques de la conducta no-verbal, se afirma que el testigo que miente, debido al miedo por
ser descubierto, tendrá respuestas indirectas, más generales, menos referencias a sí mismo (intenta evitar la
primera persona).
Por otro lado, fruto de la complejidad de la fabricación de una declaración engañosa, se propone que el testigo
mentiroso proporciona respuestas más cortas y plausibles.
Para disminuir las deficiencias de su declaración y aparentar colaboración, el testigo deshonesto procura dar
más información, pero que en el fondo es irrelevante.
• Análisis del contenido de la declaración, a través de unos criterios en los que se estudian tanto los
contenidos específicos como la calidad de la declaración que se ha obtenido.
• La evaluación de los resultados del análisis del contenido a través de una serie de cuestiones sobre la
validez o no de los resultados obtenidos en el análisis del contenido.
❶ La entrevista
Realización, grabación y transcripción de una entrevista. La tarea de entrevistar a un niño resulta difícil pues
tienden a proporcionar información incompleta y desorganizada. Por ello, el entrevistador tiene que
realizar muchas preguntas para obtener información concreta del menor (pudiendo derivar a la dirección
del niño, pues los niños son más susceptibles de ser influenciados e intentan no contradecir la opinión del
entrevistador).
Así, esta técnica de entrevista para niños y adolescentes debería tener como objetivo intentar obtener la
máxima información posible, pero en un estilo narrativo libre.
Para detectar los efectos del estilo utilizado por el entrevistador se procura que las entrevistas sean
registradas en video y transcritas (observación de sesgos). Sin embargo, el análisis del contenido de la
declaración se realiza siempre a partir de la transcripción escrita.
Una vez se ha estudiado la presencia o no de estos 19 criterios en la declaración, en función del número de
criterios presentes y de la valoración de su relevancia en relación con determinadas variables (edad del testigo,
tipo de delito...), se puede determinar ya el grado de credibilidad de la declaración 8creíble, probablemente
creíble, indeterminada, probablemente increíble o increíble).
La selección de los 19 criterios se fundamenta en una serie de razones que explican por qué estos criterios es
más factible que se produzcan en una declaración verídica que no en una falsa o fabricada. Son 7 las principales
razones en las que se basan los 19 criterios:
❶ Las personas que fabrican una historia generalmente no tienen la suficiente imaginación como para
inventarse características de detalles relevantes.
❷ Quienes fabrican mentiras puede que san suficientemente creativos para incorporar características
como las señaladas en sus historias, pero, si no se dan cuenta de que los expertos utilizan estas
características para evaluar su declaración, es poco probable que se les ocurra incluirlas en sus
declaraciones.
❸ A los que inventan mentiras les falta, por regla general, suficiente conocimiento para incorporar
algunos de los criterios en la fabricación de sus historias.
❺ Los que inventan historias no se atreven a dar demasiados detalles por miedo a olvidarlos.
❻ Quienes inventan historias no les gusta dar muchos detalles a fin de evitar que algún observador
pueda verificar si algunos de los detalles son ciertos o no, y descubrir que han estado fabricados.
❼ Los que fabrican mentiras muchas veces no incluyen algunas de las características señaladas (admitir
falta e memoria, levantar dudas sobre su propio testimonio...)
Sin embargo, siempre existe posibilidad de que una persona que miente pueda incorporar alguno de los
criterios mencionados para dar una impresión de sinceridad a su declaración.
El análisis del contenido basado en criterios (CBCA) por sí mismo no es suficiente para sacar una conclusión
definitiva sobre la veracidad de la declaración, pues incluso en declaraciones inventadas puede darse riqueza
en detalles, preparación del entrevistado...
Para la evaluación de cuestiones referidas a la adecuación de la técnica utilizada mediante la aplicación del
CBCA, se ha desarrollado una lista de prueba de la validez:
Si se produce una respuesta negativa a cada uno de los tópicos presentados en la lista el resultado que se
había obtenido gracias al análisis del contenido se da por válido, mientras que las respuestas afirmativas a
aspectos de la lista levantan dudas sobre la validez de los resultados aportados por el análisis. La lista de la
prueba de validez está compuesta por 11 tópicos que se diferencian en:
• Características psicológicas:
También existen en la actualidad testes para medir el grado de sugestionabilidad de las personas y pueden
utilizarse para responder con más seguridad a este tópico.
• Motivación: Motivos que el testigo puede tener a la hora de informar sobre un incidente.
o Motivos cuestionables: Si el testigo puede tener motivos cuestionables para informar sobre un
hecho, pues siempre existe posibilidad de motivación de tercero al testigo para que de la
información.
o Presiones para dar falso testimonio: Existencia o no de indicios de que otras personas hayan podido
sugerir, entrenar, presionar o ejercer coacción sobre el testigo para una declaración falsa o
exageración de elementos del informe.
• Cuestiones relativas a la investigación: Hecho de comparar la declaración del testigo con el tipo de
delito y otras declaraciones previas.
o Inconsistencia con las leyes naturales: Posibilidad de que los acontecimientos descritos no sean
realistas.
o Inconsistencia con otras declaraciones: Más de una declaración sobre un mismo suceso, dándose
la posibilidad de inconsistencia entre declaraciones del mismo testigo o de este con otros testigos.
o Inconsistencia con otras evidencias: Posibilidad de que elementos importantes de una declaración
sean contradictorios con evidencias físicas fiables u otras evidencias concretas.
En caso de que se pueda responder negativamente a los tópicos de la lista, la decisión que se había tomado
sobre el grado de credibilidad de la declaración se da por válida y la aplicación de la técnica ha concluido.
El análisis del contenido basado en criterios usado en la técnica de evaluación de la validez de una declaración
tiene ciertas limitaciones, relativas a la edad del declarante y al uso exclusivo de criterios de veracidad. Estas
limitaciones hacen necesario el uso de métodos alternativos, especialmente métodos que posean los que se
llaman «criterios de mentira» y que pueden ser empleados no solo en casos de abuso sexual infantil, sino con
carácter general.
El método de «Control de la Realidad» cumple potencialmente los criterios anteriores, pues se basa en la
distinción entre características del recuerdo sobre una información percibida que ha sido realmente
experimentada por el sujeto y las memorias sobre acontecimientos imaginados.
El núcleo de este método se basa en la idea de que las memorias que se han formado a partir de
acontecimientos reales tienen características distintas de las memorias basadas en una ficción. Una memoria
verdadera, un recuerdo de acontecimiento del que se tiene experiencia directa, tienen características distintas
de calidad de lo recordado, a diferencia de los acontecimientos inventados.
Las memorias sobre acontecimientos reales, que han sido experimentaos por los sujetos a través de sus
procesos perceptivos, es mucho más factible que contengan información perceptual (detalles visuales, sonidos,
olores, sensaciones...) información contextual (detalles del dónde y cuándo tuvo lugar el suceso) e información
afectiva (sentimientos durante el suceso). Estas memorias son generalmente claras, nítidas y vívidas. En cambio,
las memorias sobre sucesos imaginados se derivan de una fuente interna y, por lo tanto, es más probable que
contengan operaciones cognitivas como pensamientos o razonamientos, por lo que son memorias más vagas y
menos concretas.
• Información temporal: Presente si la declaración incluye información sobre cuándo ocurre el suceso o
este se describe en una secuencia de acontecimientos.
• Afecto: Presente cuando la información recoge el sentimiento del participante durante los
acontecimientos.
• Resconstructibilidad de la historia: Presente si es posible reconstruir el suceso a partir de la información
aportada por el testigo.
• Operaciones cognitivas: Presente si se pueden encontrar en las descripciones inferencias hechas por
los participantes en el momento en que sucedieron los hechos.
Los relatos sobre acontecimientos realmente experimentados por los sujetos incluyen información perceptual,
más información espacial y temporal que las declaraciones sobre sucesos inventados. Las historias reales son
más fáciles de reconstruir por jueces. Sin embargo, parece que no hay apoyo empírico claro para el criterio de
la mentira. No existe evidencia de que los mentirosos incluyan más operaciones cognitivas en sus relatos que
aquellos que dicen la verdad.
Autores indican que las diferencias en la calidad de las memorias ante información percibida e información
sobre acontecimientos imaginados decrece en función del tiempo. Se dan grandes diferencias entre recuerdos
recientes de adultos y sus recuerdos de la infancia. Parece que puede produciré el curioso fenómeno de que
cuando la gente habla o piensa sobre un acontecimiento, las memorias externas (reales) se van volviendo más
internas y las internas (ficticias) más externas. La gente añade razonamientos a las memorias sobre sucesos
experimentados con el propósito de facilitar su recuerdo. Las memorias imaginadas se vuelven más vívidas y
concretas a medida que la gente trata de visualizar cómo ha podido producirse un suceso imaginado.
Asimismo, los niños no diferencian perfectamente entre hechos reales y fantasía de mismo modo que los
adultos. En resumen, el Control de la Realidad puede ser usado para detectar mentiras y engaños,
especialmente cuando se analizan respuestas de adultos referidas a sucesos en un tiempo reciente. Este es más
efectivo en declaraciones de adultos, mientras que el CBCA es específico para niños